-Zass... zass... zass!!
-Buaaaaaaa... yaaaaa, yaaaa, papitoooo!!! Yaaaa!!- Suplicaba
a todo pulmón Benicio, mientras su padre seguía estrellando su mano grande y
dura contra sus inocentes posaderas.
-Zass... zass... zass!!
-No esperes a que se te repitan las cosas hasta el cansancio,
hijo.
-Zass... zass... zass!!!
-Buaaaaaaaaaaaaa.... b-baass- bastaaaaaa!!!! Ya no, ya no, ya
noooo!!! Papiiiii, bastaaa!! La cuidaré mej-mejooor, papitoo, l-l-lo pro-
lo prom-metooo!! Pero yaaa...- Sollozaba con
desesperación el niño, intentando convencer a su padre de que se detuviera
antes de acabar con sus asentaderas.
Eduardo se detuvo unos instantes a contemplar su trabajo. Las
nalguitas de su bebé lucían una tonalidad roja como la de un tomate. Había sido
duro con Benicio, y eso le partía el corazón, pero su niño seguía ignorando la
presencia de su bebita en su vida y eso su padre no lo podía dejar pasar.
Lentamente, Edú subió los pantalones del chico, y lo ayudó a
darse la vuelta para quedar acunadito entre sus brazos.
-Tu pequeña no puede esperar a tus ganas para que la atiendas!!!
Te pedí varias veces que le cambiaras el pañal, hijo, y no lo hiciste!! Ni tu
mami ni la niñera están en casa, así que tu hija depende sólo de ti!!-
Regañó papá, mientras continuaba las caricias a la cabecita del
adolescente- Tú eres un chico inteligente y sé que amas a tu niña,
pero te pido que seas más consciente, tesoro!! Le puede dar dermatitis o alguna
otra cosa!!
En ese momento, Ben enroscó sus brazos, abrazándose al cuello de
su padre, sollozando amargamente. -L-lo sientoooo, snif snif, yo- yo voy
a- a cuidar m-mejor a Jaz-jazmínnn, snif snif!! Papi, yo l-la quiero pe-pero
snif snif m-me da mied-do las-lastimarlaaa!!! snifffff!!!
-Shhhh, shhshshhhhhh!!! Tanquilo, cariño... Sé que tienes miedo
y es normal…l!!
-Es que… soy una mierda de padre...
Zassss...!- Resonó una fuerte palmada que arrancó
un alarido a Benicio.
-No te quiero escuchar hablar así de ti mismo, me
entendiste?!!! Eres un buen padre, aunque te falta mucho por aprender!!! - Ben
escondió la carita en el pecho de su papi- Bebé, ser papá es
una experiencia maravillosa de la que vas aprendiendo día a día... pero
requiere compromiso, mi niño, y dedicación!! Lo entiendes?!!
Benicio asintió tímidamente, sin levantar la vista. Se sentía
avergonzado e inseguro. Pero su papá puso la mano bajo el mentón para obligarlo
a levantar la carita y, mirándolo a los ojos, le dijo-: Confío en
ti, mi vida!! Y sé que lo harás bien!!
-Si, papito, lo prometo! Pero... no me dejes fallarle, papito,
por favor!!- Murmuró el niño, acurrucándose más en el abrazo de su
papito.
-Shhh, yaaaa, ya
está bien, hijito, siempre me tendrás a tu lado, cariño. Siempre estaremos para
ustedes!!- Afirmó, besando los castaños cabellos de su muñequito.
Que lindo!!! Felicidades Ariane me ha gustado!!!! pero pobre Beni, aunque esa paliza le viene bien para que aprenda a ser un padre más responsable. Saludos de tu amiga Nicole.
ResponderBorrarQue lindo!!! Felicidades Ariane me ha gustado!!!! pero pobre Beni, aunque esa paliza le viene bien para que aprenda a ser un padre más responsable. Saludos de tu amiga Nicole.
ResponderBorrarpobre Beni pero tiene que aprender a ser más responsable es su hija debe atenderla como es debido , pero ya aprendera su padre le va a ayudar y apoyar en eso, me encanta está historia gran trabajo Ariane espero que pronto escribas más de este chico. Andrea
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