martes, 24 de septiembre de 2013

Peter



Peter siempre había sido un niño bien portado, pero la tentación pudo mas, ver esas canicas… no supo cómo pero sus manos cobraron vida propia y la sacaron del mostrador para dejarlas justo en sus bolsillos, lo que esas manos no previeron fue que el “ojos de águila” de su padre observó todo eso, le sacó las canicas del bolsillo y ahí mismo le plantó 10 fuertes nalgadas y le exigió pedir perdón al dueño del almacén.

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