“SOLO ES CUESTION DE ACOSTUMBRARSE”

Un día antes del fin de año, en mi familia acostumbramos enviarnos bombones, chocolates,  dulces o cestitas de galletas, ya saben para engordar un poco y de paso endulzarnos las últimas horas del año viejo.

Pensando en esa idea,  les envío algo, no son Micro-cortos, más bien Micro-largos pero es mi deseo que saboreen cada uno porque esta es MI CAJA DE BOMBONES para ustedes.

Que los disfruten y  feliz año nuevo!!

“SOLO ES CUESTION DE ACOSTUMBRARSE”

Aidan y Michael

(Inspirado en el relato de: Once historias y un hermano, original de Dreamgirl93)

Mike´s POV

Apenas y alcanzaba a ver mis pies descalzos mientras descendía uno a uno los escalones. Intenté caminar lo más despacio posible, como si el concreto  fuera a volverse polvo con cada paso que daba. Llegar al primero piso me tomó casi 10 minutos, pero no me importaba el esfuerzo, había conseguido una gran hazaña: Bajar sin que nadie me viera.

¿A dónde va a parar tu privacidad cuándo convives con una docena de personas?...¿A la China?...O quizá al estómago del monstruo del lago Ness.

En esta casa, cosas tan simples como mudarte de ropa sin que te topes con otro de tus “hermanos” es casi una misión imposible. Incluso hay un cartel pegado en la puerta para avisar el horario del sanitario y no me extrañaría que también contabilizaran las meadas que daban por día.

No, yo  no estoy acostumbrado a esto. Vale, no es como si la cárcel fuera un sitio muy “privado”, pero por lo menos ahí solo tenía un compañero de celda y no tres, tampoco había tipos que al dormir sonaran como si tuvieren toda la estación de trenes del Condado atorada en la laringe.

¡¡Dios cómo ronca este chico!!...Durante mis primeras noches, hubo momentos  en que sus ronquidos sonaron igual que dos locomotoras chocando. Juro que llegará el día en que Alejandro se despertará tirando humo negro por las narices y con el cabello chamuscado.

¡¡Y qué decir de los peques!!...Siempre tan adorables y dispuestos a repartir abrazos y besos sobre todo cuando escurren babas, mocos, chocolates y demás cosas raras. Que no tenga ni una sola camisa “decente” es culpa de ese trío, no hay día que no termine con la ropa manchada  de algún fluido oscuro o pegajoso cortesía de la boca o la nariz de kurt, Hannah y Alice.

Grrrrr vivir en esas condiciones es anti-natural…al diablo la policía y los malditos abogados, yo no encajo aquí!!

Yo…no soy como Ted que incluso parece disfrutar al tener a los niños-koalas colgados de su cuello como si él fuera el último árbol de eucalipto del planeta…No, esta no es mi vida, me voy aunque tenga  que salir descalzo en plena madrugada para que nadie me vea.

Así que ahí estaba yo, de pie al final de las escaleras disfrutando del absoluto silencio que en esta casa solo obtienes cuando la tropa está dormida…y en el caso de Alejandro, nunca.

La sala estaba solitaria y pude darme el lujo de respirar profundo, el  aire tenía un sabor diferente…a libertad.

Las ventanas del salón estaban cerradas, el lugar era una total oscuridad y aunque conocía la casa,  preferí no arriesgarme, así que me incliné para gatear a ciegas y llegar a la puerta sin correr el riesgo de pisar objetos extraños y hacer ruidos.

Me sentí como un experto soldado frente a un campo minado, aparté con mi mano un libro que creo era de Cole, un tenis blanco y azul  que Alejandro juró  le robaron en su escuela, la pista de carros de Kurt  y una cosa verde pegajosa que prefiero  no averiguar que era. También logré esquivar el oso panda chillón de Alice, lo cual fue una suerte porque de haberlo pisado, soltaría un grito de: “¡Abrázame!” que despertaría a toda la cuadra.

Estaba casi llegando a la puerta pero me detuve cuando mis manos aplastaron varias hojas de papel, las aparté hacia un lado y distinguí que eran muchas, cientos. ¿Quién desperdicia tantas páginas?...definitivamente esta familia, tenía menos conciencia  ambiental que yo, y eso era mucho decir.

Continué avanzando hasta que mi dedo rosó un…un , bueno, “algo” …Uhmm… Seguí palpando con cuidado…no podía apartarlo porque no era un juguete y tampoco era un cojín, esto era…enorme… y ¿tenía pelo?. Vale, ¿Qué diablos era?¿será otro oso de peluche…uno muy pero muy grande?¿O será que compraron un perro y no me avisaron?...

Me incliné hacia el bulto tirado en el piso y pensé en moverlo con el pie pero de pronto, el objeto-animal-extraterrestre-o lo que fuera, me habló y yo me llevé el susto de mi vida.

………………

Aidan´s POV

Vi en mi reloj que casi era media noche, estaba cansado, muy cansado, vale, me sentía con un pie en el otro mundo. Los peques habían pedido asilo diplomático en mi cama e hizo un esfuerzo por no acurrucarme junto a ellos con todo y ropa. No podía dormirme, no aún… debía enviar el borrador de mi nuevo libro.

Confieso que este fue un proyecto improvisado, de esas ideas que te asaltan y se terminan escribiendo solas. Era un corto  cuento infantil, uno muy “mono” literalmente hablando porque trataba sobre un monito astronauta que voló hacia Plutón y no pudo regresar a la tierra. La historia narraba con detalle lo difícil que fue para el protagonista adaptarse a los cambios, pero no podía faltar el “final feliz”, así que el monito hizo buenos amigos y descubrió que la amistad y el cariño son sentimientos sin  fronteras, no importa del planeta que vengas.

Siiiiii, pueden decirlo, es un libro algo cursi, lo sé,  pero también tiene  grandes dosis de comedia y un detalle que le hacía especial…su dedicatoria.

Cuando por fin terminé de enviarlo, me imprimí una copia y noté que ya era de madrugada. Salí del despacho casi arrastrando mis pies, apagué las luces, cerré las ventanas y mientras metía cerrojo a la puerta principal, el manuscrito se resbaló de mis manos y las hojas cayeron dispersas por todo el piso.

Solté una maldición de las grandes…de esas por las que debía echar al tarro un mes completo de mi salario y hasta pasarme un domingo entero en penitencia, pero culpé al cansancio por hacerlo.

Todavía de malas,  me senté en la alfombra y comencé a ordenar una a una las páginas, primero coloqué la número 150, encima la 149, seguida por la 148…147…146…145 y antes de llegar a los 100, no pude mantener mis ojos abiertos y me quedé dormido entre los papeles.

Siempre he sido de un sueño muy ligero y no solo eso, también tengo un súper oído que creo, es una habilidad que desarrollas cuando tienes tantos hijos, el caso es escuché perfectamente cuando alguien se acercaba muy despacio. Podía escuchar su respiración y no me sorprendí  cuando le sentí toquetear mis rizos.

-¿Te gusta mi cabello? Barie insiste en que use un shampoo especial para que lo mantenga suave y sedoso…Le dije abriendo mis ojos y comprobando que se trataba de Michael. Al oír mi voz se tiró hacia atrás de un brinco, como los felinos cuando les tiras agua fría.

Sonreí al ver que le había asustado un poco, vale que se lo merecía. Me levanté de mi cama improvisada y encendí una pequeña lámpara que estaba en la esquina más para decoración que otra cosa porque casi nunca usaba.

-¡Joder!...¿Qué haces ahí tirado?¿Cuáles son tus intenciones, matarme del susto?

-Pues mis intenciones no son tan homicidas como piensas, en realidad quería recoger todo este desastre y luego irme a dormir…respondí señalando las hojas de mi cuento…y ¿Cuáles eran tus intenciones Michael?

-Yo…yo…

Ahora que había un poco de luz podía verle bien, ya se había puesto en pie, a la defensiva. Vestía una simple camiseta y unos deportivos, estaba descalzo y…grrrr ¡¿Descalzo y a estas horas?!...y se mordía la esquina de la boca como cogiendo valor para decirme algo.

……………

Mike´s POV

Jamás me imaginé que huir fuera tan difícil!...Claro, cómo iba a prever que alguien aquí tenía complejo de perro guardián que se duerme frente a las puertas!!...Pero ya no es momento de tirarme para atrás, se lo voy a decir de una vez…

-Yo…yo…voy a…a…salir…Ahí, lo dije, un poco suave pero se lo dije.

-Ummm, ya veo…pues espérame un segundo, ya vuelvo!!...

Aidan respondió con esa cara de tranquilidad que me hace crispar los pelos…¿Es que este tipo es de hielo que nunca se enfada? Y luego me sonrío ¡Me sonrió!...y comenzó a caminar hacia el segundo piso.

-Ehhh…pero ¿A dónde vas?... Vale, no me esperaba que se tomara tan bien la noticia de mi partida, o irá a buscar su cel para llamar al abogado, pero si es de madrugada y no puede despertarlo ¿verdad?

-Voy a traer tus zapatillas y un cobertor, nunca debes salir sin ellas…y ahí me miró feo…sobre todo si vas a salir fuera, la vista de la luna es muy bonita a estas horas pero, igual hace frío…

-¿Qué?...Ok, ahora estoy un poco perdido…¿No estás molesto porque me salga de la casa?

-¿Por qué habría de estarlo? Que te sepas que no eres el primero de mis hijos que decide pasar unas horas solo en el porche. Puedo hacerte compañía, si quieres claro.

-¡Nooooo!...Chillé pero sin gritar para no despertar a nadie más ¿Qué se creía?¿Que me iba  a montar una pijamada en su acera?!...te estoy diciendo que me voy, desaparezco, me largo de aquí, Goodbye, ciao, Au-revoir, Adios!!...

Se quedó con un pie puesto en la escalera y se giró para mirarme a los ojos…no dijo nada, como esperando más explicaciones ¿pero que más explicaciones?... Ahí está, se lo dije y en varios idiomas ¿Ahora qué quiere joder?¿Un dibujito como los que hace Alice?...

-Vale, mira yo sé que tú te hiciste la idea de que podía encajar en esta familia pero no, no creo que nadie pueda encajar aquí, por si no lo has notado hasta superaste el record de Disney,  ahora tienes más enanos viviendo en la misma casa que Blanca nieves!!…Y yo no soy un niño, necesito mi espacio, esto…esto me está asfixiando, yo no tengo la misma fuerza de voluntad qu..

-No se trata de “fuerza de voluntad” Michael…Ahí, habló por fin, pero su tono fue tan severo que hubiese preferido que se quedara callado…Se trata de cariño, amor, hermandad…

-Pues eso, yo no estoy hecho para esto, jugar a la casita no es lo mío y…

-¿Y qué es lo tuyo Michael?¿Estar solo?¿Sin un lugar cálido para dormir, sin un plato seguro sobre la mesa?¿Robar para conseguir lo que quieres?¿Morir un día sin nadie para que llore tu muerte?...si eso es lo que crees merecer Michael, es que aún no te ves con los ojos que yo ye veo…que todos en esta familia te vemos.

Lentamente caminó hacia a mí y me tomó de los hombros, su agarre era firme, nada agresivo comparado con los que recibía de los guardias de la cárcel, pero nada débil tampoco.

-Te entiendo ¿sabes?...a veces yo mismo, cuando las cosas se complican demasiado, miro hacia esa puerta con ganas de huir, pero…ahí afuera no hay nada que pueda igualarse a lo que tengo aquí. ¿Dime dónde encontrarás otra dama que dé besos tan dulces, sinceros y pegajosos como Alice?...

Ok, lo admito…esa pregunta me hizo reír…porque era cierto, esa canija era todo un confite relleno de más caramelo.

-¿Y dónde voy a encontrar otro tipo que ronque más que Alejandro?...Le pregunté rodando los ojos y ahora yo le hice reír a él.

-Veo que pillaste la idea, esto no es un rompecabezas donde todos encajamos justito, es la familia, es el lugar donde somos lo que somos y te queremos igual...aquí todos somos necesarios con defectos y cualidades…somos valiosos, y tú eres una de las cosas más valiosas que yo tengo Michael…eres mi hijo y te amo, te necesito.

Vale, eso me gustó…me gustó mucho, tanto que me sonrojé y sé que él lo  notó cuando se acercó y me dio un corto abrazo y un beso en la frente…luego continuó hablando, pero directo a mi oído, como si me dijera un secreto.

-Así que no me voy a  aquedar quieto cuando me digas “Adios”..en cualquier idioma que se te ocurra, no permitiré que  salgas por esa puerta, no sin dar una buena pelea, así que si das un paso hacia otro lado que no sea hacia la cocina para tomar una taza de leche caliente conmigo, tendrás más problemas de los que ya tienes y que por cierto, ya son muchos.

Glup…¿Acababa de amenazarme? Porque yo me esperaba un final mucho más dulce y pegajoso que los besos de la chiquilla, pero se dio la vuelta y me dejó ahí…sin saber qué diablos debía hacer.

Mis ojos vagaban desde el pomo de la puerta  a la cocina donde escuchaba el tintineo de las tasas de vidrio. No puedo negar que contemplé la idea de irme, era tan fácil, solo abrir  y salir, huir hacia…hacia…¿Dónde?...

Según entendí solo tenía dos opciones: caminar hacia “adentro” o hacia “afuera” y parecía como si ésa última no era una opción en realidad…o al menos no la más recomendada.

Respiré profundo de nuevo y ahora el aire no me sabía tan bien como antes…en realidad, el olor a cola-cacao de la cocina era mucho mas apetecible. Miré al suelo como intentando coger de la alfombra el valor que necesitaba para salir corriendo…pero lo que encontré fue otra cosa…

Al leer con sumo cuidado lo que pies pisaban…encontré una razón…una razón para quedarme y ver en lugar de buscar “las cosas a las que yo estaba acostumbrado”…debía poner atención a las que podría acostumbrarme.

…………

Aidan´s POV

Caminé hacia la cocina con una calma que en realidad no sentía, encendí la estufa y mis piernas no dejaban de temblar. ¿Estuvo bien lo que hice?...quería darle a mi hijo un poco del “espacio” que tanto reclamaba, quería que decidiera por sí mismo que valía la pena intentarlo…pero conforme los minutos pasaban pensé que quizá me equivoqué…quizá debía retenerlo a la fuerza. Michael Ya no era un niño, pero yo tampoco era un debilucho, así que la pelea hubiese estado reñida.

Estaba de espaldas, buscando un par de tazas pero mi corazón, mi cuerpo entero permanecía atento y al mínimo ruido de la puerta, me lanzaría en su persecución como animal de caza.

-¿Qué tan malo será?

Una voz me preguntó y yo sonreí como embobado viendo la leche hervir…Mi hijo no había huido.

-¿Qué?...Le pregunté mientras servía un poco de cola-cacao caliente en su tasa.

-hablo de mi sentencia...comentó  mientras se sentaba y tomar el líquido de un tirón…carajo que tiene garganta de piedra, ¡que estaba caliente!

-Lo suficientemente severo para dejar claro que huir de casa no es una opción…sobre todo descalzo y con estos fríos.

-Ehhh pero yo ni siquiera puse un dedo ahí afuera!!...Reclamó con un bigote de leche oscura bastante peculiar…¿Se dará cuenta de lo condenadamente lindo que se ve así?

-Pero eso pensabas ¿no?

-Jooooo, pues si vas a castigarme por cada mal pensamiento que tenga, me espera cadena perpetua!!

No pude dejar de reír, su tono, su pose de niñito malhumorado, creo que si es consciente de su infantilismo y lo está usando aposta.

-Despreocúpate por eso que los arrestos domiciliares no son muy frecuentes en esta casa…y era cierto, no me gustaba castigar a mis hijos sin salir de casa mucho tiempo, sobre todo por los fines de semana en familia.

-Así…queeeeeeee…preguntó con sospecha, creo que ya sabía lo que yo tenía en mente. No era la primera vez que le daba unos azotes y más seguro estaba que tampoco sería la última.

-Así que…

Repetí usando su mismo tono y caminando hacia él.

Quizá fue porque no se lo esperaba o quizá porque el cansancio le pasaba factura, pero no opuso resistencia. Le levanté, apoyé mi espalda en la mesa y lo jalé hasta mí. Escuché un jadeo  y le sentí colocar sus palmas sobre la madera para agarrar equilibrio.

¡¡PLAS!!.. ¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!

No intenté bajar sus pantalones deportivos porque estaban muy raídos, vale, nota menta: Mañana saldríamos de compras.

Tampoco solía hablar durante un castigo, pero intuí que Michael necesitaba que le reforzara algunas cosas:

-Huir de casa no es la solución.

¡¡PLAS!!.. ¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!

-Si tienes un problema, me buscas a mí…o a uno de tus hermanos, todos queremos ayudarte.

¡¡PLAS!!.. ¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!

-No permitiremos que te alejes, somos tu familia.

¡¡PLAS!!.. ¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!..¡¡PLAS!!

-Te amamos y no podríamos vivir sin ti.

Eso último lo dije muy cerquita de su oído derecho, quería que le llegara directo al cerebro, que lo escuchara bien, que se lo creyera…porque era la verdad.

Ya no hubo más palmadas, no tenía la intención que fuera una de las palizas memorables, más bien…un toquecito de amor  y advertencia…aunque tal vez dormiría boca abajo…por si acaso.

Creo que pilló la idea de que el castigo  había terminado, porque me abrazó muy fuerte…y comenzó a sollozar.

-¿Es…es…cierto?...lo que escribiste en ese libro…¿es cierto?

-Totalmente…respondí y cerrando mis ojos recordé cada letra de aquella dedicatoria escrita para el monito de otro planeta que me llegó a mi vida, no siendo un niño de pañales como mis otros hijos, pero igual me enseñó que el amor de un padre no se fija en el pasado, los errores cometidos o la edad…si no que se centra en el futuro. 

“Dedicado a uno de los doce personajes más importantes de mi vida. A mi hijo: Michael.  Gracias por darme el honor de poder llamarte hijo y la oportunidad de construir una vida juntos”

FIN