Estaba dormitando en el jardín aprovechando los últimos días
de buen tiempo cuando unos gritos y unos golpes me despertaron de golpe. Venían
de la casa de al lado. Justo hacía medio año que se había mudado una familia a
la casa de los Carrasco. Nuestros vecinos
de toda la vida, pero que por la crisis se tuvieron que mudar a una casa más
pequeña. Aquellos gritos provenían del
padre y de uno de los chicos que
discutían a grito pelado. Bueno, hacían
algo más que discutir. Aquellos ruidos, eran los de un padre dando una somanta
de palos a un hijo. Se escuchaban perfectamente los Plass y los “ays” y “aus” como si estuvieran a dos
milímetros de mí.
Por lo visto mi vecinito decidió asar a la barbacoa las
barbies de su hermana. Y la innovación culinaria no sentó nada bien a mi
vecino. Ya había sentido alguna que otra bronca de mi vecino a sus hijos.
¿Quién demonios le manda tener 4 hijos? Como dice mi marido, hay una cosa llamada Planificación familiar.
Pero nunca antes había oído una zurra en directo.
El niño primero insultaba y rabiaba y se mostraba gallito,
estaba orgulloso de lo que había hecho, reclamaba que la “boba” de su hermanan
se lo merecía. Rencillas entre hermanos, todos hemos tenido, no hay que dar más
explicaciones. Después pasó al momento de súplica y lastima. Intentando que su
padre se apiadara de su pobre trasero. Y finalmente vinieron las disculpas y
las promesas de ser bueno hasta el fin de los días.
Por su parte mi vecino, es multitask, porque mientras atizaba
a su hijo le iba recordando lo peligroso que es “jugar” con la barbacoa. Lo
cruel que había sido quemando las muñecas de su hermana. Y lo disgustado y
decepcionado que estaba con él por hacer tremenda diablura.
El espectáculo acabó al cabo de unos minutos con un “a tu
cuarto y no me salgas que te la ganas”. Después de aquello, los siguientes días
cuando me encontraba a mis vecinos en la calle me sentía muy incómoda., no fue
hasta al cabo de tres semanas que volví a escuchar otra bronca descomunal entre
la madre y uno de los chicos. Por lo visto mis nuevos vecinos son seguidores de
la mano dura. Mi marido y yo estamos por regalarles un video de la supernanny y
que aprendan a arreglar sus problemas sin el uso de la fuerza y sobre todo sin tanto griterío.
Jejeje, muy buena idea esa de regalarles el video de la Supernanny, jajaaj!! A ver si con eso aprenden a tenerles un poco de paciencia a sus hijos!!
ResponderBorrarTe quedó genial, Little!!! :D
Cami
ejejej qeu no aprendan de Supernanny que nos quedamos sin historias
ResponderBorrarjajajaja :)
ResponderBorrarme encanto esta historia si que lez regalen un video de supernanny aunque lady tiene razón ya no habria historias
att.miranda