sábado, 21 de septiembre de 2013

¡AL ABUELO SE LE RESPETA!



¡AL ABUELO SE LE RESPETA!
Ryoga  había realizado un entrenamiento exhaustivo en las montañas  junto con su  abuelo durante  dos  semanas, en donde estuvo perfeccionando sus habilidades en el combate con y sin armas. Ichiro le enseño algunas técnicas nuevas que lo ayudaron a mejorar mucho su concentración y velocidad.
__ Muy bien Ryoga. Te felicito hemos culminado con la última práctica__ dijo con orgullo el abuelo a su nieto.
__ Gracias abuelo. Ahora si ¡Ranma prepárate! ¡No te quedara ni un hueso sano!__ exclamó el jovencito mientras el sr. Hibiki se quedaba perplejo.
__ Ryoga escúchame bien: lo que te acabo de enseñar no es para que lastimes a nadie y mucho menos a Ranma que es como tu hermano. ¿Te  quedo claro?
__ Ichiro cuantas veces te he dicho que no te metas en mis asuntos__ replicó el niño subiendo el tono de voz.
__  PLASS,  PLASS, PLASS…  tres fuertes nalgadas cayeron sobre los pantalones del  chico  ¡A mí me contestas mocoso, y no se te ocurra volver a llamarme por mi nombre!
__ ¡MIERDA! ¡IDIOTA! ¡¿CÓMO TE ATREVES?!__ gritó el chiquillo. El abuelo no dijo nada,  pero  en  un  instante,   se acercó  a  su  nieto,  lo  cogió  por  la cintura,  y   procedió  a  bajarle  los  pantalones  y   los  calzoncillos;  el  crío  comenzó  a  patear  y  lanzar  golpes desesperadamente  para  evitar  que  su  abuelo le quitara la ropa.
__ ¡Estate quieto! ¡Te voy a dar una que ya verás!__ anunció el abuelo quien  pudo dominar al animalito salvaje;  se sentó en una piedra, luego lo  tumbo bocabajo  y  le aplico una buena tanda de azotes con la mano, pero bien fuertes, que  hicieron que  a Ryoga se le saltaran las lágrimas sin quererlo.  A medida que avanzaba la azotaina el niño empezó a pedir disculpas desesperado. El abuelo noto que el trasero del chico  ya  estaba  bastante  rojo, así que decidió poner fin al correctivo, lo reprendió por última vez  y sin subirle la ropa lo sentó en sus piernas, mientras le consolaba un poco.
__ ¡Espero que hallas aprendido la lección! ¡A su abuelo lo respeta y le hace caso!
__ Si  abuelo lo tengo claro, no volveré a hablarte así nunca más__ dijo el niño con los ojos aun llorosos.
__ Ya está bien, no más lagrimas__ le decía  mientras le daba un beso en la frente.

9 comentarios:

  1. Ohhhhhh, Nicole, pobre Ryoga!!!... Si no fue su culpa, fue culpa de su boquita, jajaj!!! siempre se gana una buena por mal educado, jeje
    Muy buen relato nena!!!

    Camila

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    Respuestas
    1. Gracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole

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    2. Gracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole

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    3. Gracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole

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  2. Se paso Ryoga como es eso de venir hablarle así a su abuelito ¬¬

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  3. jejeje ... Este niño no aprende que cosas pobre pero quien lo manda a hablarle así al abu!! Andrea

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  4. Se las gano, bien ganadas ese Ryoga por insolente vaya crío hay que tener cojones, para contestar de esa manera a su abuelo.
    Giovanni.

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