Capítulo 7
Un aliado para Ryoga.
Hola señor Sotome, señor Tendo. Pasen y tomen
asiento ¿Qué desean comer? Hoy tenemos una promoción especial por la compra de
un Okonomiyaki familiar, te llevas dos tamaños regulares gratis__ anunció Ukyo,
a los padres de sus amigos al verlos
parados en la puerta de su restaurante.
__ Oh, me parece muy bien. Quiero uno de vegetales
con queso y me le pones suficiente salsa por favor__ dijo Genma.
__ Enseguida se lo preparo ¿Y usted señor Tendo?__
preguntó ella.
__ A mí
dame uno de
calamar.
__ Con gusto. ¡Qué
casualidad, ese es el favorito de
Ranma! __ exclamó la chica,
mientras sacaba sus utensilios y se
ponía a preparar la comida.
__ ¿Así? ¡Qué bueno! Ahora que la
chica menciona a Ranma
me pregunto ¿Cómo está su muchacho señor Saotome?
__ Está bien,
pero estoy disgustado con él.
__ ¿Y eso porque?
__ Se agarró a golpes con Ryoga
dentro de un
supermercado. Destrozaron el sitio, lastimaron a varias personas y los
llevaron a la estación
policial. Definitivamente no, debí dejar solo a ese par, aunque ya le di
su merecido a Ranma, creo que la culpa de
todo el problema es mía, después
de todo soy él
adulto, estaban bajo mi responsabilidad.
__ Saotome, entienda
ellos apenas son
unos niños, recuerde como éramos nosotros a esa edad.
__ ¡Sí, tiene razón! Pero de igual forma ese
comportamiento agresivo no es…__ Genma no terminó la frase, ya que se distrajo
al ver que un hombre joven tomaba asiento dentro del restaurante.
__ ¡Hola, Saotome! ¿Cómo estás?__ saludo
__ Bien, gracias Hibiki ¿Qué estás haciendo acá?
Pensé que estabas perdido, te llame para contarte lo de…__ fue interrumpido.
__ Sí, Ryoga ya lo castigue. Te juró que no le
quedaran ganas de volver a buscar pleitos por tonterías__ añadió con un
semblante serio.
Genma y
Soun lo miraron
confundido, pensaban que tal
vez
Ryo había golpeado violentamente a su hijo,
pues no conocían
los detalles del
castigo aplicado, que consistía
en tratar a
su hijo con el
látigo
de la indiferencia;
un castigo mucho más
severo que recibir una paliza. Si bien
era cierto, y aunque
parezca descabellado Ryo
tuvo a sus
hijos siendo un
mocoso; pues al
nacer Shizuka aún
no había alcanzado
la adolescencia, sin embargo
tuvo un
desarrollo sexual prematuro, así que
contando con la
misma edad que
su hijo menor
pudo engendrar a
la primogénita, y dos años
más tarde nació el
heredero de la
dinastía Hibiki, el hijo varón que
siempre quiso y con el que
casi nunca estaba, pues anteponía
siempre sus obligaciones
diarias, pero ahora quería dárselas
de gran padre castigando
cruelmente a
un niño que
lo único que
hizo fue cometer
un error.
__ Hibiki ¿Tú le pegaste…? __ intervino Tendo.
__ No, pero ganas no me faltaron. ¡Y ya cambiemos de
tema, no vine a hablar de Ryoga!
Ukyo prepárame un Okonomiyaki de camarones __ pidió.
__ Oh con gusto señor, enseguida se lo preparo. ¡Ay
que señor tan joven y apuesto, se parece mucho a Ryoga, pero que tonta
soy, pero si es el padre se supone que tienen que parecerse!__ pensó
mientras preparaba con gran velocidad
la orden.
__Oye, no te enojes, ¿No crees que te estas
tomando muy a
pecho todo este
asunto? Yo castigué a mi hijo, pero ahora iré a casa a darle un
consuelo, después de todo solo es un mocoso de once años __ dijo Genma,
haciendo que Ryo pusiera otra cara un
poco menos seria.
__ ¿Qué quieres decir con eso de consuelo? No, te
das cuenta que es varón. Con ellos no se puede ser delicado, no es…
__ ¡Tonterías!
Deberías darle una
oportunidad al muchacho para que
te explique las cosas, además si ya lo castigaste no
entiendo que gracia tiene que sigas enojado con él.
__ Si Hibiki.
Saotome tiene razón. No seas inmaduro y ve a hablar con tu hijo.
__ Oye ¿Cómo te atreves a llamarme inmaduro?
__ Pues que otra cosa se le puede decir a un tipo
adulto, que se pone a la altura de un mocoso de once años que cometió un error.
Sé porto mal, es cierto, pero sigue
siendo un chiquillo y es normal que se meta en líos como el pre-adolescente que
es__ intervino nuevamente Saotome.
__ Pero es que… intento decir algo.
__ ¡Nada! Ahora mismo vamos a ir a tu casa y
escucharás a tu hijo, y más te vale que obedezcas porque si no llamo
inmediatamente al Sr Ichiro.
__ Oye Saotome ¿Cómo te atreves a tratarme como si
yo fuera un niño eh? Yo, no pienso ir a ningún lado, además papá está de
acuerdo conmigo y no pienso dirigirle la palabra a ese niño por un buen tiempo.
__ Así que esas tenemos pues no me va a quedar otro
remedio que hacer esto__ PLOFF__Genma sacó una
bomba del bolsillo de
su traje de pelea y
la hizo estallar
en el rostro del padre de Ryoga
ocasionando que cayera en el piso desmayado del
sueño causa del somnífero que contenía.
__ Muy bien hecho Saotome__ dijo Tendo.
__ Le quite esta, al viejo pervertido de Happosai__ dijo mientras sacaba al padre de Ryoga
del restaurante.
__ Señores ¡¿adónde
van?! No me han pagado la cuenta.__Ukyo les grito.
__ Luego venimos__ anunciaron ambos y se fueron
hacia el dojo Hibiki.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
__ ¡Oh, no puede ser! ¡Me he quedado dormido, que
desperdicio de tiempo! __ exclamó Ichiro levantándose inmediatamente de la cama.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Eran más de las quince horas
y un chico de mediana estatura, ojos color café
claros, que depende de cómo la luz reflejara en
ellos; los puedes ver en un tono verde
oscuro, tan cambiantes su color como los
caminos que toma, se encontraba caminando sin rumbo fijo por todas las
calles de Nerima
con su mochila y sombrilla al hombro.
__ ¿Qué raro? Pero si yo pensé que estaría en…. ¡Oh
no! ¡No
puede ser posible, he vuelto a la
misma calle!__ exclamó el niño al
observar gente conocida
paseándose por los establecimientos de
comida del barrio.
Ryoga comenzó a caminar más rápido, en su
desesperación por abandonar Nerima. Cuando…
__ ¡PLOFF!__ choco con alguien en medio del camino.
__ Oye muchacho torpe. ¡Fíjate por donde caminas!__
dijo un anciano de diminuta estatura
mientras se sobaba la cabeza.
__ Oiga, quién tuvo la culpa fue usted que se
atravesó en mi camino.__ replicó el muchacho también adolorido.
__ ¡Muchacho majadero! Esas no son formas de
hablarle a un anciano tan sabio como yo. Te daré una lección: el truco del cohete
Happosai.__ gritó aventando una serie de bombas en dirección a Ryoga.
__ ¡BOOM! ¡BOOM! ¡BOOM!...
__ Cof, cof, cof, Viejo loco__ se cubrió la
boca con el
antebrazo__ ¿Cómo mierda se atreve a hacerme esto? Voy a partirte la cara__ anunció Ryoga
intentando lanzarle un trompón a Happosai a la cara, pero este lo esquivo con
mucha facilidad.
__ Jajajajaja, un
novato como tú, no puede vencerme__
dijo mientras lo golpeaba con la pipa que usa para
fumar
enviando a Ryoga
directo a un poste__ ¡Ríndete niño!
__ ¡Eso Jamás viejo estúpido, aún no me has vencido!__ Ryoga se incorporó
nuevamente y corrió hacia donde el maestro e intento ahora derribarlo con una
serie de combos (combinaciones de patadas y
puños) con mucha fuerza, pero no
alcanzaba tocar al viejo,
por lo que este en cuestión de segundos Happosai volvió a golpearlo nuevamente, pero ahora con
mucha más fuerza. ¡Te dije que te des por vencido, mocoso!
__ ¡No, no lo hare! Todavía no… no termino contigo__
el chico se paró por segunda vez.
__ Que
resistencia tiene, me recuerda a alguien que… __ pensó el maestro.
__ Chicas ahí está ese anciano libidinosos vamos por
él__ Gritaron un montón de adolescentes y mujeres jóvenes mientras se
abalanzaban sobre Happosai con paraguas,
sartenes, escobas y otros implementos golpeándolo y pisoteándolo severamente.
__ Ay… ay dejen…me, ay no se…an ma…las con
es…te po…bre… an…ciano, ay
__ KRACK.... Cállese
la boca PUFF… viejo PAM… cochino PLOFF…. ¿Cómo se atreve a
meterse en nuestras casas? CRASH…. TRASH… PUUM…. ¡Degenerado!__ lo golpearon
hasta el cansancio, luego recogieron
la bolsa con ropa interior
y se fueron
dejándolo regado en plena calle.
__ Ay ¿Por qué siempre me pasa esto? Sí, yo solo soy
un pobre anciano, que no le hago mal a nadie__ decía con lágrimas de cocodrilo,
mientras Ryoga lo observaba detenidamente con cara de circunstancia.
__ Señor, no se ponga así, venga yo le ayudo__ el
chico le
extendió la mano para ayudarlo a levantarse.
__ Gracias muchacho, oye se nota que eres muy
fuerte, ya te recuperaste de los golpes
que te acabo de dar ¿Cómo te llamas? Te me pareces mucho a Hibiki__ menciono.
__Eso es por los entrenamientos que me autoimpongo,
pero ni crea que esta pelea acabo aquí. Lo reto a un duelo mañana a las
dieciséis horas en la escuela Furinkan. ¡Quiero mi revancha! __ dijo el niño
seguro de sí mismo.
__Espera un momento muchacho porque no dejamos ese
combate para otro día, ahora me gustaría que me hicieras un favor, pero vamos
dime tu nombre. Es que te pareces mucho a los Hibiki.
__ Porque
soy un Hibiki. Me llamo Ryoga ¿Acaso usted conoce a
mis familiares? ¿Qué clase de favor
quiere que le haga?
__ Sí, conozco a tu familia niño, el favor que
quiero, es que trabajes para mí.
__ ¿Trabajar yo
para usted?
__ Si, así como lo oyes, te prometo pagar muy bien.
Ryoga se quedó pensando en la oferta y sin saber lo que tramaba Happosai, el
pequeño acepto.
__ ¿Y qué tengo que hacer?
__ Los detalles te los explico camino a mi casa,
antes quiero saber más de ti
Así el maestro Happosai y el chiquillo se fueron
caminando, conversando por todo el camino, Ryoga le conto los problemas
familiares que tenía con sus progenitores, su rivalidad con Ranma, que ama
profundamente a la hija menor de Tendo,
pero que esta no le correspondía, dijo que quería desquitarse de su
rival en una
pelea, ya que ambos hasta el
momento estaban igualados en técnicas de combate, pero Ryoga quería
perfeccionarse y no iba a descansar hasta ser más fuerte que Ranma, ya que
pensaba que de esta manera conseguiría convertir en su esposa a Akane.
__ ¿Así, que eso te
hizo tu padre? No te preocupes Ryoga, Yo te entrenare personalmente para
que acabes con él, con el hijo de Genma y
por supuesto Akane se casará
contigo.
__Muchas gracias maestro. Seguiré todas sus instrucciones al pie de la letra, pero
luego usted y yo ajustaremos cuentas por lo ocurrido hoy__ le recordó.
__ ¡Pero que
testarudo con eso, es igualito al padre!__ pensó el anciano__ Claro Ryoga
cuando termines con el trabajo, tu y yo tendremos un combate formal, pero ahora
necesito que te enfoques en las técnicas de pelea que yo te voy a enseñar ¿De
acuerdo?
__ ¡Me parece perfecto! Pero ¿Cuándo empezamos con el entrenamiento
maestro?
__ Hoy mismo. Ten: colócate esto __ le entrego la ropa en
las manos y le indico al niño como
amarrarse la pañoleta gris, que siempre utilizaba cuando iba a robar ropa
íntima.
Rápidamente
el pre-adolescente se vistió, pero se sintió incómodo.
__ Oiga, pero parezco un delincuente con esto ¿no?
__ ¡Claro, que no! Pero que muchacho este. No te das
cuenta que es un traje especial de entrenamientos.
__ ¿Así? No lo sabía. Bueno y ahora que sigue.
__ Ven acompáñame vamos a trabajar y a entrenar,
ambas cosas a la vez__ dijo el anciano, el chico lo siguió, y salieron
nuevamente a la calle.
Andrea Gracias por colaborar conmigo con un párrafo en este capítulo (Que esta en blanco, pero se puede ver resaltado) describes muy bien.
ResponderBorrarSaludos
Nicole.
Andrea Gracias por colaborar conmigo con un párrafo en este capítulo (Que esta en blanco, pero se puede ver resaltado) describes muy bien.
ResponderBorrarSaludos
Nicole.
en que manos fue a caer el Pobre de Ryoga ay nada bueno le espera junto a ese viejo en que líos lo ira a meter el maestro jeje. Andrea
ResponderBorrar