domingo, 17 de agosto de 2014

EL DIARIO DE GRETCHEN Capítulo 2



EL DIARIO DE GRETCHEN
Capítulo 2

Querido diario siento que mi plan para tener una vida feliz se esfuma y eso que ya tenía el plan perfecto  desde que tenía 13 años.
Antes de cumplir los 30 años iba a ser una mujer de éxito sería delgada y estaría casada con el hombre de mis sueños.
Que puedo decir a esto que mi prometido me ha engañado con una enfermera, que tengo 5 kilos de sobrepeso y que Marc Meier mi torturador en el cole es mi jefe y me recuerda todos los días que estoy gorda  me llama dientes de conejo y pone en duda cada una de mis acciones.
Oh y por si no lo sabían volví a vivir en casa de mis padres.

Los Vientos soplan a favor:
Cuando ya me estoy acostumbrando a las bromas de mi actual jefe algo falta en mi vida, no es amor no es algo más importante, mierda estoy con atraso.
En cualquier momento en mi vida estaría feliz pero ahora justo ahora no, la verdad no quiero tener un hijo de mi ex sé que suena egoísta pero estoy empezando una nueva vida un poco caótica claro pero estoy enfocada en ser una buena doctora y la mejor cirujana.
No quiero que en mi casa nadie se enteré así que busco en Ginecología un test de embarazo pero nada. Donde esconden esas cosas busco y re buscó y no me doy cuenta que alguien me está mirando.
- Busca algo? – dice una voz y yo casi caigo en medio de los fármacos.
- Un test de embarazo – digo sin poder evitar sonrojarme.
- No tenemos – y se acerca a mí para leer mi nombre en mi delantal – Dra. Haase, soy el Dr. Kaan jefe de ginecología.
Yo solo le sonrío debo decirlo con cara de niña que la han pescado robando y me dirijo a la puerta antes de poder salir él se interpone en mi camino.
- Un análisis de sangre es más seguro – dice y no puedo evitar mirar esos ojos, pero que tienen los hombres en este lugar.
Dejo que me saque sangre mientras tenemos una agradable charla sobre los primeros síntomas del embarazo.



Lo vuelvo a ver en la cafetería, no está mal verdad?
- Tengo sus resultados,  en hora buena – dice serio
- No puede ser, yo no estoy preparada, no ahora.
- Cálmese no está embarazada.
- Y porque me da el en hora buena.
- Porque supuse que no quería estar embarazada, Dra. Haase mire este cartelito dice ginecólogo las mujeres son mi trabajo.
Yo no lo puedo evitar y comienzo a llorar él gentilmente me ofrece un pañuelo – Lo siento – digo mientras intento mantenerme lo más digna posible.
- No se preocupe, sus niveles hormonales son las de una adolescente ha dejado de tomar la píldora?
- Es que me iba a casar – digo y sigo llorando para cuando me doy cuenta estoy llorando en su hombro.
Soy una mujer patética estoy llorando en el hombro de un desconocido pero extrañamente se siente muy bien.

Volviendo a mi torturador:
Llevo una semana trabajando con Marc y he sido secretaria, junior, asistenta y todo lo que se le ha ocurrido, claro menos eso que están pensando.
Me enteré de que Marc se ha tirado a la mitad de las enfermeras  y que la otra mitad espera su turno, pero parece tener preferencia por la enfermera Gaby que como ya les contaré es una harpía de la peor clase.
Bueno llevo más de una hora esperando que el gran cirujano llegue para realizar una apendicetomía pero no nos honra con su presencia  a mí y a las enfermeras que esperan mirando una serie en el televisor.
- Siempre demora tanto.
La enfermera Sabine que me vio salvar la vida de una paciente y desde ese momento se ha vuelto una buena posible mejor amiga – No siempre pero él es el jefe así que siéntese la serie está por terminar.
Yo la miro resignada este hombre realmente sobrepasa cualquier limite estoy por marcar a su celular al que obviamente tiene prohibido llamar pero aparece por la puerta cubierto de sangre.
- Bien ya terminaron de limarse las uñas pongámonos serios.
- Marc que te paso – digo alarmada.
Él me lanza una mirada seductora y ahí me doy cuenta que se va a desmayar casi a mis pies, no piensen que lo deje caer a propósito pero sí que esta pesado para ponerlo en la camilla, las enfermeras lo miran entre horrorizadas y curiosas.
Marc Meier estaba acostado inconsciente en una camilla, cuantas cosas que podía hacer mmm pero dejo mi lado oscuro divagar y la doctora que llevo dentro resurge otra vez en mí pido el equipo de suturas pero las enfermeras me miran como si fuera un fantasma.
Solo la enfermera Sabine reacciona  y las demás vuelven a ser profesionales de la salud.
- Bien necesito limpiar la herida, enfermera Sabine prepare al paciente. La cara de las enfermeras no tiene precio casi gritan pero antes de que se arme una pequeña revolución tomo la situación en mis manos doy órdenes y para mi mayor satisfacción soy obedecida, mi paciente luce una perfecta y muy prolija sutura y me preparo para operar el apéndices que me está esperando.
Después de una larga jornada muy exitosa mi paciente del apéndice está en recuperación y mi otro paciente acostado en la sala de cirugía me quedo en la cama del lado, no piensen mal hay que revisar las constantes en caso de trauma.
Despierto antes que Marc que duerme plácidamente a mi lado, bueno no a mi lado pero cerca, parece un ángel pero no por mucho.
Despierta y salta de la cama todavía no se ha dado cuenta que está en ropa interior, se ve en el espejo y me dice horrorizado – Cuantos puntos?
- Solo cinco –digo mirándolo embobada
- Con tu talento me va a quedar una cicatriz horrenda – dice aun mirando su perfecto rostro en el espejo.
Me vuelvo a la realidad y me acercó a él algo molesta ni siquiera me ha dado las gracias – vamos Marc las mujeres venimos prácticamente con el hijo y la aguja bajo el brazo, y deja de tocarte la herida – lo regaño.
Se vuelve hacia mí con cara de pregunta – y tú te quedaste toda la noche.
- Alguien tenía que revisar las constantes – digo y él se ríe en mi cara busca su ropa y se viste.
Yo me quedo sentada en la cama mirando cómo se viste por alguna extraña razón él me mira de otro modo me empiezo a incomodar con su silencio y salto lo primero que se me viene a la cabeza cuando lo veo.
- Estudie medicina por ti, lo sabías cuando te reanime en el patio del cole entonces lo supe – extrañamente él no se está riendo con mi confesión – vamos dime una de tus tonterías, puedes burlarte.
- Por qué? Es muy halagador que lo digas, quiere decir que gracias a mi eres Medico.
- Exacto muchas gracias Doctor – digo sarcásticamente – Como puedes ser tan arrogante?
- Con mucha práctica, le dedico unas 2 horas diarias.
- Pues podrías enseñarme así sería una imbécil arrogante sin sentimientos – Marc me queda mirando fijo, no sé si en enojo o que he dado en un punto que le molesta.
- Que no tengo sentimientos? Eres una pedante, incompetente e irascible pero tienes algo que me gusta.
- Seguro que son mis pechos.
- No me refería a algo interior



Me quedo muda me está mirando con esa cara que no refleja ni asco ni burla me está mirando a los ojos y se ríe seductoramente – Oye Gretchen el vendaje se me ha despegado.
- Es la primera vez que me llamas por mi nombre – digo mientras toco su cara y él me toca la mejilla, y no, no estoy soñando.
Escucho de nuevo a Marc susurras mi nombre – Gretchen te palpita el corazón.
- Por desgracia, lo sé – Es en ese momento que vuelvo a la realidad de mi vida no me voy a dejar engañar por cinco minutos de locura temporal, vuelvo a ser yo y sin que lo viera venir le pego en plena frente justo en donde está el vendaje. – Bien el vendaje esté pegado Dr. Meier
- Te has vuelto loca – me dice ha vuelto a ser él y no sé si eso me gusta pero por lo menos piso en terreno conocido.
- No solo quiero tener una profesión – y me voy porque yo Gretchen Haase he decidido cambiar mis miedos por valor y volver a pegar los pedazos de mi corazón antes de dejar que alguien vuelva a entrar a mi vida, si es que alguien quiere.

Como supongo que se estarán preguntando esta es mi historia de porque soy médico
El día que supe que quería ser médico:
Era un día soleado y estábamos en el patio, los niños jugaban a la pelota y yo trataba de pasar desapercibida mientras miraba a Marc, cuando una pelota le pega cae  y comienza a asfixiarse con un trozo de chocolate que estaba comiendo, y yo que había pasado el verano siendo el conejillo de indias de mi padre mientras practicaba la maniobra Heimlich me lanzó hacia él logro sacarle el trozo de chocolate de la boca y le hago respiración boca a boca mis labios por primera vez tocan los suyos era mi sueño hecho realidad.
Cuando Marc recupera su ritmo sinusal y sus pupilas se normalizaron entonces lo supe quería ser médico.
Claro los chicos que miraban se reían y gritaban que había besado a Marc, él solo se limpió la boca con cara de asco y salió sin decir nada, el resto de mi vida escolar intenté ocultarme de Marc pero no siempre lo logre.

Fin…..?




5 comentarios:

  1. Gloria quebuena historia estas creando, me gusta y mucho
    Pero no seas mala presentarme a Marc, es que me encanta es guapisimo
    Oye aprovechando, cuando nos regalas un capi de Stargate es que con esa historia me tienes encantada, jeje lo siento lo tenia que decir

    estrella

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  2. Gloria continua por fis quiero saber que sigue anda di que siiii no seas malita anda si!!

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  3. Gloria bueno ya capataste mi total atencion ysigo sin ver niños buaaaaaaaaaaaaaaa
    pero decirte que es una movela interesante no te tardes por fa

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  4. jejeje me faltan solo 4 cap de la serie :D quiero mássssssss

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