Es un capitulo suelto del cisne
Taylor versus el mar.
No puedo creer mi
suerte, a quien se le ocurrió que nos viniéramos de crucero, si desde que puse
un pie en este maldito barco las cosas se pusieron borrosas para mí, me encerré
en mi camarote y a vomitar, trate de pasar desapercibido mi Nate estaba
divertido no quería arruinarle el viaje, las pastillas para el mareo no ayudan
mucho pero en cuanto estuvimos en alta mar todo fue peor comencé a vomitar sin
parar, mi mujer y mi hijo se fueron con la familia de Ron mientras yo estaba al
cuidado de papá y mamá, al segundo día de vómitos llamaron a la medico del
crucero.
“cuanto tiempo llevas
a si”
“Más o menos desde
que me subí al barco” me encogí un poco ante la mirada de ira de papá. No
aguante mucho mas y comencé con arcadas de nuevo, lo vi sacar mi peor pesadilla
una caja de supositorios, que estaba demente soy un adulto no me ponen un
de esos hace años.
“no” le dije entre
arcadas, papá me dio media vuelta y le entrego mi trasero “auch” me queje, no
alcance a decir nada mas cuando papá me había subido el pijama y me tenía entre
sus brazos.
“ahora le pondré un
suero, para rehidratarlo” quede enchufado a esa manguera mágica. El dolor en mi
bracito no se lo doy a nadie.
Cuando salí del shock
e iba a comenzar a reclamar el médico se dirigió a papá.
“uno cada ocho horas
o en cuanto empiece con las arcadas, pero el efecto dura aproximadamente ocho
horas”
“o no, no de nuevo”
les grite furioso
“Hijo se era lo que
el médico ordene” me callo papá
“no, soy un adulto”
le grite
“pues compórtate como
uno, dejarías a Nate sin medicación” golpe bajo
“es mi hijo”
“si y tu el mío” me
ordeno yo quería hacer una pataleta pero sabía que no terminaría bien para mi,
el médico se despidió avisándonos que vendría en unas horas cuando en suero se
acabara.
Papá se quedo a mi
lado mamá fue a ver a los chicos y yo debo confesar que me sentía mejor, pero
no se lo diré a nadie, pasaron muy rápido las ocho horas y me sentía igual que
antes.
“Vamos Tay” me ordeno
papá
“no papito” le dije
amarándome a la cama, pero no me sirvió de mucho comencé con arracadas
nuevamente y eso hizo enojar mucho a papá que me dejo sobre sus rodillas me
puso el supositorio y me dio tres fuertes nalgadas en mi cola al aire otra
cosa que no pasaba hace muchos años “no quiero ni una sola queja hijo o te daré
la versión completa”
Me acuno en sus
brazos y me quede dormido, cuando desperté le pedí algo de comer, por primera
vez desde que me subí a este infierno que puedo mantener algo en el estomago,
incluso pude ir a jugar un ratito con mi hijo, pero al cabo de las ocho horas
mi mundo se comenzó a mover nuevamente esta vez fue mamá quien me fue a buscar,
yo no quería papá es más fuerte que yo me toma de un brazo y me echa al hombro.
“no mamá no quiero”
“tengo que llevarte a
punta de cepillazos”
“MAaaa” me queje que
hacía con el cepillo de Derek aquí.
“ahora” no quería una
escena delante de mi mujer y mi hijo pero sobretodo no delante de Ron que se
reirá de mi por años.
Me encamine a su
camarote y mamá dejo el cepillo convenientemente a la vista de mis ojos.
“yo puedo solo” me
daba corte que mamá me viera el culo.
“rapidito antes que
se derrita” dijo con una bala en la mano no me quedo de otra a mis veinticinco
años con el culo a la vista de mamá para ser invadido por un intruso.
“Ay mamá que duele”
me queje en cuanto me introdujo al intruso e intente sacarlo una sólida nalgada
cayó en mi trasero.
“Suficiente Taylor
Smith” dijo tomando el cepillo
“nunca más mamita
nunca más” me queje enseguida y deje de hacer fuerzas para sacarlo.
Mamá me dio un beso
en la frente
“estoy mejor mamita
quiero dormir porque no vas a ver a papá”
“seguro” pregunto
“si mamita
diviértanse con la medicación ya me siento mucho mejor disfruten su viaje… y no
le dirán a nadie verdad” mis ojos involuntariamente se dirigieron a la caja que
contenía a mis enemigos.
“claro que no mi
bebe, es una medicación hijo no tiene nada me malo” Claro como no se la están
metiendo a ella por el culo, menos mal que no lo dije en voz alta, porque
sentarme seria solo un recuerdo.
“ya vete” le dije
dándole un beso en la frente.
A las dos horas mi
sueño fue interrumpido por una llamada de Fabián y me pregunta si mis padres
usan supositorios que mierda se suponía que no le dirían a nadie y
hasta Fabián sabe, pero no su respuesta fue peor que esa, mi enano estaba
enfermo y a miles de kilómetros de distancia mi enanito estaba pasando por la
misma tortura, pero bueno somos hermanos.
Jejejeje... Qué suerte que Tay se ató la lengua y no se le escapó eso delante de su mami, jajajaj!! Grrrr... ese remedio peor que la enfermedad!! Pobre Tay! y hasta a mi cisne le tocó!!!! =P
ResponderBorrarEstá liiindo!!! Espero máaaas, por fa!!! Es tu culpa por escribir tan bien, jejeje :D
Camila