martes, 2 de febrero de 2016

Un mensaje de un hijo a un padre -El deseo de alguien o enseñanza divinas - parte 2



Un mensaje de un hijo a un padre  -El deseo de alguien    o   enseñanza divinas -  parte 2

Segundo día en aquel lugar
Santiago se acercó a la cama y jalo al pequeño niño, a su pequeño niño. Sacándolo solo con la camisa de dormir de mangas largas que le quedaba nadando y que le tapaba con facilidad la desnudes y frio que hacía.
Tomos: ¿?? Y a hora porque?
Arman: Fátima tiene culpa… ella dijo
Santiago: Fátima que tiene que ver con que tu estés así?
Arman: ella culpa mmmg buu –puso un pucherito muy lindo-
Santiago: Fátima.
Fátima: mandé.
Santiago: ven hija.
Fátima: ya voy.
Fátima: que paso? Aaaaaiiii Arman… mira, aaaiii que lindo estas… eres  más pequeño.
Santiago: tú que tienes que ver?
Fátima: yo!!! Yo nada… pero está lindo.
Arman: no dindo.
Fátima: aaa dilo otra vez
Arman: noo.
Michel: que es lo que pasa?  Porque tanto grito?… aaii cosita linda.
Arman: ota. Yo no dindo… lindo.
Michel/ Fátima: aaaaiii ternurita
Fátima le había quitado el niño a su papá, Arman solo puso un puchero en la boquita  tan lindo y tan tierno, Santiago le pidió una explicación a Fátima o porque Arman decía que ella era  culpable, Fátima solo le contesto que ella  la noche anterior le dijo que desearía que fuera pequeño a ver si así  aprendiera a confiar en los demás y en el mismo.
Santiago: dime que es lo que te pasa hijo ee, que?  no confías en nosotros? Porque si estas así  creo que la respuesta es que no confías… -dijo algo triste-
Arman: no… si confió. 
Fátima: Arman… tienes que hablar,  amo que estés así chiquito pero quiero que estés bien.
Arman: Fati…
Santiago: hijo dime que es lo que pasa, vamos campeo, es  lo mismo de ayer verdad?   Tienes días…  incluso antes de venir   estas así, que paso hijo?  Dime.
Arman: nooo buaaa buaaa, no quiedo…
El pequeño solo se sentó a llorar en la cama tapándose su carita con las largas mangas de la camisa.
Santiago: Fátima tu dime.
Fátima: papá qué caso tiene que yo te diga, él tiene que decírtelo a ti, no yo. Además se lo prometí...  Arman.
Arman: no
Fátima: estás enojado conmigo?
Arman: chií.
Fátima: que chi tan hermoso.
Arman: no, hemoso no.


A Santiago no le quedo de otra que dejar de insistir, su hijo tenía que hablar solito y decir que era lo que estaba pasando. Así que lo único que hicieron fue salir a buscar el desayuno y traerlo a la casa,  así como algo de ropa que le quedara, no había mucho de donde escoger y tampoco es bueno que los ojitos de una mujer viera algo lindo porque ya lo querían ver en el pequeño.
Arman: noo
Santiago: hijo no encontramos otra cosa. (o tal vez si, pero quien tiene la última palabra no es él)
Arman: no quiedo.
Santiago: ya sé que no quiedes.
Arman: papáaa…-dijo ofendido-
Santiago: no lo pude evitar hijo –le dijo con una gran sonrisa-… Pero no hay más,  es esto o te quedas con la camisa que tienes, no te puedes quedas desnudo hace mucho frio y te puedes enfermar pero aquella ropa no le permitía ni caminar por lo grande que era.
Arman: aag yo solo pues.
Michel: pero tu solito no vas a poder…
Arman: si puedo.
Santiago: hijo.
Arman: yoo.
Santiago: está bien  tú solo…
Lo dejaron solito  en lo que se vestía, pero no le perdían la vista sin que él se diera cuenta lo estaban cuidando, al final tuvieron que ayudarle cuando empezó hacer un berrinche.
Arman: aarrr aagg aa  no… no puedo.
Richard: quieres que te ayude? –venia entrando y sentándose en la cama-
Arman: no.
Santiago: hijo te va hacer daño,  tienes rato con eso y no logras ni meter las patitas en el pantalón.
Arman: yo solo aaagggrr.
Santiago: pues tu solo no puedes hijo.
Arman: si puedo
Santiago solo le dio cinco minutos más,  pero esta vez sin irse del cuarto Arman ya estaba enojado, no solo porque no podía ponerse eso,  sino porque eso era  ropa  de bebe,  un pantaloncito con patitas como si fuera de peluche con una colita,  una camisita blanca chiquita justo de su pequeña talla y un  suéter de mangas largas de la misma textura del pantalón,  suave   y calientito,  color café  y un gorrito con orejitas dando el perfecto toque de un osito de peluche…  Enojado como estaba de no poder ponerse eso lo  aventó al piso.
Santiago: ya, te lo pongo yo.
Arman: NOOO
Santiago: sin gritas, que ya está bueno –cargándolo con una mano le bajo el pequeño calzoncito que fue lo único que se pudo poner  y le soltó tres nalgadas a conciencia-
Passs, passs, passs –aiii, auu buaaa aaagg-
Para su versión de 16 años no le hubieran dolido pero ahora pequeño las sintió como si le hubieran dado tres palmadas fuertes, en lo que Arman lloraba su desdicha Santiago le puso la ropa en menos de dos  minutos y lo abrazo mientras Richard lo veía feo.
Santiago: no tienes que renegar  hijo, no puedes hacerlo tú solo,   vas a necesitar ayuda para muchas cosas ahorita que estas así chiquito.
Arman: no quiedo soy gande shh, shhh. –se sobabas sus nalguitas-
Santiago: tú quita esa cara que no le peque tan recio.
Richard siempre que podía defendía a sus hermanos de una paliza,  siempre y cuando para el fueran injustas,  en muchas ocasiones defendía a Tomas u  otras a Arman pero los dos eran necios y  en más de una ocasión no metió  las manos por ellos… era cuando ya tenían  sentencia  y ellos no hacían algo para salvaguardar  sus traseros “ayúdate que yo te ayudare”. Por ello ponía esa cara, para él ver a Arman de ese tamaño era como ver a un bebe…  alguien inofensivo  y lo era  en cierta forma, pero ese pequeño estaba de un genio…
Santiago abrazo a su pequeño y por instinto  le sobo sus pompitas pero Arman rápido le soltó un manotazo.
Arman: noo.
Santiago: está bien.
Arman: yo solo bajo.
Santiago: no,   tu solo no.
Arman solo le dedico una miradita de esas que casi te matan
Santiago: Richard,  hay que desayunar, es muy tarde y todos tendrían que ver comido algo.
Richard: ya voy.
Fátima: Hola Arman… no me vas a decir hola… yo no te he hecho nada, así vas hacer de malo conmigo?
Arman: shfff no…
Fátima: te puedo abrazar:
Arman: mmmgg ya que.
Fátima: aaaii lindo muaakk. Porque te sobas tus pompitas?
Arman: yo no hago eso.
Richard: porque papá se lo sonó.
Fátima: porque??
Santiago: A comer y dejen de pelearme…
Fátima: te  pego?…
Arman: si. –dijo poniendo un puchero muy tierno-
Fátima: te dueles tus pompis.
Arman:  sii
Fátima: aiii lindo, ya, ya, ya –le sobo  sus pompitas-
Arman: noooo –aparto las manos de su hermana-
Fátima: aiii… hoy estas de malas.
.
Todos se sentaron a desayunar, Arman estaba sentado en las piernas de su hermana  ya que no alcanzaba la mesa,  tratando de comer… pero por una extraña  razón su cerebro y su cuerpo no funcionaba como  quería   sino más bien como la de un niñito,  así que se le  cayó  la comida de la cuchara más de una vez.
Santiago: te ayudo?
Arman: no
Richard y Tomas se reían casi discretamente al ver a su hermano intentar tomar la cuchara y comer.
Arman: grrrr aaa no  se deja –lanzo la cuchara- no sirve.
Tomas: la cuchara o tú.
Arman: tonto.
Tomas: burro.
Arman: tonto.
Michel: ya paren los dos.
Santiago: Arman si no puedes, pide ayuda no tienes que aventar las cosas –estando un poco serio le regaño-
Arman: buuu –se le llenaron los ojos de lagrimitas- shuuff
Santiago: ¿?
Fátima: aaii le dio sentimiento, cosita. –Lo abrazo escondiendo su cabeza en su pecho-
Richard: porque llorar Arman?
Arman: yo no lloro shhff. –decia con sentimiento-
Santiago le quito el niño a Fátima y lo abrazo con fuerza sin lastimarlo, le encantaba tener a  su hijo de ese tamaño… a que padre no le gustaría que sus hijos fueran pequeños y aprovechar los momentos en que no pudo estar con ellos, estaba abrazando a un pequeño osito, le tomo el gorrito del traje y se lo puso ya que Arman no  se lo ponía.
Santiago: qué bonito.
Arman: nooo papá.
Santiago: anda déjatelo, para que no se te enfríen las orejitas…
.
Al final Arman se dejó el gorrito y termino de comer con mucho cuidado para mantener la cuchara llena en todo momento. En el trascurso del día y con algunos problemas técnicos Arman termino muy cansado era muy difícil estar de ese tamaña no podía hacer las cosas por sí mismo pero estaba decidido a no pedir ayuda, podía pedir ayuda para algunas cosas pero nunca había sido un chico al que le gustara depender de los demás. Algo usual y normal era que él quisiera  su espacio para estar en el baño cosa que se le dificultaba, también era costumbre que Tomas nunca peleara por disponer del baño, sus hermanos decían que la higiene no era lo de él, tan solo con cambiarse de ropa era más que suficiente para el chico, pero eso era de toda la vida en cambio Arman duraba horas en el baño a Richard le gustaba burlase de él diciéndole cosas como “una hora más y te conviertes en pez”  “tu mano estaba muy ocupada, cierto (sin explicaciones espero que lo comprendan)” “ya pensábamos que teníamos que ir por ti al desagüe” y ese tipo de cosas.
Arman: no, así no.
Santiago: no me vas a cerrar la puerta necesito vigilarte.
Arman: aagggrrr…
Santiago: te puedes ahogar hijo, así que si te quieres bañar tú solo   esa puerta se me queda abierta o te baño yo,   como prefieras.
Arman: nooo...  así me ven.
Richard: aa ni que tu vieras la gran cosa… -le dijo asomándose al baño-
Arman: más que tu shii.
Richard: jaja lo dudo.
Armar: aaarrr
Santiago: como te gusta molestar a tus hermanos.
Richard: es mi tarea. –dijo riendo y saliendo-
Santiago le ayudo a quitar la ropa dejándole  los  calzoncillos,  ya que Arman no dejo que le quitaran nada más,  ni que le ayudaran a entrar a la tina,    ni siquiera quería que su padre estuviera dentro del baño así que Santiago se quedó afuera sin perderle la vista y emparejando la puerta un poco para que no le entrara el frio, Arman se sostuvo y paso una de sus patitas en la bañera pero siendo  alta para él se tallo la entre pierna y cayo dentro de la tina que tenía poca agua que   amortiguando  la caída, Santiago no tardo ni dos segundos en reaccionar,  entro y lo saco del agua.
Santiago: esta bien? –le reviso la frente que estaba un poco colorada y dejándole respirar y escupir el agua-
Arman: si… shhff buuuuuu aagg…
Santiago: ya vez tú solito no puedes.
Arman: si puedo buuaa –estaba enojado-
Santiago: aaaggg –esa necedad… se decía así mismo,  cuando vio que Arman estaba más tranquilo le quito el calzoncillo y le soltó tres  nalgada-
Passss, passs, passs  –buaaaa aauu buaa-
Santiago: ahora si te di un motivo para llorar. –dijo serio porque para él eso ya era más un berrinche que otra cosa-
Santiago ya no se retiró,  se sentó a un lado de la bañera en lo que Arman  se bañaba… se tallaba con la esponja sentadito llevándose la mano a su trasero en algunos momentos para sobarse sus nalguitas,  la bañera no tenía mucha agua,   cuando Arman termino estaba listo para salir,  se giró a su papá aun sentadito viéndolo a los ojos.
Santiago: que paso?
Arman: puedo esta un    datito en el agua? La puedo llena- llenarrr la más?
Santiago no pudo evitar sonreír  ante la petición así que le ayudo a llenar más la tina y a regular el agua para que no estuviera ni muy caliente ni muy fría… era increíble ver que aquello le llenara de alegría estaba como medio nadando en la tina era grande para ese pequeño monito, Santiago recordó que Arman siempre le había pedido una alberca… de chiquito les compro una de esas inflables, cuando fue creciendo el pidió una alberca grande pero Santiago no podía costear eso,  no le iba  mal en el trabajo ganaba bien pero tampoco le era algo indispensable además no tenía donde meter una o construir una,  con el tiempo Arman dejo de pedírselo pero también dejo de hablarle  después  empezó con los problemas entre ellos,  pero no necesaria mente por tener la alberca sino por viejas heridas
Santiago: oye… ya hemos estado aquí mucho tiempo, te vas hacer viejito y arrugado por tanta agua. –veía su reloj,  casi tenían los cincuenta minutos ahí  y él ya se estaba entumiendo de estar sentado en el piso frio-
Arman se vio las manos, y si,  estaba todas arrugadas: cinco minutos, sí.
Santiago: solo cinco minutos, no más.
Pasando los minutos Santiago lo saco  del agua  y le envolvió en una toalla ayudándole a cambiar esta vez sin tantas restricciones.
Santiago: eey y eso?
Arman: cuando me metí a la tina.
Santiago: te duele?
Arman: poquito.
Santiago: ya vez… uno no te dice las cosas porque si,  es para evitar estos accidentes,  si te dejaba solo   así como tú querías,  te me pudiste ahogar o lastimar seriamente.
Arman: perdón.
Santiago: perdonado –le termino de vestir y lo saco del baño poniéndole un suéter de su versión grande para que estuviera bien abrigado-
La casa tenía una  chimenea así que todos se pusieron junto a ella calentándose, comiendo algunas cosas y hablando o jugando.
Tomas: papá tu hijo.
Richard: aiii llorón… hola bebe.
Arman: no soy un bebe… papiii.
Santiago sonrió al escuchar ese “papi” Arman no solía usarlo, pero lo dijo muy natural y el niño ni se había dado cuenta de eso: Richard deja de hacer renegar a tus hermanos que el que va a terminar con el trasero calientito vas hacer tú.
Richard: es que  no aguantan nada.
Media hora después los chicos empezaron a contar leyendas o relatos.
Tomas: que mentiroso eres Richard…
Richard: es cierto, no miento a mi abuelo y a mí se nos apareció… era pequeño y feo así como tú… pero más enano.
Tomas: púdrete idiota.
Arman: no es cieto… mientes.
Richard: oo que no… papá si o no se nos apareció un duendecillo al abuelo y a mí.
Santiago: mmm… su abuelo dijo que era una criaturita rara… pero yo no vi nada así que no puedo asegurar que sea cierto.
Richard: uuu.. para decirle a mi abuelo que le estas diciendo mentiroso.
Santiago: yo no estoy diciendo eso… pero yo no lo he visto.
Tomas: pero si es cierto?
Santiago: pues tu abuelo dice que sí,  también tu tío  dijo haber visto algo así como una pequeña criaturita.
Richard: ya vez,  si era igual de feo que tú.
Tomas: en todo caso será igual que Arman que esta mas enano.
Arman: a que no.
Richard: mmm pues haz de cuenta.. mmm no, estaba más chiquito… pero si igual de feo que ustedes.
Armad: camate guapo.
Santiago: jajajaja
Arman se aventó a Richard haciéndolo caer y acostándose arriba de él según para que con su peso no se pudiera levantar.
Richard: ni pesas…enano y flacuchito.
Arman: no cieto…  peso mucho.
Tomas: neee no pesas estas bien chiquito –lo levanto del piso arrojándolo  al aire- (tendría como 2 años 10 meses)
Santiago: se te puede caer.
Los chicos se pusieron a jugar algo brusco… Fátima estaba en el sillón tomando algo y hablando con su papá y Michel dejando esos juegos para los chicos.
Santiago: con cuidado se van a lastimar… cuidado con su hermano.
Sin seguir las sugerencias continuaron su juego hasta que sin querer y en un mal  movimiento  aventaron a Arman que cayo y se escuchó su cabecita sonar.
Arman: buaaaaa aaa aa waaa aa
Santiago: chicos lo primero que les estoy diciendo.
Richard: perdón. –Se puso blanco-
Tomas: fue sin querer.
Santiago se apresuró y levanto al niño con cuidado,  viéndole su cabecita,  se le había hecho un chichón.
Santiago: Richard eres el mayor   tienes que pensar… ve el tamaña que tiene tu hermano… -se podía oír enojado y a la ves preocupado-
Entre Michel y Fátima se pusieron a tratar de bajar el chichón y a consolar al pequeño en lo que Santiago se encargó de los chicos dejando a Tomas en su cuarto y Richard en el que compartían los chicos.
Tomas: papá fue sin querer shfff
Santiago:   yo sé que fue sin querer… pero les estoy diciendo que no jueguen así y les valió… pasaron de mi… así que ven, no quiero seguir renegando… -tenía  el ciento en la mano-
Tomas: no papá.
Santiago jalo a Tomas y sacándole el pantalón y los calzoncillo de soltó cinco  con esa cosa, no fueron muy fuertes pero si dolían más que una buena palmada.
Zasss, zasss, zassss, zass, zasss– auuu, aaiii, yaa buaaa auuu-
Santiago: cuando les digo algo tienen que obedecer Tomas.
Tomas: no quería hacerle dañoo buuaa.
Santiago: yo sé que no,  pero él está más pequeño tienen que ser cuidadoso… incluso estando normal tienen que tener cuidado porque en  un movimiento  alguien se puede lastimar… shuuu ya anda acuéstate un ratito. –le ayudo a vestir salió y se dirigió  con el mayor-
Richard solo le miro,  no dijo nada  aceptaría su castigo.
Santiago: pantalón y calzoncillo abajo.
Richard se detuvo un momento y bajo solo el pantalón por vergüenza,  Santiago no le dijo nada tampoco era que esperara a que él lo hiciera de buena gana así que él se lo bajo y empezó a dejar caer aquello un poco más fuerte   y soltando seis más.
Zasss, zasss, zassss, zass, zasss, zass, zasss, zasss, zasss, zasss zasss –mmrr  auuu, grr, mm auuu aiii paa… fue sin querer shfff auuuu-
Richard  trato de soportar todas pero Santiago no estaba siendo tan blando y eso le dolió,  se quitó las lágrimas que lo traicionaron.
Santiago: tiene que ser más cuidadoso hijo, tus hermanos son más chicos… hay veces que te llevas muy pesado con ellos… sé que los quieres mucho y no es tu intención lastimarlo pero si tienes que ser más consiente.
Richard: perdón.
Santiago le acaricio el cabello  lo dejo vestir y lo acompaño a la cama para que descansara. Bajo a ver a Arman que ya había dejado de llorar pero aún estaba como con sentimiento sobándose su cabecita.
Santiago: te duele tu cabecita?
Arman: sí.
Paso el rato, ya era tarde así que se fueron  acostar, Santiago y Michel se la pasaron toda la noche en vela tratando de que Arman no se quedara dormido pero dormía entre ratos y despertaba cuando le hablaban. En la mañana el chichón había disminuido,  entre dormido y somnoliento Arman escucho que su papá había castigado a sus hermanos con el cinto… empezando  amanecer y aprovechando que el cansancio había derrotado a Santiago y a Michel,  Armad  fue al cuarto de sus hermanos.
Ere el tercer  día en aquel lugar
Santiago entre adormilado lo vio salir y se paró,  era las 7:28 de la mañana,  lo siguió    quedándose afuera del cuarto y vigilando lo que hacía.
Arman se subió a la cama de Richard que despertó en cuanto siento el  movimiento.
Arman: peldón.
Richard: tu porque te disculpas?
Arman: poque te castigo po- porr  mi culpa –puso un pucherito triste y lo abrazo-
Richard: te duele tu cabeza?
Arman: poquito.
Richard lo abrazo como si fuera una almohada: no pasa nada, no te pongas triste.
Arman le dio un beso en la mejilla y se bajó de la cama para ir con Tomas y hacer lo mismo. Richard solo se sonrió porque ellos no eran de dar esas muestras de cariño,  un abrazo sí,    pero no eran de darse  besos entre ellos,     a sus abuelos, a sus tíos, a su papá o a Michel,  pero Arman tenia arranques  de niño chiquito estando así  aunque él no lo quisiera admitir,  podía ser muy tierno pero se le cruzaran los cables de chico grande e independiente y era cuando decía “yo solo” o   “yo puedo”
Arman: Tomas… me peldonas… -dijo moviéndole-
Tomas: ee te perdono? Porque? Tu tendría que perdonarme a mí.
Arman: yo también estaba jugando… a mí no me castigo papá.
Tomas: que más quieres?  ya tienes un chichón.
Arman puso un puchero  para él no era justo, él también había estado jugando y empujando a sus hermanos se sentía culpable y tenía los ojitos llorosos a él no le gustaba que le castigaran con el cinto y su papá les había castigado con eso a sus hermanos.
Santiago: ven –entro al cuarto y lo tomo y ahí  mismo le desvistió las nalguitas y le dio cinco nalgadas no muy fuertes-
Pass, pas, pass, pass, pass.
Santiago: listo,  ese es tu castigo por estar jugando tan feo cuando su papá les dice que no se lleven así.  –le subió la ropita y lo dejo en el piso-
Arman: buaaa –se metió a la cama de su hermano a llorar y acusar a su papá-
Tomas: que malo eres… verdad que es malo.
Arman: sii… me vieron mis nalgas.. –tenia lagrimitas en los ojos-
Santiago: jajajaja
Arma: mmmg
Santiago: lo que te preocupa… a ti solo te di cinco nalgadas y a tus hermanos les di con el cinto y con el calzón abajo.
Richard/Tomas: PAPÁAAAA
Arman: pero yo  no los vi.
Santiago: no te pierdes de mucho los dos tienes nalgas muy feas.
Richard: ggrrrr papáa ya vete.
Santiago: te quedas con tus hermanos?
Arman: sí.
Santiago: Richard  cuídalo… ya paso lo más pesado parece que está bien pero cualquier como y me llamas.
Richard: si,  yo lo cuido.
Los tres se quedaron dormidos Richard paso a Arman a su cama para estarlo vigilando.
Tomas: tengo hambre… que no piensan pararse para desayunar?
Richard: mm no, tengo sueño y mi almohada está muy cómoda.
Arman: estas pesado… que goldo.
Richard: jajajaja goldo… no toy goldo… ni gordo.
Arman: no te bules de mi… no puedo ponuncia bien las edd eerr
Richard: es que eres un bebe.
Arman: a que noo. … Richad  no me carr-gues  no soy  bebe.
Tomas: tenemos que bajar la escalera y te puedes ir de cuernos y ahí nos da otra paliza.
Arman: peo soy gande – grrrande
Richard: que nooo.
Arman: mmgg


6 comentarios:

  1. Awwww... Cosita!! Me lo como, orejitas, patitas y todo! Precioso, precioso, y preciosísimo el capítulo!!! Me encanta muchísimo ésta historia y ya me encantaría estar leyendo más!!! Qué lindo Arman!!

    Adoro éste fic!!!

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  2. Ups! Yo otra vez, jeje...insistiendo que por fis, por fis actualices pronto, síiii?!!!!

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  3. Que tierno jaja pobre yo que el no vuelvo más a ese lugar jajaja me encanta

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  4. Me encanto morí de ternura espero la continuación.

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  5. Me uno al club de "actualiza pronto por fis" , me encantan tus historias, me gusta mucho esta familia... !!!

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  6. Mary....

    tuve que leer de nuevo la primera parte para orientarme, es que hace tanto que la dejaste pero bueno, aquí esta y esta hermoso, no se como lo haras, pero no quiero que se padre se enoje por sus calificaciones, sino de verdad me entro en tu cuento y le ato la pata a la pata de la cama para que no salga nunca mas jejejejje

    Un abrazo Mary

    Marambr

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