Japer estaba pensativo, debía decidir
si volvería al lugar que desde hacía unos meses llamaba hogar, estaba indeciso,
porque Carlisle lo había golpeado, bueno no como María solía hacerlo, sino más
bien como su padre lo hacía… no era que le pegaran mucho, por el contrario
podía contarlos con los dedos de la mano,
los azotes que se llevo, y la mayoría por jugar con amar de fuego y esta
vez no fue la excepción y si no fue buena idea sacar un arma de un museo donde
no sabes en qué condiciones esta, pero Carlisle tampoco debió tomarlo de una
oreja y llevarlo a la sala de caballeros, fue horrible, muy vergonzoso no le
pego muy fuerte porque estaban en un lugar público, fueron solo un par de
azotes a poto pelado que si se escucharon hasta fuera y una solida advertencia
que tendría la versión completa en casa, asique con una mescla de dolor y
vergüenza en cuanto su padre lo libero se escapo a los cerros, y ahora debía
decidir si iba a casa o si iniciaba una vida de nómade, no necesito tomar una
decisión aun que muy a su pesar sabia la respuesta, su padre se sentó a su lado
y le apretó amorosamente su hombro.
“vamos a casa hijo”
“no me pegues papá” no fue una orden
fue una súplica y sin darse cuenta era la primera vez que le decía papá.
“no tomaras más armas”
“nunca más prometió como un nene”
“entonces lo dejaremos por esta vez
solo con una advertencia” le sonrió.
aww que tierno el final!
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