lunes, 28 de diciembre de 2015

Padre Moderno 16 (Tahii, Sanha… un regalito de navidad espero les guste)



Padre Moderno 16      (Tahii, Sanha… un regalito de navidad espero les guste)

La familia saldría unos días, los padre de Francisco habían pedido una casa en las montañas en la que los riachuelos    y   las pequeñas cascadas abundaban porque las lluvias erran muy constantes en el lugar.  Iban por lo menos una vez cada dos años desde que Francisco  era pequeño.

 Ricardo: papá me vas a enseñar a manejar?
Luis: si a él le enseñas a mí también.
Francisco: para que quieren aprender a manejar?
Ricardo: ¡como para que!  … pues para saber.
Francisco: ya que tengas tu permiso para conducir te enseño…
Luis: pero para eso  se tiene que aprendes que no?
Francisco: a si es…
O .O
Anabel: en palabras más cortas, eso quiere decir que no les quiere enseñas.
Ricardo: vamos papá… no seas así… a Anabel le encelaste a los 16 años  porque a mí no me dejas.
Francisco: porque Anabel no tomo el carro cuando cumplió los 16 y lo estrello en la cochera…
Luis: jajajajajajaja
Ricardo: si me hubieras enseñado eso no hubiese pasado –dijo rojo, de eso hacía un año-
Francisco: si ajaaa…
Luis: Anabel,  tú me puedes enseñar a mí.
Anabel: a donde piensas ir?
Luis: iría   por mi novia, la llevaría al cine, me iría con mis amigos de paseo, podría ir a la tienda…
Francisco: oye mocoso tú crees que  regalan la gasolina?
Luis: no se… tú la vas a pagar… que no?
Francisco: okey,  Ricardo ya tienes tu respuesta de porque no puedes manejar.
Luis: pero tú pagas los gastos de An.
Anabel: yo no voy a todos lados con el carro.
Luis: como no.
Anabel: a ver… a donde salgo en el carro.
Ricardo: a la tienda, a la escuela.
Luis: con tu novio.
Antonio: de paseo, al parque.
Luis: al médico.
Ricardo: a…
Anabel: Santiago siempre me lleva en su  coche… al médico… es enserio?… al súper cuando tengo que traer todo el mandado.  A la escuela… sí,  y tengo que llevar a Antonio a ustedes los lleva papá.
Ricardo: papá no te vayas  --  
Francisco: tengo que hacer la maleta… y tu hermana tiene razón el carro es para usarlo cuando hace falta, ustedes creen  que  me la vivo cagando dinero.
Anabel: papaaaa que sucio.
Francisco: es la verdad y tus hermanos no lo entienden.
Luis: pues ya que se no ca…
Anabel: repite lo que dijo papá y te doy con el cucharon.
Luis: aaayy… pero a él nadie le hace nada cuando dice palabrotas.
Francisco: porque soy tu padre.
Luis: cuando tenga mi casa…
Francisco: si quieres la quemas… pero te sales primero y te aseguras que no haya alguien.
Antonio: no sé porque tienes que hablar, siempre pierdes.
El tema se dio por terminado, una manera fácil de terminar las conversaciones cuando no tenían algo decente que decir los chicos. Todos dejaron su maleta en el carro, este era pequeño, perfecto para las 5 personas de la familia. Ricardo se fue adelante con su padre y An, Luis y Antonio en la parte de atrás, ya sabían el recorrido y todos se irían directo.
Llegaron y se empezaron a repartir en las recamaras, Anabel se quedaba en la recamara más grande  con los más pequeños  Cesar 7 años, Samuel 5,  Antonio 9,  Clara de 11 años y Diego de 6 años. Santiago se quedaba en el cuarto con los dos mayores y en las otras recamaras, los abuelos en una y en las otras las dos parejas restantes.
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Francisco siendo el mayor de sus hermanos siempre tuvo mayor responsabilidad, en muchas ocasiones se hacía cargo de sus hermanos si sus padres no estaban,  los molestaba como cualquier hermano mayor molesta a sus hermanos pero nunca les llego a golpear o llevarse de una forma pesada con ellos… a Julián en alguna que otra ocasión le castigo dándole algunas nalgadas… a Eva(hermana) la dejaba encerrada  en su recamara cuando la mocosa se quería salir con el novio sin permiso, pero de ahí ya no paso.  
Estando en aquella gran casa Eva no pudo evitar  burlarse de su hermano al enterarse que su madre fue personalmente a darle unos varazos por no cuidarse como Dios manda.
Francisco: ya, oye deja de burlarte  y a ti quien te dijo?
Sergio (esposo de Eva): jeje
Eva: Mi madre.
Julián: Ya ves,  eso te pasó por no decirle.
Francisco: eso me recuerda  que tuvo que haber un chismoso en todo eso y mis hijos no fueron…
Julián: aaaa –le dio la espalda algo nervioso-
Francisco: te acabas   de ahorcar tu solo, como eres metiche.
Julián: no soy metiche, se me salió, no era mi intención.
Francisco: no era mi intención –lo arremedo- …
Francisco  tomo a su hermano como cuando este era más joven y lo dejo en el piso mientras él estaba arriba de él sujetándole las manos en la espalda sin hacerle daño.
Julián: Bájate.
Francisco: di que eres un chismoso y te suelto.
Julián: fue sin querer Francisco, no es mi culpa que mi madre tuviera ganar de sonarte como a un crio.
Francisco: el crio hablando de críos.
Julián: no soy un crio soy todo un adulto con todas las letras que este lleva.
Francisco: aja eres un niño admítelo y te suelto.
Julián: no.
A Francisco se le dibujo una gran sonrisa burlona.
Francisco: quien mojaba la cama a los 13 años?  ¡Eres un bebe,  admítelo!
Julián: Mentiroso, yo nunca hice eso –dijo rojo-
Francisco: si te orinaste en la cama no digas que no.
Todos los chicos estaban fuera recorriendo el lugar por eso razón Francisco aprovecha y se vengaba de su hermano, mientras Eva y Sergio se reían de la situación, Francisco nunca cambio su forma de ser cuando fue mayor, mucho menos cuando tuvo a sus hijos, incluso era así con ellos siempre teniendo un límite en todo, su padre decía que no había madurado como debía,  Eva  también era muy parecida en ese aspecto pero Julián  a veces se metía en su papel de adulto que no puede ni sonreír de vez en cuando, estando cerca de sus hermanos cambiaba un poco ese carácter muy parecido al de su padre una persona estricta.
Julián:  No seas mentiroso  Francisco.
Francisco: Eva,  sí o no se orino en la cama?
Eva: aaai no seas así, estaba enfermo… pero si te orinaste. –le confirmo divertida-
Francisco: ahora di que eres un bebe.
Julián: Francisco quítate, no sea así, no soy un niño.  - al escuchar el barullo de los chicos trato con más esmero de quitar a su hermano de encima, sintiendo vergüenza de que sus sobrinos y sus hijos lo ven así.
Francisco: sabes que ve vale un cuerno que los demás ven, si quieres puedes pedir ayuda.
Julián: no seas así.
Francisco: dilo y te suelto.
Julián: perdón, soy un chismoso por decirle a mi madre lo que te paso, contento?
Francisco: no, pero me conformo. –
Francisco se levantó mientras su hermano adolorido trataba de pararse, los chicos entraron y vieron a su tío poner unos ojos de enojo y a Francisco que solo tenía una risa de satisfacción y ayudaba a levantarlo del suelo.
Luis: que paso?
Francisco: nada.  Qué?… encontraron algo divertido?
Luis:   ¡divertido!   Si salimos con el abuelo…. ve si tu encuentras algo divertido…
Passss, passs, passss
Luis: aaayyy abuelo.
Nicolás: Abuelito, no seas grosero Luis.
Luis: abuelito,  aaayyy papá.
Francisco solo movió la cabeza diciéndole que él tenía la culpa si ya sabía como era su abuelo.
Luis: papá porque no dices nada.  
Francisco: cuida tu boca, más que eso que te puedo decir.
Nicolás: que sea más respetuoso.
Francisco: él sabe que lo tiene que ser,  no necesito recordárselo, o si Luis.
Luis: no. 
Antonio: mi abuelito no deja que nos acerquemos a las cascadas, pues entonces a que venimos.
Francisco: ya los llevo yo,  solo espérense un rato.
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Acomodaron todos los víveres en la cocina   abasteciendo las alacenas ya que el pueblo más cercano estaba a dos horas del lugar, había algunas casas pero quedan  a distancias largas una de otra, estaba una central de guardabosques pero igual estaba a media hora.
Toda la familia se fue a los riachuelos los padres y los chicos más grandes que eran los de Francisco antes de entrar y dejar meter al agua a los niños  movieron las piedras y ramas cercanas dejando limpio el lugar y revisando que no hubiera animales ponzoñosos y peligrosos, una vez terminaron se sentaron a disfrutar el agua, estaba  fría pero era cómoda ya que hacia un poco  de calor, los más pequeños estaban  nadando a Antonio el agua le llegaba debajo de la cadera en la parte más onda mientras del charco,  los chicos casi tenían que estar acostados para sentirse más cómodos o incluso sentados pero estando parados apenas les llegaba el agua a la pierna.
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Ricardo y Luis estaban algo aburridos.
Luis: ya me enfade, no podemos ir a buscar otro charco  que este más hondo?
Francisco: no, aquí está bien paro los enanos.
Luis: y si nos vamos nosotros?
Ricardo: si nosotros nos podemos cuidar.
Francisco: quédense un rato y ya después vamos a buscar algo más de acuerdo?
Luis: oo está bien.
Ricardo: oye marica te reto. –dijo no muy fuerte-
Luis: Ricardo, te está sangrando la boca…
Ricardo: aja… que? vas a aceptar?
Luis: mmm pero el que gane que? Y de que es el reto?
Ricardo: te reto a  ir hasta la cima… ida y bajada… y el que gane se queda con la mesado del otro va.
Luis: hecho.
Francisco: desecho… si van a apostar no apuesten el dinero de toda la semana que luego están llorando de que no tienen para gastar…
Luis: bueno hacer  los deberes del otro por una semana.
Ricardo: hecho.
Los dos chicos se pusieron tenis y se echaron a correr.
Nicolás: Que tienes por cabeza para permitirles estar apostando y hacer retos en los que puedan salir lastimados.
Francisco: padre tranquilo, no les estoy permitiendo robar o matar a alguien, solo están compitiendo.
Nicolás: hay Francisco de verdad que no mides el peligro.
Francisco respiro profundo pero decidió dejar el tema como algo que le paso por un oído y salió por el otro, no tenía ganas de discutir con su padre. A la hora aparecieron los dos chicos jadeando con la lengua de fuera porque estaban cansados. Luis fue el vencedor, mala idea la de Ricardo de competir con su hermano que era más rápido que él, pero pensó que como tenían que escalar un poco podría tener la delantera, llego diez minutos atrás de Luis.
Los chicos estaban cansados se sentaron en el piso, Luis se acostó cerca del riachuelo a burlarse de su hermano que había perdido.
Francisco: Luis ahí  te pega toda la resolana,  quite o te vas a quemar.
Luis se estaba quedando dormido pero le daba flojera moverse le llegaba la briza del agua y el sol no lo sentía tan incómodo,  no le contesto a su padre un sí o un no,  era de esas veces que no se tenía ganas ni de contestar por tal comodidad. Luis se quedó dormido sin atender ordenes de su padre… a la hora que despertó la cara ya le dolía.
Luis: aaaayy carajo me duela la cara.
Francisco: te dije que te fueras a la sobra.
La cara de Luis denotaba un cambio de color rojito pero no tan fuerte,  su padre no era tan inhumano le había puesto una sombra, que si no hubiera terminado quemado.
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Tahii te dejo esta historia espero que te gusten las travesuras de estos chicos, gracias por tu amistad y por compartir a tus chicos… ;)   ya sabes que Ivancito (o Daniel) es de los míos :) 
 Sanha   te dejo un regalito espero te guste ;)   y no me hagas sufrir a mi bebe Ray  :3 aunque igual lo amo y  me encanta que salga aunque sea metiendo la pata :S


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