-
Papi, Papi Papi - saltó a los brazos de Bruce Wayne que tuvo que dejar todo lo
que llevaba para atrapar a su torbellino de 3 años.
Alfred
recogió el abrigo y el portafolio que Bruce dejo en el piso – Cuantas fueron
esta vez – dijo Bruce.
- El Señorito Damien se comió casi dos docenas
esta vez – Alfred miró al pequeño que trataba de escalar hasta los hombros de
su padre.
Bruce
dejo a su hijo en el piso y el niño comenzó a dar vueltas en círculos haciendo
como que volaba, el subidón de azúcar en un cuerpecito tan pequeño podía ser
peligroso así que Bruce se quedo vigilando a su niño hasta que literalmente
había agotado sus energías extras proporcionadas por las galletas de chocolate
que el pequeño había robado.
Cuando tuvo algo de calma Bruce tomo en brazos a su pequeñito, al mirarlo de
frente su carita era pura risa y toda inocencia, Bruce Wayne se cuestionó lo
que iba a hacer el pequeño era solo un bebé pero ya le había advertido que no
debía comer galletas de Chocolate sin permiso y con el corazón encogido puso al
menor de sus hijos sobre su regazo bajo sus pantaloncitos y le dio 6
palmaditas.
No fueron palmadas fuertes para el griterío que Damien
armo, al escuchar llorar de tal manera a su bebé Bruce se sintió el peor padre
de Ciudad Gótica.
Acunó a su bebé hasta que este se durmió.
Por la noche el agudo oído de Bruce sintió unos
pasitos recorrer el pasillo y abrir la puerta de su habitación, en la oscuridad
vio una pequeña sombrita.
- Papi me duele – dijo una voz quejumbrosa
Bruce se sentó en la cama para ver a su niñito vestido
en su pijama enterito, con su oso en una mano su pelo negro revuelto y un
pucherito en su angelical rostro.
- Ven acá – dijo Bruce y le hizo un lado a su bebé
quien no espero más invitación para acurrucarse en el lugar más seguro de la
tierra al lado de papá.
- Donde te duele pajarito – el niñito se sobó su
pancita – Aquí – dijo en un susurro
Bruce miró en su velador donde tenía las gotitas para
el dolor de estomago ya sabía que las iba a necesitar esa noche.
Ohhh, mi Damien querido!! qué ternura de bebé!! jeje!! uhmm.. y qué glotoncito resultó ser, dos docenas de galletas?!! qué delicia!! jaja!!
ResponderBorrarGloria eres super talentosa, cómo alegran el día tus historias!! Sigue deleitándonos con más!!
Camila
Pobrecito Damian, pero que hermisísima te quedó :'3
ResponderBorrarDamian es mi segundo Robin favorito...Jason es el primero <3 y me encanta el pequeño ninja! Lo amo, lo amo, lo amo!!!!
Escribe más porfa :D