lunes, 9 de febrero de 2015

Segundo capítulo


Segundo capítulo
Valerio no era un mal muchacho, no era un rebelde sin causa, era un buen chico, era estudioso, cuidaba de su madre y tenía valores- pero también tenía casi 15 años y las hormonas habían dado un golpe de estado y ahora eran ellas las que decidían. A Valerio le gustaban las chicas, le gustaban mucho las chicas, se pasaba el día fantaseando con chicas. Se podría decir que Valerio se le ponía dura hasta mirando los anuncios de crema de manos. Eso no era algo preocupante, todos su amigos eran igual que él, a cual más cerdo. Si su madre se hiciera idea de las autenticas animaladas que se le pasaban por la cabeza habría llamado a un cura a hacerle un exorcismo. Y precisamente por eso Valerio se había ido distanciando más y más de su madre. Ya no se pasaban horas hablando o jugando algún juego de mesa como hacían antes. Valerio llegaba de la escuela y se encerraba en su habitación y no salía sino era para ir a la nevera a por comida o al baño.

Valerio y sus amigos se pasaban el día hablando de chicas. Y no en plan romántico precisamente, se pasaban el día hablando de guarradas, mirando fotos y videos con chicas desnudas haciendo todo tipo de cosas y había entre ellos todo tipo de concursos al cual más degenerado. Vaya que eran unos adolescentes de manual. Pero puede que se les fuera un poco de las manos, un día llamaron del gimnasio donde iba Valerio y sus amigos tras las clases, era su entrenado de baloncesto, quería hablar con sus padres debido a una conducta impropia en los vestuarios. La conducta impropia se resumía a una competición de pajas mientras espiaban a través de un agujero que ellos mismo habían hecho en los vestuarios femeninos. Valerio y 5 compañeros más del equipo fueron amonestados y castigados durante un mes sin entrenos ni partidos. De no haber sido medio equipo de baloncesto el implicado hubieran sido expulsados, pero eso significaba arruinar la temporada.

  Lourdes estaba abochornada, en su vida había pasado tanta vergüenza, oír como un grupo de niñatos y su hijo espiaban a unas chicas mientras se cambiaban en el vestuario y hacían concursos de haber quien eyaculaba más o más pronto o lo que fuese. Hubiera querido que se le tragara la tierra. Valerio y los demás chicos también pasaron un mal momento al oír como su entrenado explicaba lo que habían hecho a sus padres. Lourdes se sintió algo aliviada al sentir que su exmarido estaba allí también escuchando con sus propios oídos las animaladas que su hijo y sus amigotes habían hecho y ¿Por qué no? viviendo el mismo bochorno que ella.

  Al llegar a casa Fernando mandó a Valerio directo a su cuarto, sabía muy bien lo que iba a hacer, pero no tenía tan claro que Lourdes estuviera de acuerdo. Fernando y Lourdes discutieron un buen rato, Lourdes no era muy partidaria de la mano dura, ella era más de sermones y quitar privilegios.  Valerio solo se había llevado pescozones y tirones de oreja, y alguna que otra palmada de advertencia de su madre, pero jamás nada más fuerte. Tampoco era un mal chico y solía portarse bien y era un gran estudiante. Pero Lourdes no solo estaba abochornada estaba furiosa con su hijo, eso de hacer agujeros y espiar a las chicas era algo tan repugnante que se hacía cruces que su dulce pequeñín hubiera participado en algo así. Así que finalmente Lourdes estuvo de acuerdo con su exmarido con que Valerio se había ganado algo más que unos gritos y dejarle sin sus juguetitos.

  Valerio ya se figuraba que su padre lo iba a matar y que su madre estaba tan enfadada con él que lo iba a dejar. Pero se quedó fuera de juego cuando finalmente entraron los dos  a su habitación con cara de pocos amigos. ¿Podía ser que saliera de esa con una simple bronca y quizás un castigo? Valerio automáticamente pensó que alguien allí arriba le quería y mucho.

  -         Valerio, tu padre y yo esperamos una explicación (dijo su madre, Valerio no recordaba a su madre tan enfadada en su vida).

  -         Fue cosa de los del equipo, no era nuestra intención hacer nada malo.

  -         ¿Nada malo? (Su madre abrió tanto los ojos que parecía que se le fueran a salir de las órbitas. ¿quién era ese crio que estaba ahí delante de ella y qué había hecho con su niñito?)

  -         Valerio, ¿En que momento hacer un agujero en el vestuario femenino y machacárosla como malditos monos mientras las espiáis se ha convertido en algo bueno? ¿en que momento, hijo? Porque no me ha llegado ese reporte.

  -         No fue así, papá (protestó molesto Valerio rodando los ojos).

  -         ¿y cómo fue hijo? De verdad que tu madre y yo queremos entenderlo.

  -         Ya sabes…(dijo rojo como un tomate e intentando evitar la mirada de su madre).

  -         No, hijo, no sé. Así que soy todo oídos.

  -         Papaaaaaaaaaaa (protestó de nuevo Valerio)

  -         ¿Qué pasa? ¿Ahora te viene la vergüenza? ¡En buena hora! Ya te podía haber venido cuando decidiste participar en esa burrada (dijo Fernando y Valerio puso cara de estar a disgusto). Venga Valerio, venga hijo, estamos esperando…

  -         No lo sé, es que todos estaban de acuerdo, y no sé, al principio era divertido y después no sé, dejé de pensar…sé que está mal espiar, lo sé. Pero no haciamso daño a nadie.

  -         ¡NO HACIAS DAÑO A NADIE! ¿Y esas chicas a las que espiabais? (saltó Lourdes)

  -         Ellas ni se enteraron, mamá.

  -         Ah, bueno, eso cambia del todo las cosas. Como ellas no lo sabían está bien ¿No? (dijo furiosa Lourdes).

  -         ¿Esa va  a ser tu excusa, Valerio, que ellas no lo se enteraron? ¡De llegar a enterarse en vez del despacho del entrenador hubierais acabado en comisaría, genio! (ahora era Fernando el que sonaba furioso).

  -         ¿Te gustaría que te espiaran a ti mientras te duchas mientras otros se divierten a tu costa? (las hormonas de Valerio fueron más rápido que Valerio y puso una sonrisita guarrona) ¡Por dios, Valerio! (exclamó su madre) ¿Es que está todo podrido ahí arriba? (la sonrisita de Valerio se esfumó).

  -         Yo también he tenido 15 años Valerio, también me han dado guerra esas hormonas de adolescente que parecen que sean lo único que hay (DIJO Fernando tan serio que parecía un general dando un discurso a sus tropas). Y jamás, jamás se me fue tanto la pinza como para hacer algo tan despreciable como lo que tus amiguitos y tú habéis hecho. Esas chicas merecen un respeto. El mismo respeto que siempre estás reclamando tú.

  -         Hijo, nunca pensé que me sentiría avergonzada de ti, pero hoy me lo he sentido y mucho, como mujer y como madre. Yo (miró a su exmarido) Nosotros no te hemos educado así.

  -         Estáis haciendo una montaña de un granito de arena. Vale, la cagamos, estuvo mal, pero el entrenador ya nos a dado la charla y además estaremos un mes sin jugar ¿sabes lo que significa? Adiós al campeonato (dijo frustrado).

  -         ¿ESO ES TODO LO QUE TE PREOCUPA? ¿EL CAMPEONATO? (dijo Lourdes agarrando a su hijo por la oreja y alzándolo para darle 5 azotes bien duros) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

  -         Aaaaaaaaaaau mamá (dijo indignado zafándose del agarre de su madre. Entonces fue Fernando el que agarró por el brazo a Valerio y de un tirón le bajó los pantalones y los clazoncillos. Valerio abrió los ojos mucho, eso no se lo esperaba, no en ese momento, no con su madre aún en la habitación. En seguida se cubrió con ambas manso sus partes)Papaaaá (dijo echando la vista hacia donde estaba su madre)

  -         ¿qué pasa Valerio? ¿No te gusta que te miren cuando estás desnudo? (dijo con sarcasmo su padre) Te seguro que no hay nada que no haya visto tu madre miels de veces.

  -         ¡Cuando era pequeño! Ahora soy un hombre (protestó Valerio intentando soltarse ahora del agarre de su padre).

  -         Ja, un hombre, no me hagas reír. Eres un mocoso malcriado, eso es lo que eres. Un hombre jamás habría hecho la estupidez que has habéis hecho tú y tus amiguitos.

  -         Papá, por favor, no delante de mamá (le suplicó finalmente al ver que no lograba deshacerse de su padre).

  -         Oooh no, señorito. No solo va  ser delante de mamá, sino que mamá también tiene la suya que decir (y Lourdes sacó del bolsillo trasero del pantalón el cepillo del pelo que había agarrado justo antes de entrar en la habitación de su hijo. Lourdes se sentó en la cama de Valerio y su exmarido le colocó al chico sobre sus rodillas. Valerio no tuvo tiempo ni a reaccionar, su madre le propinó 20 cepillazos, en los muslos) Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack que sea la primera y la última vez que espías a alguien y mucho menos mientras se desnuda o se viste o se ducha, todos merecemos respeto y privacidad Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack Plack.

  -         Aaaaaaaaaaaaaaaaaau aaaaaaaaaaaaargg coff coff auuuu no mamá no auuuu no para, por favor auuuuuuu ay ay ay dueleeee.

  -         Yo ya he dicho lo que tenía que decirle (le dijo Lourdes a Fernando). Tu turno ( y fue decir eso Y Valerio empezar a llorar pidiendo clemencia. El cepillo había dolido horrores pero saber que no solo no se había acabado sino que ahora le tocaba el turno a su padre le hizo casi mearse de miedo).

  -         No, por favor, no lo haré nunca más, lo juro, lo he pillado, está mal espiar a las chicas. No lo volveré a hacer.

  -         Eso ya lo sabías antes hijo y eso no te detuvo (Fernando lo ayudó a levantarse, más bien lo agarró como su fuera una marioneta. Lourdes y Fernando intercambiaron posiciones). Así que para la próxima vez quizás el recuerdo de esta zurra te ayude a actuar de acuerdo lo que tu madre y yo te hemos enseñado.

  -         Papi, por favor no, no, el cepillo dolió mucho, por favor , por favor (suplicaba Valerio).

  -         Hijo, no disfruto haciendo esto, no solo porque estoy muy decepcionado con toda historia sino que odio tener que pegarte. (dijo Fernando con el chico sobre sus rodillas) pero hijo esto ha sido sin duda alguna ha sido lo peor que has hecho en tu vida y si te crees que te vas a salir con cuatro cepillazos es que realmente no te das cuenta de lo serio que es esto. Pero tranquilo, que cuando acabe contigo lo vas a tener muy claro (y con eso dejó caer su mano pesado sobre el rosado trasero de su hijo) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS debería importarte bien poco lo que digan tus amigos, tiene más cerebro que eso, sabes pensar por ti mismo y sabes cuando una cosa está mal y cuando está bien PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS y sabes que si está mal no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS sabes que aunque parezca divertido si está mal no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS sabes que auqneu tus amigos te presionen si una cosa está mal no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS sabes que aunque sea placentero si está mal no se hace PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS, dime Valerio, la próxima vez que sepas que una cosa está mal tú que harás?

  -         No lo hareeeeeeeeeeeeeeeeeeeee bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaaaaaaa

  -         PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS, ESO ES, HIJO ¿Y porqué no lo harás?

  -         Porque está mal bwuuaaaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaaa ya papá yaaaaa auuuuuu

  -         PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS ¿y qué pasa cuando haces algo que sabes que está mal?  (Valerio lloraba como hacía años que no había llorado, ni siquiera cuando su padre lo pilló falsificando la firma de su madre) ¿Valerio? ¿qué pasa? (volvió a repetir Fernando al ver que su hijo no contestaba). PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (diez palmadas aún más duras cayeron justo sobre la zona más tierna de su trasero) ¿qué pasa?

  -         Que que que (pero Valerio no sabía que respuesta buscaba su padre) no lo sé papá, no lo sé, lo siento (lloraba)

  -         Pues lo que pasa PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS es que recibes una buena zurra en el culete por ser un niño muy muy malo

  -         Papaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (protestó pero no con mucha intensidad, estaba realmente agotado por la zurra).

  -         Lo puedes decir con las palabras que mejor te suenen, Valerio, pero eso es lo que pasa y lo que pasará siempre. Si tú no te sabes comportar no esperes que nosotros te tratemos como un jovencito que merece nuestra confianza y respeto PLASS (Fernando respiró hondo y le ayudó a levantarse, Valerio enseguida se acachó para subirse la ropa pero su padre le dio una palmadita leve en el trasero) plass. No Valerio, ahora te vas al salón y te pones en la esquina, hasta que tu madre y yo te digamos que puedes salir.

  -         ¿qué? (Valerio no se lo podía creer, él en unos meses haría 15 años y ya ni a Carlitos lo castigaban de cara a la pared).

  -         Ya has oído a tu padre, Valerio (dijo Lourdes, pero Valerio seguía de píe mirando a sus padres sin acabar de creérselo). Valerio, si te he de llevar yo lo haré con esto (y le enseñó el cepillo que momentos antes tanto le había dolido. Valerio tragó saliva y negó. Cuando de nuevo fue a subirse lso pantalones para irse al saló, su padre le agarró la mano).

  -         No, hijo. Puesto que tu no crees que ver a alguien desnudo sin su consentimiento está mal, no es necesario que te subas esos pantalones.

  -         Papá, por favor (suplicó)

  -         Un poco de vergüenza te ayudará a entender lo importante que es  la privacidad de los demás Plass (esa nalgada fue más fuerte que la anterior) ve (ordenó Fernando y Valerio obedeció y fue hasta el salón).

  Fernando y Lourdes dejaron al chico en la esquina del salón 40 minutos mientras ellos hablaban y de vez en cuando sus padre hacían algún comentario sobre su trasero. Cosa que hacía que Valerio se muriera de vergüenza, pero Valerio se prometió que jamás volvería mirar a una mujer desnuda sin su consentimiento. Bueno las de las pelis y de las revesitas no contaban, claro.


6 comentarios:

  1. Pobre Valerio pero se lo merecía.

    ResponderBorrar
  2. Ay Valerio.....se pasa el muchachito...bien ganado se lo tiene

    ResponderBorrar
  3. Me encanta Valerio, ejejejje... y no tolero al padre... aunque no me queda más que admitir que se mereció la paliza! Por irrespetuoso! que la privacidad de las personas se respeta! Já! jeje...
    Lindo, Little! Conti, pleaseeee

    ResponderBorrar
  4. Muchachito este, como se le ocurre hacer eso no, no, no, una zurra bien ganada.

    ResponderBorrar
  5. Jajaja pobre Valerio!! Pero como se le ocurre espiar a las chicas!! Eso no se hace!!
    Claro las de las revistas no cuentan!!
    Muy bueno Little!!

    ResponderBorrar
  6. Jajaja pobre Valerio!! Pero como se le ocurre espiar a las chicas!! Eso no se hace!!
    Claro las de las revistas no cuentan!!
    Muy bueno Little!!

    ResponderBorrar