Segundo capítulo
Valerio no era un mal
muchacho, no era un rebelde sin causa, era un buen chico, era estudioso,
cuidaba de su madre y tenía valores- pero también tenía casi 15 años y las
hormonas habían dado un golpe de estado y ahora eran ellas las que decidían. A
Valerio le gustaban las chicas, le gustaban mucho las chicas, se pasaba el día
fantaseando con chicas. Se podría decir que Valerio se le ponía dura hasta
mirando los anuncios de crema de manos. Eso no era algo preocupante, todos su
amigos eran igual que él, a cual más cerdo. Si su madre se hiciera idea de las
autenticas animaladas que se le pasaban por la cabeza habría llamado a un cura
a hacerle un exorcismo. Y precisamente por eso Valerio se había ido
distanciando más y más de su madre. Ya no se pasaban horas hablando o jugando
algún juego de mesa como hacían antes. Valerio llegaba de la escuela y se
encerraba en su habitación y no salía sino era para ir a la nevera a por comida
o al baño.
Valerio y sus amigos
se pasaban el día hablando de chicas. Y no en plan romántico precisamente, se
pasaban el día hablando de guarradas, mirando fotos y videos con chicas
desnudas haciendo todo tipo de cosas y había entre ellos todo tipo de concursos
al cual más degenerado. Vaya que eran unos adolescentes de manual. Pero puede
que se les fuera un poco de las manos, un día llamaron del gimnasio donde iba
Valerio y sus amigos tras las clases, era su entrenado de baloncesto, quería
hablar con sus padres debido a una conducta impropia en los vestuarios. La
conducta impropia se resumía a una competición de pajas mientras espiaban a
través de un agujero que ellos mismo habían hecho en los vestuarios femeninos.
Valerio y 5 compañeros más del equipo fueron amonestados y castigados durante
un mes sin entrenos ni partidos. De no haber sido medio equipo de baloncesto el
implicado hubieran sido expulsados, pero eso significaba arruinar la temporada.
Lourdes
estaba abochornada, en su vida había pasado tanta vergüenza, oír como un grupo
de niñatos y su hijo espiaban a unas chicas mientras se cambiaban en el
vestuario y hacían concursos de haber quien eyaculaba más o más pronto o lo que
fuese. Hubiera querido que se le tragara la tierra. Valerio y los demás chicos
también pasaron un mal momento al oír como su entrenado explicaba lo que habían
hecho a sus padres. Lourdes se sintió algo aliviada al sentir que su exmarido
estaba allí también escuchando con sus propios oídos las animaladas que su hijo
y sus amigotes habían hecho y ¿Por qué no? viviendo el mismo bochorno que ella.
Al
llegar a casa Fernando mandó a Valerio directo a su cuarto, sabía muy bien lo
que iba a hacer, pero no tenía tan claro que Lourdes estuviera de acuerdo.
Fernando y Lourdes discutieron un buen rato, Lourdes no era muy partidaria de
la mano dura, ella era más de sermones y quitar privilegios. Valerio solo se había llevado pescozones y
tirones de oreja, y alguna que otra palmada de advertencia de su madre, pero
jamás nada más fuerte. Tampoco era un mal chico y solía portarse bien y era un
gran estudiante. Pero Lourdes no solo estaba abochornada estaba furiosa con su
hijo, eso de hacer agujeros y espiar a las chicas era algo tan repugnante que
se hacía cruces que su dulce pequeñín hubiera participado en algo así. Así que
finalmente Lourdes estuvo de acuerdo con su exmarido con que Valerio se había
ganado algo más que unos gritos y dejarle sin sus juguetitos.
Valerio
ya se figuraba que su padre lo iba a matar y que su madre estaba tan enfadada
con él que lo iba a dejar. Pero se quedó fuera de juego cuando finalmente
entraron los dos a su habitación con
cara de pocos amigos. ¿Podía ser que saliera de esa con una simple bronca y
quizás un castigo? Valerio automáticamente pensó que alguien allí arriba le
quería y mucho.
- Valerio, tu padre y yo esperamos una
explicación (dijo su madre, Valerio no recordaba a su madre tan enfadada en su
vida).
- Fue cosa de los del equipo, no era
nuestra intención hacer nada malo.
- ¿Nada malo? (Su madre abrió tanto los
ojos que parecía que se le fueran a salir de las órbitas. ¿quién era ese crio
que estaba ahí delante de ella y qué había hecho con su niñito?)
- Valerio, ¿En que momento hacer un
agujero en el vestuario femenino y machacárosla como malditos monos mientras
las espiáis se ha convertido en algo bueno? ¿en que momento, hijo? Porque no me
ha llegado ese reporte.
- No fue así, papá (protestó molesto
Valerio rodando los ojos).
- ¿y cómo fue hijo? De verdad que tu
madre y yo queremos entenderlo.
- Ya sabes…(dijo rojo como un tomate e
intentando evitar la mirada de su madre).
- No, hijo, no sé. Así que soy todo
oídos.
- Papaaaaaaaaaaa (protestó de nuevo
Valerio)
- ¿Qué pasa? ¿Ahora te viene la
vergüenza? ¡En buena hora! Ya te podía haber venido cuando decidiste participar
en esa burrada (dijo Fernando y Valerio puso cara de estar a disgusto). Venga
Valerio, venga hijo, estamos esperando…
- No lo sé, es que todos estaban de
acuerdo, y no sé, al principio era divertido y después no sé, dejé de pensar…sé
que está mal espiar, lo sé. Pero no haciamso daño a nadie.
- ¡NO HACIAS DAÑO A NADIE! ¿Y esas
chicas a las que espiabais? (saltó Lourdes)
- Ellas ni se enteraron, mamá.
- Ah, bueno, eso cambia del todo las
cosas. Como ellas no lo sabían está bien ¿No? (dijo furiosa Lourdes).
- ¿Esa va a ser tu excusa, Valerio, que ellas no lo se
enteraron? ¡De llegar a enterarse en vez del despacho del entrenador hubierais
acabado en comisaría, genio! (ahora era Fernando el que sonaba furioso).
- ¿Te gustaría que te espiaran a ti
mientras te duchas mientras otros se divierten a tu costa? (las hormonas de
Valerio fueron más rápido que Valerio y puso una sonrisita guarrona) ¡Por dios,
Valerio! (exclamó su madre) ¿Es que está todo podrido ahí arriba? (la sonrisita
de Valerio se esfumó).
- Yo también he tenido 15 años Valerio,
también me han dado guerra esas hormonas de adolescente que parecen que sean lo
único que hay (DIJO Fernando tan serio que parecía un general dando un discurso
a sus tropas). Y jamás, jamás se me fue tanto la pinza como para hacer algo tan
despreciable como lo que tus amiguitos y tú habéis hecho. Esas chicas merecen
un respeto. El mismo respeto que siempre estás reclamando tú.
- Hijo, nunca pensé que me sentiría
avergonzada de ti, pero hoy me lo he sentido y mucho, como mujer y como madre.
Yo (miró a su exmarido) Nosotros no te hemos educado así.
- Estáis haciendo una montaña de un
granito de arena. Vale, la cagamos, estuvo mal, pero el entrenador ya nos a
dado la charla y además estaremos un mes sin jugar ¿sabes lo que significa?
Adiós al campeonato (dijo frustrado).
- ¿ESO ES TODO LO QUE TE PREOCUPA? ¿EL
CAMPEONATO? (dijo Lourdes agarrando a su hijo por la oreja y alzándolo para
darle 5 azotes bien duros) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
- Aaaaaaaaaaau mamá (dijo indignado
zafándose del agarre de su madre. Entonces fue Fernando el que agarró por el
brazo a Valerio y de un tirón le bajó los pantalones y los clazoncillos.
Valerio abrió los ojos mucho, eso no se lo esperaba, no en ese momento, no con
su madre aún en la habitación. En seguida se cubrió con ambas manso sus
partes)Papaaaá (dijo echando la vista hacia donde estaba su madre)
- ¿qué pasa Valerio? ¿No te gusta que te
miren cuando estás desnudo? (dijo con sarcasmo su padre) Te seguro que no hay
nada que no haya visto tu madre miels de veces.
- ¡Cuando era pequeño! Ahora soy un
hombre (protestó Valerio intentando soltarse ahora del agarre de su padre).
- Ja, un hombre, no me hagas reír. Eres
un mocoso malcriado, eso es lo que eres. Un hombre jamás habría hecho la
estupidez que has habéis hecho tú y tus amiguitos.
- Papá, por favor, no delante de mamá
(le suplicó finalmente al ver que no lograba deshacerse de su padre).
- Oooh no, señorito. No solo va ser delante de mamá, sino que mamá también
tiene la suya que decir (y Lourdes sacó del bolsillo trasero del pantalón el
cepillo del pelo que había agarrado justo antes de entrar en la habitación de
su hijo. Lourdes se sentó en la cama de Valerio y su exmarido le colocó al
chico sobre sus rodillas. Valerio no tuvo tiempo ni a reaccionar, su madre le
propinó 20 cepillazos, en los muslos) Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack
Plack Plack Plack que sea la primera y la última vez que espías a alguien y
mucho menos mientras se desnuda o se viste o se ducha, todos merecemos respeto
y privacidad Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack.
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaau aaaaaaaaaaaaargg
coff coff auuuu no mamá no auuuu no para, por favor auuuuuuu ay ay ay dueleeee.
- Yo ya he dicho lo que tenía que
decirle (le dijo Lourdes a Fernando). Tu turno ( y fue decir eso Y Valerio
empezar a llorar pidiendo clemencia. El cepillo había dolido horrores pero
saber que no solo no se había acabado sino que ahora le tocaba el turno a su
padre le hizo casi mearse de miedo).
- No, por favor, no lo haré nunca más,
lo juro, lo he pillado, está mal espiar a las chicas. No lo volveré a hacer.
- Eso ya lo sabías antes hijo y eso no
te detuvo (Fernando lo ayudó a levantarse, más bien lo agarró como su fuera una
marioneta. Lourdes y Fernando intercambiaron posiciones). Así que para la
próxima vez quizás el recuerdo de esta zurra te ayude a actuar de acuerdo lo
que tu madre y yo te hemos enseñado.
- Papi, por favor no, no, el cepillo
dolió mucho, por favor , por favor (suplicaba Valerio).
- Hijo, no disfruto haciendo esto, no
solo porque estoy muy decepcionado con toda historia sino que odio tener que
pegarte. (dijo Fernando con el chico sobre sus rodillas) pero hijo esto ha sido
sin duda alguna ha sido lo peor que has hecho en tu vida y si te crees que te
vas a salir con cuatro cepillazos es que realmente no te das cuenta de lo serio
que es esto. Pero tranquilo, que cuando acabe contigo lo vas a tener muy claro
(y con eso dejó caer su mano pesado sobre el rosado trasero de su hijo) PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS debería importarte bien
poco lo que digan tus amigos, tiene más cerebro que eso, sabes pensar por ti
mismo y sabes cuando una cosa está mal y cuando está bien PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS y sabes que si está mal no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
sabes que aunque parezca divertido si está mal no se hace PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS sabes que auqneu tus amigos te presionen si una cosa está mal no se
hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS sabes que aunque sea placentero si está mal
no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS, dime Valerio, la próxima vez que
sepas que una cosa está mal tú que harás?
- No lo hareeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaaaaaaa
- PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS, ESO ES,
HIJO ¿Y porqué no lo harás?
- Porque está mal bwuuaaaaaaaaaaaaaa
bwuaaaaaaaaa ya papá yaaaaa auuuuuu
- PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS ¿y qué
pasa cuando haces algo que sabes que está mal?
(Valerio lloraba como hacía años que no había llorado, ni siquiera
cuando su padre lo pilló falsificando la firma de su madre) ¿Valerio? ¿qué
pasa? (volvió a repetir Fernando al ver que su hijo no contestaba). PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (diez palmadas aún más duras
cayeron justo sobre la zona más tierna de su trasero) ¿qué pasa?
- Que que que (pero Valerio no sabía que
respuesta buscaba su padre) no lo sé papá, no lo sé, lo siento (lloraba)
- Pues lo que pasa PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS es que recibes una buena zurra en el culete por ser un niño muy muy
malo
- Papaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (protestó pero
no con mucha intensidad, estaba realmente agotado por la zurra).
- Lo puedes decir con las palabras que
mejor te suenen, Valerio, pero eso es lo que pasa y lo que pasará siempre. Si
tú no te sabes comportar no esperes que nosotros te tratemos como un jovencito
que merece nuestra confianza y respeto PLASS (Fernando respiró hondo y le ayudó
a levantarse, Valerio enseguida se acachó para subirse la ropa pero su padre le
dio una palmadita leve en el trasero) plass. No Valerio, ahora te vas al salón
y te pones en la esquina, hasta que tu madre y yo te digamos que puedes salir.
- ¿qué? (Valerio no se lo podía creer,
él en unos meses haría 15 años y ya ni a Carlitos lo castigaban de cara a la
pared).
- Ya has oído a tu padre, Valerio (dijo
Lourdes, pero Valerio seguía de píe mirando a sus padres sin acabar de
creérselo). Valerio, si te he de llevar yo lo haré con esto (y le enseñó el
cepillo que momentos antes tanto le había dolido. Valerio tragó saliva y negó.
Cuando de nuevo fue a subirse lso pantalones para irse al saló, su padre le
agarró la mano).
- No, hijo. Puesto que tu no crees que
ver a alguien desnudo sin su consentimiento está mal, no es necesario que te
subas esos pantalones.
- Papá, por favor (suplicó)
- Un poco de vergüenza te ayudará a
entender lo importante que es la
privacidad de los demás Plass (esa nalgada fue más fuerte que la anterior) ve
(ordenó Fernando y Valerio obedeció y fue hasta el salón).
Fernando y Lourdes dejaron al chico en la
esquina del salón 40 minutos mientras ellos hablaban y de vez en cuando sus
padre hacían algún comentario sobre su trasero. Cosa que hacía que Valerio se
muriera de vergüenza, pero Valerio se prometió que jamás volvería mirar a una
mujer desnuda sin su consentimiento. Bueno las de las pelis y de las revesitas
no contaban, claro.
Pobre Valerio pero se lo merecía.
ResponderBorrarAy Valerio.....se pasa el muchachito...bien ganado se lo tiene
ResponderBorrarMe encanta Valerio, ejejejje... y no tolero al padre... aunque no me queda más que admitir que se mereció la paliza! Por irrespetuoso! que la privacidad de las personas se respeta! Já! jeje...
ResponderBorrarLindo, Little! Conti, pleaseeee
Muchachito este, como se le ocurre hacer eso no, no, no, una zurra bien ganada.
ResponderBorrarJajaja pobre Valerio!! Pero como se le ocurre espiar a las chicas!! Eso no se hace!!
ResponderBorrarClaro las de las revistas no cuentan!!
Muy bueno Little!!
Jajaja pobre Valerio!! Pero como se le ocurre espiar a las chicas!! Eso no se hace!!
ResponderBorrarClaro las de las revistas no cuentan!!
Muy bueno Little!!