Capítulo 13.
-
Eres idiota (le dijo Antonia intentando
aguantarse la risa mientras que con su dedo recorría suavemente una de las
marca de los varazos)
-
Cállate (dijo Sebastian poniendo
morros pero no le apartó la mano)
-
Me puedo callar
pero eso no cambia que eres idiota (Antonia le besó dulcemente una nalga y después le dio
un mordisquito en ella. Sebastian le lanzó una mirada de odio). He estado hablando con Leopold, me ha hablado de un
trabajito (Antonia hablaba sin
dejar de sobar a Sebastian, mientras Sebastian la miró con muy mala cara) …no me mires así,
me muero de aburrimiento
-
¿Cuánto tiempo
estarás fuera? (Sebastian estaba claramente molesto)
-
Solo estaremos
una semanita (dijo
besándolo apasionadamente)
-
¿Estaremos? ¿Leopoldo también
va? (dijo
sonando a amante celoso y eso le cortó el rollo a Antonia)
-
Mira, cielito,
podemos pasar un buen rato o ponernos de morros por tus estúpidos celos
-
¿Estúpidos? ¿En
serio? (dijo
ofendido Sebastian)
-
Sí, estúpidos (dijo incorporándose estaba
claro que no iba a ver jueguecitos). Me voy con Leopold porque Alejandro está paranoico con
los Hof y alguien tiene que hacer de enlace entre vosotros y ellos. Y como el
gran Alejandro no se digna a hacer su trabajo, me toca a mí (dijo
enfadada)
-
¿Entonces no
pasa nada si os acompaño? (dijo Sebastian alzando una ceja. Y Antonia abrió mucho la
boca)
-
PLASS (le dio un cachete en el trasero que no tenía nada de
caricia erótica)
-
Auuuuuuuuu
estás idiota o qué narices te pasa, eso dolió
-
Exacto…no hace
ni unas horas tu tío te estaba zurrando porque eres gilipuertas ¿y ahora me
dices que me acompañas en un trabajito para los Hof?¿ En serio crees que
Alejandro te va a dejar venir? (y a Sebastian no le gustó como sonaban esas palabras en la
boca de Antonia)
-
Tú también eres
una Bocha ¿sabes?
-
Oooh si lo soy,
pero no juego en vuestra misma liga (y antes que Sebastian
abriera la boca Antonia continuó) Recuerda que YO soy un Bocha pero también soy de la
hermandad de los caballero de la rosa.
-
Hermandad que
has traicionado (dijo muy serio Sebastian)
-
Eso es problema
mío, no tuyo, Sebastian. (Antonia respiró hondo)
No quiero discutir contigo, anda (y le acarició dulcemente la mejilla)
-
Vale (dijo dejándose acariciar) pero prométeme
que no te dejarás seducir por Leopold
-
Jajaja no
sufras de ese plato ya comí hace mucho, ahora estoy más interesado por otros
placeres (y su mano fue directa al pene de
Sebastian).
-
¿Cómo fue con Sebastian? (César preguntó dando un
sorbo a su cerveza)
-
Bien (dijo muy
seco Alejandro sin apartar la vista del libro que estaba leyendo).
-
¿Ya está? ¿Eso es todo lo que
me vas a decir?
-
Sí, César, eso es todo. Lo hemos hablado y creo
que hemos aclarado unos cuantos puntos (dijo levantando brevemente
la mirada de su libro y mirando a César aburrido).No habrá más problemas con Sebastian (dijo volviendo a su
lectura).
-
Si tu lo dices (dijo sin acabar de creérselo
pero aparcando el tema). Esta noche
estrenan la última de Ryan Gosling ¿Te
apetece?
-
¿y Marcos? (Alejandro alzó una ceja)
-
Tiene 12 años puede quedarse
solo unas horitas (dijo César, Alejandro se lo pensó, pero no le convencía mucho dejar solo
a Marcos, para él seguía siendo el bebé de la casa) Oh venga, estará bien, tú y yo solos, como antes (dijo sonriéndole). Te vendrá bien salir y airearte un poco (César
intentaba convencer a Alejandro)
-
Podríamos esperar a que Julio y Max regresaran,
seguro que mañana ya estarán aquí (lo cierto es que si que le apetecía mucho salir a
solas con César pero la idea de dejar solo a Marcos no acababa de gustarle).
-
Hoy es estreno…venga (dijo sonriéndole). Mira, llama a Sebastian, él se puede
quedar con el niño (Alejandro lo miró como si acabará de decir la mayor
estupidez del mundo) ¿No habías dicho
que ahora todo estaba bien entre Sebastian y tú? (Alejandro olvidaba a
veces que César era un tipo muy astuto. Sebastian resopló y tomó su teléfono)
pero no le llamó solo le escribió un mensaje “ en casa a las siete”)
Sebastian apareció por su casa sobre las seis y media,
no es que quisiera ganar puntos es que después de acostarse juntos, Antonia le había
dado la patada y no tenía otros planes. César fue el que habló con Sebastian,
algo le decía que sería mejor que hablara él y no Alejandro. Sebastian no puso
problemas con quedarse aquella noche en casa lo más seguro es que hubiera
acabado allí tras dar unas cuantas vueltas para hacer tiempo. Pero si Alejandro
y César se iban no había motivos para no estar en casa.
-
¡Marcos! (llamó César y Marcos salió
de su cuarto) Nos vamos, estaremos de
vuelta sobre las once. Te quedas con Sebastian, he dejado ahí dinero para
pizzas ¿vale?
-
Sí (dijo con una sonrisa porque
eso de pedir pizzas siempre estaba bien)
-
Compórtate, tu hermano está al mando, cuando
regresemos le preguntaré si has dado problemas y más vale que me diga que no (dijo Alejandro muy serio a Marcos)
-
Tranquilo, tío,
me portaré, yo siempre me porto (y Alejandro lo miró alucinado ¿estaría tomándole el pelo o
realmente pensaba que siempre se comportaba?).
-
Si tienes que amonestarlo porque se pasa o se
pone impertinente quiero saberlo (le dijo a Sebastian. Sebastian sonrió, aquello le traía
recuerdo. De cuando aún vivían con su padre y Julio tenía que salir o quedarse
toda la noche trabajando en un coche y le pedía que les echara un vistazo a Max
y al peque).
-
Alejandro, se
va a portar bien, no sufras (le dijo Sebastian sonriendo) Pediremos unas pizzas y vemos una peli,
noche de chicos ¿eh? ( Le dijo
guiñándole un ojo a Marcos. Pero Marcos solo forzó una sonrisa. No era ningún
secreto que aborrecía profundamente a su hermano mayor. Quizás los demás
pudieran hacer como si nada hubiera pasado pero él no podía perdonarlo tan
fácilmente).
-
Llevo el teléfono encima,
cualquier cosa (dijo César que también se le veía feliz) ya sabes (Y César y Alejandro salieron de la casa para disfrutar de
una película dejando solos a Marcos y Sebastian)
-
Muy bien,
enano. ¿Qué te apetece ver? (dijo sonriente Sebastian)
-
Me voy a mi
cuarto (dijo
muy serio Marcos) cuando lleguen las pizzas me traes la mía. LA mía sin
anchoas (dijo y le dio la espalda a su hermano y se metió en su
habitación. Sebastian se quedó con la boca abierta. Sabía que no era la persona
favorita de Marcos pero esperaba que en esos meses algo hubiera mejorado )
-
Bueno veré una
peli yo solo (se
dijo para si mismo y tomó una cerveza de la nevera y empezó a ver que películas
echaban por la tele. Al cabo de una hora las tripas empezaron a rugir y
Sebastian tomó el teléfono y encargó un par de pizzas; una barbacoa y una
deluxe) Marcos,
las pizzas (gritó Sebastian cuando llegaron las pizzas) Y alitas y
aritos de cebolla también (pero el chico ni se inmutó. Sebastian
pensó que estaría con los auriculares si no lo habría oído aunque había
chillado y si no lo había oído es porque el chico tenía serios problemas de
audición. Sebastian decidió que no iba a
hacer entrega a domicilio si eso es lo que esperaba el enano. Así que fue para
la habitación de Max y Marcos y abrió la puerta) Marcos las pizzas ya han…(pero
se quedó en blanco cuando vio que era lo que estaba haciendo su hermano)
-
¿Qué haces en
mi cuarto? ¡Fuera! (dijo enfadadísimo mientras ponía un
cojín sobre el ipad)
-
¿Eso es un
Ipad? (dijo
quitándole el cojín Y Marcos le empujó para que se fuera. Pero Sebastian no se
movió ni un milímetro y le quitó el Ipad) ¿des de cuando tenemos un ipad?
-
Dame eso
Sebastian, es mío (dijo furioso. Sebastian miró fijamente a su hermano)
-
¿Lo has robado?
-
¡No! (dijo indignado)
-
Es imposible
que papá te haya comprado uno. Él odia estas cosas ¿César?
-
Sí César. Ahora dámela (dijo intentando quitársela de las
manos)
-
No, César jamás
te regalaría algo así. Unos libros, una bicicleta, puede…pero no un Ipad. Por
dios si ni él tiene una, y seguro que le encantaría (Sebastian decía para si mismo pero
sin dejar de mirar a Marcos)¿De dónde has sacado eso, Marcos? (dijo poniéndose serio)
-
¡No es asunto
tuyo, dámela! (y
le dio una patada en la espinilla para poder tener ventaja y quitarle el ipad).
-
Grrrrrr (Sebastian se dobló de dolor
y apretó los dientes, seguro que aquel salvaje le había echado la espinilla a
bajo. Pero en un segundo estaba de nuevo en píe, pero esta vez cabreado, muy
cabreado) Craso
error, Marquitos (dijo entre dientes y con la mirada fija en el
muchacho).
-
¡No debiste
quitármela, vete de mi cuarto! (dijo enfadado Marcos que no se daba cuenta que acababa de
cabrear al lobito equivocado. Sebastian lo agarró por la muñeca y lo alzó hasta
que Marcos estuvo a la altura de su cara. Max que ni tocaba con la puntita de
los píes al suelo, parecía un monigote, empezó a luchar para liberarse de
Sebastian) ¡Bájame!
Bájame, monstruo! Se lo diré a papá
-
Bien (dijo Sebastian y Marcos no
recordaba que su hermano mayor pudiera ser tan aterrador) Pero antes te voy a enseñar yo que no está
bien patear a tu hermano (y
mientras decía eso Marcos luchaba con todas sus fuerzas por liberarse del
agarre de su hermano. Sebastian no tuvo ningún problema para bajarle el pijama
a Max y colocarlo sobre su rodilla) PLASS PLASS PLASS PLASS (4 rápidas y duras
palmadas cayeron sobre el trasero de Max)
-
Aaaaaaaaaaaaaaaau
au au para, para, detente, se lo diré a papá
-
Tranquilo papá
se enterará de esto, yo mismo le diré cuando regrese a casa (dijo Y para cuando Marcos se
dio cuenta que lo más seguro es que su padre se enfadara también con él su
hermano volvió a descargar su mano sobre el trasero desnudo de su hermano)
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
-
Aaaaaaaaaaaaaaah
aaaaaaaaaaaaaaaaay au no no, Sebastian, no auuu para, bwuaaaaaaa (Marcos estaba seguro que su
hermano tenía superfuerza).
-
Si vuelves a
patearme o se te pasa por la cabeza levantarme la mano otra vez, te daré tal
zurra que te vas a estar sentando sobre un flotador hasta que Max tenga que
volver a afeitarse PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (dijo furioso Sebastian)
-
Aaaaaaaaaaaaaaaau
ay auuu au socorro, socorro auuuuuuuu papá, auuuuuuuuuuuuuu bwuaaaaaaaaaaa (La cara de Marcos era un
poema. Sebastian respiró hondo e intentó calmarse)
-
Ahora dime de
dónde puñetas sacaste ese trasto (Sebastian le exigió)
-
Bwuaaaaaaaaaaaaaaaa (Marcos lloraba y balbuceaba cosas sin sentido) bwuaaaaaaa
-
PLASS PLASS (Sebastian
le dio dos nalgadas más y el chico cortó el llanto de golpe) ¿De donde la sacaste, Marcos? (le dijo levantando la mano como si fuera a
volverle a zurrar).
-
LA compré
bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-
¿La compraste?
Estas cosas son muy caras…¿Con que dinero la compraste, Marcos? (le preguntó preocupado por
la procedencia de tanto dinero)
-
Con el de César
bwuuuuuuuuuuuuuuuuuua (decía Marcos aún llorando por el susto y por el trasero
adolorido)
-
¿César? Pero si
estamos bajo mínimos…¿Dónde tenía César tanta pasta?
-
Bwuaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaa
-
Marcos corta la
llorera o te doy motivos de verdad para llorar (dijo ya cansado Sebastian)
-
Bwuaaaaaaaa me
has hecho daño snif snif daño de verdad, te odio snif snif
-
No seas
melodramático solo te he dado unas nalgadas, si yo hubiera golpeado a un mayor
a tu edad el tío me hubiera arrancado al piel a tiras…no habría agarrado la
vara, habría agarrado (Sebastian se dio cuenta que estaba hablando de más y se
mordió la lengua)
¿Marcos donde tenía el dinero César? ¿Marcos? (y le echó una
miradita la más puro estilo Julio)
-
Lo compré con su
tarjeta de crédito
-
¿Qué tarjeta de
crédito? (dijo
en pánico Sebastian)
-
La que tiene
escondida en su billetera (dijo muy flojito sabiendo que no debía haberle agarrado la
tarjeta de la billetera para comprar. Sebastian dio un paso a tras, estaba
pálido, incluso le costaba respirar)
-
¿Cuánto hace
que usas la tarjeta de César? (le preguntó Sebastian y Marcos se encogió de hombros. En ese
momento entendió porque su padre odiaba tanto cuando ellos hacían eso) ¡Marcos! ¡DES DE CUANDO! (le chilló)
-
No lo hago
siempre snif snif solo lo he hecho un
par de veces
-
Des de cuando
Marcos (dijo
puntualizando cada silaba y acortando la distancia entre su hermano y él)
-
Un año (Marcos dijo rapidísimo)
-
¿y la última
vez que la usaste? (dijo rechinando los dientes)
-
Hace unos días (dijo aún más rápido.
Sebastian tenía ganas de vomitar)
-
Tu ,no te muevas
de ahí (salió
de la habitación y fue al baño y vació todo el contenido de su estomago. Tras
unos minutos sentado en el frío suelo del cuarto de baño Sebastian tomó el
teléfono y llamó a Antonia y le explicó lo que acaba de enterarse. Antonia
montó en cólera pero no con Marcos sino con César. El muy idiota había
conservado una tarjeta de crédito. Con lo fácil que era rastrear esa mierdas.
Antonia quedó que lo llamaría en unas horas, debía saber si alguien había
rastreado los últimos movimientos de esa tarjeta. Si así era no solo ellos
estaban muertos, los Hof y todos aquellos que remotamente hubieran estado en
contacto con ellos también )
¡Me encantaaa que Sebastian saque su lado autoritario con sus hermanos! Mi personaje favorito es el y Max! Haz un capitulo donde Sebastian zurre a Max! Plis!
ResponderBorrarEn fin, me agrada tu historia y me la he fumado en unas horas! Siguela!