SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO
AMARLO?
CAPITULO 12
La semana, había transcurrido
rápida y vertiginosamente, para los Contreras Torres, en medio de todo tipo de
trámites, registro de documentos y exámenes médicos.
Andrés Felipe, había
utilizado todos sus contactos e influencias, para agilizar todo lo referente al
cambio del registro civil al igual que la tarjeta de identidad de su hijo.
También de forma
confidencial, haciendo gala de su personalidad en extremo metódica y
organizada, el Capitán Contreras, había estado reunido con su abogado de
confianza.
Esto con el fin de transferir
todo lo que poseía a nombre de su futura esposa y su hijo, incluso un
fideicomiso fue constituido para dejar a buen recaudo dinero suficiente para
todo lo referente al niño que estaba en camino.
Nada sería dejado al azar, el
protegería en todos los aspectos y por todos los medios habidos y por haber a
su familia, de ahora en más, nada les haría falta.
Ya todo estaba listo, para
todo efecto y aspecto legal era oficial, JUAN ANDRES CONTRERAS TORRES, nacía a
la vida jurídica, con el pleno disfrute de todos sus derechos, incluso el
anillo de oro de 24 quilates con el escudo familiar, había sido mandado a
confeccionar.
Sería presentado en sociedad
en una cena familiar, que en ese punto ya tenía aspecto de celebración
multitudinaria, debido a la cantidad de invitados, había sido metódicamente
organizada por la doctora Lina Patricia Caicedo, la médica estaba absolutamente
emocionada y feliz debido a su flamante nueva nuera y nietos.
Todo aquello tendría lugar en
una casa quinta, que tenía en el cercano municipio de Chía – Cundinamarca, allí
finalmente Juan Andres, se reuniría con sus tíos Patricia y Mauricio Hernando, que
llegaban del extranjero ese fin de semana, al igual que con su famoso abuelo.
Ese Sábado Angélica María, lo
había pasado en compañía de su futura suegra, de compras de todo tipo, al igual
que en el salón de belleza, poniéndose según palabras de la doctora Lina
Patricia, “radiantes”, para tan importante ocasión, no solo conocerían al resto
de la familia de Andrés Felipe, sino que además, aprovechando la feliz ocasión,
se anunciarían la futura llegada del nuevo miembro de la familia al igual que
el inminente matrimonio.
Angélica María, estaba llena
de buena voluntad e infinita paciencia, ya que ese ambiente y ese tipo de
actividades no eran precisamente lo suyo, y de paso los Andrecitos Contreras,
tanto el grande como el pequeño, muy audazmente, Se habían “evadido”,
dejándolas solas con todos los preparativos.
Ya se las cobraría a ese par de
algún modo, pensó divertida la maestra, al tiempo que asentía en todo aquello,
llevándole la idea a la madre de Andrés Felipe, en todas sus ocurrencias, la
señora pretendía organizar una especie de banquete de coronación imperial y no
una sencilla cena familiar.
Angélica María, la observaba
enternecida, su suegrita era un encanto de mujer, desde que los había conocido
a Juan Andrés y a ella misma, se había desbordado en amor sincero, ternura y
atenciones de todo tipo hacia ambos. Así que en su fuero interno descarto por
completo que la dulce y transparente mujer, hubiese tenido algo que ver con la
horrida conspiración que la había separado de su amado.
Los hermanos mayores de su
soldadito tampoco entraban para nada en la ecuación, adoraban a su hermanito
bebe como aun le llamaban muy a disgusto de Andrés Felipe, además ni siquiera
vivían en el país, desde hacía más de veinte años.
Aparte le resultaba bien
revelador saber por boca de su suegra que sus hijos mayores, tenían una relación
pésima con el “DRAGON”, como ella misma solía llamar a su ex esposo, así que por
físico descarte, solo quedaba alguien, un más que obvio responsable de todo
aquello.
Su futuro suegro, el pavoroso
general HERNANDO CONTRERAS WHITEMORE, la maestra, sentía miedo, el tipo aun sin
conocerlo ya le resultaba intimidante, pero ardía en deseos de confrontarlo,
quería que las horas volaran y ya fuera de noche para verlo cara a cara por
fin.
Mientras tanto Juan Andrés y
Andrés Felipe Contreras, los cuales muy discretamente, con la excusa de salir a
comer helado de chicle, habían conseguido
huir de todo aquello, se divertían de lo lindo en el cercano municipio de
Tocancipa – Cundinamarca, en el cual había un autódromo. Haciendo todo tipo
maniobras de velocidad, derrapes, piques de cuarto de milla, recorridos con
obstáculos contra reloj.
Estaban disfrutando de la
“BESTIA” y de todo lo que era capaz de hacer, por supuesto en la seguridad de
un ambiente controlado.
Padre e hijo se la estaban
pasando en grande juntos, quemando adrenalina de lo lindo.
Juan Andrés, sentía que su
corazoncito saldría de su pecho en cualquier momento, de lo acelerado que lo
sentía latir debido a la más auténtica y extrema de las emociones.
Estaba surfeando en
adrenalina pura y le encantaba, siendo el copiloto de las audaces maniobras
automovilísticas de su padre.
Incluso animando a este a
exigirle aún más al automóvil, VAMOS PAPI, HAS QUE LA BESTIA RUGA,… ASIII, SIN
MIEDO MI CAPITAN.
ACELERALO MÁS, QUEMA MAS
CUACHOOOO, SIIIIII, MOOOLA QUE COOL ES TODO ESTO, JAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Sobre el medio día, después
de dar un auténtico espectáculo de dobles de riesgo, aparcaron la BESTIA, con
el fin de que le llenaran el tanque de combustible y por supuesto cambiaran los
neumáticos.
Los que habían quedado hechos
girones, después de tantos giros cerrados, derrapes y demás piruetas, además
era hora de llenar sus estómagos con un par de buenas hamburguesas con papas y
coca bien fría.
Andrés Felipe, aun se sentía
bastante mal consigo mismo, por haber tratado a su niñito adorado, con tal
grado de rudeza aquella noche en gran estación, Vamos que la idea había sido
buena, darle una lección inolvidable sobre respeto paterno a su hijito.
Pero la ejecución de la misma
le había salido terrible, se había pasado tres planetas con su dulce hijo, y lo
que más le remordía en la conciencia, era el grado de nobleza que había
demostrado su bebe al momento de reconciliarse con él.
Sin guardar rencor o
resentimiento alguno hacia su papito, como ahora Lo llamaba siempre, incluso
había guardado absoluto silencio sobre todo el incidente con Angélica.
La maestra se había enterado
de todo lo ocurrido aquella noche aciaga, porque el mismo Andres Felipe, se lo
había contado y naturalmente su Angie, adorada se lo había recriminado aunque con
demasiado cariño, llamándolo bobito insensible y ordinario.
Juancho, ya te dije cuanto te
amo el día de hoy?, pregunto Andrés Felipe, con la mirada iluminada a su retoño,
el cual lo observaba risueño, muy divertido y con una cierta expresión de picardía,
mientras devoraba una hamburguesa doble carne y doble queso con avidez.
Esteeee, jummm, deja ver hago
memoria… NOP, fíjate que hoy no me has dicho cuánto me amas. Y honestamente se
me hace el colmo papi, tremendo descuido a tus obligaciones de tu parte, MUYYY MAL CAPITAN CONTRERAS.
Dijo Juan Andrés, al tiempo
que fingía hacer un pucherito de lo más encantador, además que hablaba
fingiendo seriedad, a ver dímelo?
Procura ser muy convincente, porque
aún no se me olvida que me dijiste CHINO y PARCE, eres un papito muy malo y
grosero, dijo el pequeño cruzado de brazos, fingiendo enojo, con absoluta
picardía.
JAJAJAJAJAJAJAJAJA, rio de
forma franca el militar, sorprendido y bastante enternecido, ante el tremendo
desparpajo de su hijo mayor, mira que eres descarado mocosito bello del papa.
Luego de decirle esto y
fingiendo seriedad marcial, Andrés Felipe, ceremonioso le dijo al niño, pues en vista de que estoy siendo tan
negligente ante mis obligaciones paternas.
Lo cual de por sí ya es
inexcusable, y de que además soy un grosero con mi hijito adorado, joven Juan
Andrés Contreras Torres, permítame decirle que SU PAPA LO AMA, CON TODAS LAS
FUERZAS DE MI ALMA.
Eres el regalo más valioso,
especial y bello que me pudo dar tu mamita a quien también adoro, mi peque precioso,
la mama me trae loquito, la amo desde que la conocí haciendo fila en un cine,
estoy perdido, creo que tengo GELIQUITIS TERMINAL, JAJAJAJAJAJAJAJAJA, rieron
divertidos, padre e hijo al tiempo.
Sobre las 2p.m., Andrés
Felipe, le dijo a su hijo con auténtica preocupación, creo que ya va siendo
hora de que regresemos Juancho, mira que la nonita(abuelita) y Gelica, deben estar con ganas de darnos de
nalgadas, por habernos escapado del plancito de compras y salón de belleza esta
mañana.
Además, creo que sería bueno
darnos un buen duchazo, ponernos bien cómodos y arruncharnos juntitos a dormir
un par de horas en el apartamento para estar bien descansados para esta noche.
La cara de Juan Andrés, se
ilumino de auténtica felicidad, el plan era fabuloso, tendría a su papi para él
solito durante casi todo el día, además se sentía en verdad cansado después de
un día tan emocionante y agitado.
Seguro les vendría bien darse
un duchazo y dormir juntitos un par de horas.
Padre e hijo, rodaban raudos
por la carretera, haciendo rugir a la bestia de nuevo, con rumbo al
apartamento.
Estaban escuchando a todo
volumen el concierto sinfónico de METALICA, en el madison Square Garden,
moviendo la cabeza de forma frenética, haciendo mímica con gestos de estrella
de rock bastante exagerados, lo que les provocaba estallidos constantes de
risa, debido a las carotas, muecas y ojos desorbitados que padre e hijo se
hacían mutuamente, mientras fingían cantar.
Estaban viajando de lo más
divertidos, cuando Andrés Felipe, noto que su Smart phone estaba timbrando,
razón por la cual bajo rápidamente el volumen del reproductor de audio del
automóvil y procedió a contestar el llamado.
Eran sus hermanos mayores
avisándole que habían acabado de aterrizar en el Aero puerto el Dorado, de la
ciudad de Bogotá.
Patricia, la hermana mayor, quien
era medica al Igual que su madre, solo que especialista en cardiología, había
llegado en el Vuelo proveniente de Londres de las 3:00pm, en compañía de su
única hija, Valentina, una muy vivas aunque revoltosa princesa, quien tenía 13
años de edad.
Mauricio Hernando, el segundo
hermano, era abogado penalista, había llegado proveniente de ciudad de México,
en el vuelo de las 3:20 pm., por cuestiones de trabajo había tenido que viajar
solo, sin su esposa ni sus gemelitas de 5 años.
Encontrándose los hermanos
Contreras Caicedo, en la sala de arribos internacionales, como previamente lo
habían previsto, decidiendo llamar a su “hermanito” de inmediato, tenían más de
tres años sin ver a Andrés Felipe, personalmente.
Pero la principal motivación
de esa llamada, era más que saludar a su hermanito peque, tenían demasiadas
ganas de escuchar por medio del móvil a su flamante y bello nuevo sobrinito.
Algo apenado por la sorpresa,
pero siendo sumamente cortes, Juan Andrés, hablo por teléfono con sus dos tíos,
los cuales se quitaban el teléfono móvil uno al otro cada cierto tiempo.
Estaban en verdad felices y
emocionados por el nuevo miembro del clan, querían preguntarle de todo al niño,
desde su deporte favorito, hasta el tipo de comida que más le gustaba.
La conversación se extendió
por un lapso de más de cuarenta minutos, hasta que Andrés Felipe, por medio del
dispositivo manos libres de su Smart phone, se despidió de sus hermanos
mayores.
Diciéndoles que ya dejaran la
intensidad, que eran demasiado curiosos, se verían en la noche en la casa
quinta de la mama a la hora convenida.
Después de eso y a pesar de
las protestas de sus hermanos mayores, el Capitán Contreras colgó el móvil.
Finalmente padre e hijo,
llegaron a su apartamento en ciudad salitre, de inmediato llamaron al móvil a
Angélica María, la cual les dio el reto del año por haberse escapado de esa
forma.
Le avisaron en donde se
encontraban y lo que tenían pensado hacer el resto de la tarde/noche, quedando
en encontrarse en la casa quinta de chía a las 8:00 p.m.
Andrés Felipe y Juan Andrés,
tomaron juntos un rico baño de tina, aromatizado con sales y esencias de baño,
con bastantes burbujas y agua calientita.
Juguetearon en la tina del
baño principal del apartamento, como un par de niños pequeños por casi una hora, el Capitán Contreras baño a
su niño como si fuera un bebecito de meses de edad, cosa que al mocoso le
encanto.
Posterior a eso ambos se
vistieron con una camiseta de algodón ligera y una pantaloneta deportiva, para
después acostarse a mirar una peli de acción en uno de los canales del sistema
de televisión satelital del apartamento.
Antes de arruncharse en la
cama junto a su pequeño, el militar programo una alarma en su móvil, para que
los despertara justo a las 6:30 p.m.
Ya que ni por equivocación
osaría en llegar demasiado tarde a la dichosa cena organizada por su madre.
Padre e hijo, muy bien
arropado y abrasado, comenzaron a ver la película de acción en la tele,
quedándose profundamente dormidos en cuestión de minutos.
Mientras tanto, un muy
fastidiado general Hernando Contreras Whitemore, llegaba en un vuelo chárter,
procedente de ciudad de Panamá, al Aero puerto militar de CATAM.
Su ex esposa Lina Patricia,
lo había atosigado por teléfono durante toda la semana, haciéndolo prometer que
estaría presente en la dichosa cena de compromiso celebrada para Andrés Felipe.
Estaba molesto, para él su ex
esposa tenía demasiada audacia al hacerlo venir antes de tiempo de una muy
importante cumbre sobre seguridad y defensa a nivel regional, en Panamá.
Para venir a una “fiestita de
compromiso”, celebrada para presentar en sociedad y conocer a la futura esposa
de su hijo menor.
De fijo conociendo el pésimo
gusto y falta de visión de su hijo sería una completa estúpida.
El general Hernando Contreras
Whitemore, desconocía en absoluto los verdaderos motivos de la cena en
cuestión, Andrés Felipe, le había pedido Encarecidamente a su madre que no lo
mencionara en detalle.
Ya que muy ilusionado, deseaba
sorprender a su padre presentándole el mismo a su hermoso y vivas nieto barón,
al igual que al amor de su vida, a su maestra.
El General no tenía la más
remota idea sobre la existencia de Juan Andrés, ni mucho menos que su madre, su
futura nuera, era Angélica María Torres.
La “profesorcilla comunista
de provincia”, como despectivamente la había llamado alguna vez, aquella de
quien estaba más que seguro se había librado años atrás.
Miro con desgano su reloj
rolex, calculando el tiempo y llegando a la conclusión de que tomaría una ducha
ligera, se pondría un traje casual, sin corbata.
Se tomaría un par de whiskeys
en el club de oficiales, y llegaría a la dichosa cenita de compromiso de su
hijo menor sobre las 8:30 o quizás las 9:00 p.m.
Finalmente no era nada
importante en verdad, no le emocionaba especialmente conocer a la mujercita tonta e Insulza que
seguramente sería la prometida de Andrés Felipe.
UN PAR DE HORAS DESPUES….
Andrés Felipe y Juan Andrés,
muy elegantemente vestidos, hacían su ingreso en la casa quinta de la Doctora
Lina Patria.
La cual en compañía de sus
hijos mayores, su futura nuera, además de casi cincuenta invitados más, los
esperaban ansiosos.
Juan Andrés, se sentía
verdaderamente nervioso ante todo el gentío y el entorno elegante del lugar.
Su padre al notar su molestia,
lo giro suavemente, luego lo abraso con cariño y le dijo al oído con
complicidad.
Hijito de mi corazón, no
tengas temor por nada, tu mamita y tu papito, estamos aquí contigo, pasaremos
por esto juntos.
Eres un Contreras, eres parte
de esta familia, animo campeón, para luego darle un tierno beso en la mejilla
derecha al niño.
Los tíos Patricia y Mauricio
Hernando, rápidamente salieron a su encuentro, llenándolo de besos, abrazos y
mimos de todo tipo, lo cual hiso que Valentina, arrugara la nariz, en señal de
celos y desagrado con todo aquello.
Caramba, tanto escándalo por
el primo nuevo, el “príncipe heredero”, por fin nos honra con su ilustre
presencia.
Pensó para sus adentros con
algo de malestar, aunque mirándolo bien, no estaba nada mal, tenía un primo
contemporáneo con ella, que era un auténtico bombón.
Pero no dejaba de reventarla
tanto “machismo” que según ella, imperaba en su familia, cosa que no era para
nada cierta, lo que en realidad molestaba sobre manera a la princesita, era que
ya no sería tratada como el centro del universo por la familia, de su madre.
Este guapísimo, pero “advenedizo”
niño, había aparecido, así sin más, de repente y además de haberle robado el
amor de su tío favorito, de su héroe de brillante armadura, como solía llamar
de cariño a Andrés Felipe.
Ahora estaba acaparando la
atención de su madre, de su tío mauro y de su abuelita Lina.
Solo falta que haga su arribo
triunfal, el viejo nazi que tengo por abuelo, pensó llena de celos Valentina,
para que también se derrita de amor a los pies de este “niñito”.
Claro, como él si es hombre,
él es el nieto barón que tanto ha añorado, porque a ella por ser una nenita,
jamás había pasado de saludarla con desgano.
Hola mi princesa hermosa,
saludo con cariño Andrés Felipe, a Valentina, dándole un tierno par de besos en
las mejillas, los cuales fueron correspondidos con amor por parte de la
adolescente.
Quien después de saludar como
correspondía a su tío adorado, se quedó mirando fijamente, directo a los ojos con
gesto desafiante a Juan Andrés, el cual la observaba con curiosidad.
Valen, te presento a tu primo
Juan Andrés, dijo feliz el militar, quien no podía estar más a gusto al tener a
su príncipe y a su princesa, juntitos en la casa de descanso de su madre, para
celebrar junto a sus hermanos tan feliz ocasión.
Hola, mucho gusto prima,
saludo muy amable Juan Andrés, con una cálida sonrisa en el rostro.
Hola… primo, el gusto es mío,
contesto fingiendo una sonrisa Valentina, la cual no podía dejar de mirar al
chico de arriba abajo, JODER, ES IGUALITO A MI TIO ANDRES, pensó sorprendida,
pero llena de celos la niña.
Todos los invitados tomaron
sus respectivos lugares en las mesas dispuestas en el amplio patio trasero de
la casa para cenar por parte de la doctora Lina Patricia, había incluso una
banda de música para amenizar el evento con música festiva.
La doctora Caicedo, en
compañía de sus tres hijos, le presentaba a su futura nuera y a su hermoso
nietecito a toda la concurrencia, se sentía pletórica de dicha, feliz y
orgullosa.
La velada estaba
transcurriendo de lo más agradable, los hermanos Contreras Caicedo, estaban más
que felices y divertidos bromeando a gusto, recordando Las múltiples anécdotas
y travesuras ocurridas en esa casa muchos años atrás.
Además de una que otra zurra memorable que se habían llevado los
tres por ser tan inquietos, en especial Andrés Felipe.
Después de un buen rato de
transcurrir todo aquello, Juan Andrés, bastante sediento y algo aburrido, decidió
salir al frente de la casa, se sentó en el antejardín en una cómoda silla, a
tomarse una rica coca con hielo y limón, estaba algo molesto.
Ya que su recién conocida
prima, la cual era bastante guapa por cierto, por más intentos que había hecho
de entablar una conversación animada, solo se había limitado a contestarle
mediante monosílabos y mirarlo feo durante toda la noche.
Lo tenía podrido, pero quien
carajos se creía esta tonta?, para él era la típica niña rica, caprichosa y mal
educada, pero saltaba a la vista que su papa la quería montones, así que por
amor a él y a sus tíos que eran lo máximo, haría el esfuerzo de tolerarla.
Seguía entretenido, en medio
de sus pensamientos y bebiendo del baso que sostenía en su manito derecha,
cuando de repente frente a él, se estacionaba un BMW, deportivo, de color negro
azabache.
Del imponente automóvil,
descendió con rostro serio, un hombre muy bien vestido, de cierta edad aunque
bastante bien conservado, lo reconoció de inmediato, era el General Contreras
Whitemore, era su abuelo.
Cuando se disponía a ingresar
a la casa quinta, el Dragón, se quedó paralizado, mirando asombrado y directamente
al rostro y a los ojos a este niño, que lo observaba muy serio, pero con gesto
amable.
Hola general, buenas noches,…
bienvenido, saludo muy serio Juan Andres, al tiempo que se ponía de pie
nerviosamente, extendiendo cortésmente su mano en son de saludo.
Buenas noches, contesto el
saludo del niño el militar, al tiempo en que le daba la mano al chico, para
estrecharla entre la suya, al igual que le había sucedido a Lina Patricia, una
semana atrás, Hernando Contreras, sintió como una corriente eléctrica
atravesaba todo su ser al momento de tocar a Juan Andres.
Pero quien era este
carajito?, como sabía que él era un general de la república? Y lo más
importante de todo, porque era una copia al carbón de su hijo menor?
Bastante impactado, por
reflejo, el general soltó de forma algo brusca la mano de Juan Andres, jamás en
la vida había experimentado algo similar.
Su durísimo corazón, se había
acelerado dentro de su frio e insensible pecho, así que sin rodeos, le pregunto
abiertamente al chico, cuál era su nombre? Y quien era su padre?
El niño bastante nervioso
ante el personaje intimidante que tenía en frente, cuestionándolo y mirándolo
con rostro aturdido, le contesto, con
gran temple.
Sin rehuirle a la fiera
mirada que tenía el militar, me llamo Juan Andres,… Juan Andres Contreras Torres,
soy hijo del Capitán Andres Felipe, de su hijo menor.
El general Hernando Contreras
Whitemore, tuvo que tomar aire con mucha fuerza, para rellenar sus pulmones, al
tiempo que sentía que todo a su alrededor daba vueltas sin control, incluso se
había puesto pálido, mas blanco que la nieve de la impresión.
Como has dicho?, cuestiono el
militar a punto de sufrir un ataque cardiaco, eres hijo de… de, … Andres
Felipe, Eres, eres, … mi nieto?
Así es, soy hijo de Andres
Felipe Contreras, contesto con calma Juan Andres, aunque sintiendo en ese
momento como su sangre hervía por toda la extensión de su cuerpecito.
Sus bellos ojos color miel,
también habían tomado ese extraño fulgor amarillo, sentía demasiada furia, pero
no se explicaba porque razón.
Hernando Contreras, lo miraba
de arriba hasta abajo, en efecto era un clon de su hijo menor, eran idénticos,
parecían dos gotas de agua, pero como era posible esto? Cuando había sucedido?
Y porque él no se había enterado de aquello?
Creo que mejor deberíamos
entrar general, dijo Juan Andres, manteniendo la calma lo mejor que pudo,
aunque con gesto frio y duro al hablarle a su abuelo, no había reaccionado como
al conocer a su abuelita, mi papa, mi abuelita y mis tíos lo están esperando
hace un buen rato.
JOOODERR, que me pasa? Porque
me siento tan molesto al tener al frente a este señor?, Juan Andres, se
cuestionaba entre nervioso y confundido, por todo aquello, algo había muy
extraño, pesado y obscuro alrededor de su abuelo, definitivamente no era como
su padre, sus tíos o su abuelita.
Hernando y Juan Andres
Contreras, lentamente, ingresaron a la casa quinta, cruzando en silencio,
directo hasta el jardín trasero de la misma, en donde la música, la
conversación, las risas, pararon casi que de golpe al ser notados por los
presentes.
El general Contreras
Whitemore, sintió como nuevamente se escapaba el aire de sus pulmones y un
escalofrió glacial subía lento por su espalda,
nuevamente, al reconocer entre los invitados a aquella mujer, era ella
no había duda.
La maestrita provinciana, la
comunista aquella de Florencia, era la mujer que bellamente vestida, estaba
bailando muy cariñosamente abrasada a su hijo, estaba con Andres Felipe, acaso
era la famosa prometida?
Por primera vez en toda su
vida militar, el rudo General se sentía emboscado, perdido, lo habían tomado
con la guardia baja, no sabía qué hacer, ni cómo reaccionar ante todo aquello.
Aun sin lograr asimilar la situación,
luciendo bastante confundido, Lina Patricia, le saludo cortésmente, incluso con
un dulce beso en la mejilla, sus hijos mayores, Patricia y Mauricio Hernando,
le saludaron con cortesía pero muy fríamente, al igual que Valentina, el único
que le saludo con auténtica alegría y calidez fue Andres Felipe.
Hola padre, bienvenido, dijo
Andres Felipe, con una enorme sonrisa en el rostro, mira te presento a mi
futura esposa, Angélica María, la dueña de mi corazón y madre de mi hijo.
Mucho gusto general, saludo
muy cortes, aunque con gesto frio y desafiante, Angélica María, mirándolo
directo a sus confundidos ojos, ella noto de inmediato, se dio cuenta de su
manifiesta confusión.
Mucho gusto, contesto
fríamente el saludo de Angélica María, el general Contreras Whitemore, logrando
reaccionar, tratando de ponerse a la defensiva, pero que se creía esta
mujercita? Lo estaba desafiando muy delicada pero abiertamente.
Poco tiempo después de
aquella tensionante situación, la madre, los hermanos, sobrina e hijo, además
de la bella futura esposa de Andres Felipe, se encontraban sentados en la misma
mesa, departiendo alegremente.
Claro todos menos el general
Contreras Whitemore, el cual tomaba whiskey profusamente, tratando de mantener
la compostura al tiempo que sostenía Un duelo silencioso con Angélica María,
mirándose ambos con desafío el uno al otro, Juan Andres, observaba todo aquello
con bastante confusión, notando lo que estaba sucediendo entre su madre y su
abuelo, esto era hostilidad pura.
Súbitamente, Angélica María,
de forma absolutamente audaz, poniendo como pretexto el que los músicos estaban
tocando su canción favorita, un hermoso vals, la maestra pidió bailar con su
futuro suegro.
Hernando Contreras Whitemore,
absolutamente sorprendido, se sintió desafiado por la maestra y no evadiría el
reto, aceptando salir al centro del patio a “bailar animadamente” el condenado
vals con su futura nuera.
Angélica María Torres, se
sentía bailando con el mismo demonio, sentía nervios, sentía temor, pero no
flaquearía en su empeño, le iba a sacar la verdad a este maldito fascista sobre
esos terribles doce años, necesitaba saber la verdad y esta era la oportunidad.
Bailaron en silencio por casi
dos minutos, la tensión entre ambos era más que palpable, todos los presentes
en la cena los observaban discretamente, algunos con incredulidad, otros con
curiosidad, hasta que la maestra decidió hacer el audaz movimiento, el cual
iniciaría con una simple pregunta.
Nervioso General? Parece que
hubiera visto a un fantasma, luce como si algo terrible de su pasado hubiera
surgido para atormentarlo, que le sucede? Porque luce tan tenso y desencajado?,
Angélica María, dijo todo esto mientras bailaban fingiendo un rostro sonriente.
Pensé que me había librado
permanentemente de usted, maestrita de idiomas, pero veo que no fue así,
contesto con absoluta frialdad y descaro el general Contreras Whitemore,
mirándola directo a los ojos y fingiendo también un rostro sonriente.
Supongo que el hermoso
niñito, que me encontré en la entrada, Juan Andres, el primogénito de Andres
Felipe, también es hijo suyo verdad?, inquirió el militar.
Tiene toda la razón general,
contesto tranquilamente, Angélica María, cuando usted puso al coronel
comandante del batallón de Florencia, a mentirme descaradamente sobre la
partida de su hijo al extranjero, yo estaba en embarazo de Andres Felipe.
Quisiera saber con toda honestidad,
cuál fue la motivación, para que usted, el padre de alguien tan decente, leal,
amoroso y honesto como Andres Felipe, se pudiera comportar de una forma tan
deshonesta, tan cruel, acaso tiene la más remota idea de lo que lo hiso sufrir
a raíz de todo aquello?
Primero que todo, contesto
tranquilamente el oficial militar, yo no tenía idea de que usted estuviera
esperando un hijo de Andres Felipe.
Según el informe de
inteligencia que me entregaron, según la información de su perfil, usted no era
más que una entretención provinciana de mi hijo, una mujercita intrascendente
que fácilmente podría y debía ser olvidada.
Andres Felipe, debía casarse
con Viviana, la hija del ministro Gómez Méndez, así se había dispuesto, por su
padre y por mí, ella era una joven educada en el extranjero, prestante, su
padre era y es un hombre poderoso.
Ambos habían sido novios
desde que estaban en el colegio, eran muy cercanos, pero cuando Andres Felipe,
entro a la escuela militar y Viviana partió a estudiar ciencias políticas en
Stanford, la relación poco a poco se enfrió, terminaron de forma intempestiva.
Cuando el ministro Gómez
Méndez y yo estábamos más que empeñados en volverlos a reunir, ya que juntos
eran perfectos, ellos con la debida dirección e influencia, serían en un futuro
no muy lejano, el próximo presidente y la próxima primera dama de este país.
Cuando llego a mis manos,
este preocupante informe de que mi cándido hijo menor, se encontraba enredado
con usted, con una maestrilla de idiomas de provincia, pobre y además recién
egresada de la Universidad Nacional, con una jodida comunista.
Eso, supongo que arruinaba
por completo su egoísta plan de conseguir un matrimonio por conveniencia, de
utilizar como un títere a su hijo menor y esa niña, para sus oscuros propósitos,
afirmo con ironía la maestra sin dejar de sonreír a su futuro suegro mientras
seguían bailando suavemente.
En efecto, así era, contesto
completamente tranquilo el general, usted futura señora de Contreras, se
convirtió sin saberlo en un peligroso obstáculo para lo que había planificado
para mi hijo y pues… debía salir de escena si me entiende.
Al mismo tiempo, me encargue
de conseguir que lo trasladaran a la península del Sinaí, estaba más que seguro
que después de patrullar seis meses en la aridez y violencia que reinaba en los
altos del Golán, se doblegaría.
Me llamaría pidiendo que
interviniera para que lo sacaran de allí, y una vez de regreso en el país, en
Bogotá, destacado en un puesto de oficina mediocre en el comando del ejército,
facilitaría que Viviana y Andres Felipe, retomaran su relación.
Lamentablemente, subestime en
grande a mi mimado y consentido hijo, resulto que era un militar bravo, astuto
y competente, que se ganó la admiración y el reconocimiento de toda la
oficialidad del batallón Colombia En el Sinaí, misión tras misión salía
victorioso, conseguía condecoración tras condecoración, felicitación tras
felicitación, y así el tiempo fue pasando, siguió ascendiendo y jamás me llamo
pidiendo mi ayuda.
Cuando finalmente regreso al
país tres años después, era un hombre por completo diferente, parecía una
máquina de guerra, siguió destacado en contraguerrillas, brigadas móviles,
grupos especiales, cursos de combate uno tras otro.
Saliendo por completo de mi
alcance, obsesionándose con la guerra de guerrillas, con entrar en combates más
violentos uno tras otro, el resto de la historia evidentemente, usted la conoce
mejor que yo.
Realmente, la señora Nohora
Castro, se quedó corta al describirlo a usted, “suegrito”, como un auténtico
monstruo, egoísta, frio, inescrupuloso y cruel, dijo con absoluto sarcasmo y
frialdad, Angélica María, aun sonriendo, mientras seguían bailando aquel vals.
Seguramente eso soy y quizás
alguien aun peor de lo que tan gráficamente describe, “nuerita” contesto con
más descaro y sarcasmo el general Contreras Whitemore, también fingiendo
sonreír mientras bailaba con Angélica María.
Admiro su valor y
determinación maestrita, Lo que deseo saber ahora mismo, dijo Hernando
Contreras Whitemore, es que piensa hacer?, ahora que lo sabe, que ya confirmo
lo que evidentemente sospechaba, hará un escándalo? Se lo contara a mi ex mujer
y mis hijos?
No se afane General, por mi
parte no se enteraran de nada, amo demasiado a Andres Felipe, como para
ocasionarle ese terrible dolor, ya que no se si lo sepa, maldito fascista
infeliz, pero su hijo menor lo ama, lo admira, lo respeta demasiado.
Pero le advierto “gran héroe”
de la república, que jamás permitiré que se acerque a mis hijos, es demasiado
nocivo, su maldad terminara por consumirlo a usted mismo, de verdad que espero
que Dios lo perdone.
Contesto, La maestra sin
perder la sangre fría, a pesar de que en ese punto deseaba arrancarle del
pecho, con sus propias manos, el tempano de hielo que seguramente tendría por
corazón este malvado hombre.
Aquella danza terrible
término tranquilamente, entre sonrisas fingidas y gestos corteses, mientras que
haciendo gala de una fortaleza y valor sin igual Angélica María Torres,
continuo hasta el final la animada velada, bailando, colmando de mimos, besos y
muestras de afecto a su amado militar lo mismo que a su bello hijo.
El gran anuncio del próximo
matrimonio entre el oficial militar y la maestra, fue hecho, acompañado del
brindis con champaña, las felicitaciones y aplausos de rigor.
JUAN ANDRES CONTRERAS TORRES,
fue presentado en sociedad, por su emocionada abuelita, era el más reciente y
amado miembro de su familia, el niño fue acogido por la concurrencia en medio
de aplausos y diversas muestras de cariño de sus padres y sus tíos.
Todo aquello, tanta atención
sobre su persona, tanto lujo y ceremonia, hiso que Juan Andres, se sintiera un
poco apenado, pero decidió tomarlo con humor, y disfrutarlo, finalmente él
también era un Contreras.
Como gran clímax de una noche
llena de emociones fuertes, Andres Felipe Contreras y Angélica María Torres,
anunciaron a toda la concurrencia que otro bebito venia en camino, serian
padres por segunda vez.
Aquella noticia fue tomada
con gran felicidad y alborozo por la concurrencia, pero, Juan Andres Contreras
Torres, en medio de todo aquello, sentía una mescla de sentimientos
encontrados, aquella noticia lo tomo por sorpresa y lo impacto demasiado, en
unos pocos meses, tendría un hermanito.
Sobre el final de la velada,
muy cansado aunque feliz, después de despedirse de sus padres, sus hermanos y
demás invitados a la cena, justo cuando se disponían a subir a la BESTIA, para
regresar a su apartamento en Bogotá, ya muy tarde en la noche, Andres Felipe,
encontró un mensaje de texto en su teléfono móvil, era del Capitán Camilo
Prieto, el cual le decía que necesitaba reunirse de forma urgente con él, el
lunes a primera hora, ya que tenía algo muy delicado que contarle, relacionado
con el favor que le había pedido.
Me fascino, continúala pronto por favor.
ResponderBorraraplausos para esta mujer!!!!!!! me encanto como se enfrento al DRAGON, tiene los ovarios bien puestos!! espero mas aun la continuacion y ya me imagino a esta pequeña aliandose contra su primo o en algun momento provocandolo, pero lo raro es que a pesar de todo le gusta un poco, ademas de eso...los planes de este viejo, me imagino que es capaz de traer a la anterior prometida y crear alguna situacion para que gelica no lo quiera ver unos dias o ella misma se vaya de casa, vamos que el DRAGON es de temer, espero mas la continuacion del fic!!
ResponderBorrarcon cariños y desesperacion y nervios por actualizacion
mousse
Joooo pues opino lo mismo... Un bravo para Angélica, que no le dio el gusto al loco ese.
ResponderBorrarEs triste que el Dragón no quiere a sus hijos, solo los uso, tenía la vida planeada a su conveniencia, que horror de hombre, pero todo le salió al revés, aunque no creo que se quede quieto.
Uyy el niño celos? O.o XD espero que ya estés escribiendo el otro cap....jajajja felicitaciones AC.