Steve

El capitán del Thor estaba indignado… quien se creía ese entrenadorucho… venir a decirle que no podían seguir entrenado solo porque la gente tenía que ir se a sus casas para festejar, el campeonato estaba  a la vuelta de la esquina.

“él que se va no vuelve” sentencio.

“Chicos el entrenamiento se acabo” dijo en entrenador, este era un gallito entre el capitán y el entrenador, los chicos no sabían qué hacer, pero una cosa era clara… ninguno desobedecería al capitán.

Los padres de los chicos ya se estaban impacientando muchos tenían que viajar pero no se atrevían a ir.

Derek cansado de la desobediencia, hizo algo que había jurado no hacer, pero en el fondo no estaba incumpliedo esa regla, ya había terminado el entrenamiento y él solo estaba esperando a su hijo para ir a casa.

“Steve a casa”

“NO” le grito

Derek lo tomo de un brazo y le llevo a los camarines, cerró la puerta para que no los interrumpieran.

¡ZAS! ¡ZAS!

“vas a salir les dirás que se vayan a casa, les desearas un buen año nuevo y nos vamos a casa”

“NO”

¡ZAS! ¡ZAS!

“vamos casa”

“QUE NO”

“Steve, vamos tu madre está esperando”

“no es cierto mamá me odia” ese era el problema, Steve se había enojado porque su madre no le di permiso para ir a la fiesta de fin de año y él le había gritado que se quedaría en el colegio que no volvería a casa a celebrar con ella porque era una bruja, si Steve desde que tenía un nuevo padre se daba pequeños lujos de ser infantil.

“Mamá no te odia… pero si le llevas un ramo de flores y una caja de chocolate puede que te salves de los azotes” dijo pasándole ambos regalos, Derek como todo papá consentidor no quería que le calentaran el trasero a su pequeño hijo mayor menos en víspera de año nuevo.

Steve despidió a sus compañeros, se fue a casa con su padre, las rosas, los chocolates y una gran sonrisa.