martes, 24 de septiembre de 2013

Evan



“Auch mami… mami no que duele… mamita” lloraba Evan. Su madre se estaba empeñando a fondo sobre su trasero, estaba completamente rojo con las marcas del cepillo de cabello, y todo delante del padre que acababa de encontrar.
Sean cerraba los ojos con cada cepillazo, pero no se atrevía a intervenir.
“no me vuelves a salir sin permiso, llevo horas buscándote” dijo por fin Ángela

“solo quería conocer a papá” Ángela se conmovió y terminó el castigo, Evancito corrió a los brazos de su padre y se fundió en sus brazos.

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