viernes, 27 de marzo de 2015

SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO? CAPITULO 6



SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO?
CAPITULO 6

Angélica observo a sus hombres acercarse con su corazón henchido de una profunda emoción, era una mescla de sentimientos encontrados, la señora CASTRO, que había permanecido en silencio durante todo lo ocurrido entre su jefe, Juanito y el militar, finalmente se animó a hablarle a ambos en cuanto Andrés estuvo lo suficientemente cerca de ellas.
Con el debido respeto licenciada Angélica y Capitán… CONTRERAS, observo el apellido en su uniforme militar, vaya (pensó para sí  misma) este joven tenía el mismo apellido que ese detestable hombre de su pasado lejano, aquel militar cruel bajo cuyas órdenes había pasado tantos apuros su adorado esposo, un sargento primero del ejército hoy día jubilado.
Como les decía manifestó, la dulce mujer, hablando de forma pausada y serena pues no deseaba perturbar el sueño de Juan Andrés.
Creo que lo más conveniente para ustedes tres, es que entren al apartamento, se tranquilicen y hablen civilizadamente, como un par de adultos, ya que deben tener en consideración que tienen un hijo en común y que este inocente no tiene culpa alguna de lo que sea que haya ocurrido entre ambos.
Les ruego encarecidamente que no se agredan más, menos aún delante del niño, la cara de Juanito cuando los vio sacándose los ojos aquí mismo fue de auténtico miedo, por eso creo que reacciono de esa forma, huyendo despavorido de ambos.
Licenciada TORRES, mi niña, dijo la maternal mujer, yo creo que necesitan privacidad, pues tienen demasiado que hablar, mi presencia aquí ya no es relevante, así que me retiro, dijo la prudente mujer, un gusto capitán, ya veo de donde saco Juanito su físico tan especial pero también ese carácter tan “particular”.
Igualmente señora, contesto Andrés Felipe, lamento mucho que nos conociéramos en estas circunstancias tan “extrañas”, manifestó algo avergonzado el oficial militar que sostenía a Juan Andrés en brazos profundamente dormido.
Creo que lo mejor es que entremos al apartamento manifestó más calmada Angélica, el niño está agotado y ambos tienen un aspecto que francamente me asusta preguntar que paso arriba de ese cerro.
No te preocupes, él está algo revolcado y sucio pero perfectamente a salvo y bien de salud, manifestó el militar de forma pragmática y muy serena.
Aunque, tuve que recurrir a medidas algo “drásticas” para que dejara la pataleta monumental que tenía y poderlo traer de regreso en paz.
Creo que sé que sucedió y te entiendo, esta mañana, su bello trasero y yo tuvimos una “charla” poco amistosa debido a su recurrente mal comportamiento en el liceo.
Entremos entonces, le dijo Andrés a su amada, con su pequeño fuertemente apretado contra su pecho, el príncipe esta molido, hoy tuvo un día muy pesado, lleno de demasiadas emociones fuertes.
Cuando hubieron ingresado al pequeño apartamento Andrés acostó a Juanito en su cama, tratando de ser en extremo suave y cuidadoso, quitándole los tenis deportivos que estaban increíblemente sucios, luego la chamarra del cole, la sudadera y los calcetines, dejando al nene en pantaloneta y polo, procediendo a arroparlo, y antes de salir de la habitación del pequeño le dio un tierno beso en su frente.
Angélica los observaba desde la puerta del cuarto de su hijo absolutamente enternecida por lo que estaba mirando, a sus dos hombres juntos por fin, al hombre que amaba comportándose con su hijo como un típico y perfecto padre.
Vamos a mi cuarto que necesito revisarte esa rodilla, dijo Angélica, mira como estas de cojo gracias a la rabieta de nuestro hijo, le manifestó muy seria la maestra al militar, quien la observaba con cara de menso en ese momento, como era de bella la condenada profesorcilla pensó para sí mismo, los años solo la habían convertido en una mujer aún más hermosa y deseable para él, estoy perdido por completo pensó, aun te amo con locura.
Estoy perfectamente bien, no hace falta, le contesto Andrés haciéndose el digno, además el medico en turno en la brigada del dispensario militar me puede revisar no te preocupes.
OBEDECE, espeto su amada con rostro serio, vamos a mi cuarto DE UNA VEZ, para que te revise esa rodilla, le dijo con una ceja levantada al militar, no es una opción, no te voy a dejar irte así de sucio y lastimado como estas.
OK, como digas, contesto Andrés con cara de circunstancia, dándose por vencido, el jamás había logrado llevarle la contraria a esta mujer y evidentemente las cosas seguían igual, ella mandaba, ni modo.
Desde cuando eres médico? le pregunto Andrés a la profesora poniendo rostro de sarcasmo, sintiéndose bastante a gusto con la situación que estaba teniendo lugar en ese momento entre él y su amada.
Soy maestra y rectora de un liceo con más de 1.000 estudiantes, tuve que hacer un curso completo de primeros auxilios, no tienes idea de lo que son Capaces de hacer estos “angelitos” cuando deciden ser traviesos, y lo lastimados que pueden resultar en el proceso, tu hijo en especial es una muy buena referencia de eso.
Ahora si tiene la amabilidad quítese el camuflado completo “capitán”, para que le pueda revisar la rodilla, dijo rodando los ojos en señal de ironía, muy seria y con cara de quien no quiere la cosa.
Orden esta que fue obedecida con gran gusto aunque de forma lenta por parte del militar, quien la miraba con picardía, mientras la madre de su hijo lo observaba pensando para sus adentros “santa madre de los apachurrados como estas de lindo condenado facho”, pero POR DIOS que estás pensando mujer, se reclamó a ella misma, recupera la compostura que tu solo puedes y debes sentir “desprecio” por este canalla.
Así está bien? Le pregunto el militar quedando solo en bóxer y camisilla a su profe, sentándose en el borde de la cama.
Angélica en ese punto sudaba un poco y el rubor en sus mejillas delataba su reacción al tener frente a ella, en su cuarto, al hombre que amaba con desesperación y ligerito de ropa como estaba.
La maestra trato de guardar compostura y se sentó al lado de su amado a revisarle la rodilla derecha, la cual en efecto como temía estaba inflamada gracias a su adorado bebe, está muy maltratada le dijo, observando la maltrecha rodilla derecha del militar, creo que va a ser necesario inyectarte un voltaren para el dolor y ponerte una venda con antiinflamatorio.
Aseveración que no le causo ninguna gracia al capitán Contreras, el cual la miro con cara de espanto y negando con la cabeza, como si acabara de ver al mismo demonio frente a él.
Exclamo aterrado, Estas Lorenza (loca) acaso?, NO, NO, NO Y NOOOO, como se te ocurre, yo ODIO las inyecciones y lo sabes muy bien, así que ni hablar eso está completamente fuera de discusión, me niego Angélica María.
Angélica, ante la reacción de Andrés Felipe, no pudo evitar poner una cara malévola entre picardía y gusto al escuchar al recio oficial militar negarse asustado como un niño pequeño ante la posibilidad de que le inyectara el trasero con un anti inflamatorio.
JUMM QUE VERGÜENZA, espeto con burla, Serás gallina, tu un hombre adulto hecho y derecho, además oficial militar, estas a punto de salir corriendo o saltando en un pie porque lo de correr lo veo complicado, en ropa interior con tal de evitar un piquetito inofensivo, mira que ni Juan Andrés haría un berrinche con eso (un golpe bajo y además mentiroso ya que de ser su hijo, hubiera salido huyendo por la ventana con tal de evitar la Inyección) pero Andrés Felipe no sabía eso así que no había razón porque no sacar ventaja.
ASHHH, ok, ok, has lo que quieras asevero resignado y con un semi puchero en la cara el militar que “estoicamente” aceptaba ese “cruel” destino.
Pero me va a doler horrores y será solo por tu causa, que bien sé que tienes madera de sádica dijo el militar, fingiendo indignación, causando una risita malévola en el rostro de su amada lo cual le agrado bastante a Andrés Felipe.
Ya deja la bobada y acuéstate boca abajo para que pueda inyectar tu cobarde trasero, le dijo casi a punto de soltar la risa, divertida al ver a su uniformado sudando frio y con evidente cara de espanto.
Angélica preparo el inyectable y un algodón mojado en alcohol para desinfectar la zona en donde le aplicaría la inyección a su “fascista despreciable”, bajándole el bóxer a medio trasero, y súbitamente por impulso, sin pensarlo demasiado, procedió a tomar por asalto, sin previo aviso la retaguardia de su amado proporcionándole seis duras nalgadas a todo lo largo de su firme y redondo trasero, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, para luego con una precisión quirúrgica aplicarle la odiosa inyección sin darle tiempo de decir nada a un muy sorprendido Andrés Felipe.
AUUUUCHHHH, pero como eres mala, dijo Andrés haciendo un puchero, cual si fuera un peque de doce años igual a su bebe, eso es ataque a traición, no se valeeee, comunista tenías que ser para ser tan ventajosa, dijo entre sorprendido y divertido el militar.
Te merecías todas y cada una de esas nalgadas, contesto su amada con voz sensual, es más debería haberte dado una tunda inolvidable por ser tan malvado como has sido conmigo y con tu hijito, mira que largarte de esa forma sin siquiera decirme adiós, eso fue cruel aun para un militar Andrés Felipe, esto último lo dijo con una verdadera tristeza que se reflejó en su voz y rostro.
Te aseguro que tú te fuiste antes que yo de Florencia, le dijo Andrés Felipe a Angélica, mientras esta le ponía la venda con medicamento en la rodilla derecha, y te juro que voy a descubrir que paso, no soy un miserable que sería capaz de irse del país abandonando a la mujer que ama y menos aun estando embarazada, de veras piensas que me hubiera perdido la primera infancia de Juan Andrés por puro gusto?
Veo que tu hijo te impresiono, le contesto Angélica con una tierna sonrisa en su rostro y un brillo especial en sus hermosos ojos negros. Ese niñito es un clon tuyo, tiene todas tus “cualidades” dijo con sarcasmo, incluso las que Detesto dijo haciendo un gesto chistoso, en especial esa miradita tan dulce que tienen cuando se enojan en serio por algo.
Tiene muchísimo carácter, es un valiente, le dijo Andrés Felipe orgulloso de su hijo, lo hubieras visto como se enfrentó a cinco bandidos que lo acecharon en el cerro él solito, sonrió con verdadero orgullo paterno, uno de ellos en especial lo va a recordar por mucho tiempo, haciendo una clara referencia al bellaco que termino con la cabeza rota y la entrepierna magullada por cortesía de su bello e inofensivo ángel.
Que hiso que cosa? Dijo con cara de espanto la hermosa maestra, sentándose al lado de su amado en la cama, quedando súper cerca del militar que divertido y orgulloso le contaba con detalle la peligrosa aventura de su retoño en aquel cerro.
Ese temperamento espantoso lo heredo de ti, no hay duda, yo soy una pacifista convencida dijo seria Angélica, nada que ver contigo que eres un bárbaro armado y además orgulloso de serlo, espeto mientras miraba con molestia el fusil de asalto galil 5.56ml que el militar tenia recostado en una silla al pie de su cama junto con sus demás “juguetes”.
Pero aun así me amas comunista malvada, le contesto Andrés Felipe poniendo cara de seductor, muy cerca del rostro de Angélica mientras la tomaba de las manos con suavidad y le daba el más apasionado y tierno a la vez de los besos que jamás le había dado, eran doce años de amor y añoranzas reprimidos que salían a flote en ese momento por medio de un tremendo beso que fue correspondido por su sorprendida amada.
Esa noche la profesora y el militar quien la mayor parte del tiempo hiso equilibrio en el pie izquierdo, se comportaron como fieras en celo devorándose mutuamente, hicieron el amor de una forma en extremo fuerte, apasionada, en la habitación, en el baño, en la sala, incluso en el corredor del Pequeño apartamento, contando con suerte que su hijo estaba exhausto y Dormía profundamente de lo agotado que estaba o lo hubieran dejado traumado al escuchar a sus padres en menuda faena.
La mañana del sábado despuntaba en el horizonte y los sorprendía abrasados, desnudos en el lecho, besándose el uno al otro, con una infinita ternura, completamente cansados pero del mejor humor al estar juntos de nuevo después de una odiosa espera de doce años.
Debo regresar al Batallón, en una hora más recibo turno como oficial de guarnición, manifestó con cara de desagrado el Capitán Contreras, quien en ese momento lo último que quería era separarse de su amada y de su hijo, él quería estar allí por siempre junto a ellos dos y jamás perderlos de vista de nuevo.
Pero es tu deber y debes ir a cumplir con él, manifestó Angélica con carita dulce pero algo triste, dándole otro tierno beso, por la inminente partida de su amado militar, pero no te puedes ir con ese uniforme maltratado y lleno de mugre y ni hablar de tus botas, están inmundas dijo con algo de burla al Ver la cara arrugada de Andrés Felipe, quien no había notado el lamentable estado de su uniforme militar y sus botas,  ahora las observaba con desgano pero con resignación, espetando, NI MODO me toco irme así, y cambiarme rápido en la brigada, qué más puedo hacer? No voy a ir a trabajar manejando una Hummer en ropa interior jajajajajajajajaja.
No tienes que hacer eso exagerado, le dijo Angélica divertida, aunque me encanta verte ligerito de ropa fascista sexi, dijo guiñándole un ojo y riendo con picardía, espera un segundo, se levantó y rebuscando en una maleta que tenía escondida en la parte alta del armario saco un polo deportivo, una Sudadera completa y unos tenis de Andrés Felipe, que tubo guardados junto con otras cosas más de el durante todo ese tiempo.
Así que después de tomar un buen baño junto a Angélica, el Capitán Contreras se vestía de atuendo deportivo, entraba a la habitación en donde Dormía a pierna suelta con cara de angelito Juan Andrés, ajeno por completo a lo que sucedía a su alrededor, le daba otro tierno beso a su retoño en la mejilla y le dejaba en su mesita de noche su reloj militar tipo comando junto con una cadena que siempre llevaba colgada al cuello.

 


En la entrada del bloque de apartamentos Angélica despedía a  Andrés Felipe, con un tierno beso y con una simple y sencilla pregunta que desvelaba todos sus miedos e inseguridades de forma pura, descarnada,  ¿te volveremos a ver? o la próxima vez será hasta que Juan Andrés cumpla 24 años?
Andrés Felipe con los ojos aguados por lo duro que le habían calado en su interior esas preguntas llenas de amor/dolor de parte de su amada, le contesto de inmediato.
Sé que desconfías de mí, crees tener razones suficientes para hacerlo, pero te juro por lo más sagrado que jamás me voy a alejar de ustedes de nuevo, les voy a demostrar a los dos con evidencias que no soy un canalla, Juan Andrés y tu son lo más importante, bello y sagrado que tengo en el mundo, son la mejor y única razón para que mi vida tenga sentido, propósito y significado.
Toma, le entrego un walkie talkie militar muy sofisticado de un juego que saco de la camioneta, tienen la misma radio frecuencia, si me necesitas en algún momento del día sin importar la hora llámame, que en el término de la distancia estaré aquí para ambos, dile al príncipe que papa lo ama con locura y que tan pronto termine turno de oficial de Guarnición vendré a verlos.
Te amo tanto mujer hermosa, no te llegas a imaginar cuanto y mucho más después de saber que eres la madre de mi único hijo, de saber que me diste El maravilloso regalo de ser padre de alguien tan espectacular como nuestro niño.
Este lunes a primera hora voy a tramitar mis vacaciones por comando ejército, me deben tres periodos seguidos, necesito que tú también pidas permiso en tu trabajo almenos de dos Semanas, tenemos que viajar a Bogotá urgente Para que mi abogado tramite todo lo referente al registro civil de Juan Andrés, él debe tener mi apellido lo más pronto posible, además está todo el tema de que figuren como beneficiarios de mi seguro de vida militar y que Juanito sea legalmente el heredero de mis bienes, también quiero sorprender a mi mama, quiero que la doctora Lina conozca su único nieto varón, esto lo dijo con la mirada iluminada.
No te parece un poco apresurado todo eso? Pregunto Angélica, además mi hijo y yo no queremos apellidos elegantes ni propiedades o lujos, te queremos a ti, dijo bastante digna la altiva y decidida profesora.
Yo lo se preciosa, contesto dulcemente el militar, mirándola a los ojos lleno de amor, sé que nada de mi mundo te parece atractivo, nunca fue así, pero te ruego por favor que me permitas darles a los dos el lugar que les corresponde junto a mí, es lo correcto amor, lo que debí haber hecho hace doce años atrás, además te informo Angélica María que es mi más firme intención y anhelo que me concedas tu mano en matrimonio amor mío, dijo esto mientras ponía en el dedo corazón de la mano derecha a su amada una sortija de oro de 24kilates grabada con un escudo, el escudo de armas su familia.
Sé que no es lo más romántico, es un anillo de hombre pesado y feo, pero si lo mas practico para mí en este momento tan decisivo. Ya te lo pediré de forma apropiada, con la sortija que corresponde, y en un lugar bonito, te amo demasiado y muero de ganas porque seas legalmente mi amante, mi compañera, mi cómplice, mi mejor amiga, mi esposa, quiero terminar de educar juntos a nuestro hermoso hijo, verlo convertirse en un hombre maravilloso y esperar los nietos, hacerme viejito junto a la mujer que amo.
Que dices amor mío? Me honrarías convirtiéndote en mi esposa ¿Pregunto el militar con el pecho comprimido de tanta emoción.
Sabes que la respuesta es si hoy, mañana y siempre baboso, dijo la maestra con lágrimas escapando de sus bellos ojos negros, DIOS me ayude pero te amo demasiado militar, besando dulcemente en los labios a su amado.

Así el capitán Andrés Felipe Contreras partía feliz, con rumbo a la brigada vestido con atuendo deportivo, con cara de ponqué y con el corazón rebosante de sentimientos cálidos, de nuevo se sentía un ser humano vivo.

4 comentarios:

  1. Esa sortija esta increíble!!!!
    Me gusto mucho tu actualización y esa reconciliación de los dos muy buena!!!!
    Les quedo de perlas que el niño se la pasara durmiendo!!!
    jajajaja definitivo a los Contreras no les gustan las inyecciones!!!!

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  2. Vaya! Capítulos realmente intensos e interesantes!! Muy buena historia realmente! Conti, por fis! Felicidades!!!

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  3. Mi hermamastro mi mi hermanastra se enteraron que yo rebrobe y me expulsaron de la universidad me llevaron a la ducha me desnudaron agarraron a nalgadas con sus manos gordas me pusieron de pie los 2 me agarraron a cachetadas y a la
    pos

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