domingo, 12 de mayo de 2013

De niño a tigre




De niño a tigre
‘Mamá está enojada conmigo, me regaño muy duro y me amenazo con unos buenos azotes al llegar a casa y yo no entiendo porque, si fueron esos chicos los que se metieron conmigo yo solo defendía lo que era mío, aunque no se lo demuestre estoy muy asustado porque nunca la había visto así de furiosa, creo que no fue buena idea haber peleando con tres chicos mayores y que mamá me sorprendiera debajo de ellos peleando por una pelota, no entiendo porque no se da cuenta la pelota la encontré yo primero y eso la hace ser mía, pero mejor no le digo nada solo espero que papá me salve de las nalgadas, casi siempre lo logra, porque para el yo soy su campeón y jamás hago nada incorrecto.’ Pensó el pequeño Steve mientras su mamá lo regañaba y amenazaba mientras caminaba a casa. ‘si nos desviamos a la fabrica estoy salvado’ sonrió de inmediato el pequeño.
En cuanto entraron a la fábrica el pequeño Steve corrió a los brazos de su padre.
“que ocurre tesoro” dijo Sean abrazando de inmediato a su hijo.
“mamá va a pegarme” dijo haciendo un puchero.
“Rose, como asustas a mi bebe”
“No Sean, esta vez fue muy lejos, no sabes el miedo que pase”
“mi vida no llores” dijo abrazando a su amada esposa, y dudando si salvar a su pequeño, algo terrible tendría que haber hecho para poner a su madre en ese estado. “que ocurrió”
“lo encontré peleando con tres chicos mucho mayores pudieron hacerle mucho daño, Sean si no huévese llegado a tiempo lo pudieron haber lastimado”
“Steve André Hyuga me puedes explicar eso” dijo con la voz más severa que su pequeño hijo había escuchado jamás y eso lo hizo llorar su padre jamás se enojaba con él.
“me querían quitar mi balón”
“un balón”
“si papito yo lo vi primero y ellos me lo quitaron”
Sean definitivamente estaba furioso con su pequeño esta vez no lo salvaría del castigo que su madre le impondría o tal vez debía ser él el que lo castigara, tenía claro que era demasiado permisivo con su muchacho y eso lo hacía tomar más riegos de los necesarios, si estaba claro que esta vez nadie salvaría el trasero del muchacho, hasta que escucho decir a su tesoro.
“y le gane papá, les gane a todos” con una sonrisa radiante, en ese segundo Sean se olvido del mundo, alzo a su tesoro al cielo.
“y le ganaste a todos, tu solito, mi bebe es un campeón”
“soy como mi papá” dijo agitando sus brazos al viento.
“y te gusta el futbol” Pregunto papá
“si papá”
Entonces te comprare un balón, el mejor balón que exista porque tu mi hijo llegaras lejos, tu mi hijo serás el mejor”
“lo prometo papá”
“solo prométeme que serás feliz”
“seré feliz siendo el mejor papá” dijo el chiquito en su inocencia.
“vamos entonces” dijo Sean saliendo con su hijo, si el amaba a su mujer y adoraba a todos sus hijos pero no podía negar que su Steve era especial, su hijo era su vida, esa tarde después de comprar el preciado balón hicieron un alto en el trabajo y todos fueron a jugar, Rose y sus hijos menores hacían barra desde el costado de la cancha mientras Steve burlaba la defensa y anotaba a su padre, se escuchaba como Sean se reía y decía que era un gran portero en su juventud y como sus hijos le decían bromas sobre su apodo ‘agenda’ porque todos le anotaban, que más se puede decir esa tarde fue fantástica y jamás la olvidaran porque en al otro día Sean se enfermo y ni por muy luchador que fue pudo vencer al cáncer y dejo a su feliz familia desolada y un niño convertido en un tigre.

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