domingo, 27 de diciembre de 2015

ESTA VEZ SERE YO Capítulo diez



ESTA VEZ SERE YO
Capítulo diez

La noche estuvo tranquila para todos nada más poner la cabeza en la almohada cayeron dormidos. En la mañana Jesús tomó la decisión que llevaba pensando hace años y que no se atrevía a dar ese paso hasta ahora, le dejó una nota a Bell que los vería en la clínica, sabía que sus padres lo matarían pero era lo correcto, llamó a un socio de su papá y le dijo que se juntaran en el banco, donde reclamó el dinero que le habían dado a modo de indemnización por la muerte de Andrea, ya era un adulto, siempre espero que su padre se lo entregará ya que a él no interesaba tenerlo, era una estupidez que su papá se matara trabajando siendo más que multi millonarios, una vez concluido el cambio de titular ordenó se abrieran 5 cuentas y se dividiera en partes iguales, luego partió a la clínica. Lo que Jeshu no esperaba es que del banco llamarán a Luis para informarle, ya que él era el antiguo titular.
...

Jeshu: Hola mamá. Dijo saludándola de un besito. Hola papi ¿cómo estás? ¿Ya podemos irnos a casa? ¿Tío ya puede? Hablaba rápido y nervioso. Todos ya sabían lo que Jeshu había hecho pues Luis, no había podido controlar el tono de voz, al vociferar el ¡cómo! ¡Que hizo queeee! Dilia, y Mark habían tenido que calmarlo, un sedante le dio a su hermano, Bell miró a Jeshu como tratando de hablar con su hermano en clave, como cuando eran niños, pero no sirvió, su padre no les dio oportunidad.
Luis: Dejen solo con Jesús Enrique, por favor. Dijo con voz seca, de esa que no permitía replica.
Mark: No abuses, en la primera de cambio que vea el monitor alterado entró a la habitación. ¿Entendido?
Jeshu: Papi no te enojes. Le rogo
Luis: No, no es posible, porque ya lo estoy.
Jeshu: pero papi yo ya te lo había dicho y te juro papito que no toque ni un bolívar. Jeshu no entendía porque su papá estaba enojado.
Luis se levantó de la cama, cogió la silla que está cerca y la puso enfrente de la cama. Y señalándola le indico que se sentará.
Jesús obedeció de inmediato y sin decir palabra alguna, solo le entregó las tarjetas que le habían dado en el banco. No me lo iba a gastar te lo juro. Luis tomó las tarjetas con indiferencia y las colocó en la cama, como no dándole importancia, se sentó justo enfrente de su hijo, y le subió la cara con la mano, porque la había bajado.
Luis: ¿Por qué Jesús Enrique? Porque hacerlo a mis espaldas, escondido.
Jeshu: era algo que quería hacer hace tiempo papá, te lo dije y... y tu dijiste que podía tenerlo que eso no cambiaría nada… yo no quiero tenerlo papá… yo… era lo justo papá, ese dinero no me devolverá a mamá, para mi es solo eso dinero, y lo que hice fue lo justo… somos una familia papá y si lo tuyo es mío ¿por qué lo mío no puede ser nuestro?
Luis: ¿Y por qué ahora? ¿En este momento? es que acaso igual que tu hermano te avergüenzas de mí, de que trabaje para mi padre, él cree que el me mantiene, pero trabajo que jode para que no les falte nada a mi familia.
Jeshu: Cállate papá. Nunca vuelvas a decir algo así, si Sammy te escucha lo destruyes… Por ti no sentimos nada más que orgullo papi. Dejo que las lágrimas le corrieran por las mejillas, te sacas la cresta por nosotros y no te la ponemos fácil, pero estas ahí, trabajando el triple y no quiero que hagas eso, porque papi nos amas más de lo que los padres de mis compañeros los amaron jamás y trabajas más que cualquier persona que conozco, pero no es justo papi, me dejaste estudiar una segunda carrera y sigues pagando por mis gastos, porque sabes que es lo que yo quería estudiar y que es lo que me hace realmente feliz… porque dejar ese dinero ahí que no le sirve a nadie y yo no lo quiero, lo único que quiero es que mi papá no se tenga que matar trabajado para pagar los putos guardaespaldas porque el psicópata de mi abuelo no me deja en paz y te quiero conmigo porque estoy cagado de miedo y  no quiero que estés trabajado un tercer turno por mi culpa, porque es mi culpa y que estés aquí es mi responsabilidad y no digas que no porque Paul es mi culpa.
Luis: La culpa no es tuya hijo, fue toda mía quise abarcar más de lo que debí, no leí bien los términos del pagaré que el banco me había otorgado, empecé un pleito jurídico contra una mega empresa, y la burocracia me comió mis ahorros, y ahora debo comenzar de cero, cariño. No digas que es tu culpa porque fueron mis malas decisiones lo que me llevaron ahí.
Jeshu: Es mi culpa papi, yo he sido un gasto inútil constante, y no tuve el valor de decírtelo, pagaste un año de universidad que perdí, y un departamento al que estaba aterrado de entrar.
Luis frunció el ceño, en ese momento… escuchar a Jeshu decir que era un gasto inútil fue más de lo que pudo soportar, y eso que se prometió guardar la calma, porque sabía que lo que su hijo había hecho era muy noble. Así que levantó a su muchacho de un tirón, le desabrocho el pantalón y con la misma rapidez lo puso en su regazo, y le bajó el pantalón y calzoncillo.
Jeshu: no papito no me pegues papito.
Luis: SILENCIO CARAJO… PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS
Jeshu: auuuu papi me duele.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS No vuelvas a decir que eres un GASTO INÚTIL, ¿ME ESCUCHASTE? Jesús Enrique.
Jeshu: pero papito.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS ¡Pero papito, NADA! PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS
Jeshu: nunca más papito.
Luis, dejaba caer unas nalgadas fieras en el trasero de su vástago, que le colorearon el traserito y que dolieron horrores, cosa que no quería reconocer Jeshu,
PLAS, PLAS
Jeshu: perdón papito, perdóname papi te lo ruego.
Luis: Yaa... shhh ya... pero no quiero oírte de nuevo echándote la culpa ni diciendo tonterías sobre ti, eres mi orgullo, has tenido un año difícil eso es todo. Le dijo vistiéndolo y dándole un fuerte abrazo.
Jeshu: solo quería hacer lo que me enseñaste papá quería que estuvieras orgulloso de mi, siempre dijiste que la familia es lo primero y tu papá eres de la familia.
Luis: Ya te dije que eres mi orgullo, siempre lo has sido. Le dijo besándole la frente. Una vez que toda esta pesadilla de Paul, sea historia tú tendrás un nuevo comienzo en la Uni, y óyeme bien no voy a tolerar un solo aplazado, porque si no, no te sientas. Le dijo picándole el ojo.
Jeshu: no aplazare papá y tendrás el boletín con las mejores notas a las que te tengo acostumbrado. Papi nunca vuelvas a decir que nos avergüenzas porque eso duele aquí. Dijo tocándose el corazón. Tú y mis mamás nos llenan de orgullo, siempre lo han hecho y siempre lo harán.
Luis: Hijo te juro que siempre he deseado que estén orgulloso, pero al parecer no siempre las cosas salen como uno sueña. Y si, te doy la razón duele mucho, sobre todo cuando es tu familia, sobre todos tus hijos, te indican que has fallado. Dijo con pesar.
Jeshu: Habla con Sammy papi, todo debe ser un mal entendido, eres la luz de los ojos de ese chico que está como alma en pena, algo le pasa papi, pero lo que sea ten la certeza que no se trata ni de dinero ni de donde trabajas, si está feliz que trabajes por fin con el abuelo, él siempre me preguntaba. Decidió imitar la voz de Sammy cuando  pequeño “porque el tonto del abuelito no lleva a papi a la empresa seguro lo hace mejor que el tío Ed” y sabes que Sammy no tiene ni un interés en el dinero a él solo le importa que lo mimes.
Luis: Tratare de averiguar que sucede, pero tocar el tema sobre si fue un mal entendido o no, creo que ahora no es el momento. Me dolería demasiado enterarme que no fue un mal entendido. Porque me lo dijo en perfecto castellano. Ahora hablemos de esto, le dijo tomando las tarjetas de la cama.
Jeshu: no toque ni un bolívar y no me compre un Ferrari porque tú dijiste NO, yo no lo compre.
Luis: ¡Huuum! Le dijo levantándole una ceja. Tu hermanito, es demasiado joven para darle una tarjeta de débito con tanto dinero. Y el closet de tu hermana no es taaaan grande para toda la ropa que pueda comprarse.
Jeshu: yo también soy demasiado joven para tanto dinero papá, lo tengo más que claro, por eso tú sigues como administrador de nuestras cuentas.
Luis: ¿Que deseas que yo haga con mi parte? ¿Cuál es tu verdadera intención? ¿Humm? Que no trabaje tanto, mi forma de ser no dejará de trabajar, porque aun cuando yo tenía mucho dinero nunca deje de hacerlo… campeón.
Jeshu: papi tú y mamá son adultos pueden hacer lo que gusten con el dinero, los críos somos nosotros y por eso no tenemos acceso a el dinero, no es mi intención que dejes de trabajar o que vayas a dejar al abuelito en la estacada, nos hace feliz a todos que trabajes con él, lo que no quiero es que te extralimites trabajando por necesidad, hazlo por placer, y despierta papi puede que ahora tengas problemas de liquidez pero tú tienes mucho dinero, que lo tengas invertido es otra cosa.
Luis halo a su chico a su lado y lo abrazó fuerte, eres todo un hombrecito del que estoy más que orgulloso.
Jeshu: pero aún me falta mucho y te necesito para muchos años más, así que no me vuelvas a asustarme así… Y papi anoche fui malo con Sammy. Le confeso porque se sentía muy culpable.
Luis: Acá me tienes y me tendrás, por muuuucho tiempo. Siento haberlos asustado de esa forma campeón. Estabas asustado hijito, y el miedo  a veces hace que uno actué así. ¿Arreglaste las cosas con tu hermanito? o aun lo tienes castigado.
Jeshu: Las arreglamos o eso creo, pero el castigado tendría que ser yo, creí que el abuelito me castigaría pero solo me abrazo, es que yo me sentía culpable y culpe a Sammy y lo hice llorar muy feo.
Luis: Ahhh pobre de mis peques. Le dijo apretándolo muy fuerte. ¿Aun te sientes culpable?
Jeshu negó con la cabeza pensando que si decía que sí su papá le pegaría de nuevo y aun le dolía su culito de los reglazos del día anterior y las nalgadas que acaba de recibir.
Luis: Entonces, eso quiere decir que si arreglaste todo con tu hermanito, con quien por cierto tengo una seria conversación pendiente.
Jeshu: Solo prométeme que harás caso a las indicaciones del tío Mark y que nunca perderé a mi papá.
Luis: Te lo prometo mi ángel.
Jeshu: ¿te mando al condenado ahora?
Luis: Sip, pero necesito que te quedes también unos minutos, pues me temo que son dos los condenados.
Jeshu: Ok. Asomo su cabeza a la puerta. Sammy el papá te llama. Y abrió para que su hermano pasara, luego cerró la puerta
Luis abrió los brazos para su pequeño, que se traía una carita de pena, que no podía negarla.
Sammy: perdóname papito yo no lo dije en ese sentido, yo no lo creo así… yo papito nunca lo diría en ese sentido buaaa. Se echó a los brazos de su padre
Luis: shhh ya Sammy, ya no llores. Ya, no sabes lo que me alegra escuchar eso. Y te creo, pero no llores más mi niño hermoso.
Sammy: pero yo te hice sentir mal y no fue esa mi intención… y encima de eso me enoje contigo.
Luis: Pero eso no fue lo peor de todo lo que hiciste...campeón. Todo eso está borrado y perdonado, pero lo que aún no. Es que mi niño, saliera corriendo por la calle, y estuvo a esto de que fuera arrollado. Le dijo con la ceja levantada.
Sammy: ¿me vas a castigar aquí?
Luis: SÍ, aquí y ahora. Pero antes de eso. Quiero decirle algo a los dos, NINGUNO DE LOS DOS tiene la culpa de lo que me pasó ayer, me subió la tensión es algo que el organismo le pasa, a veces.
Sammy: papi pero esta Jeshu. Se quejó.
Luis: Jeshu está aquí porque me confesó que se le fue la pinza contigo ayer, y te hizo llorar más de la cuenta. Y eso no lo voy  a permitir tampoco. Jeshu, quiero ya una disculpa con tu hermanito, y un buen abrazo.
Jeshu: ya sé que te lo dije ayer, pero Sammy, sé que no es una justificación pero estaba asustado y me sentía culpable, y te grite cosas horribles, perdóname hermanito, no va a volver a pasar te lo prometo.
Sammy: Te perdono, y tú a mí... por ser insufrible, y por haberte asustado de muerte.
Jeshu: ya está perdonado y olvidado mi peque, el susto de muerte no la verdad, si te hago cruzar la calle de la mano no te quejes. Dijo abrazando a su hermano.
Luis sonrió al ver a sus hijos así, como los amaba. Camino y espero que se separaban y tomó del brazo a Jeshu lo giró y le soltó tres buenos azotes.
PLAS, PLAS, PLAS… Eso es para asegurarme que no volverás hacer llorar a tu hermanito de esa forma.
Jeshu: Auuuu nunca más, lo prometo. Dijo con un puchero. ¿Ahora los dejo solos? no quería presenciar por nada del mundo el castigo de su hermano.
Luis: Si, mi cielo. Le dio un fuerte abrazo y un beso en la frente. Cuando Jeshu salió, Sammy tragó grueso esas nalgadas que le soltó a su hermano había sido muy fuertes, pues su hermano aun con jean, se había quejado. Temía que él no correría con tanta suerte. Luis se sentó en la cama y lo llamó con el dedo índice.
Sammy: ¿puedo conservar los pantalones? Preguntó mientras caminaba hacia su condena.
Luis: No, los pantalones van afuera, y la misma suerte tendrán los calzoncillos.
Sammy: Me pegaras con la mano o tienes escondida la regla por ahí mira que mi cinturón no te lo presto por nada del mundo.
Luis: Jajaja… solo con la mano, la verdad que salí tan apurado ayer de casa que no me dio tiempo de tomar la regla. Le dijo en son de chiste.
Sammy lo primero que hizo fue sacar el cinturón de sus pantalones. Esta no la suelto ni a palos papá. Le dijo por si cambiaba de opinión.
Luis: Caramba, veo que estas muy consciente de lo mal que te comportaste, y que mereces un buen castigo.
Sammy: bueno no lo había pensado así… solo que no quiero que me castigues papi porfaaaaa por esta vez. Le rogó
Luis: Lo siento, pero esa vez fuiste muy lejos, arriesgar tu vida no es un juego, pudiste no tener otra oportunidad. Y eso si me hubiese matado, dime como vivo yo sin mi niñito... sin mi consentido, sin el bebé de papá.
Sammy: no puedes… y te prometo papi que nunca tendrás que hacerlo. Dijo sacándose el pantalón, dejaría que su padre le bajara el calzoncillo.
Luis: Muy bien Samuel, muy bien… ese es mi hombrecito. No volverás a arriesgar tu vida mi príncipe, no volverás a hacerlo nunca más. Le dijo mientras le bajaba el calzoncillo.
Sammy: lo prometo papá de verdad no es necesario que me des palmadas ya entendí y Jeshu me castigo anoche. Le recordó
Luis: ¿Dime quien es el papá? ¿Quién sabe que necesita mi niño y que se merece? Pues yo, y en estos momentos este niño travieso necesita aprender una lección de vida.
Sammy: tú eres mi papá y yo confío mi vida en ti. Agregó un poquito para ablandar a su padre.
Luis: Bello mi ángel, pero ahorita solo necesito este culito.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.
Sammy: Auuu papito muy fuerteeee me duele mucho
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.
Buaaaaaaaa me dueleeee papito buaaaa mi culito papi. Gritaba y pataleaba, como si lo estuvieran matando, a tal extremo que el calzoncillo fue a dar al otro extremo de la pared.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.
Luis le dolía escuchar a su hijito llorar así, pero no podía ser blando con esto, la vida de su hijo era más importante que una buena tunda. Y quería que Sammy aprendiera bien la lección.
Sammy: no lo hago más papá buaaa, me estas pegando muy fuerte. Se quejó.
Luis: Ya… ya no más palmadas para mi niño bello, y si te castigue fuerte, porque no quiero que arriesgues tu vida de nuevo. Ven acá...
Sammy: fue un accidenteeeee papiiiiii no corrí contra el auto solo no mire al cruzar la calle porque iba muy alteradoooo buaaaa. Le dijo mientras literalmente se tiraba sobre su padre.
Luis: Ya… shhh shhh ya paso Sammy, te salió caro no mirar antes de cruzar una lección que aprendiste desde niño.
Sammy: No cara dolorosa. Dijo sobando su culito al aire.
Luis: jajaja mira nada más a donde fue a parar el calzoncillo. Le dijo mientras lo recogió para dárselo. Señorito, otra omisión como esa y será la misma tunda pero con la correa. ¿Entendido?
Sammy: pero no con la mía. Dijo Acostándose boca abajo en la cama de su padre.
Luis: No, con la mía que es más gruesa. Le dijo.
Sammy: bueno mejor te presto la mía. Dijo pasándosela total él no la necesitaría por un buen tiempo, no se movería de esa cama, Sammy estaba cansado y con sueño se ponía muy chistocito.
Luis, sonrió le acarició la cabeza y lo tapo con la sábana, cuando Sammy se durmió, él se recostó en el sillón de visita y prendió el televisor, Mark entró a los minutos.
Mark: Caramba no puedes estarte quieto a la cama Luis o llamo a papá para que te zurre. Le gruño
Luis: jaja te haría caso Marky, pero un invasor ocupo mi cama.
Mark: pues lo acomodas y se acuestan los dos. Rodó los ojos, te quiero en esa cama o ya sabes, ahora ya.
Luis: Uyy así eres con todos los pacientes, como es que no te han demandado por falta de tacto con los pacientes. Le dijo sonriendo, mientras se metía a la cama.
Mark: mis otros pacientes hacen caso y no se dedican a zurrar potitos travieso, que sepas que te deje porque si no arreglabas las cosas con tus niños no harías el reposo jamás pero te digo alargaste dos días más tu estadía en la clínica porque arruinaste los datos que estábamos tomando.
Luis: Vale, Marky aunque no lo creas te haré caso, mis niños me necesita aún mucho.
Mark: no solo ellos, así que tienes que cuidarte.
Luis: Es verdad celosito… mis hermanitos también me necesitan. Gracias hermano, gracias por todo.
Mark: no te olvides de tu Marky. Le sonrió.
Luis: Y de quien crees que hablaba, jajaja.
TOC TOC
Samuel: ¿Se puede? Puede el padre de la criatura estar un rato con su hijo.
Luis: siempre papá. Le sonrió. Bueno doctorcito me das permiso para ver a mi padre.
Mark: Claro, Sr. Hoffman, podría asegurarse de que este paciente no se levante de esa cama. Y tiene carta abierta, para cualquier cosa, si osa desobedecerme. Le dijo serio a su padre.
Luis: Markkk, papá Mark no lo decía en serio.
Samuel: Porque me parece que cierto señorito a estado dando guerra. Marky, ponme al tanto Ya. Dijo levantando la ceja, cruzando los brazos y mirando fijamente a Luis.
Luis: estoy mejor verdad Mark.
Mark, sonrió divertido al ver esa cara de Luis.
Mark: Si, papá está mucho mejor, pero cambie la cantidad de horas que permanecerá en la clínica, quiero hacer más chequeos, para que todos estemos tranquilo.
Samuel: Se portó mal verdad. Entre que le pregunto y afirmo a Mark, como si Luis no estuviera presente.
Mark: Pero Pa, ahora solo necesito que le digas que no más. Solo eso, te prometo que si me da más guerra el primero en saberlo serás tú. ¿Vale?
Samuel: ya escuchaste a tu hermano, si no haces caso. Dijo tomando el cinturón de Sammy. Con esta misma te las doy.
Sammy: Abue, mejor con la de papi es más gruesa. Dijo sonriendo, se había despertado en medio regaño y vio divertido como regañaban a su padre como un niño.
Luis: y tú de qué lado estas mocosito.
Sammy: Del lado de los que desean que te cures prontito y regreses a casa con nosotros. ¿Verdad abue?
Samuel: Mi nieto como siempre tiene toda la razón, y ahora mi niño no nos vamos a portarnos más mal ¿verdad? Pregunto sin especificar a cuál de los dos que estaban en la cama se refería.
Sammy: me portare bien. Dijo sobando su potito para remarcar el punto.
Luis: Y yo también, no quiero tener que sobarme. Dijo haciendo una mueca con el labio.
Samuel: Buenos chicos. Sammy no crees que sería mejor vestirte, ya va entrar la familia.
Sammy: Ohh por Dios, que pena abue, y corrió a buscar su pantalón para ponérselo. ¿Abue?
Samuel: dime tocayito.
Sammy: Dime aquí entre nos ¿quién es tu nieto favorito?
Samuel: pero si se lo dices a alguien lo negaré.
Sammy: ¿Yo verdad? Le dijo abrazándolo fuerte.
Samuel: Claro mi nietico.
En eso toca la puerta Bell.
Bell: me toca regalonear a mi papi.
Luis: Mi Princesa bella, ya te extrañaba.
Bell: es que los niños se portan tan mal que no dejan tiempo para tu princesita. Se quejó.
Samuel: Vamos Sammy dejemos a papá un rato.
Mark: Yo los acompaño.
Sammy: siempre que no me dejen a solas con mamá que me tiene prometido los reglazos de mi vida.
Samuel: Ohh bueno quédate pegadito a mí. Le dijo picándole el ojo.
Sammy: nos vemos papi y encuentra la forma de prohibirle a mami que me pegue tú ya lo hiciste.
Luis: Claro como si eso fuese posible... prohibirle algo a tu madre. Buen chiste hijo.
Sammy: pues convéncela papito.
Luis: Ya hablaré con tu mami pero ahora déjeme un rato con Bell.
Sammy: nos vemos. Dijo cerrando la puerta.
Bell: ¿Cómo está el papito más lindo de todo el universo?
Luis: No, se si el más lindo del universo pero sí el más feliz por tener la familia que tiene. Y estoy bien princesa, aunque tu tío insiste en que pase dos días más acá, para exámenes. Así que me temo que pasarán unos días más en casa de los abuelos.
Bell: Mientras te pongas bien no hay problema, te vendremos a ver después de clases, bueno Jeshu no tiene más clases pero debe ir a congelar a la universidad, me encargare que el tío Mario lo acompañe y no que no lo deje solo ni un segundo papi y le confiscaré el teléfono, cuidaré a tus tesoros, no te preocupes por nosotros estaremos bien. Dijo dándole un beso en la mejilla.
Luis: Princesa tu eres uno de esos tesoros no lo olvides, cuídate mucho mi niña hermosa.
Bell: me cuido papito y me como toda la comida.
Luis: jajaja... recuerdas lo mingona que eras para comer.
Bell: Era mala la comidaaaa, pero me dejaste clarito que había que comerse todo lo del plato. Hizo una mueca de disgusto.
Luis: Amo esa carita, le dijo besándole la mejilla. Luis bostezo, estaba cansado pero no quería admitirlo.
Bell: Ahora mi rey ve a descansar y no hay derecho a reclamo. Le arqueó una ceja tal como él lo hacía con ella para saber que ese era el límite.
Luis: Bell, Alex es un buen chico...
Bell: Lo es papá y realmente me gusta.
Luis: Eso es lo que quería escuchar. Dijo acomodándose en la cama.
Bell: papi no quería que te enteraras de lo que pasó de esa manera, bueno no quería que te enteraras de ninguna.
Luis: Me imagine, pero hija los padres están para los buenos y malos momentos, sobre todo los malos, preferimos cargar con lo más pesado acuestas, mi niña hermosa. Pero hija me enorgullece lo madura que eres, y por eso sé que saldrás adelante. Y la vida te debe una buena relación.
Bell: Me dolería más verte mal que dejar a alguien que no me merecía.
Luis: Noooooo si él que iba estar mal no era yo, si no ese que hizo sufrir a mi bebé. Le dijo haciendo señas de un puñetazo con las manos.
Bell: créeme no la saco barata, Sammy le saco la… bueno no sabía que mi hermanito supiera karate.
Luis: No le digas, pero bien por Sammy.
Bell: No le digas tu mira que le di el regaño de su vida, si parecía él el traicionado.
Luis: Caramba Sammy, tiene dos hermanos mayores claritos en su rol.
Bell: Es mi bebe. Y le hizo esa mueca de la bella genio que le era tan propio.
Luis: jajaja si, ven quédate conmigo. Le dijo abrazando a su pequeña, y se quedó dormido plácidamente. Di, entró y le dio tanta ternura ver a su hija acariciándole la cara a su padre, velando su sueño, cuántas veces vio la escena pero al revés.
Bell: Mami… ¿mi papito va a estar bien... verdad? ¡Júramelo! Dijo con los ojos aguarapados, recordando lo mal que se había puesto, y le entró el temor de perderlo. Tengo miedo mami, mucho miedo.
Di: tu padre es un hombre fuerte Bell, se pondrá bien, pero debemos estar al pendiente de que cumpla las órdenes médicas y aprenda a descansar.
Bell: eso sí que lo tenemos difícil mami, mi papito es un torbellino.



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