miércoles, 23 de octubre de 2013

Francisco... cuanto... Francisco Abularach…




Capítulo 2
Francisco... cuanto... Francisco Abularach…

Los chicos se habían adaptado a su nuevo hogar, nada más llegar del orfanato celebraron como corresponde el cumpleaños de Daniel, con bombos y platillos por doble partida pues ese día también ambos celebraban la consolidación del hogar como se debe, siendo padre y estos padres en particular disfrutaban más que los hijos pues tenían algo que jamás habían siquiera soñado, una familia, ya no eran solo dos almas incomprendidas que un día se cruzaron y se amaron por siempre y para siempre, ahora tenían hijos, si hijos en plural: dos perfectos jovencitos que se parecían tanto a su padre que de planearlo no hubiese salido tan perfecto, es ese algo misterioso, sin respuesta científica que a veces se da, una en un millón, el parecido físico de los muchachos con Fran, y algunos modos de Tere, cualquiera que no los conocía de siempre hubiesen jurado que realmente eran familia biológica a toda regla
Y este milagro obraba en el corazón de todos, sobre todo del joven padre una alegría inigualable, por eso ocasionalmente Teresa solía bromear con Fran sobre un detalle que se le escapaba de las manos, a veces más que padre parecía el hermano mayor… mucho amor, mucho mimo, mucho capricho por los críos, y eso la obligaba  involuntariamente a ser ella quien había de tener la mano dura con los jovencitos pues a Fran con una sonrisa lo desarmaban y ella apostaba que su amado marido quería irse con los chicos a hacer las travesuras, cuando esto sucedía ella pasaba a ser la bruja malvada del cuento, la bruja; pero hoy su Francisco, su amando Francisco tuvo que romper su secreta promesa, la de no arrancar lágrimas de ser posible a sus hijitos, y también rompió el secreto más duro que guardaba en su corazón aquel secreto que él entre lagrimas le hizo jurar a ella nunca mencionar y de eso hace algunos años ya… un secreto que nació al calor del drama adolescente
Samy se quedo mirando la puerta del dormitorio de Dany, y tras de ella se oían los sollozos aun muy audibles, Teresa lo había mandado a llamar a su hermano para almorzar y no se atrevía a ingresar, pero miro por la ranura de la puerta que quedo entre abierta cuando su padre salió de ella a su hermano tumbado en el lecho bajándose la ropa interior y frotarse el trasero, claramente podía distinguir dos globos rojos inflados y marcados en círculos. Dany acababa de llevarse una buena cuera de papá, ignoraba la razón de ello y quería preguntar el porqué, pero prefirió callarse y cabizbajo como estaba se encamino a la cocina con cara de pena
-     Que paso? Porque esa cara Samy? No llamaste a tu hermano? – pregunto mamá sirviendo el riquísimo tallarín con pollo y champiñones secos dulces
-     Nooo, no pude – contesto haciendo un puchero
-     Por qué?, qué paso? – lo miro sorprendida
-     Es queee – levanto la vista – está llorando mucho y no quiero entrar
Teresa y Franz suspiraron, y una punzada de remordimiento le corrió a Franz, quizás fue demasiado drástico y Tere leyendo el conflicto de su rosto le dijo a su marido
-     Ya voy yo, tu ve sirviendo la entrada con Samy que esto lo arreglo en un dos por tres… pero no empiecen sin nosotros
Y no fue un decir, realmente lo soluciono, entro a la habitación del muchacho aquel que ocultaba la cara entre los cojines de su cama y lloraba entre hipos, ya no era tanto por dolor, aun cuando conservaba un picorcillo intimo en el trasero, el llanto más bien era de vergüenza, a sus 17 años había sido castigado como un niño pequeño sobre el regazo de su padre.
Teresa se sentó a su lado y suavemente le subió el pantalón pues de tanto gemir empezó a dormitar y el sentir a su madre abrió sus ojos sorprendido mientras ella con una sonrisa empezó a consolarlo con palabras dulces y acariciando el pelo del muchacho que bien le recordaba a su marido y su corazón se lleno de recuerdos dulces y amargos al mismo tiempo, pero ahora debía consolar al muchachito aquel que apenas sintió que alguien cubría sus vergüenzas se dio la vuelta para encontrarse con la mirada dulce de su madre que le sonrió como si nada hubiera pasado para quitarle el hierro al asunto.

-     Vas a seguir llorando?
-     Es que dolió mucho – se quejo avergonzado mordiendo la boca
-     Bueno, pero ya paso, además no es como si no te lo hubieras ganado verdad? – acaricio su pelo revuelto
-     Pero es que yo ya soy grande…. – y un par de ojos enormes como de venado herido lo miraron triste

Tere se rio ante aquella aseveración, era gracioso, dos cosas sucedieron cuando esa frase quedo en el aire y que habían sido oídas por Teresa y por Francisco, “SOY GRANDE”, la primera que el muchacho dijo exactamente eso a su padre cuando este  le dijo, fuera pantalones y sobre mis rodillas… “soy grande, papá soy grande para eso” y segundo, Fran cerró los ojos y se acordó de si mismo diciendo justamente eso a Teresa… hacia algo como unos 10 años atrás
Lo gracioso es que casi la misma escena se repitió casi, casi calcada, Fran había ido al colegio a pagar las pensiones de los muchachos y averiguar por el rendimiento de ambos, no necesito entrevistarse con el director de aquel recinto para saber que se había faltado algunas clases porque nada mas estacionar la movilidad fue testigo de la fugitiva huida de Dany que salto como una pantera la barda aquella riendo tras de los otros dos mocosos que estaban en lo mismo
-     ¡¡¡ALTO AHÍ!!!, donde crees que vas jovencito?... JA, ESTOY HABLANDO CONTIGO – rugió cogiendo al mozalbete de la solapa y dándole la vuelta y ante la atónita mirada de los otros dos mozuelos, le calcó 3 palmetazos en el poto – plaf, plaf, plaf, Y?, a donde vas tan apurado? – y antes de que los otros hagan o digan algo, los cogió de la misma manera soltando a su hijo sabiendo que este no se movería de su lado y de igual forma regalo a cada uno lo suyo sobre la ropa y los encamino al colegio llevándolos a la dirección primero donde recibieron una amonestación y luego se quedo sentado en una de las tantas bancas del colegio esperando que concluya las clases para apuro de Dany

Aquello que acababa de hacer lo había vivido en carne propia cuando tras cumplir los 18 años dejo la casa ante la incomprensión de su relación con Tere, una punzada de tristeza empaño el recuerdo aquel de ese día que debió ser de los más felices de su vida, a los 18 años se armo de valor para hablar con su amor platónico de toda la vida, sí, seis años enamorado de la compañera de curso de la hermana que no reparaba en él ni para saludarlo, no importaba que no la viera hace cuatro años que fue la última vez que la vio en casa, él la reconocería en cualquier parte, estaba más guapa de lo que la recordaba, los años le habían sentado muy bien y él ya no era el nene escuálido: era todo un hombre, el rugby le había hecho un gran favor, y él sabía que se veía mucho mayor así que aprovecho su oportunidad, y vaya que la aprovecho basta con decir que hicieron el amor en el baño del bar, varias veces en el auto y al llegar al apartamento de Teresa estrenaron cada rincón de la casa, parecían conejos en celo y de cierta forma lo eran Francisco esperando toda su vida para estar con la mujer de sus sueños y Teresa por trabajo y sin tiempo y la ridícula idea del hombre perfecto… en cuanto lo vio en el bar puso sus ojos en él como si fuese una presa y la presa le salió depredador también y cuando dos depredadores se unen sexo seguro… bueno no siempre puede ser una batalla campal pero no era el caso, el par de conejos perdió la noción del tiempo, viernes sábado domingo mil llamadas perdidas hasta que el maldito GPS del celular delato a Francisco con sus padres que preocupados furiosos y asustados irrumpieron en el nido de amor, Teresa quedo helada, al reconocer enseguida a los padres de su amiga a la que no veía hace años, el mundo se le cayó al comprender que se había tirado al hermano chico de su compañera, acaso era legal, como no le pregunto la edad ¿qué edad tendrá el crio?… porque pensaba en él como un crio si hace solo segundos era un hombre cualquiera.
-     Papá que haces aquí – dijo Fran saliendo envuelto solo en una toalla.
-     Que mierda significa esto –   Fabián jamás había sido más agresivo en su vida, de hecho jamás lo había sido, pero dos noches temiendo lo peor de su muchacho, y haciéndose el duro para contener a su mujer, para que su mocoso se estuviera revolcando con una vieja, poco le importaba que tuviera la misma edad que su hija, su hija no se revolcaría con un crio, Fabián ahí mismo se saco el cinturón y comenzó a pegar a su hijo por primera vez en su vida, Fran trataba de hacerse el valiente, pero termino llorando como el crio que era, Teresa no sabía qué hacer, solo vio como al que por unas horas o por dos noches tres días había sido su amante… ahora era solo un crio inocente al que estaban dándole una memorable paliza
En casa las cosas no fueron mejor, Fabián dio soberana paliza al crio… poto y piernas era una mancha roja cruzada de largo a largo por el cinturón; Violeta la media hermana hija solo de su padre, no creía lo que escuchaba, había ido a casa de su padre en cuanto supo que su hermano estaba desaparecido dejo todo marido hijos trabajo para encontrar a su bebe, como ella le decía, pero en cuanto supo que su hermanito se había desaparecido por estarse revolcando con una ex compañera del colegio salió furiosa rumbo al departamento se su ex amiga, si bien casi habían perdido el contacto sabia donde viva, al llegar le cruzo la cara de un cachetazo y la amenazo hasta de muerte, luego a Teresa tira en el suelo llorando desolada.
Francisco seguía en pie de guerra y al paso que iba de guerra perdida…. su padre no le hablaba, solo le pegaba a gana y gusto y su madre le gritaba mil barbaridades, entre: no veras más a esa vieja, es una pervertida, debería estar presa, si te acercas a ella la mato… y lo ultimo y la estocada mortal con esa anciana jamás tendrás hijos quieres renunciar a una familia por un revolcón de cinco minutos…
Mientras Fran intentaba respirar no por los correazos sino porque las palabras hirientes de su madre, lo dejaron sin aliento. Su padre rompió el silencio y acabo con todo lo que para Fran constituía el amor, el amparo, la comprensión, el anteponer la felicidad a cualquier cosa, él entendía que sus padres se enfadaran por perderse 3 días de casa, de causarle la preocupación que todo padre en su sano juicio debe sentir, total los años le darían a él esa perspectiva, cuando sea padre, pero aquel entonces, su propio progenitor mato, asesino, desfiguro lo más sagrado para una persona: el amor de familia y 10 largos y tormentosos años después, porque el tiempo no había borrado aquel dolor tan grande, 10 años y aquellas malditas palabras, aquella frase cargada de odio, de rabia habían marcado el alma de su hijo, dañado su corazón que dolía más que toda la paliza vivida y ese dolor agónico, lacerante, horroroso no se borro y jamás lo haría.
-     Si te quedas con ella ya no eres parte de esta familia, elije bien Francisco Estuardo porque no hay marcha atrás…es ella o somos nosotros –
Esa fue la última vez que uso ese apellido, se quedo mirando a su padre como si de pronto al hombre aquel le hubieran salido dos cabezas, había parpadeado queriendo salir de la pesadilla que esas palabras significaban, ¿cómo puede un padre dar a elegir entre dos amores? Si en el amor y en la entrega no hay competencia?, con el corazón en un puño al darse cuenta que su padre y su madre le daban a escoger algo que es imposible, algo así como, tu mano derecha o tu mano izquierda, ¿con cuál te quedas?, no puedes escoger una porque ambas se complementan, ¿cómo podía ser eso posible si ambas son imprescindibles?,  al darse cuenta de que aquello era la radical posición de sus padres, como si de un grifo se tratara, dejo de llorar, no soltó una sola lágrima más, se trago el llanto y el dolor; como pudo se vistió y salió de su casa, sin mirar atrás, sin soltar una sola queja en el corto trayecto que debía recorrer entre la puerta principal de aquella hoy ajena casa a la calle, sin un adiós, sin un lo siento, sin un los amo…  camino descalzo y tras un buen trecho de solo andar y ni siquiera respirar de la impresión vivida, dio rienda suelta a su agobio llorando a boca jarro parando cada cierto trecho para poder respirar, porque el dolor eran tan grande que lo asfixiaba, así en ese estado de calamidad a las hora logro llegar a casa de Teresa, pensando que quizás sería rechazado y no se atrevió a tocar por el nuevo miedo sentido, en su locura no pensó en esa posibilidad sino era hasta que vio el umbral de la puerta, pero su llanto ahogado y desvalido que pronto se hizo audible, saco a Teresa del suyo y la hizo abrir la puerta y a ella verlo ahí le supero la pena, se le derrito el corazón de ver a su hombre convertido en un crio con la cara deforme de tanto llorar, descalzo con los pies ensangrentados, ella le abrió los brazos y no se separaron mas, bueno si por razones técnicas, Francisco se desmayo en sus brazos la fatiga, el dolor la deshidratación por hacer caminado kilómetros descalzo bajo el inclemente sol, Teresa grito asustada y para suerte y de presagio que todo saldría mejor su vecino medico que venía llegando los vio y corrió a socorrerlos, le limpio los pies espantado de cómo estaba el chico mas cuando quiso inyectarle un antibiótico para prevenir infecciones y vio el maltratado cuerpo, no solo era el trasero la saña hizo su labor en la espalda, los muslos, las pantorrillas, los costados, Teresa también se asusto, esos no eran azotes para corregir un mal acto, eran azotes de descargar su ira y sus frustraciones; Javier y ella se quedaron mirando esas marcas y entre los dos lo desnudaron, Javier saco fotografías del estado del chico para presentar una denuncia pero Fran despertó y les rogo que no.
-     No es preciso, no pienso volver a verlos jamás, no quiero que tengan la satisfacción siquiera de verme en fotos, esos NO volverán a saber de mi, ni de cuánto daño me hicieron –  no dijo nada mas, era la tónica en él cuando estaba triste no hablaba.
A las dos semanas ya estaba como nuevo Javier el vecino le había dado una licencia para la universidad, pero ya debía regresar.
-     Tere hoy salgo – dijo entre anunciando y pidiendo permiso, total él no tenía un quinto en los bolsillos y ella lo mantenía, y eso digamos pues no era algo para alzar la voz pensaba
-     Dónde vas, vuelves a la Uni – Fran rio con nostalgia.
-     Claro… –  bajo la mirada  – voy a retirarme, debo buscar un trabajo, así que no servirá de nada congelar – declaro, era algo inevitable, no era como dejar la carrera por enfermedad o por viaje a una nueva oportunidad, era porque era, porque se dio cuenta que sin dinero
-     Alto ahí jovencito, usted termina su carrera – la firmeza de su voz hizo que Fran se detenga en el camino hacia la puerta
-     No puedo pagarla Teresa es muy caro y no quiero nada de mis padres, no voy a ir pedirles nada – hablo con renovado dolor y orgullo al mismo tiempo
-     Terminaras de estudiar, SI SEÑOR, como que me llamo Teresa Abularach – Francisco rodo los ojos pero no dijo nada, Teresa ya tenía todo arreglado.
-     Vamos Francisco a la uni
-     A que?, no hay caso
-     Como que a qué?, voy a pagarte los créditos – declaro ella como si nada, era lo menos que podía hacer por él, sentía que era su culpa que todo aquel horrible capítulo ocurriera en su vida
-     Pero no puedes hacer eso Teresa, tu, no puedes correr con ese gasto
-     Claro que puedo
-     No puedes Tere, mira yo no puedo aceptar dinero tuyo, en cualquier momento te cansaras de mi, y veras lo que todos, a un crio y lo peor que si se enteran de esto, las habladurías parecerán ser  ciertas, ya no solo pensaran, sino que lo dirán en voz alta…. que me aproveche de ti y que me hice pagar la carrera
-      Y que, a mi me resbala eso, es mi trabajo, mi dinero, hago con el lo que quiero, y se lo doy a quien quiero y quiero que tu lo recibas, teóricamente además, no te estoy dando dinero, te estoy dando una carrera, una profesión, así que no hay nada más que hablar, lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, incluso tus penas – y lo abrazo con tanto amor, pero amor por la persona no por el hombre, no al calor del sexo, no al calor de la pasión, sino amor por amor a alguien por ser lo que era, por merecerlo, y él se merecía mucho de la vida

-     Solo si te casas conmigo – nadie supo de donde salió eso… solo supieron que aceptaron porque sin darse cuenta estaban ante el oficial de registro civil diciendo “SI ACEPTO” y Francisco salió siendo Francisco Abularach…

1 comentario:

  1. Ahhhhhhhhhhh.... qué hermoso capítulo!!!!!!! Ya extrañaba tanto a ésta familia, que es bella... todos nacieron el uno para el otro aquí... si una vez el destino los separó, fue la vida misma la que los unió, e hizo un trabajo perfecto, jejej!!!

    Qué penita lo que tuvo que pasar Francisco... pelear por el verdadero amor, aún teniendo que enfrentar a su familia y el cruel rechazo, qué terrible, pero qué valiente de su parte...
    Chicas, excelente capítulo. Es un lujo leerlas a las dos en ésta bellísima historia!!

    Camila

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