martes, 11 de agosto de 2015

Nico



Ay!! Pero qué mal me siento! Snif snif! Buaaaccc... Mgg... buffff... snif snif... Buaaaaa... Duele... Snif snif... Por qué tuve que tomarme ese whisky yo solito?! Snif snif... me quemaaaauuuu... snif snif...

-Nico?! Eres tú, tesoro?

Ay, no! Es mamá! Qué le digo? Si me ve así se dará cuenta!

-S-sí, mami. Ya salgo- Dije apretando rápido el botón del inodoro, esperando que el agua se llevara todo el resto de la bebida. Inmediatamente, empecé a echar aerosol de ambiente y me lavé bien los dientes. Respiré un par de veces mirándome al espejo. Mis ojos estaban surcados por unas horribles ojeras y mi cara estaba pálida, haciendo que mis ojitos celestes resaltaran mucho por lo rojo que aún estaban.

Toc, toc... -Hijo. Te sientes mal?! Déjame pasar!- Mamá intentó abrirme la puerta, pero yo me apuré y salí.

-Mamita... es que... es que tus empanadas me cayeron mal... snif snif... me duele la barriguita.-Sollocé.

Já! Pero qué crío más descarado!! Echarle la culpa a las empanadas de su mamá, después de vaciarse toda una botella de alcohol! No, si no tiene vergüenza... pero espero que su mamá se dé cuenta y le dé un buen escarmiento...

Quién dijo eso?! -Mami? Escuchaste eso?

Pues yo! Y tu mami no puede escucharme, niño!

-Escuchar qué, cielo? -Mamá puso su mano en mi frente- Oh, bebé. Si tienes fiebre... Vuelve a la cama, mi amor. Voy a llamar al doctor.

Eso me gusta! A ver si así aprendes! Y espero que te cocine el trasero a pinchazos.

Instintivamente me tapé la cola con mis manos y puse un puchero.- Mami, me está molestaaando.. snif.. y..snif.. y tú encima le haces caso y.. y el doctor nooo! No quiero que venga... buaaa... no lo llames!

-Quién te está molestando, mi amor? La pancita? Ya va a pasar, mi bebé... Todo por mi culpa... no debí cocinar esas empanadas.

Ashhhh... Dile ya! Dile a tu madre que no estás así por sus deliciosas empanadas... dile que te emborrachaste, que no sabes cómo llegaste a casa... y que por eso estás enfermo! Dile de una vez o no sabes lo realmente molesto que puedo llegar a ser! 

Quién eres? Y por qué te metes en lo que no te importa... Y.. y yo no tomé mucho, ni tampoco llegué borracho...-Mamáaa...- Me tiré a los brazos de mi madre, apretándome contra su pecho. De quién es esa voz?! Por qué me viene a molestar justo a mí ahora que estoy enfermito?!

-Shhhh... Ya, mi bebito. Ya.. shhh... voy a despertar a Roberto.

Ahora sí, mocoso! Estarás en serios problemas en cuanto tu papá te descubra.

-Buaaaaa!!! 

-Calma, mi cielo.. shhh... ya viene papá!

-Qué sucede?!- Preguntó papá, saliendo de su habitación con la bata a medio poner.

Oh, no! Mi colita estaba en problemas! Si papá se entera... no. No quiero ni pensarlo. No podré sentarme en años! Snif snif 

-Que Nico está enfermo. Le cayeron mal las empanadas.

Uffff.. Pero qué mentirota más grande que ésta casa. Vamos, Roberto, tú eres un hombre inteligente y descubrirás que el chico miente

Por qué no te callas y te metes en tus asuntos! 

Para tu información, mocoso malcriado, tú eres mi asunto por un buen tiempo, hasta que cumpla... Bueno. Tú eres mi condenado asunto y punto!

Por quéee?!

Porque sí, y ya deja de gimotear!

Es que me duele... snif snif!

Pues, qué pretendías?! Si te fuiste a envenenar con esa mierda de whisky! Ahora te aguantas... Y ya ve cortando el rollo de que es culpa de tu mamá... No ves lo angustiada que está?! No te da vergüenza mentirles así y echarle la culpa a ella que siempre está al pendiente de ti y tus caprichos?!

Es que tú no entiendes! Si les cuento, papá me dará una paliza!

Y qué?! Compórtate como el muchacho maduro que dices que eres y enfrenta las consecuencias! Qué es eso de tener miedo a que papá te haga pam pam en la colita?!

Es que no sérá pam pam.. será zas zas! Y no quiero! 

-Ven aquí, mi rey! Papá te va a llevar a tu cuarto. Ya en tu camita te sentirás mejor... Llama al médico, por favor!- Le dijo a mi mamá.

-Noooo!! Al Médico nooo! A él no, papito. A él nooo... buaaaaa

-Hijo. Tranquilo, mi niño. Sólo te revisará, sí? 

Y te pondrá unas diez inyecciones y...

-Buaaaaaa... no quiero! No quierooo... buaaaaaaaa

PLAFF PLAFFFF PLAFFF... 

-Auuuu!!!! Nooooo!!

-Corta el berrinche si no quieres más!

-...snif... snif...-

Bien hecho! Y bien merecido!

Grrr!!!

Unos quince minutos después, el médico entraba a mi habitación, cargando su maletín con todas esa mierdas con las que siempre me torturaba.

-Hola, Nicolás. Cómo te sientes, campeón?! -Dijo, sacando un termómetro y un baja lenguas.

-Bien, Doc! Ya estoy bien. Puede irse, no hace falta que me revise. Ya me siento mejor..

-Alto ahí, jovencito. Nada de "ya estoy mejor", si puedo ver cómo te retuerces de dolor. Deja que Renzo (mi "ex" pediatra!!!) te revise y te portas bien.

Já! Éste chico portarse bien?! Eso lo quiero ver!

-Abre la boca, hijo.- Dijo Renzo.- Voy a ponerte el termómetro.

Apreté mis labios fuertemente y me crucé de brazos. No iba a dejar que me tocara. Yo ya soy un adulto.... bueeeno, falta poquito... y si quiero atención médica o no, es mi decisión. 

-Hijooo... no tengo paciencia, jovencito. Abre la boca!

Nada.

-Bien!- Suspiró mi padre. Sip. Yo siempre consigo salirme con la mía.

En eso, papá me tomó por las piernas y me dio media vuelta. No sé cómo le hizo, pero me dejó boca abajo sobre su regazo. 

-Papáaaa...

PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF!!

-Calladito! Y quieto! Renzo, el termómetro....

-Nooooooo!!!! Papá, ya abro la boca, ya abro la bocaaaaa.... buaaaaaaaaaaaa.... buaaaa... no soy... no soy un bebéee... buaaaa!

-Shhhh... ya está, mi chiquito. -Papá me dio la vuelta y me pusieron un termómetro en mi orejita -Ves? Por eso hay que hacerle caso a papá.

Buaaaaa

Ya ves? Por malcriado!

.-...buaaaaa!!!

//-Tiene un poco de fiebre, Roberto... Tendré que... inyectarlo!- Susurró.//

//Roberto hizo una mueca y asintió con la cabeza. En un movimiento rápido, nuevamente tuvo a Nico sobre sus rodillas, poniendo más presión en el cuerpo de su niño.// 

-Papito? Qué...qué haces? Deja que me levante... ya me tomaron la temperatura.. -Hice un poco de fuerza. Esa posición me estaba haciendo sentir mal. -Papi?! -Por qué no me deja levantar?!

-Quietito, hijo. Será un ratito nada más! -En eso, siento el olor a alcohol. Oh, no! Eso no!

Oh, sí! Eso sí!

-No, no, no, no, noooo!!! Papáaaa... papito.... No quiero inyección, no quiero inyecciónnn!!! Buaaaa

Pero ni mi llanto evitó que Renzo clavara su aguja en mi trasero!!! Odio los pinchazos. 

-Dueleeeee... dueleeee... buaaaa... Quemaaaaa... mamaaaaaáa!!!! Mamiiiii... Papiiiii... buaaaaa

-Yaa, principito de papá... shhhh... ya está, ya está. Ves? no fue nada, no fue nada, mi rey!

-Dolió m-muchooo... augh... mggg... buaaaa...

Papá me dio la vuelta y me acunó en sus brazos. 

-Papito, te juro que nunca más me vuelvo a tomar ni un poquitito de whisky que tiene el abuelito Juli guardado en el armario de la cocina, pero que Renzo no me ponga más inyecciones... buaaaa... Dolió muchooo...

-Que qué?

Ups! Lo dije en voz alta?! 

Sip. Y bien clara! Fue un placer cuidarte, mocoso!

-Papi.. recuerda que estoy enfermito!

Papá estaba respirando más rápido que lo normal y mamá me miraba con muy mala cara. Cómo fui tan imbécil de decirlo en voz alta! 

-Roberto, el niño está enfermo. Necesitará inyecciones, al menos dos días más! 

-Queeeé!!

-Ni se te ocurra protestar, jovencito! Y en cuanto Renzo te dé el alta, tu trasero y yo vamos a tener una seria conversación. 

-Pero.. pero... inyecciones?!- Pregunté con un puchero en mi boquita traicionera.

-Si no quieres, pueden ser supositorios!- Añadió Renzo, con una sonrisa.

-Buaaaaa... 

Papá me cubrió con una manta y me cargó en brazos para llevarme a su cuarto. Con mucho cuidado, me acomodó de costado, porque mi nalguita aún dolía y me cantó una canción para que me durmiera... Yo me dormí rápido, en parte por sus caricias, en parte porque estaba agotado. y además, porque sabía que en un par de días, no dormiría tan cómodamente. 

Ánimo, camarada! No puede ser tan malo!

Sí, claro! Como no es tu trasero el que tiene sentencia de muerte! -

Papá me besó la frente y susurró..."Ya, déjalo dormir tranquilo..."- Y la voz por fin se calló! 


3 comentarios:

  1. Jajaja ay esa voz que no dejaba tranquilo a Nico!!! Jajaja y luego el solito se delata..
    Buuu pobrecito le toco inyección por tomar alcohol U.U ...

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  2. :3 me encanto la historia, Nicolas es un amor jeje todo por tomar...y no le fue muy bien al chico, pobre taserito le quedara con pequeños hoyos

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  3. que maldita voz de la consciencia...
    que metiche como si no hubiera disfrutado, jajajajajaj

    muy entretenido relato

    MArambra

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