- Pican a la
puerta (dijo Ana María a su marido).
- Lo he oído
(dijo con una sonrisita malévola).
- Pues abre
(Ana María le contestó con la misma malicia).
- ¿Y porque no
abres tú? (a veces su mujer podía ser tan recalcitrante)
- Porque tú
eres el hombre de la casa ¿Y si fuera un ladrón o un asesino?
- No creo que
picará a la puerta, cariño (dijo levantándose del sofá).
- Te quieroooo
(dijo como si fuera una niña mimada mientras su marido iba hacía la puerta para
abrir).
La sorpresa fue al abrir la puerta y encontrar a dos agentes
de policía escoltando a David. Moisés no estaba preparado para esa escena, y
francamente de haber imaginado una escena así, no sería David el escoltado sino
Bruno, incluso su propio hijo, ¿Pero David?
- Buenas tardes
(dijo uno de los agentes)
- Buenas tardes
(contestó Moisés aún perplejo por la situación. David estaba pálido y no
levantaba la vista, como si el mirar a los ojos a su tío lo fuera a convertir
en piedra).
- ¿Es usted el
tutor legal de este joven? (le preguntó el policía que le había saludado).
- Sí, lo soy, soy su tío. ¿Ha pasado algo?
- Me temo que
sí, su sobrino ha cometido un delito contra la propiedad privada (Moisés abrió
los ojos como platos, conocía muy bien a David y él no era un vándalo),
allanamiento de morada, afortunadamente el edificio es de un holding y no
parecen interesados en presentar cargos, pero nos han pedido que desalojáramos
el edificio de todos los “ocupantes ilegales” que hubiera. Y su sobrino era uno
de ellos, se ve un buen chico, así que nosotros tampoco presentaremos cargos.
Pero deberían hablar con él seriamente sobre el respeto a la propiedad privada.
(y el policía miró fijamente a David) aunque esté abandonada, si no es de tu
propiedad no debes de entrar. Hay leyes, chico.
- Sí, señor, no
volverá a pasar, lo lamento (se disculpó muy educadamente David, y se apresuró
a entrar en casa, ser arrestado e ir en el coche patrulla no era algo que le
hubiera gustado especialmente David. Pero al pasar al lado de su tío, Moisés lo
agarró por el brazo y lo detuvo).
- Disculpe, mi
ignorancia, agente, pero no sé de qué está hablando, ¿Qué es lo que ha pasado
exactamente? (preguntó Moisés manteniéndose lo más sereno que podía).
- Se trata de
las oficinas Kaplanian, ya sabe, las que llevan
casi una década vacías, a la espera que los herederos dejen de
enfrentarse por ellas en los tribunales
- Las que están
cerca de la estación ¿no? (moisés dijo respirando profundamente, esa no era una
zona en la que quisiera que estuvieran merodeando sus sobrinos)
- Si, esas (el
policía también era padre y sabía perfectamente que ese no era un buen lugar
para un chico de una buena familia como parecía aquella).
- Muchas
gracias agentes, no se preocupen mi sobrino y yo tendremos una conversación muy
seria sobre allanar propiedades de otros. Y disculpen las molestias, estoy
seguro que tienen cosas mejores que hacer de escoltas de chavales demasiado
vivos (David tragó saliva y se le revolvió el contenido de sus tripas al oír
ese tono en la voz de su tío. Moisés, sin dejar el agarre de su sobrino, se
acabó de despedir de los policías y cerró la puerta. Entonces durante unos
breves segundos el tiempo transcurrió muy deprisa y muy lento a la vez. Moisés
sabía que necesitaba calmar, porque no estaba en condiciones de tener una
conversación racional con nadie). Ve a
tu cuarto, no tele, no ordenador, no nada…(decía entre dientes intentando no
chillarle) voy a hablar con tu tía y ahora voy.
- Sí, señor
(dijo como si fuera un corderito a punto de ir al matadero y no perdió ni un
segundo en desaparecer de la vista de su tío).
- Bruno, ve a
la habitación de Fran a acabar los deberes (dijo David al entrar en su cuarto)
- No estoy
haciendo los deberes, ya acabé, estaba…
- Me da igual,
que te vayas al cuarto de Fran (dijo muy seco, no había rabia ni bromita, ni
ganas de incordiar. Bruno miró a su hermano sin entender nada).
- ¿Por qué
tengo que irme yo? Éste es también mi cuarto.
- Me acaba de
traer la poli y el tío no tardará mucho en venir para “charlar” conmigo, así
que desaparece, a menos que quieras que sobre para ti también.
- ¡QUE TE HA
TRAÍDO LA POLI! (Bruno estaba alucinando pepinillos, David era la persona más
pacifica del mundo, no se podía imaginar que pudiera meterse en líos con la
pasma).
- SÍ, JODER,
SI. AHORA LARGO (perdiendo un poco los modos).
- ¿Pero porqué?
¿Qué has hecho? (Bruno no se dejaba intimidar por cuatro gritos).
- No es asunto
tuyo, ahora largo.
- No, no me
pienso mover de aquí hasta que me lo digas (y entonces David hizo algo que
Bruno no se esperaba, se fue directo hacía el lo agarro fuerte del bíceps y lo
sacó arrastras del a habitación. Bruno al verse fuera de su propia habitación
comenzó a patear la puerta).
- Déjame entrar
gilipollas, es mi habitación también, que me abras, capullo! (Bruno gritaba a
la vez que pateaba la puerta. Por supuesto el alboroto hizo que todos salieran
al pasillo a ver que sucedía).
No dio tiempo que ni Tara ni Fran preguntaran, Moisés estaba
ya muy enfadado para lidiar con las pataletas de nadie y menos de un chico de
la edad de Bruno. ¿Patadas a las puertas? Pero qué eran ahora un at6ajo de
salvajes. No se suponía que el loquero ese estaba trabajando con Bruno a
controlar esos impulsos. Así que ni corto ni perezoso Moisés agarró a Bruno y
se lo puso bajo el brazo dejando acceso directo al trasero del chico.
- En esta casa
PLASS PLASS PLASS No somos unos salvajes PLASS PLASS PLASS, no damos patadas a
los muebles PLASS PLASS PLASS ni a las puertas, PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS (Moisés estaba muy furioso, así que no miró mucho la fuerza con que
zurraba a Bruno)¡PERO QUE NARICES pasa en esta casa! ¡Es que nadie es capaz de
comportarse! (Moisés de verdad que ya no entendía nada, la situación le
superaba).
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaau noooo auuu lo siento, lo siento sniff sniff pero David me echó de la
habitación a empujones sniff (Tara rodó
los ojos al oír eso, cuando empezaba a ver al ñajo como un chico mayor el crío
hacía o soltaba algo que le hacía pensar que su hermanito jamás dejaría de ser
un niño).
- Me da igual
lo que haya hecho David, bueno no me da igual (ya no sabía ni lo que se decía).
No hay excusa para dar patadas a los muebles, Bruno no tienes dos años, maldita
sea, tu madre te ha educado mejor que eso, cualquiera que te vea ahora pensaría
que fuiste criado por animalitos (Moisés cerró los ojos, se había pasado. Sabía
que no debía hablar así a los niños y menos de sus padres, pero estaba harto,
harto de que nada mejorara , más bien todo lo contrario, las cosas iban a peor,
ahora hasta David se metía en problemas. Estaba a punto de disculparse cuando
Bruno hizo la mayor tontería de su vida le arreó tal patada a su tío que le
saltó la espinilla. Moisés se dobló del dolor en el acto, quedando arrodillado
en medio del pasillo. Fran corrió a socorro a su padre. Y Tara agarró a su
hermano y lo sacudió).
- ¿Pero tú eres
idiota o qué? (le dijo mientras lo zarandeaba)
- No debió
decir eso de mamá y papá (dijo Bruno aún deseoso de venganza).
- No ha dicho
nada malo de mamá y papá, imbécil. Solo estaba diciendo que eres un salvaje, y
lleva razón ¿Cómo has podido patearle?
Después de todo lo que te está aguantando. No tiene obligación alguna de
aguantarnos ¿lo sabes? Podríamos estar en casa de los abuelos o de tío Luís,
pero no, estamos en su casa, ahora somos parte de su familia, así que deja de
comportarte como un puto salvaje desagradecido (Tara jamás le había hablado
así. Si que lo había insultado, por supuesto, eran hermanos, pero ella era la
dulce, la que se ponía de su lado en contra de David).
- ¡Tara! (dijo
Ana María que no podía creer lo que estaba pasando ante sus ojos. Y entonces
todos se quedaron quietos y en silencio sin saber que hacer o decir. Moisés se
reincorporó respirando con dificultad, no por el dolor, sino porque también
estaba en shock). Cada uno a su habitación. Bruno me esperas en nuestro
dormitorio. (ordenó Ana María como si de un
gran mariscal se tratara y nadie se atrevió a rechistar. Una vez todos
estaban donde se les había mandado fue hacia su marido). Moisés ¿Estás bien?
(Dijo preocupada)
- Si (Moisés le
contestó de una forma muy lacónica).
- Vamos al baño
que te ponga alcohol en esa pierna (y en su voz había cansancio).
- Estoy bien,
voy a…
- Pues sí tú
estás bien, te aseguro que yo no (dijo con lágrimas en los ojos). Esta es
también mi casa y esto sí que no, sé que son tus sobrinos, pero yo soy la madre
de tu hijo, y no pienso consentir que mi hijo se críe en este entorno. TE HA
PEGADO, MOISÉS. TE HA PEGADO (le repitió remarcando cada sílaba).
- ¡Lo sé,
maldita sea! (le gritó)
- No ves, lo
que está pasando, antes no nos gritábamos. (Moisés se sintió fatal porque era
cierto ellos jamás se gritaban) Cariño, una sola manzana podrida puede malograr
todo un saco. Se acabó el periodo de gracia. Se acabó el sentir pena por los
pobre huerfanitos, son tres mocosos que necesitan unos padres y unos padres
firmes que les ponga en vereda. O te pones las pilas o me llevo a Fran a casa
de mis padres. Pero esto tiene que acabar aquí y ahora (Ana María le dio un
ultimátum a su marido). Les estás haciendo un flaco favor a ellos y a tu hijo
que está creciendo viendo que se puede pegar a un padre o meterse en líos con
la ley.
- No tenía
intención de aplaudirles.
- No, pero la
paternidad no es un sprint es una larga y costosa maratón. Qué hoy les des una
buena y merecida zurra no sirve de nada si al cabo de unos días vuelves a hacer
la vista gorda con esas “pequeñas” cosillas de los chicos. No hay que pasarles
ni una, porque ya ves lo que pasa. Aún son niños, aún no tienen la madurez
suficiente para darse cuenta que cuando les estás pasando una es por
indulgencia y no por flojera.
- Ya sé por
dónde vas.
- Me alegro
(dijo muy digna y le echó una miradita que ponía los pelos de punta). Así no
tengo que gastar más saliva, me voy a la tienda, me llevo a Tara y a Fran. Yo
hablaré con Tara, tú trata con Bruno y David. Ya sabes lo que te toca (y se fue
hacía la habitación de Fran para prepararlo para salir a la calle. Moisés se
fue al baño y contempló la sangre de su pierna. Tenía unas ganas enormes de
llorar, pero no por el dolor de la patada. Sino porque todo se había
descontrolado, todo, hasta David).
Me encanto continúala pronto.
ResponderBorrarTaz
Cada vez me desagrada más esa tía! Le incomodan los chicos en su casa o qué?! La verdad, yo me veía venir esa reacción de Bruno. Como lo dijo el tío sonó a crítica hacia su madre, era entendible que reaccione de esa forma.... no está bien, pero lo entiendo.
ResponderBorrarPor faaaa, que Moisés no sea muy malo con los chicos!
Yo opino igual que Camila,no es que esté bien pero se entiende.
ResponderBorrarY por otro lado esa tía igual no me cae bien,se nota que para los chicos son ellos tres nada mas ya que por lo visto la tía a cada rato muestra su molestia por tener a los niños,me da la sensación de que no los quiere mucho.Por otro lado se percibe que los chicos están ahí porque pueden estar los tres y me imagino que en otro lado la pasarían mal...pero en resumidas cuentas hasta ahora lo único que siento es que los chicos están sometidos a unos tíos en donde hay mas obligación que amor,siempre están bajo el yugo del temor a la dura paliza que les dará el tío o que los envíen a una escuela tipo reformatorio,como sea están bajo constante temor y muy poco amor y calidad familiar.
Me a encantado la historia,por lo que el pasar de los chicos me a llegado mucho.Sufro con ellos.Me da impotencia por lo que tienen que pasar.Es verdad que se buscan los problemas pero a la vez son chicos aún por lo que no se les puede culpar tanto ¿no crees?
Si me pongo en los zapatos de los chicos creo que me sentiría fatal.
Y los tíos en vez de darles estabilidad ,mucho amor y seguridad por todo lo triste que les tocó pasar ,están siempre siendo juzgados ,.......creo que los pobres niños están ahí solo porque no tienen otra mejor alternativa o al revés que las otras opciones eran "mas malas" que estar con este matrimonio.
¡¡UUuuyyy mira todo lo que revuelve mi mente la historia jjajajaa !! no lo tomes a mal mis pensamientos ,es solo que me a gustado la historia y me estoy absorbiendo de ella y siento mucho lo que les pasa a los chiquitos ya que están solitos ellos tres y no ven a esos tíos como familia o sustitutos de padres,sino mas bien como una imposición .
¡¡Aplausos y mas aplausos ! se está poniendo muy buena tu historia
Marti
ayyyy no se les ve un futuro doloroso, espero se solucione todo ... pero creo que en el camino habrá muchas lagrimas.
ResponderBorrarSiento que estos pobre hermanos están tan abandonados en el lado afectivo que me da pena, siempre con el estrés de no salirse de la raya ni un poquito, con la amenaza constante del encierro en un casi reformatorio militar o una paliza, ya se sabe que eso es lo que hará el tío, pero se nota a leguas que la mujer de este apenas los tolera porque esta todo el tiempo con la constante espina de que su marido haga algo más que una paliza con ellos, ni siquiera saben que estaba haciendo David ahí y ya le hirvió la sangre, y ya los chicos se ponen tensos y llamarlos entre comillas animales, bien merecida tenia la patada, que un hijo que no defiende el nombre de sus padres no es hijo que merezca llamarse hijo, aun cuando no haya nombrado a sus padres, el solo sugerir que ellos son animales fue realmente cruel, y ni siquiera se disculpo y encima debe estar estresando esperando la paliza… para mi ese tío no es más que un maricon que no tiene los cojones bien puestos para hacer algo más que las sugerencias de su esposita, como si no tuviera personalidad, fue cruel por parte de ella decir son tus sobrinos no los míos, se acabo lo de pobres huerfanitos cuando ellos están oyendo y sugerir que su hijo prácticamente se convertirá en un criminal por que su primos se porten así ocasionalmente, es una total estupidez, se nota a leguas que los ve como una carta, mejor sería que se los entregara a los abuelos, mejor suerte correrían que con ese par, una que mete cizaña y el otro que no es empático…
ResponderBorrarLo siento si no te gusta, pero así me revuelves las emociones y eso es porque escribes maravillosamente que me pones lo pelos de punta
LittleHoshi: está història no va a reflejar unos tutores perfectos, sinó más bien a un matrimonio que de la noche a la mañana se convierten en tutores de tres chicos con problemas. Y no són ni educadores, ni sicologos ni unos santos. Por lo cual no se van a comportar de una forma muy idilica.
ResponderBorrarYo al escribir soy la primera en recriminarles todos sus defectos, así que són libres para detestarlos hasta la saciedad
jajaja
uffffffffffffff ya que das carta libre!!!
ResponderBorrarDejame decirte que los odio!!! y más a esa tia!!!
Los chicos merecen ser felices!! y eso que viven no es felicidad!!
LittleHoshi me tienes atrapada en tu historia!!!