Todos
somos culpables (Feliz Cumpleaños Fanny)
Hace 26 años atrás…
Era
un sábado como cualquier otro, los Hoffman pasarían la tarde en el C. Comercial,
pero Sara de repente se sintió muy mal, y tuvo que ser llevada de emergencia a
la clínica por un cólico nefrítico, con toda la tropa: Luis (14), Mario (13),
Edward (11), Mark (10) y Max de (2 y medio).
Después
de un par de horas de espera, tras examinarla, y darle tratamiento, y un
calmante a Sara, le indicaron a Samuel que podía pasar a ver a su esposa. Y así,
lo hizo, no sin antes encomendar a los chicos, en especial a Luis, de estar
pendiente de los más pequeños sobre todo de Max.
Samuel:
Luis, por favor pendientes de tus hermanos.
Luis:
Pero papaaaa.
Samuel:
¡PAPÁ, NADA!… necesito me hagas caso LUIS, y por favor, no le quites el ojo a Max.
Luis:
Papaaa, ¡llévate por lo menos al peque!.
Samuel:
Hijo, tu mamá le dieron un sedante, seguro está dormida, conoces a Max… por
favor hijo.
Chicos,
sin separarse de Luis, los abuelos, están en una tranca, en lo que lleguen nos iremos
a casa.
Edward:
Papá yo quiero ver a mi mamá. Mark:
Y yoooo.
Mario:
Si, papi de aquí NO, nos vamos sin ver a mamá.
Max:
¿Y ma mi? Pregunto el peque con una bella carita, y su osito abrazado.
Samuel:
Mami, está enfermita mi peque, así que necesito que te portes muy bien, y le
hagas caso a tus hermanitos, sobre todo a Luis. ¿Si?
Max:
¡Chi! Casho a Yuis.
Mark:
Papi, tengo hambre.
Samuel:
Ahh.. mis amores, lo siento. ¡Es verdad!, tomen dinero compren algo, pero
necesito que no vayan todos, por sí sus abuelos llegan.
Mario:
Yo, voy papi Edward: Yo lo
acompaño.
Les
dio dinero y entro a la habitación, Luis tenía a su hermanito cargado, pero
este quiso que lo bajara, en ese momento pasaron varias enfermeras y un médico
corriendo a una habitación cercana, Mark vio como atendían a una persona mayor,
prácticamente como le salvaban la vida con resucitación, y se dispersó
maravillado por toda la escena, los equipos y la felicidad de los familiares,
después del susto, etc….y se quedó viendo todo.
En
unos segundos llegaron más familiares entre esos, una amiguita de Luis, llamada
Ada al verse fue inevitable no ponerse a conversar, sobre todo, de porque están
allí. Max se tomó de la mano de Edward, al ver que Luis no le paró más.
Mario
y Edward, decidieron ir al segundo piso al cafetín de la clínica, se llevarían
a Max, pero al llegar al ascensor, el peque decidió ir con Luis, soltando a
Edward.
Mario:
Max, quieres quedarte con Luis. Max:
¡Chi! Yuis
Edward: ¡LUIS!
Mario: Ed, SHHH…no grites, nos van a
regañar.
Luis, miro a sus hermanos, desde la punta del pasillo,
y vio como le hacían señas señalando a Max, inmerso con la conversación con
Ada, el entendió que ellos se llevarían al peque, y no que el peque se quedaría
con él. Max, dio unos pasos hacia Luis. Mario y Edward, se montaron en el
ascensor, despidiéndose de su hermanito, hasta que se cerró. Max…abrió los
ojos, y llamo a Luis, pero este ni lo escucho, hizo un puchero de enojo, en ese
instante el otro ascensor se abrió, y Max decidió ir tras sus hermanos. El ascensor
venia vacío, así que termino en PB de la clínica, caminando directo a la salida
de la misma.
Fanny se despidió de Luis, y este miro a su alrededor
buscando a Mark, inmediatamente se angustio al no verlo, Mark debía estar sentado
a su lado… ¿Dónde coño estaba? pensó … ¡Lo mato!, Y estaba… a punto de colapso cuando
lo vio, que regresaba del ala este.
Luis: Grrrr, PAPÁ DIJO, QUE NO TE SEPARARAS… ¡Se lo voy
a decir!
Mark: ¡DILE!… y yo le dijo, que ni cuentas te distes
porque estabas hablando con una niña. ¡Estúpido!.
Luis: Siéntate…
Mark: ¡NO! Y camino otra vez al pasillo, pero sin
alegarse demasiado.
Cuando Mario y Edward, llegaron con chucherías para todos,
vieron a Luis sentado molesto y aburrido, mientras Mark caminaba por todo el
largo pasillo viendo las habitaciones que estaban semi abiertas.
Luis, inmediatamente vio que no tenían a Max, y se levantó
como un resorte de la silla con el corazón en la boca.
Luis: ¿Y MAX?
Mario: Como… ¿qué y Max?…. Lo dejamos contigo.
Luis: No…no…NO, ustedes se lo llevaron.
Edward: ¡NO!, yo te llame y Mario te hizo señas que se
quedaba contigo.
Luis: AYY DIOS… yo les entendí que se lo llevaban…
PAPA ME VA A MATAR…NOS VA A MATAR
Mark: ¿Qué pasa? Corrió a donde sus hermanos.
Mario: Que Luis, descuido a Max, y ahora no sabemos dónde
está…Papá nos va a matar.
Edward: Eyyy habla en singular, yo aún…. no me
recupero de ayer.
Luis: ¡Rápido!, busquemos por todos lados, debe estar
en este piso.
Los chicos soltaron las chucherías y bebidas sobre las
sillas y comenzaron a buscar a su hermanito por todos lados.
Mark, comenzó a llorar y Edward estaba a punto.
Mario: Ahh, NO… no se pongan a llorar.... sigamos
buscando.
Mark: buuuuaaa y sí, se lo llevo a alguien….
Edward: ¡Luis!, avisémosle a papá, el sabrá que
hacer….ish ish.
Luis: ¿QUÉ?, NOOO… sigamos buscando.
Mario: Y ¿sí comenzamos a preguntarle a las enfermeras
o a la gente si lo ha visto?.
Luis: Si, hagamos eso…
En eso escucharon el sonido característico del ascensor
“PLIM”… y todos se vieron pensando que su hermanito se había montado en él.
JODER, era una de las clínicas más grandes de la
ciudad…estaban fritos.
EN
PB
El peque caminaba directo a la salida, cuando un
vigilante lo paro sin brusquedad, más bien con cariño, esperando que los padres
del pequeño estuviesen cerca.
Vigilante: Hola bebe… ¿Cómo te llamas? Max: Mass Osma.
Vigilante:¿Cómo? Max:
MASS OSMA.
Vigilante: ¿Max?
Max: Chi, le dijo sonriendo.
El pobre vigilante no le entendía el apellido, y se
percató que el niño, estaba solo.
Vigilante: ¿Qué edad tienes Max?
Max: Achi… y mostro sus dos deditos
Vigilante: Waoooo, que grande ¿Y tú mami o papi?
Max: Mami, femita…papi allá… señalo con su dedito.
Vigilante: Y si tu papi esta allá con tu mami, ¿por
qué vas para allá? Le pregunto para distraerlo mientras lo acercaba despacio a
la recepción.
Max: Edu … Maio… e´manitos.
Vigilante: jaja buscas a tus hermanitos.. ya.. ¡Oye!
Si te dejas subir, le dijo señalando el escritorio de la recepción de la
clínica. Llamamos a tu papi y hermanitos ¿Si?
Max: ¡CHIII!
ARRIBA
EN EL PISO 4
Los chicos iban a correr al ascensor a comenzar a
buscar por todos los pisos, cuando Samuel salió de la habitación.
Samuel: ¡Eyyy ¿QUÉ PASA?.... ¿Y MAX? Grito mirando alrededor de los chicos hasta giro en su
propio eje, los cuatro niños voltearon con una cara de terror. Mark, llorando,
Edward lloriqueando, Mario asustado y Luis, más pálido entre miedo por su
hermanito como por el miedo de su padre.
Samuel, apresuro el paso hacia Luis.... el chico
estaba aterrado.
Luis: Papi… lo perdí…. Lo siento, ish ish no sabemos
dónde está, ish ish lo hemos buscado por todos lados, en este piso no esta….ish
ish… lo siento… Corrieron las lágrimas de Luis.
Samuel: ¡LUIS
ENRIQUE….! TE DIJE QUE NO LE
QUITARAS LOS OJOS DE ENCIMA… le dijo levantándole la mano, Luis, solo cerro
los ojos encogiéndose de los hombros, esperando …tal vez que su padre le
volteara la cara, pero Samuel, no sería capaz de ello. Respiro profundo y lo
abrazo fuerte contra su pecho, necesita un segundo para pensar, a pesar de lo aterrado
que estaba.
Samuel: Luis, hablaremos de esto luego, Quédate, con
Mark y Edward, los cuales ya lloraban también, y dijeron un lo siento en coro.
Edward/Mark: Lo sentimos…buaaa buaaa
Samuel: Lo encontraremos niños, le murmuro con una
zozobra que lo estaba matando. Mario,
ven conmigo.
Mario: Si, papá. Dijo tragando grueso.
Corrieron y bajaron por el ascensor, esos 4 pisos se
hicieron interminables.
Mario: Papá todos somos culpables… no solo Luis. Dijo,
mirando a su padre, quien tenía una mirada ida, una respiración entrecortada,
se pasaba la mano, por la cabeza y por la boca. Samuel, solo vio a su hijo con angustia.
Cuando abrió el ascensor corrieron a la recepción a
preguntar dónde podían dar aviso a la vigilancia, y ahí estaba Max, sentado en
encima del escritorio, haciendo reír a la recepcionista y al vigilante, la
chica estaba a punto de anunciar por micrófono, que tenían a un niño en la recepción,
cuando….
Max: PAPIIIIIII…
MAIOOO se escuchó por los parlantes de toda la clínica. Pues, Max le había
quitado el micrófono justo unos segundos antes a la recepcionista, y justo antes
de ver a Samuel.
En el piso 4, Luis, Edward y Mark respiraron, mirando
el parlante del pasillo como si hubiese sido un televisor, habían reconocido la
voz de su hermanito.
Luis/Edward/Mark:
¡MAX…! Dijeron en coro, con alivio.
Samuel: ¡Maxwell! Que susto me has dado peque. Corrió
a abrazarlo, y darle besos. El enano, lo abrazo fuerte, y le dijo: ¡Te amo!
Samuel: ¡Debería darte pao pao Max!, por escaparte de
Luis.
Max: Ahh bebe no…a
Yuis, Edu, Maky y ete.
Mario: Eyyy, yo Mario…como que este.
Samuel: JAJAJA…. Es verdad mi peque, a tus hermanos,
le voy a dar pao pao, por no cuidarte. Después de agradecer a los trabajadores
de la clínica, por encontrarlo y cuidar al enano, se dirigieron al 4to piso.
Subieron, y los chicos corrieron a abrazar a Max, sus
caras de angustia se habían borrado, ahora todos alegres por ver que él bebe
estaba perfecto, es más, él nunca se sintió en peligro.
Luis: ¡perdón!, ¡hermanito… perdón…! ¡sabes! Estoy bravo contigo, por escaparte, eres terrible. Dijo Luis, pensando que
la podría colar a sabiendas de que el enano, no se expresaba muy bien, y a
veces no se le entendía.
Max: Yo Mass no terri, Yo bavo… tú con chacha,… no con
bebe. Dijo, cruzando sus bracitos. Le dijo, condenándole el trasero a su
hermano mayor.
Luis, abrió los ojos… pero trato de hacerse el loco.
Samuel: No le paraste a tu hermanito, por una
muchacha. ¿Cuál muchacha LUIS ENRIQUE?
Luis: Una…. del ….colegio, papá dijo bajando la
cabeza.
Samuel: En casa me contaran “TODO” SEÑORITOS. Pero
ahora, vamos a ver a su mamá. Todos asintieron con la cabeza, con una punzada
en el estómago.
Una vez a dentro… los chicos corrieron a la cama de su
madre.
Samuel: Cuidado niños, con cuidado.
Sara: Mis amores, ¿por qué esas caritas?
Chicos: ¡Nada! Murmuraron aun asustados, el único
feliz era Max, a quien Samuel, alzo sentándolo con mucho cuidado al lado de
Sara.
Max: Mami… femita. Le dijo colocándole una manito en
la cara de Sara.
Sara: Ya, mejor bebe, le dijo devolviéndole el gesto.
Y … se puede saber…. que hacia mi angelito, hablando por los parlantes de la
clínica…. ¿Samuel?
Samuel: Un cuento de terror que tuvo un final feliz,
casi que colocan una cama a tu lado, por
el infarto que casi sufro, los detalles los desconozco aun, pero los aclarare
cuando lleguemos a casa amor.
Sara: En casa no, mejor aquí… ¿Luiiiiiis? Le dijo
mirándolo, imaginándose lo sucedido. Luis se acercó a su madre, muy asustado.
Luis: Lo siento mamá, te juro que no volverá, a
pasar…. ¡en serio, mamita!
Sara: ¿Que paso cariño?
Luis, procedió a contar todo, que se había entretenido
con su amiga y que le había entendido que sus hermanos se llevarían a Max, que
también había perdido a Mark unos minutos, y que por miedo no había avisado a
su padre a pesar de que Edward, lo había indicado.
Samuel, frunció el ceño, y se acercó peligrosamente.
Los demás chicos, tragaron grueso. Eso seguro los
salpicaba a todos, a Mark por alegarse, a Mario y Edward, por no entregar al peque
en las manos de Luis…. Y a todos por ocultarlo, habían perdido minutos
preciosos.
Samuel: Cuando lleguemos a casa, mi mano tendrá una
seria conversación con tu trasero, sobre la obediencia y la responsabilidad. Le
dijo, muy serio, Luis coloco su peor carita de miserable, que podía. Sin
embargo, Samuel lo giró y le dio unos azotes fuertes, un pequeñito preaviso, de
lo que le esperaba en casa.
ZAS, Auu ZAS Ayyy ZAS papá aquí no… Ayy ZAS en casa…ish ish ZAS Auuuuu.
Luis, se sentó en la silla que estaba al lado de su
mamá y coloco su cabeza, en la cama, y se puso a llorar bajito, Sara le
acaricio el cabello.
Samuel: ¡Mark! Ven acá… ¡Sabias perfectamente, que no
debías alegarte de tu hermano!.
Mark: Papiiii….yo…yo… estaba viendo… a…ish ish a los
médicos….
Sara: ¡Samuel! Amor…le dijo mientras aun mimaba a
Luis, quien lloriqueaba por lo que le esperaba en casa.
Samuel: prefiero cobrar las pequeñas faltas delante
tuyo, para que los consueles.
Samuel: ¡MARK! No te vuelvo a llamar.
Mark: ¡NOOO! Sara:
Marky, has caso mi cielo… Pero Mark, nada.
Samuel, se acercó lo tomo del brazo, pensaba solo
darle una buena nalgada pero por desobediente le dieron tres.
ZAS….Ayyyy te dije sin separarte de tu hermano.
ZAS, ZAS…buaaaa
buuaaa, cuando te llamo me obedeces ¿Entendido? …Si… papi…buuuaaaa buuaa.
Samuel: Shhh Shhh, ya, Marky ya…no fue para tanto. Y
el niño corrió a donde su madre, buscando el consuelo.
La pobre Sara, tenía a Max apoyado en su hombro ya
casi dormido chupándose el dedito, con su osito abrazado. Luis, lloriqueando
con la cabeza en la cama, del mismo brazo en que Max estaba dormido. Y ahora Mark del otro lado, buscando mimos
con la mano que le quedaba libre a mamá.
Samuel decidió quitarle al peque, para acostarlo en la
cama de acompañante. Y al moverlo, este le pidió tetero más dormido que
despierto.
Max: ¡Tete!
Samuel: En casita tomas tete bebé shhh shh. Lo
acurruco, le dio un beso y lo acostó.
Edward estaba pegado a Mario, ambos esperando el
pedazo de pastel que seguro les tocaba, 2 o 3 nalgadas como sus hermanos,
Edward, estaba nervioso el día anterior su padre por primera vez le había
castigado con la regla por pelearse en el colegio, su trasero aún estaba
resentido, le dolía al sentarse, así que… lo menos que deseaba era que le
dieran unas palmadas.
Luego de acostar al bebe, dirigió su atención al par
que faltaba.
Samuel: LA PRÓXIMA VEZ, se aseguran que su hermanito
este tomado de la mano de Luis, ¿ENTENDIDO?
Mario/Edward: ¡Si, señor!. Dijeron bajito.
Samuel les hizo, un gesto de que se acercaran.
Edward, dejo correr unas lágrimas, que no pasaron
desapercibidas por Mario.
Mario: Papá… el castigo de Edward, lo recibo yo...
¿Siii?...aun le duele…papi. Además el sugirió avisarte, y nosotros no le
hicimos caso. Edward, frunció el ceño en desacuerdo, pero no le salió vocablo
alguno.
Luis: Es verdad papá….ish ish el no hizo, nada malo…
ish ish ni Mario. Dijo levantando la cabeza limpiándose las lágrimas con su
mano.
Samuel, recordó el castigo que él, le había dado a
Edward, y entendió a qué hacían referencia.
Samuel: ¡Ven, Edward! ¿Aun te duele pequeño? Le dijo
con cariño para él. A lo que el chico solo se limitó a decir… “un poco”…solo
que era un poco bastante. Una cosa decía sus palabras pero otra su mirada, sus
ojos que intentaban contener unas lágrimas. Samuel, lo miro, y luego de un
suspiro lo volteo inclinándolo un poco, para dar unos azotes, sin embargo antes
tuvo hacer un gesto de “alto” con su dedo índice, parando en seco el reclamo de
Luis y Mario. Seguido, dejo caer tres nalgadas flojas a Edward, las cuales
sintió no sin evitar el movimiento rítmico de su cuerpo con las palmadas.
ZAS, ZAS, au ZAS ay.
Samuel: ¡Ya mi vaquero! Ya paso…le dijo dándole un
beso y un abrazo. Seguido de eso, llamo a Mario, y le dio los tres azotes
correspondientes, pero a él si fuertes.
ZAS, Ayyy ZAS…Auuu ZAS Auuu papi. Mario, recibido su
respectivo abrazo y beso, y lo felicito por estar dispuesto a recibir el
castigo por su hermano. Samuel se sentó, en la cama del acompañante, llamo a
Luis y a Mark, para sentárselos en sus piernas, y dejar que Edward y Mario,
compartieran con su mamá antes de que los abuelos llegaran.
Samuel: Se, que Max, es mucho más pequeño que ustedes,
y al parecer va a ser más osado y terrible también, por eso no deben quitarle el ojo.
Luis: Papi, no es justo que me castigues por lo que
pasó. Ustedes dos a veces no pueden con nosotros 5, y usted esperaba que yo
pudiera con 4 solo, y con tan poca experiencia….. Además, no crees que con todo
lo sufrido en el día de hoy, no fue ya
suficiente castigo, el stress de lo que le paso a mami, Mark, Max…y de pasó 5
azotes. Dijo colocando una vocecita y haciéndole ojitos a su padre. Sara, miro
a su esposo y se sonrió.
Sara: Creo que Luis tiene un muy buen punto, Samy.
Samuel: ¡Caramba, hijo! Como abogado defensor, ¡no te
iría nada mal!. Le dijo después de darle un beso en la frente.
Luis: Eso quiere decir… que me escape ¿de la tunda?.
Le dijo poniéndose pequeñito.
Samuel: JAJAJA… por esta vez…Luis, solo por esta vez.
Luis: ¡SIIIII! Gracias papi, le dijo abrazándolo
fuerte.
Max, abrió los ojitos por el grito de su hermano, y se
sentó algo molesto.
Max: Shhh Terri…QUEDE DORMI.
Sara: ¿Terri? Max: Yo, Terri Papi y Maio dice.
Samuel: Si, amor conoce a nuestro adorado “Terri”…ble.
Todos: JAJAJA.
Fanny ante todo Feliz cumpleaños… espero haberte complacido amiguita con el regalo… :P
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ResponderBorrarLa defensa de Luis .. muy buena muy buena
Me gusto mucho leer a todos los Hoffman juntos :D
Waaaaaa gracias gracias gracias que si me ha gustado me ha fascinado gracias por el regalo
ResponderBorrarJaja me encanto . O . O pero yo quiero saber por que castigaron a Edward.
ResponderBorrarMary
Hola me gustaria mucho leer un relato de edwuar ya adulto casado con addy siendo castigado por su padre samuel
ResponderBorrarHola Kar77....jajaja, vale no anotare...para complacerte.
Borrarprimero feliz cumpleaños fanny. Y segundo me encanto la historia. Aunque quiero saber lo de la pelea y castigo de Edwatd n_n
ResponderBorrarMary
XD...ajajjaa. En algún cortico te lo cuento Mary...
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