martes, 6 de diciembre de 2016

Capítulo 11: de vuelta en la gran ciudad



Trece primos y una historia: Lacour

Capítulo 11: de vuelta en la gran ciudad
Fernando POV
Beeep Beeep Beeep
Sí, estábamos de vuelta en la gran ciudad de México, atrapados en el tráfico vehicular que ha sido famoso desde hace varias décadas. Yo había manejado la camioneta en la autopista y trataba de circular hacia el hotel.
-¡Wow, mira cuantos carros, y esos edificios tan altos!- oí a  Moisés, mi nuevo hermanito, exclamar sorprendido en la parte de atrás de la camioneta. Y no pude evitar reír con todos.
Por fin llegamos al hotel, el majestuoso Gran Hotel de la Ciudad de México en el centro de la capital, y le pedí a Miguel Ángel permiso y dinero para salir con la medio falsa premisa de que iría a ver a un amigo. En realidad me dirigí al lugar donde había aparecido grabado mi abuelo unos días atrás. Cuando pregunté a algunos empleados por algún cliente con las características de mi abuelo, nadie me dio ninguna información, y no fue hasta que le di una propina considerable a uno de ellos que obtuve algún tipo de información. Pero no fue el tipo de información que esperaba.
-         Sí joven, hace unos días vino un hombre más o menos como lo describe. Una persona muy educada por cierto, y lo que sí recuerdo es que comió con otra persona bastante menos educada. Un hombre algo gordo llamado Gabriel.
Por supuesto, no le creí para nada, ¿Qué sentido tenía que nuestro abuelo muerto se reuniera con el ratero de nuestro ex abogado?
Estaba pensando en eso cuando sentí un golpe ligero en la espalda. Salté de la silla - ¡¿Qué haces aquí Santiago?!
-         Lo mismo que tú
-         Yo vine a ver a un amigo
-         Sí, claro, eso no te lo crees ni tú
-         ¿Cómo te veniste? Miguel Ángel se va a enojar cuando sepa que te saliste del hotel sin avisarle.
-         Me vine en Uber y no tiene por que enterrarse, yo creo que también se enojaría contigo si se entera de que le mentiste.
Consideré brevemente su amenaza implícita.
-         Por mi no se va a enterar, pero no te puedo prometer que no se de cuenta.
En eso se acercó un mesero preguntando si se nos ofrecía algo de comer o tomar
Yo estaba pidiendo un cóctel de camarones cuando mi hermano me interrumpió:
 - Una cerveza Bavik.
- No seas estúpido, no te conviene llegar borracho – le advertí.
 - No me emborracho con una cerveza.
Pedimos algo más y comimos mientras le contaba que un mesero me había dicho que el fantasma del abuelo con el ratero de nuestro ex abogado.

Miguel Ángel POV
Por fin tenía los papeles en orden de la adopción de Jonathan y su hermano, y los estaba revisando en el estudio de la suite. Cuando terminé de revisar que todo estaba en orden los iba a llamar para darles la noticia. Pero no estaban en ninguna de las tres suites del hotel que habíamos solicitado para hospedarnos todos, y cuando busqué en el Lobby del hotel solamente encontré a Moisés con otros de mis primos observando a los canarios que tenían en esa jaula.
-         Moi, ¿puedes venir un momento?
El niño se me quedó viendo con algo de suspicacia
-         ¿Yo sólo?
-         Sí – y ante su indecisa mirada caí en la cuenta de que probablemente estaba recordando su primer encuentro sobre mis rodillas – y tu hermano también, solamente les quiero dar una noticia, una buena noticia – aclaré al final al notar su repentina preocupación.
Por último busqué en el restaurante  y no solamente no estaba Jonathan, sino que tampoco estaban Santiago y Bruno. Al principio me puse histérico, ¿acaso acababa de obtener la adopción de estos dos niños para perder a tres el mismo día? Traté de calmarme.
-         Román préstame tu celular por favor. – le pedí pues había dejado el mío en el cuarto.
-         Bueno
-         ¿Santiago? ¿Dónde estás?
-         Vine con Fer – me aclaró como si todo estuviera bien
-         No recuerdo haberte dado permiso ¿o sí? ¿De casualidad están también Bruno y Jonathan con ustedes?
-         No, no vinieron con nosotros.
Sentí la preocupación recorrerme.
-         Bueno les llamo ahorita, tengan cuidado y dile a Fer que no se tarden demasiado.
Traté de llamarles pero ni Bruno ni Jonathan contestaron sus celulares. Adolescentes traté de recordarme a mi mismo. Les volví a llamar mientras me dirigía a la recepción del hotel, con Moisés detrás de mi y Román también pues me estaba llevando su celular.
En ese momento entraron corriendo por la puerta principal, jadeando y tratando de silenciar el celular que estaba sonando, y casi les da un infarto cuando me ven ahí parado observándolos.
-         ¿Dónde estaban? Los estaba buscando y llamándoles.
-         En el gimnasio – me dijo Jonathan mientras Bruno ponía una cara de susto
-         Les creería si no hubieran entrado por esa puerta, que solamente viene de la calle. – dije en un tono que trataba de ser serio
-         Sí verdad – dijo Jonathan, Bruno no pudo evitar reírse y yo me reí con ellos.
-         Te estaba buscando Jonathan, quería decirles algo a ti y a tu hermano. – le dije mientras me encaminaba al elevador. Bruno trató de escabullirse pero lo intercepté a tiempo
-         Tú te vienes conmigo también Bruno, Román gracias por prestarme tu celular- dije mientras lo entregaba, por su parte Bruno parecía a punto de quejarse pero se controló y me siguió a las habitaciones con los dos hermanos.
-         Bruno por favor espérame un momento en la otra habitación – le dije al llegar a nuestras habitaciones en el último piso del hotel.
Jonathan y Moisés entraron a la habitación mirándome algo ansiosos.
-         Bueno, les tengo una muy buena noticia Johnny y Moi, ya me entregaron los documentos oficiales de su adopción. A partir de hoy yo soy su tutor legal, pero más que eso soy el responsable de su bienestar y crianza. Sé que soy muy joven para que me consideren su papá, pero eso no quiere decir que yo no vaya a ser como un hermano mayor, uno que no solamente los consiente sino que también supla sus necesidades, vele por su futuro y los ayude en su formación a través de la adolescencia. Como ya se los he dicho anteriormente, pueden tener la confianza de pedirme lo que necesiten pero también de buscar mi consejo o apoyo en cualquier cosa que les preocupe, y haré lo posible por ayudarlos como a cada uno de los que formamos está grande y afortunada familia. Los quiero mucho, tanto como a todos mis demás primos.
-         Sí gracias Miguel Ángel, de verdad muchas gracias por ayudarnos y por dejarnos confiar en ti. – me respondió Jonathan, mientras que su hermanito simplemente con un – gracias por querernos.
Dejé que Moi se fuera a jugar con sus primos, bueno ahora sus hermanos, pero le pedí a Jonny que se quedara
-         Jonathan! Guarda ese celular, tengo que hablar contigo. – le dije cuando nos quedamos solos para llamar su atención
-         ¿Qué? Ya voy – me dijo guardando el aparato
-         Créeme, no era mi intención iniciar así, pero no me dejas opción. ¿Qué estaban haciendo afuera del hotel, por qué no me contestaban tú y Bruno y porque trataste de engañarme?
-         Ay, nada, es mi primera vez aquí en la ciudad de México y quería conocer el zócalo y la catedral. Y a Bruno le pareció una buena idea acompañarme. Pero ni siquiera nos alejamos más de dos calles. ¿Cuál es el problema? Ya tenemos 14 y 13. Y bueno cuando nos llamaste Bruno dijo que no te contestara porque te ibas a enojar de que nos hubiéramos salido sin avisarte.
-         Bueno, el problema es que los pudieron haber asaltado, secuestrado o algo así. Una de las reglas es que no salgan sin pedirme permiso. Pero no recuerdo haberte comentado esa regla antes, aunque a partir de ahora ya la conoces, es por seguridad. No te voy a castigar por eso, pero sí te voy a castigar por tratar de engañarme y mentirme.
-         ¿Qué? ¿A qué te refieres?
-         A que te voy a castigar por mentirme y tratar de engañarme, decirme la verdad es una regla que ya conocías.
Lo observé, confundido y algo temeroso, pero sabía que tenía que castigarlo aunque no quisiera. Para poder ayudarlos y ser capaz de responsabilizarme de mis primos necesitaba que me dijeran la verdad.
-         ¿Cómo me vas a castigar? ¿No pensarás darme unas nalgadas, verdad? ¡Ya tengo 13!
-         Sé perfectamente que edad tienes, pero si te comportas como un niño debo castigarte como tal.- le informé mientras trataba mentalmente de decir directamente cual sería la mejor forma de castigarlo en esta primera vez. Jonathan estaba vestido con un jeans y una playera casual – ven aquí por favor Jony
Me senté en la cama y le señalé que se acercara. Al principio no me hizo caso aunque después de un momento se acercó un poco. Lo tomé de los brazos con algo de firmeza para que no intentara escapar.
-         Te voy a dar 5 con la chancla para que aprendas a no mentirme ni tratar de engañarme. Por favor inclínate. –
No me hizo caso pero tampoco trató de resistirse mucho mientras yo lo ponía en mis rodillas. A sus 13 años no era un chico muy alto, pero aun así era una situación un poco extraña colocarlo en mis piernas. A mis otros chicos los hubiera castigado recargados en la cama o en el sillón pero porque ya tenían cierto dominio propio para controlarse en los castigos.
Atrapé sus piernas con mi pierna derecha, mientras que ponía mi mano izquierda sobre su espalda para controlarlo un poco más. Castigar a un niño físicamente por primera vez es todo un reto no muy agradable.
Desabroché su cinturón y al principio se quedó pasmado, pero luego comprendió lo que estaba haciendo al tomar su pantalón de la cintura y comenzar a bajárselo.
-         ¡No! ¿Qué haces? – me reclamó mientras trataba de zafarse
Yo lo ignoré terminando con mi tarea al bajarle el jeans hasta las rodillas y dejar expuesto su bóxer de color verde. Después tomé la chancla que tenía al lado de la cama y comencé el castigo dejándola caer sobre su vulnerable trasero.
PLAS – Ay
PLAS – Ouch, ¡para!
PLAS - ¡Ya! ¡no puedes
PLAS -  Ayyyy hacer esto! .
PLAS – Ouuu
Espere a que se calmara un poco antes de soltarlo totalmente mientras el sobaba su adolorida parte trasera. Cuando lo solté inmediatamente se subió el pantalón.
-         ¡No tienes derecho! – me dijo. Note que no tenía lágrimas pero si tenía los ojos algo enrojecidos como a punto de llorar.
-         De hecho más que derecho es obligación – le dije en un tono pragmático.
-         ¡Nadie te obliga a usar estos métodos anticuados para castigar a los niños! – su tono era un poco enojado
-         Es cierto pero yo prefiero usarlos. Mira, un poco de dolor y ya estás libre del castigo, ¿o preferirías quedarte aquí encerrado en el cuarto toda la tarde, o sin celular hasta mañana? – y antes de dejarlo sopesar la pregunta añadí – además funciona, es un castigo que funciona muy bien, y creeme que lo sé, por experiencia propia. – a pesar de seguir enojado me lanzó una mirada inquisitiva
-         Ahora necesito hablar con Bruno – le dije para recordarle que era libre de irse con sus hermanos.
Jonathan POV
Estaba enojado, pero también estaba enojado por no estar más enojado con Miguel Ángel. El imbécil de mi nuevo tutor, padre, primo, hermano mayor o como lo quieran considerar me había pegado, me había bajado el pantalón y me había agarrado a chanclazos en el culo. Y a pesar de que estaba enojado con él tuve que admitirme a mi mismo que algunas cosas de lo que decía tenían sentido.
Finalmente me había salido del cuarto pero me había quedado en el pasillo mientras Miguel Ángel castigaba a Bruno, le había dado siete azotes con algo que sonaba más como una correa que como una chancla. Y mi hermano primo había aguantado hasta que casi al final del castigo lo había escuchado quebrarse y llorar un poco. Sin duda Miguel Ángel había sido más duro con él, probablemente porque él si estaba consciente de la otra regla que habían roto.
 Esforzándome por mantener mi enojo con Miguel Ángel me alejé por el pasillo hacia la ventana que daba al zócalo. El castigo había valido la pena pues había conocido por fin la enorme explanada con los magníficos edificios cuya construcción se remontaba al inicio de la colonia. Estaba pensando en eso cuando una puerta de otra de las habitaciones se abrió y salió una belleza andante, una niña preciosa caminando hacia la ventana en la que yo estaba. Seguramente me vi algo infantil y tonto pero no pude resistir el impulso de tratar de arreglar un poco mi cabello con mis dedos y rezar porque no notara mis ojos enrojecidos. Sentí un pizca de culpabilidad cuando me acordé de Alejandra mi novia, allá lejos en Tepoztlán. Pero no pude evitar la sonrisa que se me escapo a lo largo de mi cara al verla también sonreírme mientras tímidamente se acercaba para asomarse.

A tod@s mis queridísim@s lector€s:
Sí, en verdad les pido una enorme disculpa por haberlos hecho esperar tanto. Sí me merezco una buena tunda, lo sé.
Gracias por su paciencia 
Wenseslao

P. D. Es un placer estar de vuelta.

5 comentarios:

  1. Wens estuvo hermoso gracias por la actualización.

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  2. Oye que bien que regresaras!!
    jajaja así son los hombres ven a una mujer bonita y se les olvidan sus problemas y dolores así sean en el trasero jajaja
    Esta misterioso el capi ya quiero ver quien es ese señor que tiene parecido con el abuelito!!

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  3. Al fin hombre! Espere y pedí este capi hasta el cansancio (tuyo no mi porque te acosaba con pedidos 😂😂) pero valió la pena. Como dije me costaron las edades por eso estuvo genia que jhony me la recuerde jeje .
    Ahora el tema del abuelo y el abogado corrupto me tiene intrigadisima será que hay algún gemelo malvado del abuelo conspirando por ahí?
    No terminas de dar una intriga que ya sueltas otra, que no me olvido del cuarto secreto que encontraron en casa.
    Que par de piyos esos que se escaparon y jhony no sólo la sacó barata por estrenar castigo sino que después se recrea la vista con la niña olvidándose de los dolores que lo aquejan.
    Extrañaba a esta familia y creo que por eso me supo a poco pero aprecio el tiempo que te tomaste para escribir. Después de todo nadie está obligado a tomarse el trabajo que se toman los escritores para compartir gratuitamente sus historias.
    Genial el capi

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  4. Primero que nada una disculpa por comentar apenas, pero he andado bien corta de tiempo :( El trabajo y el estudio me quitan mucha vida, pero en fin ¡Ame que regresaras! Es genial porque ya extrañaba a tu familia :D Creo q mas de medio año nos abandonaste, ya hacia falta que regresaras. Ademas en este capitulo nos dejas algo de misterio, que se traduce en dejarme picada y querer saber mas, asi que no puedes tardar mucho en actualizar de nuevo o sino entre toos hacemos complot para darte una tunda, que como dices la tienes bien merecida! Pero se te perdona por esta vez por traernos este genial capitulo ¡ya quiero saber que pasa con el difunto abuelo y el abogaducho malvado! No tardes tanto en actualizar, please!
    Saludos y un abrazo :D

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