martes, 7 de julio de 2015

Lazos de Sangre. Parte 7



Lazos de Sangre.  Parte 7
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Cuando salieron de aquel cuarto Efraím  pudo hacer lo que hacía años hubiese querido. Abrazo a Santiago con toda su fuerza, Samuel/Santiago correspondió aquel abrazo pero fue muy forzado y eso lo pudo sentir su padre, pero no dijo nada.
Efraím: te convertiste en todo un hombre y en un excelente padre.
Samuel no conteste…
Julián: estas molesto. ¿Porque?
Samuel/Santiago: preferiría  seguir muerto para ustedes.
Efraím: porque? –dijo confundido y triste- 
Samuel: yo vivo muy en paz sin más familia.
Julián: solo por comodidad lo dudo  ¿porque? –dijo  serio- 
Samuel se quedó pensativo, su abuelo siempre fue duro en sus palabras pero sentía que le debía más explicaciones a él que a su propio padre, los tres empezaron a conversar en la planta alta mientras que Hugo  bajaba para dejarlos solos.
Samuel: porque sí.-dijo enojado-
Julián: esa no es una respuesta –dijo un poco más fuerte haciendo que su nieto se fuera un poco hacia atrás -
Efraím: papá espera… recuerdo muy bien tu carta, comprendí muchas cosas con ella… cosas que no había comprendido hasta que te perdí, me odias y lose… no fui  un padre para ti, cuando eras pequeño tus abuelos eras los que se encargaban de ti,  incluso cuando me case y pensé que seriamos una familia no estuve para ti seguía dejándote con mis padres,  cuando nacieron tus hermanos Bet no te podía cuidar…
Samuel: y yo seguía con mis abuelos, que bueno que lo entiendas, mis abuelos son los que me criaron no tú. Por eso no comprendo por qué se esmeraron en buscas a Andy.
Efraím: porque sentía que era lo que te debía, que tu hijo estuviera bien.
Julián: tu padre tuvo muchas metidas de pata y yo también,  aunque uno no sabe cómo actuar con las cosas, yo pensaba quedarme con tu custodia...
Samuel: pue….
Julián: shuu… no podía porque era tu padre y sé que te quiere, por eso hizo todo para encontrar a su nieto y no solo eso, encontró a su hijo… tu hiciste lo mejor por el bienestar de tu bebe e igual has cometido errores  o no?
Samuel solo puso una mueca ya sabía que había cometido errores… muchos.
Julián: tu padre pago todas sus culpas cuando te perdió y cuando yo le puse una paliza por no verte cuidado como se debía.


Después de la muerte de Santiago y de que pasaron dos semanas… Efraím estuvo muy decaído…  se obsesión con las cosa y estuvo a punto de perder a su familia, Julián su padre lo hizo entrar en razón.
Estaba Efraím solo, Beatriz había salido a casa de sus padres y se había llevado a los niños dejando   asolas  a su marido, le faltaba espacio tanto a ella como a él.
Julián: que quieres?  Perder a tu familia, eso es lo que quieres?
Efraím: déjame.
Julián: no te voy a dejar estas tirando todo al carajo… estas muy equivocado  si crees que te voy a dejar. Tus hijos y tu mujer no tiene la culpa de tus tonterías… tú eras su padre y no lo supiste cuidar, era tu responsabilidad –dijo gritándole-
Efraím: lo sé, no me lo tienes que recordar… todo este maldito tiempo lo he comprendido, pero ya no lo tengo, ya no está y ya no puedo hacer nada, que todo se vaya al carajo, solo quiero saber si mi nieto vive… seria lo último que podría hacer por él. -estaba hincado en el piso con la cabeza pegada al suelo no podía, todo era tan doloroso-
Julián: y crees que lo vas a encontrar mandando todo lo demás a la basura… el trabajo, a tu esposa y a tus hijos. Crees eso –lo tomo del brazo para tratar de pararlo-
Efraím: lo que haga de ahora en adelante no te importa, no te necesito –contesto con el rostro lleno de lágrimas y un gran dolor es su voz-
Julián: por supuesto que lo que hagas me importa eres mi hijo, con una…pero no por eso vas hacer más tonterías.
Efraím: no te importa, si lo hago es mi problema.
Julián: ya verás cuál es tu problema –a rastra lo llevo al cuarto principal no fue difícil, tenía días sin comer y sin dormir estaba más delgado y sin color-
Julián se desprendió de aquel objeto que en pocas ocasiones llegaba a usar, le soltó los primeros cintos que a pesar de que tenía  pantalón dolieron bastante, Efraím al principio solo se quejaba y renegaba.
Efraím: suéltame…
Zasss, zasss, zasss, zasss, zasss
Julián: no, acepta las cosas…  en vez de echar a perder tu viva, la de sus hijos y mujer… busca una manera de resolver todo…
La mano de Julián bajaba bastante rápido pero el testarudo de su hijo seguía forcejando, haciendo  que la mano bajara mucho más pesada y con más fuerza.
Efraím: auuu ya, ya papá, para. Basta. Buaaaa
Julián: deja tus tonterías, no eres al único que le afecto su muerte… no permitiré que alguien más muera, no si lo puedo evitar –decía ya con lágrimas él también estaba derrotado-
Efraím: buuua basta, ya, ya…
Julián: tienes tres hijos no los pierdas también. –Dejo caer el cinto-
Julián llevo a su hijo a la cama cubriéndolo con una sábana y dejándolo  llorar, pero no solo… su padre se quedó con él y su madre los acompaño unas horas después, Efraím se quedó en casa de sus padres por una semana, cuando esta paso estaba más sereno, pero aun afectado por la muerte se Santiago, se disculpó con su mujer pero esta le dijo que no tenía nada que perdonarle, que más bien él la perdonara a ella porque tampoco supo ser una buena madre para Santy. 



Efraím: papáa… no es que se tenga que enterarse de todo… -dijo colorado-
Samuel se rio bajito.
Julián: pero usted también se merecía una buena por no contarme lo que te pasaba, pudimos verte sacado del país a ti a la muchacha para que estuvieran a salvo.
Samuel solo puso una cara de horror.
Julián: y ganas no me faltan.
Efraím: vamos papá no sea así.
Santiago: sé que estuve mal, pero en ese momento no sabía qué hacer, tenía miedo… y no te odio… si te me caías gordo algunas veces… pero no te odio.
Efraím no pudo evitar reír, su hijo siempre fue muy claro con las cosas y hablaba muy quitado de la pena: Gracias por no odiarme.
Samuel nunca le tuvo odio o rencor a su padre, lo que él siempre quiso fue carillo, pero su padre trabajaba casi todo el día y apenas tenía tiempo de atender a sus hijos, queriendo que el pusiera el ejemplo a los más pequeños pero olvidando que Santiago era un niño, que tanto enseña un niño a otro.
Samuel: ahora… no sé qué hacer…
Efraím: pues seguir tu vida como siempre sin miedos… ya no le tienes que tener miedo a nada, sabes, hace 3 años atraparon al sujeto que te disparo, era traficante y la policía lo capturo… lo metieron a la cárcel… pero no duro mucho ya que tenía enemigos y murió en la misma… mm se llamaba Frei o así le decían,  un hombre de 38 años con una cicatriz en el rostro
Samuel: de verdad?
Julián: si,  se hizo justicia.
Samuel cerro los ojos y solo dejo caer algunas lágrimas se llevó las manos a la cara, su padre lo abrazo tratando de consolarlo y sentir a su hijo una vez más  en brazos.
Andy despertó y preocupado llamo a su padre, se sentía inseguro y confundido.
Andy: papá, papá.
Samuel en cuanto lo escucho entro al cuarto: tranquilo bebe estas bien… yo estoy contigo… shuuu.
Andy: papi… shiff por favor explícame… por favor…
Samuel: te explicare todo pequeño, pero tranquilo.
Samuel empezó a contar toda la historia de principio a fin sin dejar de abrazar a Andy…
….
Andy: shiff y… y ellos…
Efraím: yo soy tu abuelo soy el papá de él  (señalo a Samuel/Santiago) y él es tu tátara abuelo.
Julián: solo dime abuelo.
Andy: y que va a pasar? No, nos vamos a mudar, verdad que no.
Samuel: no, vamos a seguir viviendo aquí.
Andy: papá me duele la cabeza –se recargo en él-
Samuel: estas un poco caliente… creo que han sido muchas emociones por hoy.
Efraím: los dejamos, pero tenemos muchas cosas de que hablar.  Descansen porque supongo que mañana serán más emociones.
Julián: si, además tu abuela a un no sabe y creo que se lo diré mañana… porque si no, no va a poder dormir hoy y la vas a tener aquí enseguida.
Efraím: descansa –abrazo a su hijo- y cuida mucho a este pequeño.
Samuel: siempre lo he hecho –le contesto con una sonrisita-
Aquellas personas que habían aparecido para cambiar la vida de esos dos se habían retirado, el mundo era tan extraño y jugaba con las personas.
Samuel fue por la maleta que había dejado en el coche suponiendo que no la necesitaría… subió con su hijo… le ponía compresas frías para calmar un poco el malestar de Andy.
Andy: papi…
Samuel: si?
Andy: porque no me habías dicho nada… no confiabas en mí?
Samuel: oye yo nunca te dije que no fueras mi hijo… te dije que si querías una prueba de paternidad la haría.
Andy: yo pensé que lo decías como algo simbólico, pero no solo eso… sino todo la historia.
Samuel: no era algo fácil de explicar. Pero deja las pregustas descansa un rato parece que la fiebre está disminuyendo.


Katy: que paso? si encontraron al niño.
Julián: si, está en buenas manos mujer, no te preocupes… mañana vamos a ir a verlo.
Katy: ya vez, vas a poder ver a tu niño –le decía a una mujer de 29 años-
Marlene: muchas gracias por ayudarme a encontrarlo… no sé cómo pagárselos.
Efraím: es lo menos que podía hacer.
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Marlene también vivía, al igual que Santiago, se había dicho que murió para que estuviera a salvo solo que eso Santi no lo sabía… aunque en parte Marlene se podría decir que estuvo muerta un largo rato estuvo fuera de sintonía, la caída la había dejado en un coma muy largo y  despertó casi 3 años después del accidente, por suerte no  afecto al bebe pero si nacido prematuro… después estuvo algún tiempo en recuperación, al principio preguntaba por Santiago pero no le decían nada para no afectarla, al tiempo le dijeron que estaba muerto y que alguien se había llevado al bebe.
La tía de Marlene por miedo no había dicho sobre su sobrina y había dejado al bebe en un orfanato… desapareciendo, sabía que su sobrina estaba en buenas manos y no la dejarían morir, al bebe lo había registrado con los nombre de sus verdaderos padres dejándolo a suerte.
Marlene nunca se volvió a enamorar lo único que le quedaba era buscar a su bebe.
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Efraím decidido por encontrar un poco de tranquilidad hizo lo posible por buscar a Marlene y al bebe ya que él no sabía si ellos vivían o no…


La noche cayo Samuel se quedó dormido a un lado de su pequeño pero despertó a la 1 de la madrugada cuando escucho a Andy llorar, estaba dormido pero lloraba y balbuceaba algunas cosas, todo el estrés le había afectado, cuando Samuel le iba a mover para despertarlo le sintió bastante caliente, no le tomo ni la temperatura no perdería el tiempo en eso, lo tomo en brazos y lo metió a la bañera, Andy medio despertó pero estaba muy confundido. 
Andy: papi, no me dejes…
Samuel: no te voy a dejar. –abrió la regadera, el agua salía fría-
Andy: nooooo, nooo buaaaa, no papá, me duele buaaa.
Samuel: es agua pequeño, solo eso, tranquilo sí… yo estoy contigo.
Andy: buaaa aaa friaa
Samuel estaba todo mojado pero no lo podía dejar solo, ni se ponía en pie él solo, se quedó más de diez minutos dentro del agua sosteniendo a su hijo.
Samuel: ya bebe, ya. -cuando le sintió más fresco lo saco del baño con mucho cuidado    
Andy: me siento mal.
Samuel: lo sé, te ves malito, pero necesitaba que se te bajara la fiebre. –le decía mientras le sacaba la ropa mojada y la dejaba en una esquina,  lo envolvió en la toalla  y le empezó a cambiar para llevarlo al médico porque a pesar de que la fiebre bajo, no quería ceder, cuando llego con él lo pasaron  a emergencia, era tarde pero por suerte no había muchas personas, le pusieron suero y medicamento para que la fiebre pudiera bajar por completo, Andy no se quejó, ni las energías tenia para hacerlo, pero su mirada  reflejaba dolor e incomodidad por las vía del suero-
Samuel: te sientes mejor?
Andy: quiero que me quiten esto.
Samuel: vas a tener que esperar un rato, duérmete no me voy a ir de aquí.
Andy cerro los ojos quedándose dormido, a las dos horas el suero ya  había pasado por completo y Andy ya estaba mejor, le hicieron análisis pero todos salieron bien,  solo había sido tanto estrés acumulado. Llegando a casa los dos se acostaron y se quedaron completamente dormidos hasta que sonó una alarma.
Samuel: mmm porque tienes que sonar…-eran las 5 de la mañana, apena había dormido una hora-
Andy: te vas a ir a trabajar?
Samuel: tengo que ir, pero estaré aquí antes de las 2, como te sientes? –le toco la frente-
Andy: bien.
Samuel: te voy a estar llamando para que conteste, le llamare a Mirian para que pase a verte. –para estar seguro le puso el termómetro en la boca-
Andy: estoy bien papá, no tienes que contratar niñera.
Samuel: no es una niñera, pero si necesito que te esté vigilando… vamos duérmete. –Retiro el termómetro, no tenía nada de fiebre-
-      tú también deberías de dormir-
-       después tendré tiempo para eso.
Samuel se vistió y se fue a trabajar. Llamando cada tanto tiempo, Mirian madre de Mery pasó a ver a Andy y le llamo a Samuel diciendo que estaba muy bien que ya había comido y  se había acostado a dormir un rato.
….
Andy: papá estoy bien, no tiene que llamar cada cinco minutos.
Samuel: me alegra que te sientas mejor, pero igual tú tenías que contestas el teléfono.
Andy: no seas exagerado papá. Ya no te voy a contestar, voy a ir con unos amigos, te veo en la tarde.
Samuel: eeea y quien… me colgó.

Andy se sentía muy bien, él ya le había pedido permiso a su padre para salir y Samuel  se lo había dado antes de que se pusiera mal y le dieran la orden de que se quedara en casa descansando, por ello el permiso se había cancelado, pero al parecer el mensaje no lo recibió Andy. Samuel estuvo llamando de las 12 a las 2 y el teléfono nunca fue contestado, a esa hora ya estaba en casa, pidiendo salir un poco antes.
A las 2:30 la puerta se abrió dando paso a un niño en problemas que venía muy alegre de pasear con sus amigos.
Andy: ya llegue… que?
Samuel: te dije que contestaras el teléfono y que te quedaras en casa descansando.
Andy: pero ya estoy bien, tú me diste el permiso.
Samuel: no me cambien las cosas…
Andy: papi…te traje una hamburguesa.-trato de sobornar a su padre, que estaba muy serio-
Samuel: no estoy jugando Andy.
Andy: papá tú ya me habías dado el permiso.
Samuel: te dije en casa, en automático el permiso se cánselo y lo sabes.
Andy: aaay papáa… no es justo.-grito enojado aventado las cosas al piso-
Samuel no espero a ver hasta donde terminaba el berrinche  de su hijo y lo arrastro hasta  el sofá, desabrochándole  el cinturón y bajándole el pantalón y el calzoncillo.
Andy: no, papá, papi no.
Passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, -perdon, auuuu, yaa papá auuu-
Samuel: no era muy difícil obedecer Andy, era quedarte en casa y contestar… nada más.
Passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss, passss -buaaaaaa, auuuu, yaa buuu-
Samuel: no quiero que vuelvas a tirar las cosas al piso, no tienes por qué ser grosero… entendido.
Buaaaa. Buuu auuu siiii
Samuel le levanto la ropa y lo paro, Andy solo se sobaba sus nalgas que las tenía adoloridas.
Andy: solo quería salir un rato shffff
Samuel: por lo menos me hubieras contestado el teléfono.
Andy:  ¡papi! si te trague una hamburguesa, la quieres? –levanto la bosa del piso y le quitabas las lágrimas de la cara-
Samuel: es un soborno.
Andy: no, a menos que funciones, pero no lo es shhff.
Samuel: tú ya comiste.
Andy: también traje una para mí.
Samuel: tenías dinero?
Andy: lo tome de tu cajón… -bajo la cabeza-
Samuel: dejaste todo en orden?
Andy: sí.
Samuel: sabes que por el dinero no hay  problema…siempre y cuando no compres cigarrillos o cosas malas.
Andy: papi, las personas de ayer dijeron que vendrían? Pero no ha venido nadie o ¡sí!
Samuel: hijo yo llegue hace  un rato… pero mejor vamos a comer.
Padre e hijo se sentaron a comer, bromeando un poco en la mesa y jugando como si los dos fueran unos mocosos, Santiago/Samuel  nunca cambio, nunca dejo de tener ese carácter que lo caracteriza y una vez que castigaba a su hijo todo como si nada pasara ni padre ni hijo guardaban sus enojos.


Efraím había ido con todos a la misma casa del día anterior, pero estuvieron dos horas tocando y esperando pero nadie abría, hasta que la vecina madre de Mery les dijo que el señor de la casa trabajaba y estaba en casa después de las 3 y que el chico había salido con unos amigos incluyendo a su hija, por lo que se retiraron solo rogando  que Santiago no se llevara al niño del país y desapareciera con él.
A las cuatro regresaron a la casa y tocaron la puerta, la casa no era muy grande tenía tres recamaras en la parte de arriba y la sala y la cocina en la parte de abajo.
Solo pudieron escuchas las voces de padre e hijo.
Andy: papá hay alguien en la puerta.
Samuel: hijo no querrás que salga en toalla o sí.
Andy: okey ya entendí, yo abro…
Andy: si… aa son ustedes…mmm pasen… mi papá se está bañando, le voy a llamar. –Subió media escalera y grito- Papá las personas de ayer están aquí.
Samuel: pues que se esperen, no me voy a salir así.
Andy: que esperen un poco. –subió a su cuarto, sabiendo que Samuel era su padre verdadero no le importaba nada más, él quería a su padre y no le importaba que se cambiara el nombre o que hiciera lo que hizo… todo aquello era muestras del amor y el cariño… y para él era lo que importaba-
Efraím no pudo ocultar la risita de aquellos gritos  haciéndole recordar muchas cosas…
Santiago 13 años
Efraím: hijo tienes una hora en el baño, ya sal de ahí.
Santiago: oo papá déjame un rato… a demás yo pregunte que quien se iba a meter al baño,  nadie contesto… pues se aguantan.
-  pero no puedes estar tanto tiempo, te quiero fuera en 10 minutos.
Santiago: ooo pues.
- nada de oo pues.
Pasaron los minutos y Santiago seguía en el baño.
- Santiago ya sal.
Santiago: estas mal del estómago o qué? Porque tanto urgencia?
- hijo ya salte del baño.
Santiago: ooo pues que quieres? que me salga así como estoy?
-: si tú quieres adelante.
Santiago: uuu ni que fuera exhibicionista y si lo fuera seria rodeado de chicas muy guapas…ooo seria genio no, que te paguen por eso.
- deja de pensar tonterías hijo.
Santiago: pero ganan bien que no? –asomo la cabeza, escondiendo la mitad del cuerpo tras la puerta-
- hijo, como quieres que sepa si ganan bien, nunca he trabajado de eso.
Santiago: yo conozco a alguien que sí y dice que le pagan muy bien, tu dijiste que no estabas para tirar dinero pero te aseguro que si trabajaras de eso tendrías un buen salario, no estás tan viejo, bueno…
- deja de pensar tonterías Santiago.- empujo la puerta sin hacer ningún daño a su hijo,  soltándole tres nalgadas fuertes en el trasero aun mojado -
Santiago: aauuu, ayyyy yaa
- ya tardaste mucho… -tomo la toalla y lo envolvió con ella, una vez que lo dejo  todo envuelto se lo puso en el hombro para sacarlo-
Santiago: me dolió, papá se me ven las nalgas.
Efraím: nadie te ve nada, tu mamá se salió con los pequeños y yo me tengo que meter a bañar y usted se tiene que cambiar para irnos.
Santiago: a dónde vamos?
Efraím: a casa de tu tío.-lo bajo dejándolo en el cuarto- cámbiate en lo que yo salgo de bañarme…


Aun nadie sabía que Santiago vivía, Marlene quería tomar a su hijo en sus brazos pero no lo vio prudente, solo se le quedaba viendo fijamente, Samuel salió del baño y se cambió, no tardo mucho y bajo a ver aquellas personas.
Samuel: Andy no está aquí?
Efraím: el niño se subió.
Samuel fue por su hijo.
Andy: aaayyy papá pero ellos vienes hablar contigo.
Samuel: a bajo     passss –auuuu ya voy-
Samuel no había prestado atención a todos, apenas había bajado la escalera y vio a su padre, pero escucho ruido en la parte  alta  por lo que pregunto y subió.
Efraím no pudo evitas sonreír al escuchar ese sonido y ese quejido le recordó al mismo Santiago.
Samuel: hola,   -pudo divisar a algunas personas,  a la primera que vio fue a su abuela a la que quería como una madre y no pudo evitar sonreír.
Fue cuando las verdades empezaron a salir a flote.
Julián: amor recuerdas cuando te dije que tu bisnieto  estaba en buenas manos, no mentía, este hombre que ves aquí se ha encargado de cuidarle y quererlo.
Katy: gracias por cuidar de mi nieto, sabe el padre del chico era como mi hijo yo le quería mucho y lo veo a él y veo a mi nieto.
Samuel: no le han dijo nada?
Katy: de qué?
Julián: Katy ve a este hombre, no lo recuerdas.
Katy: se me hace familiar, pero no se…
Julián: de  verdad no lo conoces.
Katy le presto más atención y lo primero que se le cruzo por la cabes era a Santiago, pero era imposible, respiro profundo pero no dijo su respuesta.
Efraím: Ma, es Santiago, es tu nieto, es tu hijo, es el enano que se metía a tu cocina a comerse todo lo que no fueran verduras.
Katy: no juegues Efraím, que no estoy para bromas –decía con la vos cortada-
Samuel: ee mi viejita no cambia –viejita le decía de carillo, cuando quería molestar a su abuelita- se que te hice derramar muchas lágrimas y perdón por eso.
Katy no cabía en la sorpresa y tan grande fue esta que se desmayó, la pusieron en el sofá y Julián se puso echarle aire para que reaccionara, mientras tanto Marlene estaba muda con lágrimas en los ojos pero estaba atrás y a un no había sido vista por Santiago, Efraím le vio y la jalo.
Efraím: Santiago esta señorita dice que te conoce, tu la recuerdas.
Samuel: Marlenee… Marlene eres tú… pero…
Marlene: pero… tú estabas muerto…
Samuel: eres un sueño?
Marlene: no.
El rencuentro después de casi 13 años sin verse y ambos se reconocieron, sintiendo el mismo amor como la primera vez que se vieron, se abrasaron  para saber que no era un espejismo.
Marlene: tus padres me encontraron, yo, yo quede en coma tres años…  ellos me ayudaron a buscar a mi bebe.
Samuel: tú bebe está bien, lo he cuidado todo este tiempo.
Samuel se alejó un poco de Marlene y se dirigió a donde estaba Andy que lloraba con la cabeza gacha… al mundo le gustaba jugar con él o era solo que el destino quería que tuviera a sus dos padres juntos, él siempre quiso una mamá para él, así como sus amigos tenían una, unas un poco gritonas y otras que les ponían en ridículo… él también quería sentir ese amor materno, que aunque algunos le habían dicho  qué tenía suerte de no tener quien te esté checando las 24 horas del día… a él no le importaría. Todo era una gran mescla de emociones y su cuerpo no estaba reaccionando muy bien a ellas.
Samuel: ven, ven pequeño, hijo tranquilo no llores así, te vas a volver a poner mal hijo, tranquilo shhuuuu
Marlene se acercó y lo abrazo, tenido miedo de ser rechazada, pero Andy solo se dejó abrazar por ambos padres, no comprendía y su cabeza estaba por estallar, apenas estaba asimilando lo de un día antes y le traían más emociones, fue cuando  Efraím y Julián pensaron que no había sido la forma para hacer las cosas, no pensaron que al niño le fuera afectar tanto. Samuel no soltó a su hijo y no dejaba de decirle que no llorara, que las cosas estaban bien, que están pasando cosas buenas, que no tenía que ponerse mal por eso.
Samuel: que acaso no quieres una mamá?
Andy: yoo, yo sí quiero una mamá…shfff, pe-pero me duele shff shffi buu
Samuel: te duele el pecho… por eso te tiene que controlar, tranquilo.
Estuvieron  un buen rato hasta que Andy se logró controlar y por fin todos pudieron hablar, contando todo lo que había pasado, Marlene tenía abrazado a Andy y los dos estaban sentados a un lado de Samuel que tenía sujetada la mano de Marlene y con la otra acariciando el cabello de su hijo.
Andy no prestaba mucho atención a lo que decían todos, solo a las cosas que salían de la boca de la mujer que era su madre y aquel abrazo con el que tanto soñó, ya tenía una mamá y un papá que más podía pedir… veía la mirada de ambos padres, los dos reflejaban tanto amor que casi podía ser palpable.


2 comentarios:

  1. PRECIOSOOOO!!!! FELIZ, FELIZ, FELIIIIZ DE QUE LOS DOS ESTÉN CON VIDA Y QUE ANDY TENGA A SUS DOS PAPITOS SÓLO PARA ÉL!!!! Muy bello, Maryyy!!! :D :D :D

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  2. Excelente capítulo me encanto!!!!!
    Mary me encanto el giro que le diste a tu historia!!!
    Jajaja y pobre Andy para que me lo castigan yo lo comprendo apenas uno se siente un poco bien y ya quieres ser libre!!!!

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