miércoles, 2 de octubre de 2013

La Familia Bracho



¡Rayos! ¡Maldición¡ ¡¿Cómo pude ser tan estúpido?! – repetía una y otra vez el joven aquel mientras terminaba con lo que alguna vez fueron sus uñas de los puros nervios. Y es que  allí estaba él, sentado afuera de la oficina del director, junto a sus dos nuevos “amigos” con los que se había metido en aquel lío. Y vaya lío!!! Casi dos semanas en las que no había asistido ni a la mitad de sus clases por irse con sus  “amigos” a hacer cosas de hombres, como lo era fumar y beber. Aunque él no había probado el licor el cigarrillo sí se le había antojado y mucho!! Y fue justo con el cigarro en la boca, sentado sobre una piedra a la orilla del río y a sus cómplices, uno con una cerveza y el otro bailando con otra cerveza  en mano, que su profesor guía y el orientador los habían encontrado.
¡Ustedes tres!  ¡A la dirección! – les gritó el profesor, pero los chicos ni se movieron del susto - ¿cómo rayos los habían encontrado? Si el cole era enorme y con montaña hacia arriba y río al lado ¿Cómo era posible tener tan mala suerte? - Eran los pensamientos que tenían mientras  eran conducidos hacia  la dirección con todas las pruebas de lo que estaban haciendo y para mala suerte de nuestro chico él había cargado en su bolso las provisiones que sus compañeros compraron por lo que fue culpado de ser él quien les daba las bebidas y los cigarros.
El director los hizo pasar y les dio un sermón de los que nunca se olvidan y luego delante de ellos llamó a sus padres. El último en llegar fue don Carlos Bracho y no porque no le importara su hijo sino porque andaba en la capital y se tardaba dos horas en llegar,  adentro los otros padres eran puestos al tanto de la situación.
De pronto un  joven creyó escuchar un tambor sonar muy rápido y cerca  pero se dio cuenta que solo él  lo escuchaba porque era su corazoncito que  se le quería escapar del cuerpo  al reconocer la figura que se miraba acercarse por el pasillo…  su padre había llegado!!
Papá! Yo…  - pero fue interrumpido por su padre-
En la casa  Kevin Bracho. Usted y yo arreglamos cuentas en la casa,  ahora NO! – le dijo con una seriedad  que le hizo temblar,  el muchacho sabía cuáles cuentas eran y como se pagaban y eso le puso los nervios de puntas si ya tenía esa sentencia y eso que su papá aun no entraba a la oficina de fijo lo mataba cuando saliera!! Al verle entrar se  sentó en silencio pero   las lágrimas silenciosas aparecieron en escena, una hora y media después  cuando fueron  llamados nuevamente.
Bien jóvenes, lo que han hecho es una falta grave no solo tienen muchas ausencias injustificadas sino que se han ido a lugares que saben que están prohibidos porque son peligrosos y como si fuera poco traen bebidas alcohólicas y cigarrillos   para distribuir y consumir siendo menores de edad y en una institución educativa. Debería expulsarlos a los tres, en especial a usted joven – dijo señalando a Kevin- ya que en  su poder se encontraron las cervezas y paquetes de cigarros  es una vergüenza que hagan éstas cosas… - y el director aquel habló y regañó por unos veinte minutos más a los chicos, quienes ante la mención de la palabra “expulsión” se les había ido el alma del cuerpo del puritito miedo.
Pero considerando que su expediente no hay faltas, de lo jóvenes que son – apenas 15 años -  y que están en  la lista de alumnos de honor, sólo será una suspensión de una semana. Con sus padres hemos acordado que en esos días no estarán de ociosos en sus casas. Vendrán al colegio y harán mantenimiento de las zonas verdes, lavarán las paredes de los baños y ayudarán a pintar el pabellón de los séptimos y de verdad espero que no se vuelva a repetir – finalizó el hombre preguntando  - ¿algo que decir?  -Pero ninguno dijo nada ni siquiera Kevin para defenderse de la acusación que le habían hecho estaba mudo del miedo, arrepentimiento y la ansiedad de saber la que se le venía cuando llegara a casa – Bien, en ese caso los veo el lunes  para que empiecen su trabajo. Se reportan aquí y les asignare a un profesor que les  estará supervisando, buenas tardes.
Papá  dime algo por favor –  Habló muy preocupado. Su papá no le había dicho nada de nada y ahora frente al auto ya no aguantaba más el silencio.
Don Carlos: ¿qué quieres oír?  Eh, Kevin?! ¿que estoy enojado contigo? ¿Que estoy decepcionado de tu comportamiento? ¿Que estoy preocupado por lo que haces? y que me siento frustrado porque no reconozco al hijo que tengo en frente?!! Mejor entra al auto y te quedas calladito que estoy que me pican las manos por quitarme la faja y darte una paliza aquí mismo ¡ME OYES!
Kevin: perdón papá. Te juro que no volveré a hacerlo pero no me digas eso por favor papá – lloraba el chico ante aquellas palabras y decidió darle tiempo a su padre e hizo lo que le había dicho. Entró al carro y se hizo el viaje en completo silencio.
Una vez estacionado el auto frente  a la casa  la empleada que hacía la limpieza les abrió  la puerta de la cochera y de la casa, pero solo don Carlos bajó del auto y despachó a la mujer  para poder quedarse solo con su hijo. Luego, al ver que su hijo no entraba, le hizo señas para que ingresara al hogar pero  nada, así que fue a  hablar con él con una calma que realmente no sentía pero su hijo estaba muerto del miedo y no quería eso, no señor!! Quería darle una lección sí, que le iba a castigar sí, bueno eso también pero no podía verle allí con tanto miedo que ni entrar a su propia casa pudiera.
Don Carlos: Kevin, hijo, sal del auto por favor! Vamos, entra a la casa – dijo una vez que le había abierto la puerta del carro pero el muchacho nada, sólo negaba con la cabeza mientras las lagrimas corrían por sus mejillas sin poder ser contenidas – vamos  kevincito, por favor – suspiró -  sé que estás asustado y yo no te lo niego, estoy muy enojado, pero  sobre todo estoy preocupado. Tenemos mucho de qué hablar y tú no has comido nada. Anda, te preparo algo para que comamos juntos  mientras tú te bañas y cambias ese uniforme. Vamos hijo, que no puedes quedarte aquí toda la vida, anda que no te voy a matar… castigar sí, pero no es como que no te lo hayas ganado a pulso verdad?!... Vamos hijo, sal por favor – y su niño, no muy seguro aún, decidió entrar  a casa con su papá, después de todo tenía razón tenía hambre y todo lo que estaba pasando se lo había ganado el solo, una vez adentro Kevin subió a bañarse y su padre a la cocina; aquello le serviría para liberar energías, estrés y enojo.  No quería castigar a su hijo en ese estado. Además, primero debía conversar con él, saber por qué lo hizo. Y, en menos de una hora estaban los dos sentados a la mesa, sí, porque eran sólo ellos; su padre era viudo, su mujer murió cuando el niño era sólo un bebé, a manos de un ladrón que por robar cualquier cosa, arrebato una vida sin el menor remordimiento. Así que él solo había educado a su hijo y lo conocía mejor que nadie!! Aquél comportamiento no era típico de su hijo ¿Cuándo había cambiado? ¿Por qué? ¿Tendría problemas y él no lo sabía?... Muchas preguntas pasaban por su cabeza en relación con su muchacho, no era que fuera un santo si  en varías ocasiones lo había tenido que disciplinar de forma física  pero jamás por algo así y tampoco fueron tan seguidas; dos al año era algo extraño, le castigaba con no televisión, no computadora, no  celular o con prohibirle salir pero igual esas eran pocas su hijo se portaba bien  y además siempre fue buen alumno ¿qué le pasaba ahora?
Kevin: ¿Papá? …. ¡Papá! Te estoy hablando. Te has quedado como ido ¿estás bien? Te decía que lo siento mucho, que por favor no estés enojado que me perdones papito, por fis!!
 Aquellas palabras de su hijo  le sacaron de sus pensamientos
Don Carlos : Termina de comer, luego hablamos de eso  y puedes estar seguro de que lo vas a sentir hijo, pero luego. Ahora come – dijo pero en un tono bastante calmado que si no fuera por todo lo que había pasado nadie diría que estaba enojado
Kevin: papá no puedo comer más, de verdad que ya  no  me pasa la comida
Don Carlos: está bien hijo, ve a tu cuarto y me esperas allí en un momento subo
Luego de recoger todo de la mesa y dejar en orden la cocina se dirigió al piso de arriba, primero a su habitación por un cuaderno nuevo y  una faja vieja que guardaba en su armario  y finalmente se dirigió a la habitación de su hijo. El chico estaba sentado en su cama en silencio pensando en todo lo ocurrido cuando su padre entró.
Kevin: papá por favor .. NOO!! – pidió al ver lo que traía su padre en la mano
Don Carlos: hijo vamos a hablar primero, hay muchas cosas que necesito aclarar contigo porque no logro entender ¿qué pasa contigo? Te desconozco. Tú no haces estás cosas, este comportamiento no es algo normal en mi hijo; estoy preocupado más que enojado porque tiene que haber una razón para todo este problema y me importa  y preocupa más eso que  cualquier otra cosa porque para mí lo más importante eres tú, porque eres la razón  de mi vida hijo y me duele tener que castigarte y me duele saber que algo te agobia, sabes que puedes venir a mí con cualquier problema, duda, preocupación  o lo que quieras que siempre estaré a tu lado  y te voy a apoyar ¿lo sabes hijo? ¿Verdad que lo sabes? Y si no, te lo digo estoy aquí para ti para lo que necesites!!!
Kevin: papá… yo lo sé y lo siento mucho de veras, perdón!! Yo no lo pensé en las consecuencias, quería probarles que no era un cobarde y que yo también soy un hombre – decía abrazado a su padre, llorando del remordimiento  que sentía por su comportamiento – yo no tomé licor papá, no quise pero si fume y lo siento…  ni me gusta, solo lo hice para impresionar a mis amigos papá,  no lo vuelvo hacer porque todo ese tiempo cuando me iba a dormir pensaba  en el momento que nos descubrieran y en lo mucho que te ibas a enojar  peeerrrdooooón!! Papito no lo hago más!!
Don Carlos: No tienes que probarle nada a nadie!! Y hacer esas cosas no te hace ser un hombre, solo te trae problemas, y ya ves tú conciencia no te dejaba en paz porque tú no eres así. No tienes que fingir ser quien no eres para agradar a otros. Tendrás amigos que te querrán mucho por cómo eres y no te pedirán que cambies y menos para algo malo, si te incitan a hacer cosas como las que has hecho no son tus amigos. Hijo por favor, olvida esas amistades que nada bueno te traen  y de verdad espero que no se vuelva a repetir – le dio un beso en la frente  y separó el abrazo -  ahora hijo, debemos tratar tu mal comportamiento… hay consecuencias y sabes que no puedo dejar pasar esto. Ya sabes cuál es el castigo que te dieron en el colegio suspendido por una semana y harás trabajos en la institución durante ese tiempo,   pero yo también te voy  a castigar; No quiero que esto se vuelva a repetir!! Durante esa semana nada de celular, televisión  y computadora y, de aquí hasta que finalicen las clases, llevarás éste cuaderno donde vamos a tener un cronograma de tus clases por día  y cada profesor me va a firmar haciendo constar de que asististe a su clase; firma que falte te doy dos fajazos por firma, ¿quedó claro?
Kevin: si señor!! Y me vas a pegar con eso ahora?! – dijo bajito  señalando la faja que su padre puso en la cama.
Don Carlos: si hijo, te voy a pegar con la faja lo que has hecho  estuvo muy mal por eso el castigo será fuerte. Sólo espero que no me hagas tener que repetirlo por favor, ahora bájate el pantalón y  la ropa interior y te colocas a la orilla de la cama. 
Kevin no dijo nada, se merecía aquel castigo. El pobre ya lloraba incluso antes de que le dieran la orden. Hizo lo que dijeron y se quedó quieto esperando a que su padre comenzara a reprenderle.
ZASS!! AHHH!!! ZASSS!! ZASSS!! AY AY NOOO PAPI ZASS!! ZASS!! ZASS!! AHHH AYAYAAA NOOO PAPITO DUELE… NOOO!!! POR FIS, PERDONAME… YA NO LO HAGO MÁS… AHHHH!! ZASS!! ZASS!! ZASS!! ZASS!! AAAHHH, YAA!! – no aguantó más y se levantó  pero su papá lo agarró del brazo  y allí mismo de pie, terminó de castigarlo – NOOOOOOO!! PAPITO!! NOOO!!!! ZASS!! ZASS!! ZASS!! NOOO MAAASS!!! ZASS!! ZASS!!  - aquellos últimos cayeron en sus piernitas. Le dio 15 en total, uno por cada añito de vida. Al terminar, tiró la faja al suelo y abrazó con fuerza a sus hijo. Él nunca le hablaba cuando le castigaba por una simple razón, sus propias lagrimas se lo impedían. Y, al final lloraban ambos; le dolía tanto castigarlo pero sabía que debía hacerlo para que no cogiera un mal camino – no lo hagas más hijo, por favor  - le dijo cuando encontró su voz mientras le besaba la cabeza -  no lo hare más pa _ pi_ tooo snif snif – le respondió  aun con un poco de llanto en su voz, después de un rato de abrazos y de otra platica de corazón a corazón  entre padre e hijo Kevin se fue  a dormir mientras su padre se dispuso a organizar el cuaderno con el horario de su hijo para que éste se lo trajera firmado todos los días.
En la noche ambos cenaron juntos un poco más calmados pero el chico se sentía un poco avergonzado y no quería mirar a los ojos a su padre
Don Carlos: hijo mírame, entiendo cómo te sientes pero todos cometemos errores lo importante es aprender de ellos y no volver a cometerlos, te portaste mal y ya fuiste castigado y perdonado por ello, ahora trata de tener un poco de paz hijo! 
Kevin: de verdad lo siento y no lo volveré a hacer. Me portaré bien y cumpliré con todo de verdad que si
Y así fue durante la semana de suspensión el muchacho asistió a sus deberes y no puso pero alguno y una vez  integrado a sus clases sus profesores no podían quejarse de él fue atento, estudioso y colaborador, ah y claro todos los días su padre le revisa el cuaderno de asistencia y leía feliz que sus profesores le ponían felicitaciones por su buen desempeño académico, el muchacho aprendía de sus errores  y no quería volver a pasar por aquel trago tan amargo de ser reprendido, eso era seguro.

FIN

5 comentarios:

  1. Al fiiiiiin, Andreita!! Kevin y Don Carlos salieron a la luz!!! jejeej :D
    Qué encantadora historia has creado, querida amiga!!! Hermosa y tierna!! =D Me encantó Kevin (muchachito más adorable no puede ser!!! jejeje) y Carlos, a quien vi como un gran padre, muy consciente de los sentimientos y miedos de su hijito, y además bastante creativo en la forma de asegurarse la asistencia de su niño al colegio, jejee!!!

    Sigue creando más de éstas joyas, si?!! Eres una escritora maravillosa, y no se vale que nos prives tanto tiempo de tu talento, jejeej

    Un besote y mis sinceras felicitaciones!! :D

    Camila

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  2. Por fa por fa, por fa escribe más de ellos, sí?
    *poniendo ojitos de cachorro*
    por faaaaaa

    Me gustó mucho. Amé a los dos<3

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  3. Genial amiga Andrea, me ha encantado este niño definitivamente entra en mi lista de favoritos, me dio un poco de pesar la paliza, pero bueno cometió un error y tenía que pagarlo no? es normal que los adolescentes se dejen influenciar por esas cosas malas que no traen nada bueno, pero que bien que estuvo Don Carlos para corregirlo y llevar al chico por el camino correcto y lo más importante que aprendió la lección el Kevin y no lo volverá a repetir, Quiero más de tus historias Andrea son geniales y tu eres una genio. Tienes un gran talento, me gusta tu estilo para escribir, estoy esperando noticias del chico de los fraudes hipotecarios.

    Saludos.

    Yo (Nicole)

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  4. Andreaaaa

    me has sorprendido muchisimo, por favor escribe mas de ellos, eta genial que puedo decrite bonita, tienes talento para las letras

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  5. Hooooolaaaaaa!!! Chicas gracias por sus comentarios y por leerme me alegra mucho saber que les gusto el fic son una escritoras super geniales y es una alegria saber que les gustara mi historia, ya veremos si la musa llama otra vez a escena a esta familia por lo pronto es solo un capitulo que escribi como regalo para mi amiga Camila. Andrea :-)

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