lunes, 3 de marzo de 2014

Royyyy



"Hola chicas, se que me pierdo, pero espero disfruten esta historia se a escribí especialmente a Konoflameninja, pero me da gusto compartila con ustedes."
London (:

ROYYY

Este día en realidad había sido uno de los peores del verano   para Roy, y para Oliver ni se diga, todo había comenzado desde el momento en que Roy se había negado a ir a la cama y se quería quedar viendo “Toy story” pero eran las nueve y la película acababa a las once, y cuando Oliver intento llevarlo a la cama a fuerza Roy había llorado pataleado, tirado, y roto todo lo que encontró a su camino, así que Oliver con la ingeniosa idea de que Roy se “Calmara” le dejo viéndola, así que la película acabo a las once, el chiquillo de siete años todavía tenía mucha energía, y quería jugar, así que salto y deshizo todo lo que quiso, y los Queen terminaron durmiéndose a la una de la mañana.
 Pero entonces tuvieron que levantarse temprano para ir a la oficina de Oliver. Oliver llevaba a Roy unas horas a la oficina, porque no le podía dejar solo, luego lo llevaba a algún lugar a comer, o jugar para que no la pasara solo de la oficina a la casa, Oliver paso un mes planeando sus horarios para ir pocas horas a la oficina y atender a su hijo como dios manda. El problema es que ese día Roy no se quería levantar, ¡Tenía sueño! Dormir seis horas para un niño,  no era lo suficiente eran por lo menos ocho, y eso hizo que Roy la pasara de malas todo el tiempo, empezando por la hora de levantarse. Oliver se levanto a las seis de la mañana para estar listo cuando despertara a Roy, y no se les hiciera tarde, y o porque lo fueran a regañar sino porque si llegaba tarde, saldrían más tarde.
Oliver intento despertar al niño de forma pacífica, pero estuvo diez minutos sin conseguir nada y le hizo una típica amenaza que hacen todos los padres en la historia de las amenazas de los padres.
-Anda ya, Roy, o te echare agua fría.
-¡No quiero!-Gimoteo Roy, revolviéndose en la cama, sentía sus ojitos pesados.
-Una…-Empezó a contar Olie.-Dos…-De pronto un furioso Roy lleno de rabia y lagrimas en los ojos se levanto.-No que no, vente vamos a que te bañes rápido.-Le dijo de buen humor Oliver. De hecho el no había perdido la paciencia a pesar de Roy.  Pero Oliver noto que Roy tenía los ojos brillosos y en realidad estaba muy enojado.- ¿Qué ocurre Roy?-Roy solo lo miro y comenzó a llorar.-No vamos, no llores no era enserio.-Se preocupo Oliver.
Después de esas primeras lagrimas, Oliver pensó que se había pasado un poco, pero luego cuando salió de bañarse Roy se vistió y se quiso volver a acostar, pero Oliver era un tirano y no lo dejo, a lo que Roy, solo empezó a llorar de nuevo, entonces confundido lo llevo a desayunar a la cocina, pero Roy apenas y probaba lo que le sirvió, pero eso era muy común en Roy, siempre era remilgoso y nunca quería nada.
-Roy, aunque sea comete toda la fruta.-Le insistió Oliver. Roy negó con la cabeza.-Anda Roy no seas remilgoso y come, tienes que comer algo.
-Pero no quiero…-Gimoteo Roy.
-Pues no es de que quieras, come ya-Le ordeno Oliver. Roy lo miro con cara de perrito triste, y los ojos le empezaron a brillar de nuevo. Lloraría de nuevo, genial pensó Oliver.-No sin llorar Roy, tienes que  comer y ya sabes.
¿Ya adivinan que hizo el chiquillo? Si, se puso a llorar, pero con sentimiento no como cuando hacía una rabieta de las suyas, ahora si lloraba, Oliver lo tomo en brazos.
-Ya, Roy, me estas  preocupando, ¿Vas a llorar por todo? ¿Qué tienes?-Roy se enredo en su cuello, y se acomodo en su hombro.
-Tengo sueño.-Se quejo.
Pero que tonto pensó Oliver, eso era, todo se iba a solucionar, podía dormir en la oficina, lo llevo a al carro y le dijo que se podía dormir si quería. Pero Roy no podía el carro se movía mucho y eso a él no le arrullaba como a todos los demás niños, así que siguió de mal humor.
-¿quieres dormirte, Roy?-Le pregunto Oliver una vez que estuvieron en la oficina principal. Roy asintió.
Oliver tomo al pequeño en brazos y lo acostó en el sofá súper cómodo y grande (Por lo menos para un niño de siete años) y le puso una manta que algún día había traído para las épocas del frío.
Pero al final Roy no quiso dormir, se estuvo moviendo levantando haciendo que Olie le fuera a arropar por lo menos diez veces, pero no se durmió, siempre jugaba en la oficina con  juguetes que había llevado anteriormente. Su padre se salía y entraba y él moría de aburrimiento más que otros días así que se le hizo fácil salir a “Explorar” lo que diez minutos después se volvió histeria para su padre que no lo encontraba por ninguna parte, hasta que los guardias lo encontraron en el tercer estacionamiento.
-¡Rooy! Sabes que no debes salirte de la oficina.-Le regaño Oliver cuando fue por él.
-Estaba aburrido.
-Aún así, sabes que no debiste.-Oliver lo tomo por el brazo y le dio una pequeña palmada, pero Roy se soltó a llorar tan fuerte como sus pulmones se lo permitían.
Oliver no estaba tan acostumbrado a que Roy llorara con tanta facilidad, más bien Roy contestaba cosas ingeniosas, pero hoy al parecer no era cualquier día Roy necesitaba dormir, y al parecer estaba realmente sensible.
-Sin llorar, Roy, ni siquiera te di duro.-Le reclamo Oliver llevándolo de la mano. Aunque el pequeño lo ignoro y siguió llorando hasta que su padre lo cargo y le empezó a frotar la espalda.
Oliver comenzaba a preguntarse si no se cansaba de llorar, porque le salían lágrimas por montón, lo dejo en el sofá, pero Roy quería acurrucarse en su padre así que corrió a la silla giratoria y se aventó al regazo de su papá, que gracias a él no podía trabajar.
Oliver se resigno, y dejo el trabajo para mañana, el al igual que Roy no estaba de buen humor, así que tomo a su retoño y fueron a hacer las compras, Oliver quería llevar a comer fuera a Roy y luego que fueran al parque, pero cuando fueron al supermercado por las compras de la semana, Roy se desespero de nuevo, y lloraba hasta porque Oliver le miraba, así que el playboy pensó que sería una mejor idea ir a casa, y pasar un día tranquilo con su hijo. Llegaron a casa, prepara algo sencillo de comer y se fueron a la recamara a ver una película, que Roy no vio por supuesto, en el momento en que su cabeza toco la almohada, él cayo como la bella durmiente.
Oliver se sintió aliviado, porque enserio que Roy necesitaba dormir, el durmió un rato hasta que su hijo lo despertó con tanto animo como siempre, estaba jugando y brincando por todas partes, la siesta le hacía bien, aunque Roy nunca la tomaba, hoy no era cosa de que quisiera o no, simplemente había caído.
Oliver se paso a la sala para adelantar unos trabajos que tenía que terminar mientras Roy jugaba entretenido en la sala. Roy tenía un poco de hambre y quería galletas, sabía que Oliver tenía galletas de las favoritas de Roy y de él en un tarro, pero estaba muy alto.
-Papá.-Llamo a Oliver.
-¿Qué pasa, pequeño?-Le pregunto quitando la vista de la computadora.
-Quiero de nuestras galletas.-Le pidió Roy.
-Claro, pero espera un ratito más, porque casi es hora de la merienda, y si te las doy ahora no querrás comer.
-Papáaa…-Roy azoto un pie.
-Vamos, Roy falta poco.
Roy le puso mala cara a su padre, y se fue, pero el simplemente no pudo aguantar y fue a la cocina, y diez segundos después Oliver escucho un ruido estridente desde la cocina, estuvo ahí más rápido que flash, y vio a su hijo arriba de una silla,  bueno bajando del armario, más pequeño que viendo a su hijo ahí no eran tan pequeño.
-Yo quería galletas…-Dijo excusando Roy.-Y tu las pones muy alto es tu culpa.-Era el mismo Roy de siempre.
-Bájate de ahí-Le ordeno muy enojado Oliver, y le ayudo.-Te dije que te esperaras, Roy.
-Pero es que yo…
-Pero es que tu nada, te di una orden clara, que te esperaras.-Le regaño Oliver.
Roy intento lo que le había salvado de un castigo toda la tarde, quería empezar a llorar, pero solo le salieron unas cuantas lagrimas.
-Hum…-Intento llorar Roy.
-Deja de fingir que lloras, Roy, porque si quieres llorar te daré ganas de verdad.-Oliver tomo a su hijo del brazo y le regalo cinco fuertes y duras palmadas.
-Papa… -Y ahora sí, Roy lloro con ganas.
-Papá nada, Roy, no debiste desobedecerme, ve a la sala, voy a recoger aquí.
Roy salió de ahí enojado con su padre, era tan malo, el solo quería bajar las galletas por sí solo. Cuando su padre salió, Roy empezó a llorar más fuerte.
-Ya cálmate, ¿quieres?-Le pidió Oliver limpiándole la cara con un pañuelo.
-Me dolió.-Se quejo Roy, como nunca lo hacía.
-Pues obedezca, anda vamos a que te ponga el pijama, que ya casi es hora de dormir.-le tomo la mano.
Ya que estaba en pijama, Oliver le dio de merendar cereal con leche a Roy, y aunque Roy le dio un poco de sueño no lo suficiente, porque cuando su padre lo llevo a acostar, dio vueltas en la cama, pero no se durmió, Roy salió de la cama y salió a la sala con su papá.
-Roy, tendrías que estar durmiendo.-Le dijo Oliver.
-Es que me quiero dormir contigo en tu cama.
-Claro, pequeño-Le tomo en brazos y lo llevo de nuevo a la habitación.
No había mucha diferencia entre dormir en su cama o en la de Ollie, estaban en la misma habitación, porque a Roy no le gustaba dormir solo pero tenía que tener su cama propia. Oliver acostó a su hijo en su cama y lo arropo.
-Acuéstate.-Le ordeno Roy.
-Voy a terminar un trabajo, y ya me vengo a acostar contigo.-Oliver le beso la frente.
-NOO, acuéstate, o no me dormiré.-Y este se sentó en la cama. Oliver rodo los ojos y se acostó con su hijo.
Oliver espero a que el pequeño se durmiera para regresar a trabajar, y así fue, pero no contaba que su hijo, se despertara y se fuera a la sala, la tv estaba prendida, y pasaban “Toy Story 2” a Roy se le iluminaron los ojos.
-¿Qué haces aquí?-LE dijo irritado Oliver.
-Te fuiste.-Le acuso Roy con un puchero.
-A la cama, enseguida voy.-Le ordeno.
-No… Me quedo aquí, me duermo en el sofá en lo que tu terminas.-Roy sin esperar respuesta se acostó a mirar la película.
-Pero te acuestas a dormir, no a ver la tele, a dormir si no quieres que la apagué-Roy intento dormirse pero no pudo y siguió viendo la película muy entretenido.-Roy…
Oliver se canso de rogar y mando el trabajo al carajo y tomo a Roy en sus brazos.
-No… Ya casi acaba Oliver.-Lloro Roy enseguida.
-No es cierto, todavía le falta mucho, y ya es hora de dormir, Vamos.-Lo cargo pero Roy no dejo de llorar, ni cuando ya estaban acostados.
Roy se durmió por unos minutos y luego descubrió que no era el único cansado, su papá ya hasta estaba roncando así que se salió sigilosamente de la cama, y fue a la tv, la prendió y por suerte todavía estaba la película. Estaba muy entretenido cuando vio a su padre con el ceño fruncido viéndolo muy enojado, y si Oliver ahora si ya había perdido la paciencia, porque le aguanto todo, y todavía tenía el descaro de estar ahí desobedeciendo.
-¿Qué haces acá?-Le pregunto- Tendrías que estar durmiendo ya, luego te pones de malas.
-Es que yo quiero ver la película papi…-Dijo Roy.
-A la cama.-Le ordeno.
-Pero…
-UNAA…-Desde que se dijo la “U” Roy ya estaba llorando.-DOS…-Roy comenzó a patear en el sillón.
-Pero la quiero ver…-Rogo Roy.
-Bueno voy a ir por el cinturón.-Se dio vuelta Oliver, esa era su vieja amenaza de siempre porque jamás le había pegado a Roy con otra cosa que no fuera su mano.
-NOOO…-Grito Roy, levantándose y corriendo a la habitación. Oliver lo miro muy serio esperando a que se pasara pero el niño lo miraba con las lagrimas en las mejillas, Oliver le hizo una seña de que entrara.-No me pegues.
-Si, si te pego, porque eres un desobediente, y ya me canse.-Y tomo al niño y lo inclino un poquito.

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-¡BUUUAAA! Duele…-Lloro Roy. Oliver solo tomo y lo acostó en su cama (De Roy) y lo arropo.-NOO, en tu cama.
-No, perdiste tu oportunidad, y más te vale que no te bajes de aquí-Enojado se fue a acostar.
-Papá…-Lloró Roy.
-A dormir.-Fue lo único que dijo, luego se sintió mal por su pequeño que no dejaba de llorar.-Roy, ya basta, deja de llorar.
-Es-e—e-e-e-s qu-e-e—Tartamudeo Roy.-Yo quería en tu cama.-Oliver no se puedo resistir al pequeño.
-Bueno hay una condición bueno, dos… La primera te vas a dormir y dejaras de llorar, ¿De acuerdo?-Roy lloró un poco más fuerte.-Dije que dejaras de llorar, cálmate, por favorcito.-Se levanto resignado de su cama y fue por su hijo lo cargo y le beso las mejillas y la frente lo cargo y él le rodeo con sus brazos, y Oliver le empezó a sobar la espalda.
Luego se metieron los dos a la cama, y para paz de Oliver Queen su monstruito se quedo dormido por fin.



4 comentarios:

  1. jajajaja lo he disfrutado como una enana :D

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  2. Me encantó esta historia! Muchas gracias por escribirla c':
    Pones a Roy super lindo y adorable! No me canso de leerla, está mega bonita :3
    Es genial escribir contigo :D
    Eres toda una mente maestra y una autora excepcional, por favor sigue escribiendo!!!

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  3. Te quedó muy lindo :D
    Me encanto leer a este pequeño
    Continúa plis

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