Capítulo 18
- Papá hay una firma de libros de Dakota Sarrow este
fin de semana ¿Me puede acercar al centro comercial Sur? (dijo Max mientras se
preparaba un sándwich)
- ¿Qué
día? (preguntó Julio que estaba preparando
algo para merendar para él y Marcos)
- El sábado por la mañana, sobre las 11 (dijo sin sacar la nariz de
la caja de embutidos)
- Lo
siento hijo, ya le dije a tu hermano que lo llevaría a ver lo de las motos ¿No
puedes ir autobús? (dijo Julio lamentando no
poder hacerle ese favor a Max)
- Sí, bueno, pero es que está a casi una hora de aquí (dijo y al fin miró a su
padre a la cara para enseñarle la mejor cara de perrito abandonado)
- Pues sal antes (dijo Marcos sacándole la lengua, y
sonriendo triunfante porque sabía que estaba jorobando los planes de su hermano)
- Muérete, enano (dijo Max poniéndole una mueca bien
fea)
-
Chicos, yaaaa (les avisó su padre pero sin mucho interés)
Quieres que le pregunte a tu tío si (pero con al cara que puso Max
Julio no se atrevió a acabar la frase) vale, ¿Y
Sebastian?
- No, da igual, ya iré en bus (dijo pareciendo decepcionado
y regresó con su sándwich a su cuarto. Nada más cerrar la puerta Max empezó una
especie de baile de la victoria. Quizás no estuviera tan mal que todos pensaran de él que era una
mosquita muerta).
- Sebastian
¿Tienes un minuto? (Sebastian miró a su padre
extrañado pero apagó la tele y se sentó en la cama)
- ¿Si? (dijo murándolo extrañado.
Desde que volvieran a vivir todos bajo el mismo techo, aunque eran cordiales
aquella no era una relación padre e hijo, no como la que solían tener)
- ¿Te
puedo hacer una pregunta bastante personal? (ahora si que Sebastian lo miraba con cara de estar alucinando
pepinillos) ¿Qué relación tienes con Antonia? (era
evidente que esa conversación le incomodaba a Julio)
- Jajajajaja ¿En serio? A estas alturas tengo que
explicártelo, papá (dijo sin poder parar de reír)
- Sebastian (dijo un poco molesto), no me refería a
eso ¿Vais en serio?
- Jajaja (pero dejó de reír al ver que su
padre empezaba a enfadarse) no, no vamos en serio. No sé papá, salimos juntos,
estamos bien…pero si me preguntas si le voy a pedir ser la madre de mis hijos
púes no lo sé, papá (sabiendo que Alejandro le había soltado a
Antonia que debían pensar en ampliar la familia, sobre todo porque ella era la
única mujer Bocha viva).
- Entiendo (y a Sebastian le sorprendió el tono de alivio y como se
relajó su padre después de oír eso) ¿y qué sabes de
su pasado?
- No mucho, que es miembro de los caballeros de
la rosa, que es una Bocha pero hace mucho que su familia dejó el clan…Y que
curiosamente tiene una fascinación por los programas de cocina, aunque jamás la
he visto cocinar jajaja
- ¿Sabías
que Leopold y ella? (dijo estudiando cuidadosamente la reacción de su hijo)
- Sí, lo sé. Pero eso fue hace mucho (dijo entre dientes Sebastian
y el buen rollito se fulminó en ese instante).
- Sé
que Antonia va tras el anillo de tu tío, pero lo que me pregunto es si Leopold
también va tras de él, eso explicaría su desinteresada ayuda y generosidad con
nosotros (dijo
Julio con suspicacia)
- Leopold no tiene ni puta idea del anillo (Julio apretó la mandíbula la
oír lo de “puta”, quizás fuera inconscientemente, pero seguía molestándole que
su hijo mayor hablara mal). Sé que para vosotros eso de ayudar al prójimo os parece
extrañísimo, pero hay gente buena en el mundo. Si hubierais salido más, lo
habríais descubierto (Sebastian
estaba aún molesto por el comentario de Antonia y Leopold. Sobre todo porque en
esos mismo instantes Antonia estaba con Leopold a solas en alguna mierda de
misión)
- ¿Estás
seguro de eso? (dijo Julio alzando una ceja)
- ¿De qué? ¿De que hay gente buena en el mundo o
de que Leopold no sabe del anillo? (dijo enfadado Sebastian mirando con rabia a su padre. Que en todos esos meses no había
entrado ni una vez en su habitación para hablar a solas con él y ahora que lo
hacía era para malmeter)
- Sebastian (dijo Julio usando ese tono que hacía años que no usaba con
Sebastian)
- No, papá. No sabe nada (dijo y tomó el mando a distancia y
volvió a encender el televisor. Haciendo como si su padre no estuviera allí)
- Es
curioso que Antonia no haya vuelto a sacar el tema del anillo ¿no crees? (Julio pasó por alto la pose de molesto de su hijo)
- NO. (dijo seco sin dejar de mirar la tele) Estará
esperando que Alejandro baje la guardia o que cometa un desliz. Yo que sé.
Antonia no me cuenta mucho de ese tema cuando estamos follando
-
Plass (Julio le dio un bofetón.
Eso le pilló fuera de combate por completo a su hijo que se llevó la mano en la
mejilla que le ardía. Julio rojo de rabia le agarró por la oreja y tiró de ella
haciendo que Sebastian tuviera que levantarse)
Muchachito, puede que te creas ya todo un hombre pero no olvides que yo te cambié
tus pañales llenos de caca, que yo te enseñé a caminar y a montar en bici, que
yo te enseñé a afeitarte y que…
- ¿Tu me diste la espalda? (Sebastian no puedo más y al
fin le soltó en cara lo que le reconcomía por dentro. Julio le soltó la oreja y
se lo quedó mirando)
- No me
quedó otra, tu tío lo ordenó(dijo finalmente sin poderlo mirar a la cara)
- Mi tío no es mi padre, aunque a vosotros dos se
os olvidara eso demasiado a menudo (dijo con rabia). ¿Qué tipo de padre reniega de su hijo?
-
¿Que tipo de hijo le dispara a su padre? (viendo que el chico solo hacía que atacarle como si él
hubiera sido el único que había sufrido todos esos años)
No solo atacaste a Alejandro, también me atacaste a mí
- Porque te interpusiste, además yo estaba bajo
un hechizo…tú no. Todos estos años has sido muy conscientes de tus actos.
-
Y pensaba que tú también lo eras (dijo entre dientes Julio) Si
hubiéramos sabido que estabas bajo un hechizo nunca, nunca te hubiéramos
echado.
- Eso no es cierto y lo sabes. Yo no soy Max o
Marcos, yo sé muy bien como funciona este puto clan (dijo Sebastian clavándole la mirada
a su padre)
-
Quizás, pero no te hubiera dado la espalda. Puede
que hasta me hubiera ido contigo
- ¿Y dejar a Marcos y A Max a solas con
Alejandro? No me hagas reír (dijo volviéndose a sentar).
-
Quizás me los hubiera llevado también.
- Ambos sabemos que Alejandro no te lo hubiera
permitido (dijo
Sebastian cabizbajo y Julio lo miró con pena porque llevaba razón. Sebastian
sabía que su tío supo al poco tiempo que había estado bajo un hechizo pero que
jamás se lo contó a Julio para no obligarlo a enfrentarse a él. Si Julio se
hubiera enfrentado a Alejandro, hubiera sido el fin para Julio). Olvídalo, papá.
Eso a estas alturas ya no importa (dijo
Sebastian para zanjar el tema).
- Hijo
me alegro de tenerte aquí, ni te imaginas cuanto. Pero no soy idiota y tu tío
tampoco…(Sebastian lo miró extrañado) Si estuvieras relacionado con algún tipo de complot
contra tu tío, ni tu, ni nadie que estuviera metido en esa maquinación saldría
bien parado ¿entiendes? (dijo mirándolo fijamente)
- ¿Así que era eso? ¿No confías en mí? ¿Pues
entonces porque narices me obligáis a quedarme aquí con vosotros?
-
Alejandro te quiere cerca…Y yo espero que solo sean
paranoias de tu tío.
- Pero también dudas de mi ¿no?
- Como
te he dicho, Sebastian. Te conozco demasiado bien, soy tu padre (dijo y se dio la vuelta para
salir de la habitación)
- Pues tu instinto paternal debía de estar de
vacaciones hace 5 años, porque creíste a píes juntillas que yo quería mataros (como siempre Sebastian tenía
que tener la última palabra. Julio no tenía ganas de ponerse a discutir
nuevamente con su hijo. Pero aquellas palabras le dolieron en el alma. Porque
des de que supo lo del hechizo que no había hecho otra cosa que maldecirse por
no haberlo visto…era su padre, debió de saberlo)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario