PALABRA
EMPEÑADA
Capítulo
3
Toctoc
Dick llamó a la puerta del despacho
de Bruce a pesar de estar la puerta medio abierta, por alguna razón sus modales
se refinaban sorprendentemente cuando su trasero estaba en la línea de fuego.
Bruce apagó el monito de su computadora y se levantó a abrirle, en vez de decir
simplemente pasa como solía hacer; eso sorprendió a Dick, pero al mismo tiempo
lo asusto un poco, pensó que Bruce se iba a ahorrar los preliminares e iba a
calentarle el trasero directamente, así que tragó saliva y lo miró con pánico.
- ¡Aaah! – respondió, nervioso, buscando una rápida excusa en la cabeza, cayendo en
cuenta en los dos últimos trabajos que se quedo sin presentar, y Dick de
repente sintió una gran atracción por la calidad del material de que estaba
hecho sus pantalones, no sabía bien que decirle a su padre
- ¿Ah? – imitó a Dick – ¿Eso es
todo lo que tienes que decir, Richard? – espetó
Bruce endureciendo la voz con cada palabra. Mala señal, su padre primero le
daría el sermón de su vida y luego sacramentaría aquello con una buena
nalgueada – Cada mañana
cuando salimos para la escuela les hago las mismas dos preguntas – y ahí iba el sermón del día, el
preámbulo a un trasero rojo –
¿Están llevando todo? – enumeró
con los dedos de la mano, realmente su padre estaba enfadado, pero no era
justo, pensaba Dick, el seguía estando en el cuadro de honor de su clase, es
más, del colegio – y si
hicieron todas las tareas que debían ¿no? – Dick sabía que esa era una pregunta
retórica, así que siguió calladito mirando sus pantalones – Y siempre la misma respuesta
“siiiiiiiii” – no se hizo
problema en imitarlos, puro sarcasmo; para ese entonces Dick, no solo, no alzó
la mirada del suelo sino que se mordió el labio inferior nerviosamente – DOS! RICHARD, DOS TAREAS – repetía, enfadado, subiendo de
rato en rato el tono de voz –
DOS trabajos sin presentar... ¡QUE BONITO!… UNO MÁS Y NO TENDRÁS DERECHO A
EXAMINARTE EN ESA ASIGNATURA – acabó
casi gritando, Bruce procuró calmarse –
¿Lo sabes no? ¿O no tienes conocimiento de eso? – preguntó irónicamente, Bruce
respiró hondo ante el silencio tan prolongado de Dick. Pero Dick siguió callado – te estoy hablando hijo,
mírame cuando lo hago – ordenó,
cogiendo el mentón de Dick, con suavidad, pese a la brusquedad de su voz
- Yo…yo – relamió los labios y ante la dura mirada de su padre, que en ese instante
parecía más la mirada de Batman. Aquello hizo que diese un rápido vistazo al
pasadizo secreto… Robín acudió a su rescate, dándole un poco de valor – Lo sé – por fin recuperó el tono de su voz – y te juro por lo más
solemne que no habrá más trabajos sin presentar, solo es que he estado un poco
ocupado y no me dio tiempo a hacerlos – dijo
Dick aunque sabía que esa excusa no le valdría a Bruce, el debía inventarse
tiempo si de tareas se trataba
- ¿Ocupado? – preguntó, parándose de su sillón y apoyando su peso en los dedos de su mano
sobre el inmenso escritorio que era lo único que separaba a Dick y un azote – Yo no te he visto muy
ocupado, Richard, te he visto todo lo contrario, últimamente has pasado más
tiempo jugando a la videoconsola que con un libro, no creas que no me he
percatado de eso. Pero pensé que con 15 años, ya eras lo suficientemente maduro
y responsable como para saber que primero son tus estudios y después los juegos
– enunció todo aquello sin
siquiera pestañear, quieto, como una momia. Mientras Dick sentía hundirse cada
vez más en su asiento y esconder su cabeza entre los hombros y de eso se dio
cuenta Bruce pero, aun así siguió en lo suyo –
Sé que las cosas han cambiado últimamente por aquí – dijo haciendo referencia a la
llegada de Jason y Tim –
pero tus obligaciones con la escuela NO son una de esas cosas. Nunca antes
habían llamado para quejarse de que no hacías tus tareas, claro que antes no
tenías tantas “distracciones” como ahora – entrecomilló la frase, casi verde del
enfado. Por lo menos, eso le parecía a Dick y se sintió mal, si Jason y Tim
oían eso seguro se sentirían dolidos. Ellos no era una distracción, aunque
claro tenía que admitir que ahora su vida era más divertida con ellos
- Papá, la culpa no es de Jason y de Tim – Dick raramente le llamaba papá a Bruce, nunca en público, solo en
momentos muy íntimos y siempre en los críticos, como ahora, y eso hizo que a
Bruce se le reblandeciera por unos segundos su pose de hombre impasible
- Yo jamás he dicho que esas distracciones fueran tus hermanos – lo amonestó – no
pongas palabras en mi boca que nunca mencioné – le reclamo – me refiero a que estas
todo el día con tus jueguitos, tus amiguitos, el teléfono o el internet ¿Crees
que no me he fijado? – él
sabía que se distraía mucho con los niños, que fue también la cuestión pero
Dick no podía ponerlos de excusa, obligaciones son eso, obligaciones a cumplir
aun teniendo un regimiento de hermanos para jugar
- Perdón papá, pero tu dijiste que mis hermanos y yo… ellos también querían…
y y yo… – su padre elevo una ceja muy significativamente ante aquel embrollo de
palabras, gesto que hizo que DIck se sonroje más y más
- ¿Qué me estas queriendo decir Richard?, ¿qué desatendiste tus obligaciones
por que yo sugerí que de ahora en adelante ya no estarías solo, sino que
tendrías dos hermanos para compartir, distraerte, apoyarse y demás? – Dick se dio cuenta de su error, que al querer primero defenderse de las
acusaciones hechas por su padre, quiso usar su consejo como escusa y se sonrojo
por aquello, avergonzado, él era el hermano mayor, él debía mostrar el ejemplo
a Jason y Tim de que primero eran las tareas, así que decidió rectificar sus
palabra por si acaso
- NO papá, no es eso lo que quise decir
- Pues a mi realmente me lo pareció Richard – contesto Bruco un poco más serio y fiero de lo habitual y de lo que hubiese
querido y ante eso Dick relamiendo los labios se apuro a disculparse
- NO, no papá, yo lo siento tanto, no supe expresarme y tienes razón, toda la
razón – se apuro a decir –
de todos modos ellos pensaban que había hecho mis tareas, bueno, hasta a
Alfred lo pensaba, sino no me hubiera dejado jugar con ellos…
- ¿Entonces mentiste a Alfred también? – Aunque era implícito, Bruce al oírlo de la boca de Dick se enfadó un poco
más
- Sí, señor – dijo
y Dick se sintió como un monstruo, mentir a Alfred era algo terrible, sobre
todo porque él lo veía como un abuelito, además Alfred siempre lo instaba a no
meterse en problemas, y tras aquello prefirió quedarse callado esperando que
fuese Bruce quien decidiera la siguiente jugada. Apostando su pellejo que lo
próximo sería una azotaina con los calzoncillos abajo, porque para Bruce, las
tareas del cole eran sagradas
- Bffff – Bruce respiró hondo, mirando a
su hijo, ahí abatido y asustado, seguro imaginando el panorama: una azotaina.
Pero decidió hablar del compromiso olvidado, había llegado la hora – Bueno Dick, hace un par de
años, cuando cumpliste los 13, me convenciste que no tenía motivos para
desconfiar de tu buen juicio y ambos llegamos a un acuerdo… ¿cierto? – inquirió golpeteando su mentón
para hacer contacto visual, refrescándole la memoraría – Yo me había comprometido a
no ser tan ¿Cómo lo dijiste? ¿Paranoico? – entrecomilló
con los dedos una vez que Dick le prestó la debida atención – Si, fue eso lo que me
llamaste y tú te COMPROMETISTE a ser responsable de tus estudios y de tus cosas
– le recordó – Pero parece que nos HEMOS
OLVIDADO un poco, digo hemos, porque yo también, confiado en tu palabra ya no
chequeo tus tareas como lo hacía antes. Así que hasta que vuelva a recuperar la
confianza en ti, jovencito, volveremos al status
quo – y la cara de Dick lo dijo todo,
era como si acabaran de darle un puñete en la boca del estómago, se quedó sin
aliento. Pero a su padre poco le importo y siguió en su predicamento
enumerándolos con los dedos– No hay permisos, de ningún tipo, de la escuela
a casa y de casa a la escuela, y directito, Richard ¿Me estás oyendo? Se acabó
la hora feliz lo mismo que las reuniones del sábado – alzó una ceja para dejarle claro
que se refería a la hora de asueto que tenia después del colegio, la hora de
tolerancia para acompañar a su noviecita o a sus amigos y su tarde de sábado de
gloria…Su padre acababa de asesinar su vida social, ¿Y se hacía llamar defensor
de los derechos humanos? grrrr, le daban ganas de gritar ante esa injusticia, y
su padre se dio cuenta por el cambio en el semblante, pasó de la tristeza a la
ira. Su hijo mayor estaba rojo pero del enojo –
y no más jueguecitos en solitario o en red con tus amigos, si quieres jugar y
pasar más rato lo harás con tus hermanos, pero será después que termines tus
deberes y ellos también y solo entonces, podrán divertirse, pero con algo
más constructivo que un videojuego ¿entendiste? – y volvió a cogerle el mentón
mirando el conflicto dibujado en el rostro de Richard. Se notaba que estaba
haciendo un gran esfuerzo por controlarse permaneciendo en silencio. Dick pensó
que aquello era humillante, el tenía 15 años no 5, solo faltaba que le dijese
que la hora de acostarse seria a las ocho en vez de las nueve de siempre – ¿Entendido, Richard? – volvió a preguntar Bruce impasible
y esta vez sí obtuvo una respuesta
- Sí – dijo con un gesto de enojo
- ¿Si qué? – exigió Bruce aplacando con una mirada esa rebeldía
- Sí, señor – al final contestó Dick apaciguando su enojo cuando su
padre acarició su rostro con la yema de sus dedos mientras sostenía su mentón,
él sabía que le había fallado a Bruce, y se sentía mal porque su padre pensaba
que no era lo suficientemente responsable y maduro como para volver a estar
constantemente vigilado y sin querer se sintió triste y esa tristeza hizo que
bajase la mirada
- Richard, no pongas esa cara de perrito apaleado, sabes que te está saliendo
muy barato este desliz – anunció con eso que no habría castigo para él, por lo menos esa noche, y
Dick volvió a sostener la mirada a su padre – Ambos
sabemos, cual es la consecuencia de una llamada de la escuela, ¿verdad? – y Dick tragó saliva, y tanto que lo
sabía, él y su trasero lo recordaban muy bien del primer año en que fue a vivir
con Bruce. Dick odiaba la cara, prestigiosa y exclusiva escuela donde Bruce lo
había matriculado y se escapó en varias ocasiones, obteniendo siempre el mismo
resultado, una almohada en la silla a la hora de cenar – Solo te estoy
castigando privándote algunos privilegios nada más, pero aún me lo puedo pensar
y a ese castigo le puedo sumar algo más… ¿Cómo lo llamó Timmy? Algo Más
Anticuado – ahí estaba la mirada que infundía terror a los villanos
más peligrosos de Gotham.
- ¡BRUCE! – eso era indignante pensó Dick que se paró rebotado de su silla ante eso,
mientras su padre lo miró impasible pensando que ahí iba de nuevo: la
testosterona comandando sus respuestas, si, la adolescencia acababa de volver a
abducir a Dick para traer a este Alíen, menos mal que él tenía la cura.
- ¿¿¿BRUCE??? – y “su papá” elevó una ceja muy significativamente y si alguna duda cupo, el
ceño fruncido que vino luego lo dijo todo y Dick recapacitó
- Lo siento papa, pero por favor, no me… no me hagas esto ¿sí? – él nunca diría la palabra castigo, ni con su padre, esa palabra era
proscrita en la jerga adolescente –
…tengo 15 años, mis amigos se reirán de mí y tú lo sabes – protestó aun
no muy convencido Dick, prometiendo hasta la luna – Haré más tareas en casa, haré
tareas extras en la escuela, seré tu esclavo en la oficina… LO QUE SEA papá,
pero no me prohíbas estar con mis amigos al salir de la escuela Y LOS FINES DE
SEMANA – le imploró, elevando la voz y la
mirada, como si fuera una catástrofe, bueno para él sí lo era.
- JOVENCITO, NO ME LEVANTE LA VOZ – su padre lo acababa de hablar de “usted” y Dick se quedó de pronto callado
y quieto – corta el
berrinche, Richard…tus amigos también tienen 15 años, y estoy seguro que
cuando se portan mal sus padres también los castigan – y Richard se desinfló visiblemente,
dejándose caer en el asiento –
y si tanto te preocupa no poder quedar con tus amigos, debiste de pensarlo bien
antes de faltar a tu palabra conmigo – luego
la estocada final –
sabes muy bien que esos dos últimos trabajos de literatura, NO UNO, sino dos,
me están diciendo algo más… QUE NO FUE UN DESLIZ – y Dick tragó saliva, su papá
estaba empezando a enojarse de nuevo y que podía cambiar de opinión si seguía
escudriñando en el tema –
¿Qué esperabas? – le preguntó
retóricamente –
¿esperabas que al presentar el resto de trabajos de este bimestre no me daría
cuenta, que tus profesores no me llamarían? – Dick bajó la mirada, esa era
exactamente la vana ilusión del chico, pero aun así saco fuerzas de donde no
pudo para hacer un último intento de cambiar las cosas a su favor
- Papaaaaaaaaaaa por faaaaaaaaaaaaa – imploró como el mejor, agarrando de las muñecas a su padre que se alistaba
para salir del despacho – no
suspendas mis saaaaaaabadooos – al
día siguiente era sábado, tenía un importante compromiso, no podía faltar
- Suelta Dick – sugirió Bruce estirando la liga a favor de su hijo, no quería seguir
discutiendo porque seguro terminaba mal para el muchacho
- Por favoooor, ¿qué te cueeesta? – Dick siguió en lo suyo, quizás fue mala idea decirle Dick después de todo
pensó Bruce
- Sueeeeltaaaa – alargó las vocales en señal de impaciencia, pero Dick no lo notó
- Ya pueeeeesss por favoooor
- NOO – era un no tajante, pero parecía que Dick no estaba tomando las cosas en
serio
- YAAA PUEEESSS
- SUFICIENTE, PLAF – y si, fue más que suficiente para Bruce, hacía
años que Dick no se ponía tan pesadito y terco, pero él sabía cómo cortar el
berrinche, le soltó una sola nalgada sobre la ropa pero que picó duro por lo
bajo – HE DICHO QUE NO RICHARD
– recalcó en voz alta su
posición y Dick calló de golpe, lo que Bruce aprovechó para enfatizar sus
faltas cogiéndolo de los hombros –
déjalo ya, ¿BUENO? – le soltó
y empezó a golpetear con el índice el cristal del escritorio – ROMPISTE TU PALABRA, ahora
debes afrontar las consecuencias de tus malas decisiones – le dijo con severidad – y si oigo una sola queja
más, TE JURO QUE TE VAS A QUEJAR pero por un buen motivo – dijo remangándose la manga de la
camisa. Lo cierto es que ese gesto era más eficaz con Timmy o incluso con
Jason, pero con un chico de 15 años hasta a Bruce le resultaba cómico. Pero
Dick pilló la amenaza al vuelo, así que se rindió – AHORA SUBE A TU HABITACIÓN – esas oscilaciones en el volumen de la
voz de su padre hizo que Dick se lo pensara bien antes de abrir su boca, sabía
muy bien que estaba en la cuerda floja, así que se erguió en toda su altura
como una mini soldado atento a las órdenes de su comandante – y empieza con esos trabajos que
debiste presentar, que aunque ya no puedas presentarlos de nuevo LOS VAS A HACER
IGUALMENTE… – y Dick hizo una
mueca por lo bajo, no le agradaba mucho la idea de tener que ponerse a hacer
unos trabajos que no le servirían en el colegio por puro CAPRICHO PATERNO – y ¡!OJO!! RICHARD los revisaré,
así que quiero unos trabajos pulcros y excelentes – pero Dick no hizo ni el amago de
moverse con lo cual su padre tomó otra medida, pegó un golpe a la mesa con la
palma abierta haciendo retumbar –
CRACK… ¿ME ESTÁS OYENDO? – y
Dick que se paró, rebotado del asiento, cerrando los ojos. Con eso su padre
acababa de enterrar con broche de oro su miserable vida social así que se apuró
a contestar en un susurro
- Sí, señor –
Y salió disparado del despacho de su padre como si le acabaran de decir que
solo le quedaban un par de días de vida… no era justo, solo eran dos miserables
trabajos, aun estaba en el cuadro de honor, aun era el número uno.
Me encanto espero que la continúen.
ResponderBorrarLa adolescencia le llega hasta el más educado y responsable de los chicos, mi pobre Dick yo que siempre me lo imagine un alumno modelo.
ResponderBorrarGloria
Me encanta :D
ResponderBorrarLa historia esta muy buena, Bruce no admite ni dos tareas faltantes...que pena por Dick....que pena, penita me da, pobrecito buajajajajajaja, ustedes no tarden en publicar todos los capis, chicas esta super!!!
Hay pobre Dick que lo pongan a hacer tareas atrasadas y que yano van a contar es ilegal!!! pero bueno y todavía lo castigan sin salidas buuaaa no se vale.....
ResponderBorrarMe gusto mucho suhistoria chicas!!!