jueves, 30 de julio de 2020

Alex ¿ganó? Si una paliza con el cinturón


Primera parte.

Alex sé vio convencido por sus amigos de que participará en una carrera ilegal en vista que tenía un coche deportivo que le regaló su papá y por las características del motor seguro que ganaría, salir de casa ese día no fue difícil, con su padre habían quedado que no podía negarle las salidas cuando lo quisiera debido a su  mayoría de edad, pero eso si tenía que decirle por cortesía a donde iba y esto fue a raíz del problema que tuvieron entre ambos y Alex abandono la casa y la universidad incluso, poniéndose a trabajar por su cuenta; así que valiéndose de ese derecho Alex hablo con su padre indicándole que iría a una reunión con sus amigos y como era de esperarse Rafael no pudo negarse a aquello, su hijo era grande, pero al ver la cara de Hugo al saber que su hermano se iba decidió llevarlo a cenar e ir al cine.

Solo que nunca imagino que sería en esa cena que se enteraría a donde reamente fue su hijo. 

-Rafael ¿está tu hijo contigo? – Rafael recibió una llamada de un amigo que tenía un hijo de la edad de Álex, pero se echó a reír pensando a cuál de sus hijos se refería

-¿Cuál de ellos?

-Álex – Rafael se puso serio y una sensación de miedo sintió en su cuerpo

-No, me dijo que iba a reunirse con unos amigos

-Pues me temo que nos han visto las caras – agrego porque su hijo le dijo exactamente lo mismo – un amigo de ellos me llamó diciendo que estaban en una carrera ilegal y el no pudo convencerles para que no participarán

-¿Qué amigo? – Rafael cambio su rostro tensándose

-No me dijo quien porque se enfadarían con él, pero que no le quedó otro recurso porqué a él no le hacen caso

 -A ver si va a ser una broma Juan – le dijo dudoso no podía creer que Álex fuera tan irresponsable  

-No creo que el chico que me llamó este de broma, estaba muy desesperado se le notaba en la voz

-Te dio la dirección

-Si, la tengo y estoy de ida a traer a mi hijo de la oreja

-Nos vemos en quince minutos, tengo que dejar a mi hijo en la casa con su hermano – resolvió pensando que en buen ahora cenaron temprano y no compraron las entradas del cine todavía

-Está bien te espero en mi casa –Rafael miro a Hugo con resignación siempre que le prometía algo pasaba cualquier cosa – Hugo, mi vida tenemos que irnos – Hugo miro a su papá

-Pero me dijiste que después iríamos al cine – Rafael soltó el aire

-Lo sé cariño pero al parecer a tu hermano  se le fue la cabeza – Rafael se dio cuenta que Hugo puso mala cara y no lo culpaba, así que le contaría que estaba pasando, tenía todo el derecho de saber porque no pasarían la noche juntos como le prometió – acaban de avisarme que Alex va a cometer la imprudencia más grande del mundo vamos te explico por el camino corazón –Rafael le pago al camarero y se fueron al coche camino de la casa de Samuel – tu hermano está en una carrera ilegal y tengo que ir a detenerlo, si participa puede ser muy peligroso

-¿Puedo ir contigo?

-No, Hugo ahí no…  ni siquiera tu hermano debería estar ahí,  te quedas en la casa de Sam – eso llamo la atención de Hugo así que lo intento de nuevo

-Pero papi

-No Hugo, no voy a permitir que ninguno de ustedes vaya a ese lugar – Hugo no dijo más nada distrayéndose con el móvil

Finalmente llamaron a la puerta de Sam quien se preocupo de ver a su papá en la puerta a esa hora, el no haría una visita a semejante hora.

-Hola papá ¿Qué pasa? – le dijo con preocupación

-Hola hijo – lo saluda con cariño besando su frente, pero no pierde más tiempo – Tu hermano está haciendo una gran tontería ¿te puedes quedar con Hugo?

-Claro ¿Pero qué pasó?

-Álex está en una carrera ilegal, tengo que ir antes de que participe – se dio la vuelta para irse

-Espera papá voy contigo – Rafael se dio la vuelta

-No Samuel, no vendréis a un sitio como ese y te aseguro que a tu hermano se le va a quitar las ganas

Sam sabía que su hermano estaba metido en grandes problemas y lo sabía por experiencia propia; un día se les ocurrió a unos amigos y a él ir a un salón de juego, nunca imagino que encontraría a su padre en el mismo lugar al salir al bar; Rafael estaba tomando una copa con unos clientes cerrando un trato para hacer un hotel, fue inevitable que no lo salude porque su papá lo vio de frente, así que Sam tuvo que acercase a su mesa, su padre tras responder a su saludo y encima presentar a su hijo a sus clientes, le pregunto si estuvo apostando en los juegos y no tuvo más remedio que decir la verdad, al instante que le dijo que si su papá se quitó el cinturón y allí mismo le dio unos cuantos delante de sus clientes, disculpándose de ellos indicándoles que al día siguiente cerrarían el trato, tras eso lo cogió del brazo y lo saco montándolo en el coche.

Sam pensó que en la casa le iba a dar una tremenda paliza con el cinturón pero se equivocó, cuando llegaron a casa lo mando a su habitación pero a diferencia de otras veces que espera un rato esta vez su papá subió detrás de él sentándose en la cama y lo tumbo en sus rodillas, le bajo el pantalón junto con los bóxer, al instante se puso rojo como un tomate ya que su papá había dejado de bajarle la ropa hacía mucho tiempo y como a un mocoso le dio una paliza con la mano y después le quito las llaves de coche, las de la casa y la tarjeta de crédito que le había dado para los gastos que tuviera en la universidad y también tuvo que volver a casa y terminar desde ahí su carrera y ahora su hermano no solo hizo apuestas sino que también iba a poner su vida en peligro papá lo iba a matar pensó.

-Voy a buscar a tu hermano y no puedo llevarme a Hugo conmigo, no sé a qué hora regresare, por eso necesito que Hugo se quede contigo – le explico, empujando suavemente Hugo hacia adentro

-Está bien papá – sabía que quería que Hugo se quedará para ajustar cuentas con su hermano

Rafael fue a casa de su amigo lo recogió y fueron a la dicha competición Rafael ya estaba muy molesto de ver la estupidez que su hijo iba a hacer y cada vez estaba más enfadado y preocupado pidiendo a Dios que no hubiera participado aún.   

-Me llevo mi coche – dijo su amigo

-No, alguien se tiene que traer el choche de Álex – respondió Rafael

-Está bien ponte en marcha a ver si nos da tiempo antes que esos dos cagones corran en la competencia

Cuando llegaron aquello era un caos jóvenes bebiendo por todos lados, música a todo volumen y el claxon de las movilidades a esa hora que ensordecían, Rafael y su amigo no sabían por donde buscar hasta que sintieron el rugir de unos motores, en paralelo dos coches estaban esperando que dieran la salida, fueron corriendo en dirección del coche que Rafael reconoció como el de su hijo y se pusieron uno a cada lado de las puertas abriéndolas, intentando sacarlos de coche a base de jalones.

-Álex sube a mi coche ahora mismo –le dijo gritando para que lo escuchara por encima de la música, pero claro Alex no podía hacerle caso a su papá cómo si tuviera tres años tenía que tener en pie su reputación

-No papá voy a correr, a apostado por mi mucha gente

-¡Alex! – le dijo gritando su nombre para que entrara en razón Álex hizo fuerza para soltarse del agarre de su papá; Rafael escucho a lo lejos las sirenas de la policía tenía que sacar a su hijo de allí inmediatamente, él sabía que de ser arrestado estaría fichado y no habría manera de limpiar su expediente de esto, y como Alex no se lo estaba facilitando, decidió por las malas, se saco el cinturón soltado unos cuantos cinturonazos llevándolo al coche en ese estado – ¡camina! Zas zas zas

-Grrrr – gruño mirando a todos lados, mientras su padre le quito las llaves

-Juan llévate el coche de Álex y salgamos de aquí cuanto antes –agrego jalando a Alex del brazo

-DÉJAME yo me llevo mi coche –insistió

Zaaasss ZASs Zas ZAS – es lo que tuvo por respuesta

-Grrrrr déjame ya soy grande

ZAS Zas ZAS pues demuéstralo

Y a Alex no le quedo otra que seguir a su padre sino seguiría en lo mismo, finalmente ya en el coche, Rafael puso el seguro por si acaso para que Alex no pudiera salir, respirando tranquilo solo cuando ya estuvieron en casa.

-Entra a la casa ya sin hacer rabietas – le advirtió Rafael abriendo la puerta para que su hijo entre

-Yo no hago rabietas – escupió entre dientes Alex pero sin moverse

-Oh entras por tus pasos o te entro yo a cinturonazos

A Álex no le quedó más remedio que obedecer, sabía que su padre era capaz, ya se lo había demostrado hacía una media hora en la carreras; y apenas entro en la vivienda, Rafael se acerco al coche que acababa de aparcar su amigo.

-Llévate el coche mañana iré a recogerlo – en el asiento de copiloto estaba el amigo de Álex, el hijo de Juan en las mismas condiciones que su hijo,  su amigo tenía el cinturón a lado de el

-Rafael menos mal llegamos antes que la policía porque si nom te aseguro que no lo hubiera sacado para que aprenda y asuma las consecuencias – murmuro Juan mirando de reojo a su hijo, poniendo luego el coche en marcha – nos vemos mañana – se despido

Rafael tras un suspiro y mirar la hora, entro a su casa, Álex estaba en la salita con ganas de discutir.

-Alejandro sube a tu habitación – Álex se le quedó mirando a su papá

-Papá deja de tratarme como a un niño – Rafael que cada vez estaba más furioso le soltó otro cinturonazo

ZASs  pues compórtate como un adulto y no te lo vuelvo a repetir Alejandro – Álex se soltó de su padre bastante furioso pensando que cuando terminara la carrera y encontrará un empleo se iría de su casa para no ver más la cara de su padre

Con eso en mente subió a su habitación sabiendo que no le quedaba de otra, Rafael quiso serenarse antes de tratar con Alex pero con una cosa en mente, no podía dejar que su hijo siguiera con eso, él cuando fue joven lo hizo, estuvo también en el mundo de las carreras clandestinas y las apuestas hasta que su padre se dio cuenta y lo saco de ese mundo que no era peligroso solamente por correr con el coche, también era peligroso por la mafia que se forman alrededor de las apuestas y las drogas, así que como su padre haría lo mismo, haría que  su hijo entrara en razón.

-Álex – le dijo más calmado – hijo ¿que tenías en la cabeza para hacer… – ya no pudo decir más porque un Álex furioso lo interrumpió

-Tengo lo que me salga de los cojones eso es una cosa que a ti no te importa

-¡Alejandro!

-Queeee – le dijo gritando el también

-Que tengas una miguita de respeto hacia mí que soy tu papá

-Me IMPORTA una puta mierda… YA ESTOY HARTO de tus reglas y condiciones ya SOY GRANDE para hacer lo que me salgan de los SANTOS COJONES – Rafael viendo que su intento de hablar civilizadamente con su hijo había fallado, se acerco a Álex con dos pasos, lo cogió del brazo haciendo fuerza para arrastrarlo a la cama, haría como hizo con Sam años atrás y se le quitaría las tonterías… no le iba a dar una paliza como un adulto, le daría la paliza como a un mocoso berrinchudo, bueno como se estaba comportando; a Álex esto le pillo con la guardia baja, no esperaba que su papá hiciera eso tumbarlo sobre sus piernas y sin más remedio tuvo que apoyar las manos en el suelo para no perder el equilibrio,  Rafael aprovecho para dar un tirón a la ropa y dejarlo con el culo al aire, a Álex se le encendió la cara de vergüenza pero no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, Rafael empezó a dar manotazos en el trasero de su hijo

plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF – Álex apretó la boca para que no saliera ningún sonido de su boca, ya era demasiado humillante como para encima darle esa satisfacción a su papá – plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF quería hablar contigo como personas adultas pero me has dejado en claro que no – le decía su padre sin dejar caer sus mano en el trasero de su hijo – plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF –

-Papá ya – Rafael se dio cuenta de la voz entrecortada que tenía su hijo, aunque fuera la primera queja sabía que era suficiente

Plaf ¿es que plaf no te das cuenta?plaf – le pregunto su padre antes de soltarlo y Álex se puso de pie subiéndose la ropa recuperando un poco su dignidad – ¿no te has parado a pensar las consecuencias que tiene esas carreras ilegales? – repitió mientras Álex tenía la mirada en el suelo con la cabeza gacha – desde matarte o terminar en una cárcel –Álex no contestaba solo tenía la cabeza gacha, tenía mucha vergüenza fue cuando Rafael le cogió el mentón levantado su cara para que lo mirara – nunca te negué que salgas con tus amigos a fiestas o que te vayas de viaje los fines de semana, pero lo que no voy a permitir Álex… es verte en la cárcel o que venga la policía a decirme que mi hijo está muerto  – Álex en ese momento vio la preocupación de su padre y vio la realidad, tenía razón eso podía pasarle, fue cuando se dio cuenta que estuvo en una burbuja, que se vio arrastrado por el entusiasmo y no tuvo el valor de decirle a sus amigos que no lo haría, Rafael lo abrazo se dio cuenta que sus palabras habían clavado en su hijo

-Lo siento papá no pensé en todo eso

-Lo sé hijo lo sé – murmuró su padre satisfecho, al soltarse del abrazo Ramón tendió su mano  – Álex las llaves de casa y la tarjeta de crédito que las del coche mañana las cojo yo te quedas sin todo eso hasta que me convenzas de que eres responsable denuevo

-¡Papá! – le dijo sorprendido

-Alex – le dijo moviendo los dedos como diciendo estoy esperando

-¿Y si me hace falta algo en la uni?

-Me lo pides, que lo que te haga falta yo te lo doy...

Y a Álex no le quedó más remedio que darle las llaves y la tarjeta a su papá, ahora sí que estaba como un estúpido mocoso.



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