domingo, 9 de marzo de 2014

Escapada al lago



-         Quítate de mi vista, que no respondo, cuando venga tu padre, ya te las apañarás con él (sentenció Eske nada más cruzar la puerta de casa y Jan corrió hacia su cuarto no tenía ganas de cabrear aún más a su madre).

Estoy muerto, dijo Jan dejando la mochila en el suelo y tirándose sobre su cama, Bjorn que estaba jugando con el teléfono lo miró y dio un bufido. Desde que Jan llegara a la adolescencia, la frase de “estoy muerto” era una cantinela que se repetía sin cesar. Todo era una mierda y todo el mundo estaba en contra del “bueno” de Jan. Así que Bjorn ni se molestó en preguntar simplemente volvió a la partida.

Aquello era el pan de cada día en casa de los Terjen. Cuatro chicos de entre 8 y 13 años en un pequeño apartamento de 60 metros cuadrados. Los dos mayores Jan y Bjorn compartían habitación, porque al llegar los gemelos no les quedó más remedio, un pequeño apartamento con tan solo 3 habitaciones, era lo que había pero aunque fueran hermanos, no podían ser más distintos.

Jan y los gemelos (Arne y Ragnor) eran unos chicos incapaces de estar más de 3 minutos quietos, les encantaba formar jaleo y todo tipo de actividad física. Eran como pequeños desastres naturales en estado puro. En cambio Bjorn, comparado con sus hermanos, se podría decir que era tranquilo, que no significa lo fuese, solo que comparado con aquellos tres alborotadores natos, Bjorn parecía un corderito.

Pasado un rato Bjorn escuchó a Jan sorberse los mocos, Jan estaba llorando. Bjorn se lo quedó mirando sin saber qué hacer. Por supuesto que había visto llorar antes a su hermano, pero siempre había sido por dolor físico, después de caerse, o de recibir una patada o un puñetazo o… una zurra. Jan era el mayor de los hermanos y ejercía como tal, mandón, seguro de si mismo, brabucón, desconfiado y dominante. Finalmente Bjorn, dejó el teléfono y se sentó en la cama junto a su hermano.

-         ¿Qué te pasa? (dijo tímidamente por miedo de llevarse un bufido de su hermano o algo peor).

-         Nada, déjame (dijo limpiándose las lágrimas con la manga de la sudadera, pero Bjorn no se movió, ese “nada” no había sido de cabreo, así que no corría peligro de recibir un collejón de Jan).

-         Ya claro, y lloras porque tienes alergia ¿no? (dijo en broma Bjorn porque eso era lo que decía siempre su abuela cuando lloraba al despedirse de ellos. A Jan se le escapo una sonrisa, pero después volvió de inmediato a ponerse triste).

-         Papá me va a matar (dijo aún sorbiéndose los mocos).

-         ¿Qué has hecho? (Bjorn  sabía que asumir la culpabilidad de Jan era jugar sobre seguro. Jan se quedó unos minutos callado, estaba sopesando si confesarle a su hermano su “delito” o callarse. Pero en cuanto su padre llegara a casa, sabía que se iban a enterar hasta en Oslo. Así que respiró hondo y decidió que se lo contaría).

-         Me he saltado las clases (dijo mirando la reacción de Bjorn. Bjorn abrió los ojos como platos. Sabía perfectamente que era hacer campana, lo sabía no era idiota, pero aquello era más propio de chicos mayores, no de chicos de la edad de Jan).

-         ¿Por qué? (fue lo único que le salió a Bjorn que no entendía porque su hermano había hecho algo así).

-         No sé (dijo hundiéndose de hombros), parecía divertido, los mayores lo hacen.

-         ¿Y qué has hecho?

-         Nos fuimos al lago.

-         ¡Sin adultos! (Jan asintió, sinceramente eso era lo que menos le preocupaba, ya tenía 13 años, y era muy buen nadador, no es que se fuera ahogar). Papá te mata.

-         Gracias Bjorn (dijo echándole una mirada de puro odio).

-         Eyyy, lo siento, no te enfades conmigo. ¿Y cómo os han pillado? ¿Llamaron de la escuela?

-         No, falsifiqué la firma de mamá para poder salir. (Bjorn lo miró alucinando) Pero no digas nada, mamá no lo sabe.  La madre de Malena nos vio…la muy…(Jar se dio cuenta que Bjorn estaba mirándolo asombrado y se mordió la lengua. Solo faltaba que su madre le pillara diciendo palabrotas delante de sus hermanitos)…la muy  metiche. Y llamó a mamá al trabajo, no sabes cómo se ha puesto. Me ha dicho que este año me olvide de los campamentos.

-         Jooooo, noooo, entonces me tocará a mí vigilar a Ragnor y a Arne.

-         Gracias, Bjorn, ya veo lo que te importo (dijo Jan negando con la cabeza).

-         Pero es que a mí no me hacen ni caso (en ese momento se escuchó la puerta de casa cerrarse y como su padre decía que ya estaba en casa. Lo siguiente fue los gemelos corriendo a recibir a su padre para explicarle cualquier chorrada de la escuela. Pero el alboroto duró bien poco, Jan escuchó como su madre mandaba a los gemelos a jugar a casa de los Johansen. Jan miró a su hermano y respiró hondo).

-         Ahora le estará diciendo lo que he hecho (dijo con cara de estar realmente asustado).

-         Quizás no. Quizás solo te castigue con lo de los campamentos. Ya sabes, como aquella vez que rompimos el columpio y no le dijo nada a papá y solo nos quitó la paga por 3 semanas (le dijo Bjorn aunque ni él mismo se lo creía. Para Bjorn su hermano había hecho la cosa más salvaje y estúpida del mundo).

-         Nooo, tenías que verla estaba realmente furiosa  (dijo llevándose las manos a la cara). Además mamá me ha dicho que papá ya me ajustaría las cuentas cuando llegara a casa (y ambos hermanos se quedaron mirando la puerta como si en cualquier momento hubiera de empezar el fin del mundo. Y al cabo de los 10 minutos más largos de la historia la puerta de la habitación se abrió, eran los padres de los chicos con cara de muy pocos amigos).

-         Bjorn, vete al salón, hemos de hablar con tu hermano a solas (dijo su padre y Bjorn miró a su hermano que asintió, Jan como hermano mayor no  iba a permitir que ninguno de sus hermanos se metieran en un lio por su culpa, cosa que al revés no pasaba, claro. Así que Bjorn se fue al salón, sabía que no importaba mucho, cuando sus padres se cabreaban con él o sus hermanos, se podía enterar todo el vecindario, así que daba igual quedarse ahí o marcharse al salón). ¿Es cierto lo que me ha contado tu madre? (dijo su padre nada más oír la tele del salón. Jan asintió asustado). ¿Pero en que narices estabas pensando? Salir de la escuela, sin permiso, sin decirle nada a nadie e irte al lago? (dijo enfadado su padre y Jan solo tragó saliva y se hundió de brazos). ¡No sabes! (dijo su padre aún más enfadado) ¿Ahora eres idiota también?

-         No (dijo flojito y sin atreverse a levantar la cabeza).

-         Jan te estoy hablando a ti no a tu cogote, mírame cuando te hable. ¿En qué estabas pensando?

-         No lo sé.

-         No lo sé no es una respuesta Jan. Sabes perfectamente que cuando vuestra madre os deja en el colegio es para que asistáis a las clases y aprendáis y no para que os vayáis a hacer el holgazán por donde a los señoritos les plazca.

-         Solo ha sido una vez, quería saber que se sentía al hacer campanas, los grandes lo hacen.

-         ¿Con qué querías saber que se sentía, eh? (dijo su padre aún más furioso, Jan solo tenía 13 años, era aún muy niño para empezar a saltarse las clases). Pues ya te voy a dar yo lo que se siente cuando se hace campana (y se fue hacía su hijo y lo agarró del brazo y lo levantó y empezó a darle palmadas en el trasero y en los muslos) esto…plass Plass Plass es lo que se siente cuando se hace campana Plass plas plas esto es lo que se siente cuando haces algo que sabes que está mal plas plas plas esto es lo que se siente cuando desobedeces a tu madre o a mí Plass Plass plas

-         Auuuuuuu noooo no papá nooo auuu para para auuuuuu no lo volveré a hacer jamás auuuu lo siento auuu lo juro auuuuu.

-         Pobre de ti plas plas Plass que me entere que vuelves a hacer novillos  en la escuela Plass Plass  plas porque si me entero Plass Plass, ay si me entero, Plass Plass ruega porque no me entere porque si lo hago Plass Plass (el padre de Jans estaba realmente enfadado y no encontraba las palabras para hacerle entender a su hijo que más valía que aquello no se volviera a repetir nunca más. Entonces vio una de las zapatillas de los chicos y la agarró) plaff plaff plaff.

-         Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuu noooooooo auuuuuu no papá duele duele auuuuuuuu (la suela de goma picaba tanto que no importaba que aún llevara puestos los pantalones, el dolor era demasiado vivo para no aullar como un animalillo herido)

-         Plaff plaff plaff Porque si te volvemos a pillar saltándote las clases Plaff plaff plaff Plaff plaff plaff te voy a estar dando con la alpargata Plaff plaff hasta que me asegure que te entra en la mollera Plaff plaff plaff Plaff plaff plaff Plaff plaff plaff ¿Entendiste Jan? Plaff plaff plaff

-         Auuuuuuuuuuuu siiiii siii, nunca más (Jan iba dando botecito a cada zapatillazo mientras intentaba huir de su padre, pero su padre lo tenía bien agarrado por el bíceps y no tenía intención alguna de dejarlo ir hasta que hubiera acabado con la reprimenda).

-         Más te vale Jan, porque hablo muy en serio (dijo agarrándolo por los dos brazos para que lo mirase a la cara. Jan entre sorbos asintió). De acuerdo, este fin de semana no hay partido para ti, y tu madre a te ha dicho que te has quedado sin campamentos este verano ¿no?

-         Si (dijo aún entre hipos).

-          ¿Has hecho los deberes?

-         No (dijo casi en un susurro).

-         Muy bien, ve a lavarte la cara y después te pones con tus tareas (y le dio un beso en la cabeza como hacía cuando era más pequeño). Tú y tus hermanos vais a lograr que se me ponga todo el pelo blanco antes de los 50.

-         Jan, y la habitación parce una cuadra, la quiero arreglada antes de la cena ¿vale? (añadió su madre sabiendo que en ese momento Jan sería incapaz de desobedecerla).

-         Ya has oído a la jefa (le dijo su padre apuntándole con el dedo en plan amenaza pero ya no se le veía enfadado).

-         (dijo sorbiéndose los mocos y corrió hacía el cuarto de baño a lavarse la cara sabía que en unos minutos Bjorn regresaría a la habitación y no quería que supiese que había llorado como una niña. Aunque era imposible que hubiera nadie en el edificio que no se hubiera enterado de la bronca).

 

10 comentarios:

  1. Esito Jan...que le han dado muchoooo...esa sapa....jajaja y se salvo que no se enteraron que falsifico la firma que...si no... Se te extrañaba Little....

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  2. Castigos físicos em crianças e adolescentes é crime na Noruega. Tais práticas encontram-se completamente abolidas em quase toda a Europa.

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  3. Obrigada mas Eu sou europea; e esto e solo um fic.

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  4. Little :3
    Sólo espero que no se enteren de la firma, me encantó jan :D
    La historia lleva tu firma jeje tienes un estilo muy particular al escribir que luego luego se distingue
    Apoyo a Sanha
    Ya se te extrañaba little
    Saludos :D

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  5. Que genial leerte Little tu cortito te quedo divino como siempre y me sumo a la campaña de que no se den cuenta de la firma o tal ves si asi nos regalas un capi más.

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  6. Hola Little! La verdad, cómo se te extraña! jejej... No te pierdas tanto tiempo, por fa! Seguro, andas muy ocupada, pero hazte un tiempito para nosotros, siii??
    En cuanto a tu fic, me gustó mucho... eres muy creativa... hasta para los nombres!!! Aunque.... pobre Jan; su papá estaba super irritado con su travesura y no dudó en castigarlo enojado!!! júmmmmmm y su mamá ni hizo el intento de defenderlo, buaa!! Pobrecito. Por otro lado, me encantó q el hermanito estuviera para él al principio, fue bueno y ayudó en la temida espera por su verdugo!

    Sin dudas, tienes un estilo propio y fascinante! Muchas gracias por escribir y entretenernos con tu talento!

    Camila

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  7. LittleHoshi: Aunque no cuento con tiempo seguiré arañando de aquí y de allá para escribir algo. Solo pido un pocovpaciencia

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  8. LittleHoshi: Gracias, lamento no mostrarme más activa pero cuando logro arañar algo de tiempo para escribir no dudo en hacérselo llegar esperando que les agrade.

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  9. se te extrañana Little, me gusto mucho saber de este nuevo nene, unbesote en la distancia

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