viernes, 26 de junio de 2015

DAMIAN WAYNE



DAMIAN WAYNE

Bruce Wayne caminaba por las calles de Gotham, vestido con su traje armadura que le daba su identidad de Batman, el caballero oscuro.
Caminaba sin mirar, cegado de odio, dolor, indignado solo buscaba a una persona que se escondía en lo más oscuro de los callejones de Gotham, al ver la figura estilizada de la mujer vestida de negro se entregó a la caza de su presa.

Selina Kyle miraba al hombre murciélago caminar directamente hacía ella, le gustaba su juego pero esta vez era diferente, el hombre la agarro un brazo con fuerza y emitió un gruñido.
- Tenemos que hablar – dijo Batman, cualquier ser humano hubiera temblado de miedo ante semejante ser, sin embrago Selina no era un ser humano cualquiera.
Selina solo asintió y camino a su lado primero intentó zafarse de su carcelero, pero el agarre del hombre era más fuerte.
Al llegar a su refugio el murciélago soltó a la gata y ambos se quedaron mirando.
Batman se sacó la capucha para convertirse en Bruce y Selina hizo lo mismo, dejando ver su hermoso rostro, se acomodó su pelo y se sentó en un raído sofá, segura de sí misma.

Bruce no estaba para esperar explicaciones así que sin pensar muy bien sus palabras, perdiendo el control casi se lanza sobre la hermosa mujer.

- Que significa esto – gritó Bruce lanzando una hoja de un periódico, a la cara de Selina.
La mujer con toda su calma desdoblo el papel para mirar su fotografía en la portada del periódico local – No sabía que leías estos chismes.
- Ray Palmer!! en serio Selina, ese imbécil – Bruce le gritó a la cara.
Selina dejó que Bruce hablara, gritara, gesticulara mientras caminaba de un lado a otro del pequeño cuarto, luego se paró para quedar peligrosamente delante de él, tan cerca que podía olerlo.
- Estas pidiéndome explicaciones? – dijo muy serenamente.
Bruce se la quedó mirando, todavía enojado, claro que le pedía explicaciones, Selina era de él, siempre lo había sido, era un acuerdo no escrito.
Ambos sintieron la tensión, ese imán que eran sus cuerpos cuando estaban juntos, esa atracción que ninguno controlaba.
Pero esta vez algo era distinto, Selina pudo salir del embrujo que era Bruce Wayne para ella y lentamente se alejó de él – No te pertenezco Bruce, no te debo ninguna explicación de con quien salgo o con quien dejo de salir.
Bruce no pudo ocultar su dolor, que había cambiado tan radicalmente para que Selina saliera públicamente con otro hombre, ellos llevaban una relación abierta eso era cierto, Bruce salía con otras mujeres y ocasionalmente sabía que Selina tenía otros hombres, pero nunca ella había cruzado esa barrera invisible que ahora estaba cruzando.
Bruce era el mejor detective de Gotham, así que solo tenía  pensar en que había pasado y solo un nombre se le vino a la cabeza Talia, Selina sabía lo de Talia.
- Estas celosa de Talia? – y Bruce por primera vez ese día esbozó una sonrisa.
- Todo siempre tiene que girar alrededor de Bruce Wayne – esta vez fue Selina quien sonrío.
- Ella es solo una amiga……
- Nunca pensé decir esto, pero eres un idiota Bruce, ella es la hija del demonio, jamás será tu amiguita.
Bruce se quedó callado, sabía que Selina no bromeaba – Ella solo quería una cosa de ti y ya la tiene, por eso desapareció o es que contesta tus llamadas?
- De que estas hablando?
Ahora era Selina quien caminaba de un lado a otro sin quitarle la vista a su presa – Talia es hija de Ra’s al Ghul, que lo único que quiere es un heredero digno para que continúe con la Liga, hasta donde  sé, te ofreció el cargo pero tú te negaste, ahora dime Bruce que crees que vino a hacer su hija a Gotham.

Selina tenía razón era un idiota, nunca pensó en esa probabilidad, solo se dejó seducir por una mujer bonita y ahora debía localizarla.
Bruce volvió a la mansión, pensando en que debía viajar a Nanda Parbat lo antes posible, pero no era el viaje lo que le molestaba sino dejar a sus hijos, Dick y Jason estarían bien pero Tim recién se estaba adaptando a su nuevo hogar y se había apegado tanto a él, que Bruce despertaba casi todas las noches con un bultito pegado a su costado.
Y luego estaba el hecho de que tenía otro hijo, un bebé que debía ser un recién nacido, fruto de su irresponsabilidad, como le diría eso a sus hijos, él que había intentado darles el mejor ejemplo.
Bruce camino por la mansión necesitaba ver a sus hijos, Tim dormía como angelito, Jason era un revoltijo de mantas finalmente su Dick, él siempre intentaba mantenerse despierto hasta que Bruce llegara.
- Buenas noches, pajarito – dijo Bruce mientras arropaba al mayor de sus hijos.
- Papá, atrapaste al Joker – dijo el niño medio dormido.
- Duerme pequeño, es tarde y mañana hay escuela.
- Cuando podré ir a patrullar contigo.
Bruce quería decir nunca, pero sabía que no podía – Pronto, pajarito, pronto.
El niño sonrió y se quedó dormido rápidamente.
Bruce se dirigió a la cocina, necesitaba hablar con Alfred aunque sabía que esa sería una charla que más se parecería a un sermón, pero se lo merecía.
Se sentó en una de las sillas e inmediatamente Alfred le sirvió una taza de té, y luego de terminar de limpiar la cocina Alfred tomó su taza de té y se sentó frente al que consideraba su hijo.
- Debo viajar de urgencia, saldré hoy mismo – dijo Bruce tomando un sorbo de la taza humeante de té.
Alfred solo tuvo que levantar una ceja en forma de advertencia para hacer que Bruce volviera a tener 12 años.
Bruce suspiro mirando fijamente su taza – hace un tiempo atrás tuve una relación con Talia as Ghul, no fue nada serio – todo esto lo decía sin poder mirar a la cara a Alfred – solo que parece tuvieron una consecuencia que no estaba en mis planes.
Alfred que era no solo una persona muy intuitiva sino que conocía a Bruce como nadie – Me está diciendo Señor, que va a viajar a Nanda Parbat y que dejara a los Señoritos a mi cargo.
- Si, Alfred – dijo Bruce en voz baja – eso es precisamente.
Alfred termino de tomar de su taza de té – Será mejor que sea un viaje corto, los Señoritos necesitan de Usted.
- Lo será Alfred, no más de una semana – dijo Bruce parándose de la mesa.
- Ah, Señor debo recordarle que todas las generaciones de la familia Wayne se han criado en esta mansión, así que es mejor que no vuelva solo, tendré preparada la habitación para la llegada del nuevo Señorito Wayne.
Demás está decirle que estoy muy desilusionado de su comportamiento, creía que ya habíamos superado esa etapa lamentable de su adolescencia y que ahora que es padre de 3 niños su comportamiento sería intachable.
Bruce miraba el piso sin poder levantar la vista, Alfred tenía toda la razón – Lo siento, Alfred – fue todo lo que pudo decir antes de preparar un bolso y llamar al piloto para que preparara el jet que lo llevaría a uno de los lugares más extraños y peligrosos que conocía.

Nanda Parbat era el hogar de uno de los grupos más letales de asesinos “La Liga de los Asesinos”, recibían ordenes de un solo hombre  Ra’s al Ghul al cual llamaban la cabeza del demonio, un hombre que era en sí mismo un peligro difícil de cuantificar, incluso para Batman.
En una pelea cuerpo a cuerpo era muy difícil saber quién podría ganar, pero dentro de Nanda Parbat solo podría haber un ganador y ese era Ra’s al Ghul. Eso lo sabía perfectamente Bruce por lo que esa era una misión diplomática sin contar que se trataba de una de las hijas de Ra’s, su hija preferida.
Aunque no le gustaba, se presentó a las puertas de Nanda parbat como Bruce Wayne, no sacaba nada con usar su armadura Ra’s al Ghul sabía su identidad, es más  lo había investigado como posible sucesor de su legado.
Los integrantes de la Liga eran hombres y mujeres que no tenían voluntad propia, solo obedecían a Ra’s, ellos eran sordos y ciegos por lo que su secreto estaba a salvo ahí.
Bruce fue dejado en una de los muchos cuartos de visitas en espera de la audiencia con el líder de la Liga.
No tuvo que esperar mucho, fue llevado al fastuoso hall central de audiencias, la fortaleza por fuera parecía muy antigua pero por dentro contaba con todo el lujo de la modernidad y el dinero podía proporcionar.
Ras’al Ghul era un hombre con el poder de hacer arder el mundo, si se lo proponía, tenía la sabiduría que le daba vivir una vida de cientos de años, quizás más, ayudado por Los Pozos de Lázaro y rituales muy antiguos.
Pero el tiempo pasa hasta para ellos y la cabeza del demonio sentía que su tiempo ya se terminaba como líder de la Liga, sin embargo debía buscar a un heredero digno y lo había encontrado en Bruce, un hombre fuerte, inteligente, preparado física y mentalmente para completar todo el entrenamiento que significaba ser Ras’al Ghul.
Pero Bruce había declinado la invitación y luego había luchado contra Ra’s  por su libertad, tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para vencer a Ra’s en un duelo y lograr que lo dejaran en paz.
No había ponderado a su enemigo, y ahora estaba de nuevo en Nanda Parbat sin saber cómo iba a salir de todo esto.
- Bruce Wayne, pensé que no lo vería nunca más en Nanda Parbat, no lo tome a mal es un placer volver a saber de Usted, viene a reconsiderar mi oferta?
Bruce sonrío – Lamentablemente no, gracias por recibirme Ras’al Ghul.
- Oh sigue siendo una pena, un gran desperdicio de sus cualidades.
- Necesito hablar con su hija, Talia si me lo permite.
Ra’s sonrío, sabía que de alguna manera Bruce Wayne volvería a Nanda Parbat  y ahora tenía algo que él quería – Necesitas hablar con Talia o conocer a la próxima Cabeza del Demonio.
Se abrió un puerta para dejar entrar a dos mujeres llevando un carrito de bebé, Bruce no pudo evitar caminar hacia el carrito, las mujeres miraron a Ra’s con preocupación pero él solo hizo un gesto para que dejaran al extranjero ver a su nieto.
El bebé dormía plácidamente en su cochecito, era un verdadero angelito, solo debía tener meses.
Bruce sintió algo en el estómago, era su hijo quien estaba conociendo – Puedo?  - dijo y sin esperar respuesta alzo al bebé en sus brazos haciendo que el pequeño abriera sus ojos, se miraron y pudo verse en ellos, inmediatamente Bruce lo supo, si tenía que luchar nuevamente con Ra’s al Ghul para llevarse a su hijo, lo haría sin pestañar.
- Bruce Wayne, conoce a mi heredero Damian al Ghul, la cabeza del demonio – sonrío Ra’s
- Es mi hijo – dijo Bruce mientras apretaba la mandíbula, nadie llamaba a su hijo demonio, ni siquiera Ra’s al Ghul.
- Es mi nieto, y mi heredero – dijo Ra’s.
- Yo puedo darle la vida que nunca podría vivir en Nanda Parbat, necesitas un heredero, lo entiendo pero además necesitas actualizar la liga y para eso necesitas un heredero acorde a tus exigencias, mírame dijiste que era un digno sucesor, si yo crío a Damian él será educado, entrenado y tendrá el mundo a sus pies, no lo negaré sus raíces para cuando esté preparado.
Bruce solo buscaba salir de Nanda Parbat con su hijo, ahora podía ofrecer todo lo que Ra’s  quisiera para ganar tiempo, pero algo si tenía claro, ahora más que nunca debía acabar con la liga, ya no tenía opción. Jamás dejaría que la Liga ni Ra’s al Ghul pusiera una mano sobre su hijo.
Llegaría el tiempo en que debía matar a Ra’s al Ghul.
Talia entró en la sala de reuniones – Padre no pensaras entregar a tu heredero?
A Ra’s no le gustaba ser cuestionado en ninguna de sus decisiones, y la oferta de Bruce era justamente lo que buscaba, quería tener un lazo que lo uniera al multimillonario de Gotham, tarde o temprano, Damian crecería y él se encargaría de mostrarle quien era y a donde pertenecía y si el niño resultaba no ser lo que esperaba entonces sería una buena arma que usar para convencer a Bruce Wayne de convertirse en el heredero de la Liga de los asesinos.
Tiempo era lo que le sobrara a Ra’s al Ghul, así que no quería que Talia se involucrara en el asunto – Talia as Ghul, él es mi heredero, no crees que se lo que es mejor para mi nieto.
Talia puso mala cara – Ese niño fue un regalo, sacrifique mucho para obtenerlo.
Bruce no podía creer lo que escuchaba, esa mujer era un monstruo, nunca estuvo interesada en el bebé, ni siquiera se había acercado a verlo.
Ra’s hizo un gesto a Talia, conocía el temperamento de su hija preferida – Bruce Wayne dejo a tu cargo a mi heredero con la condición que llegado el momento lo traerás a mí para que conozca su herencia, si Damian está de acuerdo tomará su lugar a mi lado, sino es su destino podrá seguir siendo un Wayne.
Bruce Wayne solo asintió con la cabeza y tomó al bebé para salir lo más pronto de Nanda Parbat, sabía que todo había sido muy fácil, por lo que muy pronto tendría noticias de Ra’s al Ghul, tendría mucho cuidado ahora con todos sus hijos, reforzaría la vigilancia, contrataría el doble de guardaespaldas para que sus hijos no fueran blanco de la Liga de los Asesinos.

Bruce Wayne nunca estuvo más agradecido de llegar a casa sano y salvo, su nuevo hijo era un bebé muy tranquilo, no era de llorar ni de quejarse, se mantenía tranquilo mientras su recién conocido padre lo cargaba en brazos.
La reacción de los niños fue muy positiva, aunque leyó en los ojos de Dick que buscaba respuestas, mientras que Tim se había tomado muy bien tener un  hermanito menor.
Jason en cambio no le presto mayor atención.
Ya instalado Damián en una cunita en la habitación de Bruce, porque de solo pensar en levantarse a cada hora para ver a su bebé, prefirió cortar por lo sano y cambiar por completo quizás lo último que le quedaba de su pasado de play boy millonario, su habitación.
Alfred lo miraba, también pedía una explicación más detallada de su viaje, Bruce se dio una ducha viendo que Damián dormía profundamente, fue a hablar con sus hijos.
Dick estaba como era su costumbre estudiando en su habitación, mientras que Jason tenía su consola de videojuegos y Tim jugaba con sus legos en el piso de la habitación de Jason, los llamo para que juntaran en la habitación de Jason que por alguna razón era en donde estaban más a gusto, quizás por el desorden que siempre imperaba o porque a Jason no le importaban mucho las cosas materiales.
Bruce tomo aliento, que se le podía decir a los niños, no quería que tomaran su ejemplo, es más estaba seguro de que haría cualquier cosa porque no lo hicieran, tomo la decisión de que ninguno de sus hijos tendría una novia hasta que fueran mayores de edad y si podría retrasar más ese acontecimiento entonces mejor.
Dick, Jason y Tim estaban en la habitación de Jason, Tim seguía jugando mientras Jason y Dick pensaban en que cosa podría querer su padre mientras los miraba seriamente.
- Niños, sé que esto es un imprevisto pero Damián va a ser su hermano a partir de ahora – dijo Bruce rogando para que no hubiera preguntas.
Pero sus niños ya no lo eran tanto – Padre, quieres decir que Damián es tu hijo?  - dijo Dick
- Papá tienes novia? – dijo Jason, mientras Tim poco le importaba el tema de las novias al pequeño solo le interesaba saber que desde ahora tenía un hermanito menor.
- No tengo novia Jason y si Dickie Damián es mi hijo tanto como lo eres tú o tus hermanos.
- Pero entonces es adoptado como nosotros? – dijo Jason, por alguna razón le divertía el hecho de que el mismísimo Bruce Wayne se mostrara tan vulnerable.
- No, digo si – dijo Bruce
Dick y Jason abrieron los ojos, nunca habían visto a su padre titubear  - Damián es mi hijo biológico.
Los chicos abrieron la boca, ambos sorprendidos – Papá tienes novia!!
- No niños ya les dije que no tengo novia.
- Y entonces – dijo Jason – Como?
- Damián es hijo de Talia as Ghul  y mío.
- Tuviste relaciones con Talia, la hija de Ra’s al Ghul – dijo Jason casi no creyendo lo que papá le había dicho.
Dick se quedó en silencio, su padre que siempre le había dicho lo peligroso que era Ra’s al Ghul y lo importante que era no subestimar a los malos y en este caso muy malos como lo era la cabeza del demonio.
- No he venido a hablar de quien es la madre de Damián, ahora es vuestro hermano y mi hijo es todo lo que tienen que saber – dijo lo más autoritario posible, quizás unos años atrás a los niños les hubiese bastado con esas explicaciones, pero Dick era un chico muy inteligente y Jason uno muy curioso.
Cuando se estaba disponiendo a salir una vocecita lo freno – Papi, si no eres novio de Talia entonces tuviste una cita con ella, o fue solo sexo casual – Dijo Jason mientras que Dick lo miraba atónito.
Bruce Wayne muy pocas veces dio una explicación a nadie, salvo a Alfred cuando era menor de edad y por lo general aceptaba el castigo sin  dar alguna excusa por sus actos. Pero ahí estaba junto a sus hijos sin saber que decir, cuando pudo sacar la voz solo le quedo defenderse.
- Jovencito de adonde sacas esas ideas, que sabes del sexo casual?.
- En la escuela tenemos charlas sobre sexo, tú mismo firmaste el consentimiento para que asistiéramos – dijo Dick ahora muy interesado en lo que podría decir su padre.
- Pensé que hablarían de biología reproductiva no de sexo ni seguro ni casual, mañana mismo voy con ustedes a la Academia, no quiero que ustedes sepan nada de sexo casual, ni nada de sexo hasta que sean mayores de edad – dijo Bruce señalando claramente a los dos chicos.
- Pero Papá – dijeron dos voces al unísono  - No nos respondiste, si Talia no es tu novia entonces como es que eres el padre biológico de Damián? – Jason no pudo evitar sonreír al ver la cara de Bruce.
Bruce suspiró, como tenía razón Alfred algún día tendría que dar explicaciones y ese día había llegado – Damián es mi hijo porque si tuve una relación con Talia, fue algo breve pero en ningún caso sexo casual, solo que no resultó como pensaba.
Los chicos Wayne se quedaron pensativos, esta era una información que guardarían para el futuro, como dicen no hay peor vara que por la que eres medido.
- Ahora quiero que bajen a cenar y luego a la cama, mañana hay clases y tendremos que ir más temprano para tener una charla con sus profesores sobre las clases de biología.
Jason y Dick rieron en cuanto Bruce salió más que rápido para dirigirse a la cocina, no sin antes escuchar como sus lindos angelitos se reían, al llegar solo lo esperaba la mirada seria de Alfred

- Puedes hablar Alfred, sé muy bien que me lo merezco – un abatido Bruce se sentaba en la mesa de la cocina mientras el mayordomo ponía una taza de café delante del que consideraba su hijo.
- No voy a decir que no se lo había advertido, los Señoritos necesitan un modelo al cual seguir y en usted  recae tan pesada tarea, su conducta Señor debió  ser intachable – dijo el mayordomo seriamente – Ahora el daño está hecho, solo debe esperar que los Señoritos no sigan ese ejemplo.
Bruce abrió los ojos espantado de solo pensar que Dick o Jason podrían ser como él en su adolescencia, tendría que poner candados en las puertas y ventanas de las habitaciones de sus hijos, si quería volver a dormir tranquilo.
- NO Alfred por ningún motivo dejaré que Dick o Jason sigan mis pasos – dijo Bruce mientras Alfred levantaba una ceja interrogante – Bueno…. Tu sabes no fui un niño modelo.
- Ni adolescente modelo tampoco, pero creo que el uso de la vara le dejo clara las cosas – Bruce se acomodó en la silla, cada vez que Alfred decía la palabra vara, Bruce recordaba el dolor en su trasero, como odiaba la vara de Alfred.
- Clarísimas Alfred, dime todavía tienes esa cosa?
- La vara, Señor esta guardada en mi habitación, cuando la necesite solo tiene que pedirla.
- Espero que nunca Alfred, pero es bueno saberlo.
Fin…..


3 comentarios:

  1. Ay lindo Gloria y por fa que no sea solo un cortito pido continuacion

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  2. Hola Glorita que bueno saber de ti sobre tpdo tras una larguisima ausencia.
    Nos tienes abandonadas malvadita jeje
    A ver ahora a lo serio decirte que este Bruce. Esta fabuloso y espero como Cat que. No sea solo un capitulito de antojo... Asi qie por favor ponte las pilas y continua pronto
    Me ha encantado de verdad
    Marambra

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  3. Gloriaaaaaa.... qué HERMOSO FIC.... Me encantóoooo.... Ya sabes de sobra que me encanta tu forma de escribir! Lo haces Genial! Aunque no me gusta que Bruce se vea débil ante Alfred! :-S Pero el resto de la historia estuvo súper interesante!!!
    BIENVENIDO AL PEQUEÑO DAMIAN!!!

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