jueves, 31 de diciembre de 2015

Capítulo 3



Capítulo 3
26 de febrero de 2005

Era sábado y como ninguno de los niños tenía que ir al colegio Gustavo los dejó dormir, y antes de irse al trabajo les dejo una nota que decía: Vuelvo a las 7 pm, como supongo que se levantarán hasta el almuerzo les dejo plata para que pidan algo, también de una vez compren lo de la cena que apenas llegue quiero hablar seriamente del tema del bullying falso.

Esteban fue el primero en levantarse y ver la nota… no esperaba menos de su padre, como siempre ellos debían pedir comida porque su papá no era capaz de ni hacerles un huevo antes de irse a trabajar.

-Hey, Fabián párate y vayamos a Donkin´ dounts a almorzar -Dijo Esteban, quien al ver a su hermano  levantándose salió a la habitación de su hermana melliza.

-Vale muero de hambre… así que no hay de otra, iremos a almorzar dounts porque no hay nada de comer. -Le dijo en el oído a su hermana.

-Bueno pero yo pienso pedir un Eclair con granizado -Dijo la niña abriendo su closet para buscar ropa.

Finalmente Esteban fue al cuarto de su hermano menor, algo molesto por la broma que el niño les había hecho, así que solo entró y le dijo:

-Ey chamo… párate, que ya es hora de almorzar y vamos a salir.

-Esteban me perdonas por lo ayer, fue sin intención lo juro -Dijo el niño con un puchero.

-Pues tocará, pero apúrate -Esteban sabía que con eso haría que su hermano se apurara para salir rápido.

Los chicos fueron a Donkin dounts y todos a excepción de Valentina comieron 4 dounts cada uno. Durante el camino de vuelta Miguel Ángel volvió a disculparse con sus hermanos, pero ninguno parecía prestarle atención.

-Oigan… de verdad lo lamento, yo no sabía que ustedes dos -Señaló a los mellizos. -Tenían alergias raras con lo picante, no quería que les pasara nada.

-Si, ya no importa -Dijo Fabián algo preocupado por la nota de su papá, le quedaban algunas horas de vida antes de que empezara el caos.

-No me quieren perdonar… todos son unos envidiosos, les hice eso porque no me dijeron el problema del bullying y ahora tampoco me quieren hablar y eso que por su culpa mi papá me pegó ayer. -Dijo Miguel Ángel deteniéndose en la mitad de la calle.

-Migue camina -Dijo Valentina jalandolo del brazo, lo que molestó aun más al niño.

-NOOOO YO ME QUEDO AQUÍ QUIETO HASTA QUE ME DIGAN QUE ME PERDONARON -Gritó formando una especie de show en el andén de una calle transitada.

-SHUUUU no grites hermano, todos te perdonamos y somos felices pero camina y no hagas eso de nuevo o le digo a mi papá -Dijo Esteban ya desesperado.

-PERO SI FABIÁN Y VALENTINA TAMBIÉN ME PERDONAN -Siguió gritando el niño, consiguiendo que algunas personas se quedaron viendolos.

-Si pero camina -Dijeron ambos al tiempo.

El niño accedió no muy convencido del perdón de sus hermanos. Al llegar a la casa, Fabián se acordó de que no había sacado las llaves.

-Diganme que alguno trajo la lleve de la casa -Todos negaron con la cabeza.

-AGHHHH QUE MIERDA -Gritó Fabián furioso, tratando de pensar en una forma de abrir la puerta.


-Cálmate hermano -Dijo Esteban.


-Oigan es fácil, si me cuentan bien porqué papá está bravo con ustedes yo uso mi tarjeta mágica que abre puertas. -Dijo mirándolos con malicia.

-¿Qué tarjeta mágica? -Preguntó Esteban algo intrigado, desde cuando su hermano de 7 años conocía esos trucos y él no.

-Esta -Dijo sacándola de su bolsillo, era su carnet del colegio -Pero antes me prometen que me cuentan.

-Pero solo si puedes hacerlo, si no entonces no -Miguel Ángel corrió hacia la puerta entusiasmado e impresionó a todos sus hermanos pues solo moviendo la chapa unas veces y con el carnet abrió la puerta.

-Listo, ahora me van a contar. -Dijo Miguel Ángel entrando en la casa.

-¿Dónde coño aprendiste a hacer eso? -Preguntó Fabián.

-Con mis amigos de hockey. -Los tres hermanos mayores se miraron algo impactados pero lo dejaron pasar, total no es como si su hermanito robara casas con eso.

Esteban le contó a su hermano con detalles el asunto del bullying y todos olvidaron los dotes de Miguel Ángel para abrir puertas sin llaves. En la noche pidieron pizza y apenas terminaron llegó Gustavo con cara de pocos amigos.

Gustavo había tenido un día pésimo en el trabajo… cada día la economía del país golpeaba más duro su vida, seguía lleno de gastos, deudas y jefes incomprensivos que tenían el descaro de bajarle el sueldo… solo no los demandaba porque si llegaba a perder el trabajo ahora si se jodía.

-Hola chicos, como estuvo su día. -Preguntó tratando de sonreír.

-Hola, genial -Respondieron en coro los cuatro.

-Te dejamos pizza ¿Quieres? -Preguntó Fabián.

-No, quiero hablar con ustedes tres, así que Miguel Ángel ve a tu cuarto por favor. -dijo Gustavo sonando algo derrotado.

-Sí señor -Dijo el niño antes de subir las escaleras.

-Bueno muchachos… me decepciona realmente que hayan sido capaces de inventar semejante historia, quede en ridículo en el colegio, ustedes dos no debieron encubrirlo -Valentina con eso entendió que Fabián había asumido toda la culpa. -Y a ti jamás se te debió cruzar esa idea por la mente porque rompiste toda la credibilidad que te tenía y te ganaste un castigo que no vas a olvidar en la vida. -Eso casi hace que Fabián se desmaye del miedo que sintió.

-Si lo sentimos papá -Dijeron los mellizos al percatarse de que lo peor se lo llevaría Fabián.

-Están castigados dos semanas sin televisión y sin salidas a partir del lunes, pueden irse a sus cuartos. -Los chicos asintieron y se fueron dejando solos a Gustavo y Fabián.

-Sube a tu cuarto que yo ya voy. -Gustavo sonaba furioso pero era más por su trabajo que por el asunto del bullying.

Fabián al llegar a su habitación comenzó a sentir ganas de llorar… sabía perfectamente que inventar eso había estado mal, pero la amenaza de su papá lo tenía aterrado.

-Ponte de pie -Dijo Gustavo viendo a su hijo, ya estaba tan grande pero al mismo tiempo seguía siendo tan inmaduro. El padre notó  algo de miedo en su hijo y por eso pensó en abrazarlo, pero antes su hijo gritó:

-SABES PUEDO ACEPTAR QUE HICE MAL Y QUE FUE UNA PENDEJADA, PERO NO VOY A PERMITIR QUE ME PEGUES PORQUE YA SOY MUY GRANDE PARA ESO. -Y Gustavo cambió de opinión, no iba a abrazarlo sino a demostrarle que si podía hacerlo.

-Quieres apostar Fabián. -Dijo cogiendo al chico del brazo y sacándose su cinturón.

-NOOO nooo mira papá cálmate. -Comenzó a hablar Fabián tratando se soltarse.

Zas zas zas zas zas Me hiciste quedar en ridículo zas zas es el colmo lo que te inventaste zas zas fue algo muy grave zas zas zas y peor aún pegarte con tus compañeros como si fueran animales zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas zas espero que no lo hagas mas

Fabián comenzó a llorar sin poder deternerse, mientras que Gustavo trataba de acariciarle la espalda.

-Hijo no llores así, tu sabes que te lo merecías… todo eso del bullying fue algo muy grave -Decía suavemente el padre.

-Ya se… snif snif papá será que puedes dejarme solo por favor -Le dijo causando que Gustavo se sintiera terrible.

-Bueno, hijo -Dijo antes de salir de la habitación algo decepcionado.

-PAPI PAPI JUGAMOS UNO CON MIS HERMANOS POR FAAA -Dijo el niño casi saltando a los brazos de Gustavo.

-Hijo es tarde ya… -Le dijo a Miguel Ángel.

-Pero tú nunca estás con nosotros…. y los tres queremos jugar contigo. -Esas palabras lograron que Gustavo tratara de olvidar sus preocupaciones.


-Bueno hijo, vamos a jugar UNO con tus hermanos -Dijo antes de cargar al niño e ir a buscar a los mellizos porque sabía que Fabián no jugaría.

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