SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO? CAPITULO QUINTO

SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO?

CAPITULO QUINTO

Andrés condujo por media hora el mastodóntico vehículo militar sin darse demasiada prisa, mientras que Juan Andrés sentado en el asiento del pasajero, miraba pensativo por la ventana, indicándole cada cierto tiempo la ruta que debía seguir hasta el conjunto de apartamentos en los que vivía junto con su madre, era un lugar bastante acogedor aunque modesto, construido cerca de uno de los cerros tutelares de la ciudad, el clima era incluso más agradable que en el resto de la ciudad, era templado, mucho más fresco que en el resto de Cúcuta, Andrés ingreso con el hummer dentro de la unidad habitacional causando gran interés en el resto de los niños que jugaban fuera por lo llamativo del vehículo, era viernes en la tarde así que los chicos revoloteaban por todo el conjunto jugando con una pelota de futbol, otros patinando, en fin era una típica tarde de viernes.

Estaciono la enorme camioneta militar junto al bloque de apartamentos que le indico Juan Andrés, descendieron del mismo y el niño tenía un semblante bastante sereno pero algo sombrío al pensar en lo que seguramente pasaría entre él y su madre después de que quedaran a solas, cuando su nuevo amigo hubiera charlado con ella y hubiera partido, estaba seguro de recibir Una nueva y más que merecida tunda aun peor que la anterior, la que había recibido en horas de la mañana en el despacho de su madre.

Estando ambos a punto de ingresar al bloque de apartamentos donde Juanito residía junto a su madre, se encontraron de frente con una frenética Angélica que salía junto con la señora Castro, la secretaria de rectoría del liceo decididas a reportar la desaparición del niñito ante las autoridades policiales, su bebe había estado perdido todo el día, en ese momento eran las cinco en punto de la tarde y el niño aun no aparecía por ningún lado, lo habían buscado por todas partes, llamado a todos sus amigos y en ninguno de los lugares que frecuentaba estaba el niño, cosa que tenía a su angustiada madre al borde de perder los nervios de nuevo de pura preocupación por su amado hijito.

Sus miradas se encontraron, el tiempo se detuvo por completo, por un breve lapso, allí estaban uno frente al otro después de doce largos años de no verse, de no saber nada uno del otro y en ese mismo instante todo el amor pero también la rabia y frustración de ambos afloro, salió a flote como un tsunami.

Hola mami….ya vine, dijo de forma muy tímida y mirando al suelo con cara triste un preocupado Juan Andrés, pero el saludo no fue contestado por su Amada madre, ella estaba en shock, completamente absorta dentro de la Profunda mirada de este hombre, de este militar que la veía con cara de asombro directo a los ojos, por Dios santo que detestaba esa mirada horrible, esos grandes y expresivos ojos color miel que en ese instante brillaban con un fulgor amarillo de pura furia, mirada que su adorado hijo había heredado de este hombre muy a su pesar, de este patán despreciable que se había largado como ladrón en medio de la noche doce años atrás, dejándola sola junto con su niño aun por nacer sin siquiera decirle adiós.

Observo que su único hijo estaba frente a ella, sano y salvo, lo cual le produjo un enorme alivio, pero porque había llegado en compañía de Andrés Felipe?, Su gesto preocupado se transformó en el rostro de la ira y veloz como un rayo salto sobre el militar que acompañaba en ese momento a su hijito propinándole dos fuertes bofetadas las cuales surcaron de lado a lado el rostro del capitán contreras, PLAF, PLAF, SERAS CINICO ANDRES CONTRERAS, COMO TE ATREVES A APARECER DE NUEVO EN MI VIDA?  PORQUE NO TE QUEDASTE EN EL AGUJERO OSCURO EN DONDE ESTABAS?

Porque no te quedaste enterrado en mi pasado siendo un recuerdo distante y doloroso, QUE MIERDA HACES AQUÍ CON MI HIJO?, Andrés palideció por la enorme sorpresa que estaba recibiendo ahí mismo, muy pocas cosas en esta Vida podrían tomarlo desprevenido pero esta sin duda que era una, … RESPONDE CARAJOOO, ¿ por qué volviste? Las lágrimas afloraron inundando los hermosos ojos de su amada.

Andrés la tomo fuerte aunque sin llegarla a lastimar por ambas muñecas y mirándola directo a la cara logro reaccionar y también rugió como un león, AHORA RESULTA QUE YO SOY EL CINICO ANGELICA MARIA?, como te atreviste a largarte sin dejar rastro tras de ti? Yo que te hice? Que te disgusto tanto de mi para abandonarme como un trasto viejo?, YO TE AMABA ANGELICA TORRES, QUERIA CASARME CONTIGO, QUERIA QUE HICIERAMOS UNA VIDA JUNTOS, QUE DIOS ME ASISTA AUN TE AMO MUJER CRUEL,  no ha pasado un solo día durante doce largos años en el que no piense en ti, las lágrimas inundaron los ojos de ambos en medio del forcejeo que era presenciado por un sorprendido Juan Andrés que no entendía para nada que rayos estaba pasando entre su nuevo amigo y su madre.

Pero  rápidamente logro superar el asombro inicial que lo había paralizado, el seria muchas cosas pero no tonto y con evidente cara de espanto pero hablando lo más fuerte y claro que pudo con ambos manifestó,

EYYY, UN MOMENTO USTEDES DOS, TACHO, TIEMPO FUERA, me quieren explicar que carajos pasa? Ustedes ya se conocían de antes?

Madre por favor explícame ahora mismo porque le estas dando de bofetadas e insultando a este señor, a este militar?? Dímelo por Dios quien es él y porque están peleando de esta forma, porque diablos se están diciendo cosas tan feas y lloran al hacerlo?

Acaso este señor es el militar de tu pasado? Al que tanto desprecias? Este militar es mi padre??, en ese instante ambos enamorados Angélica y Andrés se quedaron de una pieza, paralizados por la sorpresa y en absoluto silencio. mirando al mismo tiempo al pequeño que hacia una pregunta que en ese momento le pesaba como una tonelada de cemento a su intranquila madre y que hacía que el capitán contreras sintiera como le faltaba el aire.

Sentía como su cabeza estallaba sobre su cuerpo y se iba volando directo a la estratosfera como un misil balístico, acaso el niñito con el que había estado toda la mañana hablando de todo y haciendo tonterías, el niño que lo hiso sentir tan a gusto, era en realidad su Hijo? este niño travieso era el fruto del Amor intenso que había vivido en Florencia Con Angélica Torres?, cuando algo hiso clik en su cerebro en ese instante y recordó como el niñito este se había presentado con él antes del almuerzo, “MUCHO GUSTO ME LLAMO JUAN ANDRES TORRES”, también recordó la edad exacta del infante, DOCE AÑOS, el mismo se lo había contado, además es hijo de Angélica, pero entonces…,

El militar sintió como su sangre hervía por toda la extensión de su cuerpo y una ira de escala sobrenatural invadió su ser en ese mismo instante, pero como el prefecto oficial militar que era, con una pasmosa y aterradora serenidad le pregunto a su amada mirándola de nuevo directo a los ojos,

En nombre de todo lo que es sagrado Angélica María Torres, dime que no huiste de mi estando embarazada? …que no fuiste capaz de hacerme semejante atrocidad,… DILOOOOOO JODER.

Claro que me fui esperando a tu hijo, bastardo mentiroso y cobarde, fue la respuesta llena de rabia, dolor y decepción que recibió Andrés de Angélica, jamás tuve oportunidad de contarte que estaba esperando un hijo tuyo, justo Cuando iba a decírtelo tu resolviste que te habías aburrido de jugar conmigo, con esta provinciana pobretona y te largaste del país a        seguir jugando al “héroe”, pomposo y desgraciado fascista.

Andrés se sintió absolutamente indignado por lo que escuchaba en ese momento y contesto, ¿Cómo eres capaz de mentir con tal descaro delante de nuestro hijo?, cuando regrese del área de operaciones en Florencia a notificarme de mi traslado sorpresivo al Sinaí te busque durante dos días, te busque en tu apartamento, te busque en el liceo donde enseñabas, le pregunte a LUCIA y ella no me dijo una palabra, te llame al móvil y me enviaba a buzón de inmediato, tu mujer cruel e infeliz, te largaste de Florencia antes que yo lo hiciera, LLEVANDOTE A MI BEBE CONTIGO, grito lleno de dolor y con lágrimas rodando por su rostro,…trato de recuperar la compostura, (respiro hondo) aún tengo el pasa bordo del vuelo que me llevo hasta Bogotá de esa época para probarlo, no sé ni porque lo guarde pero gracias al cielo aun lo conservo, así vamos a ver quién está mintiendo aquí, si tu o yo, loca profesora comunista.

Juan Andrés no pudo soportar un segundo más la terrible escena que estaba presenciando, sentía que le faltaba el aire, sentía nauseas, la impresión de Todo aquello había sido demasiado para su cabecita de niño y aún más para su corazón, por lo que de forma lenta se sentó en una banca de cemento aledaña al bloque de apartamentos, tratando de procesar todo aquello, trato de calmarse lo mejor que pudo, pero simplemente todo aquello era demasiado, además era obvio que alguno de ellos mentía, pero cuál de los dos era?

Lastimosamente una tormenta de adrenalina inundo todo su ser cegándolo, llenándolo de ira, sin darles tiempo de reaccionar a sus padres rompió en un doloroso y desesperado llanto, con voz llena de dolor y frustración les grito, LOS ODIO MUCHISIMO A LOS DOS, POR SU CULPA NO HE TENIDO UN SOLO DIA DE FELICIDAD EN MI VIDA, POR SU CULPA SIEMPRE HE TENIDO MIEDO, YO MERECIA UNA FAMILIA NORMAL, NO SER HIJO DE UN PAR DE LOCOS DE MIERDA COMO USTEDES DOS, ISHH, ISHHH, y se paró con la firme intención de salir corriendo con rumbo a los cerros aledaños al conjunto.

Andrés al darse cuenta de que el niño pretendía salir corriendo de allí, que quería alejarse despavorido de ambos, como lo había hecho en la mañana, de su colegio, de forma ágil lo sujeto tratando de que se calmara,

JUAN ANDRES, YA BASTA DE ESO, NO VAS A SALIR HUYENDO DE NUEVO, TRATA DE CALMARTE UN POCO PARA QUE PODAMOS HABLAR LOS TRES, le dijo lo más calmado y racional que pudo en ese momento su sumamente exaltado su padre.

NOOOO, DEJEME, SUELTEME YAAAA MILICOO, USTED NO ES NADIEEEE PARA MI, NO ES NADIEEE, LO ODIOOOO MALDITOO, y sin mediar más palabras totalmente de sorpresa le soltó una tremenda patada en la parte trasera de su rodilla derecha, lo que hiso que el capitán contreras soltara un sonoro ARRRGGG y perdiera el equilibrio casi cayendo de lado, lo que le permitió a Juan Andrés salir corriendo veloz como el viento con dirección a los cerros.

JUAN ANDRESSS ESPERAAA, gritaron al unísono sus aterrados padres sin poder evitar que el exaltado niñito saliera huyendo fuera de su alcance, perdiéndose demasiado rápido en la espesura del bosque aledaño, comenzando a ascender por el cerro de forma ágil como un gato montés.

Andrés Felipe, por favor tráelo de regreso de inmediato dijo en pánico total Angélica, esos cerros son muy peligrosos, están llenos de cuevas y despeñaderos, además me han dicho que son refugio de todo tipo de delincuentes, tengo miedo por nuestro niño, algo terrible le puede suceder en esos cerros, por favor trae a nuestro bebito de vuelta sano y salvo “AMOR”… esto último se le escapó de forma involuntaria a la angustiada maestra.

Nuestro valiente militar se puso de pie velozmente, al oír la voz llena de angustia de su amada, muy a pesar de que su rodilla derecha estaba hecha puré, gracias al tremendo puntapié que le había acabado de propinar su hijo, el mocoso era más fuerte físicamente de lo que aparentaba, emprendió la persecución de su rebelde retoño por esos peligrosos cerros, corría tras el rastro de su niño como nunca lo había hecho antes en su vida, jamás había sentido tanta angustia, ni aun en medio del combate más cruento, a pesar del horrible dolor de su rodilla derecha debía alcanzarlo, le iba la vida entera en ello, tenía el deber sagrado, la misión de encontrar a su recién conocido hijito y traerlo de vuelta a casa sano y salvo.

Pero como corría de rápido el condenado mocoso, aun el siendo un militar entrenado, bastante acostumbrado a terrenos de selva y montañas tenia dificultad para seguirle el paso, pero no se rendiría, eso jamás, su hijo estaba fuera de sí en ese momento y podría terminar esa rabieta haciéndose demasiado daño.

Juan Andrés corrió, trepo, rodo y continuo corriendo de forma desesperada al límite de sus fuerzas, por ese terreno agreste, quería huir, quería escapar de esa horrible realidad que aparecía de improviso ante el a poner su mundo de cabeza, esa revelación, enterarse de improviso de quien era su padre y además ver a sus padres liados en tamaña bronca diciéndose hasta misa, era algo demasiado pesado para asimilarlo tan pronto.

Poco a poco por el tremendo esfuerzo físico se fue agotando, disminuyendo el paso, hasta que encontró un claro en la tupida vegetación y se sentó poniendo su espalda contra un enorme árbol, tomándose la cabeza con ambas manos, rompiendo en llanto nuevamente, el dolor y confusión que sentía en ese instante era demasiado grande, simplemente no lograba procesar todo aquello.

Cuando de repente escucho murmullos, unas risas y pudo ver siluetas que salían de las sombras de los arboles como espantos y se le abalanzaban encima rodeándolo.

¿Por qué tan triste ricurita?, acaso papito y mamita te regañaron? Dijo con lascivia casi que babeándose uno de los cinco degenerados que con cuchillos y garrotes en mano lo rodearon sin darle lugar a escape de ese tenebroso lugar, su aspecto era temible, estaban mugrosos, apestaban a marihuana y alcohol, además por la forma de mirarlo y hablarle, sus malas intenciones para con el eran evidentes.

Ahora sí que estaba metido en un lio demasiado gordo, se sintió  niño muerto en ese instante, ¿Qué carajos iba a hacer ahora? Tal vez no fue tan buena idea alejarse corriendo furioso de sus papas después de todo, en ese momento sintió rabia con el mismo por ser tan impulsivo, sus rabietas siempre lo metían en problemas.

Un aterrorizado Juan Andrés lentamente se puso de pie secando sus lágrimas con la manga de su chaqueta deportiva colegial y sin pensarlo dos veces tomo una piedra del suelo para tratar de defenderse con ella del grupo de maleantes, que cual si fueran hienas lo acechaban en ese instante.

El niño estaba a punto de hacerse pis encima de sus pantalones, pero jamás demostraría temor frente a estos vagos, así que hiso acopio de valor y sin pensarlo dos veces al ver que estaba en menudo lio, le aventó la piedra que tenía en su manito derecha al hampón que tenía frente a él, rompiéndole la cabeza como si de un coco se tratara, CRACKKKK, sonó fuerte y seco el golpe seguido de un sonoro AUUUUUUUUU, de parte del maleante que herido se tomaba la cabeza con ambas manos al tiempo que recibía un tremendo puntapié en la entrepierna de parte de Juan Andrés.

Tratando de aprovechar la confusión momentánea que consiguió crear, el asustado Juan Andrés trato de salir huyendo de ese lugar pasando por encima del bandido que yacía doblado en el piso retorciéndose de dolor, recibiendo una zancadilla de parte de otro de los malandros que lo tiro de bruces al suelo, al tiempo que otro le soltaba una tremenda patada en el costado la que apenas logro bloquear con su antebrazo, dejándolo semi inconsciente por la fuerza con la que se estrelló contra el piso a merced del grupo de maleantes.

Miren que nos resultó bravo el cabronsito este, espeto con mofa uno de los bandidos, nos vamos a dar un festín contigo ahora mismo por alzadito, te vamos a dejar para recoger con pala, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, rieron al unísono el grupo de malandros.

Sin notar que un furioso capitán del ejército Los había ubicado por todo el ruido que estaban haciendo y estaba a punto de saltarles encima más feroz que un tigre defendiendo a su cachorro, lo que en efecto ocurrió, en fracciones de segundo  el capitán Andrés Contreras, ciego de furia comenzó a Obsequiarlos con toda clase de puñetazos, patadas y llaves Quiebra huesos en puntos bastante sensibles de la anatomía humana, con tal velocidad, fuerza, ferocidad y contundencia, que en cuestión de tres minutos había tirado por el suelo a los sorprendidos maleantes, los cuales sangraban profusamente por nariz, oídos y boca.

Juan Andrés, aun algo desorientado por el fuerte golpe recibido, que logró sacarle el aire, había conseguido sentarse en el suelo, su antebrazo izquierdo le dolía horrores, mientras observaba como su padre les partía la madre a golpes a ese grupo de malvivientes, cuando súbitamente vio como Andrés, actuando en automático, llevo la mano a su espalda y halo delante de si un pequeño fusil de asalto, lo desaseguro, corto el proveedor y con unos pavorosos ojos, amarillos de ira estaba a punto de abrir fuego sobre la humanidad de los bandidos.

PAPAAAA NOOOO, DETENTE, NO LO HAGAS, PAPIIII POR FAVOR NOOO. Grito el asustado niño con toda la fuerza de la que era capaz. Logrando hacer reaccionar de inmediato al furico capitán contreras, el cual al oír el grito de pánico de su hijo se calmó, recuperando la suficiente cordura para retroceder, guardar esa cosa pavorosa en su espalda y de un salto estaba alzando a su hijito del piso de ese horrible lugar y salía corriendo veloz como un felino de allí.

Andrés Contreras, aun lleno de adrenalina, corrió cerro abajo por un lapso de media hora sin descanso con su hijo en brazos, cuando se alejaron lo suficiente como para estar a salvo de cualquier peligro, el militar se detuvo en una saliente de rocas en la montaña para de inmediato revisar a su vástago de arriba abajo, una y otra vez para verificar que no estuviera herido.

Dándose cuenta que aparte de unos raspones y arañazos no tenía nada de consideración, no había nada dislocado, no había huesos rotos ni hemorragias por ningún lado, no presentaba equimosis torácica, Nerviosamente, como buen militar y padre novato, estaba aplicando en su retoño todos los procedimientos de atención de emergencias médicas en combate.

Juan Andrés impaciente, aun molesto por todo lo ocurrido, de nuevo volvía a asumir su insufrible actitud sobradora y rebelde, exclamando en la cara de su padre lo siguiente: “estoy bien soldado no se preocupe que esos putos no lograron hacerme mayor cosa, tranquilícese de una vez, ya deje el show”, exclamo muy gallito y con cara de asco el pequeño mocoso que le acababa de hacer pasar el peor susto de toda su vida adulta al recio militar, el cual al ver a su único hijo tendido en el suelo y rodeado de bandidos llego a pensar lo peor.

Súbitamente la expresión en su rostro cambio de preocupación a severidad, su nuevo “amigo”, con quien había jugado x-box y comido helado, se había desvanecido de repente y en su lugar aparecía un enojadísimo padre quien sin mediar palabra se sentó en una de las rocas poniendo al inconsciente niñito sobre sus rodillas, bajándole la sudadera, luego la pantaloneta y al final el bóxer que traía puesto dejando las blancas y redondas nalguitas del niño completamente expuestas y a su alcance, era oficial, este en definitiva no era un buen día para él, Juan Andrés habría de cobrar por ventanilla una tunda materna y otra paterna el mismo día.

Jamás en la vida se te vuelva a ocurrir hacer algo así de estúpido y peligroso Juan Andrés Contreras Torres.

¿COMO LO HABIA LLAMADO? se sorprendió Juanito al escuchar todos sus nombres y apellidos juntos, aunque no le molesto en absoluto, incluso sonaban bien.

O te aseguro siguió riñendo su padre, que te va a pesar como no tienes Idea mocoso del carrizo, y comenzó a dejar caer una serie de durísimas nalgadas sobre el tierno y expuesto trasero de su hijito, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, PLAF,PLAF, PLAF,PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, joder como dolían, su colita estaba en llamas o al menos así lo sentía en ese momento, ARRRG, GRRRRR, UFFFF, AUUU, su padre parecía tener manos de acero, pensó por lo duro que lo estaba sonando, esto no era ni siquiera parecido a lo que había experimentado en la mañana mientras su mami lo nalgueaba, esto era un millón de veces más fuerte, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, AUUUUU, AYYYYY, ARRRGGG, él no era un llorón, claro que no caramba, pero tampoco era súper boy, esto era demasiado, así que no le quedo de otra, según su modo de verlo, más que reaccionar como un niño mimado,(como si no lo fuera en realidad) a ver si este hombre, su recién conocido padre, se conmovía y dejaba de usar su retaguardia como blanco de artillería.

LO SIENTOOOO, BUAHHHH, NO LO VUELVO A HACER, EN SERIOOOO, PAPITO PARA POR FAVOR, ME DUELE MUCHOOOO, BUAHHHH, BUAHHHH, BUAHHHH, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,PLAF, las lágrimas llenaron sus hermosos ojos color miel de forma copiosa y comenzaron a rodar por sus mejillas.

JAMAS en la vida vas a volver a ponerte en peligro de esa forma jovencito, te han podido haber violado y luego matado, te has podido desbarrancar por algún peñasco, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF,  AYYYYYY, COF, COF, AUUUU, EN SERIOOO DE VERITAS LO LAMENTO PAPIIII, YA NO LO HAGO MAS TE LO JURO, BUAHHHH, BUAHHHHH.

En ese punto de su merecido castigo ya no lloraba como recurso de salvación, su llanto era real y sentido, toda su altanería y pose de valiente para enfrentar una zurra de la cual había hecho gala con su madre, se habían ido para los mil demonios, definitivamente con papa este asunto era a otro precio, ahora lo único en que pensaba niño era en el copioso e incesante dolor en su trasero a medida que su padre estampaba su durísima mano en él una y otra y otra vez.

Andrés, al ver a Juanito hecho un mar de lágrimas, sintió su pecho apretarse, detuvo en seco la tunda que le estaba propinando a su hijo, MALDITA SEA, pensó para sí mismo,  que esa no era la forma en que quería iniciar su roll de padre y la relación con Juan Andrés, el niño no se atrevía a moverse un centímetro del regazo de su fuerte padre, solo se limitaba a llorar desconsolado por la fuerte reprimenda que acababa de recibir.

Con sumo cuidado, Andrés acomodo toda la ropa de su hijito en su lugar habitual, el lindo trasero del niño parecía una par de cerezas maduras de lo rojo y caliente que había quedado, lo levanto con sumo cuidado, lo giro sentándolo sobre su regazo para de inmediato al verlo a los ojos, con el rostro rojísimo e hipando, fundirse con su heredero en un abrazo en extremo fuerte, protector y cálido como jamás había recibido uno Juanito.

OK, ya está , ya paso mi niño, ya termino, le decía con dulzura su padre, lamento tanto haberte tenido que castigar hijito, pero hiciste méritos de sobra durante todo el día mi príncipe.

Ya paso, shhhhh, seguía consolándolo, cálmate bebe, papa está aquí contigo, ya jamás vas sentir miedo de nuevo, tu padre te va a cuidar por siempre.

Consiente del tremendo peligro al que había estado expuesto por culpa de su carácter irascible y además sintiéndose el niño más malo del universo, el peor de los hijos, Juan Andrés por fin hablaba diciéndole a su recién conocido padre, Yo… ISHH, ISHH, ISHH, lo… lo… lamentooo, papito, perdóname por haberte dicho todas esas cosas horribles y por haberte pegado una patada, sé que te hice daño y seguro pensaras que soy un hijo horrible, un gamín de lo peor que te avergüenza, ISHH, ISHH, ISHHH,  esos hipidos alertaron al capitán contreras de que su niño estaba a punto de romper en llanto de nuevo, por lo que se puso de pie alzándolo en brazos como si fuera un muñequito, estrechando más el abrazo en el que padre e hijo se fundían en ese instante y del que Juan Andrés no quería salir jamás.

Ya te lo había dicho en la feria militar esta mañana, dijo Andrés con tono suave y sereno pero muy cálido, cuando aún no tenía idea de que eras mi hijo, que tú me pareces un niño decente, bueno y educado, solo que como todo niño de tu edad a veces te comportas mal, con rebeldía, pero aun así Ahora que te encontré, ahora que se quién eres, quien es tu madre, no te cambiaría por ningún otro niño en todo el mundo.

Soy tu padre le decía en tono pausado y suave al oído a Juan Andrés, eres sangre de mi sangre, esta mañana no me lograba explicar porque me sentía tan a gusto en tu compañía, pero ahora lo entiendo todo, mientras caminaba de regreso a casa con su hijo en brazos.

Aunque sin desearlo jamás, me perdí los doce primeros años de tu hermosa existencia mi niño, cosa por la que espero puedas perdonarme algún día, los ojos del militar se llenaron de llanto, debes saber que ya nunca más estaré alejado de ti, de tu entorno, de tu vida, te ruego que me permitas amarte como lo que soy, como tu padre y ruego al cielo que llegue el día en que logres amarme como un hijo.

El niño solo sollozaba bajito al escuchar las palabras de este hombre y sentir su calor y apretaba sus brazos alrededor del cuello de su adolorido padre con más fuerza, de nuevo esa voz cálida y sincera inundaba todo su ser y lo hacía sentir protegido y amado.

Joder que tenía la rodilla derecha hecha polvo, pensó el militar al sentir una intensa oleada de dolor que se lo recordaba, pero no importaba una vez más había salido victorioso, logrando culminar la más importante misión de toda su vida, había rescatado del peligro y puesto a salvo a este pequeño, quien era sangre de su sangre, al cual estaba amando con todo su ser en ese preciso instante, ya habría tiempo para ordenar sus ideas y averiguar muchas cosas que debían salir a la luz, pero por ahora lo único que importaba para él era Juan Andrés.

Angélica respiro aliviada en compañía de la señora CASTRO, cuando vio bajar del cerro con dirección a donde se encontraban esperándolos a sus dos hombres, el uniformado que amaba con todo su ser, traía alzado a su bebe a su Juan Andrés, quien se había dormido en brazos de papa y ambos parecían estar perfectamente bien, aunque bastante desaliñados, ya Despuntaba el ocaso del sol, pero Angélica noto de inmediato que su “soldado” caminaba con dificultad cojeando de la pierna derecha.