Capítulo 11 300

Capítulo 11

300

Por fin sobre las tablas, creí que no sería posible, la adrenalina fluye dentro de mí, la emoción me recorre por entero, podría vivir de ella. En un momento llegue a creer que mis trecientas actuaciones sobre el escenario, se esfumarían entre mis dedos.

Sé que cualquiera diría que eran por las ovaciones de pie que me ponían la piel de gallina, el sentir una excitación que recorre cada poro de mi piel, que mis fans me tiraran mil y un peluches de cisnes, la mirada de orgullo de mis padres, mi padre quién contenía los gritos y saltos que daba en el estadio por mis hermanos, que a base de miradas de odio había comprendido que en el ballet no se celebraba así, que Brooklyn me dijera con sus labios cosas que solo estaban destinadas a ser oídas por mí, pero no bailaba por nada de eso aunque lo amaba, bailaba por mí, porque era como respirar, porque me siento vivo, porque es lo que soy, el CISNE DE NEW YORK.

Cierro los ojos cuando se cierra el telón, me dejo caer con gracia al escenario para dormir, estoy demasiado agotado para llegar al camarín, esperaré a que papá lo haga por mí.

Comienzo a recordar cuando creí que éste día no llegaría, de verdad lo creí. Aún recuerdo la zurra con el Tawse, por no hacer caso al tutor, no fue nada agradable, bueno, sí lo fue. Brooky vestidita de maestra SEXY con una sonrisa pícara y ojos de enfado, sin mediar una sola palabra me recostó sobre el escritorio y bajó mi ropa.

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“¡GRUUU BROOKLYN! ¡ES MUY FUERTE!”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“debes obedecer al tutor”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“AUUU me duele ya no lo hago más”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“más te vale mocosito” dijo mordiéndome la oreja, para luego besar cada milímetro de mi cuerpo, y el resto está censurado, no quiero escandalizar a vuestras mentes inocentes.

Las próximas semanas me las pasé estudiando y entrenando, casi no asomé la nariz fuera de la sala de ensayo, pero ya se encontraba tan cerca el estreno.

Todo era perfecto, tan prefecto que una semana antes del grande día aprobé tercero medio. A éste paso terminaré cuarto medio antes de cumplir los 19 y eso es mucho decir, ya que yo había desistido a terminarlo.

El día antes del estreno me sacaron de las mechas mis hermanos, todo porque mis sobrinitos querían ir a un parque acuático, y mis papás estaban terminando de afinar todos los detalles y a mí me obligaron a descansar. Y como aún no me dejan solo ni a sol ni sombra, me llevaron obligado a distraerme, y he de confesar que lo disfrute. Jugué con los enanos por horas mientras mis hermanos pololeaban con sus señoras. Al rato llegó Brooke y nos pusimos a jugar como si fuéramos los padres de los chicos, y me gustó. Es increíble cómo ha cambiado mi vida. Hace sólo unos meses creía que estar con alguien era una pérdida de tiempo y hoy, no podría vivir sin ella, si hasta pienso en tener familia. Bueno, aún no porque Brooke está estudiando pero cuando termine, si quiero tener mil cisnecitos revoloteando a mi alrededor. Pensar que en cualquier otro momento habría querido estar ensayando para mañana, pero hoy solo quiero ser un chico normal, con una novia y unos sobrinitos revoltosos.

De vuelta a casa me quedé dormido en el auto, y lo más vergonzoso es que Ron o Tay me llevaron dormido a mi cama, eso no pasaba hace años, pero es que jugué todo el día con sus hijos y me dejaron agotado -mucho más que cuando entreno- Bueno, era diferente y he de confesar que mi corazón se hinchó más que un poquito al estar con mis mocosos y verlos sonreír así. Ahí no era el cisne, no era el adulto que estaba de vuelta al cuidado de sus padres, era sólo yo, Derek, el tío que los adora, y eso me hizo replantear mi vida. La danza es mi vida, pero mi familia también y casi lo pierdo todo por una obsesión que sólo estaba en mi cabeza, así que me propuse pasar al menos dos horas al día con mi familia, y sí, puede parecer poco, pero entre los ensayos y terminar el colegio, para el próximo año ir a la universidad, porque decidí que estudiaría, aún no decido que, tal vez administración para poder invertir mis ingresos cuando me los devuelvan, junto con mi libertad, pero por ahora no quiero ninguno de ellos, aún no me siento preparado para hacerme cargo de mi sin volver a caer en las pastillas para ayudarme con mis inseguridades, creo que nunca lo estaré, nunca estaré demasiado delgado para flotar en el aire como quiero y a la vez ser lo suficientemente fuerte para sostener a una bailarina, Además, los cambios físicos que he tenido desde, bueno, desde que estoy con Brooklyn, el otro día me los explicó, el por qué ya no parezco un “pollito mojado”, como solían llamarme los gemelos, sino que ya tenía cuerpo de hombre, y que tenía que aceptarlo porque no cambiaría ni aunque me matara de hambre, y lo entiendo, pero aún no puedo acostumbrarme, y menos aceptarlo, pero para eso están mis padres, y el Tawse de Brooky para mantenerme a raya, el otro día me sorprendí, buscando el número de mis contactos, no los llamé, no sé si por miedo a la paliza que me darían o que me suspendieran la gira, o por qué sé que no debo hacerlo, pero una cosa es segura, debo aprender a aceptarme aunque me cueste más años que terminar el colegio!! Por mi bien y el de mi familia, más ahora que sé que quiero formar la mía.

Esa noche me dormí pensando en cómo sería mi vida en el futuro, y sí, era el cisne de New York y eso no lo cambiaría nadie, pero también era un padre, marido, hijo, hermano y tío.

Pensando en eso me desperté cuando mi padre me llevó al camerino, y me llenó de besos.

“lo lograste, mi cisne”

“lo logramos, papá” le sonreí, por lo pronto quedan las veinte presentaciones, luego a replantearme mi vida, bueno, no toda, bailar es más importante que respirar.