miércoles, 6 de mayo de 2015

Capítulo diez



Capítulo diez

Ricardo estaba nervioso. Su mamá ya había pasado el embarque y SU PADRE se había negado a acompañarlo, diciendo que estaba ocupado mimando a sus nietos… Helena no encontraba la paz… Cuando su ex-suegra se enterara… Emilia había sido como una madre para ella… Ahora comprendía el error de ocultar a su hijo, pero ella hizo lo que consideró mejor para los dos niños.

Ricardo no paraba de morderse las uñas, pensando en el modo de decirle a su madre que tenía otro nieto. Qué se suponía que debía decirle? “felicidades mamá, tienes un nuevo nieto”. Cómo había sido tan cobarde? Por qué no había confiado en ellos?! Los miedos de Martín y las inseguridades de Rafita eran su culpa…. y él no sabía cómo hacer para reconfortarlos.

Tan ensimismado estaba Ricardo en sus remordimientos, que no notó la presencia de su madre parada justo al frente de él, mirándolo con amor ese amor de madre orgullosa. -Cariño…- Susurró la señora, abriendo sus brazos..

-Mami…-Susurró Ricardo, corriendo a estrecharse en el abrazo que su mamá le ofrecía. Cómo la había extrañado!

-Ricardito… -Le decía, besándole los cachetes- Hijito, tanto tiempo… pensé que tu papá venía a buscarme… no le habrá pasado algo a mi viejito?! -Dijo preocupándose, al notar el semblante alicaído que acompañaba a su hijo.
Ricardo apretó su abrazo un momento más antes de soltarse. -No, mami, cómo crees! Él está bien. Se quedó en casa, esperándote… -Contestó y se mordió el labio con nerviosismo.

-Bueno, mi niño… de qué quieres hablar con la mamá?. -Sip. Emilia era una mujer inteligente y sabía que algo tramaba su niño.

Ricardo la miró con ojos sorprendidos. Emilia sonrió, notando con alegría lo poco que su bebé había cambiado- Vamos, tesoro! Soy tu madre y te conozco muy bien… vas a decirme qué está pasando o tengo que sacártelo con pinzas?! -Animó.

-Vamos por un café… seguro vienes cansada y con hambre…-Invitó Ricardo, poniendo un brazo alrededor de los hombros de su madre para guiarla hacia uno de los cafés del aeropuerto.

-Ricardo! -Dijo Emilia, sonando más seria de lo que se veía, frenándose  en medio camino.

-Mami…-Eso había sido un gimoteo de parte de su hombrecito?

-Vas a hablar, o te hago hablar yo?! -Amenazó.

-es que ma… promete que no te enfadarás…
-Y por qué habría de enfadarme? Vamos. Qué sucede, hijo?! Siempre has sido tan comunicativo. Pasa algo que deba saber?! Es grave?- Atacaba la señora con preguntas, tomando las manos de su niño entre las suyas. Podía notar lo angustiado que estaba el muchacho y no quería presionarlo, pero ya no podía seguir en ascuas!
-Mami, te acuerdas de Helena, verdad?…
-Helena? Cómo olvidarla, hijo! Sí. La recuerdo! La muchacha que dejaste plantada en el altar!!
Bastó decir esto para que los cachetes de Ricardo se encendieran de la vergüenza.
-Pues… yo… nosotros nos volvimos a encontrar… de hecho mami… yo tuve un hijo con ella… Rafael tiene 15… yo me enteré hace unos años… Rafita y Martin se enteraron hace unos días…-Dijo todo con un solo respiro, sin darle tiempo a su madre de absorber la información.

-Espera un momento, Ricardo. Me estás diciendo que tengo otro nieto? No, mejor dicho, me estás diciendo que tengo un nieto al que me negaste conocer por 15 años?!- Emilia estaba furiosa.

-Mami… es que no es así… es que maaa…. yo me enteré hace 5 años no más…
-Nada más?! Y con eso crees que te salvarás de lo que te espera en casa?!
-Pero mamá... ya soy grande! - Se quejó- Además papá ya me castigó.
-Y crees que eso te excusa por mentirle a tu madre y ocultar a tu hijo? Ricardo, estoy muy desilusionada!
-No me digas eso… Mamá, es que Rafa no lo sabía. No podía decirle a nadie...
-Y esa muchacha?! Creía que tenía más cabeza, pero ya veo que no! Son un par de críos irresponsables!
-Mamá, no la tomes con Helena que ella no tiene la culpa de nada, sólo hizo lo que creía mejor para Rafael… y no puedes olvidar que yo la traicioné. No podía pretender que confiara en mí a la primera… Sólo que se complicó cuando Rafa me adoptó como su mejor amigo, no podía decirle que era su papá. Además, Martín podía no tomarlo bien…
Emilia se pasó la mano por la cara intentando quitarse el cansancio- Tienes razón, hijo. Un café me vendría muy bien en estos momentos! Vamos por uno… y me sigues contando…. Pero ve sabiendo que espero conocer a mi nieto hoy mismo, jovencito!
Ricardo suspiró. Tomó la maleta de su mamá y caminó lentamente hacia uno de los cafés del lugar.
En medio camino, el celular de Ricardo empezó a sonar. Era Helena.
-Amor? Cómo va todo?!
-Pues... a ver si te quedas sin novio… pero mamá quiere conocer a Rafita….
-Él también quiere… pero aún está algo impactado, aunque tu padre es un genio. No ha parado de hacerlo sonreír.
-Sí, mi papá es genial…
-Y tu mamá también lo es… el que estés vivo aún me lo confirma- Rió.
-No seas mala y cruza los dedos para no acabar cómo me dejó papá...
-jajajajaja… amoooor! Le tienes miedo a tu mamita?!- Comentó divertida.
-No es gracioso, Helena... sabes que tiene la mano pesada... -Dijo hablando bajito para que su mamá no lo escuchara...
Camino a casa, Ricardo le contó todo a su mamá... finalmente no pasaron a tomar un café pues su mamá sólo quería ver a sus nietos. Se detuvieron sólo a comprar dos tortas, una que decía “felicidades, es un varón” y otra que decía “me convertí en hermano mayor”. Eran pasteles muy tiernos para bebés, pero ellos se habían perdido todas esas celebraciones...
-Niños! La tata está en casa... -Gritó Emilia.
-Tata Emy! Ven a conocer a mi nanito... - Gritó Martín.
Mientras que Rafa estaba un poco temeroso... El tata Richardo no estaba tan mal, pero estaba demasiado abrumado. Se acercó con cautela. Vio a su padre cargar dos cajas de tortas…- Te ayudo…- Se ofreció.
-Tu papi puede sólo. Usted venga a darle un beso a su tata.
-Señora Emilia, soy Rafael…- Le estiró la mano. Pero sólo recibió un tironcito y cayó en sus brazos y un suavecito zas, hizo ruido en los oídos de los presentes.
-Cómo que señora Emilia?!. ... soy tu abuela y tu mi nietecito menor.
-Ash, tata! Es que todo esto es tan confuso.
-Lo sé, pero acaso no es mejor mientras antes te acostumbres?!
-emmm... con una condición
-y cual sería?!
-No apretar mis cachetes... jajaja!!- Rió, dándole un besito en la mejilla…- Maaaaa, me voy a casa de Samy. Vuelvo mañana! -Dijo descarado, pensando que como estaba la abuela no le dirían que no.
-Rafael, no es momento- Susurró Ricardo.
-Y quién es esa Sami que ya me está robando a mi nietito?! Como es eso que te vas por todo un día?! Apenas te estoy conociendo, mi niño.
-Sami es su novia, abue... - Comentó Martín, entrometiendose en la conversación
-Ay, abuelita! Un chico tiene necesidades y tú venías a ver a Martín.
-Vine a ver a MIS NIETOS! Y qué necesidades son esas?! -Dijo la señora levantando una ceja. Si Rafa era como su padre, sabía exactamente cuáles eran esas necesidades
-No me salgas con esas, que papá no se hizo solo. .. -La miró con fastidio
-Rafael! Mira bien tus palabras. Estás hablando con tu abuela, no con cualquier persona....
-No sé... nunca tuve una, gracias a ti... -Le dijo a Ricardo…- Mamá, esto es demasiado para mí... necesito un descanso…- Rafa se transformaba cuando se trataba de Samantha y ella lo había llamado que estaba por pasar a buscarlo.
-Hijo, no vas a salir! -Dijo estrictamente Helena. Su hijo tenía esa capacidad de sacarla de las casillas cuando se comportaba como un crío malcriado delante de otras personas.
-Mamá… voy a salir! Voy a ver a mi novia. Ya fue suficiente de éste teatrito…- Replicó de manera hiriente.
-Llama a Samantha y dile que no la vas a poder ver ni llamar ésta semana. .. luego me esperas en tu pieza. - Le dijo sería Helena.
-No pienso hacerte caso, Helena! Yo me largo de aquí… -Hizo un amague de salir de la casa, pero con su condición física aún un poquito resentida, no llegó muy lejos antes de que cierta mano lo atrapara.
Helena lo tiró con un poco de fuerza y le dio un fuerte azote.- Ahora!!
-Auuuu… loca! Estoy lastimado, recuerdas?!
-Si no estás lastimado para pretender salir, no lo estas para unos buenos azotes.
-Pero… pero… -Rafita corrió a los brazos de su abuelo. -Señooor… dígale a mamá que me dejeee… snif snif…
-Obedece, Rafael.- Se puso seria…- no voy a volver a repetirlo...
-Mi nietecito adorado, qué está pasando?! -Le preguntó Ricardo, haciéndole unos mimos en el pelito... En el poco tiempo que habían convivido, Rafa jamás se había comportado así.
-...snif… snif… no quiero que mamá me pegue… snifff.. Quiero..Quiero ir con mi novia! snif snif.. Abue, dile que me dejeee...sino.. si no me voy a escapar!
-A ver Rafaelito... si te disculpas con mamá no creo que vaya a castigar tu colita traviesa y puedes invitar a Sami a conocer a tu tata... Mira que hay un rico pastel y sí me lo como todo me puedo enfermar... Emilia le hablaba con esa dulzura típica de las abuelas, acariciando las mejillas de su niño.-Anda... a que no quieres conocer a tu tata Emilia?!
Rafael la miró haciendo un puchero. -Pastel de qué es?!- Preguntó mimoso.
-Chocolate con nuez y manjar. -Dijo Emilia.
-En serio?- Emi sonrió satisfecha. Había dado justo en el clavo con su nietito. Y si lo salvaba de unas merecidas palmadas, estaría más que contenta.
-Voy a invitar a Sami un ratito... a comer pastel, luego salimos un ratito. A que sí, mami? papi? un ratito... me porto bonito…- Dijo dándole un besito en la mejilla a cada uno de sus padres.
Ricardo y Helena se miraron dudosos. Sabían perfectamente lo que su hijo intentaba hacer… Odiaban ser manipulados, pero no querían más malas caras de Rafita, por lo que accedieron a darle una hora de permiso.  Sólo esperaban no arrepentirse... mucho!

Sami no se hizo nada de problema… ella feliz le coqueteó hasta a su suegrita grande. A la única que evitaba era a Helena. Pero cuando llegó la hora de irse, la chica insistía en que Rafael se fuera con ella. Había tenido una discusión con su madre días atrás por lo mucho que Sami le recordaba a su padre y luego de aventarle un vaso de whisky por la cabeza la había corrido de casa  a empujones,  así que llevaba tres días viviendo en el departamento de soltero de su papá… Y a pesar de que todos pensaran que eso era genial, a ella no le gustaba estar sola… ella esperaba que su mamá la extrañara, aunque sea un poquito y la llamara para que volviera a casa. Pero si Rafa se iba con ella unos días, la soledad sería mucho más llevadera.
-Rafa, vamos, dijiste que te irías conmigo… -Le hizo un pícaro puchero…
-Gatita… -Rafa miró en dirección a sus papás. -En la noche… lo prometo…lo juro, lo juro, pero no hagas esa carita.
-Pero Rafa, lo prometiste…
-Lo séeee.. pero… si nos vamos ahora seguramente mi madre no nos dejará y no quiero que me castigue delante de los padres de mi papá… si nos vemos en la noche, no podrán decirme nada porque ni se van a enterar
-Mira, Rafa. Si no llegas mejor te olvidas de mí… Yo saldré contigo o con otro, es tu opción.
-Qué dices?!- Rafael no podía creer lo que había escuchado. Se había llevado cuántos castigos por culpa de Samy y ella le salía con eso?!
-Lo que oíste… Tú elijes!
-No eres más que una buscona, cualquiera, loca descaradaaa. Le grito sin pensar herido por los dichos de Sami.
-Te sorprende?! No fue por eso que te metiste conmigo?… Yo puedo ser una cualquiera y lo prefiero… No voy a ser la señora que se queda en casa mientras la gorrean con la primera mini que se les cruza… Yo elijo con quien estar, saltar de una cama a otra… Porque, que sepas que el hombre nunca se queda con su señora… o pregúntale a tu madre… No se quedó con el marido de su mejor amiga?… y tú, Rafael, no eres distinto a mí, porque para un rapidito detrás de las cortinas sí tienes tiempo, pero para estar conmigo cuando te necesito jamás si no implica sacarme la ropa… Sabes?! Olvídalo!… Tengo más que claro que yo con ropa no valgo nada… Felicidades, Helena! Te libraste de la zorra. Dijo dándose media vuelta. Las lágrimas… amenazaban con salir y ella no les daría el gusto… estaba destruida… rota en mil partes, pero ese no era problema de nadie.
Samanta salió hecha una fiera herida de aquella casa. Sentía los gritos de Rafael detrás suyo, pidiéndole que lo perdonara, pero esas palabras le habían dolido mucho. No se esperaba ese ataque por parte de su amado. Rafael lo era todo para ella, esperaba que ella también lo fuera para él, pero por lo visto no era así… pero ella no era de echarse a llorar… estaba acostumbrada al rechazo… y si para el mundo no era más que una prostituta por qué no serlo… Para qué esmerarse en ser buena si era claro que en ella no había nada bueno?! No en vano sus padres se habían deshecho de ella a la primera oportunidad.
-Mamiii… suéltameee… Se va.. ella se va… yo no quise decirle esoo! Snif snif…No quiero que se vayaaa... -Lloraba Rafael en los brazos de su madre. Helena sintió feo en su corazón por el dolor que había visto en los ojos de aquella niña. Miró a su amado y vio que él tampoco quería que Sammi se fuera… No necesitaron decirse nada. Ricardo ya estaba bajando las escaleras para ir detrás de Samanta.
-Tranquilo hijo… el papá va a ir por Sami… es mejor que vaya el papi, sí, bonito?!… Todo se va a arreglar.
-Noooo. Yo debo ir, mamá… snif snif. Yo le fallé. Fui.. snif snif.. fui un idiota. Si la pierdo me mato
-Eso jamás, Rafael. Ni en broma… -Lo reprendió fuerte…
Ricardo ya había alcanzado a la niña, porque no era más que eso una niñita…
-No! Déjame… déjame! No valgo nada… lo entiendo. Ya no me verán cerca de Rafael… ya no más, ya no más… -Lloraba con tanta angustia-… ya no puedo máss… ahgggs ya no más… -Su llanto ya estaba a niveles convulsivos. La pobre no alcanzaba ni a respirar. El dolor del abandono y la traición era demasiado para contenerlo en un envase tan chiquito como era ella...
Ricardo se encontró alzando a la chica en brazos, sorprendiéndose de lo poquito que pesaba. -Shhhh…-La arrulló con su voz tratando de calmarla. -Ya, princesa. Todo estará bien… Tú eres valiosa, mi niña. Rafa te ama y… y yo también te quiero mucho, y aunque a Helena le cueste admitirlo, yo sé que ella también te quiere… -
-Como van a quererme?!... Si ni mis papás me quieren... -Dijo, abrazándose a Ricardo... -Mi Rafa no me quiere.
-como que no te quiere… te adora, mocosita boba! Y tú lo sabes… -Le dio un beso en la nariz. No quedaba nada para que llegaran a la casa. -Ya no llores así, prometo que pondré lo mejor de mí para hacerlos felices. A ti, a Rafa y a Martín.
-Por qué… por qué lo harías?!… Yo no soy tu responsabilidad… -Preguntó la niña hipiando…
-Cómo que no? Tú eres la novia de mi hijo. Y además, quién dice que hace falta ser responsable legal para quererte? El amor no nace por lo que diga un papel o alguna ley, jovencita. Nace de aquí…- Señaló su corazoncito roto.- Tú te ganaste un lugar muy grande en el mío.
-Estoy rota… Puedo terminar dañando a Rafael… No deberían dejarme estar a su lado… -
Ricardo se detuvo en seco. Tenía razón su nuerita. Ponía en riesgo a su propio hijo. Pero... no podía dejarla sola. Eso era seguro. Él odiaría si a su hijo le hicieran lo mismo.
-No digas eso, pequeña… sabes que no es cierto… -Dijo tratando de recordar todo lo bueno que la niña había hecho por su hijo y su familia cuando se destapó todo lo de Rafín… Samy estaba sufriendo, ahora era el momento de ayudarla…
-Lo es. Yo sé que es verdad.. snif snif sino..snif … si no mi papá estaría aquí… - Pero calló. Para qué ponerlo al tanto a su suegro de sus pesares. Eran sus problemas. No había por qué involucrar a más personas… aún cuando necesitaba con todo su corazón de aquellos brazos protectores y de la contención que la familia de su novio pudiera darle.
-Vamos, tranquilita y sin pelear… -Le habló con cariño cuando llegaron a casa… No quería que le saltara al cuello a su Rafa en el segundo que lo viera…
Al entrar, Rafael estaba hecho un mar de llanto en los brazos de su abuelo. No paraba de decir que había sido un tonto. Sami sonrió al escucharlo, pero la sonrisa le duró dos segundos. Después, un gesto sombrío cubrió su rostro de niña pícara.
-Samita…
-Rafael… -Ella estaba dolida.
-Samiiii, perdónameee!!! -Lloró tratando de abrazarla. Pero Samantha lo detuvo.
-No quiero hablar contigo, Rafael… -Le dijo seria, escondiendo el rostro para limpiarse las lágrimas. La chica se sentía incómoda junto a Helena, sobre todo después de lo que había dicho. Cuando logró calmarse, miró seria a Ricardo… -Ya estoy bien. Es mejor que me vaya…
-No. Tú no te vas hasta que hablemos!- Dijo Rafael, tomándola de la mano. -Escúchame al menos… después, si quieres irte- Suspiró - lo entenderé…-Pero no lo aceptaría, eso seguro.
-De qué quieres hablar, Rafael?! De lo suelta y resbalosa que soy?!
-Nooo.. Tú no eres eso. Perdóname! Lo siento, Amor. No debí decir eso… estaba enojado y lo siento...
-lo dijiste… Está bien que todos lo piensen, lo entiendo. Tengo claro que tu mamá me ve como una venérea andante… pero tú?!… Que tú me veas así… -Las lágrimas comenzaron nuevamente a caer
Rafael lloraba tanto como ella. No encontraba las palabras para decirle cuánto se arrepentía de haber dicho eso. Se había enojado mucho y su gran bocota habló sin frenos. Él no pensaba eso de Sami, la amaba porque amaba todo en ella. Su belleza, su libertad, el modo en que lo hacía sentir, y volver loco. -Te amo, Sam… Creéme o me voy a morir.
-No digas eso, ratoncito… no lo digas! No me dejes sola tú también… -dijo, abrazándolo con fuerza.
-Me perdonas por ser un idiota sin cerebro?
-Hey! Es mi ratón del que hablas… -Dijo regañándolo… -Tienes mucho cerebro para tu propio bien… y tal vez es por eso que tu cerebro te dice que te alejes de mí
-Cerebro tonto. Si eso pasara mi corazón dejaría de vivir. Creo que le haré caso a mi corazón. Te amo, gatita
-Y yo a ti…
Rafita la tomó de la mano y la llevó a su habitación.
Helena se aclaró la garganta. -Ya vamos a almorzar, cariño. Samantha se va a quedar, verdad?!- Dijo mamá, tratando de evitar de una manera diplomática que los chicos quedaran a solas.
-Claro, suegrita… ¿le ayudo con la mesa?
Ricardo sonrió, haciéndose el distraído. Helena no se esperaba esa respuesta de la niña.
Sami la quedó mirando como esperando una respuesta…
-no mi amor, no es necesario. Ya Martin ayuda a mamá. -Ofreció amablemente a su hermano… -mientras nosotros vemos una peli.
-Por qué yoo?!- Reclamó el muchachito.
-Ayudarán los tres! -Sentenció Emilia.
-No se vale, tata Emilia… se supone que debes mimarme… -Se quejó Rafa
-Pero si no es nada lo que tienen que hacer. Vamos, que yo los ayudo. -Tomó las manitos de sus nietos, tirándolos un poquito para que caminaran.
La mesa estuvo lista en unos minutos y Ricardo sirvió los platos de la deliciosa pizza que había preparado para agasajar a su madre y que ésta no lo matara por lo de Rafita…
En algún momento de la cena, con cuidado se acercó a su mamá…- Y qué piensas de tu nuevo nieto, mami?…
-Es precioso, hijo, por eso no te voy a perdonar tan fácilmente que lo hayas ocultado por tanto tiempo. Ese mocoso es igual a ti… Fuiste un desconsiderado con tu padre y conmigo. Qué decir del niño! Él te necesitaba, cariño. Eso se nota. Después de comer, tú y yo subiremos a tu alcoba a conversar más abiertamente todo este asunto.
-A “conversar”, mami?!… Mira que hice tu pizza favorita… Anda, maaa, di que me perdonas…
-Vamos, hijo. Después todo estará perdonado.
-Parece no importar que sea un adulto, verdad?!… -Se quejó
-Nop. Tú eres mi niño, tengas la edad que tengas- Emi sonreía burlonamente. Le hacía gracia el puchero de su hijito. No pensaba castigarlo… o tal vez sí? Eso lo averiguaría pronto.

Ricardo comió con un nudo en el estómago… Los chicos se pusieron a ver una película en el living, mientras Helena se tomaba un café con Ricardo abuelo, para dejar a Emilia conversar en privado con su chico.
-Quiero decirte, mamita, que lo siento mucho. Sé que debí haber reconocido a Rafael desde el momento en que supe de él, pero no lo hice por… por proteger a Martín, pero me equivoqué… él lo necesitaba tanto como yo… Podrás perdonarme?
-Aún no entiendo en qué pensabas mi cielo… como se te ocurrió una pelotudes de ese porte... hijo, fueron años… privaste  a un niño de tener un padre… a Martin de tener un hermano… privaste a Rafa de su familia…
Ricardo sollozó bajito, sintiéndose un cobarde. Es que, pensándolo bien, había sido eso. Tuvo muchas veces la oportunidad de corregir su error y darle su apellido a su niño. Su amor no hacía falta, porque desde que conoció a Rafín, él lo había tratado precisamente como lo que era, su hijo.
-Ricardo, quiero una respuesta, caramba!! Qué en que mierda estabas pensando?!- Reclamó, dando un manotazo en el velador, haciendo saltar a su hijo
-No séeee… no sé, mamá. No sé por qué lo hice… Si pudiera volver el tiempo atrás lo haría y trataría de hacer las cosas bien.. snif snifff… pero...pero ya no puedo.
-Niño descabellado, qué ideas más locas… Corazón, tendrás que compensar mucho a mis nieto, bonito de mamá… Mi niño, por más intento entenderlo no lo logro… pero una cosa, jovencito, tendrán que buscar ayuda… Rafita aún no lo supera… ya viste como te gritó… eso es producto de heridas que no han sanado.
-Snif snif… lo sé.. snif… mi bebé sufrió mucho por mi culpa. Pero pondré todo mi esfuerzo para sanar esas heridas. Lo prometo, mamita. -Ricardo se había ido acurrucando a un costadito de su mamá, tratando de hacerse pequeñito a su lado. Emilia pasó su brazo por encima de los hombros de su hijo e hizo que apoyara su cabeza en su hombro. Desde allí escuchaba los hipos y suspiritos entrecortados de su “niño”. -Shhhh, tesoro. Shhhh… eres un gran hombre, mi bebé. Sé que podrás hacerlo. Y nos tienes a nosotros para que te ayudemos. No habrán más secretos, mi rey, ni uno solo, estamos?!

-Ni uno solo… -Dijo, antes de dormirse, tranquilo por primera vez, ya no habían más secretos en la familia.

7 comentarios:

  1. Me encanto que bueno que no hay más secretos, pobrecita Sami que clase de padres.

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  2. Lady....Ariane, ha sido esplendido leerlas en esta entrega tan sorpresiva, hacia mucho que no sabiamos de ambos niños y ahora de pronto un cap genial
    Este capítulo fue muy emotivo, la crudeza del juicio premeditado que a veces hacemos la gente a los que no conocemos por un simple detalle que no es de nuestro agrado, puede obrar tanto daño y eso es lo que pude apreciar con Samy y el concepto que le tiene Helena sin indagar las verdaderad razones o ponerse a pensar en el dolor causado
    O la crudeza con la que la muchacha se defendio del previo ataque yo diria a traicion, mencionando o quizas distorcionando la realidad del origen de la relacion de Helena y su marido.... Fue muy fuerte
    Las felicito, este capitulo ha despertado mucha pena en mi por la situacion que rebela la muchachita...
    Ojala las cosas mejoren para todos y Helena aprenda un poco de esto en cuanto a humildad y no es porque ella haya dicho algo hoy..
    Sino en como afecta el concepto que tiene de Samy para que su hijo se anime a decir lo que dijo creyendose con derecho a lastimar

    Marambra
    Pd... En espera de una nueva aventura

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  3. Los prejuicios sociales y los errados conceptos que se suelen formular a raiz de un detalle que no es del completo de agrado de uno, puede muchas veces ser utilizados para herir con total libertad a las personas, y eso es lo que pude apreciar entre Rafa y Samy...
    Como los despectivos comentarios de la gente pero sobre todo la pobre opinion de Helena han obrado inconscientemente en su hijo un arma muy dolorosa
    Y este detalle tan finamente captado por ustedes han obrado un capitulo emotivo lleno de tristeza y esperanza
    Lady...Ariane las felicito...fue un placer leerlas valio la pena trasnocharme por ustedes
    Con cariño

    Marambra

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  4. Lady...
    Ariane..

    Han captado con verdadero arte... El arte de herir a las personas utilizando el arma mas vieja de todas... Los malos comentarios.
    Me ha causado mucha tristeza la pobre realidad de Samy... Y me dio ganas de darle un tortazo a su novio... Pero gracias a Dios la oportuna intervencion de su padre obro el milagro...
    Chicas...
    Fue un capitulo muy emotivo, violento en el sentido de las crudas realidades
    Las felicito

    Con cariño

    Marambra


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  5. Bueno jjjjjjj
    Si yo de nuevo....como vetan es un detallado comentario primero que perdi en el camino...un segundo mas resumido que volvi a perder y un tercero ya puro estres jjjjj
    Y ahora estan todos jajaja

    Un besote que tengan un lindo dia
    Marambra

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  6. Marambra Sami podra tener sus motivos pero no cambia el hecho de ser quien es, Helena es madre de Rafael es obvio que se preocupe por él y que no le guste en que se convierte cuando esta con la niña, pues pensado tuvo una vida dura no hay que juzgarla sólo entenderla las cárceles estarían vacías y tendríamos que aguantarnos los asaltos homicidios violaciones sólo porque los pobres son víctimas del sistema y tuvieron historial de abandono, somos seres racionales o deberíamos serlo que vivimos en sociedad por lo que debemos comportarnos en consecuencia y además llega un punto que no podemos seguir culpando a nuestros padres de nuestras decisiones o nuestro actuar.

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  7. Marambra Sami podra tener sus motivos pero no cambia el hecho de ser quien es, Helena es madre de Rafael es obvio que se preocupe por él y que no le guste en que se convierte cuando esta con la niña, pues pensado tuvo una vida dura no hay que juzgarla sólo entenderla las cárceles estarían vacías y tendríamos que aguantarnos los asaltos homicidios violaciones sólo porque los pobres son víctimas del sistema y tuvieron historial de abandono, somos seres racionales o deberíamos serlo que vivimos en sociedad por lo que debemos comportarnos en consecuencia y además llega un punto que no podemos seguir culpando a nuestros padres de nuestras decisiones o nuestro actuar.

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