jueves, 5 de marzo de 2015

EN CASA DE HERRERO... CUCHARA DE PALO 11.


11.

-         No me puede estar pasando esto a mí. No, otra vez (dijo Francisco. Carolina no sabía que decir. Le costaba creer que Oliver tomara pastillas. Oliver era un chico muy relajado, las anfetas no cuadraban con su personalidad, si hubiera sido Maria o incluso coca, no le hubiera chocado tanto como las anfetas). Su madre y yo siempre le hemos dejado claro que las drogas no traen nada bueno. Dios, nada de esto pasaría si tu hermana aún estuviera viva.
-         Francisco, no digas estupideces, eres un padre excelente. No te creas eso que dicen los psicólogos, no todo es culpa de los padres. Además ahora hay que dejar a un lado de las culpas y hay que centrarse en ayudar a Oliver ¿tenía clases esta tarde?
-         Como si que las tuvieses, fuera a ir, grrr es culpa mía, des de que empezó la Universidad me he despreocupado totalmente de él.
-         Francisco que Oliver ya tiene 19 años!
-         ¿Y? ¿Me dirás que se comporta ya como un hombre? (Carolina no pudo más que reírse, Oliver se comportaba como lo que era un chico de 19, pero su padre esperaba que Oliver al terminar el instituto y empezar la universidad madurara de golpe, y las cosas por lo general no funcionan así) No va casi a clase, no soy idiota, lo sé. Se pasa el día con la noviecilla esa que tiene. Los fines de semana no se le ve el pelo. Y está de un subidito que de buena gana le daba unos buenos azotes, como cuando era un niño pequeño.
-         ¿Cómo cuando era un niño pequeño? ¿A quien intentas engañar? ¡Francisco! que vivo en esta casa, la semana pasada le diste por pelearse con Armando. Y la semana pasada seguía teniendo 19.
-         ¿Te lo dijo? (dijo escandalizado)
-         No, fue Nico. Recuerda que las habitaciones son contiguas y que estas paredes son de papel. Unas palmadas se escuchan claramente (no me mires así Francisco) el niño me preguntó si seguirías castigándoles cuando fueran mayores.
-         ¿y qué le dijiste?
-         Que conociendo a Rui, y como siempre se deja liar por él, seguro que sí jajaja
-         Muy graciosa cuñadita, muy graciosa. Voy a llamar a la clínica aquella a la que te mandamos.
-         Es buena ¿aún trabajará el Doctor morritos, allí? Porque si es así (Y en ese momento Dani Y Oliver entraron en casa devorándose el uno al otro de una forma bastante animal. Eran las 12 del medio día y a esa hora nunca había nadie en casa. Oliver y Dani ya hacia tiempo que usaban esa franja horaria para su escarceos amorosos, que al vivir ambos con sus padres aún, era tarea realmente difícil poder pasar tiempos a solas).
-         ¡Oliver! ¡Danielita! (dijo escandalizado Francisco porque parecían sacados de uan película para adultos)
-         ¡Papa! (Oliver estaba flipando)
-         Señor Suarez (dijo Danielita abrochándose la blusa y escondiéndose detrás de Oliver).
-         ¿está todo bien? ¿Ha pasado algo? (preguntó alarmado Oliver porque a esas horas tanto su padre como su tía deberían de estar en le bufet) ¿no deberías estar en el bufet?
-         ¿Y vosotros no deberíais estar en la facultad?
-         Se cancelaron las clases, el profe tenía un congreso de
-         Ahórrate las mentiras Oliver, despídete de Danielita, hemos de hablar muy seriamente tú y yo, señorito (Oliver se puso colorado como un tomate al ser hablado así delante de su novia. Pero la chica estaba tan apurada como él, y deseaba irse de allí para dejar de pasar ese mal momento. Así que con un casto beso en la mejilla se despidió de Oliver. Francisco esperó a que Oliver la acompañara a la puerta y cuando se cerró la puerta sentenció un) ¡A MI DESPACHO! ¡AHORA! (que hacía años que Oliver no escuchaba. Oliver se preguntaba que narices había hecho para cabrear tanto a su padre. Tenía un par de cosillas que si su padre se enterase no le iban hacer ni pizca de gracias, pero su padre estaba furioso y lo que le ponía los pelos de punta era que la cara de su tía no era mucho mejor. Pero su tía no entró en el despacho, después de él solo entró su padre que cerró la puerta, a pesar de que la casa estaba vacía).
-         ¿Pero qué pasa? ¿Porque me has dicho eso delante de Dani? (Oliver dijo un poco ofendido pero con muchísima educación y respeto. Su padre estaba apunto de estallar. Entonces Francisco se sacó el frasquito de pastillas del bolsillo y se lo lanzó. Oliver lo agarró al vuelo. Y cuando lo vio cerró los ojos y se maldijo. Se los dejó en los pantalones y con las prisas de la mañana no le había dado tiempo a tirarlas por el retrete. Cuando abrió los ojos vio como su padre se tensaba más y más)
-         Esto es lo qué pasa. ¡DROGAS! ¿en serio, Oliver? Drogas en MI casa. Drogas en MI hijo. Creí que tendrías más cabeza, no eras tan pequeño cuando lo de tu tía para no recordarlo.
-         Papá, espera, te lo puedo explicar (y se hizo el silencio, pero lo cierto es que no podía explicárselo) ¿si te digo que no son mías, no te lo vas a creer, verdad?
-         No (dijo muy serio. Oliver no se lo reprochaba como mentira era malísima y él llevaba toda la vida mintiéndoles a sus padres. Pero eran mentirijillas sin importancia, nunca algo tan gordo como eso. Pero no podía culpar a su padre por que hubiera llegado a esa conclusión, estaban en sus pantalones y eran anfetas).
-         No he tomado ninguna, aún. Iba a tomarles para los exámenes del mes que viene. (a veces incluso el mismo Oliver se sorprendía de si mismo, de lo fácil que le era construir una mentira verosímil) Sabes que no he dedicado mucho tiempo al estudio y bueno…me ha pillado el toro, y un tío me dijo que esto me ayudaría a recuperar el tiempo perdido. Pero tienes mi palabra que aún no he tomado ninguna. Puedes hacerme analíticas ¿si quieres? (Francisco había llegado a un punto que no sabía cuando Oliver le estaba mintiendo y cuando le estaba diciendo la verdad, el chico era increíblemente convincente cuando hablaba, pero años y años de irle pillando en mentiras le habían hecho desconfiar).
-         Y tanto que te van a hacer analíticas y si dan positivas, después de la paliza que te dé, vas a ir a una clínica y vas a seguir un programa de desintoxicación.  Y a partir de ahora y hasta que tenga los resultados de esas analíticas no pienso perderte la vista de encima. No hay más salidas y al salir de la uni te pasa por el bufet, allí podrás “ponerte al día con tu estudios” y después nos vendremos los dos para casa. Y si tengo que poner una cama en mi habitación, lo haré.
-         Papá ¿Y el beneficio de la presunción de inocencia? (dijo molesto).
-         Lo siento hijo, pero cuando se trata de drogas, no me voy a arriesgar. Creo que esas pruebas son relativamente rápidas, así que no te preocupes, si como dices estás limpios volverás a recuperar todos tus privilegios.
-         Y una disculpa por tu parte (añadió Oliver)
-         ¡Y una mierda! (dijo Francisco dando un manotazo en su escritorio) solo el hecho de que contemplaras la posibilidad de tomar esta mierda te hace merecedor de una buena zurra. Pero que hayas traído esta porquería a casa y que la hayas dejado tirada por ahí eso, hijo, eso es simplemente imperdonable (Oliver no podía discutirle eso no sin desmontar su mentira) ¿Qué hubiera pasado si alguno de tus hermanos se hubieran tomada alguna de esas pastillas por error?
-         Nadie se toma pastillas por error, y ni Celia es tan pequeña para confundirlas con caramelos. además no las dejé tiradas, estaban en el bolsillo de uno de mis pantalones ¿no? (dijo a la defensiva Oliver)
-         Me importa una mierda Oliver, sabes perfectamente la opinión de tu madre y mía sobre las drogas (dijo Francisco tan furioso que ni se percató que su esposa estaba muerta). No queremos que os metáis en ese sórdido mundo, es muy difícil salir Ese subidón que te dan no vale la pena. Y el precio que uno paga es muy caro (Oliver se moría por gritarle a su padre en la cara que no eran suyas, que él no se metía esa mierda, que claro que sabía que eso arruinaba vidas, su tía se arruinó la vida y aún a día de hoy su pasado le estaba pasando factura. Pero no podía. Su hermano le había dado la palabra que no volvería tomarlas y a diferencia de él Armando era un tío de palabra, y sabía que no lo haría).
-         - lo siento, fue un momento de debilidad (dijo fingiendo arrepentimiento, ya que con el enfrentamiento directo no iba por buen rumbo optó por hacerse el frágil), el último año ha sido muy duro, creí que podría aguantarlo sin más, pero supongo que me equivocaba (¡BINGO! Su padre había cambiado la cara ya no estaba enfadado sino preocupado. Iba por buen camino). Papá snif snif sé que soy el mayor y que debo ser ejemplo para los peques pero yo también la echo de menos, es duro llegara casa y saber que ella jamás volverá a estar aquí (y ocultó la cara entre sus manos como si intentara que su padre no le viera llorar).
-         Oliver, hijo (su padre lo abrazó)
-         Yo solo…solo…no quería que te preocuparás por mi también, sé que con Armando has estado muy preocupado y yo solo snif snif
-         Oliver, hijo, disculpa, soy un ciego y un idiota, no me daba cuenta de la presión que ejercía sobre ti, hijo. No tienes que demostrarme nada, echas de menos a tu madre, es natural, era tu madre, era un ángel, dios sabe lo unidos que estabais vosotros dos (Oliver por un segundo se sintió un poco culpable por manipular así a su padre pero es que su trasero el que estaba en juego).
-         No, papá, sniff yo debí ser más fuerte, sniff sniff tienes razón no debió ni pasárseme por la cabeza lo de las anfetas (si como abogado no prosperaba, probaría fortuna como actor de telenovelas).

-         Hijo (y le retorció la oreja fuerte haciéndolo doblarse de dolor) me avergüenzo de ti utilizar así la muerte de tu pobre madre para manipularme (vale la carrera de actor quedaba descartada) PLASS (y cayó la primera palmada) PLASS PLASS PLASS (a partir de ahí las palmadas fueron cayendo sin cesar) Por un momento casi me engañas, pero hijo si  crees que a estás alturas no conozco ya todas tus tretas, es que me tienes por más tonto de lo que soy. PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (y aprovechando que su hijo ya había dejado de forcejear con e´l se quitó el cinto e hizo algo que pensó que jamás haría él. Le dio 6 cuerazos) ZWAS ZWASS ZWASS ZWAS ZWASS ZWASS Y AHORA VAMOS DIRECTITOS A LA CLINICA A QUE TE HAGAN ESAS ANALÍTICAS. YA NO CREO NADA DE LO QUE SALGA DE ESA BOQUITA TUYA. Cuando pienso que ya has hecho todo habido por haber, logras hacer algo que te supera hijo. Nunca pensé que usarías un truco tan rastrero como acudir a la memoria de tu madre. Ahora mismo no puedo ni mirarte a la cara sin…(Francisco apretó fuerte la mano con que sujetaba el cinturón). Vamos para la clínica nada, y después te mueves a mi cuarto, ya veremos cuando podrás recuperar mi confianza, pero ya te digo que pasará un tiempo.

3 comentarios:

  1. aaa me moría de risa... el chico de verdad que se la rifa para las mentiras y eso de ser actor no le quedaría mal ... aunque por cubrir a su hermano ya calentaron el trasero :(

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  2. Pobre Oliver por buen hermano lo castigaron pero eso pasa cuando dices muchas mentiras.

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  3. Las mentiras no son buenas :(
    Porque pienan que hablas y mientes :(

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