sábado, 30 de julio de 2016

Capítulo 20



Capítulo 20
            Alejandro no se calmó en absoluto y eso que tomó el camino más largo para ir a casa de Antonia. Pero cada vez que creía llegar a un punto de paz interior recordaba el brazo amputado de César y la sangre le hervía. Aunque de sobras sabía que de no ser César, de no estar en la situación que estaban y de que Sebastian hubiera apartado su odio hacia su compañero, César debería estar muerto. Lo sabía y se lo iba repitiendo una y otra vez. Iba repitiéndose eso y que él mismo le pidió, le rogó, a Sebastian que se encargara de César y que lo hiciera según él creyera conveniente. Le había cordato un brazo, sí. Pero merecía la muerte. Y probablemente no lo había matado porque sabía todo lo que significaba César para Alejandro.
-      Ding dong ding dong ding dong ding dong ding dong ding dong (Alejandro empezó a tocar el timbre como un loco)
-      Ya va, ya va (dijo Sebastian levantándose de la cama y liándose una sabana a la cintura para abrir. Cuando vio a Alejandro con la cara desencajada se quedó descolocado) ¿Qué ha pasado?
-      ¿Qué ha pasado? (Dijo Alejandro aplastando a  Sebastian contra una pared. Sebastian se quedó completamente desnudo intentando zafarse de su tío que le estaba clavando el brazo en el cuello para inmovilizarlo) ¡Le cortaste un brazo!
-      ¿Qué pasa aquí? (dijo una chica que se había puesto lo que era sin duda la camiseta de Sebastian. Alejandro se quedó en shock en parte porque ni se percató de la presencia de alguien más. Estaba demasiado cegado por la rabia. En parte porque aquella chiquilla no era Antonia y porque era una vampira)
-       ¿Un vampiro? (dijo en cuanto recuperó la capacidad de hablar)
-      Esto…(Sebastian pensaba que lo del brazo de César era una futilidad comparado con lo que le venía encima) Mira Alejandro, esto no es lo que parece (y hasta a Sebastian le sonó a estúpido cliché)
-      ¡Un vampiro! (volvió a decir pero esta vez gritando)
-      Antonia no dijo nada de dobles parejas (dijo la chica molesta. Alejandro deseaba romperle el cuello y quitarla de su vista. Su repulsión hacía vampiros era antológica).
-      ¿Antonia? (Alejandro no entendía nada)
-      ¿Sí? (dijo Antonia saliendo del dormitorio solo en bragas al oír su nombre) Hola Alejandro ¿Me vas a pagar eso que rompiste, verdad? (dijo al ver un par de cuadros en el suelo hechos añicos).
-      ¿Qué narices pasa por vuestras cabezas? ¿qué no sabíais que hombres lobos y vampiros somos eternos enemigos?
-      Oh, por dios, y que estemos en pleno siglo XXI y aún tenga que oír esas mierdas (dijo Antonia molesta y acarició a la chica) Sarah mejor lo dejamos para otro día ¿vale? Lo siento, no esperaba una pataleta universal está noche (dijo fulminado a Alejandro con la mirada) ¿Podrás comportarte hasta que la chica se vaya? (le dijo a Alejandro que la fulminó con la mirada pero no dijo ni hizo nada más hasta que la chica salió de allí como alma que lleva el diablo).
-      Solo estábamos pasando un buen rato, no es como si estuviéramos compartiendo secretos (dijo Sebastian en su defensa en cuanto la puerta se cerró)
-      ¿En serio? (dijo alucinada Antonia) aún vas y te disculpas…si tu tío es  un puto hombre de las cavernas no es culpa nuestra.
-      Grrrrr (y le saltó al cuello a Antonia. Antonia no se lo esperaba y cayó de espaldas, en cuestión de segundos ambos adquirieron su faceta semi animal y empezaron a pelear sin control)
-      ¡Basta! (repitió varias veces Sebastian, viendo que ambos se estaban hiriendo seriamente) ¡ANTONIA! ¡ALEJANDRO! (les gritaba pero ninguno parecía oírle) ¡YA! (finalmente el mismo tomo la apariencia semilobo y se interpuso entre ambos separándolos) Tío (le llamó a Alejandro y Alejandro regreso a su aspecto normal. Sebastian no había vuelto a llamarle tío desde la noche que intentó atacarlo. Aquello le dolía a Alejandro pero jamás lo reconocería. Antonia uno segundos después y exhausta también recuperó su aspecto normal).
-      Coged vuestras cosas, nos vamos a casa (ordenó Alejandro cuando todos parecieron calmarse algo)
-      Yo no acepto órdenes de un Neandertal (dijo muy digna Antonia y Sebastian la miró suplicándole que no siguiera provocando a Alejandro).
-      Te lo pondré fácil, Antonia (y la miró fijamente). Invoco al juramento de persistencia de la manada (Antonia abrió mucho la boca. No esperaba que Alejandro cayera tan bajo. Según aquel juramento, si una manada se veía mermada hasta el punto de poner en peligro su subsistencia el jefe de dicha manada puede exigir el retorno de todos aquellos miembros que por alguna razón abandonaron la manada. Entonces Sebastian miró a Alejandro con rencor. Cuando Alejandro le enseñaba como ser un buen leader le repitió cientos de veces que un buen leader no debe abusar de su poder, no debe usar su posición para imponer sus deseos. Debe de respetar el libre albedrio de los miembros de su manada y solo debe imponerse cuando el bien común de la manada se ve comprometido).
-      Sí, señor (dijo como si le sacaran una muela. Antonia podía ser todo lo terca que quisiera pero no iba a desobedecer una orden de ese tipo. Alejandro sonrió con maldad un segundo pero al verla cara de decepción de Sebastian borró aquella sonrisa y salió del apartamento de Antonia. Antonia se puso algo de ropa y junto a Sebastian salieron de aquel apartamento y se montaron en silencio en el coche de Alejandro).
-      Sebastian, la vara (dijo Alejandro nada más entrar por la casa y todos los miembros de la familia que estaban viendo una película en la tele se giraron al oí a Alejandro tan furioso)
-      ¿Qué? ¿No puedes estar hablando en serio, Alejandro? (pero la mirada de Alejandro no dejaba duda, hablaba en serio)
-      ¿Qué pasa? (salió Julio al oír el alboroto)
-      No te metas (dijo furioso Alejandro. Y Julio miró a Sebastian buscando cgexplicaciones, Sebastian solo negó con la cabeza) Chico, no me has oído, he dicho que me traigas esa vara (realmente Alejandro estaba fuera de sí. Sebastian se quedó unos segundos parado pensando pero olvidando que era ya todo un hombre aquella orden le era demasiado familiar y sus píes empezaron a caminar hacía el armarito del pasillo donde ahora guardaba Alejandro la dichosa vara).
-      Alejandro, no puedes zurrarlo como a un niño pequeño solo por haberse tirado a una vampira, es ridículo hasta para ti. Todo esto es por lo de ese (le dijo Antonia mirando a César. Max empalideció de golpe la oír eso. ¿Había oído bien? Su tío estaba tan furioso porque Sebastian había tenido sexo con una vampira ¿y porque Antonia no parecía enfadada?).
-      Puedo y lo voy a hacer y no te creas que tu vas a correr distinta suerte, estoy seguro que eso fue idea tuya (dijo fulminándola con la mirada)
-      Claro que fue idea mía, yo sé darle lo que quiere a mi chico (dijo con arrogancia). Pero ningún leader de ningún clan se metería en asuntos de alcoba de los miembros de su manada. Ninguno, no tienes derecho.
-      ¡Si ella es un vampiro, lo tengo! (dijo contundentemente) Y Sebastian sabía perfectamente que entre los Bocha está totalmente prohibido relacionarse con vampiros  (Alejandro miró a Sebastian que traía la vara). Pensé que habías aprendido la lección la última vez (Sebastian bajó la mirada. Y Max abrió tanto los ojos y la boca que parecía un pececito en una pecera)
-      Chicos  (dijo Julio a Max y a Marcos) id a vuestro cuarto.
-      ¡No! (dijo Alejandro) Deben de quedarse, quizás así aprendan de los errores de su hermano…Los BOCHA no nos mezclamos con los chupasangres. No son de fías, se alimentan de gente…son monstruos sin alma (Alejandro decía con odio. Max bajó la cabeza y su corazón de hizo pedacitos. Sabía que su tío no aprobaría su relación con Coral pero no imaginaba que el odio de Alejandro hacia los vampiros fuera tan visceral. Antonia disimuladamente no perdió de vista la reacción de Max a las palabras de su tío).Chico! (le dijo a Sebastian como hacía cuando era un niño) ya sabes que hacer (Sebastian miró a su tío sin poderse creer que le estuviera pidiendo que se colocara para recibir una paliza) ¡Muévete! Zwass (y aquel duro varazo le cruzó todo el muslo izquierdo. Sebastian como si estuviera en un mal sueño se fue hacía la mesa del salón, se bajó pantalones y calzoncillos, se inclinó un poco y apoyó sus manos sobre la mesa) Zwass Zwass Zwass (Alejandro golpeaba con todas sus fuerzas. Por mucho que Sebastian no quiso darle le placer de sentirle quejarse, no pudo) Zwass Zwas  Zwas
-      Grrrrrrrrrrrrrrrrr
-      ¿Cómo te atreves a deshonrar a así nuestra familia? Involucrándote con esos demonios. Zwass Zwass Zwas Te lo dije hace 7 años y te lo repito ahora (Antonia estaba a punto de saltar y golpear a Alejandro, pero Julio la sujetó y con la cabeza dijo que no. Ella lo miró asombrada. Como un padre podía mantenerse así de frío ante tal paliza)  Ningún Bocha se mezclará con esa chusma Zwass Zwass Zwas
-      Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr (Sebastian sentía como aquella vara pudiera partirlo en dos. Afortunadamente aquel había sido el duodécimo varazo, y sabía que su tío jamás le había dado más de 12. Aún así las piernas le temblaba y estaba seguro que alguno de aquellos varazos le había hecho sangrar)
-      Tu Turno (dijo Alejandro  girándose y mirando a Antonia)
-      Noooo, ella déjala, ni siquiera es de la familia (saltó Sebastian)
-      Es una Bocha y como tal debe someterse a nuestras normas. Y esa es una de las más antiguas. ¿la conocías, verdad? (Y Alejandro usó con ella el tono de un jefe de manada no de un tío furioso)
-      La conocía (dijo insegura). Pero eso no significa que esa norma esté bien (protestó), es una tremenda gili…
-      ¡Ya basta! Ocupa el lugar de Sebastian…puedes dejarte la ropa (dijo solo pensando en Marcos y Max. Antonia no se movió ni un milímetroAntonia, no eres distinta a Sebastian, eres una Bocha. ocupa su sitio (dijo muy lentamente para que llegara claramente el mensaje. Antonia respiró hondo y miró con todo su desprecio a Alejandro pero finalmente se colocó en el mismo sitio donde segundos antes había estado Sebastian) ZWASS (y sin ninguna consideración Alejandro descargó el primer varazo de 12).
-      Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrr (Antonia tomó aire y cerró los ojos no volvió a abrirlos hasta que contó la duodécima estocada. Alejandro le dio la misma charla que le había dado a Sebastian. Y una vez finalizado le devolvió la vara a Sebastian para que la guardara de nuevo en su sitio)
-      ¿Estás bien? (preguntó Sebastian en cuanto regresó. Antonia le dijo que si con la cabeza pero no artículo ni una palabra).
-      A partir de ahora, sé acabaron las entradas y salidas, sabré en todo momento donde estáis, y eso va por todos (dijo mirando a Max, Marcos, Julio y César). Mañana iremos a por tus cosas a tu apartamento, puedes instalarte en la habitación de Sebastian (le dijo Alejandro a Antonia y a ella se le encendió la cara). Es una orden (dijo lentamente pronunciando con sumo cuidado cada una de las palabras). Por si no os habéis dado cuenta aún, no podemos permitirnos ir haciendo el idiota. Lo siento pero hasta que nuestra situación mejore habrá ley marcial (y la cara de los pequeños fue para hacer una foto. De repente se puso gris y ojerosa). Se acabaron los errores, los deslices y los malentendidos. A partir de ahora y hasta nueva orden nadie moverá ni un pelo sin que yo lo sepa… ¡Fuera de mi vista! (y como si el suelo estuviera en llamas los chicos salieron corriendo de allí. Sebastian miró una vez más a su tío no con odio sino con decepción y tristeza tomó de la mano a Antonia y también se refugiaron en la privacidad de su dormitorio)
-      ¿Era necesario ser tan duro? (preguntó Julio en cuanto escuchó la puerta cerrarse)
-      Lo era (dijo clavándole la mirada a su hermano) ¿sabías tú… (pero se dio cuenta que la pregunta era estúpida y se calló. Sebastian no contaba nada a nadie y mucho menso a su padre).
-      No creo que sea buena idea meter en casa a esa chica (dijo César con cuidado)
-      Tú no eres el jefe de los Bocha, César. Y no recuerdo haberte preguntado tu opinión (dijo muy seco. César lo miró pero se dio cuenta que no lo había dicho con odio, solo estaba cansado y no quería seguir discutiendo).

Mientras tanto en la habitación de Sebastian
-      ¿Estarás contenta, no? (dijo Sebastian con una mueca de dolor)

-      No me puedo quejar todo está saliendo como lo planeamos (dijo sonriéndole y acariciándole la mejillas)

4 comentarios:

  1. Wuoooo que se traen entre manos estos dos! Quiero... No mejor dicho NECESITO seguir leyendo.

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  2. Se me rompió el corazón de sólo imaginar la carita abatida de Max al escuchar sobre el rechazo absoluto que tiene Alejandro hacia los vampiros. Pobre!! Con la ilusión que tiene de su primer amor.

    Vaya que es astuta Antonia, aunque la verdad que no pensé que se llevaría una ella también, pensé que gozaba de algún privilegio por ser mujer, ejej.. pero bueno. Y ahora sí, pobre Sebas, cobrando de lo lindo por los planes de Anto. =S

    Espero que actualices pronto. Es muuuy buena tu historia

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  3. Me quede sin aliento al leer lo que Sebastian le hizo a Cesar ...de verdad...me asustó, ya, ya, ya tenía que morir pero igual me dio miedo saber de lo que es capaz de hacer. Me como las uñas por saber que va a venir ahora, Antonia es muy astuta eso es papable y ahhhh quiero saber, continuaa

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  4. No puedo creer que le cortara un brazo como venganza.... Uuufff
    Auch pobre Sebastian lo castigaron enfrente de sus hermanos... Y todavía sin ropa..
    Ojalá sigas actualizando,!!
    Tu historia es mega increíble!!

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