Benditas sean las matemáticas
Se aproximaban los exámenes
quimestrales en el colegio y Leo realmente había cumplido la promesa que le
hizo a su padre sobre subir las notas, bueno…casi, solo en mate se iría con 7,
guau, siete, bueno solo faltaba un punto para aprobar, solo uno….. qué hacer?,
era solo un miserable punto, tal vez era buena idea hablar con la profe y
pedirle que le enviara un trabajo o que le tomara una prueba de recuperación.
Si eso era lo que haría, así que en el recreo se dirigió a la sala de
profesores donde sabía que la encontraría tomando su infaltable taza de café de
las 10h30.
Buenos días Janethcita- saludo
Leo con su mejor sonrisa.
Hola Leo y la respuesta es no-
respondió Janeth también con una sonrisa, Leo en verdad le agradaba.
Que mala, solo vine a saludarla-
dijo Leo ofendido.
Vamos Leo, te conozco lo
suficiente para saber que quieres pedir que te ayude a subir el promedio
quimestral y ya te dije la respuesta es no.
Por fa Jane solo es un punto solo
uno miserable puntito, que le cuesta, un trabajo o una prueba de recuperación,
lo que usted diga por fa, por fa, por fa…a además usted siempre dice que quiere
que demostremos compromiso y preocupación por su materia y lo que estoy
pidiendo demuestra mi comprometimiento y preocupación por que estoy consciente
de lo importante que son las matemáticas en todos los aspectos de nuestra vida,
especialmente en nuestra formación profesional.
Janeth lo miro divertida y
dijo- Vaya ahora me juegas la sicológica, hasta pareces un político
pero la respuesta sigue siendo no. Que viene ahora?
La verdad Janethcita- le voy a
decir la verdad.
Bien te escucho
Hace como dos meses le prometí a
mi papá que subiría mis notas y bueno eso supone no reprobar ninguna materia y
en todas lo logre menos en mate, para mi es importante cumplirle la promesa a
papá, es como compensarlo por algo muy feo que le dije. No quiero defraudarlo y
usted sabe que me he esforzado mucho si no habría llegado a siete.
Es verdad te has esforzado, pero
si lo hubieses hecho desde el principio no habrías necesitado pedir nada.
Leo le miro con los ojitos
suplicantes
UFFFF, está bien, estamos en
martes, para el jueves 10h30 en punto aquí, serán 100 ejercicios saca copias de
estas hojas.
Gracias Janethcita, gracias,
gracias, gracias.
Y salió volando a sacar copias.
Estaba en verdad feliz, le cumpliría su promesa a su papá
A partir de esa tarde se puso a
resolver los ejercicios con mucho entusiasmo, y realmente le iba bastante bien
terminaría sin problema para el miércoles por la noche. Aunque casi no había
dormido, se sentía feliz.
El jueves a las 10h30 le entrego
la tarea a su profesora le dio un beso en la mejilla y salió a jugar con sus
amigos.
El viernes a las 18h30 su padre
asistiría a la reunión de padres de familia para la entrega de notas y Leo
había quedado en ir para jugar con sus amigos en las canchas del colegio mientras
se realizaba la reunión.
Leo no podía esperar a ver la
cara de felicidad de su padre, porque seguro estaría feliz.
Leonel nos vamos- escucho la voz
seria de Renato.
Leo se despidió de sus amigos y
lo siguió preocupado hasta el estacionamiento.
Que pasa papi?....... que te
dijeron?.......... Por que estas molesto conmigo?
Seis en matemáticas Leonel.
QUEE?, pero si tengo ocho.
No es lo que dice el reporte.
Dámelo….. –dijo Leo mientras le
quitaba el reporte a su padre- no entiendo- exclamó frustrado.
Yo sí- respondió Renato tomando
el reporte nuevamente y agitándolo frente a Leo- cuando te pregunte si
necesitabas que te pusiera un profesor particular o si necesitabas ayuda, me
dijiste que no me preocupara, que confiara en ti y eso hice, incluso antes de
salir te pregunte si tenias algo que decirme antes de la reunión y dijiste que
no, que todo estaba bien. Me mentiste, eso es todo lo que paso, me
mentiste, sabes cuánto detesto que lo hagas y lo que te espera al llegar a
casa, ahora sube al auto.
Papi de verdad tengo ocho, seguro
la profe se equivoco, yo no te mentí- respondió Leo sin moverse.
Suficiente Leonel, sube al auto
ahora, no empeores las cosas, ya tienes bastante con mentirme, no agregues
desobedecerme.
Leo le miro con los ojitos llenos
de lágrimas y con una mezcla de dolor, rabia, rencor. Se había
esforzado tanto por cumplirle la promesa a su padre y lo único que se ganaría
seria una cueriza porque Renato no le creía, bueno tenía antecedentes, es
verdad, pero esta vez no mentía. Estaba a punto de replicar cuando de pronto
escucharon una voz femenina que los saludaba a cierta distancia.
Sr. Barahona, buenas noches, hola
Leo- saludó la profe de mate
Leo corrió hacia ella y pidió
Janethcita, dígale a mi papá
que tengo ocho con usted y no seis como esta en el reporte
Buenas noches Janethcita- dijo
Renato, extendiéndole el papel, mientras que su corazón empezaba a latir
angustiosamente, aceptando la posibilidad de haber sido súper injusto con Leo,
la incertidumbre lo acechaba.
Janeth lo examino, suspiro y
mirando a Leo respondió -Perdona Leo parece que digite mal, pero el Lunes a
primera hora lo rectifico. –se giró para quedar de frente con Renato y dijo-Es
verdad Sr. Barahona, saco un 8, lamento mucho este inconveniente, Leo realmente
se ha esforzado y no solo en matemáticas sino también en las demás materias, le
felicito tiene un hijo que lo quiere mucho y esta es su forma de demostrarlo,
cumpliendo la promesa que le hizo. Debe sentirse muy orgullo de él. Que tengan
un lindo fin de semana. Leo nos vemos el Lunes.- y se marcho.
Renato se sentía muy pero muy
mal, era cierto que Leo le había mentido con eso antes, pero había prometido no
hacerlo más, no le creyó en esta vez y el niño decía la verdad. Se sentía tan
culpable, fue totalmente injusto, a veces era tan difícil ser padre. Resopló
con fuerza, se acercó a Leo que seguía serio y dolido y le dijo-
Perdóname chiquito, al menos debí
darte el beneficio de la duda, en verdad lo siento mucho hijito.……….te prometo
que de ahora en adelante confiare más en ti… Qué puedo hacer para
que olvides lo que paso?.
Leo lo miró serio por un ratito,
por supuesto que lo perdonaba, después de todo su padre tenía bastantes razones
para dudar, tenía su historial, además nunca le podía negar nada a Renato
cuando le dedicaba su misma mirada de cachorrito arrepentido, y poco a poco en
su rostro se formo una sonrisa, una picara sonrisa.
Bueno papi, yo cumplí mi promesa,
ahora te toca a ti cumplir la tuya.
Por supuesto chiquito, vamos
directo a un centro comercial y te compraré la patineta que quieras y un nuevo
equipo completo.
Gracias papito- dijo Leo le dio
un fuerte abrazo a su padre y al subirse al auto exclamo- ¡Benditas sean las
matemáticas!- provocando que Renato negara con la cabeza y soltara una pequeña
risita.
Me encantó!!! Leo y Renato me tienen conquistadas desde el inicio, Cath! Que super bella historia! Fiuuuuu, te juro que pensé que Renato me lo castigaba injustamente!! Que suerte que Janethcita apareció! =)
ResponderBorrarCamila
Jaja pobre Leo :) por poco y se comete una injusticia con el
ResponderBorrarMe encanto Renato todo arrepentido :3
Y su maestra llego justo a tiempo jaja
Genial historia
Actualiza pronto xfis
Saludos
Att.Miranda
Pobre Leo... le llega a castigar y le...le...grrrr
ResponderBorrarxDD
Ay de la que se salvo Leo por poco y le bien feo al pobrecito que suerte que la profe los viera que si no ... Te he dicho que me encanta está historia? bueno por las dudas, me encanta está historia son un encanto sus personajes
ResponderBorrarGracias por sus comentarios.
ResponderBorrarHasta pronto