Capítulo 27 “Un pajarito me contó…”
RYAN
Este era uno de esos días en los que no paraba de
dar vueltas por ningún lado, ni siquiera me había detenido a descansar desde
muy temprano por la mañana.
Era mi último fin de semana de vacaciones, pero el
tener a un chico en casa significaba que no podía aprovecharlo descansando,
aunque en teoría saldría a una cita hoy por la noche, así que no podía quejarme
en lo absoluto.
Kira había aceptado salir conmigo a pesar de
creerme un psicópata al haberla encontrado por Facebook de manera muy “random”,
que incluyó horas de ardua investigación.
Estaba en la labor de rasurarme el rostro cuando
llegó Ryan a “molestar” un rato a mi lado.
James: no es justo tío, tengo 16 años ¿Por qué no
puedo quedarme solo hoy?- el muy sinvergüenza colocó ojitos como si fuera el
ángel más preciado de dios, ni si quiera alguien que no le conociera le
creería.
Ryan: te conozco James, y me gusta me departamento
y no quiero que nada le ocurra, además mis padres me matan si saben que te dejé
solo para irme a una cita.- eso era verdad y era una de las razones por las que
lo llevaré con mis padres, además que previamente tuve que rogarle a mi madre
que me dejará ir a la cita como si tuviera 15 años y además me cuidara al crio.
James: entonces es eso, le tienes miedo a los
abuelos y no solo por que crees que haré un estropicio.- él se burló- que niño
eres, el abuelo es un pan al igual que la abuela.
Ryan: cree lo que quieras niño y
no me hables así me debes un respeto, no soy tu amiguito, además aún no conoces
a mi tu abuelo enfadado y espero de corazón que jamás lo conozcas así.- el
chico me miró con el ceño fruncido y no sabía la razón.
James: me agradaba más el otro
tío Ryan, antes no te molestaba que te tratara así- así que esa era la razón,
era justa.
Ryan: sigo siendo el mismo tío
Ryan, pero no mientas que alguna que otra vez te regañé cuando iba a casa de tu
padre- el puchero que me hizo James me remontó al penúltimo fin de semana que
estuve con John desayunando
James: tito… cuando dejarás que
ocupe a mi bebe- por bebe se refería al coche que le había regalado John en su
cumpleaños 16.
Ryan: ya sabes que estás
castigado hasta que cumplas 17 años o quizás incluso hasta los 18- no era para
menos la que se había mandado aquella vez.
James: eso no es justo tío…
Ryan: no me hagas recordarte lo
que es justo James, sabes muy bien lo que hiciste y la sacaste barata de parte
mía así que no te quejes- claro que recordaba a la perfección el por que le
prohibí usar el coche…
.
.
.
Recuerdo…
Eran las 8:30 am, el
desayuno era a las 9 pero me gustaba llegar antes para poder charlar a solas con
John antes de que James despertara.
Toqué la puerta y John de
inmediato salió a recibirme con su soltura habitual y con un rostro de recién
levantado perfecto.
Ryan: que cara tenemos
por aquí, ¿te desperté?- no lo creo, se demoró menos de 2 minutos en abrirme la
puerta, por lo que no pudo estar dormido antes de que yo llegará.
John: no, no fuiste tu el
responsable de esta cara- se le escuchaba agotado y furioso, al parecer hubo
fiesta en la casa de los Smith anoche.
Ryan: ¿Qué hizo el chico
ahora?- estaba acostumbrado a eso, era pan de cada fin de semana que James
estuviera en líos y yo era el que normalmente trataba de salvarlo de las garras
de su estricto padre que no miraba para nada bien los líos en los que se metía
su hijo.
John: que NO hizo deberías
preguntar, el muy irresponsable se fue de fiesta el día viernes sin permiso y
volvió hoy por la madrugada intoxicadísimo, no me lo podía creer, tiene 16 años
y me sale con esto, no quiero ni imaginar lo que hará cuando sea más mayor,
estoy preocupado- vaya con el crio, que difícil se había puesto desde que había
cumplido 16 hace 3 meses, aunque quizás siempre fue así y no lo habíamos
notado, ¿Quién sabe?
Ryan: diablos, no quiero
ni imaginar la que le caerá al crio luego- John solo asintió mientras se iba a
buscar un vaso con whiskey de su bar- hey no, no, no te atrevas a beber aquello
son las 8:30 de la mañana, que ejemplo le darías a tu hijo entonces, él no
puede beber pero tú lo haces por la mañana y cuando se te da la gana- en parte
le decía aquello por que tampoco me gustaba que John bebiera y últimamente se
le estaba haciendo una costumbre.
John: soy su padre y
tengo 35 años, puedo hacer lo que se me venga en ganas- tenía razón, pero no
perdía nada en intentarlo de todos modos.
Ryan: solo digo…- el me
sonrió evidenciando que no estaba enfadado conmigo- y ¿Dónde está ahora el
chico? ¿aún duerme?
John: ya quisiera él, lo
tengo desde las 7:30 am haciendo los deberes que debió hacer el viernes cuando
se salió de la casa- pobre muchacho, la cruda de la fiesta le debe estar
pegando fuerte.
Ryan: que cruel eres,
sabes de primera mano lo duro que es el día después de una intoxicación con
alcohol- habíamos tenido muchas en nuestra juventud e inclusive ahora ya más
viejos, aunque con la edad se va controlando un poco mejor el consumo de
alcohol.
John: por eso mismo, es
una parte de su castigo y más le vale apreciarla ya que la otra parte no es tan
agradable, y solo la pospongo por que si lo agarro ahora no lo dejaría vivo.
Ryan: o más bien no
dejarías su trasero vivo, pobre chico…- el me miró furioso por estar de parte
de James y no de él- jajaja no te preocupes le regañaré para apoyarte, lo
prometo.- nos adentramos a la casa aún más y llegamos a la cocina en donde
estaba James sentado con los deberes en la encimera, medio dormido.
John para despabilarle
dio un golpe en la encimera que le hizo dar un gran salto asustado a James al
tiempo que se ordenaba que agarraba el lápiz. Yo por mi parte miré feo a John
ya que lo que acababa de hacer era innecesario sobre todo considerando que el
chico debía seguir ebrio o por lo menos con un gran dolor de cabeza.
James: tiooo, dile a papá
que es un cruel- James se levantó de la mesa y me abrazó.
Ryan: hueles a destilería
andante jovencito, pero como se te ocurre beber de esa manera, ni siquiera
tienes la edad mínima para hacerlo, estas muy lejos de esa edad- le separé de
mi y le miré seriamente, ese niño era de verdad como un sobrino para mi y si yo
me llegase a enterar que uno de los hijos de Keith se emborrachara de esa
manera el regaño sería de dimensiones bíblicas.
James: no me regañes tío,
papá me matará luego tu debes mimarme- que cara dura era este crio.
Ryan: mimos quiere el
señorito, no te gustarán los mimos que tengo pensado darte si sigues por ese
camino- el me miró triste y yo le abracé- es que fuiste muy irresponsable
enano, acaso no sabes el daño que le haces a tu cuerpo al consumir aquello.
John: muy irresponsable
fue este mocoso si hasta conduciendo llegó el muy tonto, de solo pensarlo me
pican las manos carajo- James se hizo pequeño en mis brazos mientras yo me
enfadaba aún más.
Ryan: ¡JAMES! Pero como
se te ocurre hacer algo semejante- está vez si que le regañé en condiciones, no
podía imaginarme aquello.- estás castigado jovencito, no podrás tocar ese coche
durante un año- los ojos de James saltaron de sus órbitas al escuchar el
veredicto, definitivamente no se esperaba aquello.
James: pa…- estaba
bromeando si esperaba que su padre le apoyara en estos momentos, inclusive la
sonrisa que tenía John en su rostro me indicaba que estaba totalmente de
acuerdo conmigo en esto.
Ryan: nada de “pa” ya
dije, así que más te vale que no lo toques, que me enteraré y vendré a cobrarte
algo más caro que tu preciado “bebe”
La mirada de James era
furia pura, pero no dijo nada, solo asintió y pudimos por fin pasar a
desayunar.
.
.
.
Fin del recuerdo
James: moriré sin poder volver a
tocar el coche…
Ryan: no seas exagerado niño que
para tu cumpleaños quedan unos 7 meses, solo debes portarte extremadamente bien
y podrás volver a utilizarlo, y deberías agradecer que no extendí el tiempo por
la gracia del instituto.
James: pues “gracias”- su tono
fue extremadamente grosero a mis oídos, por lo que en un solo movimiento lo
tomé de un brazo y le di una sólida palmada.
PLAS- auu tíoo…
Ryan: cuida tus modos Jamie, que
sabes muy bien que ni tienes permitido hablarme de esa manera.
James: lo siento…- él iba a irse
pero decidí darle un último consejo antes de que saliera de la habitación.
Ryan: te recomiendo no ser así de
maleducado en casa de los abuelos Jamie, por que mi padre enojado es de
cuidado- él solo me rodó los ojos y salió del cuarto de baño- yo te lo advertí.
Terminé de alistarme y dejé a
James en casa de mis padres para poder dirigirme a mi cita de esta noche…
JAMES
No estaba mal quedarme en la casa
de los abuelos… aunque el abuelo me asustaba un poco, sobre todo después de lo
que me dijo el tío Ryan antes de venir, la abuela me agradaba demasiado y me
gustaba pasar tiempo con ella, sobre todo cuando decide cocinar sus galletas
especiales.
Por otra parte estaba Chris, que
a pesar de ser un año menor que yo era bastante agradable convivir con él a
pesar de ser muy correcto a veces para su edad.
Allan: chicos la cena estará en
dos horas, por que no mejor se van a la sala del segundo piso a hacer los
deberes- no fue una pregunta como tal, si no una orden, ya me estaba enfadando.
De todas maneras seguí a Chris a
esa habitación y a mi sorpresa el de inmediato comenzó a sacar sus cuadernos
con toda la intención de hacer los deberes.
James: ¿de verdad le harás caso a
tu padre?- me estaba arriesgando demasiado al querer llevarle la contraria al
abuelo, pero no me apetecía hacer la pila de deberes que me había impuesto el
tío Phill a pedido del tío Ryan para mantenerme “ocupado” mientras el buscaba
un colegio que me aceptara en esta etapa del año.
Chris: pues la verdad es que no
tengo muchos deberes así que no me tomará mucho tiempo, te recomiendo que hagas
los tuyos, papá es un poco gruñón si no le obedeces- sé que tenía buena
intención, pero no me apetecía hacerle caso por lo que solo saqué mi móvil del
bolsillo y comencé a jugar con el- bueno tu decisión, pero luego no digas que
no te lo advertí.
No le tomé en cuenta y seguí con
lo mío, no me interesaba en lo absoluto lo que pensaba el abuelo.
.
.
.
ALLAN
Con Evelyn de cabeza en la
planificación de la barbacoa familiar de mañana, era mi responsabilidad cuidar
de los niños y verificar que hacían sus deberes y cenaban a tiempo.
Por suerte uno de los niños solo
tenía 5 años por lo que los deberes de Elliott incluso me relajaban y le
ayudaba con gusto a hacerlos.
Elliott: papi, ¿puedo jugar con
los bloques ahora?- 15 minutos nos había tomado terminar de pintar una lámina
de matemáticas y ya se encontraba libre todo el fin de semana el pequeñajo.
Punto para papá, luego se lo sacaría en cara a Eve, ya que siempre hay
espectáculo cuando intenta hacer los deberes con el enano.
Allan: claro mi vida ve, luego te
llamaré para la cena ¿vale?- el asintió y salió corriendo de la cocina que era
en donde nos encontrábamos.
Por suerte no debía cocinar, por
lo que me dirigí a donde estaban los adolescentes de la casa para verificar que
estuvieran trabajando y no holgazaneando.
Me llevé una gran sorpresa al
entrar y ver a James jugando en su móvil, sin haber hecho un intento de
obedecerme al no tener ningún cuaderno o lápiz cerca de él.
Allan: vaya Jamie, ¿no tienes
deberes?- Ryan me había dicho antes de irse que verificara que el chico se
pusiera a trabajar, ya que al día siguiente Phill había prometido que le
revisaría los cuadernos y el crio ni había tocado los cuadernos.
James: no, ninguno abuelo- y más
encima se atreve a mentirme en mi propia cara, ese niño se iba a ir a cenar con
un buen castigo encima.
Allan: aaah muy bien, entonces no
te molestará que revise tus cuadernos, solo para verificar- no dejé que me
respondiera y tomé rápidamente su mochila.
James: hey no puedes hacer eso-
su tono había sido grosero y claramente no se lo dejé pasar.
Allan: cuida tus modos Jamie, que
no quiero tener que enfadarme contigo tan pronto…- que quede constancia que yo
intenté ser amable.
James: como si me importará la
opinión de un viejo decrépito como tú- cayó la gota y el vaso se rebalsó, no
tenía más paciencia.
Chris por su parte abrió los ojos
asombrado por la valentía de James.
Allan: Chris, hijo ¿podrías ir a
tu habitación a terminar tus deberes? Luego te llamaré yo para ir a cenar- no
esperó una segunda y Chris ya había guardado todas sus cosas y había
desaparecido por la puerta; él sabía lo que ocurriría y ciertamente no quería
estar presente cuando aquello pasara.- no permitiré que me trates de esa manera
James, soy tu abuelo y por ende me debes respeto, con tus amigos habla como
quieras, pero conmigo y más aún en mi propia casa me tratarás con respeto al
igual que lo hago yo contigo- al escucharme tan serio la valentía de James
había disminuido.
James: abue…- no le dejé espacio
a conversaciones y le tomé para colocarle boca abajo sobre mi regazo con mínima
dificultad.
Allan: ¿Por qué estamos aquí
James?- yo era de los que dejaba que el chico se diera cuenta de sus propios
errores, no hablaba casi nada durante los castigos.
James aún no se decidía a hablar,
por lo que comencé con el castigo esperando que se le aflojará un poco la
lengua tal como antes cuando me había faltado al respeto.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS auu abuee
Allan: sigo esperando la
respuesta James…
James: por que fui irrespetuoso
contigo buaa y te mentí, lo siento- se largó a llorar abiertamente y decidí
comenzar a concluir con el castigo.
PLAS PLAS PLAS PLAS auuuaa noo
PLAS PLAS PLAS PLAS lo siento abuee buaa PLAS PLAS PLAS no más… PLAS PLAS
PLAS
Las últimas tres fueron con más
intensidad y por fin di por finalizado el castigo.
Le levanté de mi regazo y le
acomodé bien para poder calmarle y mimarle por un rato.
Allan: ya está niño, ya pasó-
poco a poco dejó de llorar- anda ya, que la hora de la comida se acerca y si
sigues llorando se te hincharán los ojos y Ryan pensará que te torturamos aquí-
cuando mencioné a Ryan el llanto comenzó nuevamente- hey cariño ¿Qué ocurre?
James: que-e el tío se va a
enterar y me castigará igualmente, me dijo que me comportara buaaa- con que de
eso se trataba, este niño era un tierno.
Allan: no te preocupes de Ryan yo
hablaré con él, por mi ya estás perdonado así que ya no llores- costó un
poquito, pero finalmente se calmó por completo- anda vamos a hacer rápido esos
deberes, yo te ayudaré, a ver si terminamos antes de la cena y puedas tenerlos
listos para mostrárselo a Phill mañana, que si no te cae otra.- al hablarle de
Phill y los deberes la cara de James se inundó de sorpresa, no esperaba que yo
tuviera conocimiento de todo aquello.
James: ¿lo sabías?- mientras me
preguntaba le acomodé a mi lado y comencé a sacar sus cuadernos de la mochila.
Allan: claro que lo sabía niño,
que tengo 34 años más que tu, se más cosas- James se rio y comenzamos con la
tarea.
James: no terminaré jamás…
Allan: pues más vale que termines
antes de que llegué tu tío a las 11 por que creo que escuché a un pajarito por
ahí que te va a revisar todos los cuadernos una vez que vuelvas- era una
mentira piadosa, pero ciertamente había funcionado ya que fue decir eso y que
James se pusiera a escribir a toda marcha.
James: soy un niño muerto….
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