SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO
AMARLO?
CAPITULO 9
Sábado, 07:00 a.m., el
Capitán, Andrés Felipe Contreras, desde la oficina del D9 (oficina de gestión
comunitaria militar), del batallón logístico de Cúcuta, el “premio”, recibido
de parte del general LOZANO BARRERA, por su arrojo y algo de insubordinación en
combate en el Vaupés un par de meses atrás, sostenía una animada conversación
telefónica, con un viejo compañero de curso de su época de cadete militar, el
Capitán CAMILO PRIETO GUTIERREZ, especialista en inteligencia militar,
actualmente destacado en el Comando General de las Fuerzas Militares.
Caramba, que milagraso, a que
santo debo encenderle una vela para agradecerle que te acordaras de los pobres
cursito? Espeto divertido, pero con un dejo de reclamo el Capitán Camilo
Prieto, bastante alegre pero sorprendido ante la llamada celular de su mejor
amigo de la escuela de cadetes.
Lo se cursito contesto un
poco apenado Andrés Felipe, he debido estar más al pendiente de los amigos,
incluso aún más de la familia, pero tú sabes cómo es la vida en el área de
operaciones, hay momentos en los que no te da tiempo ni de dormir, mi madre me
va a mega regañar cuando se dé cuenta que estoy en Bogotá, que le llegue de
sorpresa sin avisarle nada, hace meses que no sabe mayor cosa de mí, pero
seguro conocer a esa maravilla de nieto y su hermosa futura nuera la va a
alegrar demasiado, afirmo feliz el militar.
Nieto?, Nuera? Pregunto
sorprendido el Capitán Camilo prieto, como es eso? En qué momento sucedió mi hermano?
Si tu solo tenías tiempo para
jugar al héroe, haciendo cada locura una y otra vez, créeme que aquí en comando
central ya son legendarias tus choco aventuras militares, menuda cagada le
hiciste al viejo LOZANO BARRERA, con todo y la prensa extranjera a bordo,
JAJAJAJAJAJAJAJA, afirmo en tono burlón el capitán Prieto.
Joder, pero como vuelan los
chismes cursito, JAJAJAJAJAJAJA, contestaba divertido Andrés Felipe, al tiempo
que le resumía, a su viejo amigo, su encuentro con Angélica María en Florencia,
el año y medio de relación, junto a ella, su traslado sorpresivo al Sinaí, el
traslado de Angélica a Cúcuta, estando embarazada, los doce años perdidos y la
forma providencial de como los había recuperado de vuelta.
Santa Madre de todos los
apachurrados, menuda telenovela mexicana, mi hermano, afirmaba sorprendido el
Capitán Camilo Prieto, pero bueno, los Recuperaste, ya están de nuevo a tu
lado, y de antemano te felicito Andrés, si hay alguien que merece esta
felicidad ese eres tu Tigre.
Mil gracias cursito, por tus
buenos deseos, afirmo complacido el Capitán Contreras, pero me da vergüenza
llamarte después de casi dos años sin hablar contigo para pedirte un favor,
pero eres el único capacitado y en quien confió al 100%, para averiguar todos
los pormenores de lo sucedido ese año, durante el 2003, ocurrieron demasiadas
cosas extrañas alrededor de Angélica y de mí, cosas que te pido que investigues
a fondo.
Entiendo curso, contesto el Capitán
Prieto, sabes, en su momento me pareció demasiado extraño ese traslado tuyo al
Sinaí, siendo apenas un sub teniente recién egresado de la escuela, ese tipo de
comisiones de servicios al extranjero las reservan para oficiales de más rango
y mucho más experiencia, te han podido matar esos fundamentalistas árabes.
Créeme que fue un verdadero
infierno Cursito, contesto Andrés Felipe, estuve durante tres largos años,
patrullando por la península del Sinaí, esquivando francotiradores, carros
bomba, y ataques suicidas, jamás voy a poder olvidar todo aquello, tanta
crueldad, muerte y miseria.
Pero bueno Curso, te tengo
que dejar, en dos horas más parte el vuelo hacia Bogotá, pedí mis vacaciones
por fin, para poder registrar el niño como mi hijo legítimo, cuadrar todo lo de
bienestar social militar para Angélica y Juan Andrés, hacer los trámites de
registro de mis bienes, para que Juan Andrés y Angélica, figuren como dueños de todo y de mi matrimonio del cual espero que seas mi
padrino y pues para darle la sorpresa a la Doctora Lina y mis hermanos, incluso
el viejo se va a sorprender bastante, espero que de forma grata, afirmo algo
preocupado el militar al pensar en su sumamente difícil padre.
Por supuesto que te voy a
ayudar mi hermano, afirmo decidido el Capitán Camilo Prieto, aquí hay gato
encerrado, algo apesta a demonio, pero debo averiguar que es, igual voy a
revisar cuidadosamente los archivos digitales de tu historial militar, alguien
sumamente influyente debió meter mano, para que te desterraran fuera del país, lo
mismo con tu mujer, Perooooo, te va a costar JEJEJEJEJEJEJE.
Ya sabía yo que tú no dabas
puntada sin dedal, contesto en tono de burla Andrés Felipe, Que quieres a cambio
de tu ayuda?, pregunto curioso.
Algo simple en realidad,
afirmo ceremonioso el Capitán Prieto, veras, es que el mes entrante son los
juegos inter fuerzas militares, los que organiza la escuela de las Américas, y
pues nuestro equipo de paracaidismo acrobático militar, está en problemas, los
últimos dos torneos nos han eliminado en Primera ronda y pues hay un señor
Capitán de Infantería de fuerzas especiales, amigo mío por cierto, que es una
estrella en paracaidismo militar, el tipo vuela como un águila por los cielos
en caída libre y necesitamos que se haga cargo de entrenar y dirija durante la
competencia al equipo.
Vale, contesto Andrés Felipe,
yo voy a utilizar algo de tiempo de mi descanso, para entrenar a tus reclutas,
incluso los voy a dirigir durante los ejercicios en el torneo, pero necesito
que investigues todo a fondo, quiero que llegues hasta la raíz de este mal,
necesito saber quién me perjudico de semejante forma y porque lo hiso.
Mientras tanto en el
apartamento, Angélica María y Juan Andrés, finiquitaban, los detalles para el
viaje en avión hacia Bogotá, en especial las maletas.
Gelicaaaa, no me gusta la
ropa para clima frio, afirmo molesto Juan Andrés, detesto usar tanto trapo
encima, me estresa, me siento asfixiado, dijo molesto el niño.
Pues mi príncipe a mí tampoco
me mata la idea de usar abrigos gruesos, bufandas, pasamontañas y guantes, pero
vamos para Bogotá y sabes que esa ciudad es demasiado fría y lluviosa y no
deseo que vayas a pescar un feo resfriado, todo por no ser suficientemente
cuidadosos con la ropa sentencio su madre, recuerda tu bronquitis amor.
Ashhhh, que mierd…., espeto
molesto Juan Andrés, terminando de cerrar su maleta, de mala gana y con una
mueca fea en su carita, ante la afirmación de su madre, pero no se atrevió a
terminar la frase grosera, ya que de inmediato se vio bajo la mirada más severa
que tenía su madre.
Juan Andrés, sin decir
groserías, ni seguir de pataleta, que no es para tanto, me haces el favor y la
cortas de una buena vez y terminas de vestirte como corresponde o cierto niñito
va a viajar a Bogotá con la colita pre calentada, en cuanto llegue su papa a
recogernos, sentencio su madre.
Pero, no quiero ponerme todos
estos trapos, chamarra térmica, bufanda, guantes, pasamontañas, NO ME GUSTA, JODER,
Grrrr, porque me quieres obligar a vestirme como no quierooo, NO ME DA LA GANA,
ENTIENDELO DE UNA BUENA VEZ, dijo Juan Andrés, con los ojitos bastante
abiertos, con una mueca de total desafío en su carita hacia su madre y
terminando su escenita de niño rebelde, con un fuerte pisotón en el suelo y aventando
la maleta de mala gana, la cual voló desde el corredor, hasta aterrizar directo en el sofá de la
sala.
Justo en el mismo instante en
que Andrés Felipe entraba al apartamento, con la intención de recoger a su
señora y a su hijito, para salir juntos con rumbo al Aero puerto de Cúcuta a
esperar la salida de su vuelo.
Wow, y esto que contiene?
Pregunto sorprendido Andrés Felipe, ante la evidente pataleta de su retoño.
Porque están volando las
maletas mi príncipe? Pregunto con cariño
y bastante divertido su padre, mirando tranquilamente a su niño directo a los
ojos, pero sin perder el buen humor en ningún momento.
Juan Andrés, solo guardo
silencio, bajo la mirada, aun bastante enfurruñado, con su madre, y mirando de
nuevo a su padre, directo a los ojos le contesto de mala manera, PASA, QUE NO
PIENSO PONERME TODOS ESTOS TRAPOS DE PORQUERIA PARA EL VIAJE ANDRES FELIPE, ESO
PASA ENTIENDES?
JUAN ANDRES, que es esa
grosería para contestarle al papa, reprendió, ya bastante molesta Angélica
María, me haces el favor y te disculpas con nosotros de inmediato y la cortas
de una buena vez, mira que te conviene calmarte ahora mismo niñito, sentencio
molesta y con una mirada severa su madre.
Lamentablemente Juan Andrés,
era un Contreras Torres, con todas las letras, básicamente un buen,
inteligente, travieso y dulce niño, pero también temperamental, orgulloso y
cabeza dura, idéntico a sus padres, y si
a eso le sumamos, que prácticamente no había dormido más de una hora, la noche
anterior al viaje, ya que el mocoso se había desvelado, emocionado en el chat
de su perfil de Facebook, contándole a todos sus contactos, sus amigos y amigas
del cole, sobre su padre y todo lo que harían en Bogotá, sin percatarse del
tiempo, razón por la cual el niño estaba mal humorado e irascible.
Andrés Felipe, se había
quedado a cuadros, completamente sorprendido de ver a su hijito levantado en
armas, desafiando la autoridad paterna, por una completa tontería como tener
que ponerse ropa adecuada para clima frio en cuanto se bajaran del avión en
Bogotá, así que respiro profundo y sin perder el buen humor, trato de razonar
con el niño.
Mira mi príncipe, la
cuestión, es que nos toca a los tres abrigarnos muy bien en cuanto lleguemos a
Bogotá, el clima es demasiado frio y tú no estás acostumbrado a él, Cúcuta es
súper caliente en comparación, así que si no te abrigas como corresponde, te
puede dar una neumonía y la idea es que la pasemos rico juntos en familia bebe,
no que te nos vayas a enfermar por haya.
No soy un jodido bebe,
Capitán Contreras, deje de tratarme como un idiota, que eso lo entiendo
perfectamente, pero ya le dije a su mujer y se lo repito a usted señor mío,
para luego gritarle intempestivamente a su padre, NOO QUIERO USAR TANTO TRAPO
PESADO ENCIMA, y perdóneme por ser un provincianito de tierra caliente y no ser
así de sofisticado y fino como usted. Después de faltarle al respeto de nuevo a
su padre, salió corriendo a su habitación encerrándose no sin antes dar un
fuerte portazo.
Andrés Felipe, tomo aire, se
sentó en la sala, pasándose las manos por el rostro realmente molesto, pero que
carajos había sido todo aquello? Porque razón su niño los estaba tratando de
semejante modo?
Esto ya se pasó de castaño a
obscuro, afirmo enojada Angélica María, me da grima cada vez que se le cruzan
los cables y se comporta de ese modo, sobre todo por una tontería tan
intrascendente amor.
Amo con todo mi ser a mi
hijo, pero ese niño tiene que aprender a controlar su temperamento y sobre todo
tiene que entender que a los papas los debe de respetar y no tratarlos de
semejante forma, con tamaño irrespeto, si solo le faltó pegarte, afirmo escandalizada
Angélica María.
Mirando con seriedad al
Capitán Contreras, el cual la observaba con cara triste y los ojos algo húmedos,
ya que lo dicho de ese modo tan fiero, por parte de su bebe, en verdad le había
dolido, no se lo creía pero así había sido.
Me haces el favor Andrés
Felipe, y vas ya mismo a su cuarto y le enseñas buenos modales a tu hijo, ya
que evidentemente yo no fui capaz de hacerlo durante los últimos doce años,
sentencio furiosa Angélica María.
Al tiempo que le entregaba en
las manos a su amado la vieja y sólida regla de madera de la última ocasión a
un sorprendido Andrés Felipe, al cual la idea de Castigar a su bebe de ese modo
no le hacia ninguna gracia, cosa que de inmediato puso de presente y se lo hiso
notar a su amada, castigar a su hijito era por mucho la última cosa que hubiera
contemplado y deseaba hacer justo en ese día, que debiera de ser animado,
tranquilo y agradable para los tres.
Angieeee, amor, no nos
pongamos trascendentales, déjame yo voy y hablo con él, de forma pacífica,
porfa, afirmo con un semi puchero en la cara el capitán Contreras, buscando
indulgencia en su amada, para su adorado.
No me hagas esa cara de
cordero degollado Andrés Felipe, que a mí tampoco me hace ninguna gracia esto,
pero es nuestro deber como sus padres, castigarlo cuando se comporte de
semejante modo y bien que lo sabes, sentencio Angélica María, completamente
seria.
Mientras tanto en su cuarto
Juan Andrés, estaba acostado boca abajo en su cama, en pantalonetas, sin buzo y
aun descalzo, ya que el niñito se había negado rotundamente a vestirse, tenía
media hora larga llorando desconsolado, completamente furioso consigo mismo,
dándole puños al colchón.
Soy un completo pendejo,
ISHH, ISHH, ISHHH, pero como mierda se me ocurre hablarles a mis viejitos de
semejante forma??, IDIOTA, IDIOTA, BUAHHH, ERES UN GAMIN DE LO PEOR, Juan
Andrés, NO ERES DIGNO DE ELLOS, ISHH, ISHHH, NO TE MERECES ESOS PAPAS QUE
TIENES, BABOSO, IMBECIL CAPRICHOSO Y GROCERO, ASI LE AGRADECES A DIOS QUE TE
HAYA DEVUELTO A TU PADRE??, TRATANDOLO ASI DE MAL?, se decía a si mismo
completamente arrepentido y triste por haber provocado semejante fandango por
una absoluta tontería.
Sabía que la había cagado en
grande, que esta vez se había pasado dos continentes completos, al contestarles
de semejante modo, con gritos, grosería, muecas y desafío a sus padres, cuando
estos lo único que pretendían era que el viajara a la nevera (Bogotá),
debidamente vestido, el tenia alergia bronco pulmonar al frio, eso lo sabía
hacia años.
Mierdaaaa, como me duele la
cabeza JODER, afirmaba Juan Andrés,
lloroso y bastante molesto consigo mismo.
Poco después entraba muy
suavemente a la habitación del infante el Capitán Contreras, con un gesto algo
sombrío pero bastante sereno, con la regla de madera en la mano derecha y
cerrando la puerta tras de sí, ya que Angélica María, había condenado el
trasero del chico, pero no presenciaría aquello, convenientemente argumento que
eso era asunto de padre e hijo.
Juan Andrés al sentirlo
entrar, se sentó al borde de la cama, con los ojitos anegados en llanto y la
carita bastante roja, debido al trasnocho y toda la descarga de adrenalina por
la rabieta, la cabecita en ese punto le dolía horrores.
Hola mi príncipe, dijo Andrés
Felipe sentándose con cuidado al lado del niño en la cama de este, mirándolo
preocupado por el aspecto que Juanito tenía.
Hola papito, contesto Juan
Andrés, bastante compungido y avergonzado en medio de hipidos y secándose un
poco las lágrimas del rostro.
Mirando con atención la regla
de madera que su padre sostenía con desgano en su mano derecha, completamente
consiente de a que venía aquello.
Me vas a castigar con la
regla por patán, verdad papito?, pregunto sombrío el pequeño a su padre el cual
estaba a punto de romper en llanto junto a su adorado retoño al verlo en ese
estado, tan vulnerable y triste.
Piensas que sería algo
injusto de mi parte mi niño?, le contesto con otra pregunta Andrés Felipe, al
infante quien en automático se arrojó a los fuertes brazos de su progenitor,
necesitaba ese abrazo desesperadamente, necesitaba sentir el amor y la
seguridad que el abrazo de su padre le trasmitía en ese momento.
Nooo, perdóname papitooo,
BUAHHH, BUAHHHH, BUAHHHH, soy de lo peor con ustedes, soy un pésimo hijo
BUAHHHH, BUAHHHH, castígame como quieras, que a fin de cuentas me lo gane a
pulso, pero por favor perdóname Papito, PERDONAMEEE, soy un irrespetuoso, un
grosero con la mama y contigo, BUAHHH, BUAHHHH.
EYYYY, CALMA BEBESITO MIO,
SHHH, CALMA, manifestó Andrés Felipe, alarmado, ante la vulnerabilidad e
inseguridades que habían salido a flote de parte de su hijo en ese mismo
instante, apretando más la intensidad del abraso en el que tenía sujeto a su
niño.
La mamita y el papa te amamos
más que a nuestra propia vida, eres nuestro hijito adorado bebe, como se te
ocurre que por causa de una discusión además bastante tonta, te vamos a dejar
de amar.
Quiero que de una vez por
todas, entiendas lo siguiente, dijo el militar bastante serio mirándolo directo
a esos bellos ojitos miel anegados en llanto, mientras con sus manos le
limpiaba el mismo las lágrimas del rostro a su bello hijo,
tu eres JUAN ANDRES CONTRERAS
TORRES, hijo de Andrés Felipe y Angélica María, eres el regalo más grande y
valioso que nos dio la vida y puede que tu papa sea bastante rígido y estirado
en ocasiones, pero entiende, soy un oficial militar y de niño mi padre jamás me
trato con cariño, pero a ti hermoso, tu padre te ama con cada célula de su ser,
es más, me voy a permitir usar una analogía bíblica para expresarte lo mejor
que pueda esto, tu eres mi hijo amado en quien tengo mis complacencias.
Así que deja de lado tus
inseguridades y miedos de una buena vez, ya que hagas lo que hagas o digas lo
que digas, jamás te vas a librar de mí, jamás te voy a amar menos o a sentirme
menos orgulloso de ti como hijo,
entendiste muñequito? Y dicho esto dejo la regla a un lado de la cama.
Si señor ISHH, ISHH, contesto
triste, en medio de hipidos aunque con el corazón muchísimo más tranquilo Juan
Andrés, al darse una vez más de Cuenta que su padre, que ese militar rudo, lo
amaba más que a cualquier otra persona en todo el mundo, que su padre daría la
vida feliz a cambio de la suya, sin dudarlo un segundo.
Ahora me quieres contar a que
se debió todo eso en la sala mi vida? Pregunto sereno el militar, porque estoy
seguro que ese arranque de mal genio y de grosería con los papitos de parte
tuya se debió a algo más a que simplemente no te guste usar ropa demasiado
abrigada mi príncipe.
Sí señor, hay algo más papito, contesto mucho más
calmado Juan Andrés, mirando a su padre con gesto triste, anoche de puro
desobediente, no me fui a dormir temprano como la mama me pidió que lo hiciera,
me trasnoche chateando por FACE con mis amigos toda la noche, casi hasta las
cinco de la Madrugada, creo que por eso tengo muchísimo sueño, estoy de mal
genio y me duele la cabecita.
Bueno, ya sabemos a qué vino
todo eso bebe, dijo aliviado Andrés Felipe, sabes muy bien hijito, que los
horarios de comidas y de sueño no están por puro capricho de los papas, están para
que crezcas sanito.
Un niño de doce años en pleno
crecimiento necesita alimentarse muy bien, hacer deporte y dormir almenos ocho
horas diarias mi ángel, por eso mismo es que estas de mal genio y te duele la
cabecita ahora, por no dormir lo que correspondía, y de paso estas en problemas
jovencito, porque por estar todo amanecido y de mal genio te comportaste muy
grosero con tus papitos, por una completa bobada.
En fin, resoplo cansado de
todo aquello, Andrés Felipe, ven al regazo de papa y terminemos de una buena
vez con todo esto, que castigarte es algo que detesto hacer manifestó serio el
militar.
Sí señor, contesto resignado
Juan Andrés, y se puso de pie justo al lado de las piernas de su padre, tomando
el mismo la regla de madera de la cama y ofreciéndosela valientemente a su
padre, lo cual sorprendió demasiado a este.
Hijito de mi corazón, no
pensaba castigarte con esa cosa, dijo Andrés Felipe, a su niño, de forma dulce
y serena, me parece que es demasiado fuerte, te dolería horrores si te castigo
con la regla de madera bebe, además no creo que sea para tanto.
Pero yo sí creo que debes
castigarme con la regla papito, contesto decidido Juan Andrés, mirando de forma
seria pero serena a su padre, directo a los ojos, soy un desobediente y además
un grosero con ustedes, por mucho que me gustaría que no me castigaras o que me
castigaras con la mano, ya que seguro dolería mucho menos que la regla de
madera, no merezco menos que eso, me gane la tunda a pulso y no pienso evadir
la responsabilidad, ni las consecuencias de lo que hice, de lo que yo mismo me
busque.
Andrés Felipe, escuchaba en
silencio completamente sorprendido, las palabras de su valiente y digno hijo,
si es que el mocoso era un Contreras, con todas las letras, sin duda no podría
sentir más orgullo por su hijito en ese momento.
Perfecto, me parece que
tienes toda la razón hijo mío, contesto sumamente orgulloso y con gesto marcial
el Capitán Contreras, ante tamaño despliegue de valor de parte de su joven
hijo, entonces terminemos con esto de una buena vez, que debemos tomar un avión
y ya vamos tarde.
Sin mediar más palabras bajo
con cuidado la pantaloneta del niño hasta las rodillas, luego el bóxer licrado
que tenía puesto y lo acostó con gentileza sobre su regazo, Juan Andrés, solo
se estremeció en las rodillas de su padre,
esperando el primer reglazo sobre su desobediente trasero.
Andrés Felipe, respiro
profundo, y alzo la regla a una altura no muy grande, ya que no deseaba
provocarle demasiado dolor a su niño, debido al impacto de la madera de la
regla con las nalguitas de su hijo, mucho menos después de semejante acto de valor.
Te voy a dar veinte reglazos
en la cola hijito, le dijo muy sereno el militar, ese será tu castigo por tu
mal comportamiento de hoy, después de eso, todo quedara saldado, será historia
pasada y borrón y cuenta nueva mi niño, estamos claros en eso amor?
Sí señor, clarísimo, ya estoy
listo papi, contesto sereno Juan Andrés, quien estaba deseando que todo aquello
terminara lo más pronto posible, para que su papito lo mimara muchísimo y
aprovechar para también hacer las paces con su mami, y que mejor excusa para
esto que buscar el consuelo y mimos de Angélica, después de la pela que le iba
a dar el papa.
Así que sin perder más
tiempo, Andrés Felipe, descargo el primer reglazo con una intensidad moderada
sobre el bello trasero de su niño, PLACK, se escuchó el sonido seco por todo el
cuarto, seguido de un AUUU, UFFF.
De parte de Juan Andrés, el
cual se agarró fuerte a la pierna izquierda de su padre, por debajo de la
rodilla, buscando obligarse a sí mismo a
mantenerse en posición durante lo que durara su castigo.
Él no era un cobarde chillón y
se lo demostraría a su papi, lo que hiso que al inclinar la espalda aún más, su
lindo traserito quedara en pompa más levantado y dispuesto para la regla.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK,
PLACK, siguieron cayendo alternados los reglazos sobre el trasero de Juan
Andrés, el cual trataba de no quejarse demasiado, no por orgullo o rebeldía,
simplemente no le parecía correcto pedir indulgencia de parte de su padre,
cuando el mismo consideraba que estaba siendo demasiado suave al castigarle.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK,
PLACK, PLACK, PLACK, NO VAS A VOLVERTE A TRASNOCHAR CON LA PC, MUCHO MENOS EN
SEMANA DE CLASES O ANTES DE UN VIAJE ENTENDIDO JOVENCITO?
SII, SI SEÑOR, PAPITOO NUNCA
MAS, BUAHHH BUAHHH, maldita sea, el odioso llanto de nuevo pensaba Juan Andrés,
detestaba llorar, pero esa mierda picaba, escocia demasiado.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK,
JAMAS VAS A VOLVERNOS A HABLAR DE ESA FORMA TAN GROCERA JUAN ANDRES, SOMOS TUS
PADRES Y MERECEMOS TU RESPETO HIJO, ESTAMOS CLAROS EN ESO TAMBIEN?
BUAHH, BUAHHH, SIII, SI
PAPITO, NUNCA MAS, LO LAMENTO EN SERIOO, BUAHHH, BUAHHH, PERDONAME BUAHHH.
PLACK, PLACK, PLACK, por
supuesto que te perdono hijito de mi corazón, dijo compungido Andrés Felipe,
arrojando la regla al suelo con molestia, al tiempo que levantaba de su regazo
a su hijo y lo acunaba entre sus brazos, fuerte contra su pecho, llenándolo de besos y mimos por toda la carita
y la espalda y le secaba las lágrimas de sus ya muy hinchados ojitos color miel
con su pañuelo de forma suave.
Poco a poco el infante se fue
serenando entre los fuertes y protectores brazos de su padre, y en medio de hipidos
y sorbiendo moquitos de vez en cuando, el sueño y el dolor de cabeza por el
trasnocho de la noche anterior al fin lo vencieron y termino quedándose profundamente dormido,
colgado del cuello de su papito y con la cara hundida en su pecho.
Genial, solo esto hacía
falta, pensó algo molesto el militar para quien los horarios y la puntualidad
eran un credo, algo sacro santo, y todo su meticulosamente planificado
itinerario se acababa de ir al demonio gracias a la pataleta monumental de su
retoño.
Con un infinito cuidado como
si fuera de cristal, descargo a Juan Andrés, boca abajo sobre su cama, busco un
frasco de loción mentolada en el armario del niño, la cual aplico con gran
cuidado y delicadeza sobre toda la superficie del trasero de su adorado hijo,
el cual había quedado bastante rojo y caliente debido a la tunda recibida, lo
que lo hiso sentirse un perfecto infeliz al haberle causado eso a su niño
adorado, odiaba tener que castigarlo.
Masajeo con gran mimo y
cuidado las nalguitas de su retoño hasta que toda la loción mentolada fue absorbida por la castigada piel y poco a
poco el lindo trasero de Juan Andrés, tomaba el color blanco normal que debía
tener.
Después, le termino de quitar
la pantaloneta y le acomodo en su puesto el bóxer, para luego aplicar talcos en
los bellos pies de su niño, ponerle los calcetines, aplicarle un poco de loción
HUGO BOSS, en el cuellito y pecho, ponerle un buzo esqueleto y encima de este
uno de algodón bastante abrigado, luego con gran habilidad y cuidado le puso el
jean a Juan Andrés, para finalmente calzarlo con unas botas cafés tipo militar
que hacía poco el mismo le había comprado al niño.
Caramba, se sorprendió a sí
mismo el Oficial Militar, para ser un completo novato en estas lides de ser
padre, parece que tengo talento para esto después de todo, o pueda que el
instinto sea más fuerte que la habilidad, como fuera lo conseguí y creo que lo
hice bastante bien afirmo satisfecho el Capitán Contreras al ver a su Juancho,
perfectamente bien vestido.
En el instante en el que
Angélica María, ingresaba al cuarto de su hijito, intrigada ante el prolongado
silencio, dentro de este, seguido después del llanto de Juan Andrés, debido al castigo que
recibió, el Capitán Contreras estaba a punto de salir del mismo con su hijo perfectamente
listo y preparado para viajar, alzado en sus fuertes brazos, sostenido como una
carga preciosa, que en efecto para él lo era, al tiempo que haciendo gala de
una habilidad propia solo de un militar como el, traía también en su mano
izquierda cargando la maleta de viaje de Juan Andrés.
Amor, debiste llamarme para
que te ayudara, a vestirlo, dijo con ternura una muy conmovida Angélica María,
al ver a sus hombres listos para por fin salir con rumbo al aéreo puerto de
Cúcuta.
No hiso falta mi cielo,
contesto satisfecho Andrés Felipe, el príncipe quedo rendido por el sueño y por
tanta lloradera, el mal genio y todo el espectáculo que monto era por puro
sueño, el carajito se amaneció chateando por FACE, con los amigos amor, afirmo
divertido el militar.
Ahí está pintado este mocoso
del carrizo, solo a él se le ocurre trasnocharse en vísperas de un viaje,
afirmo aun molesta con el niño, Angélica María.
Linda, cuando despierte, ya
no lo vayas a regañar más por eso por favor, mira que ya lo castigue con la
regla por todo lo ocurrido y el prometió que jamás lo Haría de nuevo amor, ya
es tema superado entre los tres, afirmo con tono dulce y cara de ponqué el
militar.
Además, busca por favor un
analgésico de acción rápida para darle apenas despierte, que se durmió lloroso
y con dolor de cabecita, seguramente debido al trasnochon que se pegó anoche.
Acto seguido, el Capitán
Contreras, llamo por radio al soldado que haría las veces de conductor, quien
los esperaba abajo en el parqueadero, para llevarlos al Aero puerto, con el fin
de que les ayudara a bajar el equipaje y montarlo en el baúl de la camioneta de
la brigada que había dispuesto para aquel fin.
Así, sin más, la familia
Contreras Torres, llegaba al Aero puerto de Cúcuta, apenas con tiempo de
embarcar en el vuelo de SATENA (Aero línea de pasajeros operada por la fuerza
aérea colombiana) y despegaban con rumbo a la ciudad de Bogotá.
Estando en medio del trayecto
de un vuelo estimado de casi tres horas a velocidad de crucero un muy
descansado, despejado y muchísimo más Tranquilo Juan Andrés, despertaba en el
avión, mimoso, desbordando dulzura hacia sus padres, manifestándole a sus
papitos que tenía un hambre horrible, ya que por andar pataleteado, no había
tenido tiempo de desayunar esa mañana.
Andrés... me sorprendes siempre, ha sido un deleite leerte, me gusta como va la trama de tu historia y se me hizo un nudito el corazón con el castigo, vamos que 20 son duros para un mocoso de 12 años, jjjj, pero bueno, su padre es un hombre amoroso, menos mal tiene mucho amor en su corazón, ahora espero que las cosas se aclaren con su propio padre...
ResponderBorrarun abrazo
Marambra
Genial que te haya gustado, tu opinión siempre me ha parecido super informativa, y si fue duro el castigo de Juancho,aunque digo en defensa del militar que castigo a su niño de mala gana, el detesta hacerlo, pero el mocoso se había pasado demasiado de grosero y el asunto entre el militar y el dragón va a estar algo explosivo jejejejejjee
Borrarque bueno que te gusten,
ResponderBorrarHola!! Cómo estás?!
ResponderBorrarComo ayer te dije, me gustó mucho el capi... aunque comparto opinión con Marambra, ejejej... Fue duro Andrés con su hijito!!! Odio esa regla... creo que le diré al niño que la queme, ejejej! Angélica se lavó las manos y dejó el trabajo duro a su amorcito... grrr!
Me gusta la actitud valiente del niño! Es un solcito de tierno! y la ternura con que lo trata su papá.
Ya quiero ver qué pasa con el resto de la familia.
Muy bien, Andrés!
Me encuentro super Cami, te agradezco mucho por tu comentario, ya que estas acompañando esta historia desde el inicio y espero que así siga siendo ya que tu analizas cada aspecto y giro de la trama a fondo, eso me encanta, un abraso.
ResponderBorrar