domingo, 30 de marzo de 2014

EL ARQUERO EN GOTHAM



EL ARQUERO EN GOTHAM

Oliver Queen estaba muy ocupado preparando su viaje a Gotham, el tiempo que estuvo en la Isla hizo que no dejara nada al azar y eso significaba tener toda la información posible sobre la ciudad que iba a visitar, lo primero que acordaron fue que Diggle se quedara en Star City como contacto.

Dentro de toda la información que pudo recolectar, grande fue su sorpresa al ver pequeñas noticias en la prensa sobre un desconocido encapuchado que atrapaba a ladrones y traficantes, al principio pensó que era una broma pero al ver repetida las noticias las tomo en serio y no solo eso sino que avivó su curiosidad sobre lo que pasaba en Gotham, claro que Gotham se había convertido en una de las ciudades más extravagantes y peligrosas del país.
Lamentablemente para la curiosidad de Oliver no existían fotografías del defensor de Gotham.
Con todo planeado, Oliver estuvo listo para emprender su viaje, lo de las empresas Queen requería solo su presencia pero involucraba actos sociales y fiestas. Oliver se había acostumbrado a disimular sus estados de ánimo a mostrarse amigable y hasta pasar por superficial o de heredero rico su historia que era innegable ante el resto del mundo le daban un toque de misterio que era un verdadero imán para las mujeres que veían a Oliver no solo como un rico heredero sino como un hombre vulnerable.

Finalmente Oliver estaba en la fiesta que daba las Empresas Queen, un encuentro de la crema y nata de Gotham, pero para Oliver Queen era algo muy aburrido ver pasar a gente de un lado a otro intentando llamar su atención, haciéndolo sentir observado, Oliver no había ido a Gotham para liarse a una chica ni para hacer amigos.
La fiesta se vio un poco convulsionada cuando hizo su llegada un hombre de pelo negro, alto y muy bien vestido a su lado como si fueran adornos, dos chicas preciosas iban una a cada lado tomadas del brazo del joven, al verlos el resto de los invitados se hicieron a un lado, la desfachatez del Hombre le hizo gracia a Oliver, no pudo evitar recordarse de que alguna vez él fue así pero con menos edad, este hombre a pesar de ser joven seguro tenía su edad.
Iba a preguntar quién era, pero el Hombre se acercó primero y se presentó con una sonrisa  de suficiencia en su cara.
- Oliver Queen, Bruce Wayne – dijo el Hombre dándole la mano de manera muy informal.
El tiempo que había pasado en la isla, le sirvieron a Oliver no solo a sobrevivir ante cualquier adversidad, a ser un guerrero difícil de derrotar sino también a saber leer a la gente solo mirando su cara, sus ojos. Podría decirse que Oliver tenía el don de validar a la gente, y en ese momento vio algo en la mirada de Bruce Wayne que le llamo la intención y abrió su imaginación.
Ambos hombres se miraron intensamente, para que finalmente Bruce muy relajado se retirara de la escena.

Por fin Oliver estaba solo en su cuarto de Hotel, pudo salirse de la fiesta y educadamente dejar a más de la mitad de las mujeres de la fiesta desilusionadas, no es que Oliver no le gustaba la compañía femenina pero todo lo que pasó le había dejado cicatrices que no quería mostrar ni quería ver las caras que ellas provocaban. Haciéndolo un hombre muy introvertido, que se podía convertir en el alma de la fiesta para disimular su verdadera identidad.
Lo primero que hizo fue cambiarse y ponerse su traje de arquero, ansiaba patrullar en Gotham y lo segundo fue llamar a Diggle y pedirle que investigue a Bruce Wayne, quería saber todo sobre él.
John Diggle era un trabajador muy competente pero no era un experto en computación y aunque la vida del multimillonario Bruce Wayne parecía muy publica, la verdad es que tenía muchos archivos privados incluyendo la investigación que se llevó a cabo por la muerte de sus padres, frustrado llamó a Felicity Smoak sabía que cuando se lo contara a Oliver no le iba a gustar pero tampoco le iba a gustar no tener la información que pedía.
Oliver usaba la noche y los tejados para pasar desapercibido por una ciudad  grande y llena de gente, se sorprendió ante la violencia que pudo encontrar tan solo recorriendo unas cuantas calles, no era su idea actuar especialmente porque no conocía muy bien el territorio ni tenía el apoyo de Diggle pero simplemente no pudo evitar actuar.
Esa noche evitó un asalto y una violación, hasta que sintió que alguien lo estaba vigilando y si había algo que no le gustaba a Oliver era sentirse la presa, inmediatamente rodeo la calle donde se encontraba salto por unos edificios y desapareció en la noche  a una velocidad que seguramente dejo a su perseguidor sin saber a sonde mirar.
Oliver esperó tarde o temprano el hombre que lo seguía saldría de su escondite y podría verlo, estaba seguro que era el encapuchado del cual hablaba la prensa, finalmente la curiosidad humana le dio la razón delante de él literalmente cayó del cielo un hombre o eso parecía vestido completamente de negro con capa y mascara no se semejaba a nada de lo que había visto nunca.
Ambos se miraron, los que estaban destinados a ser los más grandes super héroes que conociera la humanidad.
- El arquero – dijo el hombre de negro.
- El encapuchado – dijo Oliver, ambos usaban distorsionadores de voz, pero Oliver miró los ojos del hombre a pesar de la oscuridad que reinaba podría jurar que los había visto esa noche.
Fueron momentos de silencio y validación que terminaron abruptamente cuando el hombre encapuchado salió volando de la escena.
Un cansado Oliver Queen se echó a dormir agotado pero extasiado nunca pensó que existieran otros vigilantes y eso avivó su curiosidad, quería saber quién era y cuáles eran sus razones.
Por la mañana recibió el completo informe de Diggle sobre Bruce Wayne. Lo leyó como si fuera la mejor novela policiaca, estaba casi convencido de que Bruce Wayne era el encapuchado que vigilaba Gotham.
Antes de que terminara el desayuno se maravilló de la competencia de Diggle el informe era mejor de lo que pensaba, ese hombre resultó ser su mejor compañero.
El timbre de la puerta sonó sacándolo de sus pensamientos, recibió con curiosidad una notita al abrirla se sorprendió, siempre estaba preparado para cualquier situación pero esta era algo para lo cual Oliver Queen no estaba preparado, Bruce Wayne lo invitaba a su casa.

El día pasó casi en unas horas y ya estaba de pie delante de la gran mansión Wayne, sin poder ocultar su curiosidad al ver al Mayordomo abrirle la puerta y recibir su abrigo, a paso lento se dirigió a la sala de estar.
El Bruce Wayne que vio esa noche era muy diferente al que conoció en la fiesta, más serio y seguro tenía un aire de invulnerabilidad que no había visto desde que llego de la Isla.
Ambos hombres se miraban otra vez, frente a frente podría decirse que cada uno  intentaba leer la mente de su adversario, fue Bruce quien rompió el silencio que vino después del cordial saludo de bienvenida, después de todo fue él quien abrió el juego.
- Te sirves algo – dijo el millonario de Gotham.
- No gracias – dijo el rubio arquero.
Bruce se sirvió una copa y con movimientos gráciles se sentó justo en frente de Oliver.
- Debo decir que me sorprendió que la Srta. Smoak pudiera entrar en mis archivos,  debería ser más cuidadosa si bien no pude evitar su intromisión si se activaron las alarmas que me llevaron directamente a los computadores de las Empresas Queen.

Cualquier persona hubiera demostrado sorpresa por lo que estaba escuchando, pero Oliver no era cualquier persona, se mantuvo inmutable, ningún gesto de no saber muy bien que estaba hablando Bruce Wayne, pero no tuvo que darles muchas vueltas, Diggle había usado a Felicity Smoak otra vez, tendría que hablar  personalmente con esa chica.
- Lamento las molestias que mi equipo pudo causar – dijo Oliver.
- No te preocupes, siempre me ayuda a resguardar mejor mis archivos, pero la pregunta que me hago es quien es Oliver Queen? El hombre que sobrevivió 5 años en Lian Yu o el vigilante que merodea por la ciudad?
- La misma pregunta podría hacérmela yo, quien es Bruce Wayne el millonario que sale con más de una chica todas las noches o el encapuchado de Gotham.
Así los hombres mostraron sus cartas, siendo más abiertos que nunca en sus tortuosas vidas, quizás es porque se reconocieron como iguales.
Oliver sentía curiosidad por el hombre que tenía adelante pero también sabía que no debía ser tan abierto con su vida y fiel a su doctrina de ser ambos hombres de pocas palabras la conversación terminó antes de poder obtener todas las respuestas.
- Cuando estés en Metrópolis podrías pasar por Smallville, te sorprenderías de las cosas extrañas que pasan en lugares tan alejados.
Oliver esta vez no escondió su sorpresa, como es que este hombre sabía tanto – Me comunicaré con mi equipo a ver que pueden averiguar – Dijo Oliver ya parándose y saliendo de la sala.
Ambos hombres caminaban a la salida, cuando al pasar por las escaleras sintieron un gemido, los dos se alertaron al ver un pequeño bulto moverse.
El bultito corrió hacia donde estaba el dueño de casa – Bruceeeee – dijo una vocecita y levantó los bracitos para ser alzado.
El bultito resultó ser un pequeño niño, que llevaba puesto un pijama de color azul oscuro enterito, se veía adorable pero en su rostro había lágrimas y sus ojos estaban rojos, seguro por el llanto.
Bruce acarició la espalda del niño buscando calmarlo – Hey tranquilo, Dicky – el niñito ya seguro en brazos del hombre que empezaba a conocer, se calmó – Tuviste un mal sueño – el chiquito movió la cabeza afirmando.
Oliver miró atónito la escena, se esperaba cualquier cosa de Bruce Wayne menos que cargara a un niño y lo tranquilizara acurrucándolo en sus brazos.
- Esta bien, mi dulce Dicky, estas más tranquilo – Bruce miró con ternura el rostro del pequeñín.
El chiquito estaba tranquilo, pero se acurrucó más pegadito al cuerpo de Bruce – Vamos Dicky sube a la cama, yo subo y te leo un cuento.
El niño se mantuvo firme colgado del cuello de Bruce, haciéndole entender que no se movería del lugar en donde estaba.
Bruce suspiro – Esta bien, si subes te leo un cuento y te llevo un vaso de leche……
- Con galletas de chocolate – gritó el niñito sonriendo por primera vez.
Al mirar la cara de felicidad del niño Bruce reconoció su derrota – Esta bien pero solo una, es mi última oferta.
El niño pensó en la propuesta – Trato – dijo levantando el dedo meñique.
- Trato – dijo Bruce cruzando su meñique con el del pequeño, lo dejó en el suelo y antes de que el niño saliera corriendo – Richard Greyson te presento al Sr. Oliver Queen – El niño quedo sorprendido, no se había percatado de que había alguien ahí – Vamos Dicky saluda – dijo Bruce mientras mantenía al niño sujeto por los hombros.
- Buenas  noches Sr. Queen – dijo una vocecita.
- Buenas noches, Dicky, un gusto conocerte – Oliver nunca había pensado en tener hijos, ni siquiera había cargado algún niño, pero al ver a Bruce y Dicky le dio envidia y se sintió vació.
Bruce dio vuelta a Dicky para ponerlo en dirección a las escaleras y le dio un par de palmaditas en su trasero – Vamos sube es muy tarde para que estés dando vueltas – el niño salió corriendo hacia las escaleras pero antes de subir el primer peldaño escuchó una voz que ya se le hacía familiar – No corras por las escaleras, te puedes caer – el niño se detuvo y a paso lento subió uno por uno los peldaños.

- Tienes un hijo – Oliver no pudo evitar preguntar.
Bruce que ya había recuperado su pose de vigilante – No es mío, solo lo estoy cuidando – al ver la cara de incredulidad de Oliver – El niño es el único testigo de la muerte de sus padres, yo me ofrecí para cuidarlo hasta que atrapen a los asesinos.
Al escuchar hablar a Bruce de esa forma, Oliver no dudo que Bruce Wayne daría la vida para mantener a Dicky a salvo.

Oliver se sentó en la cama a repasar todo lo que había pasado en Gotham, y pensar que él no quería viajar y ahora estaba expectante por ir a Metrópolis y dejar pasar unos días en Smallville.

Fin


9 comentarios:

  1. Me encantó Bruce con Dicky. Lo amé. Lo amé mucho :3

    ResponderBorrar
  2. Ohhh que linda historia Dicky asustadito, que bien tener quién te consuele

    ResponderBorrar
  3. Gloriaaaa me como a ese Dick y a Bruce... ante tanta ternura, normal que Oliver le diera envidia.... maaaasss

    ResponderBorrar
  4. Gloria, Gloria aleluuuuuya, si… si esta fuera una lectura bíblica entonces te diría Aleluya, pero aleluya fue leerte realmente he gozado ha sido una pasada me tuviste en vilo y eso de que ahora se antoja ser padre, huyyy ya me muero de ganas de saber cómo aparecerá su retoñito en su vida

    ResponderBorrar
  5. Excelente capítulo, Gloria!!! =) Espero con tantas ansias por más de estos ingeniosos capis tuyos! Por fis!!!! :D

    ResponderBorrar
  6. Que lindo! Amo a los Robins y me alegro de que aparezcan aquí también :D

    ResponderBorrar
  7. Muy buen capítulo,te felicito de corazón!!

    ResponderBorrar