EL ARQUERO EN GOTHAM
Oliver Queen estaba muy
ocupado preparando su viaje a Gotham, el tiempo que estuvo en la Isla hizo que
no dejara nada al azar y eso significaba tener toda la información posible
sobre la ciudad que iba a visitar, lo primero que acordaron fue que Diggle se
quedara en Star City como contacto.
Dentro de toda la información
que pudo recolectar, grande fue su sorpresa al ver pequeñas noticias en la
prensa sobre un desconocido encapuchado que atrapaba a ladrones y traficantes,
al principio pensó que era una broma pero al ver repetida las noticias las tomo
en serio y no solo eso sino que avivó su curiosidad sobre lo que pasaba en
Gotham, claro que Gotham se había convertido en una de las ciudades más
extravagantes y peligrosas del país.
Lamentablemente para la
curiosidad de Oliver no existían fotografías del defensor de Gotham.
Con todo planeado, Oliver
estuvo listo para emprender su viaje, lo de las empresas Queen requería solo su
presencia pero involucraba actos sociales y fiestas. Oliver se había
acostumbrado a disimular sus estados de ánimo a mostrarse amigable y hasta pasar
por superficial o de heredero rico su historia que era innegable ante el resto
del mundo le daban un toque de misterio que era un verdadero imán para las
mujeres que veían a Oliver no solo como un rico heredero sino como un hombre
vulnerable.
Finalmente Oliver estaba
en la fiesta que daba las Empresas Queen, un encuentro de la crema y nata de
Gotham, pero para Oliver Queen era algo muy aburrido ver pasar a gente de un
lado a otro intentando llamar su atención, haciéndolo sentir observado, Oliver
no había ido a Gotham para liarse a una chica ni para hacer amigos.
La fiesta se vio un poco
convulsionada cuando hizo su llegada un hombre de pelo negro, alto y muy bien
vestido a su lado como si fueran adornos, dos chicas preciosas iban una a cada
lado tomadas del brazo del joven, al verlos el resto de los invitados se
hicieron a un lado, la desfachatez del Hombre le hizo gracia a Oliver, no pudo
evitar recordarse de que alguna vez él fue así pero con menos edad, este hombre
a pesar de ser joven seguro tenía su edad.
Iba a preguntar quién era,
pero el Hombre se acercó primero y se presentó con una sonrisa de suficiencia en su cara.
- Oliver Queen, Bruce
Wayne – dijo el Hombre dándole la mano de manera muy informal.
El tiempo que había pasado
en la isla, le sirvieron a Oliver no solo a sobrevivir ante cualquier
adversidad, a ser un guerrero difícil de derrotar sino también a saber leer a
la gente solo mirando su cara, sus ojos. Podría decirse que Oliver tenía el don
de validar a la gente, y en ese momento vio algo en la mirada de Bruce Wayne
que le llamo la intención y abrió su imaginación.
Ambos hombres se miraron
intensamente, para que finalmente Bruce muy relajado se retirara de la escena.
Por fin Oliver estaba solo
en su cuarto de Hotel, pudo salirse de la fiesta y educadamente dejar a más de
la mitad de las mujeres de la fiesta desilusionadas, no es que Oliver no le
gustaba la compañía femenina pero todo lo que pasó le había dejado cicatrices
que no quería mostrar ni quería ver las caras que ellas provocaban. Haciéndolo
un hombre muy introvertido, que se podía convertir en el alma de la fiesta para
disimular su verdadera identidad.
Lo primero que hizo fue
cambiarse y ponerse su traje de arquero, ansiaba patrullar en Gotham y lo
segundo fue llamar a Diggle y pedirle que investigue a Bruce Wayne, quería
saber todo sobre él.
John Diggle era un
trabajador muy competente pero no era un experto en computación y aunque la
vida del multimillonario Bruce Wayne parecía muy publica, la verdad es que
tenía muchos archivos privados incluyendo la investigación que se llevó a cabo
por la muerte de sus padres, frustrado llamó a Felicity Smoak sabía que cuando
se lo contara a Oliver no le iba a gustar pero tampoco le iba a gustar no tener
la información que pedía.
Oliver usaba la noche y
los tejados para pasar desapercibido por una ciudad grande y llena de gente, se sorprendió ante la
violencia que pudo encontrar tan solo recorriendo unas cuantas calles, no era
su idea actuar especialmente porque no conocía muy bien el territorio ni tenía
el apoyo de Diggle pero simplemente no pudo evitar actuar.
Esa noche evitó un asalto
y una violación, hasta que sintió que alguien lo estaba vigilando y si había
algo que no le gustaba a Oliver era sentirse la presa, inmediatamente rodeo la
calle donde se encontraba salto por unos edificios y desapareció en la
noche a una velocidad que seguramente
dejo a su perseguidor sin saber a sonde mirar.
Oliver esperó tarde o
temprano el hombre que lo seguía saldría de su escondite y podría verlo, estaba
seguro que era el encapuchado del cual hablaba la prensa, finalmente la
curiosidad humana le dio la razón delante de él literalmente cayó del cielo un
hombre o eso parecía vestido completamente de negro con capa y mascara no se semejaba
a nada de lo que había visto nunca.
Ambos se miraron, los que
estaban destinados a ser los más grandes super héroes que conociera la
humanidad.
- El arquero – dijo el
hombre de negro.
- El encapuchado – dijo
Oliver, ambos usaban distorsionadores de voz, pero Oliver miró los ojos del
hombre a pesar de la oscuridad que reinaba podría jurar que los había visto esa
noche.
Fueron momentos de
silencio y validación que terminaron abruptamente cuando el hombre encapuchado
salió volando de la escena.
Un cansado Oliver Queen se
echó a dormir agotado pero extasiado nunca pensó que existieran otros
vigilantes y eso avivó su curiosidad, quería saber quién era y cuáles eran sus
razones.
Por la mañana recibió el
completo informe de Diggle sobre Bruce Wayne. Lo leyó como si fuera la mejor
novela policiaca, estaba casi convencido de que Bruce Wayne era el encapuchado
que vigilaba Gotham.
Antes de que terminara el
desayuno se maravilló de la competencia de Diggle el informe era mejor de lo
que pensaba, ese hombre resultó ser su mejor compañero.
El timbre de la puerta
sonó sacándolo de sus pensamientos, recibió con curiosidad una notita al
abrirla se sorprendió, siempre estaba preparado para cualquier situación pero
esta era algo para lo cual Oliver Queen no estaba preparado, Bruce Wayne lo
invitaba a su casa.
El día pasó casi en unas
horas y ya estaba de pie delante de la gran mansión Wayne, sin poder ocultar su
curiosidad al ver al Mayordomo abrirle la puerta y recibir su abrigo, a paso
lento se dirigió a la sala de estar.
El Bruce Wayne que vio esa
noche era muy diferente al que conoció en la fiesta, más serio y seguro tenía
un aire de invulnerabilidad que no había visto desde que llego de la Isla.
Ambos hombres se miraban
otra vez, frente a frente podría decirse que cada uno intentaba leer la mente de su adversario, fue
Bruce quien rompió el silencio que vino después del cordial saludo de
bienvenida, después de todo fue él quien abrió el juego.
- Te sirves algo – dijo el
millonario de Gotham.
- No gracias – dijo el
rubio arquero.
Bruce se sirvió una copa y
con movimientos gráciles se sentó justo en frente de Oliver.
- Debo decir que me
sorprendió que la Srta. Smoak pudiera entrar en mis archivos, debería ser más cuidadosa si bien no pude
evitar su intromisión si se activaron las alarmas que me llevaron directamente
a los computadores de las Empresas Queen.
Cualquier persona hubiera
demostrado sorpresa por lo que estaba escuchando, pero Oliver no era cualquier
persona, se mantuvo inmutable, ningún gesto de no saber muy bien que estaba
hablando Bruce Wayne, pero no tuvo que darles muchas vueltas, Diggle había
usado a Felicity Smoak otra vez, tendría que hablar personalmente con esa chica.
- Lamento las molestias que
mi equipo pudo causar – dijo Oliver.
- No te preocupes, siempre
me ayuda a resguardar mejor mis archivos, pero la pregunta que me hago es quien
es Oliver Queen? El hombre que sobrevivió 5 años en Lian Yu o el vigilante que
merodea por la ciudad?
- La misma pregunta podría
hacérmela yo, quien es Bruce Wayne el millonario que sale con más de una chica
todas las noches o el encapuchado de Gotham.
Así los hombres mostraron
sus cartas, siendo más abiertos que nunca en sus tortuosas vidas, quizás es
porque se reconocieron como iguales.
Oliver sentía curiosidad
por el hombre que tenía adelante pero también sabía que no debía ser tan
abierto con su vida y fiel a su doctrina de ser ambos hombres de pocas palabras
la conversación terminó antes de poder obtener todas las respuestas.
- Cuando estés en
Metrópolis podrías pasar por Smallville, te sorprenderías de las cosas extrañas
que pasan en lugares tan alejados.
Oliver esta vez no
escondió su sorpresa, como es que este hombre sabía tanto – Me comunicaré con
mi equipo a ver que pueden averiguar – Dijo Oliver ya parándose y saliendo de
la sala.
Ambos hombres caminaban a
la salida, cuando al pasar por las escaleras sintieron un gemido, los dos se
alertaron al ver un pequeño bulto moverse.
El bultito corrió hacia donde
estaba el dueño de casa – Bruceeeee – dijo una vocecita y levantó los bracitos
para ser alzado.
El bultito resultó ser un
pequeño niño, que llevaba puesto un pijama de color azul oscuro enterito, se
veía adorable pero en su rostro había lágrimas y sus ojos estaban rojos, seguro
por el llanto.
Bruce acarició la espalda
del niño buscando calmarlo – Hey tranquilo, Dicky – el niñito ya seguro en
brazos del hombre que empezaba a conocer, se calmó – Tuviste un mal sueño – el
chiquito movió la cabeza afirmando.
Oliver miró atónito la
escena, se esperaba cualquier cosa de Bruce Wayne menos que cargara a un niño y
lo tranquilizara acurrucándolo en sus brazos.
- Esta bien, mi dulce
Dicky, estas más tranquilo – Bruce miró con ternura el rostro del pequeñín.
El chiquito estaba
tranquilo, pero se acurrucó más pegadito al cuerpo de Bruce – Vamos Dicky sube
a la cama, yo subo y te leo un cuento.
El niño se mantuvo firme
colgado del cuello de Bruce, haciéndole entender que no se movería del lugar en
donde estaba.
Bruce suspiro – Esta bien,
si subes te leo un cuento y te llevo un vaso de leche……
- Con galletas de
chocolate – gritó el niñito sonriendo por primera vez.
Al mirar la cara de
felicidad del niño Bruce reconoció su derrota – Esta bien pero solo una, es mi
última oferta.
El niño pensó en la
propuesta – Trato – dijo levantando el dedo meñique.
- Trato – dijo Bruce
cruzando su meñique con el del pequeño, lo dejó en el suelo y antes de que el
niño saliera corriendo – Richard Greyson te presento al Sr. Oliver Queen – El
niño quedo sorprendido, no se había percatado de que había alguien ahí – Vamos
Dicky saluda – dijo Bruce mientras mantenía al niño sujeto por los hombros.
- Buenas noches Sr. Queen – dijo una vocecita.
- Buenas noches, Dicky, un
gusto conocerte – Oliver nunca había pensado en tener hijos, ni siquiera había
cargado algún niño, pero al ver a Bruce y Dicky le dio envidia y se sintió
vació.
Bruce dio vuelta a Dicky
para ponerlo en dirección a las escaleras y le dio un par de palmaditas en su
trasero – Vamos sube es muy tarde para que estés dando vueltas – el niño salió
corriendo hacia las escaleras pero antes de subir el primer peldaño escuchó una
voz que ya se le hacía familiar – No corras por las escaleras, te puedes caer –
el niño se detuvo y a paso lento subió uno por uno los peldaños.
- Tienes un hijo – Oliver
no pudo evitar preguntar.
Bruce que ya había
recuperado su pose de vigilante – No es mío, solo lo estoy cuidando – al ver la
cara de incredulidad de Oliver – El niño es el único testigo de la muerte de
sus padres, yo me ofrecí para cuidarlo hasta que atrapen a los asesinos.
Al escuchar hablar a Bruce
de esa forma, Oliver no dudo que Bruce Wayne daría la vida para mantener a
Dicky a salvo.
Oliver se sentó en la cama
a repasar todo lo que había pasado en Gotham, y pensar que él no quería viajar
y ahora estaba expectante por ir a Metrópolis y dejar pasar unos días en
Smallville.
Fin
Me encantó Bruce con Dicky. Lo amé. Lo amé mucho :3
ResponderBorrarOhhh que linda historia Dicky asustadito, que bien tener quién te consuele
ResponderBorrarLa faceta tierna de Bruce me encanta
ResponderBorrarGloriaaaa me como a ese Dick y a Bruce... ante tanta ternura, normal que Oliver le diera envidia.... maaaasss
ResponderBorrarGloria, Gloria aleluuuuuya, si… si esta fuera una lectura bíblica entonces te diría Aleluya, pero aleluya fue leerte realmente he gozado ha sido una pasada me tuviste en vilo y eso de que ahora se antoja ser padre, huyyy ya me muero de ganas de saber cómo aparecerá su retoñito en su vida
ResponderBorrarExcelente capítulo, Gloria!!! =) Espero con tantas ansias por más de estos ingeniosos capis tuyos! Por fis!!!! :D
ResponderBorrarQue lindo! Amo a los Robins y me alegro de que aparezcan aquí también :D
ResponderBorrarMuy buen capítulo,te felicito de corazón!!
ResponderBorrarGloria MASSSSSssssss jjajaja
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