Un mensaje de un hijo a un padre – “la magia del relicario - parte 1”

Un mensaje de un hijo a un padre – “la magia del relicario - parte 1”

Los chicos estaban sentaditos, Fátima leía un libro, Ricardo estaba acostado en el sofá, Tomas estaba comiendo chucherías y Arman escuchaba música a todo volumen con los audífonos puestos. Era fin de semana y temporada de vacación por lo que los chicos no tenían nada que hacer, Ricardo había conseguido un trabajo de medio tiempo no le gustaba estar sin hacer nada  todo el día.

Santiago estaba en casa, acostado ya que toda la mañana había tenido un molesto dolor de cabeza, pero con unas pastillas quedo como nuevo…  más o menos.

Santiago: se piensan quedar todo el día sin hacer nada más que eso.

Richard: no me pienso mover, estoy muy cómodo.

Fátima: yo estoy hacendó algo productivo.

Santiago: eey… te vas a quedar sordo –le quito los audífonos a Arman-

Arman: no me quedo sordo.

Santiago: baja un poco el volumen.

Arman: está bien –dijo resignado-

Michel: que les parece si limpiamos el ático… es un desastre y tenemos meses diciendo que se va a limpiar.

Tomas: yo paso ma.

Santiago: suena muy bien.

A pesar de las malas caras de sus hijos todos subieron a limpiar, era un mundo de cosas, muebles,  juguetes, revistas, ropa y demás.

Sacaron una buena cantidad de cosas que no servían y otras que no serían necesarias jamás.

Santiago: vamos Fátima… no puedes conservar todo eso.

Fátima: pero si son mis cosas de cuando era pequeña, no las voy a tirar… y si tengo una hija.

Richard: mira Tomas eso era tuyo –un mameluco-

Tomas: uu que feos gustos tenían.

Ricardo continua abriendo cajas y encontró una en particular que no debería estar.

Richard: mira lo que encontré, son cosas de mamá.

Los chicos fueron a ver todas las cosas, ropa y algunos álbumes de la escuela, se pusieron a revisar todo y veían que era lo que no serbia, pero para Arman todo era de su madre y no quería tirar sus cosas, para él era como tirar a la basura a su madre y no lo haría.

Santiago: hijo son cosas viejas que no sirven… tu madre no va a volver para usarlas… si quieren pueden conservar algunas cosas pero no todo.

Arman: no se va a tirar nada, son sus cosas.

Puede que fuera mala idea que los chicos ayudaran, lo único que habían conseguido era avivar heridas, Santiago nunca se deshizo   de nada o según en el lo había hecho, pero al parecer solo guardo los recuerdo en una caja grande en el ático.

Richard: no te pongas así Arman… a mamá no le hacen falta.

Arman: y tú que saben que es lo que le  falta.

Santiago: eey tranquilo sin gritar, mejor bajemos… dejemos todo así por mientras.

Arman: no, para que vengas después a tirar sus cosas, no te voy a dejar.

Santiago: shuuu, no grites. –trato de quitarle algo de la mano,  pero este reacciono  y lo empujo con ira, haciéndolo caer-

Arman: son sus cosas no las toques…

Santiago: auuch

Michel: estas bien?

Santiago: sí.

Richard: ya Arman… pudiste lastimas a papá… -le apretó la mano y lo abrazo en contra de la voluntad de su hermano-

Arman: déjame, déjame, son sus cosas shiff, son sus cosas uuu buua –no soporto más y se dejó caer al piso, pero su hermano no lo dejo, lo abrazo, Arman solo lloraba tristemente, el recordar a su madre le dolía y el ver sus cosas y saber que nunca más volvería, le dolía aún más-

Santiago: shuuu, ya, shuuu shuuu.

Santiago cargo a su hijo y lo bajo llorando, no le dijo, ni le hizo nada por el aventón, no le interesaba, le preocupaba más que él se pusiera mal por los recuerdos, por dentro se despreciaba de no ver tirado todo hacía tiempo, Arman había tenido muchos problemas con la muerte de su madre y había estado en tratamiento psicológico por presenciar la muerte de esta…  pensaron que con el tiempo se podía arreglar… era pequeño podría olvidar, pero viendo  la situación, eso sería imposible.

Los chicos bajaran Fátima estaba llorando de ver a su hermano así, para ellos había sido muy difícil la pérdida de su madre, pero para su hermano había sido el peor sueño, Michel tenia abrazada a Fátima, Richard solo estaba callado, Tomas estaba triste la situación lo ponía mal, pero él nunca fue muy apegado a su madre por lo que no fue muy duro para él, además de que era pequeño en aquel entonces tenía 4 años y meses así que era muy poco lo que la conoció.

Santiago se metió a su cuarto y  acostó a su hijo en la cama, lo tenía abrazado y no se separaba de Arman, sin que se diera cuenta le quito un pañuelo que tenía, con el  nombre de su difunta mujer, se lo dio a Ricardo para que se lo llevara, paso un rato y no dejaba de llorar y no se estaba tranquilizando por lo que llama a su hermano y le dijo que se diera una vuelta, Sack no tardó en llegar.

Sack: que paso?

Michel: vio cosas de su madre y se puso mal.

Sack: le voy a dar algo para dormirlo.

Arman: yo no quiero dormir, van a tirar sus cosas, no me voy a dormir, no.

Santiago: shuuu, es para que estés bien… tranquilo.

Arman: no, vas a tirar sus cosas.

Santiago no le contestaba un sí tirare o no lo haré… no quería mentirle pero tampoco podía dejar todo eso, lo lastimaría más, por ello casi no tenían fotos de ella  en la casa.  

Richard: no se va a tirar nada Arman, no vamos a tirar nada..

Arman: buaaaa –se puso a llorar rendido por la situación-

Richard ayudo a su padre a voltear a Arman y a sostenerlo, su tío solo le bajo la ropa y le aplico la inyección, Arman no tardo en quedarse dormido y aprovechando fueron a sacar toda lo que algunas ves fue de Emily, dejaron algunas cosas pero toda la ropa, perfumes y esas cosas las tiraron, Santiago aprovecho que su hermano estaba ahí y también sacaron  un closet que había sido de ella. Dejando despejado todo, Santiago sabía que su hijo lo odiaría por eso, pero no sabía que más hacer, suponiendo que esa era la mejor idea.

Cuando Arman despertó le recriminó a su padre y a su hermano por haber tirado las cosas…

Paso una semana y Arman no le dirigía palabra alguna a su padre y a Richard

Richard: Arman, hermano háblame…no crees que ya fue mucho.

Arman solo se paró de su cama y se salió de su cuarto dándole un empujón a su  hermano mayor.

Llego el sábado y la situación no mejoraba y eso estaba colmando la paciencia de Santiago que no le faltaba mucho para explotar por el comportamiento de su hijo…

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Santiago: basta, basta, basta, simple mente no te lo voy a soportar más, lo que hice no fue por quitarte a tu madre, fue para que no te hicieras daño tu solo… no, no jovencito estoy hablando contigo así que no me des la espalda –tomo del brazo a Arman y lo jalo hacia él, haciendo que lo viera a la cara-

Arman le había aventado un plato a Michel cuando puso la comida en la mesa, ella le había dicho: toma hijo… y eso le hizo enojar. Santiago no le soltaba la mano.

Arman: suéltame.

Santiago: no… discúlpate. Nadie tiene porque pagar tus berrinches y tus pataletas, que es lo único que has hecho esta semana.

Arman: suéltame idiota.

Santiago  enojado le dio una cachetada que le dejo marcado los dedos en el rosto a su hijo, este solo se soltó como pudo, no dijo nada… solo se fue escaleras arriba, Santiago lo dejo un rato, quería tranquilizarse y dejarlo un momento solo. Se sentó y  tapo la cara respirando profundo, Fátima le iba a decir a su padre que no debió, pero mejor se quedó callada, viendo la cara de su padre sabía que no había sido su idea y que tomo una mala decisión. Todos estaban en silencio esperando… hasta que escucharon como se abría el ático y como se estampaba la puerta.

Santiago se paró y salió volando, podía abrir la puerta de los cuarto, tenía una llave para todas las puertas, pero si esa puerta se cerraba por dentro no se podía abrir y eso le dio mucho miedo.

Santiago: Arman, abre, hijo, abre por favor, perdón, no he hecho más que arruinar todo, perdón… hijo abre…-gritaba desesperado-

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En el corto anterior le cambie de nombre al mayor de los chicos uups…

Me hubiera justado tenerlo terminado pero no… el tiempo no me ha dejado terminar nada…