miércoles, 19 de agosto de 2015

SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO AMARLO? CAPITULO 19



SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO AMARLO?
CAPITULO 19

Los médicos nunca dejan de estudiar ya sean por postgrados o actualizaciones en su especialidades, Mark, no fue la excepción de la regla, por el contrario por ser un estudiante brillante y adicionalmente contar con la ayuda de su padre para poder tomar los postgrados que deseó o consideró necesitar.
Y, tras un evento en particular con su sobrino Rey, y un ataque de ansiedad que en su momento lo tomó por sorpresa, decidió irse por la especialidad en el área de Neumología Pediátrica, hoy por hoy su experiencia,  su experticia en el área, y lo certero en los casos complicados, ha sido merecedor de una reputación entre colegas y pacientes.
Podría fácilmente abandonar la emergencia en la clínica, y dedicarse solamente a la Neumología o a la investigación, pero adora la adrenalina de la emergencia y la variedad de casos inesperados, como siempre le dice a su esposa.
De su época de estudiante de postgrado, recordaba con especial admiración y aprecio a la Doctora Lina Patricia Caicedo, una brillante médica pediatra, cuya incansable labor investigativa en el campo de los padecimientos infantiles era ampliamente conocida y reconocida por la comunidad médica americana.
El joven, incansable y brillante médico Venezolano había captado de inmediato su atención y durante la duración del curso de post grado en neumología pediátrica, lo había invitado a hacer el trabajo de campo en las instalaciones de la clínica pediátrica propiedad de su familia en la ciudad de Bogotá.
La maternal mujer debido al carisma de Mark, a que tenía la misma edad de su hijo menor y su cercanía profesional e ideológica ya que ambos eran pacifistas convencidos, con el transcurrir de las clases y las agotadoras jornadas de trabajo de campo, había desarrollado un afecto especial por Mark Enrique Hoffman, llegando a considerarlo un colega admirable al que quería como a un hijo, como al hijo médico que nunca se le dio la dicha de tener.
Aquel correo electrónico solicitando su opinión profesional y su inmediata intervención en aquel caso clínico, de su maestra y colega a la cual quería como a una segunda madre, le causó gran alegría inicialmente.
Pero al observar detenidamente la epicrisis del paciente y sobre todo los reportes de los exámenes de sangre de aquel niño de trece años, lo que observo lo dejó helado, Los niveles anormales de adrenalina, testosterona y un agente catalizador Desconocido ubicado en el ADN mitocondrial del chico, le causaron sorpresa, estupor y curiosidad, debía de haber un error garrafal en aquellas pruebas de laboratorio, estos números no eran coherentes ni siquiera en un hombre adulto que fuese deportista de alto rendimiento, mucho menos de un niño de esa edad.
Aquí algo está terriblemente mal vale, esto no puede ser correcto, es absurdo, tengo que hacer verificación en detalle con la doctora Lina de esta información, esto jamás se había visto, no, definitivamente tiene que haber un error con el protocolo de laboratorio.
Así, que sin ánimos de ofender a su mentora, le respondió aquel correo electrónico indicando que antes de dar su opinión médica al respecto, necesitaba que repitieran las pruebas nuevamente, es más recomendaba utilizar otro Laboratorio para analizar las pruebas, pues dichos resultados ni siquiera se acercaban a los límites o rangos normales, llegó a pensar si su adorada profesora estaba poniéndolo a prueba.
Sí, estos niveles se repiten viajo ya mismo a Bogotá a revisarlos de primera mano, se dijo así mismo. En eso estaba cuando vio los apellidos del paciente, y se percató que debía ser un pariente de Dra. Lina, su nieto inmediatamente ató cabos, si eso era cierto, era imposible que esos análisis estuvieran errados, porque conociendo a su colega, ya eso lo había hecho, no una sino varias veces, continuó leyendo el historial clínico que le había enviado así como el tratamiento de antibióticos que le estaban suministrando al niño, y estuvo de acuerdo había que atacar la crisis bronquial lo más rápido que pudieran.  Es más le sugirió que le aplicaran esteroides, para que el efecto fuese más rápido, y le hizo saber que al día siguiente viajaría a Bogotá.
La doctora Caicedo, respiró aliviada al saber que su más brillante estudiante de postgrado venía en camino desde Caracas, a ponerse al frente del tratamiento de la bronquitis crónica de Juan Andrés.
Aparte de eso su lado científico se regocijaba pues  era la oportunidad perfecta de volver a interactuar con su más joven y brillante colega, además de compartir, una extensa investigación médica de un caso para nada convencional al lado de su adorado chamito como de cariño llamaba al hoy en día respetadísimo y eminente doctor Mark Enrique Hoffman.

Estaba decidida en poner a Mark al tanto de todo, absolutamente todo, ya que estaba segura que entre Miguel Yunis, Mark Hoffman y ella misma lograrían Desentrañar el tétrico secreto que se ocultaba en la sangre de su esposo, su hijo y su nieto, el funcionamiento, composición y lo más importante la forma de neutralizar aquella aberración monstruosa que estaba causando tanta infelicidad a los suyos.
Ahora observando las reacciones de Andrés Felipe y Juan Andrés, estaba entendiendo el cambio radical en el humor y comportamiento de su otrora dulce y amoroso esposo.
Todo era a causa de aquel gen sintético, si bien le proporcionaba a su portador capacidades casi sobrehumanas, era como veneno puro, ya que todo el funcionamiento de este agente genético estaba enfocado a la agresión y la violencia.
Pero había una regla de oro que siempre le había inculcado a sus estudiantes, la cual citaba, que “en la ciencia médica las cosas se deshacen de la misma forma en la que se hicieron”, de manera que necesitaría al brillante y joven médico Venezolano, para que ayudara al doctor Miguel Yunis, a hacerle ingeniería inversa a aquel pavoroso gen.
Estaba más que decidida a desentrañar aquel oscuro secreto que pesaba sobre sus niños, no lograba sacarse de la cabeza aquel relato sombrío que  Andrés Felipe, le había confiado al calor de un café, en la cafetería de la clínica.
Sobre la terrorífica reacción de Juan Andrés, debido a su última crisis bronquial, además venía otro bebé en camino y este niño seguramente nacerá con aquel “accesorio” extra.
El panorama no pintaba para nada halagador, pero confiaba absolutamente en la experticia y juicio médico de su querido y brillante Mark.
Mark dejó a tono todo en la clínica y en su hogar, no sabía cuánto tiempo le tomaría esta visita, tal vez le tocaría ir y venir, pero eso no era problema para él, ni para Sofía que sabía el aprecio que Mark le tenía a la Dra. Caicedo.
Mark arribó finalmente al aeropuerto de el Dorado en Bogotá, tras un retraso terrible de tres horas, se sorprendió que apenas bajando del avión lo estuvieran llamando por un parlante.
Solicitaban que se apersonara a un punto de control, donde había unos militares esperándolo.  Y esto ahora?  Pensaba Mark mientras se acercaba a realizar el Check In.
Soldado: ¿El doctor Mark Hoffman?
Mark: Si, el mismo. Respondió incrédulo y hasta algo preocupado.
Soldado: Bienvenido Dr. mi Capitán Contreras, lo está esperando para llevarlo a la clínica. El soldado habló por radio y de la nada apareció Andrés Felipe, solemne e impecable como siempre, a pesar de que su mirada reflejaba cansancio o preocupación, no así su postura.
Mark, se preguntaba internamente ¿esperándome? entendía tal vez que la Dra. Lina quisiera mandarlo a buscar para tener ese gesto con él, pero mandar a la guardia era demasiado pensó divertido.
Doctor Hoffman, bienvenido a Colombia, saludó marcial pero cortésmente un extremadamente condecorado y joven oficial militar, lamento las molestias que todo esto seguramente le está ocasionando y de antemano le agradezco de corazón por su interés en ayudar a mi madre.
Mark Enrique, inmediatamente se fijó en la placa tipo gafete de identificación que estaba en el uniforme de aquel militar que seguramente tenía su misma edad, aquella placa decía (CT.ANDRES CONTRERAS), vaya, este debe de ser Andrés Felipe, el hijo menor de la Dra. Lina, concluyó en el acto el joven médico.
Hombre muy gentil, por tomarte la molestia de venir a recibirme en persona, no era necesario vale, bien pude tomar un taxi, contestó aquel saludo, con un fuerte apretón de manos y una cálida sonrisa muy característica de Mark.
Por tu apellido deduzco que debes ser hijo de mi doctora Lina, cierto? inquirió amable el joven médico a su absolutamente marcial interlocutor.
En efecto Doctor Hoffman, disculpe mi falta de modales, mucho gusto soy Andrés Felipe Contreras Caicedo, el hijo menor de La Dra. Lina Caicedo, Mark abrió grande los ojos, y pensó divertido “caramba estos militares siempre se comportan igual en todas partes”, Esteee, si vale mucho gusto, pero relájate pana, deja las formalidades que te aseguro que entre nosotros son completamente innecesarias  y llámame Mark, simplemente.
No quiero parecer irrespetuoso o confianzudo, pero debo confesarte que yo personalmente quiero a tu madre como si fuera la mía propia, ella ha sido durante mucho tiempo, no solo una maestra fabulosa, sino que también ha sido una confidente, una guía espiritual y la más incondicional de mis amigas.
Así que somos casi hermanos, dicho este le dio un fuerte semi abrazo al rígido y impecable militar, el cual al notar la gran familiaridad, carisma y tremenda calidez humana de aquel eminente médico, que venía en ayuda de su adorado hijo y Quien Sabe con algo de suerte quizás hasta podría ayudarle a él, inmediatamente bajó la guardia y se relajó un poco.
jajajaja rio cálidamente el oficial militar, disculpa tanta formalidad hombre, no pretendía hacerte sentir incómodo, es solo que los viejos hábitos son difíciles de esquivar.
Mi madre me ha hablado muchísimo sobre ti, eres según sus propias palabras un niño genio de la medicina moderna, está súper orgullosa de ti y ha seguido durante años con bastante interés tu carrera y tus publicaciones en los diferentes boletines de la asociación de medicina americana.
Así que tienes toda la razón mi estimado Mark, tu eres como mi hermano, porque mi madre igualmente te quiere como un hijo, posiblemente eres el ideal personificado de lo que hubiese deseado que fuéramos o mi hermano Mauricio que es abogado penalista o tu servidor que por mi pinta ya habrás deducido como me gano la vida.
Ambos jóvenes rieron y comentaron sobre todo tipo de asuntos mientras Mark pasaba por la oficina de migración casi que de forma inmediata debido a un salvoconducto especial a su nombre expedido por el mismísimo ministerio de la defensa de Colombia.
Cosa que nuevamente le causó curiosidad y gracia al normalmente descomplicado Dr. Hoffman, todo aquello le parecía excesivo, pero entendía los modos y costumbres de los militares, en especial de su nuevo amigo que aunque trataba de lucir relajado era más que evidente que una gran angustia lo aquejaba.
Con un solo gesto hecho con los ojos por parte del Capitán Contreras, a manera de orden, uno de los soldados del esquema de seguridad de Andres, inmediatamente tomó el equipaje del joven médico, mientras se dirigían a una de las tres camionetas militares que aguardaban por ellos en la salida VIP del aeropuerto el Dorado.
Mark: Jooo pero si casi me siento importante jajaja… y supongo que el tráfico con este tipo de vehículo no es problema ¿cierto? bromeaba Mark por el camino, ahora fuera de juego Capitán, en ¿cuánto tiempo estaremos en la clínica?
Pues la ruta destinada en primera instancia es la casa de mi familia para que te instales, mi madre insistió de forma reiterativa que de ninguna manera te fuera a dejar en un hotel, ya que tú eras familia y se te atenderá como corresponde y luego iremos a la clínica. Contestó un muy seguro Andrés Felipe.
¿A su casa? hombre que no vine de vacaciones, es directo a la clínica donde deseo que me lleven ya mismo, yo vine a trabajar y ya bastante retraso tuve con el vuelo. Y por tu cara supongo que también estás ansioso porque yo comience. ¿El niño es tu hijo, cierto? ¿Es tu único hijo? El joven militar asintió con la cabeza, en su mirada se reflejó orgullo y al mismo tiempo miedo por todo lo que estaba sucediendo,  y viene otro en camino le indico.
Pues felicitaciones, nada como los hijos yo tengo 3: Gustavo de 17, Alirio de 11 y Ann de 8 son mi mayor orgullo, angustias y los culpables de mis canas prematuras, de eso no hay duda, pero por ellos yo soy el hombre más rico del mundo.
Dijo Mark muy sonriente. Andres Felipe, no te vayas a poner celoso hombre, pero deseo ver a mi segunda madre lo más rápido posible, hay mucha información que deseo validar antes que nada.
Como tú desees así se hará Mark, contesto gratamente sorprendido el oficial militar por el nivel de compromiso y el alto grado de profesionalismo de aquel médico, de razón su madre lo tenía en tan alta estima, pensó.
Cabo González, cambio de ruta. Vamos a ir directamente al segundo Q.T.H. que estaba planificado y necesito que lleguemos antes de ayer lanza, ordenó el capitán Contreras.
Como ordene mi Capitán, el cabo del ejército que manejaba velozmente la camioneta militar en la que se desplazaban Mark y Andrés, inmediatamente cambió de ruta y en menos de una hora estaban haciendo el ingreso al área de ambulancias de la clínica de la familia Caicedo.
Rápidamente Mark, descendió del vehículo, seguido de cerca por un muy sorprendido Andres Felipe, caramba pensó, si este médico conoce esta clínica Mejor que yo mismo que soy el hijo de la dueña, una sonrisa se dibujó en el rostro del militar.
Era más que obvio que Mark Hoffman, había trabajado en aquel lugar con mucha anterioridad, seguramente en la época en que estaba realizando las horas de clínica De la especialización que había cursado bajo la tutela de su madre, Mark, saludaba con total familiaridad, paramédicos, enfermeras, personal administrativo, personas que a él mismo Andrés, apenas si lo saludaban y con cara de aprehensión, aunque quién podría Culparlos? los militares no somos precisamente populares entre la comunidad médica, pensó resignado el oficial militar.
Mark Enrique Hoffman, ven para acá mi muchacho, deja que te dé un abrazo manifestó completamente enternecida la normalmente seria Doctora Lina Caicedo, La directora general y dueña de aquel lugar había bajado del área de laboratorios para salir directamente al encuentro de ambos del médico y del militar.
De aquellos jóvenes hombres a los cuales quería demasiado uno era sangre de su sangre y el otro era el ideal de lo que debería ser un hijo según su modo de verlo.
Hola mama Lina, saludo Mark, efusivamente y con un fuerte abrazo y varios besos en las mejillas a la Doctora Caicedo, mientras Andrés Felipe, observaba divertido toda aquella escena.
Bueno, ya después nos relajamos y te contaré un montón de cosas con más calma, afirmó serio el joven médico, el cual ya se había enfundado en su bata blanca y tenía el estetoscopio listo, junto con otro montón de implementos médicos.
Primero que nada, ¿dónde está ubicado el paciente? ¿En qué habitación lo tienen bajo observación? al tiempo que revisaba cuidadosamente la tablilla de epicrisis de Juan Andrés, necesito revisarlo de inmediato.
Doctora Lina, vale, ¿qué pasa con estos exámenes de laboratorio? disculpen la grosería, pero ¿qué coño son estos números? aquí está pasando algo demasiado extraño, Inquirió con cara de circunstancia el Doctor Hoffman, le preocupaba sobre manera la química corporal de Juan Andrés.
En ese mismo instante hacia su ingreso a aquel pasillo el Doctor Miguel Yunis, el cual era una leyenda viviente en el área de medicina y genética a nivel continental, mi estimado Doctor Mark Hoffman, saludo con una enorme sonrisa en el rostro el viejo médico.
Qué bueno que te nos hayas unido, Mark, deseo mostrarte de inmediato los resultados del extenso y detallado estudio genético que hemos realizado tanto a padre e hijo.
Lo que vas a observar créeme que te dejará sorprendido, yo mismo cada día que trabajo más con este material genético tengo que auto convencerme de que esto es verídico.
Algo como esto no se había visto nunca antes, pero sé que tu prioridad en este momento es revisar al paciente y sobre todo sus bronquios, así que dale, vamos a por el joven Juan.
Seguramente por tu edad y actitud siempre jovial, logres hacer que se muestre más colaborativo, ya que con nosotros ha estado de un humor terrible, el pobre muchacho se siente como un prisionero.
Ha estado bajo demasiado estrés en estos días y ese me temo que ese no es el estado más favorable para su condición clínica.
Ya te iremos explicando las particularidades de lo que seguramente descubrirás al vuelo en cuanto lo examines, pero ya de entrada te anuncio que debes tener la mente absolutamente abierta y dispuesta para la incredulidad y la sorpresa.
Mark sonrió y respondió el saludo y se permitió bromear con aquel colega, a quien admiraba también por sus logros en la investigación genética.
Caramba, viejito tu como que además de la genética te dedicas a descubrir el secreto de la juventud, que tiras el paró hombre que aparentas mucho menos de lo que tienes y mira que yo sí sé tu edad jajajaja.
Pues si esos valores que me han enviado son correctos amigo mío, no solo te dejó abierta la mente, sino que te anuncio que estoy más que ansioso por ver cómo puedo ayudar.
Miró a la Dra. Caicedo con una mezcla de sorpresa e incredulidad. La diferencia entre tú y yo mi querido colega es que mi carisma con los niños es natural.
Andres Felipe, ocultaba muy bien las ganas de reír, hombre que era cierto el Dr. Yunis, se veía igualito a pesar que pasaban los años. Le parecía graciosa la forma directa, pero para nada irrespetuosa de bromear de Mark.
Finalmente entraron a la habitación del niño, quien al ver a su padre se ilusionó pero le cambió el rostro de inmediato al ver a los médicos entrar, y cruzó Automáticamente los brazos. En señal de disgusto e inconformidad por estar ahí encerrado en esa habitación tan fría, cuidadosamente pauso el video juego que en ese instante estaba jugando en una x-box one y dejó el control remoto en la mesa de noche de la habitación de hospital.
Hola abue, hola doctor Miguel, Hola Papi, saludo Juan Andrés, con absoluto desgano, no tengo idea de quién sea el nuevo matasanos, (haciendo referencia directa a Mark) pero igual hola, espero que esta visita sea para decirme que ya estoy bien de los bronquios y que ya nos podemos ir a casa, cierto?
Juanito, esa no es forma de saludar mi sol, reprendió cariñosamente la Doctora Caicedo a su nieto, corazón aquí estamos tratando de ayudarte para que nunca más vuelvas a tener una crisis bronquial tan fuerte como la que acabas de sufrir.
Hijito, hablo Andrés Felipe, el Doctor nuevo aquí presente, no se llama “matasanos”, Se llama Doctor Mark Hoffman, es un adulto que merece todo tu respeto amor y mira que bastante hemos hablado sobre lo inapropiado de esa manía tuya de usar sobrenombres con las personas.
Hola Juan Andres, saludó afablemente Mark, guiñándole un ojo al niño en señal de complicidad, mucho gusto chamo, mi nombre es Mark “matasanos ”Hoffman, soy médico neumólogo pediátrico y vine hasta aquí desde Caracas Venezuela, para poder conocerte y si me dejas ayudarte.
Jajajajaja, surgió espontánea la risa del niño la cual inundó rápidamente toda la habitación, para ser un ruco (viejo) médico, eres bastante divertido Doctor Hoffman, además me gusta tu acento.
Bueno, a mi también me gusta el tuyo, y si fíjate que si lo soy, de hecho soy el más divertido de mis hermanos y mira que tengo muchos, contestó divertido Mark, ante las ocurrencias y el desparpajo que mostraba Juan Andrés.
Además tengo un hijo de una edad muy similar a la tuya se llama Alirio y si me colaboras dejándome examinarte rápidamente, después si quieres te puedo enseñar cómo es que se juega Halo.
Andres Felipe, no pudo evitar sonreír ante la reacción del Doctor Hoffman y en automático intervino en la conversación, pues ojala seas bueno para jugar Halo, porque a mi este mocosito se acostumbró a darme unas palizas soberanas, nunca le he podido ganar y eso que soy militar.
El ambiente estaba un poco más distensionado, pero de inmediato y sin perder más tiempo Mark, tomó el control de la situación, bueno Juan, vamos déjame revisarte De una buena vez, acto seguido puso su estetoscopio en el pecho del chico, ordenándole respirar, retener el aire dos segundos en los pulmones y luego exhalar, acto seguido controló su pulso, revisó sus pupilas, tomó su temperatura corporal e hizo otra serie de revisiones propias de su especialidad médica.
La Doctora Lina y el Doctor Miguel, tomaban atenta nota en unos formatos de los datos clínicos que Mark les iba dictando a medida que avanzaba en la revisión del estado general de Juan Andrés.
Mark: ¡Excelente Juanito! se ve que el tratamiento te está prestando, tal vez debamos aumentar un poco la dosis, aun tienes algo de temperatura, pero es normal para esa crisis bronquial que te ha dado. Tus bronquios se vieron bastante comprometidos, creo que un suéter en estas frías tierras debe convertirse en un muy buen amigo.
Juan Andrés, bajo la mirada sabía que esa se la había buscado él solito precisamente por no usar la ropa debida. Y su padre estaba escuchando eso.
Gracias Mark, estás escuchando señorito. Dijo serio Andres Felipe viendo al niño. Alto, nada de regaños a mi paciente, es solo un consejo a futuro. De seguir como vas pronto estarás en tu casita, pero mientras para que la espera no sea tan latosa, te prometo pasar un rato contigo, pero prepárate para una derrota fulminante, porque ahí si veras lo buen matasanos que soy.
Le dijo con un aire de autosuficiencia, y la verdad que Juan iba a pasar trabajos jugando con él, pues Mark  era rebueno en el juego, no solo jugaba con sus hijos, sino con los residentes cuando no tenía pacientes en la emergencia.
Ya veremos Doc, ojala sea tan bueno jugando como hablando, porque no se la voy a poner fácil ¡ehh¡ Le dijo muy contento el niño, hacía días que no sonreía ampliamente. Andrés Felipe no pudo dejar de sonreír ante aquel cambio de humor de su hijo, Mark se ganó su confianza en segundos, se dejó examinar sin problemas, y bromeaba con el doctor como si lo conociera de años.
Uyy Juanito no sabes en la que te has metido, pero antes de ponernos a jugar necesito, que me respondas algunas preguntas y quiero que seas muy honesto conmigo. Mark necesita saber si el niño era consciente de su otro problema, Necesitaba saber, si su mal humor era por estar encerrado o si la enzima dentro del niño hacia estragos, si una vez que se activaba esa ira interna que podía convertirse En violencia descontrolada, ya la había sentido. Si eso era correcto, que tan frecuente le pasaba y qué tan rápido sucedía.
Supongo que quieres saber sobre “la fiebre de la sangre” como la llama mi abuelo, contestó Juan con la mirada apagada, su semblante se había ensombrecido un poco al recordar aquel tétrico episodio.
Fiebre de la sangre? inquirió Mark, algo sorprendido mirando a sus colegas y notando de inmediato que Andrés Felipe, también lucía abatido, pensativo y sobre todo preocupado, no pudiendo evitar torcer la boca en un gesto muy típico de él cuando algo realmente le molestaba.
Así es, hablo Juan Andres, nuevamente, es algo bastante desagradable que nos pasa a mi abuelo Hernando, a mi papá y ahora también a mí, nos pasa cuando nos enojamos de veras por algo, sus hermosos ojos color miel se encharcaron de inmediato.
Al notar aquello Andres Felipe, con la velocidad del rayo estaba sentándose al lado de su hijo en aquella cama de clínica, para abrazarlo y tratar de tranquilizar al niño, eyy campeón, no tienes por qué ponerte así, afirmó dulcemente el militar, tomándolo suavemente de la barbilla para fijar su mirada en la de su hijo.
Mark, vino desde su país a ayudarnos con ese asunto, es algo clínico mi vida, no es que tengas algo malo en absoluto, es solo que en nuestra sangre, en nuestro genoma hay una enzima que nos causa esos estados de euforia.
Juan Andrés, sonrió con ternura ante la afirmación casi ingenua de su dulce padre, al tiempo que le decía: papito que forma más elegante de decir que cuando nos enojamos nos volvemos criaturas violentas, no he querido tocar el tema, pero estoy plenamente consciente de lo que me sucedió aquel día.
Me sentía fuera de mí, estaba consciente pero sin razonar, oía tu voz, la voz de la mama, pero mi cuerpo no me respondía, algo más tomó el control de mí, sentía una fuerza descomunal, fuerza que casi no logro contener, una ira asesina, papito perdóname, no entiendo la razón ni por qué pero quería hacerles daño, quería lastimarlos a ustedes dos que son lo que más amo en el mundo.
Solo tu voz y los ejercicios de relajación esa que hicimos juntos, lograron hacerme reaccionar, lograron hacerme salir de ese pozo oscuro en el que estaba hundido, Quiero que sepan algo todos ustedes, señores médicos importantes, yo solo soy un Niño, pero no soy idiota, entiendo perfectamente que algo está terriblemente mal conmigo, con nosotros, dijo haciendo una clara alusión a su padre y a su abuelo.
Doc, habló de nuevo Juan, mirando directo a Mark, si en verdad puedes hacerlo,  te ruego que nos ayudes, no quiero nunca más estar así, no quiero nunca más ver a mi papi así, tengo miedo, por mi familia, por mi hermanito, no quiero que él nazca con esto, esto es... horrible, ISH, ISH,ISH.
La angustia se había apoderado nuevamente tanto de Juan como de Andrés, estaban fundidos en ese abrazo protector como si les fuera la vida en ello, el Padre tratando de consolar y aliviar el miedo y la pena que consumían a su adorado hijo.
Mark, Lina y Miguel, notaron de inmediato el estado alterado de ambos, acercándose con cuidado para monitorear los cambios en los signos vitales de Juan Andrés, los cuales estaban siendo medidos por los aparatos a los cuales estaba conectado el niño, cambios que habían disparado varias alarmas.
Cuando Mark, se acercó cuidadosamente pero lo suficiente para mirarlos detenidamente, quedó estupefacto al ver al ver a ambos hiper ventilados, apretando los puños con ira, con una fuerza que a simple vista se notaba descomunal, sus músculos tensos, sus venas tensionadas también, su presión arterial por las nubes y sus ojos, por Dios, ¿qué había pasado? que significaba ese color dorado en el iris de los ojos de Andrés Felipe y de Juan Andrés.
Andres Felipe, a pesar de tener aquel gen evidentemente exacerbado,  aún parecía estar  en control  de su persona y sosteniendo los puños cerrados de su retoño con sus manos de forma firme, le seguía hablando, diciéndole al chico de forma constante que fijara sus ojos en los suyos, que escuchara su voz, que recordara el lago de la cabaña, que pensara en esa calma, en esa quietud y que respiraran juntos, que todo estaba bien, que papito estaba a su lado.
Mark no podía dejar sencillamente  de verlos, comenzó a tomar nota mental de todo eso, miro con detenimiento su reloj de pulsera calculando el tiempo que le llevaría a Andres Felipe, lograr el control. Camino un poco más cerca de los dos, el doctor Yunis, comenzó a alarmarse los niveles estaban realmente alterados y temía que Padre e hijo pudieran irse contra Mark, sin embargo el galeno le hizo señas con las manos que todo estaba bien.
Respiren por la nariz y boten el aire por la boca, sacó una bolsa de papel y se la pasó a Andres Felipe, dile a tu razón de ser, a tu adorado bebé, que se la ponga en la boca, está muy hiperventilado y eso no le hace bien.
Andres, gruño como un león protegiendo a su cachorro, miró a Mark, como si de momento no lo reconociera, pero Mark, no se doblegó por el contrario lo miró directamente a los ojos, y le habló contundentemente. Si alguien puede ese eres tu hermano, vamos no solo por tí, por tus hijos.
Andrés miró a su niño, y le pidió hacer lo debido y como si la voz de su padre fuera una droga catalizadora, logró el cometido… 5 minutos interminables, fueron necesarios para llegar a los niveles de calma. Mark se acercó a ambos, y los examinó a los dos con su estetoscopio y con una linterna observó detenidamente sus ojos.  
Juan, te prometo poner mi mayor esfuerzo junto a tu abuela y el Dr. Yunis, para conseguir la cura, porque eso solo es una enfermedad a la cual debemos erradicar, no hay nada malo en ti, al contrario de plano se ve que eres además de guapo muy inteligente, jamás óyeme bien he creído que tengas un pelo de idiota. ¿Vale? ahora te haría bien descansar Juanito.
Andrés Felipe, mí querida Dra. Lina, dicen que su padre también sufre de lo mismo, ¿alguien sabe si tu abuelo también sufre o sufrió esto? La Dra. Lina le indico que su suegro nunca sufrió de aquello y que su esposo de buenas a primeras cambió su forma de ser, arruinando su matrimonio, pero siempre lo atribuyó a la vida militar y sus ansias de poder, nunca imaginó que fuese una enfermedad o algo en su sangre hasta ahora.
Bueno necesitamos al Sr. Hernando.. y analizar sus valores, si él fue el primero en padecer esto, en él probablemente podamos lograr conseguir la solución, por cierto ¿cómo es que no está aquí con ustedes?. Pregunto algo extrañado.
Mark, creo que es mejor que vayas con mi madre y con el doctor Miguel a su consultorio, se tomen un café, pidas algo del buffet de la clínica, que seguro por el ajetreo de este viaje tan inesperado no has probado bocado y que ella te ponga al tanto de todo.
Cuando el príncipe se termine de calmar y le haga efecto el sedante que le acabas de administrar yo subo y me reúno con ustedes, mientras tanto mi madre te puede poner al tanto de la situación, aunque desde ya te adelanto que no es nada agradable, espero que después de esto no tengas un mal concepto de mi familia, de hecho los únicos, con este problema somos mi padre, yo mismo y ahora mi hijo.
Bueno, por ahora me parece bien, afirmó Mark, luciendo verdaderamente preocupado e intrigado con lo que acababa de presenciar, cualquier cambio o reacción inesperada, por favor oprimes el botón de alarma de la cama de Juanito enseguida hermano, que yo bajo de volada a hacerme cargo.
Una vez instalados los tres galenos en la sala de juntas del consultorio privado de la Doctora Lina, mientras Mark, saboreaba un steak pimienta, de inmediato insistió en preguntar por Hernando Contreras, ¿dónde se encontraba en esos momentos de crisis de su familia?, era posible ¿localizarlo con rapidez? ya se ¿habían tomado muestras de la sangre de Hernando? tenía un sentido de urgencia en abordar de lleno aquel caso clínico tan poco común y agradeció a sus antiguos maestros el que lo tomaran en cuenta para ayudar a resolver aquello.
Mi adorado Marky, finalmente habló la Doctora Lina, cuando conocí a Hernando Contreras Whitemore, era un hombre Justo, amable, transparente, dulce, con un sentido del honor y la responsabilidad inmensos, cuando nacieron mis dos hijos mayores, el seguía siendo el mismo hombre que conocía y amaba, de hecho ese padecimiento no lo sufren mis hijos mayores, ni Patricia ni Mauricio, ni mucho menos sus hijos.
Todo en mi familia y mi matrimonio marchaba de maravilla hasta que Hernando, de forma intempestiva tuvo que salir de viaje con rumbo a Alemania, no me explico con claridad los motivos, ni el porqué de aquel viaje, pero cuando regreso del mismo, lucía como mi esposo, pero su comportamiento había cambiado de forma radical, cada vez estaba más ensimismado, más apático, como si se esforzara en alejarnos de su lado por algún motivo que no comprendíamos.
Yo pensé que era mi culpa, que entre las obligaciones de la clínica, de mis investigaciones médicas y la docencia universitaria, sumado a la agenda de trabajo de Hernando en el ejército que cada vez era más apretada, que a causa de todo aquello mi matrimonio se estaba cayendo a pedazos.
Así que puse todo lo que estaba a mi alcance para tratar de solucionar lo que fuera que estuviera sucediendo entre mi esposo y mi persona, hice de todo créeme mi niño, poco después quede encinta de Andrés Felipe, cuando Hernando se enteró de aquel embarazo, no reaccionó con el júbilo y la emoción de los dos anteriores niños.
Por el contrario, se puso como loco, estaba angustiado, pensativo, huraño, lucía asustado incluso y créeme muy pocas cosas en este mundo asustarían a ese Hombre, cuando llego al punto de pedirme que interrumpiera el embarazo, que no tuviera a mi hijo menor, esa fue la gota que derramó el vaso y de inmediato inicie los trámites del divorcio.
Al alejarse de forma tan radical de nuestro entorno, Hernando, cada vez se volvió más misterioso, nunca dormía más de dos noches en alguna base militar, desaparecía durante semanas enteras, su carrera militar ascendió de forma meteórica, con el paso de los días, los meses y después los años, llegó a convertirse en un General de cuatro soles, miembro del estado mayor conjunto de las fuerzas militares de este país.
Pero su camino además de solitario, fue cruel, tortuoso, de forma directa e indirecta me enteraba de la manera fría y déspota en la que trataba a sus subalternos, término de tajo con todas sus amistades, llegó a tal  punto todo aquello que sus subalternos terminaron bautizándolo con el remoquete de Hernando “el Dragón” Contreras, de hecho ahora que lo pienso con detenimiento, Hernando, cortó todo vínculo con cualquier persona.
Durante todo este tiempo pensaba, es más tenía el invencible convencimiento de que mi amado esposo se había convertido en un absoluto cretino de la noche a la mañana, que era solo eso y que él se perdió los mejores años de nuestros hijos, que se aisló de forma abrupta de su familia y amigos por culpa de su carácter extraño y su sed insaciable de poder político, económico y militar.
Pero todo aquello cambió hace tres semanas, cuando presencie como mi esposo y mi hijo menor, estaban trenzados en medio del más salvaje de los comportamientos.
Marky, se agredieron de una forma brutal, en ese momento no eran padre e hijo, esos dos parecían que eran enemigos mortales en duelo, sus golpes eran certeros, contundentes, en extremo violentos y lanzados con una ferocidad y velocidad.
Que no era humana, cuando Angélica, la esposa de Andrés, Juanito y yo, logramos llegar a aquel depósito militar e intervenimos para tratar de separarlos, nos dimos cuenta de que los ojos de ambos estaban extraños, Su iris tenía un pavoroso color amarillo intenso, casi dorado.
A pesar de que tenían más de una hora peleando con total saña, con la intención de hacerse verdadero daño, ninguno de los dos parecía estar cansado, no cedían, cosa que como médico realmente me sorprendió de Hernando, ya que el es un hombre mayor hoy día.
Pero su fuerza no disminuyó ni un poco, estaban frenéticos, la velocidad a la que se movían era impresionante y los cortes que se infringieron en el rostro debido a los golpes terribles que se propinaron sangraban profusamente, pero parecían cauterizarse casi que de inmediato.
Fue un verdadero milagro que aquello no terminara en una tragedia. Afortunadamente Andres Felipe, pareció reaccionar en cuanto Juan se abalanzó sobre él y lo abrazo con todas sus fuerzas, poco después Angélica y yo misma nos unimos a aquel abrazo, logrando que mi normalmente tranquilo hijo menor recuperara el suficiente raciocinio y auto control para irse de aquel lugar con nosotros.
De forma inmediata me traje a Andres Felipe, para la clínica temiendo lo peor, estaba esperando trauma cráneo encefálico severo, costillas fracturadas, Politraumatismos en sus órganos internos debido a los espantosos golpes que le propinó su propio padre, en ese punto los ojos de la Doctora Caicedo se llenaron de lágrimas, las cuales se limpió de inmediato, ya que no le parecía profesional ni correcto dejar aflorar sus sentimientos de esposa y madre delante de sus colegas en medio de una junta médica.
De manera increíble, Andrés Felipe, ingreso a urgencias estando alerta, orientado, caminando por el mismo, todos los múltiples exámenes de laboratorio, tacs de medio de contraste y radiografías que se le tomaron no revelaron ninguna lesión importante, Mark, mi hijo lucia como si lo hubiera atropellado un camión y aquí tengo los reportes del día de su ingreso a clínica para demostrarlo, pero con el paso de las horas en observación hasta los traumas de tejidos blandos sanaron en un tiempo récord.
En menos de doce horas estaba perfectamente bien, sin rastro alguno de lesiones, heridas o siquiera equimosis por los traumas de tejidos blandos recibidos, ahí en ese instante fue que comprendí que había algo sumamente extraño y complejo con la fisiología de mi esposo y de mi hijo menor.
Decidí poner a resguardo los residuales de las muestras de sangre de Andrés Felipe, y de inmediato llame a Miguelito, para pedirle que hiciera un barrido fino y detallado del ADN mitocondrial de la sangre de mi hijo y efectivamente mis sospechas se confirmaron.
Aunque desafortunadamente más allá de mis más pesimistas cálculos, mi estimado Marky, yo esperaba alguna clase de alteración fisiológica debido a alguna mutación de origen natural, a alguna clase de cambio radical e inesperado en el ADN de mi hijo menor, la teoría de la evolución de Darwin era lo que tenía en mente.
Pero con lo que nos encontramos, mi querido colega fue con la historia de terror del Dr. JEKYLL y MR. HIDE, acto seguido la Doctora Caicedo, le entregó a un estupefacto Mark, los resultados de los extensos exámenes genéticos, experimentos y pruebas realizados con las muestras de sangre de Andrés Felipe y de Juan Andrés.
De inmediato Intervino en la conversación el doctor Yunis, para manifestarle a Mark lo siguiente: estimadísimo colega, te presento el genoma sintético que tras largos exámenes y pruebas  denominamos “AMON 535”.
Esta cosita minúscula, está creada a base de silicio, es autoinmune, por lo que ningún tratamiento conocido logra inhibir su funcionamiento, además parece tener inteligencia artificial o estar sumamente bien programada.
Tiene 535 códigos programados todos con fines muy específicos, la mayoría de regeneración celular hiper acelerada, aumento de percepción sensorial, enorme fuerza física y velocidad, pero todo específicamente enfocado a la ira irrefrenable y la agresión.
Su catalizador es la adrenalina, una descarga fuerte debido a estrés, ira o miedo y esta cajita de pandora genética se activa inhibiendo el raciocinio del portador y convirtiéndolo en una máquina de guerra biológica.
He de confesarte que entre más lo estudió más me sorprende, esta atrocidad es sin duda la ópera prima de alguien mucho muy adelantado a su tiempo en el campo de la bio ingeniería genética, pero sin duda alguna es el trabajo de un Demente, nadie en sus cabales o con una pizca de ética médica le haría esto a otro ser humano.
Además estoy 100% convencido de que el General Hernando Contreras Whitmore, es el paciente cero, con quien este crimen contra la humanidad dio inicio y que de Forma increíble le transmito en su código genético el “AMON 535” a Andrés Felipe y este a su vez a Juan Andres y muy probablemente al bebé que viene en camino.
Mark: No me jodan. Dijo sin pensar, tomando el expediente y devorándolo en segundos. A Hernando le implantaron algo en su ADN, que le cambió la vida y no solo a él, sino a su generación, 535 códigos, silicio, se repetía Mark mentalmente. Al parecer la única esperanza momentánea para el futuro bebé es que sea niña. Murmuró para sí mismo. ¿Saben ya el sexo del bebé? Preguntó en voz alta.
Oigan sea como sea necesitamos a Hernando o una muestra de su ADN, si como dices Yunis, el es el paciente cero, es imperioso si queremos pensar en conseguir una cura. Entendí que el último encuentro con Andrés Felipe, no fue el mejor, pero si fue un arrebato de adrenalina lo que activó todo, en condiciones normales supongo que debería estar dispuesto, es su hijo, y son sus nietos eso debe significar algo.
Pues si es su sangre lo que necesitan, yo la conseguiré toda a como dé lugar, intervino de forma pausada pero con una frialdad aterradora Andrés Felipe, el cual había ingresado al consultorio de su madre y había escuchado en completo silencio la última parte de aquella conversación entre galenos.
Su sorprendida madre lo observó descorazonada, estaba en perfecta tranquilidad, en control de su persona, pero sus normalmente bellos y expresivos ojos color miel aún conservaban aquel aterrador tono amarillo dorado, de alguna forma debido a su fisiología y el incansable trabajo de su abuelo materno, el joven oficial militar había conseguido dominar al menos de forma parcial el Amón 535, tenía raciocinio en efecto, pero su escala de valores, sus sentimientos, su más elemental ética personal se habían ido por completo, todo lo que lo hacía ser quien era estaba ausente, este Andrés era alguien absolutamente bélico, oscuro y aterrador.
Si para salvar a mis hijos de esta maldición, tengo que traerles hasta la última gota de su malnacida sangre,  así será, tienen mi palabra de militar, su rostro estaba Inexpresivo, su mirada estaba gélida y fiera al mismo tiempo, su madre apenas si lograba reconocer en aquel ser diabólico a su dulce hijo menor.
Mark, quedo helado ante tamaña declaración de parte de Andrés Felipe, tampoco logró reconocer en aquella persona a su recién conocido amigo, era el militar que lo había recogido en el aeropuerto hacia unas horas, de eso no había dudas, sus sentidos no lo engañaban.
Pero del carismático, amable y elegante militar de horas atrás no quedaba nada, aparte sus oídos no daban crédito a lo que había acabado de escuchar, el que era miembro de una numerosa familia en la que el patriarca HOFFMAN gozaba del respeto, amor y admiración más profundos y sentidos, de parte de sus hijos y nietos, no lograba digerir aquello.
Aquel Gen de diseño a base de silicio, estaba demostrando ser algo completamente peligroso para su portador, este agente sintético, además de los enormes y nada naturales cambios en la fisiología y capacidades de fuerza, Regeneración celular y velocidad, también parecía tener la capacidad de inhibir por completo la humanidad de su portador, de alguna manera estaba programado, era inteligente y aterradoramente fascinante para su lado científico.
Pero dejando de lado aquello, también acababa de escuchar al hijo de su querida maestra declarar con total frialdad que estaba dispuesto a conseguir la sangre de su propio padre a como diera lugar, entendía la desesperación de Andrés, como padre por salvar a sus retoños, pero por muy mala que fuera su relación con el General Contreras Whitemore, aquello era sencillamente demasiado.
Su férrea escala de valores no toleraba algo, algo tan aberrante, debía hacerlo reaccionar cómo fuera, aquello no lo podía dejar pasar sin decir nada al respecto, es que sencillamente no podía ser cierto, él era un firme convencido de que el más grande y poderoso amor que había sobre la faz de la tierra era el amor de familia, que esos lazos inquebrantables podían vencer cualquier obstáculo por difícil que esté fuera y su nuevo amigo era más que obvio que adolecía de aquello.
Mark: ¡Caramba hermano!, y el hermano es de corazón porque como ya te he dicho adoro a tu madre como si fuera mi segunda madre, he de suponer que quien habla en estos momentos es el código genético dentro de tí, porque le recuerdo que es de su padre de quien habla Capitán. No tengo ni idea qué tipo de relación Tengas con tu Padre, solo lo poco a que la Dra. Lina hizo referencia, pero te recordaré que tu padre amó a tu madre, y de ese amor viniste tú, y tus hermanos. Por ende existe un lazo que aunque quieras negar es totalmente indestructible, y que ahora para mejorar tu vida, la de tus hijos, e inclusive la de tu padre, la necesitamos.
Andres Felipe, no me mires así, piensa, eres inteligente, y has aprendido a dominar estos impulsos que en estos momentos desean soltarme un coñazo, escúchame: Los problemas que probablemente tuvieron en su relación de padre e hijo, seguramente solo han sido culpa del “AMON 535”. Tal vez tu padre siempre ha huido de ti, y de la familia para no hacerles daño, y eso solo significa una cosa, que muy en el fondo ustedes siguen siendo su prioridad número uno.
Él al ser el hoster, es probable que el hipotálamo se le vea más afectado que él tuyo que naciste con él, sino como explicas que puedas mantenerte tan controlado sintiendo lo que sientes.
El hipotálamo es el responsable de la regulación del hambre, sed, respuesta al dolor entre otras como la ira y el comportamiento agresivo. Se me ocurren otras pruebas, pero necesitamos a tu padre, tú lo necesitas y si es por las buenas sería más fácil, y menos dramático para todos, piensa en ese pequeño y el bebé que está por venir.
Claro que necesitamos su sangre pero hombre solo una muestra no hace falta que lo desangres. Le dijo sonriendo a fin de cortar el regaño sutil que había osado empezar, Mark sabía que debía manejarse con ambas manos la derecha y la izquierda, si quería conseguir lo que se había propuesto, y de paso salir vivo en el intento. Andres Felipe, estoy dispuesto, no corrijo me ofrezco a hablar y mediar con tu padre, si es necesario.
Hijo de mi corazón, mi niño, habló la Doctora Caicedo, eres el más pequeño, fuerte y valiente de mis hijos, pero también siempre fuiste el más noble, dulce y de mejores sentimientos, ahora tienes tus propios hijos amor mío, y Juanito, Angélica y el nuevo bebé te necesitan, por favor reacciona, vuelve con nosotros por Completo, este militar terrorífico que tengo frente a mí luce como mi hijo, pero estoy más que segura que no lo es, tú no eres de este modo, tu eres Andres Felipe Contreras Caicedo, recuerda todo lo que te enseñó tu abuelito Alberto.
Por Dios santo, ¿qué estoy diciendo?, ¿qué me está pasando mamá?, lentamente tomó asiento enfrente de los tres médicos que lo observaban atentamente, el doctor Yunis, no dejo de tomar atenta nota de todo lo acontecido, cinco minutos después el color amarillo estaba perdiendo intensidad en sus ojos hasta que fueron normales por completo, de nuevo eran color miel y de aspecto tranquilo, Mark, me avergüenza terriblemente lo que acabas de presenciar, pero te aseguro que esta maldad que tengo en mi interior, es algo que nació conmigo, pero no es parte de mi, me tomó años junto a mi abuelito Alberto aprenderla a dominar.
Pero desde aquella terrible pelea con mi padre, parece haberse hecho aún más fuerte, les podría jurar que su fuerza se multiplicó por diez, cada vez me cuesta más trabajo estar en completa calma, en control incluso y me temo que en Juanito es aún más volátil y fuerte, buscaré al General y le contaré todo lo que descubrimos y lo que está sucediendo, no les garantizo que logre que colabore por las buenas, pero si les aseguro que lo intentare, finalmente es mi padre, seguramente podré comunicarme con él y que entienda lo desesperado de nuestra situación.
Al siguiente día en el comando general de las fuerzas militares un joven y sumamente condecorado capitán del ejército hacía su ingreso, solicitando audiencia con el señor General de división Hernando Contreras Whitemore, identificándose como el Capitán Andrés Felipe Contreras, como su hijo. Cosa que sorprendió sobre manera al personal de puesto muralla ya que en ninguna ocasión anterior que pudieran recordar ningún familiar del Dragón Contreras había venido antes a buscarlo.
Hernando se encontraba revisando detalladamente los informes de operaciones de los Coroneles comandantes de batallón de la división de combate asignada bajo su mando, tenía a todos los oficiales por videoconferencia satelital, y como de costumbre no estaba para nada conforme con el desempeño operacional de sus colaboradores.
Llevaba una semana entera sin salir de su oficina/dormitorio, la cual era un auténtico búnker, se sorprendió al escuchar el pito del intercomunicador, le llamaban desde el tercer anillo de seguridad de la instalación militar que le servía de oficina de comando.
¿Diga puesto guardia que sucede? contestó de forma tajante el militar, porque coño lo estaba llamando el encargado de la seguridad de su despacho a estas horas más cuando había dado orden de que no le interrumpiera.
Mi General, sin novedad especial se reporta el Sargento viceprimero Herrera, disculpe por importunar, pero aquí se encuentra solicitando ingreso a su despacho para reunirse con usted a mi Capitán  Andres Contreras, …  su hijo mi General, dice que lamenta molestarlo, pero que en verdad le urge hablar con usted.
Después de un breve silencio el sorprendido General Contreras Whitemore, le contestó a su interlocutor, Déjelo pasar sargento, que suba por el ascensor privado, no lo desarmen, es mi hijo, no hay necesidad, inmediatamente colgó el aparato de comunicación se dirigió a sus subalternos.
Señores Coroneles, comandantes de batallón, francamente esperaba algo más concreto y efectivo sobre los avances del teatro de operaciones de su parte , cada día en misión de las unidades de infantería le cuesta a los contribuyentes un dineral, así que espero para el próximo comité verdaderos resultados, fin de la reunión Prócer 6 fuera.
Hernando, lentamente tomó asiento en la silla del escritorio de su oficina, y espero el ingreso de Andrés Felipe, no tenía idea de a qué iba aquello, pero sin duda alguna se enteraría en poco tiempo de cuál era el motivo de la visita inesperada de su hijo menor, si venía a terminar lo que había quedado pendiente entre ellos estaba más que dispuesto, total ya en ese punto la vida le parecía una completa mierda.
Hola padre, saludó de forma seria y fría Andres Felipe, lamento interrumpir su trabajo, pero es imperioso que usted y yo hablemos, hay una cosa súper delicada que necesito tratar con usted, algo que solo usted conoce a ciencia cierta y de lo cual depende la salud y felicidad de mis dos hijos.
Toma asiento hijo, supongo que deseas hablar sobre lo que nos pasó en aquel depósito militar hace unas semanas, ¿sabes que todo aquello no fue precisamente normal verdad? quieres hablar sobre la fiebre de la sangre supongo…
No padre, ya se mas que suficientemente sobre lo que usted llama fiebre de la sangre, sé que es un genoma sintético, terrible y peligroso, el AMON 535, mama, y el doctor Miguel Yunis, llevan semanas estudiando esa cosa horrible.
Es más que obvio que yo también lo tengo, que nací con eso pero lo que me preocupa en verdad, es que yo le pase por mi sangre esa cosa a Juan Andres. Aquello que estaba latente durmiendo en sus células, se activó de repente y de forma muy agresiva debido a una crisis bronquial muy seria que tiene al niño hospitalizado en este momento.
El niño está muy delicado? preguntó el General Contreras Whitemore, con legítima preocupación en su tono de voz, como en su mirada, lo que descolocó completamente a Andres Felipe, pues padre, Juanito, tuvo una crisis bronquial muy delicada, que requirió de tratamiento clínico.
Aquel problema de salud, lo estreso demasiado y presumo que activó al agente 535 supongo? pregunto con total naturalidad el General Contreras Whitemore, ante la estupefacción de Andres Felipe, su padre continuó hablando, de forma calmada, me temía que tu hijo hubiera nacido con aquel gen maldito igual que tu y veo que en efecto así fue.
¿Amón 535?, ponerle el nombre del demonio de la ira, me parece algo bien dramático, muy típico del viejito YUNIS, pero resulta bastante adecuado y ajustado a la realidad, ya que lamento decírtelo Andres Felipe, pero tu padre, tú mismo y tus dos hijos eso es exactamente lo que somos, “demonios furiosos”, todo esto es directamente mi culpa y lamento profundamente que el peso de mis equivocaciones finalmente haya caído sobre ustedes.
Supongo que si tu madre y Miguel Yunis están involucrados investigando es porque pretenden encontrar una forma de inhibir el funcionamiento de este gen y como yo soy el primer portador necesitan de una muestra de mi sangre y quizás de mis tejidos, ¿me equivoco Capitán?
No, no se equivoca padre, en efecto así es, este es el motivo de mi visita, vine aquí no como un oficial militar, sino como su hijo, estoy haciendo un esfuerzo Sobrehumano por tragarme mi rabia y mi orgullo, para estar aquí en busca de su ayuda para salvar la salud y el futuro de mis dos hijos, de sus nietos, nunca en la vida le he pedido nada, por eso le ruego que por esta única vez nos ayude.
Hernando se estiró por completo en el sillón ejecutivo de su despacho y después de un profundo suspiro, miró a su angustiado hijo menor directo a los ojos, luego de un corto silencio le dijo … llevo diez años buscando por todo el mundo una cura para Esta cosa horrenda que me convirtió en este ser despreciable que soy hoy día y no he conseguido ningún avance siquiera prometedor, nada parece ser capaz de desactivar al agente 535, aunque desde nuestro último y muy desafortunado encuentro parece haber cedido en intensidad dentro de mí, por alguna razón que no logro comprender, me siento extraño, estoy sintiendo cosas que hace años no sentía.
Pero en fin, tienes razón, nunca me has pedido nada en toda tu vida y si de algo les sirve mi sangre, mi ADN, pues adelante hijo, vamos a tratar de salvar a mis nietos.
Mientras Andrés Felipe, no salía del asombro, pues tras todo pronóstico su padre le había indicado que lo ayudaría, y lo más asombroso parecía hacerlo de corazón, cosa que siempre dudo que tuviese.
Mark junto a la Dra. Lina, fueron a la casa tras la insistencia de la Dra. para que Mark, pudiera darse un baño, cambiarse y para que descansara algo, en esto último claro que no estaba dispuesto. Sin embargo cedió, en salir de la clínica, la Dra. Lina, necesita respirar otro aire, estaba más que angustiada porque su hijo había ido a conversar con Hernando, no se despegaba del celular como esperando que en cualquier momento recibiría una llamada con malas noticias, pero eso no sucedió.
De regreso a la clínica, la Dra. Lina tuvo que cumplir con su ronda habitual, hasta de papeleo a veces que era tristemente necesario, y Mark decidió ir a ver al niño, revisar la dosis del medicamento y tal vez jugar con él esa ronda de Halo, que le había prometido. Pero para su sorpresa no lo encontró en la cama, caminó hasta el baño y lo encontró vacío también.  
Enfermera ¿El Dr. Yunis, se llevó a Juan para algún lado? Preguntó extrañado y algo molesto porque el niño ahora estaba bajo su cuidado médico, cualquier análisis debía ser sugerido por el o al menos notificado. No doctor, no que yo sepa, déjeme averiguar con la Jefa de enfermeras. Vamos a verificar, contestó un poco más seco Mark.
¿El paciente Juan Andres Contreras dónde está? En su habitación respondieron las tres enfermeras que conversaban animosamente en el cuarto. Pues será que lo cambiaron de habitación mientras salí, porque ahí no está. ¿Desde cuándo no han ido a verlo? Y fijó su vista en la pizarra, y se percató que aún no habían ido a tomarle la temperatura, con un retraso de 10 minutos. Las enfermeras se vieron entre sí algo desconcertadas.
No, se queden ahí paradas viéndose las caras, debemos buscar al niño pero ¡YA!. Tras unos minutos de búsqueda incesante por todos lados, generaron la alerta, CODIGO AZUL, todo el personal de la clínica buscaba a Juan Andres.   Mark, está más que preocupado, el niño no tenía ropa en la habitación lo que quería decir que andaba por ahí con una bata de hospital y con apenas unas pantuflas, que en nada lo protegían del frío de Bogotá, con una condición Bronquial apenas en recuperación, una recaída era por demás peligroso para el niño, quizás no pudiese soportarlo.
EL COLMO.. JODER PERO QUE INCOMPETENCIA, COMO DEJAN SALIR A UN PACIENTE, SIN QUE NADIE SE DE CUENTA….GRRRRR…  QUIERO A TODO EL PERSONAL BUSCANDO A ESE NIÑO AHORA MISMO.
Un enfermero oso murmurar para sí, pero fue escuchado por Mark, “Claro como es el nieto de la dueña, ponen a todo el mundo de cabeza”
Escúchame muy bien, ese niño solo tiene 13 años y su condición es muy crítica, y como su médico es mi prioridad curarlo, si ustedes hubiesen estado haciendo su trabajo en vez de estar en chismes de pasillos, ESTO NO PASA. Y Da gracias que no soy el dueño de esta vaina, porque si no te sacará de empujones ya mismo ¿tú decides o lo buscas o te vas? Gritó.
Hábilmente sin ser visto Juan Andres, valiéndose de la tarjeta magnética de acceso de una muy descuidada enfermera a quien se la había quitado sin que lo notase siquiera, había logrado escabullirse hasta los depósitos del ala de pediatría de la enorme clínica, al ingresar por los corredores internos de servicio.
Accesos que eran de uso exclusivo para el personal de la clínica, los cuales no tenían casi cámaras de vigilancia, cuando una placa empotrada en una pared del sitio llamó su atención “Centro de Investigación de Leucemia Infantil Dr. Alberto Caicedo Chaux”, el viejecillo de la foto de la casa del lago pensó para sí mismo, mi bisabuelo, jun, supongo que fue el fundador de esta central de matasanos.
Con una agilidad felina, logró colarse por la rejilla de un ducto de ventilación al área de suministros del ala de pediatría de aquel enorme centro médico, BINGO, se dijo a si mismo con total satisfacción, en una estantería perfectamente esterilizada, Planchada y doblada había ropa interior, calcetines, sudaderas, camisetas, polos y tenis deportivos todas de tallas infantiles.
La doctora Caicedo se había asegurado de tener suficientes suministros ya que en demasiadas ocasiones recibía niños de todas partes del país para tratamiento de leucemia principalmente al igual que de todo tipo de padecimientos y algunos de Esos pequeños eran de escasos recursos por lo que asuntos como el vestido, calzado y entretenimiento debían ser previstos con anticipación, para hacer la estadía de los infantes lo más cómoda posible.
En un santiamén Juan estaba completamente vestido, muy bien abrigado y calzado, GRRR, que lata me veo como un puto teletubie, parezco niño de kínder joder, pero qué remedio, musito molesto el mocoso ya que la única sudadera con capota que le calzo perfecta era un mono deportivo de dos piezas azul rey, además tenía estampados de los Avengers, era sumamente colorida y los tenis que le calzaron bien eran unas converse rojas.
Ya estoy listo, ahora a salir de esta prisión, mierda como me hace de falta mi smartphone en este momento, si lo tuviera conmigo le mandaría un mensaje a Valentina para que me viniera a buscar, llegar hasta el apartamento va a ser un verdadero lío, no tengo un centavo encima, aunque estar vestido como niño de fundación de asistencia, pueda que me sirva de algo, pensó con picardía el inconsciente mocoso.
Yo ya no tengo problemas para respirar y mis papas y mi abue se niegan a sacarme de esta clínica de porra, incluso trajeron un médico nuevo, para tenerme aquí quien Sabe por cuánto tiempo más, además yo no soy un puto animal de Laboratorio, para Que me tengan aquí sometido a exámenes, e inyecciones constantes, las hijuemadres inyecciones son lo peor de todo, me tienen como coladera de tanto pinchazo que me han hecho, dijo lastimero mirándose molesto los pliegues de ambos brazos.
Esto es el  Colmo joder, en fin, si no se pudo a la Buena pues será a la Mala, pero lo que soy yo, me largo de este sitio pero ya mismo, humm, solo espero que master chief (Andres Felipe), se lo tome por el lado amable y no me rostice el trasero demasiado fuerte, trago grueso ante la nada amable perspectiva de ser merecidamente castigado por su padre por hacer tamaña locura, estando apenas en recuperación de una tremenda crisis bronquial.
En menos de cinco minutos Juan Andres, ya se encontraba camino al área de despacho de urgencias de la clínica, el sagaz niño sabía que era un punto sumamente ajetreado y con constante movimiento de personal, en aquel lugar mezclarse con el entorno sería de lo más sencillo, y lo mejor de todo es que ahí mismo había una puerta con vigilancia básica, así que solo era cuestión de esperar Que un grupo significativo de personas abandonaran el lugar para salir de allí mezclado con ellos, se sentía verdaderamente enojado con su padre por no haber atendido sus ruegos y haberlo sacado de ese aburrido lugar antes.
Se encontraba sumido en sus más profundas maquinaciones cuando de repente escucho por el sistema de parlantes de la clínica, como la recepcionista principal estaba declarando la clínica en Código Azul General y convocaban a todos los que estuvieran disponibles a ponerse en la búsqueda de un paciente evadido, el cual se encontraba sumamente delicado de salud y era menester encontrarlo, describió por el parlante a un varón caucásico, de 13 años de edad, que responde al nombre de Juan Andres, y que además es el nieto de la Doctora Caicedo, así que es IMPERATIVO localizarlo, aquel que dé con él paciente favor llevarlo de inmediato con el Doctor MARK HOFFMAN, el médico tratante a cargo.
Me quiero volver chango, mierda ya se dieron cuenta, dijo en voz alta Juan Andres, lo que ocasionó que apretara el paso con rumbo al corredor que daba acceso a las urgencias de la clínica, pero ¿cómo coño? él personalmente se había fijado cuando Mark y su abuela habían salido de la clínica, no esperaba al “matasanos” de regreso al menos hasta la mañana siguiente, es que ¿acaso este tipo no dormía? JODER.
Mark, no dejaba de ver el reloj preocupado ya habían pasado 45 minutos de la hora en que Juanito debió recibir la dosis respectiva de antibiótico. En la entrada de la clínica la Dra. Lina, el Dr. Yunis y Mark, pensaban por donde carajos se pudo ir el niño. Es imposible que haya salido y que nadie lo haya visto. Decía el Dr. Yunis.
No lo sé, creo que la seguridad deja mucho que desear, esto nunca había pasado. Decía una angustiada abuela. Yo creo que ese carricito no usó los pasillos principales, el conoce muy bien el hospital, no sería raro que haya podido colarse por los pasajes de solo el personal. Así, que comenzaron a buscar como locos, a los Pocos minutos encontraron tirados la bata y las pantuflas que tenía Juan Andres. Bueno, al menos no anda tan destapado por ahí, voy al estacionamiento. Segurito tiene toda la intención de escapar de la clínica, al menos ya tenemos una idea de cómo está vestido, den la alerta. Dijo Mark, corriendo para afuera.
Cuando lo atrape uyyy cuando lo atrape… lo voy a ...a.. Nada, Mark, ese niño no es tu hijo, Uff si ese carricito fuera mi hijo, es que no se sienta en una semana, de cómo le dejo yo el trasero….grrrrr…Jugar con su vida de esa forma, con lo delicado Que está aún de los bronquios, lo peor que puede pasarle es una recaída… Ohh Vamos Dios, dame una mano para encontrarlo. Mark, hablaba para así, preocupado como si de uno de sus hijos se tratase, y era que Mark, había algo que no había podido aprender en tantos años de medicina y era desligarse de la parte emocional, con un paciente, por eso le encantaba trabajar con niños, aunque a veces sufría internamente con sus padres.
Y ese niñito era nieto de su adorada Dr. Lina, e hijo de su nuevo hermano Andrés Felipe, de antemano era una familia complicada, pero familia al fin, él había dado su palabra de hacer hasta lo imposible, y ahora el niño había escapado. De repente pensó en Andrés, en cómo se podía transformar si llegaba y le indicaban que su niño no estaba, y sí de paso no le había ido bien con el encuentro con su padre, capaz que volteaba la clínica lleno de ira. Mark rodeaba la clínica, cuando de repente vio al niño saliendo en cuatro patas de una especie de rejilla, y echando a correr por el estacionamiento, y se pegó atrás.
Jooder como corre ese niño…. Juan Andrés, alto ahí jovencito. Gritaba Mark, que no paraba de correr.
MIERDA… Y MAS MIERDA, PERO COMO COÑO ME HA ENCONTRADOpero si el muy hijo de… no sólo juega  sino como que también ejercitaDe donde coño saco la abuela a este, ni de vaina me dejo atraparcof cof cof, 
El niño corría desbocado, y Mark cada vez más cerca, y era que Juan Andrés aún no tenía toda su capacidad respiratoria a tono, y eso le estaba sacando factura en su rendimiento. Cada vez más volteaba para ver qué tan cerca iba Mark, detrás de él, tanto que no se dio cuenta que de frente venía su padre con nada más ni nada menos que su abuelo. Andres Felipe, vio más que impresionado a su hijo y al Dr. Mark, corriendo por todo el estacionamiento, y le pareció el colmo, estacionó el Carro adelantándose a fin de caerle desprevenido, estratega al fin. El niño casi rebotó en el pecho de su padre.
Perdón señor, perdón… permiso. Dijo sin mirar con quien había chocado. Y solo se limitó a mirar cuando sintió un fuerte apretón en el brazo. Papiii, Dijo abriendo los ojos lo más grande que pudo, y tragando grueso, que no salía de su asombro… Marica suerte la mía, pensó el niño haciendo una mueca en el labio.
Vaya hermano, llegando en el momento justo, como corre el Juanito, sí así es enfermo no me lo imagino bueno y sano. En Venezuela hacen maratones para niños, cuando quieras lo inscribimos. Dijo Mark, agotado colocando ambas manos en sus rodillas como apoyo, mientras tomaba aire.
Juan Andres Contreras Torres,  ¿Se puede saber qué haces fuera de la clínica corriendo como un loco? Tú crees que el Dr. Mark, vino desde Venezuela, para que te lo vaciles. Grito entre molesto y apenado.
PUES LO OBVIO… HUYENDO DE ESTE INFERNAL ENCIERRO, ESTOY OBSTINADO DE ESTAR AQUÍ, JODEEEER. Me canse de ser el conejillo de indias… yo no tengo la culpa de esto…. cof cof. Todo por culpa del Cabrón del abuelo… y ahora lo trajiste.. grrr.
JUAN ANDRES… ¡SUFICIENTE, Andres Felipe, resoplo completamente molesto y cansado, tratando de guardar la mayor compostura posible al tiempo que Hablaba de nuevo con su rebelde hijo, bajas la voz, me cambias el tonito y dejas de decir barbaridades, que vergüenza con el Doctor Mark, por Dios santo, pensara que eres el hijo de unos salvajes.
Además mira el color que tienes, hijito estás demasiado sudoroso, pálido y casi no puedes respirar bien, aún no estás recuperado por completo de los bronquios, entiende de una buena vez, que no estás aquí por capricho mío, de tu mama o de la abuelita, estás aquí porque lo necesitas.
En cuanto a tu abuelo, deberías, No, es más, te exijo que te disculpes con él, por tu grosería al llamarlo de esa forma, hijito entiendo que estés enfermo, entiendo que sientas miedo por lo que nos sucede, pero eso no justifica en nada que pongas de nuevo en peligro tu salud y que hagas todas estas locuras juntas el mismo día, tu abuelo no solo es un adulto que merece todo tu respeto, además es mi padre y vino hasta aquí a tratar de ayudarnos con nuestro problema bebe.
Pues discúlpate tú con él Capitán Contreras, a fin de cuentas es tu viejo, es tu puto problema no el mío, porque lo que soy yo lo quiero es matar, GRRR. mira como estamos de jodidos papi, somos unos putos fenómenos de circo y todo es por culpa de este viejo nazi infeliz, que siempre nos ha odiado y solo nos ha hecho daño cada vez que ha podido,... ¿ayudarnos a qué? !SI ESTA MIERDA NO TIENE CURA MALDITA SEA!.
Hernando, observaba sorprendido pero en completo silencio la escena que en ese momento estaba ocurriendo en frente de sus ojos, la versión más joven de su hijo menor… su único nieto varón, aquel carajito que acababa de insultarlo con rabia, era un Contreras con todas las letras.
Hasta ahora no se había fijado demasiado bien en aquel mocoso del carrizo, pero viéndolo con detenimiento... era un niño hermoso y además audaz, rebelde, valiente, voluntarioso y sin duda hábil e inteligente, ya que conocía de primera mano la estricta seguridad de aquella clínica y sabía que salir de allí sin autorización era algo poco menos que imposible de lograr de forma fácil.
Un poco común sentimiento de felicidad y orgullo paterno invadieron de golpe todo su ser, se sentía el abuelo más orgulloso del mundo ¿pero que le estaba pasando?, desde aquel terrible encuentro con Andrés Felipe, el Amón 535, parecía estar cediendo cada día un poco más, se sentía un ser humano por primera vez en años.
Luego su helado corazón saltó de golpe en su pecho al ver a su amada venir corriendo en compañía de Miguel Yunis, angustiada por el parqueadero de la clínica para salir a su encuentro, allí estaba Lina de nuevo y esta vez la vio más hermosa que nunca.
Pero habrase visto tamaña grosería, la presión arterial de Andres Felipe, en ese momento ya estaba por las nubes debido al coraje que estaba sintiendo, primero que nada jovencito nos vamos ya de regreso a tu habitación que estar afuera en este frío y con estos vientos no te hace nada bien, apuesto a que ni tus medicamentos te los habrás tomado a la hora que te tocaba, por andar haciendo tu numerito de escapista profesional, acto seguido trató de guiar al niño con gentileza de regreso, pero Juan Andrés, no estaba dispuesto a ponérsela fácil.
SUELTA.. No pienso regresar a esa cárcel, quiero irme a casa. Y ni sueñes que me voy a disculpar faltaba más jodeeeer. Y se zafó del gentil agarre de su padre. Mark, recobro el aliento, se quitó la bata para arropar al niño. Pero el niño Lo empujó dejando caer la bata al suelo, Mark con santa paciencia recogió la bata y la sacudió.
MATASANOS, largarte a tu país, busca un mejor oficio que hacer qué dártelas de simpático conmigo, busca a otro carajito a quien jodeeer, yo renuncio, todos son unos ineptos. Eso fue más que suficiente para el capitán Contreras.
Tú lo estas pidiendo a gritos Juan Andres, Andres tomó al niño del brazo lo giró y le dio tres palmadas fuertes en su traserito. PLAS, PLAS, PLAS. Auauaua...papiiii. Ahora vamos para adentro ya mismo, ya tendrás tiempo de disculparte con todos pero con el trasero bien caliente, y para eso te voy a dar la versión completica, puedes estar enfermo pero eso no te da derecho a comportarte como lo estás haciendo, mi hijo no es un malcriado grosero, y no va a serlo ahora. ¡CAMINA!. NOOOOOO no lo voy a hacer, que parte no entiende Capitán Contreras. Dijo zapateando el suelo, sus ojitos miel comenzaban a cambiar de color.
Andrés cargo al chico sobre su hombro, con un brazo tuvo que domar las piernas que comenzaban a patalear, y al sentir los puñetazos que golpeaban en su espalda, y los gritos de Juan Andres, pidiendo que lo soltara, que no tenía ningún derecho. Le soltó tres azotes más fuertes en el trasero del niño con la mano que le quedaba libre. PLAS, PLAS, PLAS. SUFICIENTE. Le grito mientras lo conducía camino a la clínica, primero fue directo a la oficina de su madre buscó una vieja regla de madera que sabía que guardaba ahí, de cuando eran pequeños y la Dra. no le quedaba otra que llevarlos a la clínica.
Para luego ir directo a la habitación. El general Contreras, no podía creer lo que sus ojos veían a su hijo todo un padre. Cada vez que Juan intentaba moverse para zafarse, reclamar o seguir la pataleta Andres Felipe, soltaba un palmazo en todo el centro del traserito del niño que lo hacía brincar y quedarse quietecito., una vez en la habitación lo bajo. El niño iba a reclamar o seguir diciendo cualquier barbaridad, pero Andres Felipe, no lo dejo.
NO SEÑOR, ni oses abrir la boca para una queja, que lo único que quiero escuchar ahora son tus disculpas. Y mientras eso no suceda, voy a hablar yo y con esta. Le enseño la regla. La Dra. Lina, el Dr. Yunis, y Mark, decidieron darle un poco de privacidad a ese par. Pero el General Contreras, no dejaría ni loco a su Hijo armado con eso, ¿qué pretendía hacerle con eso a su nieto?. El cabezota de Juan Andrés Cruzo lo brazos, más que molesto, y lo próximo que sintió fue un frío en su colita, cuando le bajaron la ropa y lo colocaron en posición de castigo, seguro ahora sí iba a recibir la versión completica que su padre le había prometido.
No papaaaa….nooooo no seas malo. Comenzó a gritar el niño, comenzando otra vez, con la pataleta. ¿Ahhh ya recordaste que soy papá y no el Capitán Contreras, mi niño? Le preguntaba con sarcasmo y comenzó a dejar de caer la regla una y otra vez PLACK, PLACK, PLACK, Grrrrr… PLACK, PLACK.. al inicio Juan Andrés se aferró de las piernas de su padre, para aguantar el castigo, no le daria gusto. PLACK, PLACK, PLACK Estas enfermo Juan Andrés, y aun así te escapas de la clínica como si todo esto fuera un juego, PLACK, PLACK, PLACK, ya te había dejado pasar malcriadeces, pero esto con el Dr. Hoffman no lo voy a tolerar, PLACK, PLACK levantarme la voz, PLACK PLACK decirme Esas palabrotas PLACK, PLACK e insultar a mi padre que te recuerdo que es tu abuelo… y merece respeto CARAJO, PLACK, PLACK, PLACK, Juan Andrés no aguantó más su padre le estaba dando un buen castigo, tal vez el peor que le había dado hasta ahora, pero lo que más le dolía era la dureza con que su padre le hablaba, había decepción en su voz o eso era lo que él pensaba. Buaaaaaaaa buaaaaaaa papitoooo, PLACK,PLACK, yaaaa, perdón, perdooon, me disculpareee papitoooo PLACK, claro que lo harás caramba… Buaaaaaaa.. me portare bieeeen buaaaa.
SUFICIENTE Andres Felipe.. Gritó Hernando, que no aguantaba más ver llorar a su nieto de esa manera tan desgarradora, sentía que su corazón se rompía en pedazos y que el remordimiento del niño era verdadero, cosa que al parecer no sentía Andres Felipe, cegado aún por la vergüenza, molestia y miedo a toda la situación, y aunque no le estaba haciendo un verdadero daño a su hijo, eso nunca, pero si le estaba dando la tunda de su vida a su pequeño. No se meta padre, esto es entre mi hijo y yo, cosa que probablemente usted no entienda para nada. Escupió con sarcasmo Andrés, PLACK, PLACK, PLACK, BUAAAAA, papitoooo me dueleeeee… buaaa estoy enfermito papitooo buaaaa, cof, cof, cof.
Hernando le detuvo el brazo a Andres Felipe, con una velocidad, habilidad y una fuerza tremenda e inesperada para un señor de edad como él, evitando que dejara caer nuevamente la regla en el traserito ya bastante rojo de su nieto. Se la arrancó y la tiró lejos, LE DI UNA PUTA ORDEN DIRECTA CAPITAN, SI NO ME OBEDECE COMO SU PADRE LO HARÁ COMO SU OFICIAL SUPERIOR, pero a este niño no le das una sola nalgada más, al tiempo que cogió al niño en sus brazos, para cargarlo y protegerlo, empujó a Andrés Felipe, contra la cama. DIJE SUFICIENTE, Y SI ME METO ES PORQUE QUE ES MI NIETO, CARAJO, Juan Andrés, ES MI NIETO. Le dijo mirando a su hijo directamente a los ojos, y tras una guerra de poderes en esas miradas dadas entre ambos, y la incredulidad de él joven Andrés Felipe, que nunca en su vida pensó ver a su padre en eso. Shhh, shhh, ya mi niño bello ya pasó, ya no llores ¿bueno? Buaaaaaaaa, Buaaaaaa, lloraba el niño inconsolable dejándose mimar por su abuelo, pero no estando consciente de que en esos brazos estaba. Buaaaa, Buaaa, papito ya no me quiereeee buuaaa. No mi sol tu papi te adora, como te adoro yo con toda fibra de mi ser, solo que está muy preocupado por no saber qué hacer, cómo luchar contra este mal, yo lo sé mi niñito porque por años, yo he luchado igual, aunque sin mucho éxito me temo, Pero ahora hay más adelantos que antes y tu abuelita Lina, al parecer ha formado un equipo excelente, y yo ahora estoy aquí, y estudiaran mi sangre y seguro darán con la cura o el tratamiento para vencer o calmar esto que tenemos. Shhh, Shhh, pero ya no llores mi Juanito ya no llores, si dejas de llorar te prometo que cuando salgas de aquí daremos una vuelta por toda la sabana en el Black Hawk en que me transporto, solos tu y yo.
Andres Felipe, se restregó los ojos, no daba crédito a lo que escuchaba y veía, cuántas veces soñó un momento así con su padre, sin embargo ese abrazo no era para él sino para su adorado hijito. Le había dado una señora tunda, y quién consolaba a su hijo era nada más ni nada menos que el Dragón, el insensible General Hernando Contreras Whitmore.
Les hice un mal terrible a tu papito, tu mamita y a ti mismo, por el cual espero que algún día logres perdonar a este viejo imbécil, pero te juro por mi vida que si Hubiera sabido que tu venias en camino, jamás habría hecho nada como eso, soy un ser humano pésimo mi ángel hermoso, pero te lo juro, que tú y tu hermanito por nacer van a estar a salvo, van a crecer sanitos y felices.
Hernando Contreras Whitmore, se había fundido con su nieto en un abrazo tremendamente cálido, su normalmente gélido corazón ahora ardía con la intensidad De mil soles, el maravilloso ser humano que alguna vez había sido, poco a poco estaba volviendo de entre los muertos, tener a Juan Andrés, entre sus brazos había catalizado un cambio tremendo en su ser, en ese momento estaba dispuesto a dar la vida por proteger a ese tesoro que tenía fuertemente asido entre sus brazos.
Hernando, tuvo a Juan, alzado consolándole, dándole besitos en la cabecita, susurrándole al oído palabras dulces durante media hora, mientras el niño poco a poco se calmaba, sintiéndose completamente a salvo, amado y protegido en los poderosos brazos de su fiero abuelo, aunque sin estar completamente consiente de aquello, se acomodaba una y otra vez como un cachorrito en ese fuerte y cálido pecho.
Andres Felipe sentía demasiados sentimientos encontrados, por un lado deseaba fundirse en ese abrazo con su padre e hijo, por otro lado se sentía una completa mierda como padre, su hijo estaba enfermo y él lo había castigado como nunca, y de paso no lo había consolado, había dejado que otro hiciera el trabajo. Adicionalmente muy internamente sentía celos de presenciar aquello, él tenía una idea muy clara de quién era su padre, de la clase de ser humano que era y ahora pasaba esto?, eso era un torbellino de emociones. Iba a decirle a su padre que le entregará a su hijo, cuando Mark entró a la habitación, los Doctores habían escuchado todo tras las puertas, y aunque Mark de momento se sintió incómodo pues consideraba que era un momento por demás familiar, debía estar al pendiente por la salud de Juan, castigarlo y hacerlo llorar no era precisamente algo que deseaba para su condición, pero el niño debía entender que arriesgar su salud de esa forma no podía permitirse.
Mark: Disculpen la interrupción pero es imperioso que revise a Juan Andrés, ya a pasado mucho tiempo desde que debió recibir su dosis de antibiótico, y quiero ver si su condición se vio afectada por exponerse como lo estuvo. El niño se apretó a su abuelo, y este tampoco parecía tener disposición de soltarlo.
Juan se ve muy cómodo en sus brazos, si no le importa puedo examinarlo sobre su regazo, le dijo afablemente Mark a Hernando, y este asintió complacido.
Padre, le presentó al Dr. Mark Hoffman, vino expresamente de Venezuela solicitado por mi madre, quien le tiene mucha estima, el es un especialista en el área de Neumología Pediátrica. Habló Andrés Felipe, de forma pausada como si estuviera Dando un reporte a un superior, aun sorprendido por todo lo sucedido apenas unos pocos minutos atrás, pero necesitaba volver al ruedo.
¿Hoffman? no puede ser… pero si tiene las mismas facciones, dijo el Dragón, muy bajo casi de forma inaudible, acto seguido pasó a la acción directa, algo muy típico de su forma de ser, Disculpe mi impertinencia Doctor Hoffman, ¿de casualidad su segundo nombre es Enrique?, Mark, quedo a cuadros ante tan directa y certera pregunta de aquel personaje en uniforme al cual con su llegada y muy a disgusto de la Doctora Lina, había convertido el piso de la clínica en el que se encontraban en una especie de base militar, esto debido al séquito de Comandos armados hasta los dientes que lo seguían como una sombra, No será usted de casualidad hijo de ¿Samuel Enrique Hoffman?. Pregunto mirando a Mark, como si lo escaneara por dentro o por fuera. Cosa que le preocupó de sobremanera a Andrés Felipe y a la Dra. Lina, pues del General podía esperarse todo.
Sí, efectivamente, contestó cortésmente un muy sorprendido Mark, mi segundo nombre es Enrique y sí, soy su hijo, el tercero de seis que tiene, ¿conoce ud. a mi padre?. Preguntó curioso mientras se colocaba el estetoscopio para examinar al niño. Perdón Doc, no quise ser grosero con usted, se lo juró. Murmuró el niño muy bajito, mientras separaba su carita aún llorosa del pecho del abuelo.
Tu padre y yo tenemos muchísima historia juntos, probablemente él fue el mejor de mis amigos de juventud, vaya que dimos guerra él y yo, claro en ese entonces éramos un par de críos arrogantes y muy poco prudentes que no mediamos el peligro, aunque Samuel siempre fue demasiado honorable, un poco cuadriculado y de mal genio, pero un tipo estupendo.
Nos conocimos en un internado militar, en Surinam, un auténtico infierno sobre la tierra, qué tiempos aquellos por Dios, una irrefrenable sonrisa se dibujó en el rostro del militar al hacer memoria de sus locuras de juventud, ambos terminamos ahí por cortesía de nuestros padres, supongo que en aquella época ambos, éramos unos auténticos gamberros, de hecho nadie superaba a tu padre jugando póker, Dime una cosa muchacho, ¿Samuel Enrique aún vive?
¿Póker? jaja míralo pues… mi padre el moralista sobre las apuestas de juego, se lo haré saber y pensar que una vez, me dio semerendo castigo porque hice una Apuestica de nada en la Uni. ...jajaja y sí está vivito y coleando, y dando guerra en el consorcio del cual aún es el Presidente, y dominando a la familia como el patriarca Que es. Juancito, respira profundo eso es… no te preocupes peque, todo disculpado, siempre y cuando te dejes terminar de revisar y cumplir con el tratamiento al pie de la letra ¿vale? Le dijo picándole el ojo al niño.
Finalmente terminó cediendo a los deseos de tu abuelo y tomó las riendas del negocio de la familia entonces, cuando éramos jóvenes tu padre estaba decidido a enrolarse conmigo en la legión extranjera Francesa, queríamos aventuras, peligro, nuevos bares que conocer, nuevos licores con los cuales emborracharnos, nuevas mujeres que amar, cada noche, jajajajajaja, supongo que por eso terminó en aquel semi campo de concentración junto a mí en Surinam, aunque esto último probablemente no debí mencionarlo frente a ti muchacho.
Juan Andres, volteo a ver a su abuelo como si de un marciano se tratara, abuelo tú hacías todo eso cuando eras joven? pregunto incrédulo, pues así era mi niño, pero aclaró que no la hacía solo, el padre de tu doctor era mi compañero de locuras, y vaya que era un auténtico Don Juan, la Doctora Lina, observaba a su exesposo con rostro de no te lo puedo creer, lo mismo que Andrés Felipe, el cual se había quedado sentado en la cama del cuarto de Juan Andrés, con cara de pasmado, tenía la cabeza y el corazón revueltos.
Además su loquito, su bebé adorado estaba sentadito muy a gusto en el regazo del Dragón…. ¿pero quién carajos era este General de cuatro soles que tenía frente a él? ahora más que nunca le urgía interrogar a su padre sobre todo lo que le había sucedido, durante ese misterioso viaje a Alemania, alguna explicación debía tener todo aquello.
Jajaja Ayy Andrés Felipe, tu padre me está cayendo mejor cada vez, no sabes lo que esta información será beneficiosa para mí, mira que no es fácil chantajear a mi papá...jajaja no me miren así solo bromeo, claro que no voy a negar que me encantara ver la cara de papa al decirle que he conocido a su amigo de andanzas de la juventud, claro que obviare ese último detalle sobre sus amores, al menos delante de mi madre. Dijo pícaramente, Mark cambió el semblante afable por uno de preocupación, al escuchar un ruido extraño en los pulmones del niño, y pidió silencio con solo un gesto en el dedo.
Juan Andres, necesito que respires profundo tres veces, bien ahora tose… ¿humm? Dra. Lina, ¿será posible hacerle una placa urgente al niño?, quiero descartar que tenga agua en los pulmones, espero equivocarme. Pero antes apliquemos la dosis  antibiótico que le corresponde, de forma intravenosa para que sea más rápido. Juan disculpa pero necesito tu manito para colocarte una vía, eso es, un chico valiente.
Ayyy mi madre como odio las inyecciones, dijo con auténtico miedo Juan Andrés, bueno Doc hágale, aunque mirando mis venas de los brazos agujeros es lo que tiene para elegir, pero rápido que mire que estoy tentado a salir corriendo de nuevo jejejeje, Andres Felipe, de inmediato lo miro serio, Era broma papi, relax, joo pero andamos de un mal geniado últimamente que das miedito oye…
Caramba Juanito, fíjate que no estoy para ese tipo de bromitas ahora mismo, reprendió con calma y dulzura Andres Felipe, mira nada mas todo lo que acabaste de hacer amor, ahora eres más famoso de lo que ya eras por ser el nieto de la dueña en esta clínica, ¿sabes que dieron alerta general debido a tu travesura de hace rato?, no me extrañaría que hayas dejado a más de un empleado sin trabajo, comenzando por la dueña de esto, dijo con una ceja levantada al tiempo en que le enseñaba la tarjeta magnética que le había dado acceso a los corredores de personal y se la entregaba a su madre.
Santo Dios Juanito, pero de donde se te ocurren este tipo de cosas, preguntó asombrada la Doctora Lina, a su audaz nieto, mira que casi nos matas de un susto angel hermoso, estábamos sumamente preocupados de que te pudieras lastimar mas los bronquios por andar saliendo de semejante forma de tu habitación la cual tiene la temperatura graduada al nivel óptimo y purificadores de aire, para que la infección ceda por fin y tus bronquios sanen amor.
Perdón abuelita, pero no me regañes tú también… ya bastante tengo con el papá que seguro me lo sacara cada rato en cara, abuelo has algo con el papa ¿siii? que tal una orden directa. Capitán Contreras nada de castigos y regaños a mi nieto Juan Andrés, o lo degrado. Dijo el niño imitando la voz del abuelo, casi a la perfección. Logrando que su abuelo se riera como hacía mucho tiempo no lo hacía por el desparpajo del mocoso, la cara de Andrés Felipe, era digna de grabar.
JAJAJAJA eres digno nieto de tu abuelo, todo un Contreras, tú le sacarás canas prematuras a mi hijo de eso no cabe dudas JAJAJA...pero tienes razón mi Muchachito listo, así que Capitán Contreras, por la travesura de hace rato mi nieto ya fue debidamente Regañado y Castigado, así que como su oficial mucho muy superior, le ordenó que cese de inmediato toda operación ofensiva en contra del trasero de mi nieto, lo mismo que cualquier tipo de regaño, so pena de ser procesado por insubordinación y castigado con seis meses de trabajo de escritorio en el comando general del ejército.
Andres Felipe, cambió su expresión de seriedad fingida a total asombro, ¿pero esto es en serio papá? te recuerdo que tu nietecito acabo de poner a toda la clínica de cabeza por no saber ser paciente o siquiera prudente con su propia salud, ya paraste en seco su merecido castigo, y aparte le celebras la hazaña?... pero habrase visto, Mamá, por favor diles algo, a tu ex esposo y a tu nieto, esto es una emboscada, son dos contra uno, así no se vale, JAJAJAJAJAJA.
La Dra. Lina, solo sonrió no dejaba de ver a Hernando, ahí estaba el hombre que años atrás amaba, el padre amoroso que ella recordaba, y no la cosa esa en la cual se había transformado y que había sido culpable de su separación. Decidió no decir nada, para no delatarse en sus sentimientos, y se limitó a generar instrucciones para  que se llevaran al niño para que le hicieran los análisis que Mark había sugerido. Mark miró complacido el momento, era una familia que podía llevarse bien, muy bien desde su punto de vista.
Sr. Hernando, podría usted acompañarme a fin de poder tomarle algunas muestras y llenar algunas formas. Dijo muy ceremonial y serio el Dr. Yunis, con algo de aprensión porque tras años de trabajar con su colega la Dra. Lina, y tras escuchar tantos cuentos confidenciales, pues aún tenía sus reservas, además los militares nunca han sido de su total agrado, aunque lo disimulaba muy bien.  
Por supuesto lo acompañó, Dr. Hoffman. Dijo antes de salir al joven médico. Dígame Mark, siendo tan amigo de mi padre, es absurdo tanta formalidad, capaz que mi padre me hace llamarlo tío jajaja.
No lo dudo, jajaja.. Mark, quisiera poder conversar con Samuel Enrique, en realidad necesito de un buen consejo de alguien que me conoció, antes de ser lo que soy en hoy en día. Dijo con seriedad y algo de tristeza en su voz.
Por supuesto mi General, hoy mismo llamare a mi padre, y le haré saber a quién he conocido, y que desea usted verlo, y conociendo a mi padre, seguramente tomará el Próximo vuelo a este bello País. Dijo sonriente, al tiempo que le hacía una mueca de complicidad a Andrés Felipe, de “esto se pone cada vez mejor”.
Hernando y Miguel Yunis, ingresaron al laboratorio de Genética de la clínica, para tomar las respectivas muestras, mientras Mark y Lina se ocupaban de las placas que había que tomarle a Juan Andrés, seguidos muy de cerca por un presuroso Andrés Felipe, el cual aún se sentía de lo peor por haber castigado con severidad a su  todavía enfermo retoño.
Así que finalmente conozco personalmente al afamado Doctor Miguel Yunis, afirmó con calma Hernando, he leído tantos informes de inteligencia sobre usted y he seguido tan de cerca su trabajo de investigación que casi podría afirmar que le conozco de toda una vida.
Para mí también es toda una experiencia tener en mi consultorio al famoso “Dragón” Contreras, es usted una leyenda viviente General, sus “logros” en el campo militar han sido notorios y además su señora me ha comentado toda clase de anécdotas aunque lastimosamente las últimas no son nada halagüeñas respecto a su persona. Francamente discúlpeme usted la sinceridad, pero sin ánimo de ser grosero, las gentes que se dedican a su profesión no son precisamente santo de mi devoción, soy un médico mi credo es salvar vidas y además también soy un pacifista convencido, como lo fuera en vida mi muy querido y recordado colega y amigo Alberto Caicedo y hoy día su única hija, su ex esposa General.
Entiendo perfectamente que me considere un petardo insufrible Doctor Yunis... qué caramba dejemos los formalismos de lado, para usted soy un auténtico hijo de puta Doctor, tiene todos los argumentos y motivos para pensar así sobre mí, aun mas si es un amigo de mi difunto suegro.
El Doctor Alberto Caicedo siempre me detesto, nunca estuvo conforme con que su única hija, su adoración y mayor orgullo se enamorara, casara y fuera la madre de los hijos de un bárbaro militar. Y supongo que a la larga siempre tuvo razón sobre mí, aunque le aseguro que todo lo que hice y he hecho hasta ahora podrá lucir horrible, pero tuvo su razón de ser, ahora no perdamos más tiempo en palabrerías y tome hasta la última gota de mi venenosa sangre si así lo requiere, en este momento lo único que me importa es ayudar como sea a mi hijo y mis dos nietos.
En medio de un completo e incómodo silencio el Doctor Miguel Yunis, procedió a tomar por fin la tan ansiada muestra del Paciente Cero, ahí estaba el material genético primordial del AMON 535, una vez obtenida la cantidad suficiente de sangre de parte de Hernando, sin mediar palabra y sin perder tiempo comenzó con el proceso de centrifugado de la sangre, para separarla en plasma, solutos y elementos figurados, encontrando en estos últimos su premio, el Amón 535 originario.
Una vez lo observó detenidamente bajo el potente microscopio electrónico de su laboratorio, lo que descubrió le dejó perplejo, el Amón 535 en la sangre de Hernando era diez veces más agresivo y activo que el que había analizado de las muestras de Andrés Felipe y Juan Andrés, emitía con cierta intermitencia una extraña luz amarilla, aunque parecían estar entrando en una especie de estado de hibernación celular, aquellas cosas malévolas ubicadas en su hipotálamo aparentemente estaban bajando paulatinamente la intensidad de su actividad a nivel celular, seguramente a eso se debía que el General Contreras Whitmore, se estuviera comportando como un ser humano, como alguien con sentimientos, ahora entiendo porque usted difícilmente pudo adaptarse a su condición General Contreras y porque le tomó media vida hacerlo, ahora si no es mucha molestia, quisiera usted contarme ¿en dónde rayos le inocularon esto?, ¿la razón para hacerlo? y lo más importante y principal de todo que colega mío lo hizo? porque esto es sin duda alguna obra de un médico genetista y de uno muy competente además.

12 comentarios:

  1. AC aprovecho la oportunidad para:

    Agradecer la invitación de usar a uno de mis personaje, y de paso poder coescribir en una historia a la cual sigo con entusiasmo. ;)

    La única palabra que se me viene a la mente es que fue SUPERCOOL, escribir contigo amigo ;)

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    1. Muchísimas gracias Sanha, por prestarme a tu doctor Mark, para mi fue espectacular coescribir contigo, tu estilo es sencillamente fresco, fluido, novedoso, fue un autentico placer y este capitulo ha sido por mucho el mejor de esta historia, espero poder hacer la siguiente tambien contigo, ya que a pesar de lo extenso e intenso nos quedamos cortos jajajajaja, un abrazo hermosa y fue un verdadero honor-

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  2. Ufff, te debía el comentario hace mucho ya que lo leí el mismo día en que se publico pero por tiempo no había podido hacerlo, para que negarlo el cap me encanto.
    Hay muchas intrigas que tengo:
    PRIMERA, el amon 535 esa teoría es algo verdadera? pues detrás de cada historia hay una pisca de realidad por lo menos en conspiración
    SEGUNDO, me imagino que al pelear con su propio hijo significa como romper el lazo principal a simple vista es por eso que se rompió(teoría loca lo se pero igual se me ocurrió en el momento)
    TERCERA, pues vaya que me sorprendió que el dragón este dispuesto a ponerse a prueba por su nieto porque para mi te juro que era por lo que se ve un desalmado sin corazón que antes si tuviera q matar a su familia por el poder lo hubiese echo.
    CUARTO, vaya que tiene agallas ese pequeño al haber echo lo que hizo, eso no lo hace cualquiera
    QUINTO: salgo en defensa del pequeño de que no debieron castigarle hasta que le dieran el alta pero un buen reto si estoy de acuerdo
    SEXTOy ultimo: mas te vale que estés escribiendo lo mas rápido posible el siguiente capi mira que me dejaste en la duda mas grande existente respecto a este capi mira que ando con la teoría loca de que el se alejo de todos porque era la única manera de protegerlos porque lo perseguían y si veían que seguía con los suyos los matarían por ende se alejo para que el amon 535 funcionase mejor debido a que mientras mas lejos de sus seres queridos y de todos los lazos este mas rápido surte el efecto y con mayor razón se vuelve mas el efecto con el amon 535
    Cuídate y espero que actualices pronto.

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    1. Mujer, estamos trabajando en el siguiente, pero toma tiempo, hay mucho que desarrollar de la trama, asi que te pido algo de paciencia, vaya que desde un inicio has entendido a la perfección la historia, la trama, los motivos y personalidad de los personajes y tus teorías no son tan "locas" como piensas, de hecho tienen demasiado sentido - gracias por tu valioso aporte-

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    1. Claro que si Taz bonita, en eso estamos con sanha- gracias por tu comentario

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  4. MUUUUUUUUYYYY LARGOOOOOO!!! Estoy desde el viernes leyendo (y no te miento) y hoy lo termino apenas! Estuvo muy interesante lo del tema del amon y me encantó la reacción de Hermando. Creo que era lo que esperaba... que hubiera bondad en él.
    Puedo ser crítica? No sé si me gustó la penúltima parte. No encontré armonía, era como mucha risita... pero en fin.... Oye, Andrés, qué le pasó al vocabulario de Juancito?

    Sigo pensando que estuvo lindo el capi, sólo que muy largo.

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    1. Que bueno que te gusto y tienes razón, en que fue especialmente largo, pero era la idea una colaboración especial con sanha, por el aniversario del blog, tu Juancito, se mando una mega travesura con pataleta, groserías de grueso calibre y hasta golpes, el normalmente es un encanto, pero cuando se le alborota el apellido pues...lo de las risas al final me pareció adecuado para distensión un poco del ambiente que estaba pesadisimo después de la soberana tunda que Andres le dio a su hijo. que rico que te gusto y gracias por tu valiosa opinión-

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  5. Este capítulo estuvo increíble lleno de emociones!! Me ah encantado!!.. Y me llena de alegría saber que ya estan trabajando en el segundo!!
    Es que Andrés tu historia es genial y juntarla con un Hoffman no pues lo hizo súper waooo!!!
    Oye ese Dragón si que dio el cambiazo en este capi ... Ojalá que encuentren la cura!!
    Jajaja ese Juan si que hace gala de el apellido porque un Contreras enfermo ufff somos de lo peor jajaja...
    Eeeyyy y yo también reclamó castigarlo estando enfermo eso si no es de Dios!!
    Andrés y Sanha un abrazo y felicidades por el excelente coescrito que hicieron!!
    Y perdón por la tardanza en el comentario yo siempre eh dicho más vale tarde que nunca!! :p

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    1. Genial que te haya gustado estrella,coescribir con alguien tan talentosa como Sanha ha sido un ejercicio muy enriquecedor y pues si Andres fue algo duro con su niño, pero el mocoso se lo gano a pulso jajajajajaja y si tienes toda la razon los Contreras enfermos son bien complicados de manejar jajajajaja un abrazo y gracias por tu valioso aporte-

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  6. El capi esta perfecto escribes muy bien y tu historia me encanta, transmite muchas emociones. Felicitaciones

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  7. Gracias por tus generosas palabras, genial que te haya gustado, vienen cosas aun mas fuertes por delante-

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