lunes, 14 de septiembre de 2015

La decisión de un padre. Parte 2 de 2



La decisión de un padre.  Parte 2 de 2
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Rogelio: el perdió la memoria y hasta el momento no ha podido recuperarla.  Es el hijo de  Allan, cierto?
Miguel: así es.
Rogelio: su cara demostraba mucha tristeza cuando lo veía, pero no le había prestado atención, ni sabía lo su nieto… pero… no por ello les voy a dar a mi hijo. Ante la ley el mío.
Miguel: qué? Pero si usted le  ha  hecho pasar por otra persona, por su hijo.
Rogelio: no, si le he dejado el mismo nombre  y solo le hemos puesto los datos del nacimiento al azar, los registros son completamente diferentes y por mucha diferencia… además  el niño en este caso no tenía por qué estar solo… y cuando se le encontró, se ha declarado que era un niño maltratado.
Miguel: pero que está diciendo? –dijo ofendido por tal acusación-
Rogelio: como escucho. El niño tenía las piernas y las posaderas con moretones y eso se registró, así como moretes en los brazos y en la espalda.
Miguel: queee?
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Allan si había castigado fuerte mente al chico, pero igual no le hizo un daño físico,  pero no fue  eso lo que registraron cuando encontraron al niño,  si no diversos moretones en la espalda y en los brazos y un moretón grande en las nalgas, pero no eran del castigo que le dio su padre, sino de pequeños percances que tuvo en la semana.
Ese no había sido el mes del Gabriel la primer semana tuvo muchos problemas en la escuela y estuvo castigado casi todo el tiempo, unos chicos más grandes que él le había golpeado solo por el afán de molestarlo y como era muy sensible y a veces se ponía a llorar pues   lo agarraron como su juguete,  por esa razón Abel siempre lo estaba defendiendo pero pues no siempre estaba para que lo cuidara. Sin olvidar que antes de que le castigaran se fue a jugar futbol, había regresado con raspones, moretones  ya que estuvo como portero y en más de una ocasión se aventó por el balón, los brazos, piernas y la espalda tendrían grandes   moretones de seguro, pero en ese momento para Gabriel los valieron porque su  equipo gano.
En la mañana que había despertado después de que su padre le castigara un día antes… siendo sábado y estando  solo, “todos acostumbraban a salir a correr y a desayunar fuera y aunque fuera algo cruel Gabriel estaba castigado pero Maira y Allan no eran crueles siempre le llevaban algo, como dulces o cosas de la tienda a pesar del castigo  y era lo que Maira le pensaba llevar ese día” lo habían  dejado dormir porque ya sabían que Allan le había castigada, Maira le dejo el desayuno preparado pero Gabriel no lo había visto poniéndose más triste. Cuando se fue a bañar se cayó en el baño lastimándose su traserito y el brazo, se había puesto a llora un rato… definitivamente no era su día de suerte, cuando se desentumió se fue acostar un rato, pero tenía hambre  así que había ido a buscar a sus hermanos y a  Maira, se puso su ropa deportiva gastada y con agujeritos por tanto uso que le daba  y sus tenis  para salir,  su  madre/ madrastra lo defendería, él estaba muy triste con su padre y el chiquillo pensaba acusarlo con ella y con su abuelo si era necesario, se sentía muy herido por las palabras que Allan le dijo, tanto que toda la noche  no durmió tranquilamente,  cuando paso por el muelle y por estar de curioso se había caído al bote, de ahí ya no recordaba nada.  Por ello habían dicho que el niño era maltratado los moretones que tenían no eran de la caída si no de antes, además tenía el cuerpo muy mallugado, pero Allan no era una persona que maltratara, sino un padre que quería a sus hijo y es que como cualquier persona en un momento de frustración dijo muchas palabras que a su hijo le hicieron sentir muy mal.
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Rogelio sin dar más explicaciones se paró para retirarse diciéndole que si querían seguir  con el convenio de transporte, adelante, pero ya no tratarían con él sino con sus trabajadores. Él sabía que era perder  a un ser querido y no se lo deseaba a nadie, pero cuando  encontró al niño  declaran que  era maltratado jamás dejaría al chico que quería como a su hijo a manos de alguien a quien sinceramente no conocía.
Rogelio salió de aquella  oficina  encaminándose  a la salida pero Allan le cerró el paso, atrás de ellos están sus hermanos que tampoco conocían la verdad  y que hacía  con aquel Gabriel.
Como eran las oficinas principales  no había mucho personal y como tampoco querían público presente, mandaron a los que estaban en aquel piso a retirarse por el momento.
Allan: no le permitiré que se lleve a mi hijo, no sé  cuánto habrá pagado  pero le devolveré el dinero con intereses.
Rogelio: lo siento pero como le dije a su padre, Antoan es legalmente mi hijo y no creo que me lo puedan quitar, solo por dos cosas,  el chico ya es mayor el sabrá con quien irse, en segunda si usted es el padre le tuvo que cuidarle no maltratarle  y hay un gran expediente que indica que el chico lo sufrió y mejor no pelen algo que ya está  perdido sino quiere ir a la cárcel.
Miguel: el señor dice que cuando le encontraron tenía el cuerpo lleno de moretones –decía serio sin creerse aquello  y por un segundo perdiendo la confianza en su hijo-
Allan: nunca le haría eso a ninguno de mis hijos, si les reprendía pero jamás les hice daño.
Rogelio: pues eso no es lo que aparece en los expedientes.
Allan ya sabía que Gabriel tenia pérdida  de memoria por eso no le recordaba.
Se la pasaron un rato discutiendo, hasta que Rogelio recibió una llamada de Santos, Antoan y su mala suerte que siempre le acompaña o más bien su torpeza y su forma juguetona  e inquieta siempre le ocasionaban problemas, al ya tener su mano mejor y al estar de vacaciones pues se había salido del cuarto a pesar de que el joven estaba castigado por pasarse con las copas, pero su cabeza y sus ideas que nunca cambiaban lo hicieron salir, “que puede pasar” “mejor me divierto ahorita que puedo”,  “de todos modos ya estoy castigado, que me pueden hacer castigarme hasta que cumpla 40, no lo creo”  “el trasero ya me duelo… así que voy a estar sin poderme sentar un rato, pues mejor salgo a estirar las piernas”  y con esa ideas que siempre lo convencía se salió.
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Santos estaba en el hotel se había quedado hablando con su mujer y tratando de hablar con su hijo por teléfono, diciéndoles que pronto estaría de regreso, pero cuando fue hablar con Antoan pues el chico no estaba en su cuarto así que se salió a buscar y le dijeron que el joven estaba en la alberca. El chico estaba muy quitado de la pena hasta que vio la cara de Santos que se había quedado a checar al mocoso y este cuando lo vio salió corriendo esperando escapar un rato y no ser sancionado sino hasta ya tarde, trato de brincar un arbusto pero las plantas se enredaron en sus pies habiéndole  caer de cara a la banqueta consiguiendo una nariz rota.
Santos: mocoso como se te ocurre saltar…
Antoan: aaaayyyyy mierda aaaaaayy aaauuuu shiiss , yo solo quería salir aauuuu -se agarro la cara-
Santos: espérate… aay Antoan como… pero que tienes en la cabeza hermanito.
Antoan: te juro que tenía una perfecta escusa…-decía con los ojos húmedos-
Santos: que ya estaba aburrido… aaiii…  voy a tener que llevarte a un hospital.
Antoan: creo que me rompí la nariz… porque todo lo malo me pasa a mí, porque?…
Santos: porque eres muy torpe y no te quedas quieto un rato… vamos párate –le ayuda a levantar-
Santos se quitó la camisa poniéndosela en la cara de su hermano que le sangraba mucho.
….
Rogelio no se enteró de todo, solo le dijeron que estaba en el hospital con la nariz rota. 
Allan y Miguel fueron a tras de él, lo que le pasara al muchacho era de su incumbencia.
Cuando llegaron Rogelio entro a ver a su muchacho le programarían una cita para operar la nariz pero el padre tenía que autorizar primero y esperar a programar la cita, pero no hizo falta esperar mucho, Rogelio solo puso una suma de dinero y el chico entro rápido,  a las horas ya estaba en  un cuarto de hospital recostado en la cama con vendas.
Antuan: aaayyy…. Aa voy a ser feo y las chicas ya no me van a querer.
Santos: eso no te debería de apurar, preocúpate cuando te metan una buena paliza porque esto no debió ocurrir, ¡pero no! tenías que desobedecer.
Rogelio: hijo que maña tienes…
Antoan: yo que… yo no tengo la culpa, mi cerebro es el que cree que se puede zafarse  fácilmente ¡pero no! voy a dejar de hacerle caso.
Rogelio: si tu cerebro te está mal aconsejando, si, deja de hacerle caso… tienes la cara hinchada mocosito.-se acercó a darle un beso en la cabeza diciéndole al oído- “cuando estemos en casa ten por seguro que vas a dormir de ladito”
Antoan: papáa
Rogelio: nada de papá muchacho.
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Rogelio estuvo pensando mucho las cosas y su cabeza aunque con dudas, preocupaciones y tristeza decidió hablar con calma con los que decían ser familia de Antoan y hablar con él,  ver si ellos podían hacer que el muchacho recordara las cosas, a veces le venían recuerdos pero no había nadie que le dijera que lo eran o que eran solo deseos o imagen de cualquier cosa. Rogelio se quedó toda la noche en el hospital, había dejado que Allan entrara a ver al muchacho mientras este tenía el efecto de la anestesia, ver su cara y su mirada como perdida le hacían recordarse a sí mismo  cuando veía a su esposa agonizar  postrada en una cama de la que jamás se levantó.   
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En la mañana temprano Antoan estaba  en cama, no había podido dormir porque le era difícil respirar por la boca y se le notaba en los ojos.
Antoan: cuando me van a quitar eso de la cara?
Santos: en unos días.
Anotoan: ooo eso sonó a mucho tiempo yo no quiero tener esto en la cara, no puedo respirar y no puedo dormir bien… no me lo pueden quitar hoy?
Santos: no… y no alegues que tu solo te hiciste eso.
Antoan: tu tienen la culpa, si no me hubieras correteado eso no hubiese pasado.
Santos: deja de culpar al mundo por tus tonteras.
Antoan: no es justo quiero salir de aquí… -se paró de la cama empezando a quitarse la batita que traía- donde está mi ropa –estaba solo en los bóxer-
Santos: acuéstate Antoan.
Antoan: no, yo ya me voy a ir, me siento bien… aunque no puedo respirar… pero estoy bien.
Santos: no te hemos traído ropa así que ACUÉSTATE.
Antoan: yo vi mi short  por aquí. –ignoro a su hermano por completo-
Santos aprovecho que Antoan le daba la espalda y con una mano le bajo el bóxer que cayó hasta los tobillos.
Santos: que te acuestes PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSSS
Antoan: aayy, ee que te pasa… espera auuuu
Santos: entiende Antoan PASSSS, PASSSS,  PASSS, PASSSS,  PASSS
Antoan: yaaa, déjame
Santos lo hizo caminar a nalgadas sin importarle que casi se tropezara con el interior y que estaban en el hospital, lo hizo meter a la cama subiendo el mismo el bóxer.
Antoan se quedó sentado en la cama con los ojos llorosos sin voltear a ver a Santos… a los minutos entro Rogelio.
Rogelio: te duele?  te sientes mal?  -le dijo al verle los ojos con lágrimas-
Santos: lo que le duele es el trasero.
Rogelio: le pegaste?... porque?
Santos: porque este mocosito ya estaba por irse…
Antoan: es que no quiero estar aquí.
Rogelio: hijo… aa muchacho.
Rogelio se quedó unos días más en aquel país ajeno a él hasta que a  Antoan le dieron de alta,  tenía el vendaje en la nariz apenas dejándole los orificios para poder respirar.  Ese día Allan, Miguel y Abel fueron al hotel en el que se quedaban hospedados Gabriel  y aquel hombre,  Rogelio le dio la oportunidad a Allan de hablar,  de explicar lo que había pasado  pero también le había dicho que tenía que entender que no se lo iba a dejar, menos si el chico no quería, no le podían forzar a nada.
Los cinco se pusieron hablar Santos ya se había retirado porque su familia estaba sola y no los pensada dejar más tiempo (su esposa y bebe).
Allan: no recuerdas nada?
Antoan: no, yo no los recuerdo… hablan como si me conocieran pero yo no los conozco.
Abel: es porque tienes una cabeza vacía o con mucho aire por eso no nos recuerdas, pero trata de hacerlo.
Antoan: he tratado de recordad mi pasado, tengo tres- a -cuatro años intentándolo pero adivinen que?… mi cabeza no me da las respuestas… me da malos consejos pero de ahí en más, nada.
Le habían dicho a Antoan las cosas que ellos sabían, Allan le dijo que un día  antes de que desapareciera si le castigo pero que jamás le hizo daño, también le conto, el por qué le castigo, tampoco era de repartir nalgadas solo porque si y el chico le había dado muchísimos motivos.
Antoan: pues yo no recuerdo ver hecho nada de eso, así que no vale.
Abel: pues entonces tampoco vale el castigo que te dio.
Antoan: pero yo tenía el cuerpo con moretones…
Rogelio: en eso Antoan tiene razón y yo tengo fotografías de ello, no aquí, pero las tengo. (las tenía como prueba de que el chico recibió un maltrato “según él” y que después no llegara alguien reclamando por él o que le quisieran  chantajear por dinero, para eso tenía pruebas y  a sus abogados)
Allan: nunca le hice daño, jamás.
Abel: era más fácil que el  llegara raspado o llorando de que alguien lo molestara a que mi padre lo golpeara, porque para llegar a esos extremos y acusaciones es una afirmación de que él hacia eso…   a mí también me metieron muchas palizas  pero no voy a decir que no me las ganara (aunque en su momento jamás admitiera eso)… que para hacer acusaciones yo también puedo decir que ustedes le rompieron la nariz… Mi hermano siempre fue muy torpe…
Antoan: ¡que llevadito! ee yo no estoy diciendo cosa de ti… -dijo ofendido-
Abel: lo siento si te ofendí,  pero es la verdad, no voy a dejar que acusen a nuestro padre por algo que no sucedió.
Antoan: ya, pero yo porque tengo que salir embarrado en todo esto…
Abel: ¿cómo porque?  Porque tú eres mi hermano, por eso sales embarrado… además usted dice que es maltrato porque lo castigo, tu dijiste que el señor Rogelio te iba a castigar por beber… entonces eso también cuenta como maltrato.
Rogelio: estas estudiando para ser abogado?
Abel: no –dijo serio-
Rogelio: pues serias uno muy bueno –admitió- pero a mí no me sirve de mucho lo que tú me dices, como yo te he dicho yo tengo pruebas… me gustaría que quien me confirmara las cosas fuera Antoan, que tome la decisión que él quiera, pero él no tiene recuerdos así que hasta que los tenga y me diga que es lo  que en verdad paso, él no se puede quedar aquí.
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Y con eso ultimo el tema dio por terminado, el caso es de que tampoco podían obligar a Gabriel a quedarse o empezar una demanda por la custodia del muchacho, porque con lo que Rogelio decía podía meter a Allan a prisión si así lo quería si de verdad tenia prueban contra el… como conseguiría él las suyas de que jamás lastimo a su hijo.
Rogelio partió al aeropuerto con su hijo al que se le quedaban viendo por tan semejante adorno en la cara. Estaban pasando sus maletas por revisión  cuando llego Abel.
Rogelio: no te rindes verdad?
Abel: no… toma esto, espero que te ayuda a razonar… acordarte de algo –le entrego un álbum de fotografías-
Antoan: okey –dijo sin prestar mucha atención a lo que tenía en sus manos-
Así partieron de regreso a su casa.
Paso un mes y Antoan no había abierto el álbum de fotos hasta que un día sin nada mejor que hacer lo empezó a hojear, le llegaba un sentimiento de nostalgia pero no conseguía recordar nada.
Con los días y entresueños empezó a recordar cosas, pero nada claro todavía, los días continuaron y cada vez más imágenes llegaban a su cabeza y cada vez las cosas eran más claras, tomaba el álbum para tratar de recordar más, había recordado muchas cosas, a su verdadera madre, a sus amigos, hermanos, a su padre, la casa en la que vivía… pero no lograba recordar el últimos mes por más que lo intentaba..
Antoan: de verdad no recuerdo lo último que paso… lo he intentado pero no… Allan… mi papá nunca me hizo daño… pero hay algo que no me deja recordar… y si el me golpeo…
Rogelio: tranquilo… tómalo con calma, tu eres el que va a tomar las decisiones en tu vida, pero no por ello vas a dejar de ser mi hijo ee.
Antoan: gracias –le dijo con una sonrisa-
A las semanas se reunieron  padre e hijos a comer en casa, Santos estaba en la casa hablando con su padre sobre uno de los barcos pesqueros que había recibido daños  en una tormenta, por suerte no hubo ninguna víctima del mal clima, Antoan se había quedado dormido en el sofá estaba en días de clases por lo que la escuela le llevaba mucho tiempo y las chicas no dejaban de causarle mal de amores.
Antoan estaba soñando, se movía mucho en aquel sillón, como si tuviera una pesadilla, pero eran solo los recuerdos que ya no querían seguir encerrados   en una caja abandonada en el más lejano lugar de su cerebro… soñó, soñó muchas cosa… recuerdos  del  último mes que tuvo en su casa con su familia... hasta que despertó de golpe sorprendiendo a su padre y hermano que estaban en la misma sala hablando. Antoan estaba sudando, agitado...
Rogelio: tranquilo, no pasa nada, tranquilízate… estás en tu casa.
Antoan: aaaagg yo, aag yo… yo no estoy en mi casa… Allan… mi papá no me hizo daño shifff  los moretones no eran del castigo que me dio… el me castigo por que me salí a jugar futbol cuando no tenía permiso… pero yo ya estaba aburrido de estar castigado y me salí, yo fue el portero sshhiff mi equipo gano… pero yo quede todo golpeado porque me avente para detener la pelota… mi papá si me castigo pero solo me pego con la mano nunca uso otra cosa…. Y en la mañana yo estaba solo y me metí a bañar… me caí… me hice mucho daño en el trasero no me podía parar… dure un rato llorando sentado en el piso... después me salí de la casa para buscar a mis hermanos pero me detuve en el muelle cuando uno de los barcos salía… y me agache  de más y me caí… si me dolió el castigo que me dio mi padre,  pero me dolió más lo que él me gritaba… estaba muy enojado y me dijo idiota buaaaaa
Rogelio abrazo a su muchacho consolándolo, estando callado un rato para que él se quedara un momento  con sus pensamientos.
Rogelio: ya vez  lo que pasa cuando uno es desobediente, le cáusate mucha daño a tu padre… oye los padre a veces decimos cosas sin pensar… también somos humanos y nos equivocamos. Shuuu tranquilo.
Santos: mi hermanito tan sentido,  pero sigues y sigues desobedeciendo… oye mocoso… no porque ya recuerdes a tu familia vas a dejar de ser mi hermanito ee.
Rogelio: ni mi hijo,  de acuerdo… te vamos a apoyar en todo.
Antoan: de acuerdo… shuuf tengo dos papá y tengo tres hermanos… pero y si él no me quiere ver porque no me acorde de él…
Rogelio: eso no va a pasar.
Antoan: puedo ir a verlo?
Rogelio: por supuesto que sí.
Al día siguiente se marcharon en el primer avión, Antoan estaba ansioso no dejaba de mover las manos.
Antoan: y si mejor veníamos otro día –ya estaban en la entrada de la  empresa de Miguel-
Rogelio: que otro día ni que nada, vamos adentro.
Entraron, pero una  recepcionista les detuvo el paso.
Señorita: tienen algunas cita con el señor Miguel?
Rogelio: no.
Señorita: el señor está ocupado tiene una reunió  con su hijos y no podrá atenderle, disculpe las molestias.
Rogelio: señorita, yo soy el  dueño de las embarcaciones que su patrón usa y si quieren que siga ese servicio espero que me puedan atender en este momento –acababa de usar todo su poder para intimidar a la señorita, esta tomo el teléfono y llamo a don Miguel que extrañado  por aquello le dijo que le dejara entrar-
Señorita: el señor le espera en la sala de  juntas… si gusta acompañarme.
Rogelio: nosotros le seguimos.
Antoan: y si venimos mañana cuando estén más desocupados…
Rogelio: no, no es algo que se pueda hacer esperar, anda.
La señorita abrió la puerta y les dejo pasar.
Señorita: permiso, me retiro.
Miguel: adelante –le dijo a la recepcionista-… buenas tardes señor Rogelio. Que le ha hecho venir aquí?
Antoan estaba atrás de su padre Rogelio, se sentía muy nervioso.
Rogelio: me ha traído mi hijo… ¡Antoan! oye deja de usarme como si fuera un escudo, nadie te va hacer nada –lo paso al frente sosteniéndole de los hombros- vamos… sé que puedes hablar, anda.
Allan se paró de su silla al ver al muchacho que parecía que los nervios  se lo comían vivo.
Antuan: yo, yo he recordado… los he recordado… Abel me ha dado un álbum  de fotos y poco a poco fui recordando. Los… los moretes que tenía no eran del castigo, eran del juego al que me escame ese día… yo, yoo estaba enfadado papá… y aburrido… so- solo se me hizo fácil salir… yo estaba solo al otro día y me caí en el baño… me quede un rato en el piso y, y después me fui a  mi cuarto pero tenía hambre y me salí a buscar a mis hermanos… yo te iba acusar con Maira… con mamá… no por el castigo…por, por lo que me dijiste –estaba sudando y las lágrimas apenas le  dejaban hablar-
Allan: yo que te dije para que te fueras de mi lado. –Decía con mucho pesar y tristeza en su cara-
Antoan: shisss me, me dijiste idiota buuaa y…  y eso me dolió mucho buaaa
Allan se acercó y lo abrazo sin saber en qué momento se había puesto a llorar junto a  su hijo.
Allan: perdón, no ha sido mi intención te lo juro
Los dos se fundieron en un gran abrazo por un largo rato
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Antoan se quedó algunos días en casa de su padre Allan, recordando más y más cosas, pero se regresó a casa de Rogelio para poder terminar la universidad la cual estaba adelantando ya que tenía 17 años, pero como Rogelio nunca supo la edad que tenía le dejo esa. Aunque Antoan tuvo que esforzarse mucho porque tuvo que aprender muchas cosas en muy  poco tiempo, Rogelio tenía el dinero y le puso maestros particulares y cuando cumplió los 18 años según él  y teniendo  los conocimientos básicos,  Antoan metió papeleas a la universidad y quedo en la carrera (carrera que apenas estaba empezando) de contaduría como las sumas y las cuentas se le daban bien la carrera de contaduría se le facilito, era algo que tenía en la sangre ya que Allan estaba en finanzas y tenía que llevar la contaduría de la empresa familiar así que sin querer habían congeniado en algo. Todos los puentes vacacionales o incluso fines de semana Antoan se iba a casa de Allan, rolando los días, un fin de semana se quedaba en casa de Rogelio y otro en la de Allan.  Rogelio se encargada de pagarle todos los gastos le gustaba ver a sus hijos felices y como él había dicho, Antoan/Gabriel nunca lo dejaría de ser.
Antoan prefería que le llamaran por ese nombre aunque de igual forma contestaba cuando le llamaban Gabriel pero le gustaba más el  nombre de “Antoan”,  cuatro años le había hecho acostumbrarse a él. A los meses  de que recuperara su memoria le comento aunque con algo de vergüenza a Rogelio que quería llevar el apellido de Allan, Rogelio no se negó a eso… así que estuvieron algunos meses con cuestiones legales, papelería y demás,  hacer eso no era tan fácil… al final quedando una acta con el nombre de Gabriel Antoan Freo de 18 años a decisión de Antoan que no quería que le quitaron un año porque hacer eso eran menos privilegios ante la sociedad, ósea… no antros, no bares… nada de eso.
Antoan llevaba una vida complicada por el hecho de tener que viajar para ver a su familia, tanto viaje le estaba aburriendo. Llegaron las vacaciones y Antoan tomo el avión para ir a ver a su familia, el chico llevaba tarjetas de crédito y dinero en efectivo.
El avión  que abordo hacia  escalas, tomo su asiento  el avión   estaba medio llena ( o medio vacía,  depende como vean el vaso).   Antoan que regresaba de una visita al baño se detuvo al ver a una chica que estaba  riendo con una revista… woooau otra vez cupido hacía de las suyas.
Antoan: hola mmm… viajas sola?
Yací: ee mm si –se le quedo viendo un rato-
Antoan: e jeje mm me puedo sentar?
Yací: adelante.
Los dos se pusieron a hablar un rato hasta que una azafata le llamo la atención porque no estaba en su asiento. Y el poniéndole una cara de crio la convención de que lo dejara quedar un ratito.
La chica se sentía intimidada, usaba lentes y el cabello recogido, no se sentía muy segura de su apariencia los chicos se acercaban más a sus amigas que a ella. Había salido con algunos chicos pero ninguna de la atracción de Antoan.
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En la tercera escala que hizo el avión, la joven se bajó y Antoan atrás de ella sin que la joven se enterara. Pasaron dos días de aquello, Rogelio  llamo algunas veces a su hijo y este decía que ya estaba con Allan a su vez Allan le había llamada y Antoan le dijo  que suspendió un examen y se quedaría una semana, pero la suerte no siempre está en compañía de este chico… Rogelio llamo directamente a Allan para pregustarle  como estaba el chico, para sorpresa y coraje de los dos Antoan les estaba viendo las caras de inocentes. No fue difícil encontrarlo ya que estaba usando las tarjetas de crédito y estaba hospedado en un hotel, una vez tuvieron la ubicación Rogelio  se dirigieron a donde su muchacho sinvergüenza.
Rogelio: como estas hijo? –era tarde-
Antoan: muy bien papá,  mañana  voy a ir con mi papá Allan a la empresa –mintió descaradamente-
Rogelio estaban en el lugar, “en el hotel en que se encontrada su hijo”  pero Antoan ni enterado de su situación, se estaba preparando para salir aunque su cita era en un par de horas… quería estar presentable para la ocasionen. Rogelio ya sabía en qué cuarto estaba así que subió y toco la puerta  la cual Antoan abrió pensando que era servicio de cuarto o limpieza, pero no, cuando abrió se quedó quieto como si lo que estuviera viendo fuese un fantasma.
Antoan: aaa papá que haces aquí?
Rogelio: eso mismo quiero saber yo… que haces aquí llevas tres días metiéndonos.
Antoan: te lo puedo explicar.
Rogelio: tenlo por  seguro que me lo explicaras.
Rogelio entro al cuarto cerrando la puerta y quitándose el cinturón, sin dejar de ver la diferentes caras que ponía su hijo.
Rogelio: como se te ocurre mentirnos de esa forma.
Antoan: no papá, espera
Zasssssss, zassssss, zasssssss, zasssssss, zasssssss  -auuuu, aiiii espera ya, auuu-
Solo cinco cintos cayeron, pero Rogelio no termino… tomo al muchacho con mucha paciencia y fuerza, lo dejo viendo al piso logrando quitarle el pantalón, dejando el trasero desnudo a la vista, aquel ya tenía unas franjas entre rosas pintadas y soltando una de tantas palmadas hasta logras que el trasero quedara completamente rojo, un rojo bastante llamativo.
Antoan solo lloro en todo ese tiempo y una vez que estuvo incorporado y con el bóxer medio puesto se puso hablar con Rogelio, pero para este,  solo era uno de tantos amores que le hacía merecedor de una paliza.
Rogelio: ayy hijo piensa… usa esto (le toco la cabeza) no esto (toco el pecho indicando el corazón)
Antoan: es que a mí me gusta, ella es…
Rogelio: diferente a todas las demás, eso lo dices siempre.
Antoan: shiff
Rogelio: le debes una explicación a Allan y vas a aceptar el castigo que te dé y si son una buenas nalgadas pues también, entendido.
Antoan: aaashifff
Rogelio: recoge todas tus cosas… nos vamos.
Antoan: no,  yo me quiero queda.
Rogelio se puso a guardar todas las cosas en la maleta, Antoan quería salir corriendo pero no podía su padre no le dejaba tomar el pantalón o ningún otro,  su maleta no era muy grande viajaba con pocas cosa ya que eso de ir de una a otra casa no era tan divertido,  había dejado ropa en casa de su padre biológico para no tener que cargar con todo un equipaje.
Antoan: devuélveme mi pantalón. 
Rogelio: no, hasta que termine de meter la ropa.
Antoan: no me voy a ir, deja mis cosas –puso sus manos cerrando la maleta-
A lo que Rogelio solo contesto con un movimiento rápido bajándole el bóxer y dándole  tres palmadas bastante duras.
PASSSSS, PASSSSS, PASSSSSS –auuu, aiiii shihh, tu no entiende nada-
Rogelio: si entiendo, pero tú no, así que termina de empacar –le tomo de la cara-
Resignado Antoan empezó acomodar sus cosas y partiendo a casa de Allan aunque fue un viaje bastante incómodo para sus nalgas.
….
Allan: mi muchacho como te justa desobedecer y poner tu vida en peligro.
Antoan: no puse mi vida en peligro papá solo me baje  de un avió.
Allan: en un lugar que ni conoces, en el cual no sabes sus reglas y costumbres y si la gente es de fiar.
Antoan: papá.
Allan: hijo, lo que hiciste estuvo mal y tú lo sabes.
Antoan: no soy un niño.
Allan: tampoco un adulto… tienes 18 años. –había pasado un año desde que Allan encontró a su hijo-
Antoan: tengo 19
Allan: no, y tú lo sabes, vamos a terminar con esto… ven.
Antoan: no, lo que quieres es terminar con mi trasero.
Allan respiro profundo estaba molesto pero era su segunda oportunidad con su hijo y el tiempo en el que llevaban compartiendo habían aprendido mucho del chico, su niño seguía siendo sentido en todo el significado de la palabra, pero también hacia las cosas sin medir las consecuencias, así que sin dejarle avanzar más a la salida lo atrapo y lo llevo hasta un pequeño escritorio donde una pequeña y no muy gruesa regla de madera llego a su trasero aun con pantalón, el cual no le duro mucho  cuando se deslizo por sus piernas así como los bóxer, las nalgas aun las tenía rojas por los palmadas  que le dio Rogelio, Allan con el dolor de su corazón se hizo el que no vio aquello y le estampo la regla en las nalgas.
CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS –auuu, aiiii, ya me duele shifff, perdón ya no lo vuelvo hacer yaa auuuu –
CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS, CRASS - buaaa shiif buaaa aaiiuuuaa
Allan: cuantas veces no he escuchado eso de “no lo volveré hacer” –dejo la regla en el escritorio y lo ayudo a incorporarse- ya cálmate –le dijo tranquilo y muy tierno- , porque siempre tienes que hacer lo que quieras?  Mm
Antoan: no es mi culpa, te lo prometo… pero… es que… yo… yo.
Allan: tú te fuiste a seguir a una chica y por eso te marcaron  las nalgas.
Antoan: yo la quiero.
Allan: aay hijo –ya sabía de su mal de amores- no por ello tienes que hacer locuras, y ya que le dijiste a Rogelio  que te ibas a ir conmigo a la empresa… pues jovencito nos vamos a ir en todas tus vacaciones ee.
Antoan:  oooouu
Rogelio se había regresado a su casa, solo había ido a dejar a Antoan y hablado unas cuantas cosas con Allan  y se había retirado.  Como era temprano Allan se llevó a su hijo al trabajo en donde tanto sus tíos como algunos de sus primos y su hermano estaban, cada uno atendiendo sus trabajos pero llegada una hora en la que se justaban a comer o hablar, no siempre podían por el trabajo pero cuando tenían un tiempo pues se juntaban todos, para desgracia de Antoan ese día todos se reunieron a  comer y todos notaron la cara al sentarse.
Abel: eso te pasa por no llegar a casa directamente y estar de mentiroso…
Antoan: no seas así Abel…
Abel le dedico una sonrisita entre burlona y tierna a su hermanito y los demás solo se reían un poco, los mayores diciendo que ese chico no cambiaba para nada.
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Un año después Antoan seguía yendo y viniendo de una casa a otra pero hacia sus escalas a la casa de la joven a la que amaba y parecía que ese cariño era correspondido aunque a vez era a distancia,  Antoan la llamaba todos los días… al finalizar el año estaba más tiempo con ella pero sus padres ya lo sabían y habían conocido a la joven que  quedó impresionada por su historia.  Cuando ambos “Antoan y  Yací” cumplieron dos años estando como novios Santos le hizo una pequeña fiesta sorpresa a su hermanito menor con un gran cartel que decía “hasta que duras más de un mes con alguien”  Fiesta a la que asistieron los hermanos de sangre y su familia y  la  familia que le acogió como hijo y hermano.
Antoan: que original  con tu cartel, pero tiene manchones.
Santos: que querías si me ayudo hacerlo este pequeño –señalo a su pequeño hijo de tres años-
Antoan: aa… se pasan.

Y la risa y sonrisas de los presentes no se dejar esperar. 

3 comentarios:

  1. Me encanto que dicha que recupero la memoria ahora tiene dos familias.

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  2. Maryyy disfrutó cada capítulo que subes al máximo!!
    Eso de tener dos familias tiene sus ventajas y desventajas!! Pero que te toque doble castigo (><) eso es ilegal!!

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  3. MARY, MARY, MARYYYYYYYYY.... CÓMO ME GUSTAN TUS HISTORIAS, NO QUIERO QUE TENGAN FIN NUNCA!!!! Muy bella!!! :D

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