jueves, 20 de junio de 2013

DE MENOS A MÁS: Capítulo dos



DE MENOS A MÁS: Capítulo dos

Después de aquel día, empecé  a mirar con otros ojos a la familia de mi padre. Aquellos desconocidos con los que vivían, no eran como Ofelia y yo. No eran como mis amigos y sus padres, no eran como pensaba que serían.
Allí en el pueblo todo era más relajado, todo era más fluido, no sé. Mis primos parecían actuar como cualquier chico con sus padres pero a veces había pequeñas miradas, pequeñas contestaciones que me dejaban descolocado. Pero sobre todo era lo que no se decía, lo que no se hacía, era la ausencia de algo, eso era lo que me descuadraba. No sabía muy bien que era pero la familia de mi padre era rara de cojones.
La escuela empezó de nuevo y como era un internado pensé que aquello sería lo mejor, puestos a vivir con desconocidos, mejor con chavales de mi edad. Además los fines de semana regresábamos a casa, y pasaba el fin de semana con mi abuelo. Que parecía él único realmente feliz de que yo estuviera allí. Mis tíos me trataban siempre muy correctos incluso me habían incluido en alguna actividad familiar, pero todo era muy forzado. Y la abuela seguía sin dirigirme la palabra cosa que me decía que prefería porque siempre que abría la boca era para quejarse de algo.
Los días pasaban veloces y sin darnos cuentas ya estábamos en medio del semestre, había hecho algunos amigos en la nueva escuela, buenos amigos, tuve suerte, he de confesar porque en mi escuela hay chicos realmente estupendos, pero si, los capullos son también extraordinariamente imbéciles. Fue entonces cuando tuve contacto por primera vez con la hipocresía, la falsedad y el chovinismo. Palabra que tuve que buscar en el diccionario porque de allí donde venia jamás la habría tenido que utilizar por lo cual no la conocía.
En la escuela yo era el “birds eye” ya saben como la marca de palitos de pescado, un chico me llamó así por venir de un pequeño pueblo de pescadores una vez y a todos les pareció gracioso así que empezaron a llamarme Birds eye . Y una vez te ponen un nombre ya es imposible deshacerse de él. Lo cierto que aunque fuera de un pueblo pesquero yo aún era un crío y no había ido a pescar en mi vida. Pero eso daba igual. Lo cierto es que no me molesta que me llamen Birseye, ya me acostumbré y podrían decirme un montón de cosas peores, de todos los motes estúpidos que se le podían haber ocurrido Birds Eye era el más decente.
Un día uno de mis amigos, Noah, me dijo que mi primo Howie estaba llorando en el gimnasio. Lo cierto es que no sabía porque me lo decía, pero supuse que el chico pensó que al ser mi primo estaría interesado. Yo por no quedar como un auténtico cabrón, lo seguí hasta el gimnasio donde al parecer estaba Howie. Al llegar me encontré a Howie con churretones en la cara e intentando controlar el llanto. Noah, decidió que lo mejor era dejarnos solos y se largó. Aquello era muy violento para mí. Howie era muy majo, pero no sabía que decirle ni cómo hablarle. Así que me senté en la banqueta juntó a él. Y él simplemente empezó a hablar. Howie me gustaba, era el único de la familia que no me miraba por encima del hombro. Y no porque fuera más pequeño que yo sino porque Howie podría haber sido perfectamente uno de mis amigos del pueblo. Era un chico natural, espontáneo y sencillo. Y podías pasarte horas hablando de deportes y videojuegos con él. Además le encantaba contar chistes y sabía un montón, en eso se parecía al abuelo, a veces el abuelo y Howie se ponían mano a mano en una especie de duelo de humor y era imposible no acabar con agujetas de tanto reír.
-         Hans, papá me va a matar sniff sniff
-         ¿qué ha pasado? (le pregunté porque el chico se veía realmente afectado).
-         Perdí los nervios con Peter y nos peleamos.
-         ¿Peter Mans?
-         Si (dijo poniendo un puchero)
-         Si, lo conozco, es un capullo, en el comedor siempre está dando por saco y metiéndose con todos los que nos toca servir.
-         Lo sé sniff
-         ¿Y qué pasó?
-         Me llamó mariquita y le di una patada en la espinilla, no controlé la fuerza, estaba muy cabreado, lleva semanas llamándome mariquita ¡Y yo no lo soy!
-         Ey, tranqui Howie, yo jamás he dicho que lo fueses (por lo visto a mi primito eso que le llamasen Mariquita le tocaba mucho la moral).
-         Lo siento, pero ayer ya me lo dijeron dos chicos más, y ya me cansé, no lo soy, Hans.
-         Vale, Howie. Sé que no eres mariquita. A los mariquitas no les gusta los deportes (lo sé es una estupidez, pero tenía 11 años, no sean tan duros conmigo).
-         Le hice daño, daño de verdad Hans, sangraba, sangraba como un gorrino. Y sabes me alegro, pero…(y se le cayeron dos lagrimones como sandías) pero lo hice durante la hora del recreo y Daniel estaba de vigilante y se enteró de todo.
-         ¿Daniel?
-         Si, ostras, Hans, Daniel, el hijo del tío Sigmund, un chico alto, delgado, muy pálido, pelo castaño claro muy corto, con cara de resignación (Howie podía ser bastante sarcástico si quería al fin y al cabo en la familia todos lo eran y mucho. pero Howie no solía serlo), ¡Nuestro primo Daniel, jo!
-         Si, si, ya lo he captado, Daniel, trabaja aquí con los pequeños ¿no? ¿Y qué pasa qué él lo haya visto? Mejor ¿no? Así no dirá nada.
-         ¡Qué! ¿Tú estas tonto o qué? ¿mejor? (estaba claro que no lo era Howie se alteró un poquito con mi comentario. En serio, si yo le hubiera pillado, aunque no lo conocía mucho, por ser mi primo lo habría encubierto. Es lo que se debe de hacer ¿no?). Daniel ahora mismo le debe de estar diciendo a tío Sigmund y a papá lo que ha pasado. Y nosotros, no podemos meternos en problemas en la escuela, porque papá y los tíos y media familia trabajan aquí ¿entiendes? Papá me va a matar.
-         No será para tanto, Howie, ya verás, tú le dices eso, que te ha estado molestando toda la semana y que solo te defendiste.
-         Eso no funciona aquí (y volvieron a escapársele las lágrimas). Hans, si te metes en problemas en la escuela estás muerto. Ninguno de ellos, ni Daniel, te escucharan, solo te darán un larguísimo sermón, te dirán cuanto les has decepcionado y después te castigarán y bien duro, y todo esto sin dejarte ni siquiera abrir la boca. Puedes preguntar a Richard si quieres (he de decir que en ese momento mi primo Howie me pareció una nenaza. Estaba seguro que su padre solo le reñiría a lo sumo le obligaría a servir en el comedor o hacer tareas en la cocina o lo castigaría el fin de semana. Pero darle una patada a un abusón no era algo ara hacer tal drama).
-         Venga Howie, no puede ser tan terrible, estoy seguro que si hablas con tío Tristán, él entenderá ¿si quieres? hablo yo con él.
-         No, Hans, no quiero que tú también te metas en problemas. Aunque a papá le caes muy bien, no deberías meterte en problemas aquí (Howie en ese momento me estaba dando el consejo de mi vida, pero yo solo vi a un niño lloriqueando y solo lo miré con condescendencia y le alargué un pañuelo de papel para que se sonara los mocos).
-         Howard (entró en el gimnasio Daniel), hace un buen rato que acabó el recreo deberíais estar los dos (y me miró muy feo a mi. Daniel de repente dejó de parecerme tan mosquita muerta. En ese momento me pareció un capullo integral. Más tarde entendí que Daniel no estaba siendo tan capullo, solo le estaba diciendo a su primo que faltar a clase le iba a causar más problemas de los que ya estaba. Pero en esta familia no se dice nada abiertamente, todo son pequeñas sutilezas y hasta que no aprendes a leer su leguaje encriptado, estás totalmente a oscuras, no te enteras de nada).
-         ¿te has chivado? (le pregunté indignado como si se fuera a mi a quien hubiera delatado).
-         Hans, tú también deberías estar en clase, os haré un pase para que os dejen entrar.
-         Métete tu pase por el culo Daniel, eres una rata, Howie solo se estaba defendiendo ese capullo lleva semanas hostigándole, y no es al único, si alguien debería estar en problemas es el capullo de Peter. Perdón, rectificó, los únicos que han hecho algo mal son el atajo de pusilánimes que dirigen esta escuela, que siempre miran hacia otro lado cuando un alumno machaca a otro, peor no dudan en apuntarte con el dedo y señalarte como mala hierba cuando uno solo tarta de evitar que lo pisoteen. Mi antigua escuela quizás no tuviera pistas de hockey hierba o canchas de tenis, pero te aseguro una cosa, mi profesora no permitía que nos insultáramos, ella no dejaba que una pelea fuera más. Se supone que los adultos estáis para eso, para evitar que se cometan injusticias, peor sois los primeros en cometerlas (si ya lo han podido comprobar son el defensor de los pobres. Ahora cuando lo cuenta Daniel, mi abuelo y mis tíos se ríen, pero en aquel momento nadie rió. Bueno Daniel sonrió un poco, pero yo pensé que se estaba riendo de mí. Por lo visto mi padre era también el defensor de los pobres de la familia, y en casa cuando uno se ponía a defender las causas perdidas siempre se decía lo mismo “mira, ya tenemos otro Walter”. Yo no conocí a mi padre, la mayoría de mis primos no lo hicieron. Pero Daniel si, él ya era grandecito unos 10 o 11 años cuando mi padre se fue, y recordaba muy bien a mi padre. Daniel siempre dice que aunque todos digan que soy la cara de mi padre con el espíritu de mi madre, no es del todo cierto hay más de Walter en mi de lo que muchos piensan. Eso me hace sentir bien y a la vez me hace sentir como si traicionara a mi madre y a mi tía Ofelia, pero no me adelanto a los hechos).
-         Hans, aquí  no soy tu primo Daniel, soy un profesor más y como tal me debes de tratar y hablar. Es muy loable que quieras defender a tu primo, pero Howard tiene boca y puede responder por sus actos él solito, no necesita a una abogacillo de los pobres. Ahora regresa a clase (y me alargó un pase de pasillo para que me dejaran entrar en clase. Yo me quedé super parado, me acaba de dar tremendo corte que me quedé sin habla, después se me ocurrieron un montón de respuestas super ingeniosas, pero en ese momento solo puse cara de idiota y Howie y yo tomamos el pase y cada uno fue a su clase).
Recuerdo que me olvidé de todo, entré en clase y me puse a tomar apuntes, después otra y otra clase más, cuando llegaron las cinco, salí como alma que persigue el diablo hacia la piscina, me acababa de apuntar al equipo de waterpolo y aquella tarde había entreno. Howie había huido totalmente de mis pensamientos, ahora me siento como un monstruo por ello, pero tenía once años y ciertamente no tenía mucho trato con Howie. Era mi primo nos veíamos los domingos en casa del abuelo, y ahora íbamos a al misma escuela, aunque a cursos distintos, pero no sentía como una gran unión con él. Vale, me caía bien, y si el chico parecía que estaba asustado. Pero quería pensar que solo era que Howie era muy exagerado. Ni siquiera relacioné el miedo de Howie con lo que había visto unos meses atrás en casa, cuando tío Senta le dio lo que hasta entonces creía que era la mayor paliza de la historia a sus dos hijos mayores.
Cuando salí del entreno, me pasé por la sala de estudios para recoger a Noah porque habíamos quedado para bajar al club social para echar una partidita al futbolín antes de ponernos con los deberes. Fue entonces que vi a mi primo Theo sentado en uno de los sillones haciendo sus deberes. Theo era un poco asocial, solo tenía sus 3 camaradas y con el resto ni se hablaba. Solo coincidíamos en gimnasia y en matemáticas. Y él se sentaba en una punta y yo en otra. A pesar de vivir en la misma casa y ser de la misma edad solo habíamos hablado cuando había sido estrictamente necesario y ninguno de los dos habíamos alargado la conversación más de lo necesario.
-         Tu primo me pone los pelos de punta (me dijo Noah)
-         Ya somos dos.
-         ¿en casa es igual?
-         Si (dije riendo).
-         Sé cree que está por encima de todos, solo porque es el bisnieto del fundador.
-         ¿qué? (yo no tenía ni idea, sabía que mi familia estaba en la escuela, pero pensaba que era por tradición y porque todos eran maestros y por eso del enchufismo. Ni idea de que mi bisabuelo hubiera fundado esa escuela)
-         No me fastidies que no lo sabias, Birds Eye.
-         Primera noticia.
-         Pero tú no ves los retratos de las paredes, sabes debajo del tipo serio con barba, aparece tu apellido.
-         Ahora voy a quedar como un auténtico memo, Noah. Pero no me he fijado en los cuadros,
-         Por dios, Hans ¡La biblioteca se llama “biblioteca Kellen Dieter Hofner”! el nombre de tu bisabuelo aparece por todas partes. ¡Tu tío abuelo, es el director!
-         Eso sí que lo sabía (dije sonriendo y sacando pecho. Vale, lo reconozco, soy muy feliz, no me había percatado de nada de eso. El colegio se llama “Internatsschule fur jungen Leibniz” no se llama “Internatsschule fur jungen Hofner”. Está claro que no era culpa mía).
-         De verdad Birds Eye hay días que me superas (Noah me dijo rodando los ojos). Ey tu primito, viene para aquí (yo me giré para ver, y efectivamente esa iba a ser probablemente la primera vez que Theo me iba a hablar en la escuela).
-         ¿sabes algo de Howard? (me dijo seco como la mojama. Yo había olvidado por completo a Howie).
-         Lo vi después del recreo estaba asustado por la bronca que le iba a caer de su padre por haberle dado su merecido al capullo ese.
-         ¿no has sabido nada de él des de entonces?
-         No (dije hundiéndome de hombros)
-         Claro (y puso una de sus típicas muecas de perdona vidas)
-         Ey, tío, ¿te pasa algo? (le dijo mi amigo que aún a día de hoy sigue sin soportar a Theo).
-         Nada, me voy a ver a Howard (dijo otra vez con esa pose de llevar clavada en el culo una puta escoba)
En ese momento sentí como que yo también debía ir a verlo. No sé, fue una sensación extraña, creo que esa vez fue la primera vez que entendí algo del lenguaje “no hablado” de mi familia. Pero antes de proseguir y como ya se deben de imaginar, mi primo Howie había  había pasado una tarde realmente terrible. Howard no es como Theo, el tiene de reservado lo que una playboy tiene de cultural, y no me vengáis con los reportajes que hay en la playboy porque es mentira, por mucho que insistan Klaus y Richard. Richard después de mi primera zurra me contó lo que había pasado aquella tarde al detalle. Y sinceramente ojala me lo hubiera contado entonces, porque quizás hubiera ido con más cuidado y no hubiera ido tan felizmente a presentarme como mártir de quito curso. Bueno esto es lo que pasó, según palabras de mi primo Howie. Puede que no fuese así, pero solo tengo su versión así que es lo que hay.
Esa misma tarde, unas horas antes…en el despacho del director. Howard, Daniel y el director estaban teniendo una pequeña reunión.
-         Howard, acabo de estar en la enfermería, le han tenido que poner puntos a tu compañero (dijo el director de la escuela. Howard bajó la cabeza y tragó saliva). ¿me puedes decir como uno de los mejores estudiantes de la escuela ha acabado levantándole toda la espinilla a un compañero?
-         Señor, sé que eso no me disculpa y sé que perdí los nervios y que no debí nunca recurrir a la violencia, pero Peter llevaba semanas metiéndose conmigo y supongo que hoy perdí finalmente los estribos (Howie podía parecer un niño dulce y simpático de 10 años pero tenía los modales de los Hofner. Y eso significa que puede hablar cuando se lo propone como un auténtico capullo que tiene un palo metido en el culo).
-         Howard sé que los chicos pueden ser a veces muy molestos,  a veces. incluso crueles, pero una de las cosas que nos distingue de los animales es que nosotros somos capaces de controlar nuestros impulsos.
-         Lo sé, señor. Y realmente estoy muy decepcionado conmigo mismo. No debí perder el control y sobre todo no debí darle esa patada a Peter (dijo Howie aunque sé perfectamente que mi primo a día de hoy piensa que ojala le hubiera dado en las pelotas en vez de la espinilla).
-         Efectivamente, no debiste, la violencia es algo que nos envilece y nos quita la razón. Perteneces a una buena familia, tu padre es un gran profesor y una excelente persona, incapaz de nada malo. Y tu madre es una mujer delicada y bondadosa con una gran sensibilidad (tía Mildred es escultura y pintora de ahí toda esa cursilería de la sensibilidad). De verdad, que me ha sorprendido enterarme que tú precisamente habías atacado a otro alumno (estoy de acuerdo con Howie dicho así parece que le haya clavado un puñal, pero solo le dio un patadón en la espinilla). Cómo entenderás esa es una falta muy grave para dejarla pasar (Howie solo asintió). Y ser hijo de un profesor y bisnieto del fundador y familia directa del director me coloca en una posición muy difícil, Howard.
-         Lo entiendo, señor (Howie sabía des del momento que entró en el despacho que precisamente por ser un Hofner el castigo iba a ser más severo que si se tratase de otro alumno. Y pelearse siempre era objeto de castigo. Así que no le venía de nuevo).
-         De acuerdo, servirás en comedores en todos los turnos hasta que acabe el curso. No se te permite participar en actividades extraescolares de tipo lúdico o deportivas, solo las estrictamente académicas. Y los permisos de fin de semana quedan revocados hasta final de semestre (eso fue lo más duro para Howie, que para él el fin de semana era la razón por la cual no derrumbarse). Realmente lamento tener que castigarte sin los fines de semana Howard, pero tu comportamiento es inexcusable y no me has dejado otro remedio (dijo finalmente el director).
-         Sí, señor (contestó Howie, que era lo único que podía contestar. Cualquier otra contestación no hubiera servido de gran cosa).
-         Ya puedes irte, creo que tu padre está fuera esperándote (y aquello según Howie fue lo que acabó de matarlo. Si no era suficiente quedarse allí encerrado también los fines de semana, encima le iba a tocar enfrentarse a un padre muy pero que muy cabreado. He de decir que a pesar de haberlo visto en un par de ocasiones, aún a día de hoy, me cuesta imaginarme a mi tío Tristán cabreado. Al salir del despacho su padre estaba esperándolo con los brazos cruzados y con mirada de perro. Vuelvo a recalcar que son palabras de Howie, a mi se me hace difícil imaginarme a tío Tristán con cara de perro).
-         Howard, pasa a mi despacho (dijo muy seco su padre y le abrió la puerta del despacho)
-         Tío, no seas muy duro con él (dijo Daniel. Si claro ahora iba en plan coleguita. Sino se hubiera ido de la boca en un buen principio, Howard no se hubiera metido en ningún problema) el director ya fue…(pero tío Tristán lo interrumpió)
-         Daniel, esto es entre mi hijo y yo, la escuela ya tomó sus medidas, y no muy duras como has dicho sino las justas para el tipo de falta que cometió. Como profesor hiciste lo correcto que era informar, pero ahí se acaban tus funciones, Daniel (según Howie su padre casi mordía).
-         Yo solo digo que…
-         Daniel, no hace mucho tú estabas en la misma situación que Howard, no me vengas a decir cómo he de educar a mis hijos, porque Daniel para mi no eres mucho mayor que ellos. Puede que ya seas mayor, que tengas una carrera y un trabajo, pero aún te queda mucho para poder dar consejos de paternidad. Y si quisiera consejos de paternidad se los pediría a tu padre, que seguro tiene algún que otro consejillo que darme (Howie dice que Daniel se puso rojo como un tomate. Me hubiera encantado verlo. Daniel siempre nos está mangoneando porque es el mayor de los primos y porque él trabaja en la escuela)
-         ¿Howard? (dijo muy serio y Howie pasó a dentro del despacho de su padre. Una vez dentro Tío Tristán cerró con pestillo la puerta. Howard sabía que eso solo podía presagiar muy malas noticias para su trasero). No sé ni por donde empezar, hijo (empezó a hablar tío Tristán mientras caminaba de un lado al otro el despacho con las manos detrás de la espalda y la mirada oscurecida por la rabia). Sabes que no está tolerado meterse en problemas en la escuela. Ni problemas académicos, ni de actitud, ni de ningún tipo. Hijo, por ser un Hofner estamos siempre bajo constate examen público. Todos nos miran y si nos tienen como referencia. Según nos comportemos nosotros, ellos se comportarán. Es injusto, es una estupidez y a mi tampoco me gusta. Pero es así. Y ya lo hemos hablado muchas veces. Yo también fui alumno de esta escuela y sé lo duro que es asistir a una escuela en que tu familia imparte clases. A menos tu abuelo no es el director, como me pasó a mí. Pero aún así, se te exige más que los demás. Estoy muy contento porque en referente de estudios jamás he tenido que preocuparme por ti. Es más estoy muy orgulloso de tus cualificaciones. Pero en términos de comportamiento…¿corrígeme si me equivoco si el año pasado no tuvimos una charal muy parecida sobre actuar como un hooligan en la escuela?
-         Si, y realmente lo siento papá, de verdad. Yo no quería darle esa patada. Llevo semanas aguantándome, llevo semanas que él no hace más que atacarme y yo simplemente lo ignoraba, pero en vez de cansarse y dejarme, Peter creyó que le daba carta blanca y ayer ya me llamaron mariquita dos compañeros más. ¡Yo no soy un mariquita!
-         - Hijo si te insultan o tus compañeros te faltan al respeto debes ponerlo en conocimiento de tu tutor.
-         Papá, has dicho que fuiste alumno de esta escuela no? pues ya debes saber que precisamente por ser tu hijo mis compañeros me machacan más. Piensan que soy un maldito espía o algo así. Me ha costado muchos años convencerles que no. ahora que mis amigos me ven como uno más, no voy a echarlo a la borda, porque Peter me haga la vida imposible.
-         Howard esto no te lo digo `porque seas mi hijo, se lo diría a cualquier otro alumno. En caso de bulling se debe informar al tutor de inmediato.
-         Ya sé que no lo dices porque sea tu hijo, sé muy bien cuando soy tu hijo y cuando no (Howard le dijo con rabia, la cancioncilla de “los Hofner deben ser mejor” le crispaba los nervios).
-         ¡Howard! No estás en posición de echarme nada en cara. Soy tu adre, pero ya sabes que durante el curso también soy profesor aquí. Y aunque no lo fuera estás muy equivocado si crees que toleraría un comportamiento tan vergonzoso como el que demostraste delante de todos tus compañeros esta mañana durante el recreo.
-         Ya he dicho que lo siento. No es como si hubiera ido por la espalda y le hubiera dado con un bate de baseball en la cabeza. Le di una patada, si, más fuerte de lo que pensaba. Pero no es como sino se lo mereciera (dijo ya enfadado Howie porque nadie parecía ponerse de su lado. Algo que en mi familia se da tan a menudo como un eclipse de sol).
-         Bueno, hijo si Peter se merecía esa patada entonces tú, hijo mío te mereces todos y cada uno de los azotes que te voy a dar (dijo tío Tristán volviendo a la cara de perro rabioso). Porque hijo, esta no es la primera vez que te peleas en la escuela. Y el director ha sido muy benevolente porque le asegurado que yo mismo me encargaría que ésta fuera SÍ que sería la última vez.
-         Pero papá tío Gunter ya me castigó, tendré que…(empezó a protestar Howie aunque sabía que sus palabras caían en oídos sordos)
-         Si, se acabaron los fines de semana, lo sé, y ni te imaginas el disgusto se llevará tu madre. Aún falta más de un mes para que acabe este semestre. Pero como ya sabes ese es el castigo que la escuela te ha impuesto, ahora vas a recibir él que YO, TU PADRE, te voy a dar. Deja ya de marear la perdiz y pantalones y calzoncillos sobre la silla (Howie dice que cuando su padre dice eso, esas solas palabras ya logran que te duela el trasero, y no es una metáfora, él podría jurar que tío Tristán tiene algún tipo de poder síquico).
-         Papaaaa
-         ¡Howard Henry Hofner, ya está bien! obedece o hijo te aseguro que esta noche voy a los dormitorios a darte otra zurra por desobediente y te la daré delante de todos tus compañeros de dormitorio.
-         Nooooo (dijo abriendo mucho los ojos. Tío Tristán jamás ha hecho algo así, pero hay antecedentes. Así que por supuesto Howard no tomó esa amenaza como un farol. Y empezó a quitarse los zapatos y el esto de ropa. Mientras Howard hacía el terrible paso de desnudarse de cintura para bajo, tío Tristán agarraba la pala de educación, que había colgada justo en una de las paredes de su despacho. Estoy seguro que tío Tristán no ha utilizado mucho esa pala, tan solo con Howard o quizás con alguno de mis primos. Pero todo el mundo en la escuela opina lo mismo el tío Tristán es uno de los profesores más enrollados de la escuela. Todos menos Howard claro).
-         Sobre el escritorio, serán 12, después mi mano y su trasero, caballerete tendrán una larga charla sobre el uso de la violencia en la escuela. Y Howard, después se quedará ahí de píe mientras acabo de corregir unos ejercicios. Cuando se lo diga, se viste y va a las cocinas para ayudar en el servicio de esta noche (eso si que lo había visto ya tío Tristán cuando riñe a sus hijos les habla de usted en vez de tu).
-         Sí, señor (contestó Howie, que era lo único que podía contestar viendo que su padre ya estaba probando la pala sobre su propia mano para cerciorarse que iba a dar la impresión que esperaba).
-         PLACK no más peleas Howard
-         Aaarghhh no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas Howard
-         Grrrrrrr no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas Howard
-         Arghhhh no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas
-         Auuuuuuu arghhhh no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas
-         Auuuuuuu grrrrrrrrrrr no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas
-         Auuuuuuu ayyyy no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas
-         Auuuuuuu ayyyy ayyy ayyyy no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas
-         Ayyyy Auuuu no señor, nunca más
-         PLACK no más peleas gr
-         Auuuuuuu ayyyy ayyy ayyyy NOOOOOOOOO
-         PLACK no más peleas
-         Auuuuuuu ayyyy ayyy ayyyy nunca más
-         PLACK no más peleas hijo
-         AAAAAAAAAAAAAAH AAAAAAAAAHHH no señor, nunca más, lo juro
-         PLACK no más peleas, 5 minutos, hijo (dijo tío Tristán, a diferencia de mis demás tío por lo visto tío Tristán te da un tiempo para recuperarte antes de pasar a la siguiente tanda)
-         Sniff snifff si,  señor sniff (Howard acababa de recibir aquellos azotes con la pala, y solo eso ya duele una barbaridad, el hecho de saber que después aún su padre tenía planeado darle una buena zurra con su mano, no debía de servirle de mucho consuelo. Howard empezó a frotarse el trasero sin pudor alguno, le dolía demasiado para tener pudor).
-         Muy bien Howard, ya pasaron los 5 minutos (y con el dedo le indicó que se acercara. Howie tragó saliva y lo más despacio que pudo se fue hacia su padre, que en cuanto estuvo al alcance agarró a su hijo y lo colocó sobre sus rodillas. Howie dice que está seguro que su padre lo castiga así solo para mortificarlo. Lo cierto es que es una postura más propio de un niño de cinco años que uno de diez u once años) Espero que ésta sea la última vez que este año tiene que castigarte en la escuela. Aun no hemos ni acabado el primer trimestre y ya te ves, aquí sobre las rodillas de tu padre, esperando una buena zurra. Hijo, si vuelves a meterte en problemas, de lo que sean, tienes mi palabra que tomaré medidas más contundentes. Nunca he usado la vara con tu hermana o contigo, pero te aseguro que si vuelves a ser llamado al despacho del director vas a probarla y la vas a probar a base de bien ¿Me entendiste, Howie?
-         Si, señor sniff sniff (Howie no es un llorica pero ante tal amenaza hasta mi se me saltarían las lágrimas).
-         En ese caso no tengo nada más que decir (y tío Tristán empezó a descargar la dura mano sobre el trasero aún enrojecido por la pala) PLASS
-         AAAAAAAAAAAH (Howie dice que la primera palmada ya logró arrancarle lágrimas tan grandes como sandias. Que alguien te reconozca eso, solo significa que realmente fue una zurra bien dura)
-         PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS
-         AAAAAAAAAAAH NO PAPÁ NOOOO AUUUU MÁS FLOJO AUUUUUU
-         PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS,
-         AYYYYYYYYYYYY AAAAAAAAARGGGG NOOO AUUUUN ME MATAS, ME MATAS AUUUUU (sé que dijo eso porque siempre lo dice)
-         PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS.
-         AAAAAAAAAAAAAAU AYYY SERÉ BUENO PAPÁ, AUUUU SERÉ MUY BUENO, NUNCA MÁS ME PELEARÉ, SERÉ COMO GANDHI PERO YA NO MÁS PAPÁ AUUUUU  AYYYYYY
-         PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS, PLASS.
-         AAAAAAAAAAARG BWUAAAAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAAA (Tío Tristán nunca prolonga una zurra más de lo estrictamente necesario, eso me lo ha dicho Daniel pero claro, que para mi eso significaría parar en el primer azote. Y estoy seguro que Howie me dará la razón en eso).
-         Shhhh ya está hijo, ya. ya terminé. Venga hijo, cálmate, ya pasó.
-         Lo siento sniff sniff lo siento papá sniff sniff yo no quería, lo juro sniff lo siento bwuaaa
-         Ey, hijo, ya está, sé que no eres de esos que van dando palizas, pero hijo, sabes muy bien que no debes dejar que la gente te provoque de esa manera. Debes de mantener tu mente fría porque sino ya ves que pasa, nada bueno. Y no solo por la zurra, cuando seas mayor no saber controlarte puede que te comporte serios problemas, mucho más serios que 4 azotes sobre las rodillas de papá (pero fueron más de 4) ¿entiendes hijo?
-         Si snifff papá no quise ponerte en una situación embarazosa, yooo.
-         Eyyyyy hijo, escucha, esto no es por lo que mi tío o lo demás profesores me puedan decir a mi. Esto es por lo que demás piensen de ti, no quiero que los demás se lleven una imagen equivocada de ti, hijo. Porque  tú no eres un bravucón que va imponiendo su razón con los puños. Tú eres un chico muy listo y muy cariñoso, nada más lejos de lo que mostraste hoy en el patio ante todos tus compañeros.
-         Lo siento.
-         Lo sé hijo y ya está perdonado. ahora deja que corrija estos ejercicios a tus compañeros de noveno me van a matar. Siempre les hablo de la importancia de cumplir los plazos y nada más faltaría que yo no los cumpliera.
-         Papá ¿puedo? (mirando sus  pantalones y calzoncillos que estaban bien dobladitos sobre la silla).
-         Howard, sabes las normas…eso forma parte también del castigo. Un poco de vergüenza te ayudará a reafirmar la lección.
-         Pero dijiste que ya estaba todo perdonado.
-         Y lo está hijo, pero el castigo no está completado sin el debido tiempo de penitencia, y lo sabes. Venga, Howie que esa esquina lleva tu nombre plass (le dio una palmadita)
-         Auuuuuuu ¡Que aún duele! (dijo indignado. A tío Tristán solo le hizo falta alzar una ceja para que Howie corriera a la esquina).
Yo seguí a Theo hasta los dormitorios de los de cuarto curso, Theo parecía saber a al perfección cual era el dormitorio de Howard, me avergüenza decir que yo no tenía ni idea. Picó a la puerta y uno de los compañeros de dormitorio de Howie le dejó pasar, yo pasé justo pegado a él.
- ¿Ha llegado ya?
- No, pero vino el profesor Daniel Hofner a decirnos que Howie atendería el primer turno de la cena a partir de ahora y que no nos preocupáramos.
- ¿y de eso hace? (preguntó muy seco Theo)
- Una hora o así.
- Ya (y puso una mueca de disgusto, sabía que si no estaba allí es que Theo estaría con su padre y eso no era bueno, nada bueno, no para el trasero de Howie). Bueno, volveré después.
- ¿Qué pasa? (dije ya harto de tanto misterio).
- Howie es el pequeño ¿sabes? Es nuestro deber cuidar de él.
- ¿Qué? De que narices hablas, si él que fue a la enfermería fue el capullo de Peter.
- Olvídalo, ya me encargaré yo de Howie. Tú sigue a tu rollo. Pensé que al menos Howie te caía bien.
- Y me cae. Pero no estoy entendiendo una mierda. ¡O me dices las cosas claras o vete al infierno Theo!
- Olvídalo, tú no lo entiendes.
- si no me lo cuentas claro que no (le dijo amarrándolo por el brazo para que no me diera esquinazo), estoy hasta las pelotas que todos me deis esquinazo, puede que yo no forme parte de vuestra maravillosa familia, pero ahí tienes razón Howie me cae bien y se le pasa algo malo quiero saberlo.
- ¿tu tía alguna vez te castigó?
- claro, un montón  de veces, no me habré quedado yo tardes encerrado en casa por…
- no idiota, me refiero a…olvídalo (entonces recordé a tío Senta y mi cara debió ser de chiste porque Theo empezó a reírse)…si eso mismo. Pues tío Tristán le habrá dado lo suyo a Howie.
- ¿Tío Tristan? ¡Si, claro! Jajaja ve a tomarle el pelo a otro. Si tío Tristán es super agradable.
- ¿comparado con mi padre, quizás? (dijo entornando los ojos. Yo no lo había dicho, pero era ciertamente lo que pensaba). Mi padre no es tan ogro como crees, solo es que mis hermanos son unos auténticos capullos. Y en casa todos son iguales, una suerte que solo seas el bastardo de (Theo no acabó la frase yo ya le había dado un puñetazo en toda la boca del estómago. Era de pueblo pero no idiota y a diferencia de Howie yo si que sabía donde pegar. Etna se dobló por completó y vació todo el contenido de su estómago).
- Puede que yo sea un bastardo, pero no soy un sociopata como tú, Theo. No vuelvas a cruzarte en mi camino o te juro que descubrirás lo que este bastardo puede hacerle a esa carita de muñequito de porcelana tuya ( y me largué dejándolo sacar la bilis por la boca. Ahora sé que Theo no es tan sociopata, pero sigue poniéndome los pelos de punta. Y aquel puñetazo se lo tenía bien merecido, yo no me había metido nunca con ninguno de ellos y eso que todos me regalaba o desprecio o indiferencia. Solo era un puto huérfano viviendo entre desconocidos en una casa donde nadie lo quería, bueno el abuelo si, pero el abuelo no era suficiente para hacerme olvidar todas esas miradas de reproche).
Pero aquella última charla con Theo me hizo pensar, si todos los miembros de mi familia castigaban de la misma forma a sus hijos ¿el abuelo haría lo mismo conmigo si yo me metía en líos? Aquello me pareció ridículo solo pensarlo, pero creo la duda razonable en mi subconsciente. Y durante días aquello me causó un como de ansiedad, pero los días pasaban, y la vida en el internado me gustaba, allí no estaban los Hofner. Bueno si que estaban, pero era distinto, yo a diferencia de mis primos, si que los veía solo como unos profesores más.
Par cuando llegaron el día de las notas del segundo semestre yo ya había olvidado por completo el incidente de Howie, y la posibilidad que mi abuelo pudiera alguna vez darme una zurra. Yo era feliz, había acabado el semestre, no me había ido del todo mal, bueno mis notas no eran para tirar cohetes, pero no había suspendido nada. Y yo con eso ya me daba por satisfecho. A diferencia de mis primos yo no me exigía tanto en mis estudios, siempre he sido del aprobadillo y sinceramente no veo porque esforzarse más, total cuando acabe la secundaria no pienso ir a la universidad, yo lo que quiero ser es cocinero.
Con las notas en la mano y exultante por haber sobrevivido a mi primer semestre en aquel prestigioso colegio Alemán, tenía la necesidad de explotar y hacer locuras. Y no era el único la mayoría de alumnos estábamos igual. Así que cuando los de sexto nos dijeron que iban a hacer “una escapada al pueblo esa noche a celebrarlo” ni lo pensé, quería ir y quemar aquel pueblucho en medio de la nada. Pero eso ya os lo contaré después, ahora me llaman a comer.



3 comentarios:

  1. Haaa no me dejes así se escapará.con los de sexto porfa el abuelo si lo castigará como son castigados sus primos ? Son tantas cosas no tardes en continuar que no me lo puedo aguantar jaja genial.la historia cada.vez.va para.mejor
    J.

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  2. Despues de lo que ha visto y escuchado como puede pensar en portarse mal y por lo que dijo va lo va hacer en grande, no tardes mucho por fa, esta muy interesante.

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  3. estoy con el alma en un vilo creo que empieza aq sonra el plaf plaf en el trasero viren de este nene tuyo... no me lo hagas sufriur micho si? solo tenun poco de paciencia con el

    me encanta esta tu historia, me traslado a esos parajes que cuentas y vevo a los persoanejs en mi mente, jajjj

    Marambra

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