sábado, 13 de junio de 2015

Padre moderno 11



Padre moderno 11

Ricardo tenía  tiempo esperando a que la barba le empezará a salir, pero no le crecía  y estaba empezando a molestarle eso. Siempre viéndose al espejo y esperando ver un rostro lleno de vello, pero no.
Francisco: Ricardo no te va a crecer nada o por lo menos  no hoy… deja el espejo por un rato que me estas mareando.
Ricardo: oo papá déjame en paz. –se fue a su cuarto-
Francisco estaba en la sala con los pies en la mesita y los zapatos fuera.
Anabel: papá tus pies.
Francisco: ayy hija no seas escandalosa, no me huelen los pies.
Anabel: no soy escandalosa… -dijo ofendida-
Luis tenía toda la tarde dando vueltas a todos lados y cuando su padre había llegado a casa se acercaba a él y a los pocos segundos  se retiraba. A la décima vuelta que dio.
Francisco: Luis si te vuelves a ir sin decirme que pasa te voy a sacar lo que sea que estés escondiendo a nalgadas, deja de tantearme… las cosas como soy hijo, por favor.
Luis: yo no escondo nada.
Francisco sele quedo viendo con los ojos entre cerrados.
Luis: bueno pues… me… suspendí un examen de Química  y lo tienes que firmar…  y…
Francisco: y que más.
Luis: decir porque no fui a clases el día del examen –dijo resignado-
Francisco se recostó en el sofá, usando su mano de apoyo: y me quieres decir, porque  mi hijo no entro a clases si lo deje en la puerta de la escuela.
Luis se quedó callado un rato viendo al piso como si este fuera a contestar.
Francisco: hijo el piso no te va ayudar en nada así que contesta… -dijo sin pararse del sofá, primero quería oír una buena explicación antes de empezar a gritar, apenas tenía unos minutos de tranquilidad y salía uno de sus muchachos con una trastada.
Luis: mmm
Francisco: mm nada… y dime la verdad… … Luis te estoy esperando.
Luis: aay papá. No hice nada malo te lo prometo.
Francisco: sin promesas, que fue lo que hiciste.
Luis: me fui con un amigo que tenía tiempo  que no veía, nos fuimos al centro comercial a los video-juegos. Papá yo no sabía que el profesor haría examen…
Francisco: que amigo?
Luis: Diego…
Diego fue un amigo de la infancia de Luis eran de la misma edad, viví a cuatro casas de la suya, pero hacia 2 años se habían ido a vivir a otro lugar.   Siempre estaban metidos en problemas esos dos, pero eran buenos niños. Francisco se la pensó un rato sin contestarle nada a su hijo…
Francisco: si te vuelves a ir a otro lado y que yo no me entere, te prometo que no vas a poder dormir boca arriba por  días.  Te van a volver hacer el examen?
Luis: si me haces un justificante razonable o consigo uno del médico… el profe me va hacer otro examen aunque más complicado que este. 
Francisco: más te vale que apruebes el examen… dámelo. Que le dijiste a tu maestro, de porque no fuiste?
Luis: que estaba enfermo… solo tuve problemas en esa clase. Con los demás no… la maestra de mate no fue… suerte… y el profe de idioma ni se enteró que no fui y no tomo lista, El de deporte dijo que con él no había problema pero que no faltara otra vez.
Francisco: de que le dijiste que estabas enfermo?
Luis: solo le dije que me había sentido muy mal,  no le dije nada más y no pregunto.
Francisco se paró y filmo el examen… buscando que podía poner para que el niño pudiera presentar el examen y sin más se puso a escribirle una nota al maestro. Luis estaba solo paradito con la cabeza gacha esperando a ver qué era lo que su padre ponía en aquella nota. Una vez Francisco la termino.
Francisco: mmm bueno… toma  - le entrego el examen en blanco que firmo y una hoja  con la nota para el profesor. Luis se puso a leerla con mucho cuidado.
Luis: papá nooo, como pusiste esto.
Francisco: es lo más creíble, no alegues… no se me ocurrió otra cosa.
Anabel al ver la cara roja de su hermano le quito la nota y se puso a leerla.
Anabel: diarrea?... solo te falto ponerle que los calzoncillos los ensucio por no llegar rápido a casa.
Francisco: si pensaba ponerlo, pero ya se me hacía dar muchas explicaciones… no creen.
Luis: papá yo no puedo entregar esto…
Francisco: Hijo me da mucha lastima pero ya lo escribí y es lo más creíble que le puede pasar a una persona y sin la necesidad de llamar al médico, así que te aguantas con eso.
Anabel: Vamos Luis tu metiste la pata no puedes ponerte tus moños.
Luis: si mis amigos ven lo que papá escribió voy hacer el hazmerreír de todos…
Francisco: la nota es para el profesor, no para los chismosos de tus compañeros y ya deja el teme, te debería dar una reverenda paliza y no firmarte nada, así que sales ganando y mucho… y dile a Diego que se pase por aquí…
Luis: Le diré que venga a cenar… -dijo resignado, triste y feliz todo una mescla de sentimiento-. 
Francisco se  acostó un rato en el sofá quedándose dormido.
En la noche Diego fue a la casa de Luis y los dos se quedaron hablando por mucho rato, bromeando y recordando viejos tiempos.
Diego estaría unos días en casa de unos familiares que vivían por el lugar. El Sábado se quedó en casa de Luis  a pasar la noche desvelándose en los video-jugos y en la mañana del domingo fue como vivir viejos tiempos, los dos muchachos de 15 años se habían metido a hurtadillas al cuarto de Ricardo y como el ya casi adulto tenia tanto pendiente porque el vello facial no le aparecía, los dos chicos decidieron ayudarle en su problema, con marcador permanente  le dibujaron un bigote y una barba,  Ricardo ni se enteró.

10:30 de la mañana…
Ya todos estaban en la cocina Francisco estaba ayudando a Anabel con el desayuno, Luis y Diego hablando de cosas tontas que hacían o que les había pasado, Antonio sentado escuchando a esos dos pescando ideas. 
Ricardo seguía dormido pero Anabel ya le había llamado a desayunar… después de un rato se despertó y  fue al baño se lavó las manos  y salió y ni cuenta se dio.
Ricardo: que hay para desayunar? –Dijo medio adormilado-
Francisco: de verdad tienes tanto apuro por el vello facial?
Ricardo: porque? Porque me ven así?
Antonio: tienes bigote.
Ricardo: el bigote no sale de un día a otro Anton.
Antonio: pues tú rompiste record.
Luis, Diego: jijiijiji
Ricardo salió al baño más cercano: que le hicieron a mi cara.
Luis: jajajaja
Ricardo: los voy a matar, malditos mocosos.
Diego: o no me digas que no aguantas una bromita de nada. Recuerda que tú nos hacías bromas mucho más pesadas, o se te olvidan?
Ricardo: no les vas a decir nada? –Le dijo a su padre-
Francisco: fue una broma muy original.
Ricardo: papáa
Francisco: Hijo que puedo decirles… solo que se lleven y aguanten y nada de golpes. Tú también les jugaste bromas y muchas de ellas no te las regresaron, porque los dejabas llorando, así que pagaste una de tantas.
Luis: ya vez, una de tantas y ya estas llorando.
Ricardo: okey pero se aguantan... después no estén llorando.-fue a lavarse la cara y ver si podía quitarse todo-
Anabel: Ricardo. Siéntate a comer, por más que frotes no se te va a quitar.
Ricardo: primero voy a lavarme la cara. –dijo con todo el fastidio del mundo-
Anabel: la comida está caliente y hace más de vente minutos que te habla, así que te sientas a desayunar…
Ricardo:  No.
Anabel: Ricardo siéntate –le regaño-
Ricardo: papá
Francisco: hijo siéntate y después vemos con que te quitas eso.
Anabel parecía la mamá de aquellos jóvenes y en muchas ocasiones al padre también le tocaban los regaños de su hija, Ricardo se sentó a la mesa diciendo cuantas cosas pero ninguna entendible para los demás.
Diego se quedaría toda la tarde,  aprovecharon para estar en los video juegos que era lo más le gustaba ya que nunca le llamo la atención los deportes. Ricardo estaba viendo como desquitarse de ese par de mocosos, a un tenía la cara toda pintada y le haría algo muy feo a su hermano si eso no se le quitaba de la cara en unas horas.
Anabel: deja de cuchichiar y quédate quieto.
Ricardo: tú crees que con eso se quite –tenia crema en la cara-
Anabel: nada pierdes con probar –le unto una buena proporción de crema para las manos-
Ricardo: ya me las pagaran esos dos.
Anabel solo movió la cabeza negativamente.
Ricardo estuvo como una hora con la crema y cundo se la quitó a un se le notaba la tinta pero ya no tanto.  En la tarde Ricardo efectuó su magnífica  broma, pero le salió  bastante mal, consiguiendo  lo que quería pero termino metido en su propia broma y el único ileso fue Diego que quedo sin una gota de agua.
Aquella agua había estado helado y por ende los dos chicos terminaron con tremenda gripa y parte de la noche con fiebre.
Luis: idiota por tu culpa estoy enfermo. Y tengo que presentar el examen mañana.
Francisco: si sigues mal no vas a presentar nada, eso puede esperar.
Ricardo: tu tienes la culpa por empezar a fastidiarme, asi que mejor cállate.
Francisco: ya, ya se me callan los dos, sus bromitas pueden llegar hacer muy pesadas… además los dos tienen la culpa en cuanto se mojaron tuvieron que ir a bañarse y ninguno lo hizo, tu seguiste jugando y mensajeando –le dijo a Luis- y tú te saliste a si a la calle, practicar estilando agua.
Los dos chicos están en la cama de su padre que al ser bastante amplia podían estar los tres sin preocupación, Francisco no pensaba dividirse para atender a los chicos así que lo más fácil fue dejarlos ahí.
Francisco: dame lo. –le pidió el termómetro- tienes 38.5 –le dijo a Luis-
A los minutos lleco la temperatura de Ricardo que alegaba porque no quería usar el mismo que su hermano había usado.
Francisco: no hay otro termómetro y no se lo están metiendo a la boca así que póntelo en el brazo.
Ricardo: pero papá.
Francisco: si?
Ricardo al ver la cara de su padre mejor hizo caso…
Francisco: ya está?  dámelo… tienes 37.3 … por lo menos no es tan alta.
Anabel y Antonio estaban preparando la cena para ese par de chicos, la subieron y los cinco cenaron en el cuarto.
Antonio: como se sienten?
Luis: mal.
Ricardo: pésimo.
Los dos chicos cenaron ligero y se volvieron a recostar, mientras Anabel les cambiaba los paños fríos.
Anabel se retiró a su cuarto llevándose a Antonio con ella y dejando a su padre con sus hermanos.
En la mañana siguiente Francisco mejor decidió llevarlos al médico, a Luis la fiebre alta no lo dejo casi toda la noche y Ricardo empezó con malestar en la garganta, cuando se hizo hora llama a su trabajo y disculpándose por que no podía ir, tomándose el día libre. Llego a la casa justo antes de que Anabel saliera con Antonia a la escuela, solo se despidió de ellos y los dejo ir, entrando el con aquellos chicos, los dejo recostados y una vez que se quedaron dormidos salió a la escuela de estos a dar personalmente el aviso de que los dos chicos estaban enfermos y a dejar el examen al profesor de Luis que solo le dijo que no se preocupara que solo pidiera la tarea con sus compañeros y que el examen se lo aplicaría una vez estuviera mejor.
Francisco: cómo te sientes?
Luis: mal.
Francisco: y tu hermano?
Luis: no se quiso quedar, se fue a su cuarto.
Francisco salió y fue a ver como seguía Ricardo: Hijo deberías estar en cama no en la computadora, por lo que veo ya estas mejor.
Ricardo: solo me duele la garganta, pero no es para quedarme en cama todo el día papá.
Francisco: eso me hubieses dicho para mandarte a la escuela.
Ricardo: ya me voy a acostas.
Francisco paso todo el día vigilando a sus muchachos preparando comida para los enfermos y llevando medicamentos, pensando que si les hubiera dado un jalón de orejas o meterlos al baño como si fueran unos niño de 5 años a los que hay que ayudar con el baño le hubiera sido mejor, se hubiese evitado a dos jóvenes enfermos.
A la hora Francisco paso a revisar a Ricardo.
Francisco: Ricardo te acuestas… última llamada…
Ricardo: aaa papá ya voy, que fastidio…  Passs – auu ya.
Francisco tuvo una mañana complicada, eso de tratar con esos chicos y para colmo enfermos nunca había sido lo más relajante, tenía que estar dando gritos, sobre todo a Ricardo para que se quedara en cama, Luis a pesar de ser más inquieto estando enfermo se metía completamente en su papel no se paraba de la cama, dormía bastante además de que la fiebre no lo dejaba en paz. En la tarde siguieron con lo mismo llego Antonio y aprovechando que tenía a su padre en casa y se puso a jugar con los video jugos de Luis, Francisco llevo el aparato y lo conecto en su televisión para matar dos pájaros de un tiro, estar un rato con el más pequeño y vigilar a Luis que era el que se sentía peor, Jugaron un rato sin hacer mucho ruido para dejar descansar al enfermo, después Anabel les llevo la comida y para  darles el medicamento que les tocaba a cada uno…
…  
Anabel: Ricardo quédate quieto.
Ricardo: aa si fuera tan fácil… aaa espérate… An estas segura que sabes hacer esto.
Anabel: voltéate.
Francisco: yo pensé que el difícil seria Luis… Ricardo deja de jugar que no tenemos todo el día… en la mañana no hiciste tanto drama.
Ricardo: la diferencia es que era una experta… no es que no te tenga confianza An.. pero…
Anabel: se nota tu confianza… pero ya voltéate.
Ricardo: nooo
Francisco: aay Ricardo ya obedece.
Ricardo: papá espérate…
Francisco al ver que el mayor de sus hijos no hacía caso, lo dejo boca abajo en la  cama, tirando del pantalón y el calzoncillo hasta debajo de las rodillas y sosteniéndole las manos en su espalda, a Ricardo  no le quedo de otra que hacerse el fuerte, no se podía mover no quería que su hermana le viera desnudo o más de lo que ya estaba y solo escondió la cabeza en sus almohadas rojo de vergüenza, mientras An enteraba con delicadeza la jeringa en la nalga derecha.
Ricardo: aaaay espérate aaayy #$%& An me dolió. –tenia una lagrimilla  que le corrían- estas segura que ya habías inyectado a alguien o soy tu primera víctima  -Passs – aaau
An: no eres mi víctima… y no, no eres el primero… tu cuñado si lo fue.
Ricardo: pobre. Passs –aay ya, ya-
An: listo –le dejo el algodón y le ayudo con el calzoncillo, dejándolo en su lugar-
Francisco: ya ves exagerado.
Ricardo: ¡exagerado! a ver si tu  dejas que una practicante de entierre eso en el trasero.
Francisco: llorón, bueno  falta uno…
Anabel se puso a preparar la segunda inyección antes de entrar al cuarto de Luis para no mortificarlo más de lo que ya podría estar… eso pensaron ellos pero no tuvieron mucho problema, estaba tan dormido que Francisco con mucho cuidado solo lo puso boca abajo y le bajo la ropa, An se puso a limpiar la nalga y rápido encajo la inyección
Luis: auuuu ay ayy shif
Francisco al ver despertar a Luis reacciono y le agarro los pies antes de que le diera una patada a su hermana.
An: ya está listo.
Luis: shiff que groseritos son… no dejan dormir a uno en paz, si me dolió shhff–escondió su cabeza, se sentía muy vulnerable ni siquiera hizo lo posible por acomodarse bien la ropa.
Francisco: ya Luis, fue un piquete de nada… vuelve a dormir anda.
Luis: si tú,  piquetito de nada… pues a ti no te dolió…
Francisco: aagrr niños –siempre las contestaciones, pero ni que hacer, algo que le molestaba a Francisco era que le contestaran o arremedaran-
Aquel padre salió del cuarto y Anabel atrás de él con una  sonrisita medio burlona por las caras de su padre.


5 comentarios:

  1. Me encantaron los dos capítulos continúala pronto por favor.

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    1. Taz estoy encantada de que te gustaran estos dos capítulos... me e tardado mucho en mandar historias y creo que seguiré tardando... pero espero disfrutes de estas ;) cuídate

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  2. Claro que las disfrute muchísimo vale la pena esperar me encantan tus historias

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  3. oh chica al fin publicas!!! me encanto como vas, porfi en serio continuala mas mira que tus historias me encantan y cuando escribes de familias??? please escribe pronto

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  4. Mary bonita hace que no sabia de ti...
    Me gusto mucho leerte, han sido dos capitulos muy lindos te felicito no te pierdas

    Marambra

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