Y mientras Bruno hacía ya rato que
había acabado sus tareas del instituto, y se preguntaba cuanto más podría
demorarse sin que sus tíos se olieran que estaba intentando eludir el castigo.
Moisés tampoco estaba deseoso de
tener esa charla con su sobrino, por lo que estaba ignorando el hecho que a
esas horas los chicos ya solían estar enganchados a la tele. Ana María sabía
perfectamente a lo que estaba jugando Bruno, no podía enfadarse con el niño por
intentar retrasar su castigo lo máximo posible. Ahí estaba su marido con 42
años haciendo exactamente lo mismo. Ana María tras suspirar por novena vez,
decidió, que ya tenía suficiente y se levantó del sofá, apagó la tele, dejando
a su marido descolocado. Pero tras 15 años casados, se conocían muy bien y
Moisés sabía que Ana María lo había calado bien. Ana María le dio un beso en la
frente y lo miró con ternura.
- Tú
y Bruno, siempre habéis tenido una relación muy especial, él siempre te ha
idolatrado. Pase lo que pase, eso no va a cambiar. Bruno tiene muchos defectos,
pero sabes muy bien que para esos tres la familia es lo más importante en el
mundo.
- Lo
sé, y lo que me preocupa no es el hecho de que crea que después de reñirle y
castigarlo Bruno vaya a dejarme de querer. Lo que me preocupa es que no sé qué
decir ya. Ya le he dicho varias veces que la violencia no es la respuesta para
nada y que hay que tener en cuenta los sentimientos de los demás. No solo los
de la familia. Y ya ves, en unos minutos volveremos a tener esa charla, y sé
que va a servir para lo mismo que ha servido las otras veces.
- Cariño,
no puedes tirar la toalla, tú no eres así.
- Llevan
más de un año aquí. David sigue sin amigos, Tara sigue haciendo como si sus
padres nunca hubieran existido y Bruno sigue siendo un pequeño camorrista, y
cada vez tiene menos de pequeño. Las cosas no van a mejor, van a peor. Si
Natalia estuviera viva…
- Bruno
ya era así, antes de que Natalia enfermara, y lo sabes. En el parque solía
quitarle los juguetes a los demás niños y siempre estaba peleando. Sé que es tu
sobrino y que lo adoras, pero Moisés, la muerte de sus padres solo ha hecho que
empeore algo que ya estaba mal. No digo que Natalia hicieran un mal trabajo
como madre. La pobre estaba enferma y suficiente hizo, teniendo en cuenta todo.
Y Bobby hasta la muerte de Natalia, los llevaba más o menos, pero nunca conectó
con Tara, David es tan retraído como lo era el condenado de su padre, por lo
cual llegar a él es casi imposible. Y creo que a ellos ya les estaba bien, así (dijo
con disgusto). Y Bruno, Bruno siempre ha sido el pequeño, y siempre ha
tenido a una madre enfermiza o unos hermanos sobreprotectores que le tapaban
todas sus travesuras. Y ahora ya no es un niño pequeño y sus travesuras ya
tienen poco de travesuras y mucho de crueldades.
- ¡Ana
María! (Moisés increpó a su esposa).
- Nada
de Ana Marias, cariño. Los chicos con nosotros son fantásticos, pero estoy
harta de recibir quejas de los vecinos, de los clientes e incluso de las madres
de alguno de sus alumnos. David por agrio y Bruno por salvaje. Y te recuerdo
que tenemos un hijo de 10 años que creen que esos dos son el mismísimo mesías.
Hay que pararlo ya. Y si tú no sabes cómo, yo sí. Como diría tu
padre. Mano dura (Ana María le dijo furiosa a su marido, porque estaba
segura que de tratarse de Fran, su marido no sería tan inseguro).
- ¿Eso
crees? ¿Qué con una buena tunda todo estará solucionado.
- Mira
Moisés, me voy, porque no quiero discutir contigo. Bruno es el hijo de tu
hermana, no de la mía. Haz lo que te venga en gana, pero no me vengas después a
comer la cabeza.
- Solo
digo que las últimas veces que se ha metido en problemas, le he reñido, le he
castigado y le he dado una buena zurra. Y sí está muy suavecito durante unos
días, pero eso es todo.
- ¿Entonces?
- Cariño,
no te va a gustar lo que voy a decir, pero lo diré igualmente (dijo
Ana María acariciando a su marido),necesitamos ayuda, ayuda de un
profesional.
- ¿Un
loquero?
- Grrrr (gruñó
desquiciada Ana María). Ahí te quedas (y salió del salón
farfullando algo en italiano, al cabo de un minuto se escuchó la
puerta de la calle cerrarse. Moisés supo entonces que era el momento de hacerse
cargo de Bruno. Moisés respiró hondo y se levantó del sofá y fue hacía la
habitación de Bruno y David).
- Toc
toc (picó a la puerta, pero no esperó a la respuesta, acto seguido,
abrió la puerta. La cara de Bruno era un poema, estaba aterrado). Tú y
yo tenemos una conversación pendiente y ya está bien de hacerse el remolón (Moisés
se sentó en la cama de David, Bruno no se movió ni un milímetro de su silla,
prefería que su trasero siguiera en contacto con esa silla lo máximo posible). Bruno,
estoy esperando una explicación, has tenido un par de días para pensar bien,
así que espero algo más que un “no sé” (dijo Moisés imitando, a la
perfección, a los chicos incluso en el hundimiento de hombros).
- Tío…yo…no
pensé, solo lo hice y ya está ¿Me vas a castigar con el cinto?
- Eh,
eh, eh. Alto ahí, muchas ganas tienes tú que te caliente el trasero.
Esto no funciona así. Cuéntame cómo fue y no te ahorres los detalles (Moisés
se miró el reloj) tenemos todo el tiempo del mundo. Realmente quiero
saber la razón porque lo hiciste eso a ese chico, hijo (dijo de una
forma muy paternal)
- Es
que…no, no hay razón. Él estaba allí y entonces recordé una película, en que le
hacían eso a un empollón, y pensé que sería divertido repetirlo con ese panoli (Moisés
dio un manotazo en la cama, no soportaba a los abusones, y sabía perfectamente
que así era como llamaban los abusones a los chicos que no eran populares).
- ¡Bruno! (Moisés
estaba respirando como un toro)
- Lo
siento, quise decir chico (corrigió en pánico).
- Ya
hablaremos después de eso de llamarles nombres a tus compañeros (dijo
fulminante). Me estás diciendo que no hubo provocación, ni pelea, ni
nada, ¡solo pensaste que ser cruel con ese chico sería divertido?
- No
pensé que era cruel.
- ¿Ah
no? Y crees que es desnudar a un chico y atarlo al mástil de la bandera para
que lo vean todos los del instituto es algo bueno? Algo divertido? ¿Te paraste
a pensar cómo te sentirías si te lo hicieran a ti? (Bruno bajó la
cabeza y las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas. Odiaba que su
tío lo castigara pero se sentía fatal cuando sentía que lo estaba
decepcionándolo).
- No,
señor (dijo en un hilito de voz)
- Nada
de “señor” Bruno. ¡Maldita sea! (dijo dando otro golpe en el colchón) Me
niego a creer que no eres capaz de diferenciar entre el bien y el mal.
- Sí
que soy (dijo gimoteando como si fuera un niño de 4 años en vez de
13).
- Pues,
no lo entiendo, Bruno. En serio que no lo entiendo (Moisés se pasó la
mano por el pelo desconcertado). Sí sabías que estaba mal ¿Por qué lo
hiciste?
- ¡Ya
te lo he dicho, joder! (le gritó desquiciado) No lo pensé, no
me pongo a anular como un puto científico todo lo que hago, solo lo hice y ya
está, ¿Vale?
- ¡No,
No vale! (dijo poniéndose en píe). ¿Sabes, Bruno? Las cosas te
irían mejor si pensaras un poquito, solo un poquito, lo que vas a hacer antes
de hacerlo (Bruno no se atrevía a mirar a los ojos a su tío, realmente
estaba muy enfadado, no lo recordaba tan enfadado en su vida). Te
repito lo que te hemos dicho antes, una cagada más y te sacó de ese instituto y
te meto en un centro privado donde no vas a tener oportunidad alguna para hacer
estupideces. (Bruno estaba demasiado asustado como para pararse a
analizar las palabras de su tío). Lo que queda de curso se acabaron las
salidas y el equipo de futbol, de casa a la escuela y de la escuela a casa (Bruno
lo miró aturdido, justo acababan de empezar el tercer trimestre). Y a partir de
la semana que viene vas a visitar a un psicólogo para ver si él puede ayudarte
a controlar esos impulsos tuyos, porque está claro que a nosotros no nos haces
ni caso. (moisés no creía mucho en los psicólogos pero si no llevaba al crio a
uno Ana María se pondría insoportable. Además mal no le podía hacer ¿no?)
- ¡QUÉ!
NO, NI HABLAR. YO NO ESTOY LOCO, NO NECESITO NINGÚN LOQUERO, NO PIENSO IR (incluso
dio un pisotón en el suelo).
- No
te lo estoy preguntando, te lo estoy diciendo. Y Bruno, por cada sesión que te
saltes acabarás con un trasero muy adolorido ¿He hablado claro? (Bruno
no dijo nada solo se hizo pequeño pequeño pequeño) Y ahora (Moisés
empezó a quitarse la correa), ambos sabemos lo que viene, pantalones y
calzoncillos a bajo y sobre el escritorio (Bruno tragó saliva al oír
la sentencia).
- Por
favor, tío, por fa, por fa, te lo suplico con el cinto no, por fa, con lo que
sea menos con eso (suplicaba Bruno).
- Bruno (Moisés
se puso las manos en la cintura y arqueó una ceja).
- Por
fa, por fa, juro que nunca más seré cruel con nadie, lo juro (Bruno
decía llorando).Por favor, tiito (intentó apelar a los recuerdos de
cuando era pequeño).
- Bruno,
si he de ir yo y bajarte los pantalones y colocarte sobre la mesa, lo haré,
pero a base de cintazos (Moisés no se estaba marcando un farol, Bruno
sabía de propia mano, que salir huyendo u oponerse, solo significaba llevarse
unos buenos correazos extras y también extras de duros. Así que se bajó los
pantalones y calzoncillos y se agarró bien fuerte al extremo del escritorio).
- ZWASS
ZWASS ZWASS (Moisés no era un hombre de muchas palabras cuando zurraba a alguno
de los chicos. sabía perfectamente que en ese momento uno solo está centrado en
lo mucho que le duele el trasero y que se diría lo que fuese con tal de acabar
con ese dolor cuanto antes. Así que era rápido y contundente. No brutal, no era
necesario, la puesta en el escena, era casi el 80% del castigo, solo necesitaba
asegurarse que los chicos relacionasen el dolor con el castigo. Así que el
castigo no duró mucho, el cinturón duele muchísimos 12 cintazos son muchos. Y quien
diga lo contrario es que jamás Ha recibido uno) ZWASS ZWASS
- BWUAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH NOOOOOOOOOOOOO NOOOOOOOOOOO AUUUUUUUUUUUUUU LO
SIENTOOOOOOOOOOOOOOO AUUUUUUUUUUU PERDOOOOOOOOÓN
- SSSSSHHH
YA, ya está Bruno y agarró a Bruno por el cogote suavemente y se sentó encima
de la cama de nuevo, pero esta vez colocó al muchacho sobre sus rodillas (sabía
que ahora el trasero le dolía horrores, así que las palmadas que le iba a dar
solo eran para remarcar el mensaje) PLASS PLASS
- AAAAAAAAAAAAAAAAU
NOOOOOOOOOOO (Bruno se giró de repente y se llevó las manos al trasero
para protegerlo. Pero Moisés que ya se esperaba esa reacción. Todos los chicos
reaccionan igual. Le agarró ambas manos las quito del medio y durante un minuto
azotó con gusto ese trasero, el chico aullaba como si lo estuvieran hirviendo
vivo. Moisés no quería maltratarlo, solo castigarlo lo suficiente para que el
chico abandonara esa actitud tan cruel y violenta).
- PLASS
PLASS PLASS PLASS (Cayeron las últimas palmadas que como siempre eran las más
dolorosas. Y Moisés ayudó a ponerse de píe y subirse los calzoncillos a su
sobrino) Venga, Bruno, ya acabó. Ya está. Ya no se volverá a repetir
¿verdad? ¿Ya entendiste, no?
- Sí,
señor. No volveré a portarme mal con nadie, lo juro (dijo mientras se
sobaba el culo y se restregaba los ojos).
- Esos
espero, hijo. Eso espero. Pero ten en mente lo que hemos hablado antes. Piensa
antes de actuar, sé que si te paras y lo piensas, dejarás de meterte en líos,
eres un buen chico, eso no me cabe duda (y le dio un pequeño achuchón
de cariño. En ese momento Bruno se calmó, solo cuando su tío le daba un
achuchón o una caricia sentía que el castigo había realmente acabado).
- Lo
prometo, tío.
- Muy
bien (le acarició el pelo). Me voy a la cocina, por lo visto, hoy
me toca cocinar a mi (dijo poniendo pucheros).
- ¿Pizza?
- Hoy
no (dijo aguantándose las ganas de reír). A ver qué encuentro
que pueda descongelar (dijo arroscándose la cabeza mientras salía de
la habitación de sus sobrinos. Fue oír la puerta de la habitación de David y
Bruno. Y David dejó su lectura en el portátil y se fue a comprobar cómo estaba
su hermanito, aquella había sido de las duras, con el cinturón, ni más ni
menos).
buaaaaa... pobre Bruno!!!!! :(
ResponderBorrarTía mala esa... no me cae, no me cae y NO ME CAE!!!! =P
Camila
Buen capi, aliviada de que al fin el chico ya no sufre la espera pero igual no le fue de rositas , veremos si esta vez hace caso eso de hacer crueldades no esta bien, nada bien.
ResponderBorrartenaz....pobrecito Bruno.....la Tia como que esta muy dura con los chicos..uyyy pero bueno no son hijos de su hermana. Muy buen cap.
ResponderBorrarMe encanto.
ResponderBorrarTqz
Litle me encantan tus historias..eres genial
ResponderBorrarme encanto.....
ResponderBorrarLittleHoshi: Me alegra que les guste, muchas gracias.
ResponderBorrarmi querida Little....
ResponderBorrarno pude ponerte un comentario en un inicio, pero ahora acabo de leer todo tu relato, estoy en un vilo por mi pequeñito, espero que solo sea una fea amenaza, de esas que te apretan el estomago y aceleran el alma, no pueden enviarmelo a un instituto militar, por favor
y que este tio tenga un poquito mas de paciencia que vamos, Bruno noes malo
me encato, espero loactualices prontito
Agh no se si me da peno o desteto a Bruno... me creas un conflicto
ResponderBorrarPobre Bruno...
ResponderBorrargrrrrrrr esa tia no la soporto..........
Buna la historia como siempre....